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Consejos de crianza positiva de los hijos

Estas son algunas cosas que usted, como padre, puede hacer para ayudar a
su hijo en esta etapa:

 Demuéstrele afecto. Reconozca sus logros.


 Ayúdelo a desarrollar el sentido de la responsabilidad; por ejemplo,
pídale ayuda con las tareas del hogar, como poner la mesa.
 Hable con su hijo sobre la escuela, los amigos y las cosas que
desearía hacer en el futuro.
 Hable con su hijo sobre el respeto hacia los demás. Anímelo a
ayudar a las personas necesitadas.
 Ayúdelo a establecer metas alcanzables; de esta manera, aprenderá
a sentirse orgulloso de sus logros, y a depender menos de la
aprobación y el reconocimiento de los demás.
 Enséñele a ser paciente; por ejemplo, a esperar su turno y a terminar
una tarea antes de ir a jugar. Anímelo a que piense en las posibles
consecuencias antes de hacer algo.
 Ponga reglas claras y respételas; por ejemplo, establezca por cuánto
tiempo puede ver la televisión y a qué hora tiene que acostarse. Sea
claro acerca de los comportamientos que son aceptables y los que
no lo son.
 Hagan cosas divertidas en familia, como participar en juegos, leer y
asistir a eventos en la comunidad.
 Involúcrese en la escuela de su hijo. Reúnase con los maestros y el
personal escolar para entender sus objetivos de aprendizaje y saber
cómo trabajar juntos para ayudar a su hijo a lograr dichos objetivos.
 Continúe leyéndole a su hijo. A medida que su hijo vaya
aprendiendo a leer, túrnense en la lectura.
 Utilice la disciplina para guiarlo y protegerlo, en lugar de usar
castigos que lo hagan sentirse mal consigo mismo. En vez de
analizar lo que no debe hacer, explíquele lo que sí debe hacer.

 Felicite a su hijo por su buen comportamiento. Es mejor centrarse más


en elogiar las cosas positivas que hace su hijo (“te esforzaste mucho
en resolver esto”) questo”) que en las características que no puede
cambiar (“eres inteligente”).
 Ayude a su hijo a enfrentar nuevos retos. Anímelo a resolver por sí
solo sus problemas, como los desacuerdos con otros niños.
 Motive a su hijo, tanto en la escuela como en la comunidad, a que
participe en actividades de grupo como algún deporte, o a que
aproveche las oportunidades de realizar trabajo voluntario.

La seguridad de los hijos es lo primero

Al tener más independencia y aptitudes físicas, los niños corren más riesgo
de sufrir lesiones por caídas y otros accidentes. Los accidentes
automovilísticos son la causa más común de muerte por lesión accidental
entre los niños de esta edad.

 Proteja a su hijo adecuadamente cuando viaje en automóvil. Encuentre


información más detallada en “Asientos de seguridad para automóvil:
una guía para las familiasexternalicon” de la Academia Estadounidense
de Pediatría.
 Enséñele a su hijo a estar atento al tráfico y a seguir medidas de
seguridad mientras camina hacia la escuela, cuando ande en bicicleta
o cuando juegue afuera.

Pautas de crianza:

 Utilice siempre el diálogo como estrategia para transmitir mensajes. Los


niños entienden explicaciones e instrucciones y responden muy bien a
esta clase de estímulos al estar en continuo aprendizaje.

 Establezca normas básicas de convivencia y buen comportamiento en su


hogar y fuera de él, socialícelas y discútalas con sus hijos.

 Llegue a acuerdos con sus niños y niñas sobre los temas que
generalmente son foco de discordia, esto implica negociar (escuchar,
exponer ideas y llegar a un consenso).

