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LA HISTORIA DE TU VIDA

FRAGMENTO
Ted Chiang
Traducción de José Rojo

¿E s posible conocer el futuro? No intentar adivinarlo. ¿Es posible co-


nocer lo que va a pasar, con certeza absoluta y detalles específicos?
Alguna vez Gary me explicó que las leyes básicas de la física eran si-
métricas en el tiempo, que no existía una diferencia física entre el pa-
sado y el futuro. Algunos podrían afirmarlo, pero diciendo que sólo se
cumple teóricamente. Concretamente, la mayoría respondería que no,
por el libre albedrío.
Me gusta imaginar la objeción como una fábula de Borges: Conside-
ren a una persona parada junto al Libro del Tiempo, la crónica de todos
los eventos, pasados y por venir. Aunque el texto es un resumen de la edi-
ción completa, es enorme. Con una lupa en mano, ella pasa las delgadí-
simas páginas hasta encontrar la historia de su vida. Encuentra el pa-
saje que la describe hojeando el Libro del Tiempo, y salta a la siguiente
columna, que detalla lo que hará más tarde, ese mismo día; a partir de
la información que lee, apostará cien dólares al caballo Qué Diablos y
multiplicará veinte veces su inversión.
Había pensado hacer eso, pero como le gusta llevar la contraria, de-
cide evitar hacer cualquier apuesta.
Ahí está el problema. El Libro del Tiempo no puede estar equivocado;
este escenario está basado en la premisa de que se otorga conocimien-
to del futuro verdadero, y no de uno posible. Si esto fuera un mito grie-
go, las circunstancias conspirarían para obligarla a ocupar su destino
a pesar de sus mejores esfuerzos, aunque las profecías en los mitos son

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notablemente vagas. El Libro del Tiempo es bas- die lo pudiera leer: el volumen quedaría alo-
tante específico, y no hay manera de obligarla jado en una colección especial, y nadie tiene
a apostar en un caballo de carreras de la for- privilegios para acceder a él.
ma especificada. El resultado es contradicto- La existencia del libre albedrío significa que
rio: el Libro del Tiempo debe estar en lo correc- no podemos conocer el futuro. Y sabemos
to, por definición, pero sin importar lo que el que el libre albedrío existe porque tenemos
libro declare que hará, ella puede tomar otra una experiencia directa de su ejercicio. La
decisión. ¿Cómo se pueden reconciliar ambos voluntad es una parte intrínseca de la con-
hechos? ciencia.
“No se puede” es la respuesta común. Un li- ¿Y si no? ¿Qué pasaría si la experiencia
bro como el Libro del Tiempo es imposible a de conocer el futuro cambiara a la persona?
nivel lógico, precisamente porque su existen- ¿Qué pasaría si provocara un sentimiento
cia resultaría en dicha contradicción. O, sien- de urgencia, un sentimiento de obligación
do generosos, algunos dirían que el Libro del para actuar de la manera que ella sabía que
Tiempo podría existir, siempre y cuando na- lo haría?

