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Lesiones Del Tendón Tibial Posterior
Lesiones Del Tendón Tibial Posterior
El músculo tibial posterior es el estabilizador medial principal del tobillo y del pie. Su
acción durante la marcha, primero excéntrica y luego concéntrica, necesita característi-
cas tendinosas específicas. Si bien su disfunción conduce al pie plano valgo, su retracción
provoca un pie cavo equino varo con subluxación medial del hueso escafoides sobre la
cabeza del astrágalo y, en consecuencia, un bloqueo del mediopié. Mediante la explo-
ración física se intentan conocer las consecuencias morfológicas de la lesión del tendón,
mientras que el estudio por imagen precisa el estado morfológico del tendón con la
ecografía y la resonancia magnética. La evolución artrósica de la articulación astraga-
loescafoidea o de la subastragalina puede limitar la lesión tendinosa al producir la rigidez
de estas articulaciones. La conducta terapéutica no puede circunscribirse a tratar el ten-
dón patológico, sino que debe abarcar la deformación más o menos compleja del pie. Las
tendinopatías, a menudo producto de una sobrecarga por colapso degenerativo del arco
medial del pie, pueden tener un origen inflamatorio o traumático. La ruptura del tendón
conduce al pie plano valgo: el tendón pierde sus cualidades elásticas de amortiguamiento
y de sostén, en cuyo caso se propone una transferencia tendinosa asociada a técnicas
de realineamiento óseo del pie. La incarceración del tendón en una fractura del maléolo
medial o en una luxación tibiotarsiana es infrecuente, lo mismo que la luxación del tibial
posterior en el surco maleolar medial. El traumatólogo debe conocer estas situaciones. La
retracción del complejo musculotendinoso en el pie equino varo o en el pie cavo necesita
un alargamiento distal o en la unión musculotendinosa. En la poliomielitis, la parálisis
del tibial posterior, en general asociada a la del músculo tibial anterior, conduce al pie
equino valgo. El tibial posterior se usa como transferencia tendinosa en las parálisis de
la raíz L5 o del nervio peroneo común.
© 2014 Elsevier Masson SAS. Todos los derechos reservados.
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Volume 16 > n◦ 3 > agosto 2014
http://dx.doi.org/10.1016/S1762-827X(14)68510-2
E – 27-089-A-10 Lesiones del tendón tibial posterior
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A B
Figura 2.
A. Anatomía del surco del tendón tibial posterior por detrás del maléolo medial.
B. Paso de los tendones retromaleolares mediales por debajo del retináculo de los flexores.
1. Tendón tibial anterior, 2. tendón tibial posterior, 3. tendón flexor largo común de los
dedos, 4. tendón flexor largo propio del primer dedo, 5. tendón calcáneo.
C. Vista anatómica del tibial posterior debajo del retináculo de los flexores.
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Exploración estática
La exploración en carga es fundamental para detectar
una deformación asociada: pie plano valgo en caso de
déficit o de disfunción, pie cavo varo en caso de retrac-
ción o hipertonía. En el pie plano se observa un colapso
4 del pie y el signo de «demasiados dedos» [8] cuando los
dedos se visualizan demasiado desde atrás como resul-
tado de la distensión tendinosa en los planos sagital y
transversal.
La palpación del tendón puede revelar puntos dolorosos
específicos.
Hay que medir la movilidad de las articulaciones trans-
versas del tarso y de la subastragalina. La rigidez articular
de la astragaloescafoidea puede denotar una artrosis, pero
en ocasiones se trata de una retracción tendinosa o de una
adherencia del tendón en la vaina, sobre todo postraumá-
Figura 3. Complejidad de las inserciones distales del tibial tica.
posterior. 1. Aponeurosis plantar, 2. inserción en el sustentáculo La inversión contra resistencia se efectúa a partir de una
astragalino, 3. inserción en las bases metatarsianas centrales, posición de abducción y flexión plantar. Puede ser dolo-
4. tendón directo medial. rosa en caso de tendinitis, débil en caso de elongación o
A B
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Tibial anterior
Tibial posterior
Sóleo
Gastrocnemios
Peroneo largo
Peroneo corto
Figura 5. Acción de los músculos del pie y del tobillo durante la marcha [4] .
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A B
Figura 8. Ecografía del tendón tibial posterior en corte axial retromaleolar (asteriscos).
A. Tendón normal.
B. Tendón con aumento del diámetro, fisurado en los últimos 2 cm (cabezas de flecha) y con una vaina engrosada (flechas) (imagen cedida
por el doctor Bouin).
