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INTERVENCIÓN DEL EMBAJADOR JOAQUÍN PÉREZ AYESTARÁN,

REPRESENTANTE PERMANENTE ALTERNO DE LA REPÚBLICA


BOLIVARIANA DE VENEZUELA ANTE LAS NACIONES UNIDAS,
DURANTE EL DEBATE GENERAL CONJUNTO DE LOS TEMAS
SOBRE “DESCOLONIZACIÓN”, EN EL MARCO DE LA CUARTA
COMISIÓN DE LA ASAMBLEA GENERAL

Nueva York, 11 de octubre de 2022

Señor Presidente,

1. La República Bolivariana de Venezuela tiene el honor de hacer uso de la palabra


en nombre del Grupo de Amigos en Defensa de la Carta de las Naciones Unidas.

2. Siendo esta la primera vez que tomamos la palabra en este período de sesiones,
permítanos primeramente transmitirle a usted nuestros mejores deseos, al asumir
la Presidencia de la Cuarta Comisión, así como al resto de los miembros de la
Mesa, al tiempo que hacemos votos por trabajar estrechamente a lo largo de este
77º Período Ordinario de Sesiones de la Asamblea General. Tenga usted la
seguridad de que nuestras delegaciones están comprometidas a participar de
forma activa y constructiva en nuestros trabajos

Señor Presidente,

3. La descolonización es uno de esos casos en los que las Naciones Unidas han
alcanzado importantes logros. Son múltiples las historias de éxitos, como lo
demuestra la propia ampliación del número de miembros de nuestra Organización.
Hoy somos un total de 193 Estados Miembros, en comparación a los 51 con los
que se establecieron las Naciones Unidas en 1945. Sin embargo, la tarea sigue
sin completarse: 17 Territorios No Autónomos, más Palestina, siguen esperando
de nosotros que se garantice su derecho inalienable a la autodeterminación. Más
de sesenta (60) años han pasado desde la adopción de la histórica resolución
1514 (XV) de la Asamblea General y, sin embargo, aún queda mucho por hacer
para lograr verdadera y efectivamente la erradicación del colonialismo en todas
sus formas y manifestaciones.

4. En este contexto, nos valemos de esta oportunidad para reiterar nuestras


posiciones históricas y de principio sobre los temas de descolonización; para
expresar nuestra firme adhesión a las disposiciones de la “Declaración sobre la
concesión de la independencia a los países y pueblos coloniales”, y, lo que es
más importante; para reafirmar nuestro inquebrantable compromiso moral y
político para con la plena realización de los derechos inalienables de todos y cada
uno de los Territorios No Autónomos, cuya situación se ha visto gravemente
afectada por la actual crisis mundial, incluida aquella derivada de la pandemia de
la COVID-19, al tiempo que hacemos un llamado a las Potencias Administradoras
y Ocupantes para que entablen de manera activa un diálogo que permita alcanzar
de una vez por todas una solución justa e integral a cada una de estas cuestiones
pendientes y de larga data.

5. Los Estados Miembros de nuestro Grupo de Amigos son conscientes, sin


embargo, de que la única manera de avanzar en este importante campo es si
todas las partes implicadas, tanto las Potencias Administradoras como los
Territorios No Autónomos, renueven su compromiso y su voluntad política hacia
esa dirección. Y, aunque hoy en día la atención de la comunidad internacional
está centrada en otros apremiantes retos, no debemos perder de vista las
cuestiones referidas a la descolonización, teniendo en cuenta que los anhelos de
libertad y justicia de millones de personas se han visto ya prolongados por
demasiado tiempo, lo cual ha impactado negativamente tanto al Estado de
Derecho a nivel internacional como los propios propósitos consagrados en la
Carta de las Naciones Unidas; particularmente el de fomentar el principio de
“igualdad de derechos y la libre determinación de los pueblos”, tal como se
estipula en su Artículo 1 (2).

