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.Ba Visita Le Ceiias Acmawsifi: Sacerdote Caldeo Iraquí, A La .F/Mérica Colonial (1669?-1680)
.Ba Visita Le Ceiias Acmawsifi: Sacerdote Caldeo Iraquí, A La .F/Mérica Colonial (1669?-1680)
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México
Cuadernos de la Cátedra "lbn Khaldun"
de Estudios de Medio Oriente y África del Norte
A mis sobrinas y ahijadas
Isabel Mariana Marín Solano
y
Uliana Nicole Marín Bassler
980.013
M337v Marin Guzmán, Roberto.
Un viaje poco conocido : la visita de Elfas al-Mawsili:
sacerdote caldeo iraqul, a la América Colonial (1669?·
1680) / Roberto Marin Guzmán. - l. ed. -San José, CR.:
Edltorial UCR. 2009.
116 p. : íl., 11 mapas. - (Cuadernos de la Cátedra
"lbn Khaldun" de estudios de Medio Oriente y África del
Norte)
ISBN 973-9968-46-155-9
CIP/1964
CCISIBDl.UCR
Portada: llustrac16n al mapa de Nueva E.�t\a y Nueva r...,llcla de Joan 81aeu, At/m; Maior, 1665, p. 193.
Diseno de portada: E«rlyn Sanabria Riwra
o Editorial Unlvcrsldad de Costa Rica, Oudad Unlvcrsllaria "Rodrigo Fado". San José, Costa Rica.
Apdo.11501-2060 • Tel:2Sl l 5310 • Fax:2Sll 5257 • E·maD:admlnislracion@edllorial.ucr.ac.cr
Página web: \VWW.edltorlal.ucr.ac.cr
Prohibida la reproduccl6n total o parcial. Tod1» los derechos reservad!». Hecho el depósllo de ley.
CONTENIDO
l. INl'RODUCCIÓN .......................................................................................
IV. BIBLIOGRAFÍA .
................................ ......................................................... 93
2. Bibliografía básica . . . . . . ..
........................................... ....... ......... ... . . ... ... 102
ÍNDICE DE MAPAS .
............................... .......... .. .. .. . .
. .... . .
. . ...... .... ......... .. . .
.. . ...... 111
ÍNDICE DE ILUSTRACIONES .
.......... .............................................................. 113
Elías al·Mawsili, sacerdote católico de rito caldeo,1 procedente de Iraq, viajó a Eu·
ropa y luego a la América Colonial Española en el siglo XVII. Probablemente fue el
pñmer iraquí en visitar América Su viaje total se extendió por espacio de 15 años
de 1668 a 1683 y su visita a América probablemente fue de 1669 (?) a 1 680. De su
relato es dificil conocer el año de inicio de su viaje a las provincias españolas de
Ultramar. Sabemos con certeza que su regreso a Europa fue en 1 680, lo que nos
mueve a suponer que posiblemente estuvo en el Nuevo Mundo por espacio de 11
años. Sin embargo, al·Mawsili no fue el primer árabe en llegar a las Indias. Como
se ha podido demostrar en los estudios de los casos de la Inquisición en diversas
latitudes de la América Colonial, hubo muchos otros árabes, Moriscos, que no
obstante la prohibición de que arribaran al Nuevo Mundo, lograron trasladarse e
instalarse en la América Colonial. Muchos de esos árabes practicaban el Islam y la
Inquisición los procesó por poseer obras musulmanas en lengua árabe.2 No sabe·
mos con certeza cuáles obras, pero es factible pensar en una copia del Corán, o
alguna colección de oraciones. También se ha lanzado una hipótesis de que qui:zá
algunos Moriscos, manteniendo secreta su identidad, orígenes, religión y cultura,
pudieron haber participado también de la conquista de la América Española.
Sobre el rito caldeo católico, asf como los orígenes de esla iglesia en el Iraq, véanse: A. J. Maclean,
ªNestorianism", en F.ncyclopaedia ofReligion and Elhics, editado por James Hastlngs, T.&T. Clark,
F.dinburg h, 1961, Vol. IX, pp.323-332. Maltl Moosa, ªNestorian Church", en 1he F.ncydopedia ofRe
ligion, editado por Mlrcea Eliade, MacMillan Company, New York, 1987, Vol. X. pp.369-372. Robert
L Wilken, "Nestorianism", en 1he F.ncydopedia ofReligion, editado por Mlrcea Eliade, MacMillan
Company, NewYork, 1987, Vol. X, pp.372-373. Robert L Wilken, "Nestorlus" en 1he F.ncyc/opedia
o!Reliyion, editado por Mlrcea Ellade, MacMlllan Company, New York, 1987, Vol. X, pp.373-374.
2 Para mayores detalles sobre lodo este proceso véanse: Hemán Taboada, la Sombra del Islam
en la Conquista de América, Universidad Autónoma de México, Fondo De Cullura Económica,
México, 2004, pp. 1 14 ss. Louis Cardaillac, "Le probleme morisque en Amérlque", en Mélanges
de la Casa de Velázquez, 1976, Tomo XJI, pp.283-303. Sobre la Inquisición Española véanse: Ber·
nardlno Uorca, la lnquisici6n Española, Labor, SA, Madrid, 1946. Henry Kamen, la Inquisición
Española, Alianza Editorial, Madrid, 1973. A.S. Turberville, la Inquisición Española, Fondo de
Cultura Económica, México, 1965.
5 Citado por Richard Konetzke, La Epoca Colonial, Edilorial Siglo XXI, Madrid, 1971, p.162. Véanse
3 Sobre el papa aemmte IX, véase: Leopold von Ranke, Historia de los Papas, Fondo de Cultura también: Daniel Ulloa, los Predicadores Divididos. los Dominicos en Nueva España, siglo XVI,
Económica, México, 1974, pp.506-508. También: Albert Ehrhard y Wilhelm Neuss, Historia de la El Colegio de México, México, 1977, pp.52 ss. Marfn Guzmán, El Espfritu de Cruzada Español y fa
Iglesia, Ediciones Ri1fp, SA, Madrid, 1962, Vol. IV, pp.320-321. /deologfa de la Colonización de América, p.111. José Maria Ots Capdequr, Manual de historia del
Mapa 2. Mapa de América del Atlas Maior. pp. 174-175, de Joan Blaeu, 1665, contemporáneo de Elfas al-Mawsili.
Montesinos también les dijo que si persistían en esa actitud, y continuaban ultra no obstante haber investigado y leído mucho sobre la historia de la América Es
jando a los indfgenas no podrían salvar sus almas, por lo que quedaban entonces pañola, no menciona a ninguna de estas personalidades ni las leyes aludidas en
en la misma situación que los turcos, o los moros, que no creen ni quieren la líneas anteriores.
fe de Cristo. Este y otros sermones tuvieron una honda repercusión tanto en las
Indias como en España, pues Montesinos se opuso rotundamente al sistema de Relacionado también con estos asuntos de la conversión de los indígenas al Cris
las encomiendas, institución de trabajo forzado que habla impuesto el mismo tianismo, al-Mawsili frecuentemente refiere la creencia en la aparición de la Virgen
rey.6 Montesjnos después viajó a España para exponer ante el rey la situación de María a individuos indígenas en distintas regiones de América Colonial, tanto en
los naturales de América y aseguró que el descenso de la población indígena, Sur América, como también el caso de la Virgen de Guadalupe que se apareció al
que también preocupaba al monarca, se debía a la explotación irracional y a los indígena Juan Diego en México. Todas estas descripciones de al-Mawsili son sin
ultrajes de todo tipo que llevaban a cabo los colonos contra los indígenas. De duda las de un hombre religioso que cree finnemente en estos milagros.10
esta forma Montesinos se convirtió en el primer fraile que luchó por la justicia en
América. 7 Como resultado de las exposiciones de Montesinos se dieron en Espa Luego de una visita que se extendió por espacio de once años a la América
ña las Leyes de Burgos, un conjunto de 32 leyes que trataron sobre la libertad del Colonial, regresó al Medio Oriente, donde completó la redacción de su obra. El
indígena, el establecimiento de límites en las jornadas de trabajo, remuneración sacerdote jesuita Antun Rabbat fue quien descubrió y editó el manuscrito, para
justa, etc. Este conjunto de leyes contiene, por ejemplo, los siguientes puntos; publicarlo en la revista Al-Mashriq, publicación de los jesuitas de la Universidad
Saint Joseph de Beirut. Luego de corregir los errores gramaticales del árabe que
contenía el manuscrito de al-Mawsili, pues el árabe no era su lengua materna,
l. A nuestros Reyes, con la autorización del Papa, les es /[cito gobernar
Rabbat lo publicó en el volumen 8, números 1 8-24, en 1905 en esa revista de los
las Indias con régimen polftico y anexionar/as a Europa.
jesuitas. Sin embargo, fue muy cuidadoso de no cambiar nada de lo que el autor
2. Los que esclavizaron a los indios están obligados a restituir en la había consignado, ni el significado de los mensajes, descripciones o interpre
medida del lucro obtenido y los daños causados. taciones que deseaba transmitir. Es importante también señalar que esta obra
3. Como nadie militat suis stipendiis será /[cito imponer allí tributos y de al-Mawsili contiene muchas palabras en turco, entonces muy comunes en el
pedir servicios, aún mayores que los exigidos a los españoles, pues ambiente en el que se desenvolvió este sacerdote caldeo, sobre todo nombres
to que los gastos resultan allá más elevados. Procédese en esto con de algunos productos, nombres de medidas y de unidades de monedas, lo que
moderación para que no maldigan el nombre de Dios.8 dificulta un poco más la comprensión de su texto.
derecho español en las Indias y del derecho propiamente indiano, Losada, Buenos Aires, 1945,
passim.
Historia de las Indias, Fondo de Cultura Económica, México, 1951. Bartolomé de las Casas, La
6 Para más infonnación sobre las encomiendas, véanse: José Maria 015 Capdequf, España en Améri Destrucción de las Indias, Librería de la vda. de C. Bouret, Parfs, s.r.e. Enlre los libros sobre Bar
ca. El régünen de tierras en la época colonial, Fondo de Cultura F.conómica, México, 1959, passim. tolomé de las Casas, su vida y su obra destacan los siguientes: Lewis Hanke, Bartolomé de las
Casas, pensadorpolftico, historiador, antropólogo, Imprenta Ulcar Garcfa SA, La Habana, 1949.
7 Para mayores detalles véanse: Vicente Sierra, El sentido misiona/ de la conquista de América,
Lewis Hanke, La lucha por /ajusticia en la conquista de América, Editorial Suramericana, Bue
Espasa Calpe, SA, Madrid, 1944, pp.65-68. Véanse también: Silvio ZavaJa, FilosoHa política en la
nos Aires, 1949. Lewis Hanl<e, Bartolomé de las Casas (1474-1566), bibliografla critica, Fondo
conquista de América, Fondo de CUitura Económica, México, 1947, passim. Marfn Guzmán, El
Histórico y Bibliográfico, Santiago de Chile, 1954. También: Juan Friede, Bato/amé de las Casas:
Espíritu de Cruzada Español y la ldeo/ogfa de la Colonización de América, pp.J 11-113.
precursor del anticolonialismo, Editorial Siglo XXI, México, 1974. Zavala, Filosofla política en la
8 Sierra, El sentido misional de la conquista de América, pp.66-67. Véanse también: Ulloa, Los conquista de América, passim. Roberto Marfn Guzmán, •Predicación versus guerra: el debate
Predicadores Divididos. Los Dominicos en Nueva España, siglo XVI, pp.58-59. Marfn Guzmán, El en tomo a la legalidad de la conquista de América", en Revista de Ciencias Sociales, Números
Espíritu de Cruzada Español y la ldeo/ogfa de la Colonización de América, p.113. 54-55, diciembre 1991-marzo 1992, pp.29-41.
