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Es interesante pensar en la conexión que tienen los movimientos literarios con los momentos
históricos de España. Entre las épocas de la monarquía derrocada, Primera República y la
Restauración conocemos el Realismo alrededor de 1868. Esta corriente literaria se aparta del
romanticismo para tener un estilo de crítica social, (Platas Tasende 2011:590), algunas de sus
principales características son la practicidad, el carácter burgués pero con compromiso a las
demás clases sociales, descripción de tensiones políticas y religiosas, objetividad, un narrador
testigo objetivo, estructura sencilla, descripciones detalladas y minuciosas, lenguaje sobrio y
personajes que usan el lenguaje adecuado a sus caracteres o cultura, (Alborg 1996:148).
No lo puedo remediar. Ya ves cómo nos tienen aquí. ¡Córcholis! No somos gente, sino animales. A
veces se me pone en la cabeza que somos menos que las mulas, y yo me pregunto si me diferencio
en algo de un borrico...[…] Les digo a mis padres que me saquen de aquí y me pongan a estudiar, y
responden que son pobres y que yo tengo mucha fantasía. Nada, nada, no somos más que bestias que
ganamos un jornal... ¿Pero tú no me dices nada? La Nela no respondió... Quizás comparaba la triste
condición de su compañero con la suya propia, hallando esta infinitamente más aflictiva.
-¿Qué quieres tú que yo te diga? -replicó al fin-. Como yo no puedo ser nunca nada, como yo no soy
persona, nada te puedo decir… (Pérez Galdós, 2017:30)
De esta y muchas otras formas, encontramos que las características del realismo y las de
naturalismo también se cumplen en la novela. Quizá una de las más obvias es la forma
descriptiva con lenguaje sobrio (aunque muy hermoso), que se hace del momento y el
ambiente para así poder crear este realismo, esto se ve muy bien en esta cita:
Era aquel el sitio que a Teodoro Golfín le había parecido el interior de un gran buque náufrago,
comido de las olas, y su nombre vulgar justificaba esta semejanza. Pero de día se admiraban
principalmente las superpuestas cortezas de la estratificación, con sus vetas sulfurosas y
carbonatadas, sus sedimentos negros, sus lignitos, donde yace el negro azabache, sus capas de tierra
ferruginosa que parece amasada con sangre, sus grandes y regulares láminas de roca, quebradas en
mil puntos por el arte humano, y erizadas de picos, cortaduras y desgarrones. Era aquello como una
herida abierta en el tejido orgánico y vista con microscopio. El arroyo de aguas saturadas de óxido
de hierro que corría por el centro, parecía un chorro de sangre… ((Pérez Galdós, 2017:60)
Una cosa más que podría mencionar es la estructura sencilla de la obra, está delimitada por
capítulos que dividen muy bien los hechos en sentido cronológico de principio a fin. Lo que
marca el inicio de esta obra es la llegada del Dr. Golfin al pueblo de Sócartes y el cierre es la
muerte de Marianela. No hay más complejidad que esto. De esta forma se ven muy bien
delimitadas las características de estos movimientos literarios en esta novela.
En razón del narrador de Marianela, pareciera que este narrador cambia constantemente de
personalidad. A veces desaparece para dejar que la historia se narre a través del diálogo (y la
reflexión) de los personajes, a veces se vuelve testigo y a veces es un narrador objetivo y
distanciado pero que dialoga con el lector. En la siguiente cita vemos estas tres características:
Pasó algún tiempo sin que la Nela contestara nada. Preguntó de nuevo Celipín, sin obtener
respuesta.
-Duérmete, Celipín -dijo al fin la de las cestas-. Yo tengo mucho sueño.
-Como mi talento me deje dormir, a la buena de Dios.
[..]
XIII
Entre dos cestas
La Nela cerró sus conchas para estar más sola. Sigámosla; penetremos en su pensamiento. Pero
antes conviene hacer algo de historia. (Pérez Galdós, 2017:93)
De esta forma se tiene un texto variado en su narración pero que coincide con las
características del narrador realista.