6. Del mismo modo, nos valemos también de esta oportunidad para renovar nuestro
llamamiento a las Potencias Administradoras a que respeten el derecho
inalienable de todos los Territorios No Autónomos a sus recursos naturales, así
como a su derecho a establecer y mantener el control sobre su explotación actual
y futura. Asimismo, instamos a las Potencias Administradoras a que eviten la
realización de actividades económicas o de otro tipo, incluso de carácter militar,
que puedan afectar negativamente los intereses y al bienestar de los pueblos de
dichos Territorios.

Señor Presidente,

7. Más de veinte (20) años han transcurrido desde que el último Territorio No
Autónomo dio un salto en su estatus y se convirtió no sólo en un Estado soberano
e independiente, sino también en un miembro de pleno derecho de nuestra
Organización. Hoy, cuando nos encontramos inmersos en el Cuarto Decenio
Internacional para la Eliminación del Colonialismo, nos preguntamos: ¿cuánto
tiempo más tiene que transcurrir para que los anhelos y las legítimas aspiraciones
de paz, justicia y libertad de los pueblos de los 17 Territorios No Autónomos que
quedan en nuestra agenda puedan realizarse? ¿Cuántas décadas más tenemos
que declarar antes de que, de una vez por todas, logremos eliminar el colonialismo
en todas sus formas y manifestaciones?

8. El actual Decenio Internacional está previsto a finalizar en el año 2030, cuando la


comunidad internacional debería haber alcanzado los Objetivos de Desarrollo
Sostenible (ODS). En ese momento, tendremos que rendir cuentas, entre otras
cosas, sobre los progresos alcanzados para, tal como señala la resolución 70/1
de la Asamblea General, eliminar “los obstáculos que impiden la plena realización
del derecho a la libre determinación de los pueblos que viven bajo ocupación
colonial y extranjera”. Teniendo en cuenta que la promesa es, y sigue siendo, no
dejar a nadie atrás, y que el colonialismo afecta negativamente el desarrollo
económico y social de los pueblos, así como el pleno disfrute de sus derechos
humanos, esperamos que esta sincronía pueda ser aprovechada para avanzar
efectivamente en la agenda de descolonización durante los ocho (08) años que
tenemos por delante.

9. Para finalizar, el Grupo de Amigos se compromete a no escatimar esfuerzos para


preservar, promover y defender la prevalencia y validez de la Carta de las
Naciones Unidas. Por ello, reiteramos nuestro pleno apoyo y solidaridad para con
los pueblos de los 17 Territorios No Autónomos en su lucha por la realización de
su derecho inalienable a la autodeterminación, así como nuestra firme
determinación de continuar participando de forma activa y constructiva en todos
los esfuerzos encaminados hacia la consecución de un mundo libre de
colonialismo, con miras a saldar de una vez por todas nuestra deuda pendiente
con la humanidad respecto a la conclusión definitiva de los procesos de
descolonización en todo el mundo.

Señor Presidente,

10. Permítanos ahora, muy brevemente, agregar algunas consideraciones en nuestra


capacidad nacional.

11. En relación con Puerto Rico, única causa de dominación colonial pendiente en
nuestra región latinoamericana y caribeña, nos preocupa seriamente que ésta
cuestión se haya prolongado por más de 120 años en el tiempo. Tiempo en el que
se le ha negado al hermano pueblo puertorriqueño el pleno ejercicio y disfrute de
sus derechos humanos, incluido el derecho a la autodeterminación y a su
independencia en su Estado libre y soberano. En este contexto, Venezuela
expresa su firme apoyo al derecho de Puerto Rico a elegir su propio sistema
político, económico, social y cultural, para así hacer frente a los apremiantes y
estructurales desafíos que tiene ante sí, los cuales incluso se han visto
agudizados tras el paso del huracán Fiona en días recientes. Expresamos nuestra
plena solidaridad para con el pueblo puertorriqueño y llamamos al gobierno
estadounidense a participar constructivamente en los trabajos del C-24, a fin de
poner fin a su tutelaje colonial sobre Puerto Rico.

