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Libro Rojo de los

Mamíferos de
Colombia
José Vicente Rodriguez-Mahecha, Michael Alberico, Fernando Trujillo
& Jeff Jorgenson

Editores

César Landazábal Mendoza

Ilustraciones
Septiembre de 2006
© Esta obra deberá ser citada de la siguiente manera:
a) Al citar toda la obra: RODRÍGUEZ-M., J. V., M. ALBERICO, F. TRUJILLO & J. J ORGENSON (Eds.).
2006. Libro Rojo de los Mamíferos de Colombia. Serie Libros Rojos de Especies
Amenazadas de Colombia. Conservación Internacional Colombia, Instituto de Ciencias
Naturales – Universidad Nacional de Colombia, Ministerio del Medio Ambiente.
Bogotá, Colombia. 384 pp.

b) Al citar una especie (capítulo): FLOREZ-GONZÁLEZ, L., J. CAPELLA-ALZUELA & P. FALK


FERNÁNDEZ. 2006. Ballena jorobada Megaptera novaeangliae pp. XX En: RODRÍGUEZ-M., J. V., M.
ALBERICO , F. TRUJILLO & J. J ORGENSON (Eds.). 2006. Libro rojo de los Mamíferos de Colombia.
Serie Libros Rojos de Especies Amenazadas de Colombia. Conservación Internacional
Colombia, Ministerio del Medio Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial. Bogotá,
Colombia. Bogotá, Colombia.

ISBN xxxxxxxxx

Palabras clave: Colombia, Libro Rojo Mamíferos, Especies Amenazados, Extinción,


Conservación. In memoriam
Editores Michael Alberico
José Vicente Rodríguez-Mahecha jvrodriguez@conservation.org

Michael Alberico Q.E.P.D.


Fue su pasión por los carros clásicos y la afinidad
Fernando Trujillo Fernando@omacha.org por nuestras comunes preocupaciones por la con-
Jeff Jorgenson jas_jorgenson@yahoo.com servación de la herencia natural de Colombia, la
que alimentó nuestra amistad.
Cartografía y análisis SIG: Andrés González-Hernández & Ramón Hernando Orozco-
Rey (Laboratorio SIG-Conservación Internacional-Colombia).
Pero el amor por su familia, por su trabajo y por
Ilustraciones: César Landazábal, Stephen D. Nash esta tierra fue lo que lo mantuvieron aferrado a
Diseño y diagramación: Andrés González-Hernández
ella.

Mapas solapas: Instituto Alexander von Humboldt. Y en ella perdurará su memoria.

Derechos reservados conforme a la ley. Los textos pueden ser utilizados total o parcial- José Vicente Rodríguez-Maheha
mente citando la fuente.

La producción de esta obra se adelantó con el apoyo de Conservación Internacional,


Fondo para la Acción Ambiental, la Fundación Omacha.

La serie Libros Rojos de Especies Amenazadas de Colombia, es liderada por las siguientes
instituciones:

Impreso en Colombia por Panamericana Formas e Impresos S. A.


