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Guía de apoyo para la creación de espacios educativos en casa y

dinámicas favorables de vinculación familiar, en relación con el


Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad.

INTRODUCCIÓN:
La paternidad y maternidad es una tarea difícil, en la que es imprescindible
disponer de paciencia y aguante. Sin embargo, esto es especialmente cierto en el
caso de las personas cuyos hijos e hijas experimentan TDAH. La constante falta
de atención y la incapacidad de estos niños y niñas para estar quietos,
puede suponer un auténtico reto.

Los niños y niñas con TDAH suelen mostrar síntomas como dificultad para
mantener la atención, impulsividad, hiperactividad o exceso de movimiento. La
base de este problema es neurológica, y puede conllevar dificultades escolares
o sociales en quienes lo padecen.

Al comprender las características, los padres pueden entender mejor el


comportamiento de sus hijos e hijas. De esta manera, podrán aplicar estrategias
que ayuden al niño en la mejora de habilidades de autorregulamiento, que puedan
suponer así mismo un apoyo en las actitudes académicas del infante.

Durante el estado de confinamiento, los problemas de comportamiento se


pueden agravar en todos los niños de manera general, y con mayor intensidad, en
los niños y niñas diagnosticados con trastorno por déficit de atención e
hiperactividad (TDAH). La rutina diaria se ha visto alterada, lo que representa un
punto clave en todos los niños y niñas con TDAH. Los horarios han cambiado; los
niños y niñas están en casa todo el día y tanto el contacto social como la actividad
física han disminuido de manera considerable. Ante esta situación, es fácil que
aparezcan hábitos de sueño incorrectos y una tendencia a aumentar el uso de
móviles, tabletas, televisión y otras tecnologías de entretenimiento. 
JUSTIFICACIÓN:
La presente guía surge considerando las necesidades reales y posibles en los
distintos contextos de desarrollo del niño y niña con TDAH, y evidenciando el
impacto indiscutible que juega el contexto familiar en el potenciamiento y
exposición en la adquisición de habilidades para la vida cotidiana e integración en
la sociedad.

“La crianza de un niño o niña con TDAH ofrece numerosos


retos y los padres y madres usualmente reportan altos niveles de
frustración en sus intentos de manejar y controlar su conducta. Esto
sucede, entre otras cosas, porque los métodos de disciplina usuales no
funcionan con la misma eficacia que con otros niños y niñas, debido a que
los niños y niñas con TDAH poseen más dificultades para obedecer las
órdenes y para inhibir las respuestas impulsivas, y son menos
sensibles a las peticiones de sus padres y madres. Así, el estilo personal
de los niños y niñas con TDAH provoca procedimientos de disciplina más
inconsistentes y coercitivos en sus padres y madres y desencadena
asimismo cogniciones negativas sobre sus roles, baja autoestima,
aislamiento social y sentimientos de culpa. Esta situación va a
repercutir en el propio niño o niña, en su desarrollo emocional y en
su autoestima, creándose así un círculo vicioso de interacciones
negativas” (Gonzalez, R., Bakker, l., & Rubiales J., 2014).

De esta manera se propone un enfoque vinculativo entre el infante y los miembros


de su familia, reconociendo así a los integrantes del sistema familiar como
individuos que también se ven conectados y afectados por la sintomatología del
trastorno, y como redes de colaboración de adquisición de habilidades en conjunto
con los grupos interdisciplinarios de atención.

Siegenthaler, R. en 2014 menciona que “cada vez cobra mayor importancia y


claridad, de que en toda aquella intervención es absolutamente necesario
establecer relaciones estrechas de colaboración de padres y profesionales para
obtener mejoras importantes, así como el mantenimiento y la generalización de las
habilidades adquiridas. También necesidad de ser implementados combinando
diferentes procedimientos que han mostrado aisladamente su eficacia en la
intervención con niños con TDAH: interacciones positivas padre-hijos,
estructuración del aula y desarrollo de la autorregulación y las habilidades sociales
del niño”.

Es por ello que se tiene como finalidad el generar una guía de apoyo que permita
un acercamiento comprensivo e informado acerca de las características del infante
y las repercusiones que conlleva el desconocimiento de dichas en la vida
académica, emocional y social de los niños y niñas que lo padecen, ello a través
de dar a conocer situaciones reales en las que pudieran transitar y cómo
abordarlas. Así mismo brindar herramientas, técnicas y métodos encaminados en
capacitar a los padres en el manejo informado sobre alternativas y mecanismos
viables e importantes para la convivencia y trato en todos los sistemas de su vida,
que contribuyan en la mejora de la calidad de vida y el desarrollo de sus diferentes
actividades.