Vatslav Nijinsky, sin título [arcos y segmentos: líneas], 1919

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¿Qué pasaría si la experiencia
de conocer el futuro
Me detuve en la oficina de Gary antes de ir
cambiara a la persona?
a casa.
—Suficiente para mí. ¿Quieres comer algo? llorando y manchada de aderezo César, du-
—Claro, espérame un segundo rante la larga espera en la sala de urgencias.
—me contestó. Agarro el platón. Mi movimiento no parece
Apagó su computadora y recogió unos pa- algo que estuviera forzado a hacer. Será tan
peles. Me volteó a ver. urgente como mi fallido intento de detener
—¿Quieres que te prepare una cena en mi el platón antes de que te golpeara; un instin-
casa? to que se siente bien seguir.
—¿Sabes cocinar? —le pregunto. —Necesito un platón como éste.
—Sólo un platillo —contesta—, pero me —¿Ya viste? De algo nos sirvió que nos de-
sale muy bien. tuviéramos en el mercado.
—De acuerdo. Cenemos. —Efectivamente.
—Perfecto, sólo tenemos que comprar al- Nos formamos para pagar nuestras com-
gunos ingredientes. pras.
—No quiero que te preocupes…
—Hay un mercado camino a mi casa, to- Consideren la oración: “El conejo está listo
mará cinco minutos… para comer”. Interpreten conejo como el ob-
Cada quien condujo su carro, yo lo iba si- jeto de comer, y la oración se convierte en un
guiendo. Casi se me pierde al meterse a un es- anuncio de que la comida será servida en cual-
tacionamiento. Era un mercado gourmet no quier momento. Interpreten conejo como el
muy grande, pero lujoso; altos jarrones de co- sujeto de comer y se convierte en una pista,
mida importada compartían los estantes de que bien podría decirle una niña a su mamá
acero inoxidable con utensilios especializados. para convencerla de abrir una bolsa de ali-
—Hay una pescadería aquí junto, podemos mento para conejos. Dos declaraciones muy
pasar por unas almejas —me dijo Gary, des- diferentes; de hecho, es muy probable que
pués de agarrar tomates, ajo, lingüini, y alba- mutuamente excluyentes en la misma casa.
haca fresca. Sin embargo, ambas interpretaciones son vá-
—Suena rico. lidas, sólo el contexto determinará lo que sig-
Pasamos junto a los utensilios de cocina. Mi nifica la oración.
mirada se distrae en los estantes, molinos de Consideren el fenómeno de la luz que se
pimienta, prensas de ajo, pinzas para ensala- encuentra con un volumen de agua en cierto
da, y se detiene en un platón de madera para ángulo, y que viaja a través del líquido con un
ensaladas. ángulo diferente. Explíquenlo diciendo que
Cuando cumplas tres años, jalarás una toa- la diferencia en el índice de refracción provo-
lla de cocina con todo y ese platón de ensala- có que la luz cambiara de ángulo, y uno esta-
das, que caerá sobre tu cabeza. La orilla del rá viendo el mundo tal y como lo hacen los
platón te dejará una cortada en la parte su- humanos. Explíquenlo diciendo que la luz mi-
perior de tu frente que requerirá una peque- nimizó el tiempo necesario para llegar a su
ña puntada. Tu padre y yo te abrazaremos, destino, y uno estará viendo el mundo como

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lo hacen los heptápodos. Dos interpretacio- zas a escalar, y también puedo ver cómo una
nes muy diferentes. roca cede bajo tu pisada. Tu caída te hace pa-
El universo físico es un lenguaje con una sar junto a mí, y yo no puedo mover ni un
gramática perfectamente ambigua. Todo even- músculo. Miro hacia abajo y puedo ver cómo
to físico es una declaración que puede formu- te haces más pequeña rumbo al fondo.
larse de dos maneras completamente distin- Entonces, de repente, estoy en la morgue.
tas, una causal y otra teleológica, ambas válidas, Un ayudante levanta la sábana para descu-
y ninguna descalificable, sin importar la in- brir tu rostro, y me doy cuenta de que tienes
formación del contexto. veinticinco años.
Cuando los ancestros de los humanos y los —¿Estás bien?
heptápodos adquirieron la chispa de la con- Estoy sentada en la cama; había desperta-
ciencia por primera vez, ambos percibían el do a Gray con mis movimientos.
mismo mundo físico, pero formularon sus per- —Estoy bien, un poco confundida. Por un
cepciones de manera diferente; las visiones momento no sabía dónde estaba.
del mundo resultantes fueron producto de esa —Nos podemos quedar en tu casa la próxi-
divergencia. Los humanos habían desarro- ma vez —me dice, medio dormido.
llado un modo secuencial de conciencia, y los —No te preocupes, tu casa está bien —lo
heptápodos uno simultáneo. Nosotros vivía- beso. Nos acurrucamos, mi espalda contra su
mos los eventos en un orden, y percibíamos pecho, y volvemos a dormir.
sus relaciones como causa y efecto. Ellos vi-
vían los eventos simultáneamente, y perci- Cuando tengas tres años y estemos subiendo
bían un propósito bajo todos ellos. Un propó- una empinada escalera en espiral, apretaré
sito que maximizaba o minimizaba. fuertemente tu mano. Tú zafarás la tuya.
—Lo puedo hacer sola —insistirás, y te
Tengo un sueño recurrente sobre tu muerte. alejarás para probarlo y recordaré el sueño.
En el sueño, yo soy la que está escalando —yo, Repetiremos esa escena mil veces duran-
¿te lo puedes imaginar?— y tú tienes tres te tu niñez. Casi puedo creer que, debido a esa
años, y me acompañas en algún tipo de mo- característica tan tuya de llevar la contra, mis
chila que llevo en la espalda. Estamos apenas intentos de protegerte crearán tu amor por la
a unos metros de una saliente donde podre- escalada; primero el gimnasio de jungla en el
mos descansar, pero tú ya no puedes esperar parque, después lo árboles que rodean nues-
a que lleguemos. Intentas salirte de la mo- tra colonia, las paredes en la rocósfera, y al fi-
chila; te ordeno que te detengas, pero por su- nal, paredes de roca en los parques nacionales.
puesto me ignoras. Siento cómo tu peso se
alterna de un lado a otro de la mochila al sa- Terminé el último radical en la oración, bajé
lir de ella. Después, puedo sentir tu pie iz- el gis y me senté en mi escritorio. Me incliné
quierdo sobre mi hombro, y después el dere- hacia atrás y observé la gigantesca oración
cho. Te grito, pero no tengo ninguna mano en Heptápodo B que había escrito y que ocu-
libre para agarrarte. Puedo ver el ondulado paba todo el pizarrón de mi oficina. Incluía
diseño de la suela de tus tenis cuando empie- varias oraciones complejas subordinadas, que