A B
Figura 9. Trayecto del tendón tibial posterior, difícil de seguir en un corte sagital de resonancia magnética (A, B). A la derecha, el tendón
se inserta en un hueso escafoides accesorio.
En el extremo distal del tendón tibial posterior se bus- • tipo I: finas líneas longitudinales;
can signos de entesopatía y de lesión de la sincondrosis • tipo II: fisuras más anchas con tendón degenerativo;
del escafoides accesorio. • tipo III: tendón muy degenerativo con edema difuso.
Se asocia la exploración del plano ligamentoso lateral En la práctica es difícil definir la calidad del tendón con
del tobillo para no pasar por alto una inestabilidad liga- la RM, en comparación con el aspecto macroscópico en la
mentosa lateral, a veces inadvertida debido al valgo del cirugía.
retropié.
El análisis estático revela un tendón degenerativo e Tomografía computarizada
hipoecogénico, mientras que el derrame se manifiesta por
el signo de la diana y la ruptura por el vacío del surco tibial. La tomografía computarizada (TC) es útil para buscar
Puede verse una fisura asociada a una tenosinovitis, que las lesiones asociadas, por ejemplo, artrosis o sinosto-
a su vez se visualiza como un engrosamiento de la vaina sis. El tendón se visualiza en los cortes finos y en las
(Fig. 8). luxaciones se puede apreciar la profundidad del surco
El análisis dinámico permite buscar una luxación del maleolar.
tendón o adherencias del tendón en su vaina.
Otras exploraciones
En la valoración analítica se investiga un síndrome
Resonancia magnética [14] inflamatorio de las afecciones reumáticas. Según Michel-
La resonancia magnética (RM) permite visualizar el son [16] , en el 13-64% de los casos de artritis reumatoide se
tendón en cortes horizontales para la parte maleolar observa una disfunción del tibial posterior.
y coronales para la parte inframaleolar. En los cortes La evaluación electromiográfica permite detectar las
sagitales es difícil observar un segmento de longitud sig- etiologías neurológicas de la lesión del músculo tibial
nificativa (Fig. 9). posterior, ya sea periférica por lesión del nervio peroneo
Conti [15] elaboró una clasificación de las lesiones: profundo o central por lesión radicular L5 o poliomielitis.
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Kinesiterapia
El tratamiento de la fase inflamatoria es el usual y
consiste en drenaje del edema, crioterapia, masajes des-
contracturantes y fisioterapia.
Antes de tratar la disfunción del tibial posterior, la reha-
bilitación se centra en el estiramiento de las retracciones
de los músculos laterales, peroneos corto y largo y pos-
teriores, sobre todo del tríceps sural, que agrava el valgo
del retropié. Una valoración global articular y muscular
permite conocer la función del pie en su conjunto. La
recuperación de estas retracciones mejora la eficacia de las
ortesis plantares y, por tanto, se considera en una primera
etapa.
El trabajo del músculo tibial posterior se realiza pri-
Figura 10. Fisura del tibial posterior. Aspecto inflamatorio de mero en cadena abierta (en descarga) estática concéntrica
la parte profunda del ligamento calcaneoescafoideo plantar. y después excéntrica. En una segunda etapa, se efectúa
en modo dinámico concéntrico, luego excéntrico y, por
Se puede completar con un análisis cuantitativo de la último, contra resistencia. Debido a una acción más bien
marcha (ACM) con el fin de integrar todos los niveles estabilizadora del tibial posterior, el trabajo se efectúa
deficitarios de los miembros inferiores. principalmente en recorrido medio o en posición neutra.
El trabajo en cadena cerrada (en carga) combina el trabajo
propioceptivo y la reprogramación neuromuscular.
El fortalecimiento del tibial posterior es posible en fun-
Patología y tratamiento ción de la lesión del tendón. Se prescribe un trabajo
concéntrico de inversión en descarga, después contra
Tratamientos médicos [17, 18] resistencia y, por último, en carga según la capacidad de
recuperación del tendón (evaluada por el dolor).