En esta guía se desarrollarán temáticas de abordaje emergente y utilitario en la


crianza de niños y niñas con TDAH, para de esta manera mejorar la calidad en la
forma de relacionarse y vincularse en el contexto familiar y encontrar en este un
espacio de crecimiento y potenciador de habilidades.

OBJETIVOS:

General

Instruir a los padres acerca del manejo informado de métodos, técnicas y


alternativas para la solución de problemas y atención a temas emergentes en
relación con la crianza de niños y niñas con Trastorno de Déficit de Atención e
Hiperactividad.

Específicos
● Desarrollar habilidades para el manejo y establecimiento de límites y
normas en el contexto familiar.
● Potenciar la generación de dinámicas de comunicación asertiva, y áreas de
oportunidad del sistema familiar.
● Facilitar la adquisición de procesos de enseñanza y aprendizaje para la
generación de competencias académicas.
● Informar acerca del desarrollo de habilidades para la autorregulación,
autoestima y autonomía.
● Abordar temáticas relacionadas a necesidades cotidianas del contexto
familiar, escolar y social del niño.

MARCO TEÓRICO:
La familia es el primer agente socializador de los hijos e hijas. Puede representar
un factor protector para posibles dificultades de aprendizaje en el niño y la niña,
pero también puede ser un factor de interferencia para su aprendizaje. Si éste
requiere apoyo adicional para rendir de acuerdo a lo que se espera de él o ella y
no lo encuentra en sus padres, marcará el comienzo de dificultades escolares,
fracasos, etc.

Por esto los padres deben de tener en cuenta que debe existir una involucración
en el proceso de formación de sus hijos e hijas y para ello necesitan información e
instrucción previa. El rendimiento escolar, junto con la opinión de los padres y los
adultos significativos, constituyen uno de los factores más decisivos en la
formación de la autoestima.

La comunicación permanente y los acuerdos que se logren en cuanto a normas


mínimas de disciplina y convivencia potenciará los esfuerzos de cada uno de los
padres. Los niños y niñas con TDAH tienen pocas destrezas y habilidades para
detectar claves sociales finas que les indiquen qué hacer y qué no hacer en
diferentes contextos. La uniformidad en las reglas y las consecuencias de
transgredirlas, produce un efecto muy positivo en el desempeño social del niño y
la niña.
La imagen de una familia estable, que protege pero a la vez fomenta la
autonomía, constituye el pilar, a partir del cual el niño y la niña, más tarde
adolescente y adulto, construirá una capacidad crítica que le permita desarrollarse
de manera segura a lo largo de su vida. Ambos cónyuges deben estar implicados
a la hora de ayudar a su hijo o hija (Giménez, 2006).

Martínez (2013) comenta que es conveniente que los integrantes de la familia


compartan sus experiencias, fortalezas y carencias con grupos de familias que
viven situaciones similares, ya que al escuchar a otras personas, les es posible
identificar y abordar la situación familiar de manera diferente y más funcional.

De igual forma, es importante ser conscientes de las habilidades y de los aspectos


positivos de los hijos. A veces sólo nos fijamos en los errores y fallos de éstos y
pasamos por alto sus habilidades y virtudes (Giménez, 2006).

Martínez, 2013, menciona temas importantes, los cuales son relevantes para
conseguir un cambio de pensamiento y actuar no solo en el niño o la niña sino en
la familia misma.

1. Fortalezas y Debilidades de la Familia

Los niños y niñas con TDAH necesitan vivir en un ambiente estructurado y


ordenado. Para ello se debe evaluar cuál es la situación familiar, cuáles son las
fortalezas, debilidades e intentar mejorar el clima familiar para darles la estabilidad
que necesitan. La casa, los horarios, las actividades deben estar organizadas con
tiempo, evitando cambios inesperados.

2. Autoestima

Ayudar al niño y la niña a fortalecer su autoestima, haciéndoles sentirse


comprendido/as y valorado/as. Cada esfuerzo que hace su hijo tiene que ser
reforzado de manera positiva y tener presente que lo que para nosotro/as quizás
no suponga un esfuerzo, para ello/as éste puede ser grande.

El niño y la niña tiene que saber que siempre va a estar con él para ayudar y
apoyar. Debido a sus problemas en las relaciones sociales y a su autoestima
generalmente baja, tienen miedo a ser rechazado/as y abandonado/as. Por eso,
tienen que estar seguro/as de que independientemente de sus resultados
escolares o de su comportamiento, siempre van a contar con el apoyo de su
familia.

