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Lesiones del tendón tibial posterior


E. Toullec

El músculo tibial posterior es el estabilizador medial principal del tobillo y del pie. Su
acción durante la marcha, primero excéntrica y luego concéntrica, necesita característi-
cas tendinosas específicas. Si bien su disfunción conduce al pie plano valgo, su retracción
provoca un pie cavo equino varo con subluxación medial del hueso escafoides sobre la
cabeza del astrágalo y, en consecuencia, un bloqueo del mediopié. Mediante la explo-
ración física se intentan conocer las consecuencias morfológicas de la lesión del tendón,
mientras que el estudio por imagen precisa el estado morfológico del tendón con la
ecografía y la resonancia magnética. La evolución artrósica de la articulación astraga-
loescafoidea o de la subastragalina puede limitar la lesión tendinosa al producir la rigidez
de estas articulaciones. La conducta terapéutica no puede circunscribirse a tratar el ten-
dón patológico, sino que debe abarcar la deformación más o menos compleja del pie. Las
tendinopatías, a menudo producto de una sobrecarga por colapso degenerativo del arco
medial del pie, pueden tener un origen inflamatorio o traumático. La ruptura del tendón
conduce al pie plano valgo: el tendón pierde sus cualidades elásticas de amortiguamiento
y de sostén, en cuyo caso se propone una transferencia tendinosa asociada a técnicas
de realineamiento óseo del pie. La incarceración del tendón en una fractura del maléolo
medial o en una luxación tibiotarsiana es infrecuente, lo mismo que la luxación del tibial
posterior en el surco maleolar medial. El traumatólogo debe conocer estas situaciones. La
retracción del complejo musculotendinoso en el pie equino varo o en el pie cavo necesita
un alargamiento distal o en la unión musculotendinosa. En la poliomielitis, la parálisis
del tibial posterior, en general asociada a la del músculo tibial anterior, conduce al pie
equino valgo. El tibial posterior se usa como transferencia tendinosa en las parálisis de
la raíz L5 o del nervio peroneo común.
© 2014 Elsevier Masson SAS. Todos los derechos reservados.

Palabras clave: Tendón tibial posterior; Pie plano valgo;


Ligamento calcaneoescafoideo plantar; Transferencia tendinosa

Plan ■ Tumores del músculo tibial posterior 10


■ Conclusión 10
■ Introducción 2
■ Anatomía 2
■ Acción del tibial posterior en la fisiología de la marcha 2
■ Fisiopatología 3
 Introducción
■ Exploración del tendón tibial posterior 4 El músculo tibial posterior, estabilizador medial prin-
Examen clínico 4 cipal del pie en carga, es indispensable para que la
Estudio por imagen del tibial posterior 6 propulsión sea eficaz. Actúa en estrecha correlación con
■ Patología y tratamiento 6 los músculos tríceps sural, flexor largo del primer dedo,
Tratamientos médicos 6 abductor del primer dedo y peroneos. Su ineficacia, deno-
Tendinopatías crónicas 8 minada disfunción del tibial posterior, a menudo conduce
Lesiones neurológicas del tibial posterior 9 al pie plano valgo por hundimiento del arco medial. La
■ Tibial posterior como transferencia tendinosa 10 exploración de sus lesiones induce a buscar las causas de la
sobrecarga de este amortiguador fundamental del pie o, al

EMC - Podología 1
Volume 16 > n◦ 3 > agosto 2014
http://dx.doi.org/10.1016/S1762-827X(14)68510-2
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contrario, de su retracción. Su estiramiento de aproxima- La inserción escafoidea se realiza en un hueso accesorio