9 Véanse por ejemplo: Bartolomé de las Casas, Apologética historia sumaria, ediciones de la IO La investigación moderna ha llegado a demostrar que la aparición de la Virgen Maria en tantos Y
UNAM, México, 1967. Bartolomé de las Casas, De regla potestate o derecho de autodetermi tan diversos lugares de la América Colonial, era la ronna que utilizaban las autoridades religiosas
nación, Consejo Superior de Investigaciones Clenlificas, Madrid, 1969. Bartolomé de las Casas, para atraer a los lndfgenas al Cristianismo y con ello acelerar los procesos de conversión.
12 Véanse: Peter Holl, Egypt and the Fertile Crescent, 1516-1922. A political history, Comell Univer
11 Véanse: Abelardo Chediac, "Primer viaje de un oriental a la América", enAmérica Española, Vol. sity Press, lthaca y Londres, 1980, passlm, en especial pp.134-148. Nonnan ltzkowitz, Ottoman
XXV, 1940, pp.87-98. An Arab Joumey to Colonial Spanish America. 1he Trauels ofElias al-MfJsili Empire and lslamic Tradition, The Universlty of Chicago Press, Chicago, passim.
in the Seventeenth Century, traducción al inglés de caesar E. Farah, Syracuse University Press, 13 Véanse: Peter Holt, Egypt andthe Fertile Crescent, 1516-1922. A political history, passim. ltzkowilZ,
Syracuse, 2003. Es más correcto transliterar el nombre como al-Mawsili, pero el traductor ha pre Ottoman Empire and lslamic Tradition, passlm. Gustav von Grunebaum, El Islam, Editorial Siglo
ferido al-Müsuli. Por esta razón cuando se cite la obra en su traducción al inglés se conseivará la
XXI, Madrid, 1975, pp.15-136. Abraham Marcus, 1he Middle East on the Eve ofModemity. Aleppo
forma que utilizó el traductor. in the Eighteenth Century, Columbia Universlty Press, New York, 1989, passirn.
16 Para mayores detalles al respecto, véase: Henry Kamen, La Sociedad Europea, 1500-1700, Alian
En su narración al-Mawsili asegura que después de haber perdido la esperanza za Editorial, Madrid, 1986, p.227. También Kamen cita la frase del virrey de Nueva España, don
Gil de Lemos, quien en el siglo XVI dijo a los colonos: •Aprended a leer, a escnbir y a rezar, pues
de obtener esos dineros, decidió regresar a España, para informar a la reina re
en eso se encierra cuanto debe saber un americano", p.227.
gente de lo ocurrido y devolverle las órdenes que ella le había entregado. En su
17 Hay un error en el año en el original, pues consigna 1675. Deberá leerse probablemente 1669.
libro al-Mawsili refiere que encontró sacerdotes sirios e iraquíes en varios lugares Chediac, "Primer viaje de un oriental a la América", p.96, también consigna 1675, que es lo que
de Italia. Esto prueba que muchos iban a estudiar a Roma o a otras ciudades de tiene el texto, pero este año no parece factible, pues le darla a al-Mawsili una estancia de siete
Italia Ya desde entonces había cristianos en el Medio Oriente que miraban hacia años en Europa antes de su viaje a América Como sabemos con certeza que regresó en 1680 y
que estuvo en el Nuevo Mundo por más de una década, su traslado a América debe de haberse
Occidente. También desde entonces se daba el apoyo de algunos gobiernos eu realizado unos años antes, probablemente hacia 1669. De su recuento de los meses que estuvo
ropeos a las poblaciones cristianas de Siria, Ltbano y Palestina principalmente, en Europa antes de iniciar su travesfa hacia el Nuevo Mundo solo nos da un poco más de un año.
Si hubiera estado más tiempo quizá lo hubiera consignado en su narración. Por ello es facbble
como la forma de mantener contactos firmes con poblaciones locales y lograr
imaginar que su viaje hacia América se inició en 1669. Además asegura que estuvo en Lima seis
aflos en espera de que se arreglara la situación de su amigo el virrey y había estado en esa ciu
dad antes por espacio de un afio entero. SI hubiera iniciado su viaje en 1675 solamente hubiera
14 Elfas al-MQsili, An Arab Joumey to Colonial Spanish America. 1he Travels ofElias al-Mflsili in the estado en el Nuevo Mundo por cinco años, lo cual no parece factible y no coincide con toda su
Seventeenth Century, traducción al Inglés de Caesar E. Farah, Syracuse University Press, Syracu narración ni con los años que asegura haber pennanecido en estas tierras. Es más probable
se, 2003, p.7. pensar que hay un error en el afio consignado como inicio de su viaje a América.
galeones, quien le dio alojamiento en su propio barco. Este galeón era el guía de
la expedición que contaba con un total de 1 6 embarcaciones.18 AJ-Mawsili ase
gura que tal tipo de "'armada", como la llama, solo salía de España una vez cada
tres años. Obviamente, esa expedición transportaba gran cantidad de artículos
para comerciar en las Indias y solo españoles podían viajar. Las embarcaciones ·��
después regresaban a España cargadas de otros productos y sobre todo riquezas iO
como oro y plata.19 Nuestro viajero asegura que esos galeones cargaban al regre �
so a España entre 20 y 25 millones de karats.20 ra
Q)
"O
o
Q)
AJ-Mawsili narra que a los pocos días de haber salido de España una fuerte tor e
menta creó mucho temor entre la tripulación y los pasajeros. Afirma que Nico
-e
o
o.
lás Infante, que habfa sido nombrado por la corona española como gobernador E
Q)
de Quito, murió debido al intenso temor que sintió. Relata que le amarraron en e:
o
las piernas una gran vasija de barro y lo tiraron por la borda, de manera que se u
iñ
iría al fondo del mar y no quedaría flotando. En el fondo del mar se lo comerían CD
e.o
los peces.
Otro acontecimiento que relata fue que en la ruta encontraron una embarcación
inglesa que transportaba alrededor de 700 esclavos negros, para venderlos pro
bablemente en algún lugar de las Indias Occidentales.
Después de 40 días de viaje divisaron tierra. El capitán del barco también llamó
la atención sobre el color del agua y aseguró que se debía a un gran río que con
fuerza se adentraba en el mar. Efectivamente, después describe la inmensidad
de ese río y su desembocadura en el Océano Atlántico. Probablemente era el
Orinoco. De ahí fue a Caracas y luego a la isla Margarita. Asegura que en esa
región los buceadores habían extraído por más de 20 años perlas de gran color.
AJ-Mawsili reproduce la leyenda de que un día los buceadores decidieron que
la primera perla que encontraran se la darían a la iglesia de la virgen. Debido a
que fue una perla muy grande, pospusieron su promesa para el día siguiente. AJ
otro día encontraron otra perla todavía más grande, por lo que de nuevo pos
pusieron su ofrecimiento para el día siguiente. A la mañana siguiente fueron a
buscar perlas y no encontraron nada. AJ-Mawsili agrega que ya en ese lugar no
se encuentran perlas.
19 Para más infonnación véanse: George Clark, La Europa Moderna, 1450-1720, Fondo de Cultura
Económica, México, 1970, passslm, en especial pp.172 ss. Earl J. Hamillon, El Tesoro America
no y la Revolución de los Precios en España, 1501-1650, Edilorial Ariel, Barcelona, 1 975, pp.23-
59. José Miranda, Estudios Novohispanos, Universidad Nacional Autónoma de México, México,
1995, pp.74-80.
20 Un karat equivale a 100.000 piastras turcas, que eran las rererencias que tenía nuestro autor y
que utiliza a lo largo de su narración.
21 Para más infonnación véase la detallada descripción de Cartagena que escribió fray Pedro Si·
món. Este escribió su obra hacia 1623 y la tituló Noticias historiales de las conquistas de Tie"as
Firmes. Algunas descripciones de las principales ciudades del Nuevo Reino de Granada, en Jorge
Orlando Melo y Alonso Valencia Llano, Reportaje de la Historia de Colombia, Planeta Colombia
na Editorial, S.A, Bogotá, 1989, pp.159-164, en especial p.164. Véase también: Al-Müsili, An Arab
Joumey to Colonial Spanish America, p.20.
22 AI-Müslli, An Arab Joumey to Colonial Spanish America, p.21.
23 Véase: Pedro Simón, "Tratase de las cosas de la ciudad de Santa Fe", en Melo y Valencia Llano,
Reportaje de la Historia de Colombia, pp.1 65-170.
24 Un parsang es alrededor de tres millas.
25 AJ.Mítsili, An Arab Joumey to Colonial Spanish America, p.22. 28 En Jos testimonios de otros viajeros contemporáneos a ai.Mawsíli existen referencias a estos
gigantes para las cercanfas de Guayaquil. Probablemente no eran huesos humanos, sino de
26 Al·Mítsili, An Arab Joumey to Colonial Spanish America, p.24. grandes animales.
Quito la describe como una hermosa ciudad adornada de bellos monasterios e En la ruta hacia Perú al-Mawsili visitó distintas villas, algunas de las cuales eran de
iglesias. Sin ernbalgo, indica que la gente que habita esta ciudad, tanto los indí dificil acceso. Asegura que los caminos estaban llenos de obstáculos y peligros.
genas como l()sespañoles, padecen d_e ciertas enfermedades -que no_ menciona al-Mawsili refiere que los indios que habitan esos poblados, que tenían obispos
con exactitud-debido a la mala calidad del agua. En su libro menciona que una asimismo indios como ellos, estaban impresionados de que nuestro viajero hu
monja en uno delki>s monasterios padecía de sangrados, los que había tenido por biera podido hacer todas esas peligrosas travesías y entonces creían que era o
un profeta o un santo. Algunas zonas por las que pasó son desérticas y llama la
atención que describiera con sorpresa las tunas, sus espinas, su sabor dulce,
29 Al·MOsili, An �Joumey to Colonial Spanish America, p.28. como si nunca hubiera visto una, lo que sorprende, pues eran también comunes
30 Al·Míisil� An Ard#Joumey to Colonial Spanish America, p.29. en el Medio Oriente en la época de al-Mawsili. Menciona que como los indios son
31 En las tierras ádes de donde procedfa al-Mawsili, la avaricia era un defecto despreciable,
imberbes, salvo por unos pocos pelos que les crecen en las mandíbulas, estaban
criticable y altammte condenado. Al-Jahiz, el destacado autor árabe del siglo IX, se burló de los
avaros en su Camisa obra Kitab al·Bukhala'. Véase: Abu 'Ulhman 'Amr lbn Bahr al·Jahlz, Kitab
al-Bukhala', edllldo por Taha al-Hajiri, El Cairo, s.f.e. Véase también: Roberto Marfn Guzmán, 32 Al·MOsili, An Arab Joumey to Colonial Spanish America, pp.31-32.
Kitab al-Bukh�[El Libro de los Avaros/ de o/.Jahiz: Fuente para la historia social del Islam
medieval, El COIQO de México, México, 20-01 , passim. La avaricia la critican asimismo muchos 33 Es oportuno indicar que las corridas de loros las introdujeron los árabes en España en la Edad
otros autores ánlR.s, por ejemplo lbn Batuta,AJ-Rihla, A travls del Islam, traducción al castella· Media y de ahf entró esta tradición a América. Para mayores detalles, véase: Rache! Arlé, España
no por Serfin FaijllGarcfa, Edilora Nacional, Madrid, passim, en especial pp.550-551 , pp.770·771 Musulmana, Siglos Vlll·XV, en Manuel Tuñón de Lara, Historia de España, Labor, SA, Barcelo
y pp.775-776. na, 1 987, p.316.
39 Sobre el Tribunal del Santo Oficio, o la Inquisición, véanse: Uorca, la Inquisición Española,
34 Al-MQsili, An Arab Joumey to Colonial Spanish America, p.37. passim. Kamen, la Inquisición Española, passim. Marfn Guzmán, El Espfritu de Cruzada Español
y la ldeolosfa de la Colonización de Ammca, pp.26-71 . Véanse también: José Toribio Medina,
35 Al-MQslll, An Arab Joumey to Colonial Spanish Am"erica, p.37.
Historia del Tribunal de la Inquisición de Uma (1569-1820), Fondo Histórico y Bibliográfico J.T.