3. Comunicación y Asertividad

Tener una buena comunicación influye en gran medida en la autoestima,


teniendo efectos muy beneficiosos cuando la comunicación entre las personas, es
la adecuada. Cuando los niño/as con TDAH mantienen una comunicación fluida y
de confianza con sus padres, familiares o amigo/as, se crea un ambiente
totalmente favorable para la superación de los fracasos del niño/a. Deben sentirse
escuchado/as y que lo que dicen nos importa y no emplear con ello/as un lenguaje
complicado para facilitar su comprensión.

4. Límites y normas

Los/as niño/as afectados de TDAH, tienen dificultad para escuchar las normas,
ya que se les dificulta prestar atención cuando se les habla. También, tienen
problemas en recordarlas, debido a un menor funcionamiento de sus funciones
ejecutivas y facilidad para incumplirlas debido a su impulsividad, su déficit atención
y a la poca reflexividad.

Así mismo suelen ser caracterizados por la falta de control de sus reacciones e
impulsos inmediatos que dependen en gran medida de su estado de ánimo, así
como una mayor propensión al movimiento y baja tolerancia ante al aburrimiento
que en muchos casos se resumen en disputas o agresiones (Marron E., 2009).

En concreto existe un obstáculo en la identificación de normas


comportamentales, vinculadas a la dificultad para el reconocimiento y anticipación
de las consecuencias del cumplimiento o no de esa norma. Les cuesta más
cumplir las normas si las consecuencias no son inmediatas. Por ello deben de ser
claras y estables, realistas, independientes unas de otras y deben agregarse de
una en una.
5. Desarrollo de la Autonomía de los niño/as y Hábitos de Estudio

Es fundamental dar la oportunidad a los/as niños y niñas de conseguir


progresivamente un mayor grado de autonomía, que les permita lograr mayor
responsabilidad y consecuentemente una mejor autoestima.

Es conveniente dar la oportunidad de que los niños/as comiencen a comer


solo/as, vestirse y asearse solo/as, así como a realizar las tareas del hogar de
forma vigilada en un principio, y autónoma cuando ya se hayan adquirido dichos
hábitos. Sabemos que al comienzo se vestirán mal, comerán mal y se mancharán
más y hará las tareas del hogar de forma errónea, pero esta es la única manera de
promover un buen desarrollo armónico en el o ella, así como la única forma de
crear los hábitos que nosotro/as deseamos que vayan adquiriendo.

6. Modelamiento de Conductas Reflexivas

Como en cualquier intervención psicopedagógica es necesario seguir estrategias


determinadas para conseguir que los niño/as aprendan a controlar e inhibir su
conducta impulsiva por medio de las instrucciones que le damos, asegurándonos
que nos escucha, evitando ser impositivo/as, ayudándole en la adquisición de
nuevas autonomías, fomentando el lenguaje interno; así como también, a que
aprenda a expresar de manera controlada sus emociones animando a expresar
sus emociones de forma asertiva y reflexionando sobre las mismas.

Pasando a temas de actualidad, se sabe que en la actual pandemia que vivimos,


es existente la incertidumbre de no saber cuánto durará ni cuándo acabará el
confinamiento. Todos estos aspectos alteran enormemente el comportamiento y
la regulación emocional en estos niños y niñas.

La buena estrategia para una familia con un niño o niña con TDAH es
diseñar un plan de actuación semanal, que sea revisable y
modificable. Proponer que sea revisable (por ejemplo, cada domingo por la
tarde), posibilita que podamos hablar con los niños sobre la agenda de la semana
anterior y proponer objetivos de mejora o cambios. Esta técnica nos permite
realizar cambios en las fuentes de motivación y de refuerzo positivo que
establecemos con los niños, a fin de que cumplan todo lo que hayamos pactado
(Regan, 2012).

Valles, 2018 hace mención de que es importante tener una plan de actuación,
para el cual refiere los siguientes puntos:

● Crear una rutina. Los niños y niñas deben estar ocupados durante el día y,
a ser posible, que se parezca a la rutina de las semanas escolares.
● Recomendamos que la planificación esté por escrito. Debe ser visual y
con distintos colores para delimitar las semanas.
● Es importante que los niños y niñas participen en la planificación y
asegurarse de que estén de acuerdo con ella, que sea realista para todos y
que ellos la entiendan.

