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SOBRE LOS NEANDERTHALES Y DESINOVANOS, A RAIZ DE QUE

SUS GENES ESTAN EN EL GENOMA DE LA HUMANIDAD ACTUAL.

LOS NEANDERTHALES

Por: Elmer Olortegui

Periodista

Svante Pääbo, el biólogo sueco que ha corroborado científicamente la historia de la

familia humana, ganó el Premio Nobel de Medicina por ello
A través del ADN, ha comprobado, sin lugar a dudas, que el GENOMA actual de nuestra
especie tiene componentes de los genomas de los homínidos extintos, neanderthales y
denisovanos, pues antes de contribuir a su desaparición, asesinándolos, bien que los Homo
sapiens se aparearon de lo lindo con sus mujeres y visceversa.
Asi que, esos supremacistas blancos, esos de la raza o del pueblo elegido, que se dejen de f
sus alardes exclusivistas, pues bien mestizos son como todos los humanos

¿Cuándo fueron descubiertos los neanderthales?

Sus primeros fósiles fueron encontrados en Engis (Bélgica) en 1829 y en Gibraltar, en la
cantera de Forbes, en 1848. Recién se reconoció el significado de estos dos descubrimientos
cuando fue presentado el Neandertal 1.
Este fósil fue hallado en 1856 cerca de Düsseldorf, concretamente en el valle alemán de
Neander, por Johann Karl Fuhlrott, tres años antes de que Charles Darwin publicara “El
origen de las especies”, y fue descrito en 1857 por Hermann Schaaffhausen.
Franz Mayer, para explicar dicho hallazgo, inventó una teoría curiosa: dijo que el esqueleto
pertenecía a un cosaco ruso que perseguía a Napoleón a través de Europa. Explicaba que el
cosaco sufría raquitismo, lo que explicaría la forma arqueada de sus piernas, y que el dolor
del raquitismo le hacía arquear tanto las cejas que le produjeron unos fuertes arcos
supraciliares.
Ocurría una actitud de los estudiosos de tratar de no exponer abiertamente la existencia de
esta especie por su significado y consecuencias contras las creencias religiosas judeo –
cristianas y principalmente contra los intereses de la entonces poderosa curia romana.
En 1864, el arqueólogo William King adscribió todos estos hallazgos a una nueva especie
humana: Homo neanderthalensis, con reticencias de sus colegas.
Lo nombraron Homo neanderthalensis y lo clasificaron como una especie distinta del Homo
sapiens. Pero, ciertos científicos creen que es una subespecie de Homo sapiens y lo llaman
Homo sapiens neanderthalensis.
Sea como fuere, se cree también, según la paleogenética, que las dos especies compartieron
un origen o antecesor común y generaron hibridaciones en Oriente Próximo y Europa
occidental.
Su origen
Los neandertales son descendientes del Homo heidelbergensis europeo.
Su origen data de la Glaciación de Mindel (entre 400,000 y 350,000 años atrás). El avance
del hielo empujó a los H. heidelbergensis a migrar hacia el sur de Europa en grupos aislados
lo que impulsó el surgimiento de una nueva especie de Homo.
Cuando el frío cedió aparecieron grupos con rasgos de los neandertales. Hace entre 230,000
y 200, 000 años, los Homo neanderthalensis tenían suficientes rasgos físicos que los
diferenciaron como una nueva especie.
El genoma completo del neandertal permitió establecer lo siguiente:
• Los sapiens se separaron de los neandertales y de los denisovanos hace 571, 000 años,
mientras que los neandertales y los denisovanos se bifurcaron hace 381,000 años.
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• En la península ibérica hay pruebas de su existencia desde hace unos 230,000 años hasta
hace aproximadamente 28,000 años, como indican estudios recientes.
• Los científicos creen que la población de neandertales fue más o menos constante durante
los 200,000 años que existieron y aumentó a solo unos 7,000 individuos en Europa.