36 Al-MQsili, An Arab Joumey to Colonial Spanish America, p.38. Medina, Santiago de Chile, 1956, passim.
autor provee una información equivocada. información sobre asuntos comerciales, préstamos y tasas de interés.
Al-Mawsili después fue a visitar al gobernador a quien caracterizó como a una A su llegada a Lima al-Mawsili nos informa que el obispo de Lima había muerto y
buena persona, lo mismo que a su esposa. Ambos ofrecieron ayudarle en todo la diócesis estaba vacante. No provee ni el nombre del obispo difunto ni el año de
lo posible. De esta descripción se desprende la importancia de las autoridades su muerte. Al-Mawsili refiere que el obispado de Lima tenía un ingreso anual de
religiosas y las civiles así como los contactos que nuestro viajero hacía al llegar 50.000 piastras y que la diócesis contaba con 1 20 sacerdotes. Todos esperaban la
a una ciudad importante. Con frecuencia había trabado amistad y había hecho llegada del nuevo obispo -tampoco menciona su nombre- que ya venía en camino
contactos y conexiones con algunos funcionarios desde antes de que estos lle desde España Al-Mawsili relata que poco después él cayó enfermo y que después
garan a las sedes donde ejercerían sus funciones. Esto lo logró principalmente de 20 días, con la ayuda de Dios y de los doctores que lo atendieron, logró recupe
durante su viaje de España al Nuevo Mundo. rarse. Todos estos datos anteriores nos dejan ver una vez más la imprecisión de la
información y lo vago de la narración que proporciona nuestro viajero.
to. Por ejemplo no aporta el nombre del virrey del Perú. Por la época es factible esas tierras no adoraban al Dios verdadero, sino que unos adoraban la luna, otros
pensar que el virrey pudo haber sido don Pedro Antonio Femández de Castro, al sol, otros a las estrellas, etc., hasta que después se hicieron cristianos.43 De
Conde de Lemos que ejerció esas funciones de 1667 a 1672.4t Si al-Mawsili pasó inmediato señala que los indígenas de la zona no tenían ganado,
por Lima en los primeros años de la década de 1670, entonces el virrey era Fer
nández de Castro. Pero si su viaje fue después de 1672, el virrey era entonces el quiero decir, caballos, mulas, burros, bueyes, vacas, ovejas, ni siquiera
Conde de Castelar, que ocupó ese cargo de 1674 a 1678. Por el tiempo histórico gallinas -excepto un animal que se parece al camello, pero es del tama
por el que pudo haber estado en Perú después de su llegada a América, es más ño de un burro, con un pecho protuberante. En este animal colocan las
probable que hubiera sido el Conde de Lemos. Sin embargo, de su relato se de cargas y también se comen su carne. Pero este animal no recorre grandes
duce que de inmediato a la deposición del virrey asumió la función el obispo de distancias. La distancia que viaja cada día no es más de 12 millas. Cuando
Lima, lo que según los datos históricos ocurrió el 7 de julio de 1678, cuando el se cansa, duerme, echa espuma por la boca y escupe a su dueño. 44
arzobispo de Lima, don Melchor de Liñán y Cisneros, ocupó también el puesto
de virrey hasta el 22 de noviembre de 168 1 .42 La precisión histórica para la re Al-Mawsili caracteriza a Lima como una ciudad que tiene muchos monasterios e
construcción de estos hechos se toma muy dificil por la falta de datos adicionales iglesias y da a entender que es una zona inestable en la que hay muchos temblo
que nos permitan una aproximación más exacta. En la obra de nuestro viajero res y terremotos. El gobernador -tampoco aporta el nombre de este funcionario
ni siquiera hay exactitud en los años o las fechas que aporta, lo que dificulta de la ciudad le prometió atenderlo y dio órdenes a todos sus subalternos para
la reconstrucción histórica de los acontecimientos que describe. Por otra parte, que le ayudaran en todo lo necesario. La edificación religiosa más importante
también en su obra son muy escasas las referencias al año en el que llega a una
de Lima es la catedral, sede del obispado. Hay otras iglesias y monasterios: cua
determinada región o ciudad, lo que contribuye asimismo a la confusión. Por
tro monasterios de San Francisco, tres de San Agustín, tres de los Jesuitas, tres
otra parte, de la narración anterior podemos concluir que al-Mawsili disponía de
de los Hermanos de la Misericordia y cuatro para monjas. Asegura que en cada
uno de esos monasterios para mujeres habitan 1000 monjas, lo cual es sin duda
40 Para mayores detalles véase: Medina, Historia del Tribunal de la Inquisición de lima (1569-
1820), Vol. 11, p.224, donde asegura que Juan Bautista de la Cantera asumió el puesto de inquisl· 43 Sobre las religiones de estos lndfgenas, véanse más detalles en la obra de al-Mawsill, en especial
dor de Lima en 1681 y murió el 15 de septiembre de 1 692.
pp.40-41 . También: Felipe Cossfo del Pomar, El Mundo de los Incas, Fondo de Cultura Económi
41 Véase: Juan Alvarez de Estrada, Grandes Vi"eyes de América (desde 1535 a 1 794), Editora Na ca, México, 1975, passim. Vlctor Von Hagen, Culturas Preincaicas, Editorial Labor, S.A., Madrid,
cional, Madrid, 1969, pp. 131-152. 1976, passim, en especial pp.1 1 7-126. Véase también: Terence N. D'Altroy, Los Incas, Ariel, Bar
celona, 2003, passim, en especial pp.143 ss.
42 Para mayores detalles véase: J. Ignacio Rubio Mañé, Introducción al estudio de los virreyes de
Nueva España (1535-1 746), Universidad Autónoma de México, México, 1955, pp.206-208. 44 Al-Müsili, An Arab Joumey to Colonial Spanish America, p.41 .
una exageración, o bien un error del copista posterior. Refiere también que hay bebidas. Al-Mawsili afirma luego que Lima era una ciudad muy cara para vivir Y
cuatro conventos de monjas que atienden a los pobres, en especial huérfanos, aporta asimismo un dato curioso: un pollo costaba una piastra y media47 Estas
viudas e indigentes. Dos bajo el nombre de San Juan que trata a los enfermos, informaciones nos sirven para conocer algo de los precios de la época y para la
esto es, extraños y pobres y un hospital grande con el nombre del rey. Esto último reconstrucción de la historia social.
debido a que el monarca pagaba todos sus gastos. (Tampoco aporta el nombre
del rey). Luego afirma que este hospital se llamaba San Andrés, lo cual parece Al-Mawsili nos cuenta que en una oportunidad lo llevaron al Cabildo Eclesiástico
una contradicción con el dato anterior en que sostiene que tenía el nombre del y lo ubicaron en el área donde se sientan los sacerdotes y el obispo. Esto consti
rey de España. La referencia a San Andrés podría deberse entonces no al nom tuyó para él un gran honor, y fue aún mayor cuando le solicitaron que celebrara
bre del hospital, sino al santo al que estaba dedicado, pues ya desde la época misa en el rito caldeo, lo que él hizo y en la lengua siríaca. Asegura que todos es
del quinto virrey del Perú, Francisco de Toledo, la documentación se refiere al tuvieron muy complacidos de oír esa misa. Al día siguiente tuvieron una reunión
hospital San Andrés, sin mención a ningún monarca El mismo virrey Toledo or entre sí los miembros del Cabildo Eclesiástico y le enviaron 1000 piastras. Mu
denó a la ciudad de Lima a pagar 200 pesos de salario para un médico en ese chas otras iglesias y monasterios le otorgaron diversos regalos, al punto que llegó
hospital. 45 Finalmente del relato de al-Mawsili se infiere que faltó la descripción a disponer de un carruaje con cuatro mulas y un esclavo negro como sirviente.
de uno de los monasterios de monjas que el autor no explica, quizá por algún Estos detalles son asimismo relevantes para la reconstrucción de la historia so
olvido involuntario. cial de la época colonial de América.
Muchos de los sacerdotes de Lima lo invitaron a oficiar misa en sus monaste Un asunto importante que al-Mawsili menciona es que con frecuencia en el viaje
rios e iglesias y fueron muy amables con él, tal como lo contiene su narración.46 de una villa a otra o de una ciudad a otra, él lograba hacer los contactos para
Al-Mawsili dice que permaneció en Lima por un año y se quedó en la casa del quedarse con conocidos, con amigos o bien en los monasterios de las diferentes
inquisidor, don Juan Bautista de la Cantera, de quien ya hemos manifestado que órdenes religiosas. Por ejemplo, en la villa de Huancavélica se quedó en la resi
no era el inquisidor y que quizá más bien ocupaba un puesto de menor rango dencia de los jesuitas. Nos cuenta asimismo que a veces tanto las autoridades
dentro del Santo Oficio. Nos informa que este hombre era un santo, que lo in civiles como las autoridades eclesiásticas, o bien los superiores de las órdenes
vitó a todo y que no quería que gastara nada de su dinero ni en comidas ni en religiosas competían entre sí para otorgarle alojamiento a al-Mawsili y para aten
derlo en todas sus necesidades. Esto probablemente se debía a que sabían los
buenos contactos que tenía en la corte española y en el Vaticano, así como que
45 Zimmennan, Francisco de Toledo, fifth uiceroy of Pero (1569·1581), p.24 1 . El virrey Toledo
era portador de cartas de presentación del papa y de la reina regente Mariana.
también estableció hospitales en Cuzco, Potosi y Chuquisaca. Para mayores delalles sobre el
hospital en Potosi, véase: Comisión Conmemorativa del V Centenario del Descubrimiento de
América, Francisco de Toledo. Disposiciones Gubernativas para el Virreinato del Perú (1575- Como parte de su experiencia durante su visita al Perú, al-Mawsili visitó una mina
1580), Escuela de Estudios Hispano-Americanos, Consejo Superior de Investigaciones Científi
de mercurio.48 Describió la forma en que primero extraen rocas de la mina y
cas, Monte de Piedad y Caja de Ahorros de Sevilla, Sevilla, 1989, Vol. 11, pp.1 1-1 8. Al virrey en esta
ordenanza sobre el hospital en Potosí le preocupaba el hecho de que los indios enfermos re luego en otro edificio las colocan en recipientes especiales. Al calentar después
husaban ir al hospital y que preferian los remedios caseros. Por ello dispuso: " ... que por cuanto
los indios generalmente aborrecen el ir a ser curados en los dichos hospitales y antes apelecen
el poco regalo y cura que llenen en sus casas que ir a tener el bueno en el dicho hospital y si 47 Al-MQsili, An Arab Joumey to Colonial Spanish America, p.42.
no hubiese personas que tuviesen a cargo el hacerlos llevar al dicho hospital y avisar al médico
y cirujano de los que están enfermos en las rancherfas no se podrfa conseguir el efecto que se 48 Para mayores detalles sobre las minas de mercurio en la villa de Huancavéllca, véase: Arthur
prelende de que los susodichos los visiten y curen y se les provea de lo necesario y se traigan al Whilaker, 11re Huancauélica Mercury Mines, Cambridge, Massachuselts, 1 94 1 , passim, en espe
dicho hospital cuando fuere necesario y conveniente, por tanto ordeno y mando que en cada cial pp.89 ss. Véase también: Clarence Haring, El Imperio Hispdnico en América, Solar/Hachelle,
parroquia de las que hay en esla Villa señale el Corregidor, médico y sacerdote de las dichas Buenos Aires, 1966, passim, en especial pp.268-274. También: Comisión Conmemorativa del
parroquias, un alguacil que lenga cuenta de saber los indios que hubiere enfermos para dar V Centenario del Descubrimiento de América, Francisco de Toledo. Disposiciones Gubemati
aviso al dicho médico y cirujano y de las casas y lugares donde eslán cuando fueren a visitar las uas para el V'ureinato delPerú (1569-1574), Escuela de Estudios Hispano-Americanos y Consejo
dichas parroquias y rancherfas y que lleven al dicho hospital los enfermos que el dicho médico Superior de Investigaciones Cientfficas, Sevilla, 1986, Vol. l, pp.77-100. Véase también: Zimmer
y cirujano les mandaren y por el lrabajo y ocupación que han de tener en lo susodicho se les man, Francisco de Toledo, fiflh uiceroy ofPero (1569-1581), p.93. Es oportuno indicar que a los
señala a cada uno veinte y cuatro pesos de plata corriente cada año, los cuales se les han de indigenas se les obligaba a lrabajar la plata al !'rente de las puertas de sus casas y no en secreto,
pagar de la caja de los granos del medio peso que se aplica para el dicho hospital, que han de con el propósito de corroborar que no estuvieran los joyeros trabajando plata que no hubiera
pagar los indios que vienen a este asiento como está dicho". (p.18) Es factible imaginar que las pagado la tasa por la acuñación. Para mayores detalles véase al respecto: A. Montesinos, Ana/es
mismas disposiciones se aplicarfan para otras localidades del virreinato. del Perú, Madrid, 1906, Vol. JI, passim, en especial pp.31-32. También: Zimmerman, Francisco de
Toledo, fifth uiceroy ofPero (1569-1581), p.94. Marcos Jiménez de la Espada, Relaciones Geográ
46 Al-Musili, An Arab Joumey to Colonial Spanish America, p.42. ficas de las Indias, Madrid, 1 89 1-1897 (originalmente publicadas en 1 57 1 ), Vol. l, p.1 1 4.