Además, él recomienda seguir las siguientes orientaciones específicas:

● Establecer un horario de los hábitos diarios. Debe incluir el horario del


hábito del sueño (dormir y despertarse), hora de comer y qué comeremos y
cenaremos (como los calendarios de las comidas que tienen las escuelas y
que tenemos en casa en la nevera). Es importante que se vistan (no deben
ir con pijama por casa) y mantener la rutina de la higiene diaria, y la de las
manos aún más.
● Seguir un plan de las actividades diarias, entre ellas las educativas de
deberes de la escuela y de teletrabajo de los padres. Así como aquellas en
las que puedan colaborar con los padres, como participar en la elaboración
de las comidas, limpieza, poner y quitar la mesa… Los objetivos y los
horarios deben ser claros. Como aspectos concretos se recomienda:
● Hacer los deberes siempre por la mañana, después del desayuno. Hay
escuelas que envían los trabajos a una semana de visita. En este caso,
recomendamos anticipar (siempre en la medida de lo posible) las tareas de
cada día (una de español, una de matemáticas…).
● El momento de juego, ocio, manualidades, deporte, música... es
recomendable dejarlo para las tardes. Se aconseja poner también en qué
casos se harán con los padres y cuáles no.
● Es recomendable establecer el horario y el tiempo límite del uso de
aparatos electrónicos. Hay que ser realistas y durante las semanas que
dure el confinamiento seguramente lo utilizarán mucho más de lo habitual.
No debe preocuparnos, el uso también puede ser beneficioso si se utilizan
con fines educativos y no tardaremos en volver a la normalidad, no
debemos preocuparnos en exceso.
● Se recomienda que, en la medida de lo posible, mantengan
conversaciones por teléfono o mediante videollamada con sus amigos
y amigas.
● Si es posible, deben continuar realizando las actividades
extraescolares de las que se tenga acceso a clases virtuales (clases de
baile, idiomas, dibujo…).
● Como aspectos prácticos, recomendamos que se utilice la herramienta
del reloj (de agujas para los más pequeños) y que los horarios y
obligaciones estén por escrito y en un lugar visible de la casa.

Con todo, no podemos olvidar lo más importante… No podemos perder de


vista que esta situación no es fácil para nadie y menos aún para un niño o niña
con TDAH, con dificultades de autorregulación, para motivarse y activarse.

Johnson (2016), refiere que es importante tener presente que los niños y
niñas con TDAH se frustran, explosionan y se alteran con más
facilidad. Especialmente en las situaciones ambiguas, repetitivas, monótonas y
poco estimulantes como puede suceder en la situación actual de confinamiento.
Necesitan que se les acompañe y se les de soluciones. Por lo tanto, recomienda a
los padres y madres:
● Bajar el nivel de exigencia que se les transmite.
● Acompañar a sus hijos e hijas, les entiendan y les ayuden.
● Hacer uso de la motivación y el refuerzo positivo como herramienta
principal. Se pueden utilizar pequeños premios y puntos que pueden
canjear por alguna golosina, algunos minutos más de tableta, que se
guarden los puntos y cuando termine el confinamiento se podrán comprar
alguna cosita (siempre proporcional y algo pequeño según lo pactado...).
● Evitar al máximo la confrontación directa, la amenaza y el castigo.
● Explicar qué se espera de ellos y ellas, pero también qué pueden esperar
de nosotros y nosotras.
● Mantener conversaciones de emociones y sentimientos y no solo de
órdenes, horarios y deberes.

Esta situación, aunque no se tiene certeza de cuándo cambiará, sabemos que


todo volverá a la normalidad. Con esto queremos decir que, estas semanas, el
objetivo debe ser dar tranquilidad, seguridad y acompañar a los niños y
niñas y no solo dar órdenes y obligaciones.

LUNES, 30 de mayo de 2016 (HealthDay News) -- Los niños y niñas con un


trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) con frecuencia son
tratados con fármacos como Adderall o Ritalin. Pero un estudio reciente sugiere
que los padres también pueden ayudar a sus hijos e hijas al fomentar unos hábitos
saludables de estilo de vida.

En el estudio, los investigadores observaron a 184 niños y niñas con TDAH y a


104 sin el trastorno. Los investigadores encontraron que los que tenían TDAH eran
menos propensos a cumplir con las conductas saludables recomendadas por la
Academia Americana de Pediatría (American Academy of Pediatrics), la National
Sleep Foundation y el Departamento de Agricultura de EE. UU.

Cambiar varios hábitos del estilo de vida a la vez podría conducir a otras
conductas saludables, según Valles (2018). "Por ejemplo, la actividad física
aumenta la sed, haciendo que el consumo de agua sea más atractivo. La actividad
física también puede compensar el tiempo que se pasa frente a las pantallas, y
mejorar el sueño", explicó.