Tapirus bairdii Tapirus terrestris

Putumayo y Caquetá); Danta re- (HERSHKOVITZ, 1954; EMMONS &


Danta común volcadora (Risaralda), Cuanta o
Ranta (Sierra Nevada de Santa
FEER, 1997). Un adulto general-
mente puede pesar entre los 150
Marta); Gran bestia (Valle del Si- y 250 kg, con una alzada que al-
bundoy, Cauca). En lenguas indí- canza los 110 cm y una longitud
Tapirus terrestris genas: Héema, jema: Curripaco; Bi- total de cuerpo que llega a 221
chora: Tunebo; ojuó, bupoña/ ojuo cm en las hembras adultas y 204
Orden Perissodactyla - Familia Tapiriidae
buopojá: Piaroa; yap: Puinave; mét- cm en los machos (PADILLA &
Categoría nacional saja: Guahibo; wecu: Cubeo; jema: DOWLER, 1994). Presenta un pel-
Tapirus terrestris columbianus En Peligro Crítico CR Yucuna; na/ku: Tikuna; jíruma: aje corto y ralo de color negrus-
Huitoto; wêkí: Siona; machihouuri: co a café oscuro, siendo más cla-
Categoría Global UICN 2003 Cariona; machijurí: Carijona; vecu: ro en el pecho, cara y frente. Las
Tapirus terrestris Vulnerable VU Yebá Ma-sá, Barasana; mesa: Cun- orejas están ribeteadas de blan-
imia, Guayabero; tie: Muinane; co. Presentan una cresta sagital o
tyooja, fuubahtyooja (del yarumo morrillo bien pronunciada y una
blanco), jafihxu-tyooja (del caimo), trompa o probóscide corta. Al
tsuvahtyooja (del yarumo): Okaima; igual que las otras dos especies
pahuala: Jeberó,Xeberó o Cahua- de danta americanas, están dota-
pana; ama: Wayú; emá: Piapoco; das de tres dedos en las patas
hema: Tariano; eema: Kabiyari: traseras y cuatro en las delante-
vexkë: Desana; he’echú: Yucuna; ji- ras. Los juveniles tienen un dis-
hadima: Huitoto; poory: Yuri; vacha- eño de rayas blancas en los lados
burá: Tunebo; ejué, emá: Achagua; del cuerpo con motas en los mi-
kubi, kuubi: kofán; ukahe: Bora; embros.
metsá: Macaguane, Hitnü; wékí: Ta-
puyo; ahtä: Yuri; varivari: Arhuaco;
varri-varri: Arzario: arari: Yukpa. Distribución
Comentarios taxonómicos T. t. terrestris, (LINNAEUS, 1758) y Brazilian tapir, lowland tapir en in-
Ha sido registrada en bosques
T. t. aenigmaticus (G RAY, 1872). glés; flachlandtapir en alemán.
Tapirus terrestris (L INNAEUS , de tierras bajas hasta los 1500 m
1758) cuya localidad tipo es Per- por lo general, aunque localmente
nambuco, Brasil, es una especie Otros nombres comunes Descripción pueden subir más alla de los 2000
politípica con cuatro subespe- m. Se encuentra desde Colom-
Danta, tapir terrestre, tapir de tie- Tapirus terrestris es más grande
cies reconocidas (P ADILLA & bia y Venezuela en el norte hasta
rras bajas, tapir amazónico, tapir bra- que la danta de páramo (T. pin-
DOWLER, 1994), tres de las cuales el Chaco Argentino en el sur
silero, ( nombres generalizados en chaque), pero más pequeña que la
se encuentran en Colombia; T. t. (BODMER & BROOKS, 1997). En
español). Sacha vaca (sur del país, danta centroamericana (T. bairdii) Colombia se distribuye al oriente
colombianus (HESHK OVITZ, 1954),

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Tapirus terrestris Tapirus terrestris