50 Dos manns equivalen a un ratl, lo que es hoy dfa aproximadamente 1 1 libras sirias o 15.75 libras dejaban caer desde esa altura al agua y que nadara hasta la orilla. Nuestro viajero
egipcias, según apunta Caesar Farah, traductor de la obra de al-Mawsili. también nos informa que si algún indio caía al agua, lograba salir, pues los indios
51 Para mayores detalles sobre el monopolio estatal del mercurio véase: Stanley Stein y Barbara saben nadar.58 En esa ruta al-Mawsili vio muchos animales como caballos, mulas,
Stein, la Herencia Colonial de América latina, Edil. Siglo XXI, México, 1973, p.33. Haring, El lm· llamas, burros, que viven en esas montañas. Es oportuno indicar que probable
perlo Hispánico en América, p.268. Para la explotación del mercurio en las zonas de Huamanga,
mente esos animales pertenecían a algún propietario español de aquellas tierras,
ya desde la época del quinto virrey de Perú, Francisco de Toledo, se establecieron asentamien
tos de indígenas con ese propósito. El virrey Francisco de Toledo ordenó que en el distrito de aunque esto al-Mawsili no lo menciona. Describe también la existencia de las
Huamanga se asentaran 35.000 indígenas en las cercanras de Gasea en 252 villas. Como las
villas eran muy numerosas y muy pequeñas el virrey ordenó que se asentaran los indígenas en
poblados más grandes. Al respecto véase: Jiménez de la Espada, Relaciones Geográficas de los
Indias, Vol. 1, p.96. 55 Para más información véase: Medina, Historia del Tribunal de la Inquisición de lima (156!J.
1820), Vol. 11, p. 166. Medina asegura que Cristóbal de Castilla y Zamora era hijo natural de Felipe
52 Al-Míisili, An Arab Joumey to Colonial Spanish America, p.45.
IV. Véase también: Al-Míisili, An Arab Joumey to Colonial Spanish America, p.46.
53 Sobre Huamanga véase: M. Paz Soldán, Geografla del Perú, París, 1862, Vol. 1, p.358. También:
56 Al·Míisili, An Arab Joumey to Colonial Spanish America, p.46.
Comisión Conmemorativa del V Centenario del Descubrimiento de América, Francisco de Tole
do. Disposiciones Gubernativas para el Virreinato del Perú (1569-1574), Vol. I, pp.65-68; pp.69-72; 57 El Inca Garcilaso de la Vega, en sus Comentarios Reales (Libro V, Capítulo XXX. pp.772-777)
pp.73-76; pp.77-100; pp. 101-1 12; pp. 1 15-1 1 6; pp. 1 2 1-130. también nos explica las dificultades que enfrentaron los conquistadores para cruzar el río Apu
rlmac. Véase también: Wllliam Prescott, Historia de la Conquista del Perú, Talleres Litográficos
54 Acerca de la Importancia de los jesuitas en Huamanga y su destacada labor en la catequización
de Avelar Hnos. Impresores, S.A, México, 1 968, pp.255-256.
e instrucción de los indígenas ya desde la época del quinto virrey del Pero, Francisco de Toledo,
véase: Zimmerman, Francisco de Toledo, lifth viceroy of Pero (J56!J. 1581), pp.91 ss. 58 Al-Müsili, An Arab Joumey to Colonial Spanish America, p.48.
clérigos del poblado. Hay escuelas para los niños españoles y también una es al-Islam. Dirasa Muqarina Bayna Fiqh al-Madhahib al-Sunniyya wa al-Madhhab al-Ja'fari wa
al-Qanun, Bcirut, 1973, passim. Al·Shaykh Nadim Mallah, Huquq al-Mar'a al-Muslima, 'Amman,
cuela construida por la orden de la Compañía de Jesús para la educación de los 1928, passim, en especial pp.8- 15. Al-Hajj Muhammad Ullah, The Muslim Law ofMarriage, Nueva
indígenas. Al-Mawsili decidió hospedarse con los jesuitas a pesar de que tanto Delhl, 1986, pp.i-xvii. 'Ali Hasab Allah, Al-Zawaj ti al-Shari'a a/-lslamiyya, s.l.e., 197 1 , pp.155- 1 8 1 .
Muhammad Sallam Madkur, Al-Islam wa a/-Usra wa al-Mujtama', El Cairo, 1968, pp.86-87. 'Abd
el obispo como el gobernador de la ciudad le invitaban a que se quedara con
al-Ghani 'Abbud, Al·Usra al-Muslima wa al-Usra a/-Mu'asira, El Cairo, 1979, passim, en especial
alguno de ellos. Señala que el gobernador había sido su compañero de viaje pp.74-100. J. Schacht, "Nikah", en Encyclopaedia ofIslam, EJ. Brill, Leiden, 1993, Vol. VIII, pp.26-
de España al Nuevo Mundo y que había hecho amistad con él. Nos informa que 29. Reuben Levy, The Social Structure of Islam, Cambridge University Press, Cambridge, 1957,
passim, en especial pp.91-95. Robertson Smilh, Kinship and Marriage in Early Arabia, Cambridge
cuando este gobernador llegó a Lima se casó con una mujer que le dio 150.000 University Press, Cambridge, 1885, passim, en especial p.100, p.142 y p.279. lbn i-Maqbool, Ma
piastras en efectivo: "como es costumbre en los países cristianos que la mujer le trimonial Law ofIslam, Lahore, s.f.e., passim, en especial pp.12-14.
dé al hombre efectivo, de acuerdo con sus medios y estatus honorable".62 Esto lo 64 Al-Mtlsili, An Arab Joumey to Colonial Spanish America, p.51.
describe con alguna sorpresa, pues al-Mawsili, procedente de las tierras árabes,
65 Véase: Medina, Historia del Tribunal de la Inquisición de Lima (1569-1820), Vol. 11, p. 1 59. Tam
bién conviene recordar que ya desde la época del virrey Francisco de Toledo se dieron orde
nanzas sobre la coca, luego de ordenar un estudio sobre los beneficios y sobre los daños que
59 Al-Mtlsili, An Arab Joumey to Colonial Spanish America, p.48. acarrea su consumo. Para mayores detalles véase: Comisión Conmemorativa del V Centenario
del Descubrimiento de América, Francisco de Toledo. Disposiciones Gubernativas para el V"urei
60 Para mayores detalles véase: D'Allroy, Los Incas, pp.34 1-368.
nato del Perú (1575-1580), Vol. 11, pp.1 75-201 y Vol. 11, pp.303-308.
61 Al-Mfisili, An Arab Joumey to Colonial Spanish America, p.49.
66 Para mayores detalles, véase: Medina, Historia del Tribunal de la Inquisición de Lima (1569-
62 Al-Musili, An Arab Joumey to Colonial Spanish America, p.50. 1820), Vol. U, p. 159.
69 Véanse: 'lzz al·Dln lbn al-Alhir, Al·Kamil fi al-Ta'rikll, editado por CJ. Tomberg, E.J. Brill, Lei
den, 1869 (reimpresión Beirul, 1965), Vol. X. p.190. Amin Maaluf, 1he Crosades 1hrough Arab
eyes, New York, 1985, pp.37 ss. Francesco Gabrieli, Arab Historians of the Crosades, University 70 Al-Müsili, An Arab Journey to Colonial Spanish America, p.53.
or California Press, Berkeley, Los Angeles, 1984, passim, en especial pp.9-10. Ellzabelh Hallam,
Chronicles olthe Crosades, Weindenfeld, & Nlcolson. New York, 1989, pp.85-86. 71 AJ-Müsili, An Arab Joumey to Colonial Spanish America, p.53.
De Oruro viajó a Potosí. En una villa anterior a Potosí tuvo una peripecia, que re
lata en su viaje. Pagó por adelantado a un indio el alquiler de las mulas y le indicó
que las tuviera listas al día siguiente a fin de continuar su travesía. Sin embargo,
el indio no llegó a la hora convenida. Luego de esperar por algunas horas, al
Mawsili mandó a buscar al indio, al que trajeron ante su presencia. Lo interrogó
en español y el indígena, que estaba borracho, como asegura nuestro viajero en
Figura l. Campesino inca. Tomado de Richard Konetzke,
su libro, le contestaba en su propia lengua. Al-Mawsili ordenó que lo amarraran la Época Colonial, EditoriaJ Siglo XXI, Madrid, 1 97 1 , p. 330.
a un poste y que lo azotaran. Después del primer latigazo el indígena habló en
79 Medina, Historia del Tn"buna/ de la Inquisición de lima (1569-JlrlO), Vol. 11, p.158.
Estas descripciones nos llevan a la reílexión. Por una parte, según el relato, el
indígena no iba a cumplir con su palabra y probablemente iba a robarse el dine
ro que había recibido por adelantado. Por otra parte, el hecho de que estuviera
borracho puede interpretarse de varias formas, como por ejemplo que el vicio
del alcoholismo pudo haber sido frecuente entre ciertos sectores de la pobla
ción indígena. Por ello el virrey Francisco de Toledo {1569-1581), ya desde tan
temprana época de la administración española del virreinato del Perú, prohibió
en sus Ordenanzas que Jos pulperos vendieran vino a los esclavos negros, a los
mestizos y a los indios, con el propósito de:
No hay duda de que aunque una ordenanza prohibiera ciertas cosas, no quiere
Figura 2. Una escena de la encomienda. decir que siempre se cumpliera al pie de la letra. Quizá también los indígenas
Tomado de Richard Konetzke, la Época Colonial, p. 331.
80 Para mayores detalles sobre la situación de los indfgenas en Potosf, véase: Comisión Conmemo
.
rativa del V Centenario del Descubrimiento de América, Francisco de Toledo. Disposiciones Gu
bernativas para el Vtneinato del Perú (1569-1574), Vol. 1, pp.245-249. Véase también: Al-Músili,
An Arab Joumey to Colonial Spanish America, p.58
81 Comisión Conmemorativa del V Centenario del Descubrimiento de América, Francisco de Tole
do. Disposiciones Gubernativas para el Vtrreinato del Perú (1575-1580), Vol. ll, p.357.
También explica que en esta ciudad puso en práctica sus conocimientos de me
dicina y curó a la hermana de un sacerdote jesuita y a una monja en uno de los
monasterios. Sin embargo, no explica con exactitud las enfermedades que estas
dos personas padecían. Al-Mawsili cobró tanta fama en esa ciudad por haber cu
rado a las dos erlermas mencionadas, que los habitantes del pueblo le pidieron
que se quedara a vivir con ellos y que estaban dispuestos a pagarle 500 piastras
al año. Sin embargo, nuestro viajero les informó que eso no era posible.