damente 1 cm conduce al pie plano en caso de distensión en el 9-23% de los casos.
y al pie cavo equino varo en caso de retracción. La irrigación depende de la arteria tibial posterior,
rama de la arteria poplítea. Hay una zona hipovascu-
larizada de 14 mm, a 4 cm de la inserción escafoidea,
 Anatomía [1] que corresponde a la zona habitual de las rupturas. El
tendón está conectado a su vaina por ataduras cuya impor-
tancia en relación con la solidez del tendón ha sido
El tibial posterior es un músculo del compartimento
demostrada por Van Dijk [3] ; su lesión postraumática o qui-
posterior profundo de la pierna, donde se encuentra junto
rúrgica, incluso en cirugía artroscópica, puede fragilizar el
con el flexor largo del primer dedo por fuera y el fle-
tendón.
xor común de los dedos más hacia dentro. Su inserción
La inervación procede de L5-S2 por el nervio tibial pos-
proximal, únicamente muscular, se reparte en los dos ter-
terior, ramo del ciático poplíteo interno. El nervio sigue
cios proximales de la tibia y del peroné, así como en la
al músculo y luego al tendón tibial posterior por fuera de
membrana interósea. Sigue un trayecto descendente obli-
la arteria. Pasa por un canal propio a la altura del túnel
cuo central-medial y cruza al flexor largo de los dedos.
tarsiano retromaleolar y después se divide en dos ramos:
La aponeurosis empieza en la mitad de la pierna sobre la
plantar medial y plantar lateral. Los ramos musculares
parte medial del músculo y empalma con un tendón en la
nacen en la parte proximal por delante del arco del sóleo
unión de los tercios medio e inferior de la pierna. Según
y entran al músculo en su parte media. El nervio del tibial
la clasificación de Bonnel [2] es un músculo de tipo 3, es
posterior se dirige a la cara posterior del músculo y puede
decir, compuesto por fascículos cortos y un complejo apo-
dar un ramo anterior al sóleo. El conocimiento de estos
neurótico considerable (Fig. 1). Debido a su acortamiento
ramos es fundamental para las neurectomías selectivas,
reducido y una gran distensibilidad, permite una gran res-
pero hay que considerar numerosas variantes anatómicas
titución de energía.
(Fig. 4).
El tendón tiene una polea de fijación en situación
retromaleolar medial dentro de un surco óseo. La cur-
vatura retromaleolar está íntimamente relacionada con
la capa profunda del retináculo de los flexores o apo-
neurosis posterior y profunda de la pierna (Fig. 2), el  Acción del tibial posterior
ligamento deltoideo y el ligamento calcaneoescafoideo en la fisiología de la marcha
plantar. Una vaina con su bolsa conjuntiva de desliza-
miento se extiende desde unos 6 cm por encima de la El tibial posterior es un músculo inversor del pie y flexor
punta del maléolo hasta la inserción. plantar del tobillo en su acción concéntrica en descarga;
El tibial posterior participa en el triple bloqueo del pie junto con el peroneo largo asegura el sostén de la bóveda
y del tobillo al cruzar sobre el flexor largo de los dedos plantar.
en posición retromaleolar medial, para estabilizar el retro- En carga, presenta una primera fase en la que ejerce
ceso del maléolo medial con rotación interna de la tibia, una acción excéntrica desde el apoyo del antepié en el
y al cruzar sobre el peroneo largo por debajo de la planta suelo que se prolonga durante el avance de la tibia, par-
del pie para estabilizar la pronosupinación. ticipando en el amortiguamiento del arco medial de pie
En el extremo inferior se divide en tres fascículos en íntima asociación con el ligamento calcaneoescafoi-
(Fig. 3): deo plantar, al que refuerza en la región plantar. Tiene un
• uno anterior directo se inserta en el tubérculo de recorrido corto de 1-2 cm que le permite reaccionar con
escafoides, la cápsula inferior de la articulación rapidez y así evitar un estiramiento excesivo responsable
cuneoescafoidea y la cara inferior del primer cunei- del colapso del arco medial del pie. Su situación posterior
forme; a la altura del maléolo medial le permite suplir los fascícu-
• el medio se fija a los cuneiformes segundo y tercero, así los anteriores del ligamento colateral medial al empujar
como a las bases de los metatarsianos segundo, tercero, el maléolo hacia delante. El tibial posterior es el estabili-
cuarto y quinto; zador posterior de la tibia y el flexor largo del primer dedo
• el posterior, retrógrado, se fija al sustentáculo astraga- lo es del astrágalo.
lino. En una segunda fase, por su acción concéntrica supi-
Existen conexiones anastomóticas del fascículo medio nadora, sostiene el arco medial del pie y bloquea las
con el músculo flexor corto de los dedos y los peroneos articulaciones astragaloescafoidea y calcaneocuboidea,
largo y corto. rigidizando el pie astragalino para la propulsión. En este
sentido, la inversión induce una pérdida de paralelismo
de los ejes de las articulaciones transversas del tarso que
hacen posible este bloqueo. El tibial posterior es asistido
en esta acción por el movimiento de lateralización del
1 cuerpo al desplazarse con apoyo monopodal.
3 El cruce con el peroneo largo por debajo del mediopié
2 posibilita el control de los movimientos de prono-
A supinación en carga y, sobre todo, la estabilización
del pie mediante la puesta en tensión por la acción
excéntrica del apoyo intensificado por el avance de la
1 tibia.
El tibial posterior también permite apoyar la punta del
pie al levantar el talón con una inversión estabilizadora.
El equilibrio tibial posterior-peroneo largo con un apoyo
3 4 localizado solamente en el antepié ajusta enseguida la
2
B orientación del ángulo del paso y la acción del flexor largo
del primer dedo para la propulsión. El paso del otro pie
Figura 1. Situación del músculo tibial posterior en el compar- hace girar el antepié, que se vuelve a alinear con el primer
timento profundo posterior de la pierna. Obsérvese el tendón dedo.
medializado que comienza en la mitad del músculo y la penación La acción termina al finalizar el apoyo monopodal,
(A, B) (imágenes cedidas por el profesor Bonnel). según Piera y Grossiord [4] (Fig. 5).

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3
1
4

A B
Figura 2.
A. Anatomía del surco del tendón tibial posterior por detrás del maléolo medial.
B. Paso de los tendones retromaleolares mediales por debajo del retináculo de los flexores.
1. Tendón tibial anterior, 2. tendón tibial posterior, 3. tendón flexor largo común de los
dedos, 4. tendón flexor largo propio del primer dedo, 5. tendón calcáneo.
C. Vista anatómica del tibial posterior debajo del retináculo de los flexores.

