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1.

A un título de crédito le faltan algunos de los requisitos exigibles por


la ley. ¿Es un título inválido y por qué?

Los títulos de crédito son los documentos necesarios para ejercitar el


derecho literal que en ellos se consigna. Es decir, se trata de documentos
que expresan en su contenido un derecho literal y autónomo. Esto significa
que cada tenedor del documento tiene un derecho propio, sin importar
quien lo haya tenido antes.

Si a un título de crédito le faltan los elementos exigibles es inválido por qué:

Debe de contener elementos esenciales como el nombre del título que se


trate , la fecha y el lugar de creación los derechos que el título incorpora, el
lugar y la fecha de cumplimiento o ejercicio de tales derechos, la firma de
quien lo crea ya que son aquellos cuya omisión inválida los derechos u
obligaciones derivadas de los títulos, por lo tanto son éstos los más
importantes y debe de cuidarse que nunca falten, aun cuando puedan ser
llenados posteriormente a su expedición por la persona que en su
oportunidad debió llenarlos.

2. ¿Un billete de lotería es considerado como un título de crédito y por


qué?

Un billete de lotería es un título impropio ya que son aquellos que asemejan


a los títulos de crédito pues consignan derechos y obligaciones, pero que
no se constituyen como títulos de crédito, porque carecen de cualidades
cambiarias, no están destinados para circular y en ellos no figuran todas
sus características para ser considerados como títulos de crédito, es decir
no tienen autonomía, literalidad, legitimidad, incorporación y formalidad.

son documentos que no están destinados a circular y sirven para identificar


a quien tiene derecho de percibir la prestación que en ellos se consigna, ya
que representan el derecho a una prestación futura que se convierte en
realizable cuando el billete sale premiado, de manera que el tenedor de
buena fe de esta clase de documentos puede exigir en su caso la
prestación respectiva.

3. ¿El protesto es aplicable para todos los títulos de crédito y por qué?

El protesto establece en forma autentica que una letra fue presentada en


tiempo y que el obligado dejó total o parcialmente de aceptarla o pagarla.
Salvo disposición legal expresa, ningún otro acto puede suplir al protesto.

El protesto solo es aplicable a algunos títulos de crédito como son, la letra


de cambio, el pagaré, el cheque o el abono en prenda.
Si la persona contra la que haya de levantarse el protesto no se encuentra
presente, la diligencia se entenderá con sus dependientes, familiares o con
algún vecino.

Únicamente la letra de cambio puede ser protestada por falta total o parcial
de aceptación, con la firma del girado esto es indispensable. El protesto por
falta de aceptación debe levantarse dentro de los dos días hábiles que
sigan al de la presentación, pero siempre antes de la fecha del vencimiento.

4. ¿Cuándo se debe hacer el pago de un título, sí el día establecido en el


título para hacer el pago refiere a un día festivo que cae en viernes?

Los pagos en los títulos de crédito refieren a la entrega de dinero que hace
el deudor al tenedor legítimo del título, contra la entrega de este.

El título de crédito para su pago debe ser presentado el día de su


vencimiento existiendo diferentes reglas:

Cuando el vencimiento sea en día inhábil, feriado o festivo, el vencimiento


se prorroga al día hábil siguiente, el término se entenderá por prorrogado
hasta el primer día hábil siguiente.

En el caso de que el día de pago refiere a un día festivo que cae en viernes
el día de pago será el lunes ya que son días hábiles todos los días del año,
menos los domingos y aquellos en los que no laboren los tribunales
competentes en materia mercantil los cuales corresponden sábados o días
establecidos mediante decretos. Es muy importante revisar la ley o código
de la materia a la que corresponda.

Bibliografía.

Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito.

De Pina Vara Rafael, Elementos de Derecho Mercantil Mexicano, Ed.


Porrúa, México, 1991

De Pina Vara Rafael, Derecho Mercantil Mexicano, 23ª Ed. Porrúa, México,
1992
Buenas tardes, Jorge

Concuerdo con tus respuestas, ya que en la incorporación el que tiene el


título tiene el derecho por qué éste se concede en el documento. Si no se
posee físicamente no se tiene el derecho.

La legitimación consiste en la propiedad que tiene el título de crédito de


facultar a quien lo posee, según la ley de su circulación, para exigir del
pago de la prestación consignada en el mismo y solventar válidamente la
obligación del suscriptor a favor del poseedor.
Por efectos de la ley de circulación de los títulos de crédito, éstos se
clasifican en tres tipos:

Al portador: son los expedidos sin determinación de persona, ni


señalamiento específico.

