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Universidad Nacional Autónoma de México

Facultad de Estudios Superiores Iztacala

Psicología Experimental Teoríca II

Tutorías 2

Ensayo de revisión bibliográfica

Parafílias

Santos Villalobos Ruth Jimena

312045700

Grupo: 2251
Índice

Introducción

Capítulo 1 El concepto de parafilia

1.1.- Origen de las parafilias desde una teoría psicoanalítica


1.2.- Formulaciones y clasificación psicológica de las parafílias según Freund y Moser
1.3.- Formulaciones del tipo biológicas y epidemiologicas de las parafilias

Capítulo 2 Descripción de las parafilias más comúnes en la clínica

2.1.- Paidofília y Zoofília


2.2.- Sadomasoquismo y Necrofília
2.3.- Fetichismo y Parcialismo

Capitulo 3 Generalidades sobre el tratamiento de las parafília

3.1.- La psicoterapia de insight


3.2.- La terapia conductual
3.3.- Tratamiento farmacológico

Concluiones

Bibliografía
Introducción

“La ginecología no es una especialidad de la medicina, sino más ben una parafília de la vida”
Norman Mailer

Parafília procede del término griego amor (phylia) y del término (para) situado al lado, desviado,
modificado.

Según Johnson (1970) las parafilias son también conocidas como perversiones o desviaciones
sexuales. So transtornos psicosexuales que se caracterizan por fantasías, urgencias o conductas sexuales
intensas, recurrentes, que incluyen un contenido sexual atípico o inaceptable y para diagnosticarse
como tales deben tener una duración mínima de seis meses. Son los equivalentes sexuales de las
compulsiones y obsesiones, no tienen el objetivo de exitación sexual mutua con una pareja.

Como se observa, un tema interesante y muy importante que se adhiere al ser humano es la sexualidad
humana y dentro de ella un tema sumamente relevante son las conductas sexuales que son aprendidas y
delimitadas en sus primeros años, en el caso de los transtornos sexuales como las parafilias, la
psicología conjuntamente con otras disciplinas mantienen una labor reguladora de estas conductas,
utilizando para esto una manera efectiva de intervención y mediación de aquellas identidades, deseos,
fantasías y prácticas sexuales que no son propias de una sexualidad saludable.

Para la persona la imaginación o los actos inusuales o extravagantes son necesarios para la exitación
sexual, la que alcanza en forma exclusiva de esta manera. (Parafílias. Diagnóstico, recuperación y
prevención, 2000).

Hasta hace poco tiempo se consideraba desviado todo acto sexual que no fuera la penetración del pene
en la vagina. La liberación sexual de los años sesenta y los adelantos de la sexología han contribuido a
enmarcar en este concepto a situaciones más concretas y delimitadas.
Sin embargo las conductas sexuales muchas veces forman parte de hechos delictivos lamnetables en un
determinado país.

La sexualidad humana es un área de nuestra existencia muy compleja y delicada. Aúna componentes de
orden biológico, psicológico y social en continua interacción. A pesar de que cadasujeto posee su
propia identidad sexual y de que esta muestra la más asombrosa variación interindividual, no es
descabellado afirmar que, en términos generales, cuando las personas padecen problemasemocionales
importantes de su sexualidad suele verse alterada de un modo u otro.

Sin embargo, es importante recalcar que la presencia esporádica de elementos no tradicionales en la


vida sexual de una persona no define a esta como desviada, por cuanto la vida sexual es normal
mientras sea grata para la persona y tenga la capacidad de enriquecer y flexibilizarse.
Que la sexualidad de una persona logre incorporar nuevos elementos permite que la expresión y
funcionamiento de la esfera sexual del sujeto pueden encontrar nuevas formas de expresión y
satisfacción, lo cual se traduce en un enriquecimiento de la vida sexual.
En dicha búsqueda se pueden encontrar presentes nuevos intereses y deseos de la persona. Dichos
elementos posibilitan el crecimiento y el desarrollo de la vida sexual, y en esta búsqueda de nuevas
experiencias pueden estar participando elementos que componen las desviaciones, como deseos de
sexo alterno al coito vaginal (sexo oral por ejemplo).
Sin embargo cabe aclarar que la sola presencia de estos elementos no define a la perversión o
desviación sexual, y su presencia en la vida sexual normal es más bien aconsejable que reprochable.