 Fisiopatología La disfunción del tibial posterior aparece si el estira-


miento del tendón es mayor de 1 cm. El arco medial del
Aunque el tibial posterior no se inserta sólo en el tubér- pie se colapsa de forma progresiva y termina en un pie
culo del escafoides, la lesión de éste modifica las relaciones plano valgo.
astragaloescafoideas. El estiramiento del tendón tibial Entre las causas de disfunción del tibial posterior se
posterior, la mayoría de las veces degenerativo, conduce a destacan:
la subluxación dorsolateral del escafoides y a un pie plano • las lesiones óseas: pie plano valgo, valgo del retropié,
en abducción. En caso de retracción del tendón, se pro- surco maleolar poco profundo, ángulo supramaleolar
duce una subluxación medial del escafoides que modifica agudo, hueso escafoides accesorio;
la divergencia astragalocalcánea: la cabeza del astrágalo • las lesiones de los tejidos blandos: retináculo de los fle-
desplazada medialmente en el pie plano aumenta la diver- xores apretado, inserción atípica del tibial posterior;
gencia, mientras que desplazada lateralmente en el pie • las lesiones vasculares: diabetes, hipertensión, obesi-
cavo la disminuye. El eje astrágalo-primer metatarsiano dad, corticoterapia, hipovascularización retromaleolar;
permite apreciar las posibilidades de acción del tibial pos- • los traumatismos.
terior siempre que no exista una rigidez articular, sobre
todo artrósica.
La lesión degenerativa del tendón suele producirse por
una tracción excesiva que genera una peritendinopatía [5]
 Exploración del tendón
seguida de alargamiento, fisura y ruptura. En la persona tibial posterior
deportista, según Labardeyre [6] y Mosier [7] , la lesión ten-
dinosa precede a la inflamación de la vaina y adopta En la exploración física se evalúan sobre todo las con-
la forma de una tendinosis degenerativa caracterizada secuencias funcionales dolorosas y morfológicas de las
por degeneración mucoide, hipercelularidad fibroblástica, lesiones del tendón tibial posterior. Mediante el estudio
metaplasia condroide y neovascularización con modifica- por imagen y el electromiograma se analizan el aspecto y
ciones de la orientación de las fibras de colágeno. la función del tendón.

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Examen clínico traumatismo, sobre todo un esguince medial del tobillo,


un síndrome compartimental o una fractura del maléolo
Mediante la anamnesis se indaga sobre los antece- medial, una lesión neurológica, un reumatismo inflama-
dentes que pueden causar una disfunción del tendón: torio.
El dolor se localiza en el trayecto del tendón en situa-
ción retromaleolar medial, inframaleolar o en la inserción
escafoidea. La deformación del pie puede generar dolores
laterales debido al valgo del retropié o a la abducción. Se
define la frecuencia, el patrón (mecánico o inflamatorio)
y la intensidad del dolor.
A menudo se acompaña de edema en la región infra
1 y retromaleolar (Fig. 6). Se puede asociar a un síndrome
del túnel tarsiano por irritación del pedículo vasculoner-
vioso tibial posterior muy cercano y la deformación en
2 valgo.

3
Exploración estática
La exploración en carga es fundamental para detectar
una deformación asociada: pie plano valgo en caso de
déficit o de disfunción, pie cavo varo en caso de retrac-
ción o hipertonía. En el pie plano se observa un colapso
4 del pie y el signo de «demasiados dedos» [8] cuando los
dedos se visualizan demasiado desde atrás como resul-
tado de la distensión tendinosa en los planos sagital y
transversal.
La palpación del tendón puede revelar puntos dolorosos
específicos.
Hay que medir la movilidad de las articulaciones trans-
versas del tarso y de la subastragalina. La rigidez articular
de la astragaloescafoidea puede denotar una artrosis, pero
en ocasiones se trata de una retracción tendinosa o de una
adherencia del tendón en la vaina, sobre todo postraumá-
Figura 3. Complejidad de las inserciones distales del tibial tica.
posterior. 1. Aponeurosis plantar, 2. inserción en el sustentáculo La inversión contra resistencia se efectúa a partir de una
astragalino, 3. inserción en las bases metatarsianas centrales, posición de abducción y flexión plantar. Puede ser dolo-
4. tendón directo medial. rosa en caso de tendinitis, débil en caso de elongación o

1 Figura 4. Inervación del músculo tibial pos-


terior por un ramo del nervio tibial posterior
(3) situado justo por debajo del arco del sóleo
(2) del lado interno (flecha). 1. Nervio ciático,
4. músculo tibial posterior.

A B

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Fases del paso


Doble apoyo Apoyo monopodal Doble apoyo Fase de balanceo
0% 15 % 50 % 65 % 100 %

Tibial anterior

Extensor común de los dedos

Extensor largo del primer dedo del pie

Tibial posterior

Sóleo

Gastrocnemios

Flexor largo de los dedos

Flexor largo del primer dedo

Peroneo largo

Peroneo corto

Figura 5. Acción de los músculos del pie y del tobillo durante la marcha [4] .

