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Su función primaria es defender el cuerpo de agentes patógenos, que son organismos que

causan enfermedades, como los virus y las bacterias. El equipo que trabaja en conjunto para
cumplir dicha función son los tejidos, las células y las proteínas que lo conforman.

 Adenoides. Dos glándulas ubicadas en la parte


posterior del conducto nasal.

 Médula ósea. El tejido suave y esponjoso que se encuentra en las cavidades óseas.

 Ganglios linfáticos. Pequeños órganos con forma de frijol que se encuentran por todo el cuerpo y se
conectan a través de los vasos linfáticos.

 Vasos linfáticos. Red de canales por todo el cuerpo que transportan linfocitos hacia los órganos
linfoides y el torrente sanguíneo.

 Placas de Peyer. Tejido linfático en el intestino delgado.

 Bazo. Órgano del tamaño de un puño ubicado en la cavidad abdominal.

 Timo. Dos lóbulos que se unen por delante de la tráquea, detrás del esternón.

 Amígdalas. Dos masas ovaladas en la parte posterior de la garganta.

Las enfermedades infecciosas normalmente se transmiten a través de la transferencia directa de


bacterias, virus u otros gérmenes de una persona a otra. Esto puede suceder cuando una persona con la
bacteria o el virus toca o besa a alguien que no está infectado, o tose o estornuda muy cerca de este.

Pueden ser virus, bacterias, hongos, parásitos, etc, y dependiendo del grupo al que correspondan, las
enfermedades que causan tendrán unas características propias.

Las barreras naturales son la piel, las membranas mucosas, las lágrimas, la cera de los oídos, el moco y
el ácido del estómago. Además, el flujo normal de orina elimina los microorganismos que ascienden por
el tracto urinario. a nivel inmunitario disponemos de tres barreras de defensa, primaria, secundaria y
terciaria, que permiten a los animales y a los seres humanos detectar las sustancias extrañas,
neutralizarlas y eliminarlas antes de que dañen alguna parte del organismo.

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