del río Atrato, pero está ausente ta el bosque seco del chaco en na algunas de las plantas consu- cuando son sorprendidos en su
en la Cordillera Occidental (HER- Paraguay, Bolivia y Argentina, pa- midas son: Spondias spp., Annona hábitat.
SH-KOVITZ, 1954; EMMONS , 1990). sando por los bosques de mata spp., Protium spp., Acalipha spp.,
La danta común es una espe-
T. t. columbianus abarca la planicie atlántica y cerrado en Brasil y las Gustavia spp., Inga spp., Ficus spp.
cie que presenta densidades po-
caribe en los departamentos de sabanas de los llanos en Colom- y Helicostylis spp., con una gran blacionales bajas al ser compara-
Antioquia, Sucre, Magdalena, bia y Venezuela. La presencia de predominancia de frutos de pal-
da con otros ungulados amazó-
Santander, Norte de Santander, ríos es un componente impor- ma como Syagrus spp., Jessenia
nicos: (4,0 ind/10 km2) en la
Cesar y Guajira (H ERSHKOVITZ, tante de su hábitat (PADILLA & spp., Bactris spp., Socratea spp.,
Amazonia peruana (BODMER ,
1954). T. t. terrestris ocupa algun- D OWLER, 1994). Mauritia spp. y Scheelea spp. Al igual
1997) y (2,8 ind /100 km2) en la
os sectores de la Amazonia y los En Colombia esta danta ocu- que otros herbívoros, las dantas Amazonia norte de Colombia
Llanos Orientales, en los depar- frecuentan regularmente lugares
paba una gran variedad de hábi- (SOLANO & VARGAS 1999).
tamentos de Arauca, Meta, Ca- con altas concentraciones de mi-
tats, desde zonas secas como la
sanare, Vichada, Guainía, Gua- nerales denominados ¨salados¨
Guajira, hasta bosques de tierra Situación actual y
viare, mientras que T. t.. aenigmat- (MONTENEGRO, 1999; SOLANO &
firme e inundables en el Amazo-
icus ocupa la porción suroriental VARGAS, 1999). amenazas
nas (BODMER & BROOKS, 1997),
de Colombia en el Amazonas,
siempre en altitudes menores a Los tapires son animales soli- Estudios de monitoreo a lar-
Caquetá, Putumayo y Vaupés.
2000 m y con la presencia agua, tarios salvo hembras con crías o go plazo de densidades y cacería,
No se conocen evidencias de aunque pueden alcanzar local- durante la época de apareamien- así como modelos de crecimiento
simpatría entre la danta común y mente hasta 2.400 m. to (BODMER & BROOKS, 1997). La poblacional en Paraguay, Perú,
T. pinchaque, como sí, con T. bair- duración de la época de gestación Bolivia y Brasil han demostrado
Su hábitat incluye las selvas hi-
dii, al menos en la región del alto grotropofíticas, freatófitas, higro- es aproximadamente trece me- la alta susceptibilidad de esta es-
valle del Río Sinú, departamento ses y en general la camada con- pecie a la cacería y como las co-
fíticas y pluviales del piso térmi-
de Córdoba, que puede exten- siste de un individuo. Tienen un sechas de esta especie no son sos-
co cálido y las laderas selváticas
derse quizás al alto valle del río patrón de comportamiento noc- tenibles (BODMER & BROOKS ,
montañosas.
San Jorge al occidente de la Ser- turno, pero en zonas donde no 1997).
ranía de Abibe en la región de hay intervención humana son ac-
Historia natural La situación actual de la danta
Urabá y la margen derecha del tivos de día. El jaguar (Panthera
responde a cuatro factores im-
río Atrato en los departamentos onca), puma (Puma concolor) y croc-
T. terrestris es una especie her- portantes: una gestación larga,
de Antioquia y Chocó. odilos grandes son sus depreda-
bívora generalista que consume una camada de una sola cría, la
dores principales (P ADILLA &
y dispersa gran variedad de plan- presión de la cacería y la defo-
Hábitat DOWLER , 1994). Su visión en
tas (SALAS & FULLER, 1996) y fru- restación (PADILLA Y DOWLER ,
general es mala, pero tiene buen
tos (BODMER, 1990; OLMOS 1997), 1994); razones por la cual está
Es variado y comprende des- olfato. Suelen ser tímidos en la
especialmente palmas (F RAGOSO extinta en varios sectores de su
de el exuberante bosque naturaleza, pero pueden ser agre-
& H UFFMAN, 2000). En la zona área original. De igual manera ha
amazónico en Colombia, Vene- sivos en defensa de su cría o
norte de la Amazonia colombia- sido un mamífero muy impor-
zuela, Perú, Brasil y Ecuador, has-

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Tapirus terrestris Tapirus terrestris