Figura 6. Edema inframaleolar medial orientador de una ten-


dinopatía o de la ruptura del tendón tibial posterior.
Figura 7. Prueba en punta de pie monopodal que demuestra
imposible en caso de ruptura. La valoración neuromuscu- la disfunción del tibial posterior cuando el pie permanece en
lar completa del miembro inferior se realiza en busca de eversión o si la posición en punta de pie es imposible.
una etiología neurológica.
Estudio por imagen del tibial posterior
Exploración dinámica Radiografía
La posición en punta de pie con apoyo monopodal [9] Sólo revela las consecuencias de la lesión del tendón,
es difícil o imposible según el grado de lesión del ten- es decir, por lo general el pie plano valgo. Se realizan
dón. La corrección imposible o insuficiente del valgo del tres radiografías con apoyo: dorsoplantar anteroposterior,
retropié traduce la disfunción del tendón o del ligamento lateral e incidencia de Méary. El eje astrágalo-primer meta-
calcaneoescafoideo plantar (Fig. 7) [10] . Si es posible, la tarsiano debe estar normalmente alineado tanto en la
repetición de la prueba ocho veces permite detectar una proyección anteroposterior como en la lateral. La sublu-
tendinitis por sobrecarga, siempre que la prueba sea posi- xación astragaloescafoidea permite apreciar la función del
tiva en las repeticiones. La posición en puntas de pies con tibial posterior. Se visualiza un escafoides accesorio o una
apoyo bipodal no pone a prueba el tibial posterior sino fractura de la inserción. En caso de luxación del tendón
la articulación subastragalina, ya que, en relación con el puede verse una escama ósea sobre el maléolo medial.
centro de gravedad, en apoyo bipodal el tendón está late- La tenografía es interesante, pero se usa poco por ser
ralizado y en apoyo monopodal está medializado. una técnica invasiva [11] .
El análisis de la marcha puede revelar una cojera. El
amortiguamiento con el apoyo plantar induce un colapso
Ecografía [12, 13]
del arco medial del pie que se prolonga por la contrac-
ción insuficiente del tibial posterior, no compensada por Es el método más simple para observar las lesiones del
la oscilación sobre el pie de apoyo. tendón y de los ligamentos calcaneoescafoideo plantar
El análisis baropodométrico dinámico demuestra una y colateral medial de la articulación astragalocrural. La
curva medializada en la curva lateromedial. La mayoría exploración del tibial posterior se completa con el estudio
de las veces, la pérdida de la curva lateral en la mitad del del fascículo superomedial del ligamento calcaneoescafoi-
paso es indicio del defecto de inversión del pie. deo plantar. Éste puede romperse parcial o totalmente.

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*
*
*

A B
Figura 8. Ecografía del tendón tibial posterior en corte axial retromaleolar (asteriscos).
A. Tendón normal.
B. Tendón con aumento del diámetro, fisurado en los últimos 2 cm (cabezas de flecha) y con una vaina engrosada (flechas) (imagen cedida
por el doctor Bouin).

A B
Figura 9. Trayecto del tendón tibial posterior, difícil de seguir en un corte sagital de resonancia magnética (A, B). A la derecha, el tendón
se inserta en un hueso escafoides accesorio.

En el extremo distal del tendón tibial posterior se bus- • tipo I: finas líneas longitudinales;
can signos de entesopatía y de lesión de la sincondrosis • tipo II: fisuras más anchas con tendón degenerativo;
del escafoides accesorio. • tipo III: tendón muy degenerativo con edema difuso.
Se asocia la exploración del plano ligamentoso lateral En la práctica es difícil definir la calidad del tendón con
del tobillo para no pasar por alto una inestabilidad liga- la RM, en comparación con el aspecto macroscópico en la
mentosa lateral, a veces inadvertida debido al valgo del cirugía.
retropié.
El análisis estático revela un tendón degenerativo e Tomografía computarizada
hipoecogénico, mientras que el derrame se manifiesta por
el signo de la diana y la ruptura por el vacío del surco tibial. La tomografía computarizada (TC) es útil para buscar
Puede verse una fisura asociada a una tenosinovitis, que las lesiones asociadas, por ejemplo, artrosis o sinosto-
a su vez se visualiza como un engrosamiento de la vaina sis. El tendón se visualiza en los cortes finos y en las
(Fig. 8). luxaciones se puede apreciar la profundidad del surco
El análisis dinámico permite buscar una luxación del maleolar.
tendón o adherencias del tendón en su vaina.
Otras exploraciones
En la valoración analítica se investiga un síndrome
Resonancia magnética [14] inflamatorio de las afecciones reumáticas. Según Michel-
La resonancia magnética (RM) permite visualizar el son [16] , en el 13-64% de los casos de artritis reumatoide se
tendón en cortes horizontales para la parte maleolar observa una disfunción del tibial posterior.
y coronales para la parte inframaleolar. En los cortes La evaluación electromiográfica permite detectar las
sagitales es difícil observar un segmento de longitud sig- etiologías neurológicas de la lesión del músculo tibial
nificativa (Fig. 9). posterior, ya sea periférica por lesión del nervio peroneo
Conti [15] elaboró una clasificación de las lesiones: profundo o central por lesión radicular L5 o poliomielitis.

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orientación del pie durante la flexión dorsal activa del


tobillo permite evaluar este posible desequilibrio.