• Sobre la base de sus herramientas de piedra, se estima que su apogeo fue hace unos
100,000 años atrás cuando habitaban la mayor parte de Europa, Oriente Medio y la zona
oeste de las llanuras de Asia Central, aunque hay quienes creen que llegaron hasta las costas
del Pacífico.
Taxonomía
En 1864, William King lo clasificó con nueva especie nombrándolo Homo
neanderthalensis, sobre la base de los restos encontrados en 1856.
En cambio, Bernard Grant Campbell, en su obra Quantitative Taxonomy and Human
Evolution, publicada en 1963, lo clasificó como una subespecie de sapiens y la denominó
Homo sapiens neanderthalensis, debido a su elevada capacidad craneal, equivalente a la del
humano actual. Esto plantea una controversia subsistente.
Los seguidores de Grant afirman que desde su bifurcación a partir del ancestro común, el
neanderthal no tuvo tiempo suficiente para la generación de una nueva especie. Esta opción
se sustenta, además, en la evidencia fósil y genética de hibridación entre las dos poblaciones
y corresponde al criterio propuesto por Ernst Mayr sobre la capacidad de producción de
descendencia viable fértil, para distinguir especies existentes.
Desde la confirmación científica de la existencia de genes neandertales en humanos
modernos, cada vez más científicos consideran a los neandertales como subespecie sapiens
y utilizan la denominación Homo sapiens neanderthalensis.
La tesis de nueva especie tiene como base:
Las diferencias morfológicas entre neandertales y humanos, significativamente mayores que
las variaciones normales entre individuos de la misma especie.
El cuestionamiento a la compatibilidad biológica entre neandertales y humanos, a causa de
la distribución de genes neandertales en el genoma nuclear y la ausencia de genoma
mitocondrial en los humanos modernos, que genera «infertibilidad híbrida» cuando especies
separadas se aparean. Los genes arcaicos presentes en los actuales Homo sapiens puede que
tengan su origen en los ancestros comunes de humanos y neandertales sin que se haya
producido hibridación posterior.
Anatomía
Tenían una anatomía más robusta que el humano moderno, con tórax y cadera anchos,
extremidades cortas, baja estatura (1.65 cms.) y un promedio de 70 Kgs. de peso. El cráneo
se caracteriza por su doble arco superciliar, frente huidiza, la ausencia de mentón y una
capacidad craneal media más grande que la del Homo sapiens. Probablemente tenían un
olfato más desarrollado que el del hombre moderno. Estaban bien adaptados al frío extremo
congruente con la cuarta y última glaciación.
Alimentación
Tenían una ingesta variable, según la región en la que habitaban. Comían carne de caballos,
cérvidos y grandes bóvidos, de mamuts y rinocerontes. Hacia el Mediterráneo consumían
pájaros, tortugas y conejos y frutas. Junto al mar comían moluscos marinos, focas y
delfines. Usaban plantas como remedio contra dolores y enfermedades. En consecuencia,
dominaban distintas y complejas técnicas de caza y de recolección adaptadas al medio en el
que vivían.
Practicaban el canibalismo probablemente como una conducta de ritual, según ha sido
probado en diferentes yacimientos neandertales (Moula-Guercy, Vindija o Goyet). Fósiles
neandertales presentan marcas de corte y de desarticulación realizadas con herramientas de
piedra, así como alteraciones del canal medular para la obtención de médula. Pero hay
distintas explicaciones, según cada yacimiento. Sobre Goyet se habla de canibalismo
gastronómico, es decir era un hábito alimentario más y fue recurrente entre los neandertales.
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También hallaron evidencias de canibalismo ritual en El Sidrón (España), en Combe Grenal