Es una recurrente e intensa aparición de fantasías sexuales o conductas que engloban a objetos o
animales, niños oadultos que no dan su consentimiento o de producir dolor y sufrimiento a las parejas o
a sí mismo. O sea que la imaginación o los actos inusuales o extravagantes son necesarios, reiterados y
a vecesexcluyentes, para conseguir la excitación sexual. También son llamadas desviaciones o
variaciones y hoy se trata de evitar la palabra perversiones

A las parafílias, desviaciones sexuales o perversionesse definen como un patrón de conductas sexuales
en la que la fuente predominante de placer sexual no es a través de la cópula heterosexual. Esta es una
definición que se acepto hasta hace algunos años,pero como la homosexualidad se le definió como una
preferencia sexual en lugar de una parafilia, dejo de estar vigente.

Actualmente las parafílias se entienden como las conductas sexuales, eróticasque no son comprendidas
por la mayoría de las personas.

Así encontramos que hay parafílias que castiga la Sociedad como delitos y existen otras parafílias que
aunque no son aceptadas tampoco se lesconsidera un delito.

Desde el punto de vista de la Psiquiatría y del Psicoanálisis las parafílias son consideradas
"perversiones". (Parafílias un nuevo enfoque moderno. 2003).
La mayoría de estas desviaciones son llevadas a cabo por varones, no quedando exentas las mujeres
pero en mucho menor número, también se dice que hasta el 78% de los casos hay alteraciones
neuropsiquiatricas en diferentes grados. Las parafilias siempre han existido desde que se tiene historia,
pero han surgido otras o se han ido tranformando debido a los cambios que hay en las sociedades, así
encontramos que cuando apareció el telefono surgió la escatología telefónica, que es realizar llamadas
obscenas, lo mismo sucede con la computadora y otros medios.

Las consideraciones acerca del comportamiento considerado parafílicodependen de las convenciones


sociales imperantes en un momento y lugar determinados.

El objetivo del siguiente trabajo es presentar de maner resumida las posibles definiciones de las
parafilias y la relación que tienen con la palabra “enfermedad”. Deacuerdo a la investigación podremos
destacar el impacto de las parafilias en la sociedad, observando sus consecuencias o beneficios para
nuestro entorno.

Además el presente trabajo servirá de medio de difusión para este tema tan poco abordado y que tiene
mucho que decir debido a la incidencia de la sociedad en las parafilias.
Capítulo 1

El concepto de parafília

1.1 El Origen de las parafílias desde una teoría psicoanálitica

El psicoanálisis fue la escuela que estudió más profundamente la psicopatología de las parafilias
perversiones según su lenguaje-. En 1905, Freud (22) clasificaba las "aberraciones sexuales" de
acuerdo a las desviaciones del objeto sexual y por las desviaciones del fin sexual. Más tarde, la
sexualidad infantil es presentada como caracterizada por una gran cantidad de pulsiones parciales,
como ver, oler, mostrar, golpear, morder, etcétera, surgidas de diversas zonas erógenas como la boca,
el ano, la piel en general, los genitales. Por un largo proceso, las pulsiones parciales se subordinan a la
primacía genital. Pero si el mismo fracasa, las pulsiones parciales compiten con el impulso genital y
ocupan su lugar.

Sobre la base de la teoría de la libido formulada por Freud y Karl Abraham, las perversiones se
explican como procesos de fijación y regresión a los niveles pregenitales del desarrollo (oral y anal).
Nuevos estudios de Freud demostraron que la sexualidad infantil y las pulsiones parciales dominantes
no llegaban hasta la adultez sin represión, sobre todo a nivel del Complejo de Edipo. Ya no se habla de
que la neurosis es el negativo de la perversión y viceversa. Fenichel (18) en 1945 continúa esta línea
teórica y plantea que "la perversión es una técnica defensiva para eludir la angustia de castración y el
sentimiento de culpa incestuosa de la fase edípica con el fin de alcanzar el orgasmo genital". Incluye a
las perversiones entre las neurosis impulsivas, al igual que más tarde Bleger y colaboradores.

El psicoanálisis señala el origen de las parafilias en una experiencia traumática única o repetida por
fijación en el Complejo de Edipo y sirven para negar la posibilidad de la castración. La teoría de la
conducta las considera el producto de un aprendizaje incorrecto, a través del mecanismo del
"modelado" o "imprinting" de los etólogos, por experiencias sexuales del periodo de diferenciación
sexual y de la pubertad. Desde una perspectiva sistémica, la definición de Isabel Boschi (9) dice:
"Parafilia egosintónica es una construcción particular centrada en las conductas sexuales, organizada
en forma de estructuras autísticas, por las que la comunicación con el mundo externo parece
interferido por tenaces mecanismos de mantenimiento de un mundo cerrado."

Los parafílicos provienen de familias en que no se han dado otros casos de sexualidad parafílica. Es
decir, no se hereda. Tampoco se aprende por imitación, sino por proscripciones y represiones
irracionales que cierran caminos normales y abren otros vicariantes, anómalos, inhabituales,
extravagantes, elegidos entre el rico y variado repertorio de nuestro capital originario infantil. Si es
verdad lo que afirmaba Freud que el niño es "un polimorfo perverso", allí está la cantera de la parafilia.