Kinesiterapia
El tratamiento de la fase inflamatoria es el usual y
consiste en drenaje del edema, crioterapia, masajes des-
contracturantes y fisioterapia.
Antes de tratar la disfunción del tibial posterior, la reha-
bilitación se centra en el estiramiento de las retracciones
de los músculos laterales, peroneos corto y largo y pos-
teriores, sobre todo del tríceps sural, que agrava el valgo
del retropié. Una valoración global articular y muscular
permite conocer la función del pie en su conjunto. La
recuperación de estas retracciones mejora la eficacia de las
ortesis plantares y, por tanto, se considera en una primera
etapa.
El trabajo del músculo tibial posterior se realiza pri-
Figura 10. Fisura del tibial posterior. Aspecto inflamatorio de mero en cadena abierta (en descarga) estática concéntrica
la parte profunda del ligamento calcaneoescafoideo plantar. y después excéntrica. En una segunda etapa, se efectúa
en modo dinámico concéntrico, luego excéntrico y, por
Se puede completar con un análisis cuantitativo de la último, contra resistencia. Debido a una acción más bien
marcha (ACM) con el fin de integrar todos los niveles estabilizadora del tibial posterior, el trabajo se efectúa
deficitarios de los miembros inferiores. principalmente en recorrido medio o en posición neutra.
El trabajo en cadena cerrada (en carga) combina el trabajo
propioceptivo y la reprogramación neuromuscular.
El fortalecimiento del tibial posterior es posible en fun-
 Patología y tratamiento ción de la lesión del tendón. Se prescribe un trabajo
concéntrico de inversión en descarga, después contra
Tratamientos médicos [17, 18] resistencia y, por último, en carga según la capacidad de
recuperación del tendón (evaluada por el dolor).
Ortesis plantares en las lesiones del tibial En caso de falta de recuperación del tibial posterior
posterior (elongación o ruptura), la compensación puede obtenerse
Las ortesis plantares no pueden sustituir la función de mediante el fortalecimiento de los tendones flexores de
inversión activa en punta de pie monopodal. En cambio, los dedos. El trabajo de recuperación del apoyo de los
permiten mantener el eje del pie durante el apoyo mono- dedos en el suelo se puede hacer en bipedestación con
podal para mejorar la función de los otros inversores, que movimientos de avance de la tibia para tensar los múscu-
son el flexor largo del primer dedo y el flexor común de los extrínsecos o en posición sentada con flexión plantar
los dedos. de los dedos con ayuda de una pelota de tenis debajo del
En las disfunciones del tibial posterior con o sin pie pie.
plano valgo, la cuña supinadora posterior prolongada En caso de valgo del retropié, el trabajo en carga se
según el grado de colapso por una bóveda interna per- efectúa con el pie alineado, si no, los tendones flexores
mite sostener la articulación astragaloescafoidea durante demasiado estirados no se fortalecen. En ocasiones hay
la fase de amortiguamiento (Fig. 10). La ortesis termocon- que poner una cuña varizante debajo del talón o incluso
formada en flexión dorsal máxima del primer dedo (efecto la ortesis plantar.
cabrestante) produce buenos resultados, sobre todo en las En las retracciones tendinosas, los ejercicios de estira-
formas irreducibles. miento del músculo tibial posterior en eversión pasiva
En función de la abducción del antepié, una cuña pro- se pueden asociar a los ejercicios de avance de la tibia
nadora anterior o con retención de cuboides permite sobre el pie en carga para facilitar el trabajo excéntrico
realinear el antepié. del tibial posterior. No hay que olvidar los estiramientos
Para mantener el deslizamiento del pie inclinado sobre del tríceps sural, que a menudo está retraído. El fortaleci-
la cuña supinadora se recomienda un calzado que estabi- miento activo de los músculos eversores se realiza con el
lice bien el retropié. fin de equilibrar los estabilizadores del pie para la propio-
Puede asociarse un vendaje de sujeción en inversión cepción.
cuando el tendón tibial posterior es muy doloroso. La sesión finaliza con el trabajo de desarrollo del paso
En el postoperatorio, la ortesis plantar se recomienda en el transcurso de la marcha.
para sostener el arco medial durante al menos 1 año.
Puede que se haga necesario adaptar la ortesis debido a
las modificaciones progresivas del pie. Se recuerda que al Tendinopatías crónicas
mismo tiempo el otro pie modifica su desenvolvimiento.
En la retracción del tibial posterior, para confeccionar
Inflamación
la ortesis hay que tener en cuenta la pérdida de amor- La inflamación del tendón y de su vaina representa el
tiguamiento y la frecuente asociación de una posición 16% de las tenosinovitis del tobillo. Según la edad, se
en equino: se recomienda la bóveda de sostén con una distinguen las formas traumáticas (esguince medial del
talonera. Aunque no siempre se tolera bien, una cuña pro- tobillo) o inflamatorias (espondiloartritis, artritis reuma-
nadora anterior puede ayudar a compensar la sensación toide) antes de los 30 años y las formas degenerativas
de inestabilidad. microtraumáticas después de los 55 años en un contexto
En la transferencia tendinosa de tipo Watkins, des- de diabetes, obesidad o hipertensión.
pués de usar un elevador dentro del calzado hasta más La exploración física y el estudio por imagen permi-
o menos el cuarto mes, se asocia una ortesis plantar con ten precisar las lesiones. Se usan varias clasificaciones con
una cuña retrocapital media (para reforzar la acción esta- objetivo terapéutico.
bilizadora de los dedos) a una bóveda de sostén interna La clasificación de Funk [19] distingue cuatro grupos en
o a una banda pronadora, según el equilibrio muscu- función del estado del tendón y de la localización de la
lar obtenido con la transferencia y el déficit inicial. La lesión:

