El balón de futbol une vidas y sentimientos.

Al recordar nuestra infancia se nos llena la memoria de muchos recuerdos, que

traen encapsulados sentimientos por causa del balón de futbol, el cual es uno de

los actores principales de nuestra niñez, este objeto tan pequeño que unía a

grupos tan grandes, con un mismo objeto en común "planear un partido de fútbol",

se armaban puertas, estaba todo listo pero faltaba el actor principal era ahí cuando

uno salía uno de los integrantes decía “aja y con qué vamos a jugar, con que

vamos a patear”, entonces de la nada aparecía el jugador menos hábil algunas

veces pasado de peso y que nadie quería tener como integrante de su equipo

pero tenía el tesoro preciado, el cual llegaba con propiedad y decía “como no me

metan al equipo no lo presto”, entonces el más vivo de la cuadra le decía “tu

juegas pero entras de arquero, sino no juegas”, ya todo resuelto se empezaba a

disputar los encuentro, se podía jugar unos minutos o incluso horas, algunas

veces se apostaba en los partidos hasta los bolis y los mayores premios la

gaseosa, cuando no había plata se jugaba a birria, pero no solo este preciado

elemento servía para unir a hacer deporte o motivo de alegría, muchas veces son

raspones, causantes de regaños, destrucciones, cuando se pateaba muy duro y

se partía un vidrio y tristeza al caer en la casa de la vecina mal geniada que en

lugar de devolverlo lo espichaba pero cuando caía donde el vecino gruñón y la mal

geniada, de inmediato surgió una pregunta ¿aja y ahora quien va pedirlo?, todo

esto era terminación de partido y calabaza, calabaza todo el mundo para su casa.