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Spiral Staircase, 2012. Fotografía de Rodrigo Soldon Souza. BY-ND

había logrado integrar de una manera par- la gramática del Heptápodo A: lo que mi men-
ticularmente elegante. te secuencial había percibido como una com-
Al observar una oración como ésta, podía plicación innecesaria, ahora podía verlo como
entender por qué los heptápodos habían de- un intento de otorgar flexibilidad al habla se-
sarrollado un sistema de escritura semasio- cuencial. Como resultado, me era más fácil
gráfico: era ideal para una especie con un modo usar el Heptápodo A, aunque era un sustitu-
de conciencia simultáneo. Para ellos, el habla to pobre del heptápodo B.
era un cuello de botella porque requería que Alguien tocó la puerta. Gary asomó su ca-
una palabra fuera después de la otra secuen- beza.
cialmente. Con la escritura, sin embargo, cada —El coronel Weber llegará en cualquier
trazo en la página era visible de manera simul- momento.
tánea. ¿Por qué constreñir la escritura con una —Correcto —hice una mueca.
camisa de fuerza glotográfica, pidiéndole que Weber venía a participar en una sesión con
sea tan secuencial como el habla? Nunca se Aletas y Frambuesa. Yo iba a ser la traducto-
les hubiera ocurrido. La escritura semasio- ra, un trabajo que detestaba y para el cual no
gráfica naturalmente tomaba ventaja de la estaba entrenada.
bidimensionalidad de la página; en vez de es- Gary entró y cerró la puerta. Me jaló de la
cribir morfemas uno tras otro, ofrecía una silla y me besó.
página completa a la vez. —¿Intentas ponerme de buenas antes de
Y ahora que el Heptápodo B me estaba per- que llegue? —sonreí.
mitiendo aprender un modo de conciencia si- —No, estoy intentando ponerme de bue-
multáneo, entendía las razones que sostenían nas yo.