Experiencias accidentales. Según Tiefer (2004) señala que las experiencias accidentales vividas por
el niño y el adolescente pueden ser definitivas en la psicogénesis de las parafilias.

"Por ejemplo" -dice- "un bebé puede excitarse sexualmente al ser tocado en los genitales durante el
cambio de pañales, y tal acontecimiento puede coincidir con la mirada de una mujer de largos cabellos
plateados. En su adolescencia, el muchacho se masturba y fantasea con cabellos plateados, dotándolos
de muchas asociaciones eróticas. La combinación habitual del pensamiento de los cabellos y la
excitación se vuelve tan fuerte, que la persona puede llegar a dudar de su capacidad de desempeñarse
sin ella". Esta experiencia o instancia de excitación, con ser única, puede ser suficiente.

Las experiencias infantiles repetidas.

Tales como ser vestidos con ropas del otro sexo por sus padres que esperaban tener un hijo del sexo
contrario, o por las niñeras; el mirar los genitales de los adultos o las actividades sexuales o de
excreción, así como la ridiculización de sus genitales por pequeños o feos, o de sus capacidades
eróticas, se reviven en la adultez joven con formaciones parafílicas sorprendentemente elocuentes. Las
humillaciones o castigos físicos de los padres a los hijos, trocadas en agresiones sádicas, o
masoquistas, así como la urolagnia o erotización de la micción, o la clismafilia o erotización del
enema, o incluso el travestismo, son formaciones que compensan su vergüenza o humillación anterior.
La parafilia permite conquistar y superar la ansiedad vivida en la infancia.

Las fantasías sexuales de la masturbación adolescente. Suelen tener una gran importancia en la
aparición de las parafilias, cuando esas fantasías poseen un contenido que las favorece, como las de
exhibicionismo o voyeurismo, de travestismo. Los contenidos sexuales sádicos y masoquistas son
bastante frecuentes como temática de todas las fantasías experimentadas por las personas.

La búsqueda adulta de experiencias nuevas. El individuo sometido a una intensa represión sexual en la
niñez y juventud, ya en la adultez, puede buscar aventuras sexuales, vivir experiencias variadas que
salen de las fronteras permitidas, como un acto de libertad o de liberación. Se puede experimentar con
la bisexualidad, el uso de artefactos, el cambio de parejas y todo ello puede no traer consecuencias en
su vida sexual.

1.2 Formulaciones y clasificación psciológica de las parafilias según Freund y Moser

Desde hace una década Kurt Freund publicó sus conceptos acerca de las parafilias llamándolas
“transtornos del cortejo”. La conducta sexual humana eses un proceso dividido en cuatro fases:

a) Localización y acercamiento a la pareja potencial

b) Interacción pretáctil

c) Interacción táctil

d) Unión genital efectiva

En el verdadero cortejo humano estas fases puedes estar mezcladas o aparecer en distinto orden. Para
este autor una hipótesis causal de las parafilias sería una aversión al coito, llevando a los portadores
del problema a varias actividades sustitutas.

Trastorno de cortejo es una construcción teórica en sexología en la que un cierto conjunto de parafilias
son vistos como casos específicos de instintos cortejo anómalos en los hombres. Las parafilias
específicas son el exhibicionismo, el voyeurismo, teléfono scatologia, toucherism, frotteurismo y
biastophilia. De acuerdo con la hipótesis de trastorno de cortejo, hay un proceso de cortejo típico de la
especie de los varones humanos que consisten en cuatro fases, y anomalías en diferentes fases resultan
en uno de esos intereses sexuales parafílicas. Es decir, en lugar de ser parafilias independientes, esta
teoría considera que estos intereses sexuales como síntomas individuales de un solo trastorno
subyacente.