A la orden: el que se emite a favor de determinada persona de la persona a


quien se transmite sus derechos.

Nominativos: aquellos en que el título de crédito se crea, se expiden a favor


de determinada persona, pero además debe llevarse un registro efectuado
por el creador del título de crédito, y en éste se deben anotar las
transmisiones de propiedad de este por endoso.

Literalidad, cuando se crea el documento que emerge a la superficie del


negocio causal o negocio subyacente se redacta en términos que ya no
pueden ser modificados o cambiados ni haber nadie que pueda hacerlos
cambiar. Entonces surge el criterio del concepto de literalidad, que quiere
decir que lo que está literalmente en el texto del documento constituye el
derecho .

Autonomía, el título de crédito nace en el momento que se ha redactado y


su suscriptor original lo pone en movimiento y lo entrega a su beneficio.
Entonces hay una relación personal entre el creador del título y su primer
adquiriente, situación jurídica que se va a repetir cada vez que pasa de una
mano a otra el título.

Abstracción, consiste precisamente en que las excepciones casuales no


son oponibles a los títulos de crédito. Lo único que puede oponerse son las
excepciones derivadas del propio título llamadas cambiarias y las
excepciones personales.

Los billetes de lotería es un título de crédito impropio ya que es expedido


por un organismo de la administración pública, numerado y aclarada la
numeración en letra bajo cada cifra, con la fecha verificativa del sorteo y la
del premio mayor. Los billetes de lotería legitiman e identifican al que tiene
el derecho a una presentación, pero no son títulos valor propiamente
dichos, ya que en ellos no funcionan peculiaridades como incorporación,
autonomía y literalidad.

De Pina Vara Rafael, Derecho Mercantil Mexicano, 23ª Ed. Porrúa, México,
1992

http://fcasua.contad.unam.mx/apuntes/interiores/docs/98/opt/
credito_cobranza.pdf

Buenas tardes, Octavio

Concuerdo con tus respuestas como mencionas es inválido si a un título de


crédito le faltan algunos elementos exigibles por la ley.

Los elementos exigibles son:

La incorporación, se refiere a que el derecho está incorporado al título de


crédito, materializado, en el propio documento, y no se puede ejercitar el
Derecho sin tener a la mano el documento material.

La legitimación, entrega a su tenedor el derecho a exigir todas las


prestaciones en el consignadas. El tenedor de un título de crédito tiene la
propiedad y posesión, y a la sola presentación de este, legitima, para exigir
la prestación a su favor y ejercitar su derecho.

La autonomía, es el Derecho incorporado a un título, y se transmite al


nuevo tenedor como un derecho propio e independiente para exigir el
deudor del pago, del mismo título.

La literalidad, el artículo 5° de la Ley General de Títulos y Operaciones de


Crédito, se refiere al derecho literal, y está determinado por el texto del
documento donde se desprenda el derecho y las obligaciones.
El artículo 8° de la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito opone
excepciones y defensas legales al tenedor de un título que exige el pago,
como: firma falsa del deudor, título alterado ilegalmente, dirección y nombre
del deudor diferentes, cantidades de dinero, alteradas, etc.

Los billetes de lotería en materia de títulos de crédito, un aspecto conexo


con el tema de la legitimación es el conocido como títulos de legitimación,
llamados también títulos impropios por oposición a los títulos de crédito
considerados como títulos propios.

La principal característica de estos títulos impropios reside en que el deudor


puede efectuar la prestación con eficacia liberatoria a quien presente el
documento, el que se legítima como titular del derecho originario. Se trata
de documentos meramente probatorios que comprueban la causa de la
obligación legitimando, además a su poseedor como titular del derecho
respectivo.

La denominación de títulos impropios no ésta contenida en la Ley General


de Títulos y Operaciones de Crédito, sino que surge de la doctrina que
analiza aquellos documentos que sin tener títulos de crédito reúnen ciertas
características que los hace parecer a éstos, tal es el caso de un billete de
lotería. Los documentos como títulos impropios no son títulos de crédito por
no reunir los requisitos esenciales y no incorporar derechos que circulen
con los propios títulos, como elementos accesorios de ellos, por tanto, no le
son aplicables las disposiciones de la Ley General de Títulos y Operaciones
de Crédito.

Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito.

De Pina Vara Rafael, Elementos de Derecho Mercantil Mexicano, Ed.


Porrúa, México, 1991

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