Al-Mawsili asegtoa que de aquí viajó una larga distancia por el norte de Argentina
y llegó a Tucumán, donde los jesuitas asimismo tienen monasterios. El obispo
de la ciudad era su amigo y había sido compañero de viaje de España al Nuevo
Mundo. De nuevo el problema de que no aporta su nombre. Nos informa que
en esas tierras los animales son abundantes, en especial las mulas. Las zonas
montañosas de esa región están habitadas por muchos indígenas paganos, a los
que al-Mawsili teme por su fama de aguerridos. Toda esta región es muy rica, nos
informa, pues en ella abundan las minas de oro, plata y piedras preciosas, pero
en general son vastas regiones poco pobladas. Luego refiere que hay una ciudad
que se llama Santa Fe, en donde se extraen las esmeraldas, pero esto, obviamen
te, es una confusión con Santa Fe de Bogotá.93
El obispado cubre una extensa región de 1 500 millas de tierra y en uno de los
extremos está la ciudad de Buenos Aires. Esta la describe como un puerto que
93 En la descripción que hace fray Pedro Simón de Santa Fe de Bogotá, aparece la referencia al
oro, la plata y las esmeraldas de esta ciudad. Véase: Pedro Simón, "Trátase de las cosas de la
ciudad de Santa Fe", en Melo y Valencia Llano, Reportaje de la Historia de Colombia, p.168.
En la descripción de Santa Fe de Bogotá fray Pedro Simón dice (p.170): "Es gente muy lucida Figura 3. Diego de Almagro y Francisco Pizarro.
en su vestir, asi hombres como mujeres; y aunque suelen haber muertes repentinas, no hay Tomado de Richard Konetzke, la Época Colonial, p. 333.
enfermedades cmtagiosas en esta ciudad salvo cuando pican las viruelas. Las más ordinarias
son reumas, romadizos y dolores de costado, causados de las aguas llovedizas que se beben de
los rfos en los imiemos y de los aires fuertes que corren de ordinario muy furiosos en tiempos
de verano. Tieneen su comarca de veinticinco a treinta mil indios tnbutarios, con todo lo cual y
otras muchas cosas que pudiéramos decir de esta ciudad, si la brevedad nos diera licencia, es
de las mejores y más ilustres repúblicas de estas Indias, pues después de las ciudades de Lima
y México, a ninguna otra reconoce ventajas ni aún igualdad. No tiene otra ciudad ni villa de es
pañoles debajo de su gobierno Inmediato, porque todas las demás del distrito del Nuevo Reino
y de la Audiencia tienen particulares gobernadores y corregidores."
D E LEYES D E LOS REYNOS Más al sur de las tierras que supuestamente visitó nos informa que está Chile, en
DE LAS INDIAS. donde por muchos años los indios paganos estuvieron en guerra contra los españo
MANDADAS IMPRIMIR • Y PVBLICAR les. Al principio los indígenas no tenían caballos ni sabían montar, pero para cuan
FOR. LA MAGESTAD CATOLICA DEL R.EY do al-Mawsili visitó Ja América Colonial se enteró que los indígenas ya poseían un
número de esos animales y eran asimismo buenos jinetes.94 En su descripción nos
DON CAR L O S 11. cuenta que oyó decir que si estos indígenas capturaban a un español lo cocinaban
NVESTRO S E N O R. y se comían su carne. "Con relación a su cabeza la vadan y utilizan el cráneo como
VA DIVI DIDA EN Q.V A T ll O T O M O S, un recipiente del que pueden beber y toman ahí uno de los vinos que producen
con d l adi« gcntul. 'I al princ1p1<1 d C' caJz ·rumo e l Indice
clrccia1«1c>11:1.,;oo,c¡n.:...11i..-.i.:. en su país.ngs Finalmente caracteriza a estos indígenas como desafiantes, feroces
y crueles y que "su oposición a los españoles es el legado de sus padres y abuelos,
TOMO PR I ME R O.
excepto para algunos que huyeron de este país durante la conquista cuando ma
taron a sus reyes y se fueron entonces a habitar en las altas y ásperas montañas."96
Es oportuno recordar la resistencia de los indígenas de Chile, que se opusieron
con fuerza y tenacidad a los invasores españoles. Ya desde los primeros tiempos
de la llegada de los españoles a Chile, éstos describieron su oposición, como lo
hizo el mismo Valdivia en una carta dirigida a Hemando Pizarro, enviada desde La
Serena, en 1545, cuando asegura: "la desvergüenza de los indios que no quisieron
darse a sembrar sino a nos hacer la guerra".97 El mismo Valdivia describió la guerra
y la resistencia de los indígenas de Chile, con las siguientes palabras:
Vinieron sobre nosotros con tan grande alarido e ímpetu que parecía
hundirse la tierra y comenzaron a pelear con nosotros tan reciamente,
que ha treinta años que peleo con diversas naciones de gente e nunca tal
94 La resistencia indfgena de los mapuches, que comandó Lautaro y luego Caupolicán tuvo una
Figura 4. Portada de la Recopilación de Leyes estrecha relación a perder el miedo a los caballos y saber montar. Además, la ronna de derrotar
a los jinetes españoles consistía en golpear primero a los caballos, para que el jinete en el suelo
de los Reynos de las Indias, del Rey Carlos 11.
quedara tan vulnerable como cualquier indígena. Esta rue la estrategia que planificó Lautaro. Al
Tomado de Richard Konetzke, La Época Colonial, p. 1 1 5. respecto véase: Oliva de Coll, la resistencia indfgena ante la Conquista, pp.258 ss. y p.266.
97 Valdlvia, Carta a Hemando de Pizarra, La Serena, 1545, diado por Oliva de Coll, la resistencia
indfgena ante la Conquista, p.256. Para más infonnación sobre la resistencia de los indfgenas de
Chile, pero también de Colombia y otras regiones del continente, véase Ocampo López, Historia
Bdsica de Colombia, pp.82-84.
98 Valdivia, Carta a su apoderado en la Corte, Santiago, 1550, citado por Oliva de Col!, La resisten
cia indígena ante la Conquista, p.256.
99 Al-Musili, An Arob Joumey to Colonial Sponish America, p.65.
El obispo de Lima exiló al virrey depuesto a 600 millas de distancia, pues así lo
había ordenado don Juan de Austria. Según la orden real, a un gobernador o a un
virrey depuesto Jo exilaban a seis millas de distancia de su anterior puesto. En el
caso referido la medida fue extrema. El ex-funcionario se fue al desértico pueblo
de Paita y su esposa y sus sirvientes se retiraron a seis millas de Lima. El mismo
al-Mawsili lo acompañó a El Callao de donde el depuesto virrey se embarcaría
hacia su destino final. AJ-Mawsili entonces fue a hablar con el obispo y Je hizo
ver que los cristianos deben tener piedad y que no debería haberlo exilado a ese
distante pueblo, pues el virrey estaba enferrno y podía morir allá. A esto el obispo
respondió: "Yo estoy muy enojado con su esposa porque ella me maldijo, así que
lo que hice fue vengarme de ella, exilando a su esposo a ese lejano lugar." 1º1
El juez que tuvo a su cargo este asunto, dictó sentencia unos meses después y
mandó a colocar proclamaciones en las paredes de la ciudad declarando que el
juez encontraba al depuesto virrey inocente y libre de toda culpa. Agrega que el
virrey no había cometido ningún acto ilegal. Cuenta nuestro autor que cuando
el obispo se enteró de esta sentencia se entristeció y desgarró sus vestiduras del
dolor que esta situación le causaba. De inmediato le comunicaron estas noticias
al depuesto virrey. Este regresó a Lima, donde lo recibieron muy bien los nobles
y los notables de la ciudad.
100 Véase: García Mercadal, España vista por los extranjeros. Relaciones de viajeros y embajadores.
Siglo XVII, Vol. 111, pp.109-1 10.
1O1 Al-MOsili, An Arab Joumey to Colonial Spanish America, p.67.
Al-Mawsili asegura que en Lima permaneció seis años en espera de que se arregla
ra la situación de su amigo el virrey, pero cuando vio que arribaba un nuevo virrey,
notó que sería muy dificil que a su amigo lo restituyeran en su puesto.102 Todavía
el obispo seguía a cargo de la administración del virreinato. Fue entonces cuando
aJ-Mawsili decidió salir de Perú hacia Panamá, lo que hizo en compañía del ante
rior y depuesto virrey, así como de un número de notables. También viajaban en
ff n
la embarcación un grupo de comerciantes que iban a participar del mercado de la
estación en Panamá Al-Mawsili refiere que se establecía que si llegaban barcos del \1 1,1
Perú a Panamá las riquezas que pertenecían aJ tesoro del rey debían de transpor
tarse por aparte. Si llegaba una embarcación a Portobelo, procedente de España, n
debía de llevarse la carga hacia Panamá. Si llegaba plata a Panamá, debía de trans
portarse hacia Portobelo en mulas. Usualmente se requerían hasta 1 000 mulas.103 ,,
muy caro en el que un pollo cuesta una piastra y media y que una oveja cuesta 11
cinco piastras. Estos son algunos datos importantes de la vida diaria, que nos ,.
u
pueden servir para reconstruir ciertos aspectos de la historia social de la época
colonial en el siglo XVII. Al-Mawsili narra que el viaje por mar era dificil y peli
groso por los fuertes vientos y las corrientes. En una oportunidad debido a esos
fuertes vientos y a las corrientesJa embarcación casi choca contra las piedras o
acantilados de la costa. Lo curioso de este viaje es que no iba directo a Panamá,
sino que tuvieron que hacer escala y esperar en el puerto de Santa Elena a otra
embarcación que provenía de Guayaquil, a fin de poder continuar la travesía.
Esa espera fue de once días, lo que nos prueba lo lento del viaje y las dificultades
para comunicarse de una parte del imperio español a otra. Al-Mawsili nos infor
ma, por ejemplo, que en la travesía de Lima a Guayaquil demoró con las escalas
42 días. En Guayaquil nuestro viajero observó que otra embarcación transportaba
Figura 6. Francisco de Toledo, quinto Virrey del Perú.
un número de soldados españoles para la defensa de los puertos y para rechazar Tomado de Richard Konetzke, la Época Colonial, p. 1 82.
a los piratas que abundan en la zona.
Pocos días después el viento fue propicio y zarparon. Tres días después llegaron
al Golfo Dulce en la actual Costa Rica. Al-Mawsili señala que la razón para este
nombre es porque un río desemboca en el golfo y el agua dulce se mezcla con
la del mar. Ahí se detuvo la embarcación y algunos marineros bajaron a tierra
para abastecerse de agua. Nos informa nuestro viajero que él mismo bajó a la
costa debido al intenso calor y se bañó en el río para refrescarse. Refiere que ese
río tiene solo una yarda de profundidad. El notó que la arena estaba mezclada
con oro, por lo que llamó la atención del capitán del barco, que según afirma al
Mawsili, había nacido en ese país. El capitán le dijo que en muchas otras tierras
se podía encontrar oro en los ríos, pero que en el Golfo Dulce era muy peligroso
que llegaran españoles a esas labores, pues hay muchos indios paganos que
habitan en las montañas y que los podrían atacar. 1 05
Figura 7. Astrolabio árabe, utilizado por Jos navegantes hasta
la Edad Moderna Tomado de El Islam, la Meca y la gran Al-Mawsili agrega que se quedaron tres días ahf y que seis días después llegaron
expansión, Ediciones Rueda, Madrid, 2002, p. 142 . a puerto Caldera Ahf se detuvieron. Él le pidió a los soldados que le llevaran con
chas. Le trajeron nueve de las conchas que él demandó y las abrió y las comió
una a una y en la última encontró una gran perla. Al-Mawsili le indicó al general
que en ese mar había perlas y que él no hacía nada para extraerlas. A esto le
contestó que nadie lo hace por temor a los indios paganos que ahí habitan, que
atacarían a los españoles. A estas descripciones nuestro viajero agrega que estu
vieron un día en ese puerto y que la lluvia era caliente. 1 06
Cinco días después llegaron al Golfo de Papagayo, aunque al-Mawsili afirma que arri
baron a una zona donde hay una montaña que llaman Papagayo. Nos informa que el
viento era tan fuerte que el mástil del barco se quebró en tres partes. Además había
104 Al respecto de esta leyenda de la mencionada isla, al-Mawsili escribió las siguientes líneas: "ellos
bajaron a tierra para traer arena con el propósito de llenar el recipiente en el que cocinaban y de
inmediato abandonaron la isla. Al día siguiente el cocinero iba a preparar los alimentos como de
costumbre. Trató de revolver la arena y se percató de que ésta se habla convertido en una gran
piedra. La sacó de su sitio y descubrió que era una gran pieza de oro. Decidieron regresar a esa
isla, pero no lo consiguieron debido a que no tenían la información precisa de su ubicación, ni
habfan tomado tampoco las medidas de la posición del sol••• Los españoles ya no tienen ni la
inclativa ni la inclinación por buScar esta isla.n (pp.71-72).