De acuerdo con la hipótesis de trastorno de cortejo, hay un proceso de cortejo típico de la especie en
los seres humanos que consisten en cuatro fases. Estas fases son: "buscar y evaluar posibles parejas
sexuales; pretactile interacción con los socios, como por sonriendo y hablando con ellas, la interacción
táctil con ellos, como por abrazar o acariciar, y luego tener relaciones sexuales."
Las asociaciones entre estas fases y las parafilias se describieron por primera vez por Kurt Freund, el
creador de la teoría: Un trastorno de la fase de búsqueda de noviazgo se manifiesta como voyeurismo,
un trastorno de la fase de interacción pretactile manifiesta como el exhibicionismo o teléfono
scatologia una perturbación de la la fase de interacción táctil se manifiesta como toucheurism o
frotteurismo y la ausencia de las fases de comportamiento de cortejo se manifiesta como la violación
paraphilic. De acuerdo con Freund, estos parafilias "pueden ser conceptualizados como una
preferencia de un patrón de comportamiento o de la fantasía erótica en la que uno de estos cuatro fases
interacción sexual se intensifica y distorsionada para tal punto que parece ser de una caricatura de la
normal mientras que las fases restantes son o bien omitirse completamente o se retienen solo de una
manera vestigial ".
Freund Trío señaló que también podría ser un trastorno cortejo, Trío es una variante del voyeurismo.
Comportamientos apropiados dependen del contexto social y cultural, incluyendo el tiempo y el lugar.
Algunos comportamientos que no son aceptables en la mayoría de circunstancias, tales como la
desnudez pública o el contacto sexual entre bailarines, se pueden aceptar, o incluso anima durante las
celebraciones como el Carnaval o Mardi Gras. Cuando esas festivales culturales alteran los
comportamientos de cortejo normativos, los signos de trastorno de cortejo pueden enmascarar o alterar.

Las pruebas y la aceptación de la teoría


Paraphilias dentro del espectro Trastorno noviazgo co-producen entre sí con más frecuencia que con
las parafilias fuera del espectro trastorno noviazgo. Trastorno Cortejo ofrece una causa común
subyacente de estas parafilias en los hombres para explicar esta co-ocurrencia.
Trastorno cortejo es ampliamente citado por sexólogos y científicos forenses como uno de los modelos
predominantes de las parafilias. Murphy y página escribió que "El Cortejo trastorno Teoría de Freund
es una de las únicas teorías específicas de exhibicionismo." Según Lavin ", la teoría de Freund más de
los otros, hace que sea claro que el orden de activitieshas importancia clínica."
Otro taxonomía basada teóricamente de las parafilias fue propuesto por John Money, que describe la
gama de intereses parafílicos como mapas de amor.
Existe otra forma de conceptualizar el origen de las parafilias según Moser, al decir que que estos
procesos no son aprendidos, por lo menos no de la misma manera como lo son algunas deficiencias
sexuales tales como la eyaculación precoz primaria. Moser dice que “las parafilias son la lujuria hacia
objetos no comunes o inapropiados no apréndidos en términos del aprendizaje clásico” . La lujuria es
una respuesta sexual fuerte hacia estímulos sensoriales especiales ya sea reales o imaginarios. La
describe como un aspecto básico de la identidad sexual, fijada al inicio de la vida, no codificable por
las técnicas comunes de la terapia sexual. Moser comenta que cierta gente nace con una especie de
química que le hace ser especialmente apasionado o ligado a la sexualidad, siendo las parafilias una
deformación de esta cualidad humana a la que se contrasta con el deseo o la erotización.

1.3 Formulaciones del tipo biológicas y epidemiologicas de las parafilias

Desde el punto de vista biológico se han hecho númerosos estudios dirigidos a encontrar la patología
orgánica que explique la conducta parafílica. Abel (1989 señala que los estudios han sido sobre
parafilicos que han asistido a centros asistenciales, el 74 porciento han tenido niveles hormonales
anormales, el 27 por ciento ha tenido signos neurológicos especificos, 24 por ciento tuvieron
alteraciones cromosómicas, 9 por ciento epilepsia, 4 por ciento encefalogramas anormales sin
convulsiones, 4 por ciento transtornos mentales graves y 4 por ciento retraso mental; sin embargo estas
investigaciones no dejan nada en claro. Se ha sugerido también que la conducta parafílica puede ser
una presentación clínica del transtorno obsesivo compulsivo. Esta conceptualización a llevado a que se
recete medicamentos especificos para este padecimiento.

La etiología de las parafilias constituye una red entrecruzada de factores psicológicos, sociales y
biológicos, enriquecida por los adelantos de la psicofármacologia, la neurofisiología y la imagenología.
Por la etiología determinar el tratamiento, se decide realizar una revisión bibliográfica con el objetivo
de sistematizar en la literatura sus referentes teóricos. Las explicaciones etiológicas se agrupan en
psicoanalistas, conductistas, teoría del Love Map de Money y biológicas. El psicoanálisis las interpreta
producto de un psicotrauma que determina fijación, regresión o desplazamiento en el curso del
desarrollo de la libido; para los conductistas se originan por aprendizajes inadecuados y por imitación;
para Money son desviaciones del Love Map producidas cuando los adultos castigan y humillan a los
niños. Dentro de las causas biológicas se abordan los factores constitucionales, especialmente la
predisposición familiar, los hallazgos orgánicos, el déficit serotoninérgico y su relación con el trastorno
obsesivo compulsivo (TOC) y los trastornos del control de impulsos. Se concluye con la posibilidad de
una etiología multifactorial, los factores biológicos determinarían la vulnerabilidad y los factores
psicosociales actuarían como desencadenantes.

