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CRITICA DEL ARTE. TEORÍA Y PRÁCTICA.

Critica del arte. Teoría y práctica, nos habla sobre el sentido en el que el autor Juan
Acha, analiza a la crítica hacia finales del siglo XX. Según Acha, durante este
transcurso de tiempo, operaban tres tipos de críticos; el masivo, el académico y el
conceptual, sobre los cuales nos describe a lo largo de su obra.

El primero de este grupo, los críticos masivos, son escritores sin el conocimiento
profundo del arte, pero con una buena escritura y redacción, como lo son los
periodistas o comentaristas del arte, los cuales están “obligados” a ser entretenidos
y por esta razón hacen ver a las obras de arte algo que no lo son fundamentalmente.

El segundo tipo de crítico, los críticos académicos, no son más que individuos
formados en la historia del arte, pero con falta de conocimiento conceptual y teórico,
lo que los lleva a despreciar el arte contemporáneo, cayendo en anacronismos en
sus críticas debido a esta visión histórica.

Y finalmente, el tercer tipo de crítico, son los que practican la crítica conceptual, que
se refiere a aquellas personas que buscan conceptualizar las obras artísticas y
aluden hacia el conceptualismo. Estos por su parte, tienen 5 tareas específicas
según Acha;

 La primera consiste en atender al arte “recién nacido”, al arte emergente y


reciente de la escena ya establecida.
 La segunda tarea menciona la importancia de “difundir en el ámbito artístico
local los conocimientos artísticos producidos recientemente fuera del país”
(p.64).
 La tercera tarea del crítico es detectar los procesos, fuerzas sociales y
culturales de su país, para mostrarlas a los interesados en el arte y cambiar
el curso de sus prácticas.
 La cuarta tarea se refiere a “promover la pluralidad artística en el ámbito local”
(p.65)
 Y finalmente la última tarea de este tipo de critico es la de convertirse en un
productor de textos públicos, es decir, ser un crítico de arte contemporáneo
y un teórico del arte en general.

Con esto nos damos cuenta en la importancia que tiene el crítico conceptual para
Acha, el cual lo analiza como el encargado de analizar las nuevas tendencias del
arte, ascenderlas y detectarlas.

Por eso el texto del crítico debe enfocarse “en la búsqueda de aspectos nuevos…
para terminar enseñando [al lector] qué leer, interpretar y valorar en la obra de arte
y cómo hacerlo” (pp. 84 y 92). El crítico conceptual tiene como “finalidad principal
de su profesión: enseñar a consumir la obra de arte” (p. 98).
LA CRÍTICA EN ARQUITECTURA COMO DISCIPLINA
Comentarios y evaluaciones que aparecen en los periódicos, magazines y revistas
profesionales, son sin duda las formas más conocidas de la crítica de la arquitectura,
El libro comienza entonces por esta afirmación, que sin duda nos da un corto pero
basto vistazo de lo que el libro aporta.

Sabemos que la “critica se usa casi siempre para “encontrar defectos” pero más
meramente debemos entender que este verbo está más ligado con el de “emitir un
juicio” este puede ser favorable o no, pero en pocas palabras es eso… evaluar. Y
es interesante, pues cuando alguien nos realiza una crítica, lo solemos tomar a mal,
o que dichas personas mantienen posturas defensivas de lo que compartimos.
Entonces, Debemos considerar dicha crítica como un comportamiento y no como
enjuiciamiento, esto para lograr a un entendimiento de dicha crítica como
instrumento.

T. S. Eliot (1965, págs. 11-13), Considera cinco modalidades de la crítica; el crítico


profesional (súper reseñador), el crítico con buen gusto (el abogado), el académico
y teórico, el crítico moralista, el crítico poeta.

Se nos muestran entonces tres métodos de críticas, con un enfoque diferente cada
una de ellas, pero que sin embargo todas llegan a una finalidad misma de
permanecer e ir más allá del presente, ya que, si esta no mira hacia el futuro, solo
conseguirá un interés pasajero.