 Si su hijo comete alguna infracción a las normas establecidas pregúntele


porqué lo hizo, qué lo motivó y concilie la sanción que deberá cumplir
por faltar a esa norma. Así entenderá que los actos tienen consecuencias
y requieren reparación.
 Enséñele a participar activamente e Destaca lo bueno. Felicita o reconoce
inmediatamente los logros de tu niño pequeño. Dame los cinco, aplausos, palabras
positivas y afecto son excelentes formas de reconocer su comportamiento positivo.
 Deja en claro las expectativas. Hazle saber qué es lo que esperas. Usa frases como
“primero... y después…” para que las órdenes sean simples. Por ejemplo, si tu niño
pequeño quiere algo dulce antes de terminar la comida, puedes decirle: “Primero
come el brócoli, y después podrás comer una fresa”.
 Ayúdalo con las palabras. A medida que aprenden a hablar, los niños pequeños
suelen tener dificultad para expresar lo que quieren o sienten. Puedes ayudarlos
brindándoles un “guión” con lo que deben decir en determinadas situaciones. Por
ejemplo, si tu niño(a) le quita un juguete a otro niño en el parque, puedes decirle:
“Veo que quieres jugar con eso, pero pregúntale al niño ‘¿puedes prestarme el
juguete, por favor?’”. Esto es algo que puede practicarse en el momento en que tu
niño pequeño necesite las palabras correctas para expresarse.
 Enséñale rutinas. Las rutinas ayudan al niño pequeño, ¡y a ti también!, a transitar
los distintos momentos del día sin inconvenientes.
 Dale tiempo. A menudo los padres esperan que el niño pequeño actúe o responda al
instante, sin embargo este necesita tiempo para procesar y entender, ¡y más aún para
hacer lo que se le pide! Intenta dar una orden a la vez y cuenta mentalmente hasta
diez antes de repetirla.
 Conserva la calma. Que tu tono de voz sea calmado y constante. Si te enojas, es
muy probable que el niño también lo haga.
 Mantén el contacto visual. Míralo a los ojos cuando le das una orden o le muestras
cómo debe comportarse. De esta forma sabrá que le estás hablando y lo ayudarás a
mejorarsu capacidad de escucha.
 Dale cosas para que haga. Asignarle pequeñas “tareas”, o tan solo opciones, te
ayudará a motivarlo. Por ejemplo, a la hora de ordenar, pregúntale: “¿Qué te
gustaría guardar primero, los bloques o el rompecabezas?".
 Haz que sea divertido.