Psicodinámica
En relación a la etiología, es importante considerar que las perversiones manifiestan una fijación a
tempranas formas pregenitales de gratificación. La regresión a puntos de fijación es por lo general
evidente y suele demostrarse desde la infancia como una inclinación hacia la gratificación que implica
su etapa de fijación.

Pueden existir desde entonces exacerbaciones, remisiones y ocasionalmente puede darse un largo
intervalo entre las experiencias infantiles de fijación y las manifestaciones de la perversión en la
posterior vida adulta.

No solamente las pulsiones sexuales infantiles no se han modificado, sino que los mecanismos de
defensa que podrían haberlas transformado en síntomas neuróticos tampoco han funcionado como
tales; por lo tanto, lo más importante en las perversiones es el proceso de fijación más que el de
regresión, es decir, son un trastorno en la maduración de los impulsos.
En las perversiones se consideran anormales las cualidades de los impulsos sexuales y el objeto de
éstos.

También se piensa que las perversiones podrían ser formaciones defensivas, donde los elementos
sexuales infantiles pasarían por el complejo de Edipo, que los desviaría.

Este fragmento infantil, sobre el cual es desplazado el placer primitivo, debe tener una relación especial
con el yo para poder escapar a la represión; de esta manera, el yo toma como propia una porción del
instinto y autoriza su expresión conciente, mientras que el resto sufre la represión. La perversión no
sólo representa una defensa contra la ansiedad de castración, sino contra los sentimientos de culpa: el
miedo a la castración proviene del impulso de penetrar en la vagina de la madre que está ocupada por el
pene paterno, donde los deseos pasivo-femeninos en relación a este pene implican el peligro de
castración, que depende de los impulsos oral-sádicos.

El papel de los neurotransmisores en la sexualidad humana no está totalmente comprendido. La


neuropsicofarmacología de diferentes agentes farmacológicos ha sido útil en proporcionar alguna
comprensión de los papeles de la dopamina, la serotonina, y otros neurotransmisores sobre diferentes
aspectos de la conducta sexual (Brancroft, 1989; Segraves, 1989). Hay una compleja interrelación entre
las hormonas sexuales, los neurotransmisores, la predisposición genética y la conducta sexual. Existen,
básicamente, dos tipos de aminas cerebrales: las catecolaminas (p. ej., dopamina) y las indolaminas (p.
ej., serotonina o 5-hidroxitriptamina [5-HT]). Existen receptores androgénicos en el área preóptica
medial del hipotálamo, así como receptores para otras hormonas esteroides. El hipotálamo también
tiene sistemas aminérgicos cerebrales significativos. Diferentes estudios han demostrado que la
dopamina ejerce un efecto sobre distintos aspectos de la conducta sexual. Los agonistas
dopaminérgicos (p. ej., apomorfina), los inhibidores de la recaptación (p. ej., cocaína) y los precursores
(p. ej., levodopa) en general estimulan la conducta sexual (Segraves, 1989).
En estudios con animales, los agentes relacionados con la dopamina parecen ser más específicos en sus
efectos sobre la conducta sexual en machos que en hembras (Bancroft, 1989). Los estudios
farmacológicos realizados en humanos que han utilizado neurolépticos apoyan esta idea (Bancroft et al,
1974).

La serotonina parece ser el neurotransmisor más importante en la modificación de la conducta sexual


por métodos farmacológicos. Se dispone de evidencias de que la vía central de 5-HT es inhibitoria de la
conducta sexual. Una comprensión completa del papel de la 5-HT en los humanos es complicada,
debido a la falta de antagonistas y agonistas puros que actúen en un algunos sistemas de subreceptores
(Segraves, 1989). Los antagonistas de los receptores de la 5-HT (p. ej., la metisergida) estimulan la
conducta sexual, mientras los agentes que incrementan los valores de la 5-HT, como los precursores y
los inhibidores de recaptación de serotonina, inhiben la conducta sexual.
Capitulo 2

Descripción de las parafilias más comúnes en la clínica

2.1.- Paidofilia y zoofília

Desde un punto de vista médico, la paidofilia o pedofilia es una parafilia que consiste en que la
excitación o el placer sexual se obtienen, principalmente, a través de actividades o fantasías sexuales
con niños(as). A la persona que padece paidofilia se le denomina pedófilo.

La paidofilia es el término utilizado para referirse a la explotación sexual demenores de edad, sin
importar su sexo o su raza.