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Figura 11. Osteotomía de alargamiento del calcáneo que


reduce el escafoides sobre la cabeza del astrágalo; esto bloquea
el mediopié y alivia el trabajo del tendón tibial posterior.
Figura 12. Arrancamiento óseo de la inserción del tibial pos-
terior con un desplazamiento considerable.
• grupo I: avulsión a la altura de la inserción del tibial
posterior de origen traumático;
• grupo II: ruptura del tibial posterior en la región retro- Desde el punto de vista quirúrgico, en las formas resis-
maleolar; tentes al tratamiento médico o en caso de ruptura del
• grupo III: fisura longitudinal con alargamiento tendi- tendón, la indicación depende de la lesión del tendón y
noso; de la deformación del pie.
• grupo IV: tenosinovitis inflamatoria y estado de La tenosinovectomía y la reparación de las fisuras no
prerruptura. pueden efectuarse de forma aislada en ausencia de una
La clasificación de De Labareyre [6] usa los mismos pará- deformación en pie plano valgo. Necesita una inmovili-
metros en el deportista: zación de 6 semanas si se realiza a cielo abierto.
• tendinopatía por tracción; La tendinoscopia del tibial posterior [22, 23] , realizada por
• patología por reflexión de la vaina: peritendinopatía, equipos experimentados, permite observar el tendón y
ruptura parcial, fisura longitudinal (Fig. 11); resecar la sinovial con una limitación de la morbilidad
• deformación del pie por alargamiento del tendón: rup- y de los dolores, sobre todo en la artritis reumatoide. La
tura sin discontinuidad y alargamiento, ruptura con reanudación del apoyo se autoriza a los 2-3 días. Es posi-
discontinuidad, arrancamiento del tubérculo del esca- ble regularizar las salientes óseas postraumáticas del surco
foides. maleolar y liberar las adherencias en la vaina.
La clasificación de Johnson y Ström, retomada por La ruptura del tibial posterior siempre se asocia a un pie
Myerson [20] , describe cuatro grados en función del estado plano valgo.
del tendón y de la gravedad del pie plano valgo: La reparación aislada del tendón sólo se prescribe en
• grado I: lesión del tendón y de la vaina sin deformación las rupturas frescas sin pie plano valgo, es decir, diagnos-
del pie; ticadas y tratadas quirúrgicamente antes de la retracción
• grado II: ruptura del tendón tibial posterior asociada a del tendón. Puede optarse por la osteosíntesis con tornillo
un pie plano valgo reducible; en caso de arrancamiento del tubérculo o por la fijación
• grado III: pie plano fijo y a menudo asociado a una rup- transósea del tendón, seguida de una inmovilización con
tura del tibial posterior; yeso durante 6 semanas en ligera inversión.
• grado IV de Myerson: pie plano con laxitud medial de El desarrollo de un valgo hace necesaria una osteotomía
la tibiotarsiana, con o sin artrosis. de alineación del pie. Las osteotomías de la tuberosidad
Raikin [21] hizo una nueva clasificación RTM que consi- mayor (de traslación medial, de varización, de Malerba
dera por separado las tres zonas de laxitud en el pie plano: o en scarf [junta biselada] del calcáneo, etc.) corrigen el
el retropié (R), el tobillo (T) y el mediopié (M). La lesión valgo del retropié y necesitan forzosamente una técnica
del tendón tibial posterior se sitúa en la zona del retropié. de reparación del tendón tibial posterior. La ruptura del
El tratamiento inicial consiste en la administración de tendón puede repararse simplemente volviendo a tensar
antiinflamatorios, reposo más o menos estricto con cal- el tendón por vía transósea (técnica de Kinder) o susti-
zado de buena estabilidad y una ortesis plantar, una ortesis tuyendo el tendón frecuentemente retraído a distancia
estabilizadora o una bota de marcha. Las infiltraciones de o modificado por una fibrosis cicatrizal con pérdida de
corticoides están contraindicadas porque fragilizan el ten- elasticidad. Se usa un tendón de sustitución [24, 25] , por
dón y pueden conducir a la ruptura. La inmovilización ejemplo, flexor común del primer dedo, flexor largo del
con una resina que moldea el arco del pie en ligera inver- primer dedo, hemitibial anterior (técnica de Cobb) o
sión, sin apoyo durante 4-6 semanas, es la única solución incluso peroneo corto. La fuerza del tendón transferido
para los dolores agudos. El vendaje de sujeción del pie en siempre es inferior a la del tibial posterior, razón por la
inversión puede proporcionar un equilibrio suficiente, sin cual se prescribe una ortesis plantar de compensación.
excluir la posibilidad de usar calzado para poder mantener La osteotomía de alargamiento del calcáneo descrita
la actividad laboral. por Evans (Fig. 12) reduce el escafoides frente a la cabeza
La kinesiterapia asocia ionización con corriente galvá- del astrágalo y no es obligatorio reparar el tendón tibial
nica, crioterapia y fortalecimiento muscular. posterior [26] .