tante para la caza de subsistencia, T. terrestris en la Orinoquia y critico en los departamentos de la definición de estrategias tales
al menos en áreas selváticas de Amazonia es igualmente presio- Antioquia, Sucre, Magdalena, como el monitoreo participati-
las tierras bajas de América del nada por caza y la destrucción del Santander, Norte de Santander, vo de la biodiversidad para esti-
Sur. El tratamiento que se dá en hábitat. Las localidades más afec- Cesar y Guajira (HERSHKOVITZ, mar la cosecha sostenible por
la legislación colombiana a la caza tadas son sectores circunvecinos 1954); por lo cual se ha ha deci- parte de comunidades indígenas,
de subsistencia constituye un gra- a centros urbanos, carreteras, dido que su categoría de amena- en base a la caracterización actu-
ve problema para la superviven- zonas donde se han establecido za es: En peligro crítico CR de al de las poblaciones de especies
cia de esta especie, pues permite cultivos o ganadería extensiva, y acuerdo a los subcriterios de caza y el potencial de uso de
la extracción continua, sin dis- cursos de ríos importantes para A2cd+3cd las mismas.
criminación alguna en cuanto a el transporte de madera e insu- El área protegida en la región
número de individuos cazados, mos químicos entre otros. Medidas de conservación Caribe donde se encuentran las
sexo, talla, edad, o época del año.
A pesar de ser una especie re- tomadas últimas poblaciones de Tapirus t.
Por este motivo fuera de las áreas
lativamente rara y de difícil ob- colombianus es el Parque Nacional
del sistema de Parques Naciona- Las más importantes poblacio-
servación, su corpulencia y gran Natural Sierra Nevada de Santa
les y reservas equivalentes, donde tamaño hace que este sea una de nes de la especie se encuentran Marta. Las otras dos sub-espe-
la caza no es permitida, la danta protegidas en el Sistema Nacio-
las presas más buscadas por los cies se encuentran en la región de
se halla sometida a caza perma- nal de Areas Protegidas de Co-
cazadores. La carne del tapir es la Amazonia y Orinoquia: En los
nente lo cual unido a la deforest- lombia. Sin embargo no para
usada principalmente para la sub- Parques Naturales de La Paya,
ación, hacen que esta especie haya sistencia y en algunas ocasiones todos los casos existen planes de Amacayacú, Cahuinari, El Tupa-
ido desapareciendo de vastos los excedentes son vendidos en manejo o acciones que efectiva- rro, Sierra de la Macarena, Tini-
sectores del país. Se encuentra mente en el mediano plazo aseg-
los mercados locales. gua, Serranía de Chiribiquete, y
incluida en el Apéndice II de la uren la existencia de poblaciones las Reservas Naturales Nukak y
CITES. La deforestación creciente y la viables para la especie. La pro- Puinawai.
intensa presión de caza afecta di- gresiva presión sobre áreas con
Su principal amenaza es la ca-
rectamente a todas las especies de algún estatus de conservación La especie se encuentra citada
cería, que ha llevado a la especie
tapires y, a esto se suma que son hace que exista una constante ex- en el apendice II de CITES.
a la extinción en muchas local- especies altamente sensibles por
idades. Para Tapirus t. colombianus, tracción selectiva y sin control de
sus características de biología re- los tapires. Adicionalmente está Medidas de conservación
gran parte de su distribución ori-
productiva pues presentan tasas aún en discusión el tamaño mín-
ginal en la planicie de la región propuestas
de reproducción y densidades imo para mantener poblaciones
caribe y valles inter-Andinos se
poblacionales bajas (BODMER, viables de esta especie (Referen- Si las comunidades indígenas,
ha perdido, principalmente por 1997). cia. Tarea de Clara) de campesinos y diferentes usuar-
pérdida de hábitat y cacería. Ac-
Actualmente la subespecie Ta- ios de la biodiversidad dependen
tualmente existen registros para Para algunas áreas protegidas
pirus t. columbianus tiene unas poc- de la fauna silvestre para su biene-
algunos sectores de la Sierra Ne- que se sobreponen con territori-
as poblaciones en la región car- star, el uso de la fauna debe ser
vada de Santa Marta. os indígenas, se ha avanzado en
ibe que podrían estar en peligro sostenible. Para el manejo es re-

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Tapirus terrestris

comendable incorporar el mon- agentes intrínsecos y extrínsecos


itoreo a largo plazo de las po- que las afectan.
blaciones silvestres en áreas
Es de suma importancia esta-
donde es posible mantener los
blecer las áreas mínimas para po-
programas de estudio y blaciones viables. En el largo pla-
seguimiento. Promover la pro-
zo cualquier esfuerzo será insufi-
fundización del conocimiento
ciente frente a la existencia de po-
sobre la ecología de la especie,
blaciones genéticamente inviables
pues es la base para tomar deci-
(S OLANO, 2001).
siones de manejo de las pobla-
ciones y su hábitat. La sobrecaza La restauración de bosques de
en lugares de mayor presión tierras bajas hasta los 1500 m con
debe ser manejada para reducir especies de palmas permitiría la
significativamente la extracción y, recuperación de algunas de las
se pueden implementar contro- poblaciones con bajas densida-
les más estrictos, vedas estacion- des, pero definitivamente, la pro-
ales, programas de educación y tección contra la cacería les per-
procesos comunitarios de mitirá sobrevivir, por lo que se
uso,dependiendo de las condicio- requiere el establecimiento de
nes socioeconómicas y culturales, cuotas y épocas de cacería.
lo que permitiría una recupera- Autores: Emilio Constantino,
ción de las poblaciones de tapi- Diego Lizcano, Olga Montenegro &
res en el mediano plazo para las Clara Solano.
zonas más afectadas. Las estrate-
gias de fuente – sumidero (fuen-
te: áreas de ligera caza o protec-
ción estricta, poblaciones fuente;
sumidero: áreas de caza), deben
ser incluidas en iniciativas de con-
servación en territorios indígenas
y en algunas de las áreas protegi-
das con mayor uso. Este mode-
lo permite disminuir el riesgo de
lo imprevisible en la dinámica de
las poblaciones en cuanto a los

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