"De forma similar, eliminar las bebidas con cafeína evita su efecto diurético, ayuda
a aumentar el consumo de agua y puede ayudar a prevenir las molestias del
sueño", añadió.

La finalidad de una rutina o estructura, es garantizar un buen equilibrio entre


actividad y descanso, entre estimulación física y mental, y entre actividades que
permiten al niño y niña desarrollarse como individuo y las que le enseñan
aptitudes sociales y de convivencia con sus semejantes.

El lenguaje interno es la guía interna que regula la conducta humana y que nos
permite, entre otras cosas, poder realizar tareas complejas que requieren varios
pasos. La automatización de conductas nos permite realizar dichas tareas con un
alto grado de eficacia y un mínimo "desgaste". Cuando llevamos un tiempo
realizando un mismo hábito o actividad cotidiana, llegamos a automatizarla por la
repetición ordenada de esa cadena de conductas y ya no ocupa espacio en
nuestra mente, de tal manera que mientras realizamos una actividad somos
capaces de realizar otra de manera simultánea.    

El hábito en casa

Regan, 2012 menciona que la forma en que estructuramos el tiempo y el


espacio es mucho más importante de lo que creemos. El hogar es el entorno más
inmediato del niño y la niña a través de las actividades que realiza en él, de los
objetos que maneja y de las personas con las que convive el niño y la niña
estructura su mente, empieza a tener nociones sobre el tiempo y sobre las cosas,
ayudándole a tener un entorno estructurado y predecible.

El horario es imprescindible a la hora de educar. Cuando las actividades se


repiten día tras día, el niño y la niña entienden que hay una secuencia lógica y
aprende a anticipar qué actividad viene después y a prepararse para llevarla a
cabo. Lo normal es que un niño o niña que sabe lo que viene después no tenga
demasiados problemas en cambiar de actividad. Sabe que después de cenar se
irá a la cama y lo vive con naturalidad porque así ha sido desde que ha nacido.
Por eso, cuando no existe un horario fijo y cada día se actúa de una manera
diferente, los niños y niñas no poseen ese referente que les permite anticipar lo
que viene después. En esos casos es normal que surja el conflicto, pues los niños
y niñas dependen de la voluntad cambiante del adulto y no de una estructura clara
a la que habituarse. No haber tenido un horario hasta el momento puede deberse
a múltiples causas, pero eso no significa que no estemos a tiempo de intentarlo en
la actualidad. Los niños y niñas, sobre todo si son pequeño/as, se adaptan
fácilmente a los cambios, sobre todo si contribuyen a que se sientan mejor. Algo
parecido sucede con el orden (Regan, 2012).
BIBLIOGRAFÍA

1. Johnson, J, American University, news release, May 2016.


2. FAROS; Niños con TDAH y confinamiento: Consejos para las familias; El portal de
la salud para la familia; https://faros.hsjdbcn.org/es/articulo/ninos-tdah-
confinamiento-consejos-familias (2020).
3. Giménez, M. Los niños vienen sin manual de instrucciones. Editorial Aguilar
(2006).
4. Martínez Martín, Mº.A. y col. Todo sobre el TDAH. Guía para la vida diaria.
Editorial Altaria (2013).
5. SOMOS; Psicología y formación; TDAH en niños: qué es y cómo tratarlo;
https://www.somospsicologos.es/blog/tdah-en-ninos-que-es-y-como-tratarlo/;
(2021).

6. O`Regan, F. (2012). How to teach and manage children with ADHD. United
Kingdom: LDA.

7. Vallés, A. (2018). Las dificultades de aprendizaje por déficits de la atención.


Dificultades de aprendizaje e intervención psicopedagógica (pp. 395-433)
Valencia: Promolibro.

8. Marron E., Blazquez J., Galpazoro N., González B., Lubrini G., Periañez J.Zulaica
A (2009) Estimulación cognitiva. Barcelona: Eureca media.

9. González, R., Bakker, L., & Rubiales, J. (2014). Estilos parentales en niños y niñas
con TDAH. Revista Latinoamericana De Ciencias Sociales, Niñez Y Juventud ,
12(1). Recuperado a partir de http://158.69.118.180/rlcsnj/index.php/Revista-
Latinoamericana/article/view/1117

10. Siegenthaler, R.; Presentación, M. J.; Miranda, A. (2014) EFECTOS A LARGO


PLAZO DE UNA INTERVENCIÓN PSICOSOCIAL EN EL CONTEXTO FAMILIAR
DE NIÑOS CON TDAH. International Journal of Developmental and Educational
Psychology. Badajoz, España. (vol. 4, núm. 1, pp. 445-453).

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