La crítica normativa tiene como base una doctrina, un sistema, tipo o medida. La
norma puede ser tan especifica o física como la son los estándares para el diseño
de escaleras sin barandas. Lo cual es realmente una normativa, donde encontramos
el uso del barandal y como debe ser este. Por otro lado, la norma física donde se
nos presenta el ejemplo de las iglesias del siglo XV, donde se pone en cuestión la
ornamentación de estas, y que deberían imitarse al construir iglesias
contemporáneas, al parecer el ornamento enriquece de alguna manera la
construcción de la edificación.
Dentro de la normativa, se tiene a la crítica doctrinal, critica sistemática, crítica por
tipos y la crítica medida, las cuales, por una parte, se cree que solo hay un solo
camino para llegar a una finalidad (doctrinal), por otra no se suele depender de un
solo camino, porque podría ser tachado de simplista o pasado de moda
(sistemática). Los tipos convergen en la arquitectura haciendo uso de la Estructura,
función y forma. Y lo que distingue a la medida es la asignación de números a cada
una de sus observaciones, lo que proporciona las normas que seguirán para resultar
la funcionalidad de este. Prácticamente se trata de medidas que van de lo mínimo,
promedio y lo preferente. Como las medidas de entrepisos.

La crítica interpretativa esta no pretende servir a una doctrina, sino que es


propiamente personal. Por lo que el crítico no pretende efectuar evaluaciones
objetivas ni medidas. Más bien trata de los demás vean lo que él ve. Dentro de esta
crítica, se encuentran la de apoyo, la evocada y la impresionista. Donde estas tres
son personales, pero se realizan de una manera diferente. Tenemos entonces que
el crítico de apoyo pretende convencer a todos sobre su veredicto, por lo que se
emite una discusión formal y racional, mientras que el crítico evocador lleva consigo
conocimiento de los sentidos, conoce lo que sintió al confrontar el edificio por lo que
hará lo necesario para despertar dichas sensaciones en el que lee o mira. Y el crítico
impresionista no se limita a un discurso verbal o manipulaciones gráficas, sino
también incluye la modificación del propio edifico.

La crítica descriptiva busca más que cualquier otra, basarse en los hechos,
suponiendo que, si se sabe un contexto, de lo que sucedió o de lo que trata, se
podrá comenzar a entender el edifico. Esta no pretende juzgar, si no que trata de
resaltar lo que ahí está. y está compuesta por la crítica pictórica, biográfica y de
contexto, donde se tiene primero un análisis estadístico, donde puede ser de apoyo
saber el concepto con el que fue concebido el edificio. Para después saber los datos
de quien desarrollo o diseño dicho edificio, y por último se encuentran los eventos
asociados al diseño y desarrollo del mismo.

Podemos describir a la crítica como algo meramente difícil, como lo es cualquier


otro campo, pues esta es imprecisa y personal y se caracteriza por referentes no
explícitos. Sin embargo, se le tacha al crítico de parásito o vándalo. Y este texto,
este libro da otra viste, más amplia de lo que se puede lograr con la crítica, donde
se puede llegar a cualquier fin, cualquier circunstancia o situación, prácticamente
un manual tanto para críticos como para los que de manera externa visualizamos a
dichos críticos.
INTENCIONES EN ARQUITECTURA

Una de las preocupaciones al momento de diseñar, para nosotros como arquitectos


es este punto de saber si está correcto o no, de saber si una solución o
planteamiento es satisfactorio. Pues este libro abre con esta pauta, por lo que nos
deja con una intriga, algo que como arquitectos debemos saber, pero que al final
siempre ha sido muy objetivo, incluso entre nosotros, pues no ha habido, según
textos del libro, que, claro ahora adentrándonos más a este, nos parece acertada la
idea de que carecemos de una teoría de la arquitectura adecuada, bajo las nuevas
exigencias, que lo que sabemos hasta ahora no son más que resultados de
improvisaciones más o menos accidentales.