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La palabra infante deriva
de una palabra en latín que
significa “el que no puede hablar”, cho, no tendrás memoria de satisfacción en el
pero tú serás perfectamente capaz pasado, ni expectativas de alivio en el futuro.
de decir una cosa: “Sufro”. Una vez que empieces a alimentarte, todo se
revertirá, y el mundo será tranquilidad. AHO-
RA es el único momento que podrás percibir;
—No te interesaba hablar con los heptá- vivirás sólo en el tiempo presente. En más de
podos cuando entraste al proyecto, ¿verdad? una manera, es un estado envidiable.
Todo lo que querías era meterme en tu cama.
—Mis intenciones son transparentes para ti. Los heptápodos no son libres ni están prede-
—Más vale que lo creas —le dije mirándo- terminados tal como nosotros entendemos
lo a los ojos. esos conceptos; ni actúan de acuerdo a su vo-
luntad ni son autómatas impotentes. Lo que
Recuerdo que cuando cumplas un mes, me distingue la modalidad de conciencia de los
despertaré y saldré tambaleando de la cama heptápodos no es sólo que sus acciones coin-
para darte de comer a las 2:00 am. Tu habita- ciden con los eventos de la historia, sino que
ción tendrá ese olor a bebé de crema contra también sus motivos coinciden con el propó-
las rozaduras de pañal y talco, con un ligero sito de la historia. Actúan para crear el futu-
toque a amoniaco que sale de la cubeta de los ro, para representar la cronología.
pañales sucios en la esquina. Me recargaré en La libertad no es una ilusión; es perfecta-
tu cuna, te cargaré con todo y tus llantos, y mente real en el contexto de la conciencia se-
me sentaré en una silla mecedora para ama- cuencial. Pero en el contexto de una concien-
mantarte. cia simultánea, la libertad no tiene sentido,
La palabra infante deriva de una palabra en pero tampoco la coerción; simplemente es un
latín que significa “el que no puede hablar”, contexto diferente, ni más ni menos válido que
pero tú serás perfectamente capaz de decir otros. Es como esa famosa ilusión óptica, el di-
una cosa: “Sufro”. Y lo repetirás sin cansarte bujo de una joven elegante, el rostro apartado
ni pensarlo dos veces. Tendré que admirar tu del espectador, o el de una anciana con una
completa devoción a dicho enunciado; cuan- verruga en la nariz, la barbilla apoyada en el
do lloras, te conviertes en la indignación en- pecho. No hay interpretación “correcta”, am-
carnada, y utilizas toda fibra de tu cuerpo bas son perfectamente válidas. Pero no pue-
expresando esa emoción. Es curioso: cuando des ver las dos al mismo tiempo.
estés tranquila, parecerás irradiar luz, y sin De la misma manera, el conocimiento del
alguien pintara un retrato tuyo así, insistiría futuro es incompatible con el libre albedrío.
en que incluyeran ese halo. Pero cuando te Lo que me permite tener libertad de elección
sientas infeliz, te convertirás en un claxon, también me impide conocer el futuro. Y de la
construida sólo para emitir ese ruido, y en- misma manera, ahora que conozco el futuro,
tonces tu retrato podría ser el de una alarma nunca actuaría para impedirlo, y eso incluye
para incendios. decirle a otros lo que sé. Los que conocen el fu-
En ese momento de tu vida, no entenderás turo no hablan de eso. Los que han leído el Li-
ni pasado ni futuro; hasta que te dé mi pe- bro del Tiempo nunca lo admitirán.

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Prendí la videocasetera e inserté el casete de “Bautizo esta nave” o “Te lo prometo” son to-
una sesión del espejo en Fort Worth. Un di- das performativas; el que las enuncia sólo pue-
plomático hablaba con los heptápodos de allá; de realizar el acto diciendo las palabras. Todos
Burghart actuaba como traductor. los asistentes en una boda pueden predecir y
El negociador estaba describiendo las creen- anticipar las palabras “Los pronuncio mari-
cias morales de los humanos, tratando de sen- do y mujer”, pero la ceremonia no es válida
tar bases para explicar el concepto de altruis- sino hasta que el ministro las pronuncia. En
mo. Yo sabía que los heptápodos sabían qué el lenguaje performativo, el decir es el hacer.
sucedería en la conversación, sin embargo, Para los heptápodos, todo el lenguaje es per-
participaban con entusiasmo. formativo. Ellos utilizan el lenguaje para rea-
Si le tuviera que describir esto a alguien que lizar, no informar. Seguro los heptápodos sa-
no supiera, fácilmente me podrían preguntar: ben qué se dirá en cualquier conversación,
si los heptápodos ya saben todo lo que van a pero para que ese conocimiento sea verdade-
decir o escuchar, ¿para qué usar un lenguaje? ro, la conversación tiene que ocurrir.
Es una pregunta razonable. Pero el lenguaje
no sólo sirve para comunicarse; es también
Fragmento de la nouvelle “La historia de tu vida”, en Bef y
una forma de actuar. Pepe Rojo (coords.), 25 minutos en el futuro. Nueva ciencia
ficción norteamericana, Pepe Rojo, Bernardo Fernández, Bef y
De acuerdo con la teoría de los actos de ha- Alberto Chimal (trads.), Almadía, Oaxaca, 2013. Reproducido
bla, enuniaciones como “Estás bajo arresto”, con autorización.

Hansjörg Mayer, [Verde-rosa], 1966. Colección MUAC, UNAM. Donación Amigos del MUAC

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