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Terapia Gestalt:

1.- La psicología Gestalt es una rama de la psicología moderna que surge en Alemania a principios
del siglo XX, es introducida por Christian von Ehrenfels por primera vez y trata sobre como la
mente configura a través de ciertas leyes la manera de percibir los elementos. Algunas de las leyes
son:

Principio de la Semejanza: Nuestra mente agrupa los elementos similares en una entidad. La
semejanza depende de la forma, el tamaño, el color y otros aspectos visuales de los elementos.

Principio de la Proximidad: El agrupamiento parcial o secuencial de elementos por nuestra mente


basado en la distancia.

Principio de Simetría: Las imágenes simétricas son percibidas como iguales, como un solo
elemento, en la distancia.

Principio de Continuidad: Los detalles que mantienen un patrón o dirección tienden a agruparse
juntos, como parte de un modelo. Es decir, percibir elementos continuos aunque estén
interrumpidos entre sí.

Principio de dirección común: Implica que los elementos que parecen construir un patrón o un
flujo en la misma dirección se perciben como una figura.

Principio de simplicidad: Asienta que el individuo organiza sus campos perceptuales con rasgos
simples y regulares y tiende a formas buenas.

Principio de la relación entre figura y fondo – Establece el hecho de que el cerebro no puede
interpretar un objeto como figura o fondo al mismo tiempo. Depende de la percepción del objeto
será la imagen a observar.

Siguiendo las leyes anteriores lo que parece ser una sola imagen pueden ser varias dependiendo
de la configuración que el autor le de a la misma; algunos ejemplos son:

.
2.- Confrontación de Posturas:

Algunos autores fijando sus posturas aseguran que la terapia gestalt no cuenta con ningún tipo de
evidencia para ningún problema o trastorno psicológico. Aseguran que los estudios realizados son
escasos y su calidad metodológica es mala. La dificultad para estudiar los beneficios de una
intervención debido a su falta de concreción, sistematicidad, ausencia de protocolos de
intervención y mezcla de conceptos teóricos e intervenciones clínicas lo ponen muy difícil para
saber qué funciona y que no.

Otros autores aseguran que este modelo de psicoterapia que se centra en el desarrollo personal y
en la recuperación de la capacidad de vivir el presente, la espontaneidad y la responsabilidad.
Concibe al ser humano como a una entidad completa formada por cuerpo, mente y alma que
puede alcanzar el bienestar trabajando por la integridad y el equilibrio de esas tres partes.

Lo que podemos decir que en cuanto al foco de la terapia, esta se centra más en los procesos que
en el contenido en sí, dándole importancia a lo que sucede en la actualidad y no a los momentos
del pasado. El psicólogo encamina a la persona a darse cuenta de cómo impacta y es impactada
por su entorno, haciéndola consciente de su manera de hacer las cosas y ayudándola a ver otra
manera más útil de llevarlas a cabo.

Por ello este tipo de terapia humanista se basa en dos modos de trabajo:

1.- Aumentar la consciencia de uno mismo para hacerle responsable y dueño de sus pensamientos,
actos y conductas.

2.- Cerrar situaciones del pasado que al día de hoy todavía repercuten en su bienestar.

El objetivo es permitir a la persona conocerse mejor y recuperar la creatividad perdida,


devolviéndole la capacidad de elegir la forma de afrontar la vida.

3.- ¿Qué problemas trata la terapia Gestalt?

Esta permite conocer los patrones relacionales, pensamientos y comportamientos que bloquean la
conciencia presente y lleva a situaciones de infelicidad. Por ello es utilizada para tratar problemas
como la ansiedad, depresión, autoestima, dificultades para relacionarse, pérdida de control… Y
para los efectos físicos que estos problemas generan como trastornos del sueño o digestivos, dolor
de espalda o de cabeza…

4.- ¿Cómo se aplica la terapia Gestalt?

El psicólogo realiza un acompañamiento al paciente para ayudarle a llevar a cabo un proceso de


autodescubrimiento y crecimiento personal que le permita encontrar un camino dentro de sí
mismo o en relación al entorno. Esta transformación consta de cuatro fases:

1.- Aceptación: se toma conciencia de lo que se está viviendo en el presente (rabia, alegría,
amagura…) y se acepta. El sentido de esto es que todos los sentimientos que se guardan acaban
produciendo malestar y manifestándose de manera psicosomática.
2.- Responsabilidad: una vez que la persona acepta sus sentimientos, se hace responsable de ellos.
De lo que siente y vive, sin culpabilizar a los demás de lo que le ocurre. Cuando se consigue esto, la
persona es capaz de cambiar y tomar las riendas de su vida, potenciando los recursos con los que
cuenta para afrontar las dificultades y situaciones.

3.- Diálogo: en la terapia Gestalt el terapeuta acompaña el camino del paciente. Una experiencia
donde se co-crea un campo relacional y emocional.

4.- Acción: la persona desarrolla e interioriza nuevas técnicas para gestionar diferentes situaciones
que le crean malestar.

Durante la terapia el objetivo fundamental no es tanto hablar sobre los problemas o traumas que
marcaron a la persona en el pasado, sino que se tratan los problemas y dificultades que tiene hoy
en día. De esta forma se le permite identificar su responsabilidad en ellos, asumiendo los
sentimientos que le generan y poniendo en práctica, con ayuda del o de la terapeuta, las
habilidades necesarias para superar cada situación.

5.- ¿Para quién está indicada?

Al tratarse de una terapia de crecimiento personal, está indicada para cualquier tipo de persona
independientemente de su edad. Lo único que se requiere es que sea capaz de describir lo que
siente y necesita ya que el profesional adaptará las sesiones según se trate de un niño,
adolescente, adulto o adulto mayor…

6.- ¿Quién imparte la terapia Gestalt?

Para llevar a cabo sesiones de terapia Gestalt se requiere una especialización por parte del
terapeuta que le permita manejar de forma correcta las técnicas que se utilizan.

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