(Francia), en Krapina (Croacia) y en la cueva de Guattari (Italia).
La expectativa de vida de un miembro adulto en un medio ambiente tan extremo, riguroso y
hostil no sobrepasaba los cuarenta años en los hombres y treinta en las mujeres
Lenguaje articulado
Los estudios anatómicos y genéticos señalan que es posible que tuvieran un lenguaje
articulado casi completo o solo podían articular una fonética limitada, debido a la ubicación
de la laringe, más arriba que la del sapiens. Pero, hay una gran polémica entre los
investigadores, que presentan numerosas pruebas que favorecen una u otra postura.
Entre los del lenguaje limitado está el arqueólogo Steven Mithen, de la Universidad de
Reading, quien dice que su comunicación era holística, manipuladora, multimodal, musical
y mimética. Esto ocurrió porque su laringe no había descendido para realizar un lenguaje
articulado.
Por el contrario los del lenguaje completo suponen que el hioides estaba lo suficientemente
y posicionado como para la emisión de fonemas discretos con capacidad simbólica, aunque
de un modo mucho más tosco que en el Homo sapiens. En el ADN de restos neandertales se
encontró una variante del gen FoxP2 relacionado con el habla en H. sapiens, lo cual implica
que, desde el punto de vista genético, estaban capacitados para el lenguaje.
En los últimos años se han encontrado algunos hioides atribuidos a neandertal cuyo estudio,
además de señalar su similitud con el nuestro, indican que esta especie tuvo la capacidad de
desarrollar un lenguaje complejo.
¿Arte?
La producción artística de los neandertales es un gran debate entre Paleoantropólogos y
prehistoriadores. Hay tres puntos de vista: el que niega capacidades artísticas al neandertal;
el que sostiene que solo los neandertales tardíos del Chatelperroniense produjeron arte, y
finalmente, que dice que sí existió arte en el Musteriense, es decir, en prácticamente toda la
existencia neandertal.
Si los neandertales realizaron manifestaciones artísticas en materiales perecederos, como
pieles o madera, estas se perdieron.
La sociedad neanderthal
Estaban organizados como las sociedades de cazadores recolectores nómadas de Homo
sapiens. En la cueva de Shanidar, Kurdistán, se halló el fósil de un individuo viejo que
había sufrido la amputación del antebrazo, lesiones en la pierna derecha, ceguera de un ojo
y una sordera congénita.
Les unían lazos emocionales. Eran altruistas y solidarios: cuidaban de individuos débiles y
enfermos. Pero, no confraternizaban con grupos ajenos al clan y se distribuían el trabajo,
según el sexo.
El Centro de Paleoecología Humana y Origen Evolutivo y del departamento de Arqueología
de la Universidad de York ha determinado que los jóvenes neandertales tenían una mayor
integración dentro del grupo y recibían más amparo.
Herramientas
Sus herramientas líticas y a las que se les asocia, se adscriben a la denominada Cultura
Musteriense, característica del Paleolítico medio. Es llamada así porque fue encontrada por
primera vez en el yacimiento arqueológico Le Moustier, en Francia. Aplicaba la técnica de
talla Levallois, en la cual el núcleo de piedra se preparaba para ir extrayendo lascas
preconcebidas por el tallador, que posteriormente serían retocadas para adecuarse a distintos
usos, con martillos de percusión blandos, de hueso o madera.
Al final de su ciclo usaron herramientas diferentes que se incluyen en la Cultura
Châtelperroniense, que algunos autores atribuyen al Homo sapiens. Los neandertales
colocaban mangos de madera a sus herramientas líticas con brea de abedul desde hace unos
200,000 años. Un estudio de 2019 mostró que la producción de brea de abedul puede ser un
proceso bastante simple, utilizando fuego al aire libre.
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Los neandertales eran omnívoros y explotaban una amplia variedad de alimentos pesqueros,
mariscos, vegetales y otros.
Habitats
Los campamentos neandertales tenían lugares de usos específicos: vida en común,
dormitorio, etc. distribuidos en torno a una hoguera. El fuego controlado era el centro de
gran parte de sus actividades domésticas, desde el asado y cocción de los alimentos hasta el
aprovechamiento de la luz y el calor para fabricar instrumentos.
Un grupo de vida común estaba formado por 5 a 15 individuos que recorrían su territorio.
Es posible que durante las migraciones de animales los grupos se unian en comunidades
más grandes.
El sitio antiguo del uso controlado y continuo del fuego en Europa data de hace 350.000
años, a partir del cual su utilización comienza a extenderse a lo largo del continente hasta
hace unos 100 000 años, donde ya está presente en todos los sitios habitados por
neandertales.
Extinción
Se desconocen las causas precisas de su extinción.
En 2014 Thomas Higham, de la Universidad de Oxford, estableció que los últimos restos
neandertales en Europa databan de 41,000 a 39,000 años (radiocarbono), cuando comenzó
un período de frío intenso en Europa, 5,000 después de la llegada del Homo sapiens.
Los hallazgos de fósiles de los últimos neandertales ocurrieron en:
Cerca de localidad rusa subártica de Byzovaya, donde fueron encontrados fósiles
musterienses (Paleolítico Medio) de hace 34,000 y 31,000 años que corresponderían a
neandertales más tardíos, cuando el sapiens había ocupado casi toda Europa en el
Paleolítico superior.
En el sur de la península ibérica, España y Portugal, fueron ubicados fósiles de unos 28,000
años de antigüedad años aunque las últimas dataciones con ultrafiltración y otras técnicas
marcan una antigüedad en al menos 10 000 años proponiendo como fecha de extinción del
neandertal hace entre 41, 000 y 39,000 años.
No obstante, los investigadores creen que intervinieron los siguientes factores:
• La expansión del Homo sapiens en Eurasia, en su versión Cromagnon, con un componente
de excesiva violencia hacia los individuos varones, por la competencia respecto a los
recursos de subsistencia.
Las variantes de esta hipótesis son: los mataron y exterminaron en combate; les contagiaron
de enfermedades para las cuales carecían de defensa; un estudio publicado en el American
Journal of Physical Anthropology sugiere que los neandertales podrían haberse extinguido a
causa de las enfermedades tropicales transmitidas por seres humanos que emigraron de
África.
Pero, la siguiente investigación contradice esta hipótesis
• Factores demográficos: Una investigación publicada en noviembre de 2019 en la revista
PLOS One refuerza la hipótesis que sostiene que factores demográficos fueron suficientes
para causar la desaparición del Homo neanderthalensis en un lapso de 10,000 años. Estos
factores fueron:
• Vida en grupos pequeños y aislados geográficamente.
• Variaciones en la tasa de nacimientos
• Variaciones en la tasa de muertes
• Alteración de la proporción de sexos.
Sin embargo, según Krist Vaesen, investigador de la Universidad Tecnológica de
Eindhoven, "Eso no descarta completamente que los humanos tuvieran algún papel en la
extinción. No obstante, nuestros modelos sugieren que ese papel podría no haber sido el que
algunos científicos suelen reivindicar. Según esos científicos, los neandertales fueron
superados por una especie más inteligente y numerosa, pero nuestros resultados sugieren
como alternativa más plausible una coexistencia pacífica".
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Los investigadores tuvieron como base datos estadísticos de poblaciones actuales de