“La Disciplina Positiva (DP) se enfoca en enseñar a los niños qué hacer porque ellos han sido invitados a
analizar la situación y a usar algunos principios básicos, como la colaboración y el respeto mutuo para
encontrar soluciones. De esta manera, los niños están más dispuestos a seguir las reglas que ellos mismos han
ayudado a establecer, ya que comprenden por qué son necesarias, cuál es su sentido y cómo ser responsables
de ellas. La habilidad en la toma de decisiones se vuelve más efectiva cuando ellos se sienten miembros
activos de una familia, y no receptores pasivos del proceso. Uno de los propósitos generales de la DP es lograr
que los efectos de dichas habilidades sean duraderos (a largo plazo)…
La Importancia de los Límites:
 El propósito de los límites es mantener a los niños a salvo y adaptados al medio social. Una forma de
hacerlo cuando los niños son mayores de 4 años, es involucrarlos cuando se establecen esos límites y
se discute con ellos su importancia. Los niños estarán más dispuestos a respetar los límites que ellos
mismos han ayudado a establecer, ya que comprenden por qué son necesarios y cómo ser
responsables de ellos. Podemos idear juntos cuáles deben ser los límites para ver la televisión, las
horas de llegada a casa, los tiempos de juego o de tarea.
 Cuando se traspasa un límite, no debemos dar sermones, ni castigos, hay que continuar involucrando
al niño respetuosamente. Evitar decirle lo que pasó y lo que se debe hacer al respecto. Lo mejor es
hacer preguntas abiertas como “¿Qué pasó? ¿Qué crees que lo ocasionó? ¿Qué ideas tienes para
resolverlo? ¿Qué has aprendido de lo pasado?”.
 Los límites o normas tenemos que explicarlos cuidadosamente cuando los niños van creciendo. No
podemos decirles a nuestros hijos que hagan tal o cual cosa “Porque sí” o “porque se nos da la gana”:
Es indispensable el diálogo sereno entre padre e hijo, en el cual se explique el sentido o la razón por
la cual se debe respetar ese límite. Si podemos llegar a explicar el valor que el límite está
protegiendo y el anti-valor que se esconde detrás de la transgresión del mismo, mejor.
 Cuando les explicamos a nuestros hijos el sentido o la razón de un límite, los estamos valorando
como personas capaces de comprender. En cambio, si les decimos: “Algún día entenderás, todavía
eres muy pequeño”, les estamos diciendo implícitamente que son poco inteligentes y lo único que
lograremos con ello será generar su rebeldía a corto o largo plazo. Nuestros niños pueden ser
pequeños, pero no son irracionales.
 Muchas veces nos quejamos de que nuestros hijos son rebeldes, y no vemos que nosotros hemos sido
primero arbitrarios y autoritarios con ellos. Esto los irrita y con razón, porque menosprecia su
capacidad de comprender, ofende su racionalidad humana e implica una subvaloración que
seguramente los conducirá a una actitud de rebeldía.
…Parece que muchos padres piensan en términos de los dos extremos de crianza que se establecen entre un
estilo autoritario o controlador y un estilo permisivo. La gente que piensa que el castigo es válido, lo hace
porque cree que la única alternativa es el control. La gente que no cree en el castigo, a menudo se va al otro
extremo y se vuelve demasiado permisiva. La disciplina ejercida democrática o positivamente, ayuda a los
adultos a encontrar un respetuoso terreno o camino intermedio que no es autoritario ni permisivo. Este tipo de
disciplina se sustenta sobre un trato gentil y firme, que enseña valiosas herramientas sociales y de vida.
Cuando se es gentil y firme al mismo tiempo, ayuda saber que ser gentil (respetuoso o cordial) puede
balancear todos los problemas que genera ser sólo firme (rebeldía, resentimiento, daño a la autoestima) y que
ser firme puede balancear todos los problemas que genera ser sólo gentil (permisividad, manipulación, niños
engreídos, tiranos, daño a la autoestima)”
La Dra. Jane Nelsen estará en el Perú este 15 de Abril del 2015 ofreciendo una conferencia a padres y
maestros. Informes en este link Eventos Jane Nelsen
#limtes#firmeza#cariño#respeto#disciplinapositiva
La Dra. Jane Nelsen, autora del libro Disciplina Positiva, nos explica que la disciplina ejercida de manera
democrática o positiva, ayuda a los adultos a encontrar un camino respetuoso e intermedio que no es
autoritario ni permisivo. Este tipo de disciplina se sustenta en la base de un trato empático, respetuoso, amable
pero firme al mismo tiempo, que a largo plazo ayuda a desarrollar en los niños valiosas habilidades sociales y
de vida.
Si no estamos acostumbrandos a poner límites, es posible que al principio sea dificil y vayamos de un lado al
otro, entre el autoritarismo y la permisividad. Sin embargo, hay algunas preguntas que nos ayudarán a saber si
estamos en la línea correcta: Esto que estoy haciendo ¿Es respetuoso con mi hijo? ¿Lo ayudará a desarrollar
habilidades de vida? ¿Es respetuoso conmigo? ¿Es respetuoso con los demás y la situación? ¿Es un castigo o
una solución?
Algunas pautas a la hora de establecer límites con respeto:
 Recuerda que ser firmes no implica dejar de ser cariñosos. El tono de voz indicará cariño, mientras la
expresión indicará firmeza.
 Practica el autocontrol. La primera persona a la que tenemos que controlar es a nosotros mismos.
 En vez de dar órdenes, haz preguntas que inviten a la reflexión, Jane Nelsen llama a esto “preguntas
curiosas” (¿qué piensas respecto a…,? ¿qué sientes…?, ¿que has decidido…?).
 Habla menos y actúa más. Acércate a tu hijo y muéstrale lo que tiene que hacer.
 Crea rutinas junto con tu hijo y luego recuérdale qué es lo que habían acordado.
 Dale opciones limitadas, esto les dará la sensación de que no tienen que obedecer todo a rajatabla y
que tienen la opción de elegir.
 Involucra a tu hijo en la solución de problemas. Esto lo motivará a asumir sus responsabilidades y se
sentirán parte importante de la familia.
 Surgiere alternativas aceptables por ejemplo “no te puedo dar el helado antes del almuerzo, pero te lo
puedo dar después. De esta forma somos comprensibles con sus deseos y menos arbitrarios.
 Usa el humor. A veces es la mejor solución en momentos de crisis y sirve además para detener la
lucha de poder.
 Ponte de acuerdo con tu pareja. Ambos padres tienen que manejar el mismo estilo de crianza para no
crear confusión en los hijos que inviten a buscar “al más bueno”.
 Expresa lo que sientes y hazte responsable de tus emociones.
 Por cada “mala conducta” que veas en tu hijo dale 5 apreciaciones de buenas conductas que observas
en él. Véras cómo las malas conductas empiezan a desaparecer y las buenas a incrementar.
 Evita sobreprotegerlo, ya que es una forma de decirle “eres un incompetente” La lástima promueve
la debilidad, mientras que la comprensión promueve fortaleza.
 No te olvides de siempre dar tu mensaje de amor y que éste llegue a tu hijo. Que tu niño sepa que tu
amor hacia él es inconcidional.
 Antes de “corregir” una mala conducta, busca conectarte emocionalmente con tu hijo. Eso ayudará a
mantener los vínculos afectivos en la familia y que podamos ejercer una gran influencia sobre ellos.
Tenemos que tener claro que, si bien los límites son necesarios para el desarrollo de un carácter firme y
socialmente adaptado, una buena disciplina no es sinónimos de gritos, castigos o golpes; éstos sólo producen
dos tipos de resultados: o un niño rebelde, agresivo e irrespetuoso de las normas de la sociedad, o un niño/ña
atemorizado, tímido, socialmente incompetente, carente de iniciativa, fácilmente manipulable e incapaz de
hacer respetar su propia individualidad.
Una buena disciplina requiere de aceptación del niño/niña, amor, paciencia dedicación, atención, consistencia,
firmeza, autocontrol y flexibilidad de parte de los padres. Ellos deben ponerse de acuerdo respecto a las
expectativas, límites y derechos del niño, y hacer que éstos sean expresados en términos adecuados a su
capacidad de comprensión. El reconocimiento atento de las buenas cualidades y conductas aceptables,
producen un mejor efecto que la crítica o el castigo ante las conductas inaceptables.
Gina Graham Psic