Un pedófilo es la persona que logra unestado de excitación a través de imágenes o situaciones reales
pornográficas con niños. Se define como la atracción erótica o sexual que una persona adulta siente
hacia personas pre-adolescentes. Este tipo de personas manejan sus deseos a nivel imaginario, viven
defantasías, siendo que su desahogo físico se da por medio de la masturbación, no pasan a laacción, o
sea, no cometen el abuso sexual. Son grandes consumidores de pornografíainfantil.

El término pedofilia fue acuñado por el psiquiatra Richard Von Krafft-Ebing(1840-1902), quien utilizó
por primera vez la palabra Pädophilia en su libro PsychopathiaSexualis, publicado en 1886. El
diccionario de la Real Academia Española introdujo en suedición del 2001 el vocablo pedofilia.

Una de las principales causas por las que se comente la pedofilia es:”El mal aprendizaje hacia el sexo,
ya que probablemente en su infancia los agresores también fueron violentados sexualmente, es por eso
que las victimas buscan ser en esta ocasión los agresores. Y es de esta manera como se va formando
una cadena destructiva para la sociedad”, dice Alfredo Vázquez Gonzáles en su libro Violencia Sexual .
Los agresores sexuales no siempre son los “viejos verdes” que imaginamos, son personas consideradas
“normales” desde casi todos los puntos de vista. Muchas veces son personas respetadas, incluso
aparentan firmes valores morales y religiosos y es por eso que se ganan la total y entera confianza de
los padres o los familiares del menor.

La personalidad del pedófilo es polimorfa. Se pueden distinguir dos grandes tipos de pedófilos: los
primarios y los secundarios o situacionales:
Los primarios muestran una inclinación sexual casi exclusiva por los niños y su conducta compulsiva
es independiente de su situación personal. Se trata, clínicamente, de pedófilos en un sentido estricto del
término que presentan unas distorsiones cognitivas específicas: consideran su conducta sexual como
apropiada (no se sienten culpables ni avergonzados), planifican sus acciones, pueden llegar a atribuir su
conducta a un efecto de la seducción por parte del menor o pueden justificarla como un modo de
educación sexual para este.
En cuanto a los secundarios o situacionales, estos se caracterizan porque su conducta viene inducida
por una situación de soledad o estrés (en estos casos, la experimentación de relaciones sexuales con
menores suele ser un medio de compensar la baja autestima o de liberarse de cierta hostilidad).
No son estrictamente pedófilos, en tanto que su inclinación natural es hacia los adultos, con los que
mantienen normalmente relaciones problemáticas (impotencia ocasional, tensión de pareja...); sólo
recurren excepcionalmente a los niños y lo hacen de forma compulsiva, percibiendo su conducta como
anómala y sintiendo posteriormente culpa y vergüenza.

Los pedofilos no obedecen a un perfil psicológico determinado, pueden ser muy funcionales en algunos
ámbitos y no son de personalidades extremas, son personas inmaduras emocionalmente y con poca
capacidad de contactarse con el otro.
La pedofilia, como contrariamente se piensa, no es un problema de la sociedad actual sino que: “Han
existido culturas que aceptaban el contacto sexual entre un adulto y un niño, como la de la antigua
Grecia, donde era habitual que un hombre que podría ser un maestro, mantuviera relaciones sexuales
con un niño”, afirma Carlos Torres Viera en su libro Parafilias.
Toda esta explicación para comentar que el cardenal mexicano Norberto Rivera Carrera fue denunciado
por encubrir a sacerdotes pederastas. La denuncia fue realizada por La Red de Sobrevivientes de
Abusos Sexuales de Sacerdotes en Estados Unidos.

La zoofilia muestra la atracción sexual que una persona experimenta hacia los animales. Muestra el
deseo sexual que una persona puede experimentar hacia un ser de otra especie. La zoofilia muestra una
vulneración de los derechos de los animales y una falta de respeto hacia éstos. Por otra parte, se trata de
un sentimiento que va en contra de la propia esencia de la afectividad humana. El concepto de zoofilia
vino a sustituir el concepto de bestialidad que se utilizaba con más frecuencia en sus orígenes.

Las personas que sienten esta atracción física por los animales son etiquetadas como zoófilas. Se trata
de una relación que parte de unas condiciones de desigualdad ya que la persona es consciente y
responsable de sus actos, sin embargo, el animal no tiene cualidades humanas como la voluntad y la
inteligencia. Sí conviene puntualizar que aunque es muy poco frecuente, en ocasiones, los animales sí
pueden tener relaciones sexuales con animales de otra especie.
Conviene puntualizar que la zoofilia también es poco frecuente en las personas. ¿Pero cuáles son las
causas de la zoofilia? Una de las causas más importantes es el sentimiento de soledad profundo, el
hecho de tener un aislamiento total durante un tiempo prolongado.
Conviene puntualizar que la zoofilia es una forma de parafilia. La zoofilia es una práctica que también
puede producir elevados riesgos para la salud. Se trata de una práctica que va en contra de los
convencionalismos sociales y de lo que es frecuente. Por tanto, la zoofilia plantea una profunda
reflexión filosófica, psicológica y también, un profundo debate ético en relación con aquello que es
correcto y aquello que no lo es.