cazadores-recolectores como los hadza de Tanzania, los achés de Paraguay, o los !Kung de
Namibia y Bostwana, para simular la evolución de poblaciones neandertales en largos
periodos. Consideraron también el impacto de la endogamia y el llamado efecto Allee: la
reducción del tamaño de la población hace descender la tasa de reproducción al escasear los
individuos.
Según esas estimaciones, si un 25% o menos de las hembras neandertales hubieran dado a
luz (una cifra común en los cazadores-recolectores actuales), eso habría significado la
desaparición de poblaciones de hasta 1.000 individuos.
Los sapiens pudieron haber agravado ciertos factores con una competencia feroz por los
recursos, pero es razonable pensar que la competencia era muy débil, debido a la
distribución geográfica de los neandertales desde el Mar Negro hasta la costa atlántica con
una población era pequeña (70.000).
La conclusión del estudio en PLOS One apoya un trabajo publicado este año por Rosas y
otros investigadores del CSIC, que sostiene que una combinación de factores ecológicos y
demográficos provocó la extinción. Por ejemplo, pruebas realizadas en la cueva de El
Sidrón (Asturias) revelaron una elevada endogamia que habría limitado la viabilidad del
clan: un grupo de 13 individuos padecía hasta 17 anomalías congénitas distribuidas por todo
el esqueleto, todas ellas compartidas por varios miembros.
Por otro lado, en el cerebro de los neandertales se desarrolló más la zona de la visión,
mientras que la parte de conexión social y otras se mantuvieron reducidas. Los sapiens
llegaron superándolos en capacidad de procesamiento de la información en los lóbulos
frontales cerebrales.
Esas diferencias básicas habrían determinado aspectos clave como el tamaño del grupo, la
capacidad de previsión y de conexiones a larga distancia.
El antropólogo de la Universidad de Oxford Robin Dunbar desarrolló en los años 90 la
famosa Teoría del Cerebro Social, en la que demostraba que el tamaño del cerebro es el
principal indicador del tamaño de los grupos sociales en los primates. Cuanto más grande es
el neocórtex (la capa más externa) de la especie, mayor es el número de individuos que
viven en comunidad.
Si los cerebros de los neandertales estaban dedicados a la visión y al movimiento, sus otras
áreas eran pequeñas y esto pudo condenarlos a la desaparición.
Hubo un tiempo en el que diferentes humanidades compartían el planeta.
Además de neandertales y denisovanos, Homo luzonensis, Homo
erectus, Homo naledi y Homo florisiensis coincidieron con los
sapiens en diferentes etapas de la Prehistoria.
• Sucesivos cambios climáticos. El paleobotánico José Carrión, de la Universidad de
Murcia, propone una tesis de extinción por cambio ambiental ligado a los cambios
climáticos.
El neardenthal fue una especie de bosque abierto o sabana (árboles grandes) Con solo sus
lanzas con puntas de la propia madera o de piedra y garrotes cazaban en grupos pequeños
mediante la emboscada. El frío cambio ese entorno a estepario abierto y reemplazó la fauna
con animales grandes (mamuts, bisontes, renos). No había como emboscarlos y sus armas
contundentes y punzantes de corto alcance eran poco eficientes. Los sapiens procedentes de
la estepa asiática se adaptan fácilmente y ya disponen del arco y la flecha. Los superaron
ampliamente.
• Hubo una intensa hibridación. Los sapiens y neandertales se cruzaron sexualmente y estos
últimos fueron asimilados por la nueva especie. Esto resulta de los mapeos de secuencias de
ADN, bastante probable, habiéndose encontrado restos (niño de Lapedo) que parecen ser de
un ejemplar híbrido.
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Con los sapiens: el análisis del genoma nuclear muestra un aporte neandertal al componente
genético del sapiens actual. En los euroasiáticos alcanza entre el 1 y el 5 % de genes
arcaicos por persona. El cruce habría ocurrido en Oriente Medio.
