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Burbujas especulativas

1.- Tulipomanía
La tulipomanía o “crisis de los tulipanes” es considerada la primera burbuja especulativa masiva de
la historia mundial.
En el siglo XVII se produjo una euforia colectiva por la compra de tulipanes exóticos multicolores
en Holanda. El precio de los bulbos de la flor llegó a niveles tan desorbitados que la gente comenzó
a vender sus casas para conseguirlos, incluso se creó un mercado de ventas a futuro a partir de bulbos
no recolectados. Sin embargo, la escalada de precios encontró su fin, cuando un día 1637, ningún
inversionista quiso comprar.
Sea por que se había agotado el dinero, por el nuevo brote de peste bubónica, o simplemente por
rumores de un eventual colapso, los compradores empezaron a vender desesperados y así se produjo
una estrepitosa caída de los precios.
El pánico financiero se apoderó de los dueños de los bulbos de tulipán y de un segundo a otro, la
economía holandesa se fue a la quiebra.
2.- Burbuja de los Mares del Sur
La compañía de los mares del sur, a sus comienzos del siglo XVIII en Inglaterra, tenía el monopolio
del comercio con las colonias españolas en América Latina.
Esta empresa estableció su primer a ruta comercial hacia la región en 1717 y comenzó a propagar
rumores sobre las maravillas de sus expediciones comerciales que no eran ciertos.
El valor de sus acciones se disparó pasando de 128 libras esterlinas a 1.000 libras esterlinas en apenas
siete meses. Todos querían tener títulos de la empresa; incluso el Parlamento Británico le otorgó a la
firma una extensa línea de crédito para la expansión comercial de sus negocios.
El rápido incremento en el valor de las acciones generó un frenesí especulativo en todo el país, que
se hizo extensivo a la compra de títulos de otras firmas cuyas ganancias reales no eran demostrables.
Pero cuando se empezaron a agotar los recursos económicos de los pequeños ahorristas, la situación
se puso difícil. Y se complicó aún más, cuando los inversionistas empezaron a comprar títulos de la
empresa con dinero prestado por la misa compañía de los mares del sur.
Cuando llegó el momento de pagar las deudas, muchos inversionistas no tenían el dinero suficiente
para hacerlo y comenzaron a vender sus acciones.
Lo que siguió es fácil de predecir: los precios se fueron al suelo, muchos bancos británicos y la
economía se desmoronó.
3.- El crack de 1929
La mayor caída en la historia de Wall Street fue antecedida por un auge especulativo que surgió
durante los años 20 y que llevó a miles de personas a invertir en el mercado bursátil.
Muchos se endeudaron para adquirir más acciones, lo que generó una burbuja que parecía imparable.
Hasta que el jueves 24 de octubre de 1929 se produjo el primer golpe, cuando los títulos se
desmoronaron de un plumazo y el pánico financiero corrió por las calles de Nueva York, y lo peor
estaría por venir. Cuando los inversionistas creían que la situación había tocado fondo, llegó ese
“Lunes Negro” que quedó para siempre marcado en la historia.
La bolsa de Nueva York se desplomó. La imparable fiebre especulativa llego a su fin y, con ella, la
fiesta de los que habían logrado hacer dinero fácil. Quebraron bancos, cerraron empresas y cientos de
miles de personas quedaron en la ruina.
La crisis no solo devastó los cimientos de la economía estadounidense; se hizo extensiva al resto del
mundo y dio paso a la gran depresión.

4.- La caída de las empresas “punto com”


El auge de internet a fines de los años 90 provocó la llamada burbuja de las empresas “punto com”,
cuando el valor de algunas firmas tecnológicas llegó a niveles astronómicos pese a que no tenían
ingresos reales.
Varios emprendedores se hicieron millonarios, y los inversionistas corrieron a adquirir más y más
títulos que supuestamente seguirían incrementando su valor.
Como resultado, cientos de empresas “punto com” fueron valuadas en miles de millones de dólares.
El índice bursátil Nasdaq Composite, donde cotizaba la mayor parte de las firmas tecnológicas, subió
exponencialmente.
Y a pesar de que Alan Greenspan, entonces presidente de la Reserva Federal, advirtió sobre la
“exuberancia irracional” de los precios, el frenesí inversor siguió adelante y la burbuja terminó por
estallar cuando se hizo evidente que muchas de esas compañías no eran rentables.
Así fue como en octubre de 2002 el índice cayó abruptamente y provocó una recesión en Estados
Unidos que tuvo efectos globales.
5.- La crisis de las hipotecas toxicas
La crisis económica mundial sufrida a fines de la década pasada tuvo su origen en las llamadas
hipotecas tóxicas o “subprime”, créditos con altos intereses que entregaban los bancos
estadounidenses a personas que no tenían la solvencia económica para asumir esas deudas.
Las entidades agruparon varios de estos créditos dudosos en productos financieros poco claros que
luego se revendían varias veces en los mercados financieros.
La burbuja estalló cuando los deudores de los créditos no pudieron pagar y los precios de las viviendas
se hundieron, al tiempo que millones de personas perdieron sus casas.
El fenómeno fue acompañado por caída de bolsas, el aumento del desempleo y la desestabilización
del sistema bancario, que quedó representado en la simbólica caída de Lehman Brothers en 2008.
Aunque tuvo su origen en Estados Unidos, los efectos de la crisis se propagaron rápidamente por
varios países, generando desastres financieros en otras economías que no tenían cómo protegerse.
Como si fuera una enfermedad, la crisis de las hipotecas contagió al resto del mundo, convirtiéndose
en una de las mayores burbujas de los últimos años.
6.- La mega burbuja de 2021
Podríamos dedicar mucho tiempo a hablar de la mega burbuja de los años 2020-2021 pero, a fin de
cuentas, se trata de un producto doble de las burbujas.
La burbuja financiera ha sido creada por las políticas acomodativas de los bancos centrales, que
prestan dinero por un tipo muy reducido o incluso positivo. Por ejemplo, los episodios especuladores
provocados por pequeños ahorradores invirtiendo en los “Cheques Biden”.
Las promesas de la revolución digital han sido las responsables de la burbuja tecnológica. Las
empresas consolidadas han visto como se disparaban los precios de sus acciones, mientras que las
start-ups se han beneficiado de inversiones enormes que buscan convertirlas en el próximo unicornio.
La abundancia de dinero ha llevado a la aparición de empresas fantasma conocidas como SPAC por
sus siglas en inglés (Empresa Dirigida Especialmente a la Adquisición).

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