105 Sobre la actitud belicosa y agresiva de los indfgenas de esta zona, véase: Ricardo Femández
Guardia, Historia de Costa Rica. Descubrimiento y Conquista, Libreria Alslna, San José, 1933,
Figura 8. Geógrafos, viajeros y comerciantes en el Mundo Islámico, tierras de pp.45-46. Véase también: Al-Mflsili, An Arab Joumey to Colonial Spanish America, p.72.
procedencia de al-Mawsili. Tomado de El Islam, la Meca y la gran expansión, p. 147. 106 Al-Mflsili, An Arab Joumey to Colonial Spanish America, p.73.
Al-Mawsili se encaminó hacia León para visitar al obispo, su amigo, quien ya ha
bía recorrido seis millas de León para ir a recibirlo. Luego se dirigieron a la casa
del prelado, donde al-Mawsili permaneció por ocho días. De la reconstrucción
histórica de estos acontecimientos es factible suponer que al-Mawsili arribó a
Nicaragua hacia 1679 y que el obispo de León fuera el mercedario Andrés de las
Navas ( 1679-1682), pues no es factible que fuera el obispo anterior Alonso Bravo
Laguna (167 1-1674), que estuvo en ese puesto hasta 1674. Luego nuestro viajero
conoció a Alonso Bravo Laguna cuando éste ocupó el puesto de obispo de Chia
pas. Un amigo del obispo, a quien nuestro autor había conocido en Lima, le re
galó una mula y el obispo le hizo el mismo regalo. A los ocho días de su estancia
al-Mawsili visitó otros pueblos, en cuenta El Viejo, donde se encuentra la Iglesia
de Nuestra Señora del Viejo. Afirma que en este pueblo la Virgen ha hecho mu
chos milagros, en especial entre los que viajan por mar. Al-Mawsili había prome
tido a la Virgen que oficiaría misa nueve días seguidos si sobrevivía a la tormenta
en la que el mástil se quebró, como explicó antes, cuando se encontraba en el
Golfo de Papagayo. Permaneció en este pueblo por espacio de diecinueve días
y cumplió con su promesa.
108 Carolyn Hall y Héctor Pérez, Historical Atlas of Central America, University of Oklahoma Press,
Nonnan, 2003, p. 153.
109 Aguslfn Estrada Monroy, Datos para la Historia de la Iglesia en Guatemala, Tipografia Nacional,
1972, Vol. 1, p.53.
1 10 Fray Alonso Ponce, "Relación de las cosas que pasaron al padre Fray Alonso Ponce, Comisario
General en las Provincias de Nueva España", en Revista Conseroadora del Pensamiento Centro
americano, Número 58, julio de 1 965, pp.1-52. Agradezco a mi colega la Dra. Carmela Velázquez
que llamara mi alención sobre esta obra, de la cual también me proporcionó una copla.
A pesar de que el obispo le había advertido sobre los peligros de cruzar cierta
parte del mar en barco, y sobre todo en canoa, al-Mawsili no le hizo caso y se
atrevió a esta travesía en canoa, como 34 parsangs, tal como lo relata en su libro.
El viaje lo realizó en una canoa, que él llama con el término árabe de sanbük.
En el Mar Rojo estas pequeñas embarcaciones son comunes en aguas poco pro
fundas. 1 12 De la narración se infiere que esa travesía que realizó al-Mawsili fue el
Golfo de Fonseca, pues su descripción continúa en tierras del actual El Salvador.
Sin embargo, estuvo primero en el puerto de Amapala, localizado en una isla en
el Golfo de Fonseca. Del puerto de Amapala da una escueta información. 1 1 3 Es
oportuno recordar que los piratas atacaron este puerto en los años 1 682 y 1 683. 1 1 4
En Amapala al-Mawsili conoció a un español que procedía de México y que se
dirigía a Perú. Este español le contó que acababa de vender a un indio su caballo
con todo y montura en dos piastras y media, porque estaba decidido a cruzar por
el mar -se entiende el Golfo de Fonseca-. De Amapala al-Mawsili visitó luego
otras villas y nos informa que en ocho días recorrió una distancia de 40 parsangs
y después continuó su viaje hasta llegar a San Miguel. Visitó muchas otras villas
a lo largo de la ruta hasta alcanzar San Martín y finalmente arribó a San Salvador.
Su descripción de esas villas tiene varios problemas. En primer lugar se dificulta
la iclentifü:élcié>_n de muchas _(je ellªs y por 9tro lado, lo lacónico de sus referen
cias no contribuye a la reconstrucción de la historia de la zona. Sus breves des
cripciones no nos permiten conocer los pobladores, la producción, (excepto por
el añil que menciona después), los asentamientos, las formas de organización
administrativa, la tenencia de la tierra, los impuestos, ni la estructura física de las
edificaciones de esos poblados.
1 1 1 Fray Alonso Ponce, "Relación de las cosas que pasaron al padre Fray Alonso Ponce, Comisario
General en las Provincias de Nueva España", pp. 1 6· 1 7.
115 Sara Herrera Alfara y María Eugenia Rojas Rodríguez, "El añil en Centro América. Siglos XVII·
XVIII", en Revista Estudios, Números 14-15, 1997-1998, pp.4 1-55. Hall y Pérez, Historica/ Atlas of
Central America, pp.160- 1 6 1 . José Antonio Fernández, "Coloring thc World in Bluc. Thc índigo
boom and the Central American Market 1 750-1810", Ph. D. dissertation, The University ofTexas
at Auslin, 1992, passim.
1 17 Juan de Ortega nació en Cartagena, España en 1627. Estudió en Alcalá y luego se trasladó a Méxi
co nombrado inquisidor. En 1 674 recibió el nombramiento de obispo de Durango. Después lo
nombraron obispo de Guatemala, hacia donde se trasladó. Inició su viaje el 15 de noviembre de
1675 y asumió sus funciones como obispo de Guatemala en 1676. Para mayores detalles véase:
Estrada Monroy, Datos para la Historia de la Iglesia en Gua/emala, Vol. 1, pp.335 ss.
1 1 8 Véase: Pedro Simón, "Trátase de las cosas de la ciudad de Santa Fe", en Melo y Valencia Llano,
Reportaje de la Historia de Colombia, p. 165.
J)r
Panamá ( 1 538) Chile ( 1 563- 1 573 y 1 606) 1
( 1 548) 1J
J�
Santa Fe de Bogotá Caracas ( 1 786)
La Plata de los Charcas ( 1 559) Cuzco ( 1 787)
Quito ( 1 563)
Fuentes: Richard Konelzke, la época colonial, Edil. Siglo XXI, Madrid, 1972, p. 1 23. Ciaren
11
fI
p
l¡ i
ce Haring, El Imperio Hispánico en América, Solar/Hachelle, Buenos Aires, 1972, pp.88-94 y
pp. 1 02-J OG. 1\
• . '1
Al-Mawsili continúa su viaje. Describe muy rápidamente las distintas villas por las
que pasa en la ruta hacia San Antonio Suchitepec. Su información es escasa y en
estos poblados no permaneció. Estas villas son solo puntos de referencia, pero
dado que algunas de ellas probablemente ya han desaparecido dificulta mucho
su identificación.121 Lo mismo ocurre para muchas otras de las que transcribe al
árabe sus nombres indígenas. Esta transcripción la hizo lo mejor que pudo y lo
más cercano a lo que oyó.
1 1 9 Al respecto véase: Manuel Rubio Sánchez, El Comercio Terrestre en y entre Centro América,
Guatemala, 1 975, pp.74 ss.
1 20 Rubio Sánchez, El Comercio Terrestre en y entre Centro América, pp. 76 ss. Véase lambién: Rubio
Mañé, Introducción al Estudio de los Virreyes de Nueva España (1535-1 746), p.40 y pp.287-289.
Afirma nuestro viajero que en ese distrito los indios son muy ricos, pues son
dueños del cacao que se usa para hacer el chocolate. También nos informa que
los indios están bien organizados y que han puesto 4000 piastras en garantía, en
caso de que tengan una disputa con el gobernador del distrito o con el sacerdote
de la villa. De esta manera los indígenas tienen entonces un dinero para pagar
los gastos de los trámites legaJes, pero lo hacen en especial de los intereses que
genf!ran esas cantidades que han puesto aparte con tal propósito.122
123 Bartolomé de las Casas refiere que la región de Verapaz, antes de adquirir ese nombre, se lla
maba nena de Guerra, debido a lo belicoso de los indigenas que no aceptaban la autoridad
española ni la evangelización. El mismo Las Casas rue a esos territorios con otros sacerdotes
dominicos a predicar pacificamente la religión cristiana a los indios. Luego del éxito obtenido
por los métodos pacificos, los indios se convirtieron al Cristianismo y la región entera dejó de lla
marse Tierra de Guerra y cambió su nombre por Verapaz. Para mayores detalles véase también:
Hanke,la Lucha por la Justicia en la Conquista de América, pp.201-202. Friede, Bartolomé de los
Cosas: Precursor del Anticolonialismo, passim, en especial el capítulo IV. Marce! Merle y Roberto
Mesa, El Anticoloniolismo Europeo: de las Cosas o Marx, Alianza Editorial, Madrid, 1972, pp.14-
1 5. Marín Guzmán, El Espfritu de Cruzada Español y lo ldeologfa de lo Colonización de América,
passim, en especial pp.125-135.
124 Es dificil determinar si se trata de Alonso Bravo Laguna, que rue obispo de León de 1 671 a 1 674
y que pertenecía a la orden de los franciscanos y que luego fue obispo de Chiapas.
Su viaje continúa entonces por México. De igual forma menciona muchas villas
cuya identificación se toma difícil, en especial las que tenían nombres indíge
nas. Aquellos pueblos con nombres de santos son de más fácil identificación,
como por ejemplo San Juan de la Costa. Al-Mawsili narra que en dirección a
este pueblo hay una montaña donde se esconden unos ladrones que asaltan a
los transeúntes. Al-Mawsili tuvo suerte y nada le ocurrió, sobre todo porque su
amigo, Juan Vetia Linaje, gobernador de otro pueblo vecino, envió dos soldados
para que lo acompañaran y protegieran de cualquier ataque. Después refiere que
pasó por la villa de San Miguel. Tres parsangs de ahí está la villa de San Lucas
y de aquí a tres parsangs se encuentra la ciudad de Oaxaca. 1 25 Nuestro viajero
señala que en esta ciudad rt!side un noble español llamado don Francisco de
Castro, que tenía un hermano en Lima, al servicio del virrey depuesto, del que
ya se habló. Al-Mawsili llevaba una carta para el noble residente en Oaxaca, que
le enviaba su hermano desde Lima. Nos cuenta que cuando ya estaba cerca de
la ciudad de Oaxaca envió la carta al noble español, quien entonces salió de la
ciudad a recibirlo, darle la bienvenida y acompañarlo a la ciudad. El noble espa
ñol insistió en que se alojara en una casa que había mandado a preparar para él.
