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ero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros

muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por Gracia sois salvos). - Efesios 2:4-5

La Gracia que nos salvó es la misma Gracia que nos sostiene cada día y es la causa de nuestro gozo
y paz, debemos aprender a ver nuestras circunstancias a través del amor de Dios y no el amor de
Dios a través de nuestras circunstancias.

Las filosofías del mundo tratan de convencer al hombre que él es básicamente bueno, y eso lo
hace pensar que NO necesita ser perdonado o salvado por Dios y creer que es mejor que otros, es
solamente cuando el hombre llega a comprender que no hay nada bueno en él y que se encuentra
bajo condenación eterna por sus propios y numerosos pecados, que entiende su necesidad de ser
perdonado y salvado. Dios perdona y olvida nuestros pecados, pero es necesario que nosotros
tengamos presente el gran amor de Dios por lo mucho que nos ha perdonado, esto evitará que
olvidemos Su gracia, Su perdón y nuestra miseria y que podamos nosotros también ser
misericordiosos, pacientes y amorosos con aquellos que aún se encuentran en tinieblas. Este es el
verdadero evangelio, cualquier evangelio que eleva al hombre y no le muestra su transgresión, su
pecado y su maldad y que lo convierte en el centro del universo es un falso evangelio, inútil e
incapaz de ofrecer salvación.

Dios por su Misericordia (amor por la miseria), y Su gran amor con que nos amó, nos dio vida al
resucitarnos por la obra de Cristo, quien pago el precio que nosotros jamás podríamos pagar,
perdonando nuestros pecados y salvándonos de la condenación y el justo castigo eterno que
merecíamos en justa retribución por ellos. Somos salvos únicamente por Gracia, solamente por la
fe en Jesucristo y solamente para la Gloria de Dios.

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