8 EMC - Podología
Lesiones del tendón tibial posterior  E – 27-089-A-10

A B
Figura 13. Ortesis plantar (A) que corrige el pie plano pero no permite reactivar el tendón tibial posterior. El vendaje de sujeción (B) en
inversión suple la función excéntrica del tendón pero no la contracción muscular.

Lesiones traumáticas periférica por lesión del nervio peroneo profundo o cen-
tral por lesión radicular L5 o poliomielitis. El origen puede
Rupturas o desinserciones por traumatismo
ser isquémico (síndrome compartimental) o traumático.
Las rupturas o desinserciones debidas a un traumatismo En el aspecto clínico, el pie equino valgo revela un pie
del tibial posterior son infrecuentes y pueden asociarse a caído con marcha equina y un valgo del retropié más o
una fractura del maléolo medial [27] . La reparación debe menos reducible. En ocasiones se observa una dureza, con
efectuarse de urgencia, si no, la retracción podría necesitar más frecuencia debajo de la cabeza del astrágalo (debido
una transferencia tendinosa. a la abducción del mediopié) que de la cabeza del pri-
Incarceración del tibial en una fractura del maléolo mer metatarsiano. El pie equino es más o menos reducible
medial si la rodilla está flexionada, en función de que la retrac-
Algunas fracturas del maléolo medial o luxaciones ción se encuentre a la altura de los gastrocnemios o más
tibiotarsianas son irreducibles debido a la interposición distalmente. La reducción del valgo permite detectar una
del tendón [28] . La exploración quirúrgica del tendón se hipermovilidad compensadora del mediopié o de la arti-
ordena en caso de que la reducción no sea posible. culación subastragalina, mientras que la movilidad del
tobillo está contenida por el tríceps. Como en cualquier
Luxación del tendón tibial posterior lesión neurológica, es indispensable efectuar una evalua-
Las luxaciones anteriores pueden ser subcutáneas o sub- ción articular y de todos los grupos musculares de los
periósticas [29] . El mecanismo puede ser un varo o una miembros inferiores. También se recomienda, si es posible
flexión dorsal con rotación externa del pie. El diagnós- su práctica, un análisis cuantitativo de la marcha.
tico clínico surge a partir de la sensación de una cuerda En cuanto al tratamiento, en un primer tiempo se
móvil palpable sobre el maléolo medial. La valoración del efectúa un alargamiento del tendón calcáneo o una apo-
tibial posterior es dolorosa, mientras que la imposibilidad neurotomía de los músculos gastrocnemios.
de ponerse de puntillas denota la disfunción del tibial pos- En el niño se recomienda la intervención de Grice o una
terior. La luxación se produce en flexión dorsal, eversión artrorrisis del seno del tarso en los menores de 12 años.
y rotación externa. En el adulto, en caso de valgo reducible con articula-
En la radiografía puede observarse la escama osteo- ción subastragalina estable, Myerson [35] recomienda una
condral supramaleolar interna, patognomónica de la osteotomía de traslación medial del calcáneo. Si el valgo es
luxación. En ocasiones se asocia una fractura del maléolo reducible y la subastragalina es inestable, se recomienda
medial [30] . una artrodesis subastragalina. En cambio, si el valgo es
La ecografía y la RM pueden ayudar a distinguir entre irreducible con una abducción también irreducible del
avulsión, ruptura y luxación. mediopié, se recomienda una artrodesis subastragalina
El tratamiento es quirúrgico, con sutura de la vaina tras y mediotarsiana con corrección de la deformación del
reintroducir el tendón en ésta o plastia en el periostio si no pie. Es obligatorio asociar una transferencia tendinosa, la
es posible suturar la vaina. En caso de luxación subperiós- mayoría de las veces con el peroneo largo, en ocasiones
tica, es necesario reinsertar el labio anterior de la vaina asociado al peroneo corto o a un extensor de los dedos. En
con puntos transóseos e inmovilizar con yeso durante caso de usar el extensor largo del primer dedo, se ordena
6 semanas. Una cavadura del surco maleolar de 8 mm no una artrodesis de la primera cuneometatarsiana si ésta es
necesita inmovilización y los resultados se obtienen más inestable. La inmovilización con yeso es necesaria durante
rápido [31] . 6 semanas y la reanudación del apoyo se autoriza a las
2 semanas para evitar adherencias sobre las transferencias
tendinosas.
Lesiones neurológicas del tibial
posterior
Contractura del tibial posterior
Déficit del tibial posterior [32–35] La retracción del tibial posterior puede ser estática
La parálisis del nervio tibial posterior, infrecuente, suele (nudo fibroso anteromedial del pie equino varo, adheren-
asociarse a la del tibial anterior y conduce al pie equino cias postraumáticas del tendón, retracción neurológica) o
valgo (Fig. 13). La etiología más frecuente es neurológica dinámica por hipertonía o espasticidad del tibial posterior.