Diferencias entre normas y límites en la


educación de nuestros hijos
Las normas son criterios y pautas que indica a los hijos qué, cuándo y cómo deben
realizar una acción, tarea o compromiso. Los límites son prohibiciones o el punto final de
los máximos tolerables en el mantenimiento de las normas. Se justifican para cubrir las
necesidades de los adolescentes.

                NORMAS                                                    LÍMITES
– Deben ser pocas, claras y sencillas.                             – Constituyen un marco de seguridad
(peligro, higiene,
– Formuladas en positivo.                                               sueño…).
– Razonadas y razonables.                                              – Ayudan a potenciar el autocontrol.
– Firmes pero flexibles.                                                    – Fomentan la responsabilidad.
– Coherentes y adecuadas a la madurez                      – Aumentan la tolerancia a la
frustración.
– Estables.                                                                          – Sitúan en la realidad.
– Con consecuencias proporcionadas que se
cumplen siempre.

Qué son las normas y los límites?


Límite es todo aquello que no se puede hacer o hasta dónde se puede llegar con
una conducta. Norma es aquella conducta que debe hacerse y la manera de
llevarla a cabo.

Los niños no siempre hacen lo que los padres quieren. Cuando el niño se comporta
mal, el padre o la madre  tiene que decidir cómo va a responder. Todos los niños
necesitan reglas para aprender el comportamiento apropiado. ¿Cómo le enseña un
padre a su hijo las reglas y qué deben hacer los padres cuando éstas se rompen?
Para la mayoría de los padres disciplina equivale al castigo. Pero la palabra
disciplina significa realmente formar o enseñar, y combina tanto técnicas positivas
como RE-EDUCATIVAS.