2.2.- Sadomasoquismo y Necrofília

El sadomasoquismo es la unión de dos términos que hacen referencia a un específico comportamiento


sexual, ubicado dentro del concepto de las parafilias.
El concepto de sadismo hace alusión a la excitación sexual altamente gratificante al realizar estímulos
(reales o ficticios) dolorosos, ya sean físicos o psicológicos a la pareja.
El término sadismo viene del Marqués de Sade, escritor y filósofo francés autor de numerosas obras
donde el sadismo sexual ocupa un papel de gran importancia.
El masoquismo es la excitación sexual proveniente de recibir humillaciones, golpes, o cualquier otra
forma de sufrimiento.
Su antónimo y complemento potencial es el masoquismo. El masoquismo es la obtención de placer al
ser víctima de actos de crueldad o dominio. Este disfrute también puede ser sexual o asexual. La
característica fundamental del masoquismo que lo distingue de otros tipos de sumisión es la algolagnia,
esto es, la satisfacción obtenida sufriendo dolor físico en distintos grados.
Algunos autores las describen como dos formas expresivas del mismo fin, placer por el dolor, en forma
activa (sadismo) o en forma pasiva (masoquismo). Por lo tanto aquí el dolor es el fin en sí mismo, tanto
el emitirlo como el recibirlo. Tal conducta implica alivio de la culpa generada por el sexo, donde es un
requisito que el dolor recibido sea planeado, para la obtención de placer.
Generalmente estas conductas comienzan en la adolescencia y tienen curso crónico. Para muchos
sexólogos, los masoquistas no es que deseen sufrir, sino que desean hacer significativa su resignación
hacia su compañero y su sumisión hacia el maltrato físico y mental.

Características personales y sociales del sujeto

La algolagnia activa o pasiva (nombre que denota el placer del dolor), puede hallarse fácilmente en el
sujeto normal. Por ejemplo, la sexualidad de la mayor parte de los hombres muestran una mezcla de
agresión y de tendencia a dominar y, a veces, está asociado a una personalidad antisocial.

Según algunos estudios, el masoquismo se da con mayor frecuencia en mujeres que en hombres, y el
conjunto de estas dos conductas se puede asociar a fetichismo y fetichismo transvestista. El sadismo,
por el contrario se da mayormente en los hombres.

Etiología Psicodinámica

Esta tendencia a dominar puede tener una significación biológica, cuya necesidad es la de vencer la
resistencia del objeto sexual. El sadismo, entonces, es un componente agresivo del instinto sexual
exagerado, independiente y puesto en primer término y en medio de un desplazamiento. Corresponde a
la exclusiva conexión de la satisfacción con el sometimiento y maltrato del mismo.

"El masoquismo parece alejarse más del fin sexual convencional que el sadismo. Existen dudas si
aparece originariamente o si más bien se desarrolla partiendo del sadismo y por una transformación de
ésta. Se trata de una continuación del sadismo dirigida hacia el yo, que se coloca ahora en el puesto del
anterior objeto sexual”. James Volton (2007).

La perversión resulta del vencimiento a la restricción que es el dolor, como antes era el pudor en el
exhibicionismo.

Cuando somos pequeños, el instinto de vida deriva al instinto de muerte hacia el exterior: la parte
proyectada al servicio de la satisfacción sexual se constituye en el sadismo y la otra parte que queda
fijada constituye el masoquismo erógeno. Aun así, el instinto de muerte proyectado hacia el exterior
puede ser introyectado de nuevo para producir el masoquismo secundario.
Tipos de sadismo comúnmente aceptados: el criminal y el pasional.

Etiología conductual

La conducta masoquista se desarrollaría por actitud de vergüenza y disgusto hacia las relaciones
heterosexuales normales, empleando dolor y autocastigo para lavar su culpa por deseos sexuales; una
causa del sadismo o crueldad sexual puede ser enseñada conciente o inconcientemente.

La necrofilia es una parafilia caracterizada por una atracción sexual hacia los cadáveres tanto en
humanos como en animales. La palabra proviene del griego νεκρός (nekros cadáver o muerto) y φιλία
(filia; amor o atracción). El origen del término parece ser la obra escrita en 1886 por el psiquiatra
alemán Krafft-Ebing Psychopathia Sexualis (psicopatía del sexo).