El sacerdote caldeo iraquí nos informa también que el obispo de la ciudad, don
Dionisio, había muerto, por lo que la sede episcopal estaba vacante.126
En su relato sostiene que esta ciudad está llena de lindos y ricos edificios e igle
sias, en especial el monasterio de los dominicos. También hay muchos otros
monasterios, así como hospitales para los enfermos. La catedral es asimismo
muy grande y elegante. Afirma que él tenía en su posesión dinero para los gastos
diarios por la suma de 800 piastras y destinó parte de ese dinero para adquirir
algunas cosas que pensaba llevar de regreso a Iraq.
1 25 Para mayores detalles véase: Manuel Orozco y Berra, Apuntes para la Historia de la Geograffa Mapa 10. Mapa del puerto de El Realejo, siglo XVIII.
en México, México, 1881, passim. Véase también: Eclmundo O'Gorrnan, "Breve Historia de las Tomado de El Cuarto Viaje de Colón, p. 63.
Divisiones Territoriales", en Trabajos Jurídicos de Homenaje a la Escuela Libre de Derecho en su
XXV Aniversario, México, 1 937, Vol. U, passim.
1 26 Al·Müsili, An Arab Joumey to Colonial Spanish America, p.79.
En esta ciudad reside el obispo don Emanuel de Santa Cruz. Al-Mawsili lo carac
teriza como un hombre educado, temeroso de Dios y que disfruta de un ingreso
anual de 8000 piastras. Finalmente nos informa que esa ciudad tiene monaste
rios de todas las órdenes.12ª Ya desde las descripciones de Cristóbal Gutiérrez de
Medina publicada en 1 640 bajo el largo título: Viage de Tierra y Mar, feliz por Mar
y Tierra, que hizo el Excelentísimo Señor Marqués de Vi/lena mi Señor, Yendo por
Virrey y Capitán General de la Nueva España en la Flota que Embió su majestad
y en concreto en la sección sobre el viaje del virrey Marqués de Villena, describe
el poder e influencia de la Iglesia de Puebla cuando dice:
Al-Mawsili refiere que unos días después partió con dirección a la ciudad de
México, que está a una distancia de 24 parsangs de Puebla de los Ángeles. Llegó
a la ciudad de México y se quedó en la casa de un amigo para quien traía una
misiva desde Guatemala. Nos informa también que él portaba una carta del de
Mapa 1 1 . Mapa de Honduras, siglo XVIII. Tomado de El Cuarto Viaje de Colón, p. 65.
puesto virrey de Perú para el virrey de México. Estos virreyes eran parientes. El
128 José Bravo Ugarte, Diócesis y Obispos de la Iglesia Mexicana, I 519-1939, México, 1 94 1 , passim.
129 Cristóbal Gutiérrez de Medina, Viage de Tie"a y Mar, feliz por Mar y Tie"ª· que hizo el Excelen-
tfsimo Señor Marqués de Villena mi Señor, Yendo por Vi"ey y Capitán General de la Nueua Es
paña en la Flota que Embió su majestad, en José llurriaga de la Fuente, Anecdotario de viajeros
extranjeros en México. Siglos XVI-XX, Fondo de Cullura Económica, México, 1 993, p.85.
130 Guliérrez de Medina, Viage de Tierra y Mar, feliz por Mar y Tierra, que hizo el Excelentfsimo Se 132 Rubio Mañé, Introducción al Estudio de los V"meyes de Nueva España (1535-1 746), p.154.
ñor Marqués de Vi/lena mi Señor, Yendo por V'tney y Capitán General de la Nueva España en la
133 Véase: Rubio Mañé, Introducción al Estudio delos Vareyes de Nueva Espana (1535-1746), p.155.
Flota que Embió su majestad, en José lturriaga de la Fuente, Anecdotario de viajeros extranjeros
en México. Siglos XVI-XX, p.86. También la llegada de un virrey y las ceremonias de recibimiento 134 Este arzobispo ocupó el puesto de virrey de Nueva España por espacio de seis años diez meses
las analiza Rubio Mañé, Introducción al Estudio de los V"meyes de Nueva España (1535-1746), y veinticinco días, según recuento de Rublo Mañé, lntroducdón al Estudio de los V"oreyes de
pp.1 15-197. Nueva España (1535-1 746), p.204.
135 Para más infonnación, véanse: Juan Suárez de Peralla, Noticias Históricas de Nueva España, Ma·
drid, 1 878, passim. Vicente Riva Palacio, México a través de los siglos. /J. El Virreinato, México, s.r.e.,
-
passim. Francisco del Paso y Troncoso, "División Territorial de Nueva España en el año 1 636", en -
Anales del Museo Nacional de Arqueotogfa, Historia y Etnologfa, Vol. IV, 1912, passim. e
:s
136 Fray Antonio Vázquez de Espinosa. Descripción de la Nueva España en el siglo XVII, en Compen tlG
dio y Descripción de las Yndias Occidentales, en llurriaga de ta Fuente, Anecdotario de viajeros r;:
extranjeros en México. Siglos XVI-XX, pp.72-73.
Al-Mawsili refiere que es muy difícil describir las iglesias, los bellos edificios y los
palacios que abundan en esta ciudad de tanta riqueza. Nos cuenta que en esta
, - , ·: ciudad hay tres monasterios de los franciscanos, dos de los dominicos, tres mo
nasterios de los agustinos y dos de los monjes mercedarios. También hay hospi
tales para los enfermos y 1 7 monasterios para monjas, asi como un monasterio
para los monjes carmelitas y dos residencias de jesuitas. Señala asimismo que
hay muchas otras iglesias en esta ciudad tan grande.
137 Fray Antonio Vázquez de Espinosa, Descripción de la Nueva España en el siglo XVII, en Compen·
dio y Descripción de las Yndias Occidentales, en llurriaga de la Fuente, Anecdotario de viajeros
extranjeros en México. Siglos XVI-XX, p. 73.
138 El papa Juan Pablo 11 canonizó al indio Juan Diego durante su visita a México en octubre de
2002.
139 Véase: Al-Müsili, An Arab Journey to Colonial Spanish America, p.80. Hoy dia ya no existe ese
puente y de distintas fonnas se ha logrado controlar la inundación de esos terrenos.
1
1
hombre no pudo hacerlo, aduciendo distintas razones, algunas de ellas absurdas,
el virrey mandó a arrestarlo.
AJ-Mawsili también narra que a Veracruz llegaban con alguna frecuencia los pira 1!
tas a saquear el puerto. Nos informa que mientras él estuvo en Veracruz llegaron i
¡
los piratas, a quienes caracteriza como criminales y herejes. Les llama herejes por 1
l
que no eran católicos y practicaban diferentes creencias. Los considera asimismo
gentes diversas. Arribaron en la noche y entraron en la ciudad, debido a que Vera
cruz no tenía una muralla de protección. De inmediato se dirigieron a la casa del ai
CN
gobernador al que secuestraron y mantuvieron como rehén. Después apresaron a ci.
muchos otros, a los que encerraron en la iglesia y colocaron guardias en sus puer o
·!::!
tas para evitar que pudieran escapar. Durante tres días seguidos saquearon iglesias �
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y monasterios y exigieron a los prisioneros que tenían encerrados en la iglesia que
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cargaran todo lo que se habían apropiado y lo llevaran a los barcos que estaban t:s
.!:;!
anclados como a tres cuartos de milla. Los piratas dejaron todo lo que habían ro e:
De estos acontecimientos uno puede inferir que quizá esas acciones de piratería
tenían alguna conexión con el pirata Henry Morgan ( 1 635-1 688), que por esos
1 años había atacado varios puertos en Panamá, Cuba y México.14° Cuando los bar
1 cos españoles llegaron al puerto y planearon atacar a los piratas, éstos huyeron
y la flota española no los pudo alcanzar. De esto se deduce que quizá las naves
! piratas eran más rápidas y ligeras de maniobrar y por ello las embarcaciones
españolas estaban en desventaja en una persecución.
. • · :.
,'l• . . .
Al-Mawsili tenía muchos deseos de regresar a Iraq siguiendo la ruta de México
. .
a las Filipinas y de ahí a China, para finalmente cruzar la India y Persia y llegar a
la antigua Mesopotamia. Si hubiera logrado hacer esta travesía quizá sus contri
buciones al conocimiento y sus percepciones de todos esos pueblos, imperios
y zonas geográficas, hubieran sido de una gran relevancia para la investigación
posterior, pero desgraciadamente no logró seguir esa ruta. Sin embargo, su in
ter�s le llevó a escribir algunas páginas sobre las Filipinas y otras regiones del
imperio español en Asia.
1 40 Para mayores delalles sobre el pirala Henry Morgan, véanse: Hall y Pérez, Historical Atlas of Cen·
Ira/ America, passim, en especial pp.135-137. Ya desde el siglo XVI hubo ataques de piratas en
diversas partes de América, como por ejemplo aquellos dirigidos por Francis Drake a Panamá
en 1572, o los de John Oxenham que saqueó Nombre de Dios en Panamá en 1575. Al respecto
véanse: Montesinos, Anales del Pení, Vol. 11, pp.71 -72. Zimmerman, Francisco de Toledo, fiflh
uiceroy of Peru (1569-1681), pp.244-245.
1 4 1 Para mayores detalles véase: Geoffrey Parker, Felipe 11, Alianza Edilorial, Madrid, 1 984, pp.145·
Figura 14. Santo Domingo en la ciudad de México. Tomado de Crónica de México, p. 29. 146. En relación con ese libro de Fray Gaspar de San Agustín, Parker escribió: "La portada llevaba
un mapa de las islas con el rey y un grupo de conquistadores, a un lado, y un obispo y un grupo
de frailes, al otro", (pp. 1 45-146). Respecto de la conquisla española de las Filipinas, escribió las
siguientes atinadas observaciones: "Las Filipinas habían sido visiladas por Magallanes en 1 520 y
por Loaisa en 1525-1 528. Hubo otro viaje exploratorio en 1564-1 565 bajo el mando del Almirante
Miguel López de Legaspi, que tenía órdenes personales del rey de anexionar las islas a la corona
española pacíficamente y sin derramamiento de sangre. Esta actitud humanitaria se vio sorpren
dentemente recompensada: Legaspi pronto tuvo bajo su conlrol la mayor parte del archipiélago,
con un mfnimo de combates, y hacia 1590 unos quinientos mil filipinos estaban bajo dominio
espai1ol. En 1586 habfa ya noventa y cuatro misioneros en las islas y doscientos setenta y siete
en 1 594; el primer libro impreso en las Filipinas rue un manual sobre el cristianismo escrito en
la principal lengua local (el tagalo), publicado en Manila en 1 593 y pronto rue seguido por una
impresión filipina de la Dottrina Christiana, de Belarmino (Roma, 1 597). En Manila, como en las
capitales americanas, los españoles rundaron tribunales, escuelas y una universidad." (p.146)
1 46 Al-Mllsill, An Arab Joumey to Colonial Spanish America, p.90. 149 Kontezke, La época colonial, pp.45-46.