Hay diferentes estilos de ejercer la paternidad. Las investigaciones indican que los


padres efectivos crían hijos bien ajustados que son más auto-dependientes, auto-
controlados y positivamente curiosos que aquellos niños criados por padres que
castigan, son demasiado estrictos (autoritarios) o que les permiten todo.
Los padres efectivos operan bajo la creencia de que tanto los niños como los
padres tienen ciertos derechos y que las necesidades de ambos son importantes.
Los padres efectivos no necesitan hacer uso de la fuerza física para disciplinar al
niño, sino que son los que establecen reglas claras y les explican porqué esas reglas
son importantes. Los padres efectivos razonan con sus hijos y consideran sus
puntos de vista aunque no estén de acuerdo con ellos.
Para tener claro los conceptos:

 Límite es todo aquello que no se puede hacer o hasta dónde se puede llegar con
una conducta.
Norma es aquella conducta que debe hacerse y la manera de llevarla a cabo. Toda
norma lleva implícita un límite.
El establecer límites y normas ayuda a los niños:
 Darles seguridad, sentirse tranquilo y evita que se pierda en su
comportamiento. Se le muestra referencias estables y constantes sobre su
conducta.
 Ayuda a regular sus ritmos de sueño, alimentación y mantener biorritmos
adecuados.
 Facilita el autocontrol emocional, expresando sus necesidades y aumentando
la capacidad de frustración (aprende a esperar para conseguir lo que desea)
Todas las situaciones extremas perjudican el crecimiento y desarrollo del niño:
Tanto el establecer unos límites o normas demasiado estrictas o excesivas en
cuanto a cantidad,  como el no poner ningún tipo de límites a su comportamiento.
Las consecuencias de esta actitud darán lugar a un niño que no tiene nunca
suficiente, cuyas exigencias son cada vez más elevadas y donde las negativas serán
cada vez vividas de forma peor. Estaremos pues ante un niño, con gran dificultad
en postergar la satisfacción de sus deseos, con lo que ello supone. Su autoestima
quedará ligada a la posesión material de cosas, regalos,…es decir, una alta
dependencia de las cosas materiales.

Las condiciones más adecuadas para el establecimiento de normas y


límites son:
 -Las normas marcadas por los padres han de ser realmente necesarias
 -Deben centrarse en la conducta: En vez de decir “no molestes a tu
hermano”, deberíamos decir: “no le quites sus cuadernos a tu hermano”.
 -Deben presentarse de manera positiva: En vez de decir: “no tires la comida
al suelo” deberíamos señalar: “coge la cuchara y come”.
 -Los límites deben marcarse con afecto, utilizando un tono de voz cálido pero
firme y convincente, sin gritos ni amenazas. La amenaza aporta inseguridad
y emociones de miedo y ansiedad. En vez de decir “Si no comes no ves la tele”
sería mejor “Cuando termines de comer podrás ver un ratito la tele”
 -Deben reforzarse constantemente y de manera consistente. Hay que repetir
las cosas hasta que los conceptos o el comportamiento formen parte de la
vida diaria del niño y se vuelvan automáticos. Nada se consigue de la noche a
la mañana.
 -Es normal y habitual que el niño quiera probar, con su actitud y con su
conducta, hasta dónde puede llegar y cuál es la reacción de los padres si se
sobrepasa el límite marcado.
Cómo comunicarnos con el niño cuando no se ha cumplido la norma
1. Es importante acercarnos con cariño pero con firmeza al niño diciéndole lo
que ha hecho mal o lo que no ha hecho. Que el mensaje sea claro en cuanto a
la conducta que le pedimos que haga o la que no ha hecho.
2. Dar una alternativa a la conducta que no se debería haber hecho ayuda al
niño a mostrar otras maneras de actuar.
3. Dar alternativas de maneras de llevar a cabo una conducta le aporta riqueza
en el repertorio de conductas en el niño. Le enriquece saber que lo que debe
hacer, puede elegir diferentes formas de llevarlo a cabo.
4. Comunicar lo que sucederá si no lleva a cabo la conducta deseada le ayuda a
desarrollar la capacidad de reflexión. Del mismo modo comunicarle la
recompensa por llevar a cabo dicha conducta, le ayuda a motivarse y sentirse
feliz si lo consigue. Trabajamos así la motivación intrínseca (aunque también
la extrínseca si le aportamos recompensa material como un regalo. Ésta
última manera sólo es recomendable al inicio de un aprendizaje nuevo)

Qué es la toma de decisiones?


La toma de decisiones es el proceso mediante el cual seleccionamos la mejor

opció n dentro del conjunto disponible, para resolver una situació n en particular.
De esta forma, el proceso de toma de decisiones puede estar presente en cualquier

ámbito: social, familiar, laboral, etcé tera. Entonces la opció n seleccionada será

considerada como:
 La opció n má s beneficiosa.
 La opció n má s viable.
 La opció n má s correcta.
 La opció n má s adecuada.