Ortesis plantares en las lesiones del tibial En caso de falta de recuperación del tibial posterior
posterior (elongación o ruptura), la compensación puede obtenerse
Las ortesis plantares no pueden sustituir la función de mediante el fortalecimiento de los tendones flexores de
inversión activa en punta de pie monopodal. En cambio, los dedos. El trabajo de recuperación del apoyo de los
permiten mantener el eje del pie durante el apoyo mono- dedos en el suelo se puede hacer en bipedestación con
podal para mejorar la función de los otros inversores, que movimientos de avance de la tibia para tensar los múscu-
son el flexor largo del primer dedo y el flexor común de los extrínsecos o en posición sentada con flexión plantar
los dedos. de los dedos con ayuda de una pelota de tenis debajo del
En las disfunciones del tibial posterior con o sin pie pie.
plano valgo, la cuña supinadora posterior prolongada En caso de valgo del retropié, el trabajo en carga se
según el grado de colapso por una bóveda interna per- efectúa con el pie alineado, si no, los tendones flexores
mite sostener la articulación astragaloescafoidea durante demasiado estirados no se fortalecen. En ocasiones hay
la fase de amortiguamiento (Fig. 10). La ortesis termocon- que poner una cuña varizante debajo del talón o incluso
formada en flexión dorsal máxima del primer dedo (efecto la ortesis plantar.
cabrestante) produce buenos resultados, sobre todo en las En las retracciones tendinosas, los ejercicios de estira-
formas irreducibles. miento del músculo tibial posterior en eversión pasiva
En función de la abducción del antepié, una cuña pro- se pueden asociar a los ejercicios de avance de la tibia
nadora anterior o con retención de cuboides permite sobre el pie en carga para facilitar el trabajo excéntrico
realinear el antepié. del tibial posterior. No hay que olvidar los estiramientos
Para mantener el deslizamiento del pie inclinado sobre del tríceps sural, que a menudo está retraído. El fortaleci-
la cuña supinadora se recomienda un calzado que estabi- miento activo de los músculos eversores se realiza con el
lice bien el retropié. fin de equilibrar los estabilizadores del pie para la propio-
Puede asociarse un vendaje de sujeción en inversión cepción.
cuando el tendón tibial posterior es muy doloroso. La sesión finaliza con el trabajo de desarrollo del paso
En el postoperatorio, la ortesis plantar se recomienda en el transcurso de la marcha.
para sostener el arco medial durante al menos 1 año.
Puede que se haga necesario adaptar la ortesis debido a
las modificaciones progresivas del pie. Se recuerda que al Tendinopatías crónicas
mismo tiempo el otro pie modifica su desenvolvimiento.
En la retracción del tibial posterior, para confeccionar
Inflamación
la ortesis hay que tener en cuenta la pérdida de amor- La inflamación del tendón y de su vaina representa el
tiguamiento y la frecuente asociación de una posición 16% de las tenosinovitis del tobillo. Según la edad, se
en equino: se recomienda la bóveda de sostén con una distinguen las formas traumáticas (esguince medial del
talonera. Aunque no siempre se tolera bien, una cuña pro- tobillo) o inflamatorias (espondiloartritis, artritis reuma-
nadora anterior puede ayudar a compensar la sensación toide) antes de los 30 años y las formas degenerativas
de inestabilidad. microtraumáticas después de los 55 años en un contexto
En la transferencia tendinosa de tipo Watkins, des- de diabetes, obesidad o hipertensión.
pués de usar un elevador dentro del calzado hasta más La exploración física y el estudio por imagen permi-
o menos el cuarto mes, se asocia una ortesis plantar con ten precisar las lesiones. Se usan varias clasificaciones con
una cuña retrocapital media (para reforzar la acción esta- objetivo terapéutico.
bilizadora de los dedos) a una bóveda de sostén interna La clasificación de Funk [19] distingue cuatro grupos en
o a una banda pronadora, según el equilibrio muscu- función del estado del tendón y de la localización de la
lar obtenido con la transferencia y el déficit inicial. La lesión:
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A B
Figura 13. Ortesis plantar (A) que corrige el pie plano pero no permite reactivar el tendón tibial posterior. El vendaje de sujeción (B) en
inversión suple la función excéntrica del tendón pero no la contracción muscular.
Lesiones traumáticas periférica por lesión del nervio peroneo profundo o cen-
tral por lesión radicular L5 o poliomielitis. El origen puede
Rupturas o desinserciones por traumatismo
ser isquémico (síndrome compartimental) o traumático.
