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Cabecita de león típica

El conejo cabeza de león pertenece a los conejos enanos, lo que significa que suele
pesar aproximadamente 1,5 kilos. Esta raza debe su nombre al pelo largo que tiene en la
cabeza y el cuello a modo de melena. También se lo conoce como lionhead. Por lo demás,
este pequeño saltarín tiene el pelo corto y se parece al popular enano neerlandés.
El conejo cabeza de león existe en todos los colores típicos de los conejos, como blanco,
negro o con manchas. Dado que esta raza es muy nueva, el aspecto puede variar mucho,
excepto por el cuello de estilo melena. Una característica distintiva son las orejas erguidas,
aunque ahora ya hay ejemplares con orejas colgantes.

Un animal sociable
Con sus grandes ojos redondos y su mata de pelo suave, el conejo león es muy deseado
por los niños. Pero estos saltarines son más que nada animales observadores. Es muy
divertido tener varios ejemplares y ver cómo socializan.

De cara a las personas, aunque hay alguno que otro mimoso que disfruta acurrucándose
en el sofá con su humano, esto requiere paciencia. Los conejos cabeza de león bien
socializados son mansos y fáciles de domesticar. Son de naturaleza curiosa, pero
también necesitan sitios a los que se puedan retirar.
Son aptos para niños a partir de ocho años. Sin embargo, la responsabilidad principal la
deben asumir los padres, que también deben mostrar alegría e interés por estos peluditos.

Hogar del conejo cabeza de león


Para tener un conejo se necesita mucho espacio para que pueda saltar a placer.

Dos o tres mejor que uno


Como todos los conejos, el conejo león es un animal gregario, por lo que habría que
tener dos como mínimo. Puedes tenerlo con otras razas de conejos, como el conejo
enano holland lop. Las parejas de sexos distintos son las que se llevan mejor. Para ello,
deberás castrar al macho si no quieres que tengan crías. Entre dos hembras suele haber
peleas, pero un macho como tercero en discordia puede aportar equilibrio.

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