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La técnica Jahara, (ver fig.

17) fue creada por Mario Jahara, de origen Brasileño,


pionero en la investigación de trabajos terapeúticos corporales tanto en el agua como
en la tierra. Sus investigaciones lo llevaron a explorar técnicas orientales como el
Shiatsu, que enseñó durante varios años, y otras occidentales, como la técnica
Alexander, la Eutonía, y sobre todo el Watsu. Después de años de práctica con estas
diferentes disciplinas, Mario Jahara elaboró una síntesis de sus experiencias, creando
un método que se caracteriza por una serie de principios básicos. En Jahara, se usa un
flotador cilíndrico debajo de las rodillas en determinadas maniobras, lo que libera el
brazo y la mano del terapeuta permitiéndole realizar estiramientos y manipulaciones de
diferentes articulaciones, abarcando así la totalidad del cuerpo del paciente.En Jahara,
el trabajo sobre la columna vertebral que produce efectos tanto al nivel físico como al
nivel neurológico, es uno de los ejes de la técnica. En Jahara, el ritmo del trabajo es
lento y constante, permitiendo alcanzar un grado de relajación muy profundoEl agua
infunde a este trabajo sus características, la fluidez, la armonía en los movimientos, el
sostén que permite libertad en los movimientos dando al mismo tiempo seguridad, la
expansión de la columna vertebral y de todas las articulaciones, la intensidad de la
experiencia física y la profundidad de la vivencia emocional del paciente. Se integran
con otras técnicas de rehabilitación para personas con enfermedades neurológicas,
traumatológicas o degenerativas. Las personas con síntomas relacionados con el estrés
se benefician inmediatamente al recibir sesiones de Watsu y de Jahara, tanto física
como psicológicamente, ambos, abren nuevas perspectivas para el cuerpo y el alma.

El terapeuta de esta técnica lleva a cabo una serie de maniobras que van movilizando
el cuerpo, estirándolo suavemente en todas direcciones y dejando que flote. Trabaja
con estos estiramientos, principalmente prestando atención a la columna vertebral, eje
central de nuestro cuerpo, y en especial la zona vertebral, favoreciendo así la alineación
de la columna y aumentando la irrigación del cerebro.

La terapia se basa fundamentalmente en la comprensión de la estructura muscular y el


esqueleto, y en el uso eficiente de las propiedades físicas del agua.

En algunas maniobras se coloca un flotador bajo las rodillas, un cilindro que conseguirá
aliviar las tensiones en la zona lumbar. Ante todo se usa para que nos mantengamos a
flote sin esfuerzo alguno, quedando el terapeuta del Jahara libre para abarcar la
totalidad del cuerpo del paciente.

Se dice que en esta técnica es el agua la que da el masaje, el terapeuta tan sólo da el
impulso…

La técnica Jahara, es una terapia acuática de integración corporal, que se realiza en


piscinas con agua climatizada.

Sus objetivos terapéuticos son múltiples:

En el plano físico, brinda relajación muscular, expansión de la columna vertebral,


alineación de la estructura ósea, mejoría de la circulación de la sangre y de la linfa,
integración y movilización de todo el cuerpo.
En el plano emocional, es eficiente para superar estados de ansiedad, depresión y
miedo – inclusive miedo al agua-, y a través del sostén brindado por el terapeuta y por
el agua, el receptor vivencia una situación de confianza y fluidez que resulta muy
reconfortante. También percibe contención en el abrazo del agua y el contacto con otro
ser humano, lo que permite sanar heridas y traumas de la psique, modificando
esquemas mentales y emocionales.
El agua a temperatura corporal, el silencio y las sensaciones producidas por la
sensación de no-gravedad abren la puerta a la expansión de la conciencia, llevando a
una percepción nueva de la propia identidad. Muchos pacientes describen lo vivido en
una sesión de Jahara como una experiencia profundamente espiritual que conecta con
otras dimensiones y con la esencia del ser.

Los receptores notan los efectos a corto y a largo plazo, y comentan que los beneficios
se hacen sentir de numerosas formas, incluyendo la mejoría de la capacidad de
descansar, la tranquilidad interna, la sensación de liviandad y el alivio de todo tipo de
molestias y dolores.

Una sola sesión puede constituir un punto de giro para el proceso terapéutico de una
persona, y algunos psicólogos trabajan en conjunto con terapeutas de Jahara para
poder ofrecer esta posibilidad a sus pacientes en determinado momento de su terapia.

Cómo se realiza?
El terapeuta sostiene el cuerpo del paciente que flota en el agua, cuidando en particular
la zona cervical con un apoyo cómodo y seguro realizado con su brazo. Dispone
además
de un flotador cilíndrico sosteniendo las dos rodillas. El uso del flotador permite aliviar
las tensiones en la zona lumbar.
El elemento clave es el agua, mientras el rol del terapeuta es cuidar y promover la
expansión y alineación constante del cuerpo del paciente. El trabajo relacionado con
expansión y alineación de la columna vertebral produce efectos a nivel físico y a
neurológico, y es uno de los ejes de esta técnica. El ritmo del trabajo es lento y
constante, permitiendo alcanzar un grado de relajación muy profundo.
Las sensaciones de espacio infinito, amplitud interna y externa, son profundamente
relajantes y liberadoras.
El agua infunde a este trabajo sus características: la fluidez, la armonía en los
movimientos, la constancia en el ritmo, el sostén que permite libertad en los
movimientos dando al mismo tiempo seguridad, la expansión de la columna vertebral y
de todas las articulaciones, la intensidad de la experiencia física y la profundidad de la
vivencia emocional del paciente.

http://www.efisioterapia.net/articulos/leer.php?id_texto=244
Efectos Terapéuticos Conjuntos de Hidroterapia y Fisioterapia en Discopatias
Lumbares
2º certamen de artículos de fisioterapia celebrado en el 2007.

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