12. Asimismo, aprovechamos esta ocasión privilegiada para reafirmar el firme apoyo
y la inquebrantable solidaridad de Venezuela para con la justa causa del pueblo
saharaui, el cual sigue luchando con determinación por su derecho a la libre
determinación. Abogamos por una solución pacífica, justa, duradera y
mutuamente aceptable a la cuestión del Sáhara Occidental, sobre la base de lo
establecido en las resoluciones pertinentes de la Asamblea General y del Consejo
de Seguridad, y hacemos votos por el éxito del Enviado Personal del Secretario
General en sus esfuerzos a favor de la reactivación del proceso político, con
negociaciones directas entre las partes, así como de la plena realización del
mandato encomendado a la MINURSO.

Señor Presidente,

13. Los últimos meses han puesto de manifiesto, una vez más, el cinismo y los dobles
raseros a los que nos tienen acostumbrados algunos países que, aún hoy, no sólo
se consideran imperios, sino que mantienen intereses de dominación neocolonial
alrededor del mundo. Nos referimos a los gobiernos de países que insisten en
presentarse como paladines del Estado de Derecho, tanto en el plano nacional
como internacional, y que incluso hoy, en medio de la actual coyuntura
internacional, pretenden mostrarse como supuestos defensores de la Carta de las
Naciones Unidas, cuando la realidad es que, con sus acciones a lo largo de la
historia reciente, amparadas en excepcionalismos inexistentes, ha quedado
claramente demostrado que tienen total desprecio por la legalidad internacional.

14. En este contexto, uno de los casos que destaca, incluyendo en el contexto de la
descolonización, es el del Reino Unido. Nos preguntamos: ¿dónde está ese
supuesto compromiso con la Carta de las Naciones Unidas, con sus propósitos,
principios, o con la primacía del imperio de la ley? Si realmente existe un
compromiso con la Carta fundacional de nuestra Organización y no se trata
solamente de un uso circunstancial y a mera conveniencia de sus postulados,
esperaríamos entonces que el gobierno de ese país dé pasos concretos y sin más
dilaciones hacia la conclusión de los procesos de descolonización y la restitución
de los derechos soberanos de los territorios que aún hoy ocupa.
15. En este contexto, y en cuanto a la Cuestión de las Islas Malvinas, reiteramos el
inequívoco respaldo de Venezuela a los legítimos derechos de la República
Argentina en su disputa de soberanía sobre este territorio y los espacios marítimos
circundantes, que forman parte integral de su territorio nacional. Exigimos al Reino
Unido, supuesto defensor del Estado de Derecho y de la legalidad internacional,
a reanudar las negociaciones directas, de conformidad con las disposiciones de
la resolución 2065 (XX) de la Asamblea General, para alcanzar sin más demoras
una solución pacífica, justa y definitiva que permita al pueblo y gobierno argentino
recuperar su incuestionable soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias y
Sándwich del Sur, que le fueron arrebatadas por la vía de la fuerza en 1833.

16. Reafirmamos, igualmente, nuestro respaldo a la República de Mauricio en su justa


disputa de soberanía sobre el Archipiélago de Chagos, y exigimos también al
Reino Unido a que ponga fin a su administración de facto de ese territorio y a que
cumpla con las disposiciones de la resolución 73/295 de la Asamblea General, en
aras de completar sin más demoras ni pre-condiciones el proceso de
descolonización de ese hermano país africano. Sólo así podríamos entonces
asumir su supuesto compromiso y activo llamado a la defensa de la Carta de las
Naciones Unidas como una política sincera y no como parte de un guion
acomodaticio para servir a sus intereses nacionales del momento.

17. Concluimos reiterando el firme respaldo de la República Bolivariana de Venezuela


para con cada una de las heroicas luchas de los pueblos de los Territorios No
Autónomos, cuyas justas causas abrazamos como nuestras, en tanto que país
que sufrió y padeció hace más de dos siglos de la opresión, la ocupación y la
dominación del yugo colonial, y en las cuales estamos obligados a avanzar hasta
lograr, de manera verdadera y efectiva, la erradicación del colonialismo en todas
sus formas y manifestaciones.

Muchas gracias, Señor Presidente.

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