Se nos hace tan fácil criticar algo desde afuera. Siendo clientes, casi nunca estamos
satisfechos con los resultados que se nos otorgan, claro que hay excepciones, sin
embargo, pienso yo como futuro arquitecto, que deberíamos enfocarnos más en las
necesidades de las personas, desde diversos puntos, no solo podemos generalizar,
pues el cliente se ha quejado constantemente de la falta de capacidad del arquitecto
para satisfacerle. Es verdad, tampoco podemos decir que el cliente siempre tendrá
la razón, pero si nos corresponde escucharle, pues quien definirá la función de
alguna edificación, no solo somos nosotros, sino quien lo habitará. Aunque no fácil,
pues tratamos de concretizar un determinado modo de vida, lo cual va de la mano
con medidas mínimas, para sostener que la arquitectura significa eficiencia y
economía, o al menos eso actualmente.

“La percepción nos proporciona el conocimiento inmediato del mundo fenoménico.


En gran medida, dependemos de que nuestra visión del entorno sea satisfactoria.
No sólo tenemos que orientarnos dentro de una multitud de cosas, si no que
deberíamos también comprender o juzgar esas cosas para que lleguen a sernos
útiles" C. N. S Intenciones en Arquitectura (1967 pág. 10-13)

Totalmente de acuerdo, solemos guiarnos de aquello que percibimos, y cuando eso


es erróneo hacemos lo necesario para no caer en mal sin darnos cuenta que solo
tratamos de engañarnos, y con justa razón, pues nos mantenemos en lo ya
conocido, pretendiendo que los demás lo vean de esa manera, mantenemos un
espacio cerrado por nuestro pensamiento o ideal, nuestra percepción.

Puedo hablar por muchos cuando digo que lo practico nos proporciona mucha
información, y que solemos tomar dicha práctica como la principal entrada de dicha
información haciéndola la más importante, y el autor tiene razón al decir que la teoría
es sin duda, un apoyo, el cual nos ayudará a conseguir una experiencia mucho más
correcta y profunda de la arquitectura.

Podemos decir que el arquitecto claramente necesita tener conocimiento sobre su


oficio. Para esto se dice que no debería confundirse con una enseñanza
convencional, que pretende que el estudiante diseñe edificios inmediatamente. Pero
esta enseñanza es entonces, por una parte, practica y por otra teórica. La educación
entonces debería portar la integración del análisis y la experiencia. Así como las
bases históricas.

Desarrollar una educación basta para que el arquitecto al egresar pueda transmitir
ese conocimiento de una manera adecuada y efectiva, comparándolo con un
servidor y la educación proporcionada por la facultad, puedo decir que ahora
obtenemos más de la teórica que de la práctica y que desde mi punto de vista
deberían de ir de la mano, paso a paso y desarrollando criterios personales, pero
de viva calidad.

Entones la teoría no termina con la facultad creadora, si no que le da un sentido


más justo, por ello es muy puntual la falta de una teoría integral de la arquitectura,
que nos otorgue las herramientas para darle una solución asertiva a los problemas
actuales.
ARQUITECTURA Y CRITICA

Dudas. Cómo iniciamos cualquier cosa, con dudas, es así como este libro comienza
sus textos, esta idea claramente nos deja con duda. ¿Qué es la crítica? ¿Tiene
algún sentido? Seguro que no soy el único que después de llegar a este punto, se
lo ha preguntado sin darse cuenta, hasta ver estas preguntas formulada aquí.

Permitiéndonos relacionar desde los primeros instantes una conexión con la


arquitectura, algo meramente puntal para ser sinceros. Será entonces un resultado
de conocimientos previos de los que dispone el crítico y de los que hará uso para
realizar un juicio de alguna edificación, pero al mismo tiempo se mantiene una ética
responsable hacia la sociedad. Por lo que comienza como una opinión personal,
pasa a ser una colectiva.