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Cuadro 1. La inmovilización durante 6 semanas no debe limitar la


Comparación de la fuerza y la excursión de los tendones del contracción isométrica precoz, indispensable para la cali-
pie [42] . dad del resultado. Al retirar el yeso hay que pensar en
Tendones Fuerza Excursión (cm) volver a coordinar la transferencia manteniendo el pie en
ángulo recto con una ortesis a medida.
Tibial posterior 6,4 1,6
Tibial anterior 5,6 2,9
Flexor largo del primer dedo 3,6 1,7  Tumores del músculo tibial
Flexor común de los dedos 1,8 1,2
posterior
Peroneo largo 5,5 1,6
Peroneo corto 2,6 1,4 Los tumores del tendón o del músculo son muy infre-
Tendón de Aquiles 49,1 4 cuentes, pero no por ello deben olvidarse. Pueden ser
benignos (lipoma tenosinovial, hemangioma [39] ) o malig-
En el análisis del pie se compara el pie sin y con apoyo. nos (tumor de células gigantes, sinoviosarcoma [40, 41] ). La
La contractura del músculo tibial posterior conduce al pie RM es el método de elección para establecer el diagnóstico,
cavo equino varo, ya que el escafoides subluxado medial- pero la certeza sólo se logra con el estudio anatomopato-
mente bloquea la movilidad del mediopié. lógico. Cualquier sospecha de lesión maligna necesita un
En caso de hipertonía del músculo tibial posterior, el pie manejo multidisciplinario especializado, incluso para la
está en varo dinámico en la fase de balanceo y se convierte biopsia.
en pie plano valgo durante el apoyo, sobre todo en caso Algunos tumores malignos adyacentes pueden condu-
de gastrocnemios cortos o hipertónicos. cir a un efecto de tenodesis por adherencia local.
El análisis de la marcha es indispensable y se asocia
a una evaluación neurológica completa con electromio-
grama.  Conclusión
El tratamiento médico consiste en fisioterapia con esti-
ramiento, mantenimiento de la postura con férula o yeso El tendón tibial posterior estabiliza el arco medial del
en serie y, en algunos casos, la inyección de toxina botu- pie al fijar la posición del hueso escafoides frente a la
línica que puede efectuarse con control ecográfico. cabeza del astrágalo. Su distensión pasiva en carga des-
Si el varo es reducible, la cirugía se reparte entre la bloquea el pie, que se adapta al suelo, mientras que su
neurectomía selectiva subtotal del nervio tibial posterior contracción activa desplaza medialmente al hueso esca-
(varo dinámico reducible) y el alargamiento quirúrgico en foides y bloquea el mediopié para facilitar la propulsión.
el propio tendón, o bien en la unión musculotendinosa La complejidad de su inserción distal en casi todos los hue-
en caso de varo parcialmente reducible [32, 36] . El bloqueo sos del mediopié y sus anastomosis con el flexor corto y el
anestésico selectivo o la inyección de toxina botulínica en peroneo largo revelan una función de sostén del mediopié
el tibial posterior pueden contribuir a la decisión terapéu- y del escafoides, hueso del vértice del arco medial.
tica, sobre todo para evaluar la acción de los antagonistas. Aunque no debe olvidarse su tratamiento en los pies
A veces se asocia un alargamiento del tendón calcáneo y cavos varos, la reparación aislada no es suficiente en caso
una capsulotomía posterior del tobillo. de estiramiento en los pies planos valgos.
Si el varo es irreducible, puede ordenarse la artrodesis
subastragalina y mediotarsiana.
La inmovilización durante 1-2 meses depende de la téc-
nica aplicada. “ Puntos principales
• El tibial posterior debe considerarse en sus tres
 Tibial posterior como funciones: amortiguamiento, sostén y bloqueo del
transferencia tendinosa mediopié durante la marcha.
• La valoración clínica más significativa del blo-
La fuerza muscular del tibial posterior es superior a la queo es la posición en punta de pie monopodal.
de los otros tendones del pie (el doble que la del peroneo • La disfunción del tibial posterior conduce al pie
corto) (Cuadro 1), lo cual, teniendo en cuenta la pérdida plano valgo.
de fuerza ocasionada por la transferencia, lo convierte • La reparación aislada del tendón tibial posterior
en un tendón potente para las transferencias tendinosas.
es ineficaz en caso de pie plano valgo asociado.
Es fundamental escoger una transferencia tendinosa cuya
• Hay que pensar en una etiología neurológica
función en el transcurso de la marcha se asemeje a la del
tendón sustituido. ante un pie plano valgo asociado a una posición
En la práctica, el tendón tibial posterior se usa sobre en equino del tobillo.
todo para reemplazar a los extensores del tobillo y en
algunas afecciones neurológicas como, por ejemplo, la
parálisis de los peroneos. En la intervención de Wat-
kins [37] , el tendón es desinsertado del escafoides, se pasa a
través de la membrana interósea a 5 cm por encima de la
interlínea tibiotarsiana y luego se fija al tercer cuneiforme,
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E. Toullec (toullec.eric2@wanadoo.fr).
151, rue du Tondu, 33082 Bordeaux, France.

Cualquier referencia a este artículo debe incluir la mención del artículo: Toullec E. Lesiones del tendón tibial posterior. EMC - Podología
2014;16(3):1-12 [Artículo E – 27-089-A-10].

Disponibles en www.em-consulte.com/es
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