Las rupturas o desinserciones debidas a un traumatismo En el aspecto clínico, el pie equino valgo revela un pie
del tibial posterior son infrecuentes y pueden asociarse a caído con marcha equina y un valgo del retropié más o
una fractura del maléolo medial [27] . La reparación debe menos reducible. En ocasiones se observa una dureza, con
efectuarse de urgencia, si no, la retracción podría necesitar más frecuencia debajo de la cabeza del astrágalo (debido
una transferencia tendinosa. a la abducción del mediopié) que de la cabeza del pri-
Incarceración del tibial en una fractura del maléolo mer metatarsiano. El pie equino es más o menos reducible
medial si la rodilla está flexionada, en función de que la retrac-
Algunas fracturas del maléolo medial o luxaciones ción se encuentre a la altura de los gastrocnemios o más
tibiotarsianas son irreducibles debido a la interposición distalmente. La reducción del valgo permite detectar una
del tendón [28] . La exploración quirúrgica del tendón se hipermovilidad compensadora del mediopié o de la arti-
ordena en caso de que la reducción no sea posible. culación subastragalina, mientras que la movilidad del
tobillo está contenida por el tríceps. Como en cualquier
Luxación del tendón tibial posterior lesión neurológica, es indispensable efectuar una evalua-
Las luxaciones anteriores pueden ser subcutáneas o sub- ción articular y de todos los grupos musculares de los
periósticas [29] . El mecanismo puede ser un varo o una miembros inferiores. También se recomienda, si es posible
flexión dorsal con rotación externa del pie. El diagnós- su práctica, un análisis cuantitativo de la marcha.
tico clínico surge a partir de la sensación de una cuerda En cuanto al tratamiento, en un primer tiempo se
móvil palpable sobre el maléolo medial. La valoración del efectúa un alargamiento del tendón calcáneo o una apo-
tibial posterior es dolorosa, mientras que la imposibilidad neurotomía de los músculos gastrocnemios.
de ponerse de puntillas denota la disfunción del tibial pos- En el niño se recomienda la intervención de Grice o una
terior. La luxación se produce en flexión dorsal, eversión artrorrisis del seno del tarso en los menores de 12 años.
y rotación externa. En el adulto, en caso de valgo reducible con articula-
En la radiografía puede observarse la escama osteo- ción subastragalina estable, Myerson [35] recomienda una
condral supramaleolar interna, patognomónica de la osteotomía de traslación medial del calcáneo. Si el valgo es
luxación. En ocasiones se asocia una fractura del maléolo reducible y la subastragalina es inestable, se recomienda
medial [30] . una artrodesis subastragalina. En cambio, si el valgo es
La ecografía y la RM pueden ayudar a distinguir entre irreducible con una abducción también irreducible del
avulsión, ruptura y luxación. mediopié, se recomienda una artrodesis subastragalina
El tratamiento es quirúrgico, con sutura de la vaina tras y mediotarsiana con corrección de la deformación del
reintroducir el tendón en ésta o plastia en el periostio si no pie. Es obligatorio asociar una transferencia tendinosa, la
es posible suturar la vaina. En caso de luxación subperiós- mayoría de las veces con el peroneo largo, en ocasiones
tica, es necesario reinsertar el labio anterior de la vaina asociado al peroneo corto o a un extensor de los dedos. En
con puntos transóseos e inmovilizar con yeso durante caso de usar el extensor largo del primer dedo, se ordena
6 semanas. Una cavadura del surco maleolar de 8 mm no una artrodesis de la primera cuneometatarsiana si ésta es
necesita inmovilización y los resultados se obtienen más inestable. La inmovilización con yeso es necesaria durante
rápido [31] . 6 semanas y la reanudación del apoyo se autoriza a las
2 semanas para evitar adherencias sobre las transferencias
tendinosas.
Lesiones neurológicas del tibial
posterior
Contractura del tibial posterior
Déficit del tibial posterior [32–35] La retracción del tibial posterior puede ser estática
La parálisis del nervio tibial posterior, infrecuente, suele (nudo fibroso anteromedial del pie equino varo, adheren-
asociarse a la del tibial anterior y conduce al pie equino cias postraumáticas del tendón, retracción neurológica) o
valgo (Fig. 13). La etiología más frecuente es neurológica dinámica por hipertonía o espasticidad del tibial posterior.
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E. Toullec (toullec.eric2@wanadoo.fr).
151, rue du Tondu, 33082 Bordeaux, France.
Cualquier referencia a este artículo debe incluir la mención del artículo: Toullec E. Lesiones del tendón tibial posterior. EMC - Podología
2014;16(3):1-12 [Artículo E – 27-089-A-10].
Disponibles en www.em-consulte.com/es
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