Respecto a los textos de tipo ensayístico, desde luego que los encontramos en esta novela,
dado que los personajes cuentan sus historias de vida. Un ejemplo muy obvio y también muy
grato es cuando Teodoro Golfín cuenta su historia de vida cuando fue pobre. En esta cita un
pequeño fragmento de ese mini ensayo de su vida:
Óiganme todos los pobres, todos los desamparados, todos los niños perdidos... Yo entré en los
Escolapios como Dios quiso; yo aprendí como Dios quiso... Un bendito padre diome buenos
consejos y me ayudó con sus limosnas... Sentí afición a la medicina […] Después empuñamos
aquellos nobles instrumentos La flebotomía fue nuestra salvación. Yo empecé a estudiar la
anatomía. ¡Ciencia admirable, divina! Tanto era el trabajo escolástico, que tuve que abandonar la
barbería de aquel famoso maestro Cayetano... El día en que me despedí, él lloraba… (Pérez Galdós,
2017:77).
También hay otros fragmentos que son parte del discurso narrativo en que el que los temas
que se abordan son generalmente una representación de la realidad que tienen algunos, por
ejemplo en el caso de Teodoro la pobreza de su crecimiento, hasta su transformación como
miembro de la burguesía; o bien, la censura social que se la da a la sociedad de la época. Los
fragmentos del narrador son especialmente interesantes dado que el criterio de este personaje
nos da una crítica bastante amplia de lo que el autor quería cuestionar en la época:
Se ha declamado mucho contra el positivismo de las ciudades, plaga que entre las galas y el
esplendor de la cultura, corroe los cimientos morales de la sociedad; pero hay una plaga más
terrible, y es el positivismo de las aldeas, que petrifica millones de seres, matando en ellos toda
ambición noble y encerrándoles en el círculo de una existencia mecánica, brutal y tenebrosa. Hay en
nuestras sociedades enemigos muy espantosos, a saber: la especulación, el agio, la metalización del
hombre culto, el negocio; pero sobre éstos descuella un monstruo que a la callada destroza más que
ninguno: es la codicia del aldeano. (Pérez Galdós, 2017:31).
De esta forma encontramos guiños de las reflexiones que Pérez Galdós tenía sobre la época y
el momento que le tocó vivir y que quedan plasmadas en sus obras para que nosotros hoy por
medio de la literatura podamos comprender mejor ese momento determinado.
La luz y oscuridad son sin duda alguna referentes a varios símbolos en la novela, primero y
más que obvio tenemos la correspondencia de estos símbolos en la ceguera de Pablo, quien es
privado de esa “luz del mundo” que se menciona varias veces en la novela. Con él se
introduce la idea de que la luz es saber y la oscuridad es ignorar:
-Su imaginación, digo, no puede contenerse en la oscuridad de sus sentidos, y viene a este nuestro
mundo de luz y quiere suplir con sus atrevidas creaciones la falta de sentido de la vista. Pablo posee
un espíritu de indagación asombroso; pero este espíritu de investigación es un valiente pájaro con
las alas rotas, (Pérez Galdós, 2017:83).
Esa idea que me has dicho no es nueva. Tuviéronla personas que vivieron hace siglos, personas de
fantasía como tú, que vivían en la Naturaleza como tú, y que como tú carecían de cierta luz que a ti
te falta por tu ignorancia y abandono, y a ellas porque aún esa luz no había venido al mundo...
(Pérez Galdós, 2017:135).
5. Compara algún aspecto de esta novela con otra(s) obra(s) del curso.
Un aspecto más para reflexionar sería la problemática de las mujeres de la época, tanto en el
Quijote, como en El sí de las niñas y últimamente en Marianela, vemos la transición de la
situación de la mujer durante ciertas épocas. Se puede ver poco a poco cómo van cambiando
las condiciones de vida para las mujeres, pero también como ese proceso es muy lento. En el
Quijote con el personaje de Marcela ya hay un intento de feminismo, que también es
apreciable en el Sí de las niñas con los discursos de Don Félix y en Marianela con Florentina,
pero que finalmente no describen del todo un cambio real en la contexto de la mujer. Hay
muchos factores como la clase social, la educación y la alienación de las mujeres que se logra
identificar y criticar en estas obras. Esto nos ayuda a comprender las razones de las mujeres
hoy en día para crear movimientos feministas en España y muchos lugares del mundo
hispanohablante.
Bibliografía: