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UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DEL PERÚ

Tarea Académica I parte 1

Trabajo que como parte del curso de Ciudadanía y Reflexión Ética presentan los
alumnos

INTEGRANTES:

1. Samame Piscoya Alexis Jeampierre

2. Sánchez Cango Bryan Jharet

3. Sánchez Morales Luis Alexander

4. Sandoval Montalban Lizeth

5. Santisteban López Javier Angel

Chiclayo, 9 de septiembre del 2022


“MAFIAS DEL SEXO” EXTRANJERAS EN GUERRA POR EL CONTROL DE LAS
CALLES Y LA PROSTITUCIÓN EN LIMA

INTRODUCCION

Este ensayo persigue dos objetivos: el primero consiste en recoger y sistematizar


argumentos con los que se están justificando dentro del movimiento feminista y la
regulación de la prostitución como una actividad.
El segundo objetivo es mostrar que el razonamiento desarrollado por la postura pro
regulación no es tal y como pretenden sus partidarias, un razonamiento neutral desde el
punto de vista ético; ya que al considerarlo éste como un trabajo sostienen que esta es la
postura que deberían adoptar los estados sociales y democráticos modernos, cuya
obligación es salvaguardar el derecho de libertad y el principio de autonomía de las
personas manteniéndose neutrales desde el punto de vista ético.
El presente ensayo no pretende en modo alguno defender o defenestrar ninguna posición
al respecto, sino únicamente aclarar cuáles son las razones con las que se está
justificando la posición que los estados deben adoptar actualmente ante la prostitución y
demostrar que el razonamiento a favor del trabajo sexual implica juicios éticos que no
están siendo abiertamente debatidos.
DESARROLLO

La presente situación: “una mafia sexual" extranjeras en guerra por el control de las
calles y la prostitución en Lima, nos plasma el escenario en el que proxenetas
venezolanos y colombianos aterrorizan las calles de Cercado de Lima, donde día a día
bandas de delincuentes se disputan las calles con el fin de cobrar los famosos “cupos” a
muchas mujeres que ofrecen sus servicios sexuales, de las cuales varias de ellas se
retiraron por el miedo constante al que están expuestas, pero así también muchas de
ellas se quedaron, de las que dos de ellas fueron asesinadas a balazos y otras cinco
heridas en el pasado fin de semana producto de un ataque por sicarios motorizados ya
que se negaron a pagar los cupos mensuales que éstos pedían.
Ese hecho ha despertado el temor entre las trabajadoras sexuales, que a lo largo de los
años se han apoderado de las calles: Caillom y Zepita para ejercer lo que denominan “el
oficio más antiguo del mundo”: la prostitución; sin embargo, se sabe que estas calles
están controladas por muchas más mafias, debido a la escaza presencia policial y ya que
es muy asidua por parroquianos en busca de pasar un momento de placer con alguna de
las decenas de mujeres que se encuentran a lo largo de la denominada “zona rosa”.
“Son venezolanos y quieren cobrar cuotas aquí”, dijo una trabajadora sexual, quien teme
que el crimen se repita en su “zona de trabajo”. Desde entonces, la policía ha llevado a
cabo operaciones en ambas calles, pero se sabe que cientos de mujeres han salido a las
calles por la noche para comerciar, pero ahora lo hacen con temor a ser atacadas.
En enero de 2020, Isaac Hilario Huamanyalli fue asesinado a tiros en un restaurante de
McDonald's mientras pagaba los servicios de tres jóvenes. Tres sicarios venezolanos
ingresaron al local sin darle oportunidad de responder y le dispararon en la cabeza
varias veces para arreglar cuentas. Entrando en territorio peligroso, había ignorado las
amenazas recibidas por parte de la mafia venezolana. Revisando el historial de Hilario
Huamanyalli, arrojó que tenía varios antecedentes penales, según se supo había salido
de la prisión de Lurigancho en 2013 para luego unirse al negocio de proxenetismo en el
distrito de Lince.
En San Martín de Porres, la prostitución en las zonas de Fiori, frente al centro comercial
Plaza Norte, también es una zona ocupada por delincuentes venezolanos que utilizan a
cientos de mujeres las 24 horas del día a cambio de miles de soles diarios. La cúpula
mafiosa, de la que el dueño del hotel era cómplice, también inició una guerra entre ellos.
Estos asesinos han matado, torturado y desaparecido a innumerables víctimas porque se
negaron a pagar o querían dejar la industria.
Las posiciones a favor de los derechos de las trabajadoras del sexo consideran que el
estado tiene la obligación de legalizar la prostitución. Esto significa que no debe dictar
normas cuyo objetivo sea castigar a las personas implicadas en esta práctica siempre
que la misma se realice bajo el consentimiento de todas ellas. Por lo tanto, los grupos
pro–derechos sostienen que no toda compra–venta de sexo es el resultado de una acción
coactiva y que no todas las prostitutas son víctimas. Justifican esta afirmación
recogiendo las declaraciones de las propias mujeres que se dedican a esta actividad.
Según sus propias palabras, la mayoría de ellas se introdujeron en la prostitución por
necesidad económica, todas admiten que fue una decisión dura de tomar, pero muchas
manifiestan el deseo de seguir ejerciendo la prostitución. (Espejo, 2008); (Maqueda,
2008/2009), (Garaizábal, 2009), (López Riopedre, 2012), (Mestre, 2008).
El grupo abolicionista, por su parte, considera que no se puede hablar de ningún caso de
prostitución libremente consentida, ya que las mujeres que se dedican a ella lo han
hecho debido a una necesidad imperiosa. Aducen que no hay libertad de elección
cuando la situación en la que se encuentran esas mujeres impide que haya opciones
entre las cuales elegir. (Falcón, 1992).
Teniendo en cuenta la opinión de las mujeres que se prostituyen, afirman que los
hombres en la actualidad acuden a la prostitución por muchos motivos: estatus social,
ocio, buscando una relación esporádica para “satisfacer un deseo sexual de forma fácil,
rápida y sin compromisos, buscando compañía, o para experimentar nuevos placeres o
técnicas sexuales” (Holgado, 2008, pag. 156).
Generalizar que todo cliente busca dominación es incurrir en un grave error como lo es
también que las abolicionistas no tengan en cuenta ni la existencia de prostitución
masculina ni el hecho de que haya mujeres que sean consumidoras de sexo pago.
Argumentan a los efectos de negar que la prostitución sea siempre una relación de
dominación del hombre sobre la mujer, que “la existencia, aunque en menor grado, de
otros tipos de prostitución, prueba que esta práctica social no implica en todo caso un
trato unidireccional de dominio del hombre sobre la mujer” (Garaizábal, 2008, pag.
106).
CIERRE
Con todo lo visto anteriormente se puede llegar a concluir que, el problema de las
trabajadoras sexuales cada día es más grande, ya que incluso se ha llegado a muertes.
Además, vemos como las mafias actúan con violencia sobre estas personas y muchas
veces obligando a que sus trabajadoras realicen cosas que van contra su voluntad,
vulnerando así la ética de mínimos, por el hecho de que se están cometiendo injusticias,
maltratos y en algunos casos no se a llegado a respetar el derecho a la vida.
Consideramos que el estado debe darle mas importancia a este tema y actuar con
justicia, ya que, aunque no todas son víctimas, hay mujeres que están siendo obligadas a
trabajar en estos lugares por las diferentes mafias y esto va en contra la ética de
felicidad. Por otro lado, se le deben dar oportunidades de trabajo a estas personas para
así llevar a cabo mayor autorrealización, tener una mayor ética de máximos como
también tener más ética de justicia y felicidad en el país.

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