éPor qué se quiere tanto al Papa?
25.08 111 1098. rhiado en Valeo (hip:ibogperedendigtlconveslopsacenaa hye)
Una de fas cosas que mas me han imoresionado, en a reciente
LIM celebrada en Macrid, ha sido lo mucho que tanta gente
ulere al papa, No me refieo simplemente al entusiasmo
masivo, al respelo, la admiracién, al fervor de los fieles. De
todo e0, por supuesto, ha habido mucho. Pero es que,
ademas, lo que se ha palpado en las miradas y en los rostros,
conlos gritos y en los cantos de muchos do los asistontes ha
sido algo mis hondo, seguramente el sentimiento més intimo y
‘mas profundo que un ser humano puede sentir hacia otro: el
0, el amor sincere.)
Y naturalmente me he preguntado, y me pragunto, es esto el mero contaglo de una
especie de histeria colectiva tan caracteristica en las concentraciones masivas de
gente entusiasmada? Sin duda, algo de eso se ha producido. Pero creo que con echar
mano del contagio de masas, que se puede producir en cualquier espectaculo 0
concentracién masiva de gente, con eso nada mas no explicamos lo que realmente ha
‘ocurrido en Madrid con motivo de la venida del papa. gPor qué?
Porque los cientos de miles de personas, que ha concentrado el papa, no se han reunido:
para asistir a un espectaculo artistico, deportivo 0 de cualquier otfo tipo que se parezca a
‘880. La gente que ha ido a ver al papa no ha ido a divertirse. Ha Ido a oir mensajes,
consignas, mandatos y prohibiciones que no siempre y en todo son precisamente
agradables. El papa les ha dicho a sus oyentes, ya fueran j6venes 0 mayores, clerigos o
laicos, hombres o mujeres, monjas o profesores de universidad, que lo que tienen que hacer
en la vida es aceptar y curmplir lo que les ensefia y les manda la Iglesia. Y bien sabemos que
lo que ensefia la Iglesia es, a veces, dificil de entender. Y lo que manda la Iglesia no
slompre es facil de observar o de cumplilo a rajatabla. Lo que ha dicho el papa, si se toma
‘en serio, si se acepta de buen gusto, si se acoge con carifio y se aplaude con entusiasmo,
‘supone un fenémeno de amor masivo y entusiasta que no resulta facil de explicar, al menos
a primera vista, A no ser que estemos hablando de un imponente espectaculo de hipocresia
colectiva o de una impresionante representacién teatral en la que nadie ha tomado en serio.
| papel que parecia estar representando.
Pero no. No se trata de nada de eso. El papa ha dicho lo que crefa que tenfa que decir, qué
duda cabe! Y el millén y medio de personas, que le han escuchado y aplaudide con
asombroso entusiasmo, han hecho igualmente lo que creian que tenian que hacer. De la
misma manera que, en cualquier portal de la red, como digas cualquier cosa que pueda rozar
€lintocable proceder del papa, ten por seguro que te llueven insultos y amenazas como no
te puedes ni imaginar.
Realmente, .qué pasa con esto del carifo al papa? Se puede cuestionar lo que dijo
Jesucristo en tal o cual pasaje de un evangelio. Te diran que eso es asunto de tedlogos 0 de
‘exegetas. Pero como te atrevas a cuestionar lo que el papa ha dicho en un discurso
cualquiera, preparate para lo que se te viene encima. ,Hasta tal extremo se han
trastomado las cosas, las mentes y la misma religion?
Tadeo esto - dicen los entendidos - tiene una explicacién tan simple como profunda al misma
tiempo. El fondo del asunto esta en el miedo que todos le tenemos a la libertad. Si, es
asi, por més sorprendente que pueda parecer. No nos cansamos de repetir que queremos.ser libres, cuando en realidad lo que mas tememos es ser libres de verdad. Como es bien
‘sabido, la gerialidad de F. Dostoyevsky lo supo formular en su famoso discurso del “Gran
Inquisidor’, en "Los Hermanos Karamazov": ‘no hay ni ha habido jams nada més intolerable
para el hombre y la sociedad que ser libres". Por eso la gente ama apasionadamente al que
les quita de encima el peso insoportable de tener que enfrentarse cada dia y en cada
situacién al sobrecogedor problema de pensar por si mismos, decidir desde ellos mismos,
‘asumir ante cada ser humano la propia responsabilidad, Mucho se ha dicho sobre el “miedo
ala libertad”. Pero nunca llegaremos a tocar el fondo del problema,
Porque, en definitiva, es el problema insondable del ser humano que sélo en el encuentro
con su propia humanidad es donde puede encontrar la trascendencia que todos (quiza sin
saberlo) tanto anhelamos. Benedicto XVI ha censurado a los que quieren “ser como
dioses” decidiendo ellos lo que esté bien y lo que esté mal, Segtin el mito biblico del
Paraiso, esa aspiracién a “ser como Dios en el conocimiento del bien y del mal" (Gen 3, 5)
es la tentacion basica de todo ser humano, La tentacion que se vence, no aspirando a una
presunta “divinidad’, sino encontrando nuestra propia “humanidad”. Lo que conlleva, como
logico, nuestra propia libertad.
El catolicismo es la religién que ha cargado sobre los hombros de un solo hombre, el
Papa, la asombrosa responsabilidad de ir por el mundo fiberando a la gente del peso
insoportable de la libertad de pensar, de decidir y de actuar. Por eso hay tanta gente que
cuando ve a ese hombre lo quiere apasionadamente con un amor sin fin,
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63 comentarios (noe seeded
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