En 2014, la secuencia del genoma completo de un sapiens moderno (El hombre de Ust’-
Ishim), fallecido hace 45 000 años en la actual Siberia, mostró 21 % de ADN neandertal. La
hibridación habría ocurrido hace 50 o 60 mil años. También se ha hallado un fósil de un
posible híbrido: el llamado Niño de Lapedo.
Se calcula que un 20 % del total del genoma neandertal ha sobrevivido en humanos
modernos. El porcentaje es mayor si se examinan solo ciertos genes presentes en la
población humana actual ajena a África, como los de la piel y el pelo y los implicados en
enfermedades como la diabetes tipo 2, la enfermedad de Crohn, el lupus y la cirrosis biliar.
En el caso de los genes involucrados en la pigmentación de la piel, el aporte neandertal
alcanza una frecuencia de hasta un 70 % en europeos, y se considera probable que estos
genes permitieron al sapiens africano adaptarse mejor a latitudes altas.
Un estudio publicado en Science demostró que algunas secuencias genéticas neandertales
aumentan el riesgo de padecer depresión, adicción al tabaco, problemas de coagulación, y
lesiones pre-cancerígenas de la piel.
Por otro lado, también se ha hallado que otros genes neandertales han sufrido una selección
negativa. Por ejemplo, la contribución genética neandertal es muy baja en ciertas regiones
del cromosoma X, así como genes expresados en los testículos. Esta distribución sugiere
que los alelos neandertales causaban infertilidad masculina.
David Reich, coautor del estudio interpreta los resultados como evidencia de que los
humanos y neandertales eran casi «biológicamente incompatibles». No se ha hallado ADN
mitocondrial neandertal en Homo sapiens. Paul Mason y Roger Short proponen tres
posibles explicaciones: el genoma mitocondrial presentaba mutaciones que causaron la
extinción de los individuos que lo heredaban; los descendientes híbridos de madres
neandertales se incorporaron a los grupos neandertales y se extinguieron con ellos; la
descendencia de madre neandertal y padre sapiens era estéril, algo que se ha observado en
otros casos de hibridación entre especies.
A su vez, los estudios del cromosoma “Y” tampoco presentan indicios de mestizaje entre
neandertales y humanos modernos; una hipótesis para explicar este resultado es que algunos
genes presentes en el cromosoma Y neandertal podrían producir una respuesta inmune en
madres humanas que dañaría al feto.
Con los desinovanos
Se estima que el Neandertal y el Homínido de Denísova se separaron hace unos 600, 000 y
744,000 años. Con la secuenciación del genoma del homínido de Denísova, encontrado en
las cuevas de Denísova en la región siberiana de Altái, se ha demostrado que el 17% de su
genoma es ADN Neandertal.
Posteriormente, la secuenciación completa del genoma del ADN de un fragmento de hueso
de 90,000 años, Denisova 11 (Denny), mostró sorprendentemente que pertenecía a un
híbrido cuyo padre era denisovano y cuya madre era neandertal, siendo el primer híbrido de
primera generación jamás hallado. A partir de este mismo fósil se pudo comprobar que el
padre denisovano de Denisova 11 tenía algunos ancestros neandertales de una población
diferente a la de la madre neandertal de Denisova 11, calculándose que se habrían separado
unas 300-600 generaciones antes.
Esto demostraría que estas dos especies se cruzaban más de lo esperado, ya que la
posibilidad de que fuese algo inusual y a la vez encontrar un fósil de primera generación
sería muy baja.
• Una erupción volcánica potente en los Campos Flégreos (Nápoles, Italia) ocurrida hace
unos 39,000 años. La catástrofe produjo una inmensa nube de ceniza que se esparció por
casi toda Europa y parte de Eurasia; las zonas menos afectadas habrían sido las de Europa
occidental, precisamente donde hay indicios de las últimas poblaciones de esta especie.
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