En otras palabras, en el proceso de toma de decisiones se analizan los datos

existentes y en función de las distintas alternativas que ofrece la situación, se elige

una para obtener mayor provecho.

Durante la infancia, a los niñ os se les ayuda a elegir muchas cosas, desde la ropa

hasta el alimento, de tal forma que se les ayuda a visualizar qué opciones tienen y

por qué unas son mejores que otras.

Si vamos con ellos a una tienda de golosinas, a pesar de que tenemos en cuenta lo

que les llama la atenció n, les ayudamos a decidirse por la mejor opció n.

Aportes del proceso de toma de


decisiones
 Desarrollo de la capacidad de discernimiento.
 Desarrollo de la capacidad crítica.
 Desarrollo de la responsabilidad (y a largo plazo, la é tica).
 Aprender a situarse en el lugar de otro (empatía).
 Gestió n de problemas y/o conflictos.

La influencia emocional
Las habilidades para la vida, como define el psicó logo René Diekstra, están

relacionadas a la adquisición de destrezas en el ámbito social, emocional y


ético que complementan y optimizan las destrezas cognitivas e intelectuales.

La razó n y la emoció n no se pueden separar. Por ello, aprender a gestionar las

emociones es clave para enseñar a tus hijos a tomar decisiones más asertivas . Hay

que tener en cuenta que las emociones influyen de manera determinante en la

toma de decisiones. 

Modele su proceso de toma de decisiones


Cuando somos adultos, estamos tan acostumbrados a tomar decisiones que no
podemos pensar en el proceso por el que pasamos para llegar a ellas. Por eso,
pensar en voz alta cuando esté tomando decisiones, desde qué hacer para la cena
hasta dónde ir de vacaciones, puede ayudar a los niños a entender cómo está
llegando a ellas. ¿Cuáles son sus alternativas? ¿Cuáles son las ventajas y
desventajas de cada una?

El siguiente paso es involucrar a sus hijos en un diálogo sobre las decisiones que los
afectan. Por ejemplo: la decisión de asistir a la fiesta de cumpleaños de un
compañero de clase en lugar de ir a la casa de otro amigo. Pregúntele a su hijo las
razones del porqué sí debería ir a la fiesta y por qué no. Pero luego discuta cómo se
sentiría el niño del cumpleaños si se enterara de que su hijo decidió no ir a la fiesta
para jugar con un amigo. Cuanto antes pueda ayudarlo a pensar en cómo sus
decisiones pueden afectar a los demás, mejor.

“Es muy importante incluir a los niños en esas conversaciones porque usted estará
modelando una serie de habilidades realmente buenas”, dice Rachel Busman,
PsyD, psicóloga clínica del ChildMindInstitute. “También estará transmitiendo que
los pensamientos y las opiniones de su hijo son importantes, y que hay muchos
factores que contribuyen a la toma de decisiones”.

Cuando modele la toma de decisiones, enfóquese en las preguntas básicas que le


pueden ayudar a su hijo a procesar toda la información que necesitará:

1. ¿Qué decisión debo tomar?


2. ¿Cuáles son mis opciones, incluyendo las menos preferidas?
3. ¿Cuáles son las ventajas y desventajas de cada opción?
4. ¿Hay alguna regla (política escolar, hora de llegada, etc.) que debo
considerar al tomar mi decisión?
5. ¿Cómo afectará esta decisión a los demás?
6. ¿Qué me dice mi instinto?
7. ¿Cómo me hace sentir esa decisión?
8. ¿Cuál es mi plan B?

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Cuando se les permite a los niños tomar sus propias decisiones, todavía se les
puede proporcionar apoyo para facilitarles las cosas.

“Si el niño está preocupado por lo que debe ponerse todas las mañanas, puede ser
por la ansiedad”, explica Berman. “Si ese es el caso, entonces es realmente útil no
tomar las decisiones por ellos. Necesitan practicar el desarrollo de esa habilidad.
Deles dos opciones y sea paciente para que tengan tiempo de tomar una buena
decisión. Luego elógielos cuando tomen la decisión, especialmente si lo hacen
rápido, así se refuerza ese comportamiento”.

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