“En el caso de la arquitectura, el juicio se establece sobre la medida en que la obra


ha alcanzado sus finalidades: funcionalidad distribución y social, belleza y expresión
de símbolos y significados, adecuado uso de los materiales y las técnicas, relación
con el contexto urbano, el lugar y el medio ambiente”. J. M. M Arquitectura y Critica
(1999 pág.11)

Vaya peso el que se le agrega a esta crítica, pues todos estos conocimientos
deberán marcar la pauta para que esta sea realizada, por lo que deberá existir el
apoyo de las teorías que proceden del mundo del pensamiento, la ciencia y el arte.
Además, entendemos que una crítica es una respuesta de negatividad ante una
afirmación diferente, no propiamente se trata de una defensiva, son comentarios
puntos de vista que sí bien son diferentes, sí, pero no siempre con la finalidad de
dañar a quien dice lo contrario, sino más bien la secuencia de argumentos
constatables.

Tenemos entonces que la crítica necesita de dos partes fundamentales que son,
por un lado, la teoría y por otro las visiones contrapuestas y que sin estas dos partes
o puede existir dicha crítica.

El autor nos permite echar un vistazo en los pensamientos de algunos arquitectos


filósofos, autores, etc. Lo cual nos deja con una intriga aún más grande, tenemos
que algunos de ellos, van de la mano con el racionalismo y funcionalismo en la
búsqueda de formas abstractas como lo es Ensenan, quien pretendía terminar con
lo clásico y darle pauta a una nueva época, así como también tenemos por ejemplo
a Tefuri, quien estaba guiado por el marxismo más heterodoxo y al mismo tiempo,
más irreductible. Así que realmente no solucionamos como tal las preguntas, sin
embargo, creo que es subjetivos, implicando las épocas en que se desarrollen y el
pensamiento arraigado del crítico que la realice.

Podemos apreciar pensamientos de distintos tiempos que sin duda nos benefician
en la actualidad. Nunca se dejará de realizar critica siempre que haya objetivos
claros de cambios, disgustos o incluso hechos que determinen lo contrario.
LOS IDEALES DE LA ARQUITECTURA MODERNA 1750-1950

Durante el transcurso de su obra, Peter Collins nos plantea tanto en el plano


histórico, como en el metodológico, importantes problemas y perspectivas, que
necesitan de una renovación de los métodos de análisis y una lectura más compleja
al pasado histórico.

Collins atribuye los orígenes de la arquitectura del siglo XX a la gran crisis del
pensamiento arquitectónico europeo alrededor del año de 1750. El fin de la creación
espontánea, que siempre ha sido un lastre para la tradición barroca, dio paso a la
crítica y al historicismo, por un lado, y a ciertos conceptos de libertad y asombro,
por otro.

Así mismo, parte importante de su obra, se caracteriza por su análisis en una


recopilación de distintas teorías de la arquitectura, desarrolladas entre los inicios de
la revolución industrial y los inicios de la revolución tecnológica, así como de los
puntos en común y diferencias que presentan estas teorías consideradas dentro del
mismo ámbito de estudio.

Entre las que se encuentran los 5 “estilos” principales y caracteristicos de este


tiempo; romanticismo, historicismo, funcionalismo, racionalismo e influencias entre
las diversas artes, que son prácticamente independientes.

Finalmente, como uno de los puntos más importantes para el autor en su obra, es
la continuidad del pensamiento, que implica un seguimiento de los resultados,
debido a que los cambios, la evolución de la arquitectura y de sus formas, que
vienen dadas por radicales cambios técnicos, sociales e idealisticos.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:

 Acha, Juan. 1197. Critica del arte. Teoría y práctica. Editorial Trillas, 1°
reimpresión. México.
 Christian N. S. (2008) INTENCIONES EN ARQUITECTURA (Primera edición,
cuarta tirada) Editorial Gustavo Gili, SL, Barcelona.
 Josep M. T. (1999) ARQUITECTURA Y CRÍTICA. Editorial Gustavo Gili, S.A.,
Barcelona
 Wayne A. (1982) LA CRÍTICA EN ARQUITECTURA COMO DISIPLINA.
(Primera edición) Editorial Limusa, S.A., México I, D.F.
 Collins, Peter. Los ideales de la arquitectura moderna 1750-1950. Gustavo Gili.
Barcelona, España.

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