por ejemplo, el virrey Francisco de Toledo, en sus Ordenanzas estableció, en decía que la mitad del virreinato pertenecía al estamento eclesiástico y por tanto
referencia a Jos caciques: estaba exenta de las leyes del Estado. Así:
Que los caciques no hagan banquetes ni den presentes a los españoles... En 1793 los ingresos reales ascendieron en Perú a 4.500.000 pesos y los
porque de hacer los caciques y principales banquetes a los españoles y réditos del clero a 2.234.944 pesos, o sea casi la mitad de la recaudación
darles presentes se les recrecen gastos y resulta en daño de los indios, fiscal. Según una comprobación oficial de esa misma época, de los 3941
porque les toman sus haciendas para ello, y los dichos caciques se dis edificios de la ciudad de Uma 1135 pertenecían a las iglesias, los conven
traen de lo que son obligados, mando que de aquí adelante se excusen tos y fundaciones piadosas. 153
de los tales gastos, banquetes y presentes, y el Corregidor y por su ausen
cia el sacerdote que los doctrina, tengan cuidado de que así se guarde y No debe sorprendemos que en la descripción de al-Mawsili se note la riqueza y
cumpla, y castigar a los caciques que excedieren de ello.15º las enormes extensiones de tierra y los numerosos conventos e iglesias que te
nían las distintas órdenes religiosas, en especial los jesuitas y según el relato de
Otras prohibiciones que dictaron las autoridades españolas para que los conventos nuestro autor también los dominicos. Debemos recordar, no obstante todo lo
no obtuvieran tantas propiedades, no tuvieron ningún efecto positivo y con frecuen que se viene explicando, que la percepción y distribución de los diezmos daba
cia los monasterios e iglesias siguieron adquiriendo tierras y enriqueciéndose. a la corona un control directo sobre alguna propiedad de la iglesia. Las auto
ridades reales recaudaban el diezmo eclesiástico. Con frecuencia una buena
El Consejo de Indias oyó también las quejas de algunos que afirmaban que las parte de éste era en especie, por lo que esas mismas autoridades debían vigilar
órdenes religiosas continuamente compraban edificios y tierras y que también la subasta de los productos recaudados y después se procedía al reparto del
recibían muchas donaciones de propiedades en numerosos testamentos. Algu diezmo de acuerdo con las leyes de 1 539 y de 1 54 1 , según las cuales el obispo
na gente se quejó de la situación, aduciendo que pronto no tendrían ni ellos ni recibía una cuarta parte; otra cuarta parte se le entrega al deán y al cabildo
sus hijos la posibilidad de adquirir propiedades en las ciudades ni tierras para eclesiástico. La otra mitad se dividía en nueve partes y se distribuía así: cua
cultivar. El rey pasó muchas otras leyes prohibiendo esta situación, pero no lo tro novenos se entregaban para el pago de los párrocos y sus auxiliares. Tres
logró debido a que los monjes se valían de una resolución del Concilio de Trento, novenos se destinaban a la construcción y ornamentación de las iglesias y a
según la cual podían tener posesiones e ingresos para su subsistencia.1s1 los hospitales; se entendía que era por partes iguales. Los otros dos novenos
iban a dar al tesoro real. 154 Es oportuno tener presente que por mucho tiempo
A pesar de los decretos reales, las órdenes religiosas continuaron obteniendo el Estado debió de destinar mucho más de lo que recaudaba del diezmo en la
propiedades y una vez más podemos notar el dicho popular en América de que construcción de iglesias y conventos.
"la ley se acata, pero no se cumple". Para el virreinato del Perú a principios del
siglo XVII la tercera parte de todos Jos edificios y propiedades pertenecían a las Volviendo a los últimos datos que contiene la narración de al-Mawsili, parece
órdenes religiosas.152 Llama la atención sobre las enormes extensiones de tie que después de su visita a Sevilla y el fracaso de recaudar las 2000 piastras que
rra que tuvieron Jos jesuitas en diversas partes de América, sobre todo en las
se le adeudaban, regresó a Cádiz e interpuso una queja. El presidente decidió
misiones en Paraguay y en el norte de Argentina, pero también en Guatemala y que por justicia debían pagársele las 2000 piastras a al-Mawsili, porque sin ese
México. Es posible hacer algunas proyecciones de Jo que pasó un siglo después préstamo el barco probablemente no hubiera podido regresar a España. Una vez
de la visita de nuestro viajero a la América Colonial: la iglesia y los conventos que recaudó su dinero pagó su pasaje en un barco holandés para ir a Roma. En la
conservaban enormes riquezas en tierras y distintas propiedades. De Perú se ciudad eterna le ofreció al papa un candelabro de plata, de extraña manufactura,
valorado en 1 450 piastras, así como cuatro pericos que había traído del Nuevo
Mundo, que en su opinión hablaban como si fueran seres humanos. Los carde
150 Comisión Conmemorativa del V Centenario del Descubrimiento de América, Francisco de Tole· nales estuvieron muy contentos por los regalos y por el apoyo económico que
do. Disposiciones Gubernativas par el V"rrreinato del Perú, Vol. 11, p.245.
daba nuestro viajero a la Propaganda Fide. Al-Mawsili nos informa que ya el papa
1 5 1 Véase: Kontezke, La �poca colonial, p.46. Para mayores delalles sobre el Concilio de Trento,
véase: Ehrhard y Neuss, Historia de la Iglesia, Vol. IV, pp.176-19 1 , en especial p.1 89.
152 Para mayores detalles véase: Femando Armas Medina, "Las propiedades de las órdenes religio
153 Konetzke, La época colonial, p.47.
sas y el problema de los diezmos en el virreinato peruano de la primera mitad del siglo XVII", en
Anuario de Estudios Americanos, Vol. XXIII, 1966, pp.681 -721 . 154 Para más información véase: Konetzke, La época colonial, p.223.
161 Véase: Severo Martínez Peláez, La Patria del Criollo, EDUCA, San José, 1973, pp.143-1 66. 169 No debemos creer que las penurias económicas desaparecieron con el correr de los afios. Antes
bien, se acentuaron con mayor agudeza en los periodos de crisis económica en el siglo XVII y
162 Haring, El Imperio Hispánico en América, p.263. también en el siglo XVIII, tanto en América como en España. Para principios del siglo XVIII Anto
nio Domínguez Ortiz ha demostrado, basado en el precio del pan y en los salarios, estas penurias
163 Real Cédula del 1 de noviembre de 1 591, citado por Konetzke, La época colonial, p.4 1 .
económicas y el hambre general de mucha gente en España. Asf escribió: •el pan a 47 cuartos,
164 Colmenares, Historia Económica y Social de Colombia JI. Popayán una sociedad esclavista, es decir, a cinco reales y medio, cuando el jornal ordinario de un peón era de cinco o seis reales
1680-1800, pp.152-153, escribió las siguientes convincentes palabras que muestran este proceso: y el de un oficial apenas el doble. quiere decir que un trabajador ni siquiera ganaba lo suficiente
li •Aún tratándose de economras agrarias, en las que la tierra era sin duda uno de los factores más para proporcionar pan a su familia. No es extraño que en Triana, barrio popular, murieran 3.361
importantes de producción, la noción sobre los linderos de las propiedades era casi siempre tan personas y muchas más en el resto de la ciudad." Antonio Domfnguez Ortiz, Sociedad y Estado
\I:! vaga que un propiciarlo podfa dedicar una buena parte de su vida a pleitos interminables. Curio en el siglo XVIII Español, Ariel, Barcelona, 1976, pp..3().3 t. Lo que predominó en esa época era el
samente el motivo de los pleitos solfa ser una extensión inconcebible hoy dia como propiedad. hambre y la muerte entre los pobres en muchas ciudades espafiolas. En Sanlúcar de Barrame
Por eso a los simples mojones -que requerían de una mesura- se preferían los accidentes natu· da, por ejemplo, según un historiador, murió la tercera parte de la población. Véase: Fernando
rales del terreno para señalar los linderos. Pero aún la fijeza de estos accidentes no era bastante Guillamas, Historia de Sanlúcar, Madrid, 1858, pp.264 ss. En Sevilla ocurrió una gran tragedia du
para determinar de una manera segura el alcance de las pretensiones en conflicto. La toponimia rante esa hambruna y mucha gente hambrienta acudfa a la Iglesia de Sevilla para obtener algo
podía cambiar, Jos lftulos -en poder de una familia durante generaciones- podfan perderse o de comer como limosna. Un testigo describe los acontecimientos con las siguientes palabras:
surgir Incertidumbres sobre el verdadero nombre de un río o de una montaña." "Hoy, 4 de marzo, la hogaza de pan a cuatro reales. Por las calles caen muertas de hambre las
111. CONCLUSIÓN
Las razones de su visita a la América Colonial no están del todo claras, lo que nos
movió a especular que quizá tuvo el propósito, entre muchos otros, de difundir
los planteamientos de la Propaganda Fide y de explorar para el papado las posi
bilidades de contar con un nuncio en las Indias. BIBLIOGRAFÍA
ido a esas comarcas, como cuestionamos en este ensayo su supuesta visita a Alarcón, M., lámpara de los Príncipes porAbubéquer de Tortorsa, Madrid, 1930-1 93 1 .
Tucumán. lPor qué su afán de inventar y quizá también exagerar su relato? Aun Alvarus Cordubensis, Paulus, lndiculus luminosus, e n Patrologire latinre, editado por J..p.
que la respuesta a esta pregunta no es del todo contundente, es posible inferir, Mlgne, Vol. CXXJ, París, 1880.
no obstante, que deseaba darle mayor realce a su narración abarcando distantes
Anónimo, Akhbar al-Dawla al-'Abbasiyya wa tihi Akhbar al-'Abbas wa Waladihi, editado
comarcas y también exagerando que estaba en contacto y estrecha amistad con
por 'Abd al-'Aziz al-Durri y 'Abd al-Jabbar al-Mutlalibi, Beirut, 1 97 1 .
las máximas autoridades civiles y eclesiásticas, con lo cual su narración se toma
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Elías al-Mawsili. En las cuatro esquinas aparecen César,
Ptolomeo, Mercator y Hondius ......................................................... . 4
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contemporáneo de Elías al-Mawsili .......•.......................................... 5
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Xirau, Ramón, Idea y Querella de la Nueva España, Alianza Editorial, Madrid, 1973.
4. Mapa de Venezuela del Atlas Maior de Joan Blaeu, 1 665,
At-Zabidi, Muhammad Husayn, Al-Haya al-ljtima'iyya wa al-lqtisadiyya ti al-Kufa ti al-Qam
al-Awwal al-Hijri, El Cairo, 1970. contemporáneo de Elfas al-Mawsili ................................................. . 14
110 Roberto Marín Guzmán Un viaje poco conocido: la Visita de Elías al·Maws!ll 111
t o. Mapa del puerto de El Realejo. Siglo XVIII .........................•........••...•
67
ÍNDICE DE ILUSTRACIONES
4. Portada de la Recopilación de
Leyes de los Reynos de las Indias,
del Rey Carlos 11 .. . . .... . . . .. .. .
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112 Roberto Marín Guzmán Un viaje poco conocido: la visita de E lías al-Mawslll 113
1 2. Vista panorámica de la ciudad de Puebla,
según una ilustración más tardía, del siglo XIX .......... . . ............. . . .
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Además ha escrito varios libros entre los que destacan: La Gue1ra Civil en el
Líbano. Análisis del contexto polftico-económico del Medio Oriente ( 1 985), El
Islam: Ideología e Historia ( 1 986) que fue galardonado con el premio Aquilea J.
Echevenia en Historia en 1 986, El Derrumbe del Viejo Orden en Irán. Ensayo His
tórico sobre la Calda de la Dinastía Pahlavi (1925-1979), (1 989), Popular Dimen
sions of the 'Abbasid Revolution. A Case Study of Medieval lslamic Social History
(Cambridge, Massachusetts, 1990), A Century of Palestinian lmmigration into
Central America. A Study of their Economic and Cultural Contributions, (2000),
El Fundamentalismo Islámico en el Medio Oriente Contemporáneo. Análisis de
Casos (2000), Kitab al-Bukhala' (El Libro de los Avaros) de al-Jahiz: fuente para
la historia social del Islam Medieval (México, 200 l ), la Ocupación Militar Israelí
de Cisjordania y Gaza: De la Guen-a de los Seis Dfas a la Declaración de Prin
cipios (1967-1993) (2002). Es coautor con Zidane Zéraoui de: Arab lmmigration
in Mexico in the Nineteenth and Twentieth Centuries. Assimilation and Arab
Heritage (Austin, Texas y Monterrey, México, 2003) y de Árabes y Musulmanes
en Europa. Historia y procesos migratorios (2006).