La profanación de tumbas y la retención de un cuerpo sin vida para fines sexuales está penalizada por
la mayoría de las leyes que conforman el derecho social en el mundo, de cualquier manera, lejos del
ámbito legal, la necrofilia representa un atroz suceso y más aún cuando este es consecuente de la
persona, muchos necrófilos han sido detenidos en los lugares de los hechos y se han determinados
muchos casos con múltiples víctimas. Desde un punto de vista profesionalmente psicológico la
Necrofilia está sujeta a la marginación de la sociedad, es posible justificar esta enfermedad a personas
disociadas y que no corresponden un lugar en el terreno de lo aceptable, sin embargo, se trata de
entender la necrofilia como una condición humana y no como una enfermedad con fines terapéuticos.
2.3.- Fetichismo y Parcialismo

Fetichismo (del latín, facticius, ‘artificial’, y del portugués feitiço, ‘magia’, ‘manía’; del francés fétiche)
es una parafilia que consiste en la excitación erótica o la facilitación y el logro del orgasmo a través de
un objeto fetiche, como una prenda de vestir o una parte del cuerpo en particular. El fetichismo sexual
se considera una práctica inofensiva, salvo en el caso de que provoque malestar clínicamente
significativo o problemas a la persona que lo padece o a terceros, pudiendo en este caso llegar a
considerarse un trastorno patológico propiamente dicho.

El DSM IV lo clasifica como enfermedad siempre y cuando sea una conducta recurrente durante al
menos seis meses, necesaria para la excitación sexual y que afecte la vida social o laboral del sujeto. En
el caso de que ésta no afecte la vida social o laboral del paciente, se considera simplemente como una
manifestación de su sexualidad.

Los objetos fetiches más frecuentes suelen ser elementos de vestir masculinos y femeninos, incluyendo
bragas, sujetadores, calzoncillos, guantes, medias, minifaldas, zapatos, botas, corbatas, bañadores, ropa
deportiva e incluso delantales. Hay que matizar que, para el fetichista, estos objetos suelen ser mucho
más excitantes si ya los ha llevado puestos la persona. Y aunque estos objetos pueden resultar
excitantes para muchas personas porque proyectan una imagen mental del cuerpo de la persona, para el
fetichista, en cambio, el objeto es realmente mucho más excitante que la persona en sí. Durante la
conducta sexual solitaria, el fetiche se lleva puesto, se huele o se frota contra los genitales.
Entre las situaciones fetichistas, cabe citar la capnolagnia o fetichismo por la persona fumando

La psicoanalista italiana Piera Aulagnieur (1923-1990) considera el fetichismo como un estado


fronterizo del sujeto, la última barrera antes de la psicosis, en la que existe una profunda fijación por el
objeto para mantenerse dentro de los límites de la neurosis.

Otras teorías psicológicas acerca del fetichismo sexual lo relacionan con las teorías del comportamiento
humano y la idea de "condicionamiento" o aprendizaje. Así, alguna experiencia en la infancia podría
causar la asociación entre el placer sexual y un determinado objeto, relación que se mantendría en la
edad adulta.
Hay autores que no consideran la atracción hacia partes del cuerpo como fetichismo, sino que
denominan a esta parafilia "parcialismo". En el fetichismo, el objeto fetiche se puede emplear durante
la masturbación o bien lo lleva puesto el otro miembro de la pareja durante la actividad sexual, por
ejemplo, unas medias, botas tacón aguja, unos zapatos, o una mujer fumando (conocida como
capnolagnia o bien capnogalia, etc.) con el fin de provocar la excitación de su compañero sexual, ya
que frecuentemente el fetiche es necesario para la excitación sexual.
La definición más rápida y corta es la de que el “parcialismo es una conducta fetichista caracterizada
por una excitación sexual derivada de partes específicas del cuerpo”

Las personas que sufren de parcialismo son incapaces de mantener relaciones sexuales si no pueden
hacer uso de ese estímulo concreto; les sirve tanto observar como tocar pero esta pasión exacerbada les
lleva a situaciones anormales como no poder controlar su excitación en público, disfunciones sexuales
o no poder masturbarse, a no ser que se imaginen o vean esas partes del cuerpo que les excitan.
 A pesar de que lo más común es que el parcialismo se produzca con las manos, las nalgas o los pies,
también existen objetos de deseo menos frecuentes como la atracción por la celulitis, las personas
extremadamente obesas o las cicatrices. La imposibilidad de controlar este trastorno sexual les lleva a
sufrir múltiples frustraciones en su vida, problemas para mantener relaciones sociales naturales y una
vida sexual poco satisfactoria.

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