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Sistema de Dirección del coche, la magia tras el

volante de tu coche
in Consejos, Mantenimiento de vehículo by carapp 
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El sistema de dirección del coche se encarga de que tus deseos se


conviertan en órdenes para las ruedas. Es importante mantenerlo en buen
estado.
Girar el volante y que el vehículo vaya a donde queremos es todo un ejercicio de
ingenio, aunque nunca nos paremos a pensarlo. Entre tus manos y las ruedas hay
toda una serie de elementos que conforman el sistema de dirección. Consiguen no
solo dirigir el automóvil hacia donde tú indicas, sino también que no tengas
que hacer un esfuerzo titánico para lograrlo.
Piénsalo. ¿Un coche de más de 1.000 kg con ocupantes y carga apoyado sobre
unos neumáticos? Tiene que haber algún truco que te permita mover una
ruedecita sin apenas esfuerzo para controlar su trayectoria. Efectivamente, existe:
se llama sistema de dirección y es muy importante para la seguridad de un
automóvil. Por eso conviene mantenerlo en forma de la manera correcta.

Sistema de dirección del coche, ¿cómo funciona?


Básicamente, el sistema de dirección se encarga de transmitir el movimiento del
volante hacia las ruedas. Lo hace a través de una serie de componentes que
funcionan coordinados.

El propio volante acciona la barra o columna de dirección, que es el elemento


mecánico que lo une con la caja de dirección. Esta barra ya no es rígida en los
automóviles modernos, sino que está formada por varias piezas para evitar
lesiones graves en caso de accidente.
La caja de dirección es la que se encarga de transformar el movimiento rotativo
del volante en otro longitudinal. La más habitual es la que emplea un sistema de
cremallera: un piñón o rueda dentada va acoplado a una cremallera y, al girar, le
transmite el movimiento lineal que permitirá ajustar la dirección de las ruedas. De
unir la cremallera con ellas se encargan una serie de componentes que incluyen
bieletas, rótulas y manguetas. Son elementos que conectan con las ruedas
directrices y absorben parte de las irregularidades de la carretera.
Los coches actuales incluyen, además, sistemas de dirección asistida. Se
encargan de reducir la fuerza que tenemos que ejercer sobre el volante para
accionar la dirección y, en algunos casos, también de endurecerla o suavizarla a
medida que aceleramos o bajamos la velocidad. Los más habituales son los
sistemas de dirección hidráulico y electrohidráulico, que emplean bombas para
proporcionar líquido de dirección a presión a la caja de dirección. También son
cada vez más populares los eléctricos, que suprimen los componentes hidráulicos
y emplean en su lugar una caja reductora.

Síntomas de avería en el sistema de dirección del coche


Como has podido comprobar, el sistema de dirección es complejo y también
crucial para la seguridad del automóvil. Además, su funcionamiento influye sobre
otros sistemas del vehículo, como los neumáticos o la suspensión. De hecho, de
él dependen factores como el paralelismo de las ruedas delanteras, el desgaste
uniforme de las cubiertas o la estabilidad del vehículo, tanto en una curva como al
frenar.
Por estas razones, conviene que estés atento a una serie de síntomas que
pueden indicar problemas en la dirección de tu vehículo. Por ejemplo, si notas
que el vehículo se va hacia un lado al soltar el volante o que este vibra, puede ser
que el sistema no esté funcionando correctamente y conviene que acudas al taller
a revisar su estado.
Otras señales de advertencia que puede enviar un sistema de dirección en mal
estado son el ruido excesivo, una conducción temblorosa o con sacudidas, o
un desgaste irregular en los neumáticos. También debes estar atento si observas
cambios anormales en la dureza de la dirección.

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dirección de tu coche
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Cómo mantener correctamente el sistema de dirección
del coche
Los sistemas de dirección están pensados para durar toda la vida útil del vehículo,
sin embargo, no están libres de averías. Ese es el motivo por el que conviene
realizar revisiones periódicas de sus elementos. Además, en el caso de las
direcciones asistidas con sistema hidráulico, es necesario realizar
mantenimientos cada cierto tiempo.
Entre los elementos cuyo estado conviene comprobar se encuentran las rótulas.
Su buen funcionamiento es fundamental porque son las encargadas de unir varios
elementos de la dirección. Las rótulas pueden llegar a adquirir cierto juego con
el uso, sobre todo en casos de conducción agresiva, que puede desembocar en
una rotura y la pérdida de control del vehículo.
Otros elementos relacionados con la dirección que tampoco conviene perder de
vista son los rodamientos de rueda. Permiten que las ruedas puedan girar y,
además, absorben parte de las fuerzas que se generan en las curvas. Los
rodamientos también pueden adquirir holguras con el uso y romperse, de tal
manera que pueden llegar a dañar el cubo de la rueda, bloquearla o incluso
generar un incendio por el calor de la fricción.
En el caso de las direcciones asistidas con sistema hidráulico, las más habituales,
es necesario sustituir el líquido de dirección de manera periódica. Para saber el
momento exacto hay que consultar el libro de mantenimiento del vehículo, aunque
el intervalo habitual se sitúa en torno a los 100.000 km o cada dos años.
También es importante comprobar que no existen fugas en el circuito, por lo que
se debe controlar tanto el nivel del líquido como la existencia de pérdidas.
Además, si se realiza cualquier sustitución de un elemento del sistema de
dirección asistida, como puede ser una bomba averiada, es necesario renovar por
completo este fluido.
Prestar atención al sistema de dirección del vehículo es muy sencillo y puede
evitarte muchos quebraderos de cabeza. Es tan fácil como pedir cita en tu taller
para que comprueben su estado, junto al de otros elementos de seguridad
relacionados como la suspensión o los neumáticos. Es la mejor manera de
asegurarte de que nada te desviará de tu destino.

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