Está en la página 1de 11

UNITEC

La voz de los que


callan.
El accionar democrático como agente de cambio.

Eduardo Hernandez
1-6-2017
La voz de los que callan.

1. Introducción

El mundo occidental, en su mayor parte, vive tiempos oscuros, pues las

promesas de libertad y justicia, se han visto coartados tras el inminente despertar

de las nuevas generaciones. Nos situamos en México, un país rehén de sus

ideales políticos y de las sogas con las que nosotros mismos atamos nuestras

manos, pero, siendo sinceros, tanto nosotros como la mayoría de los países de

América latina, estamos influenciados directamente por la idiosincrasia política

de los Estados Unidos de América. Tomando esto como una certeza indiscutible,

la duda, que inminentemente sale a la superficie, es si esto es algo bueno o malo.

Antes que nada, deberíamos entender que las influencias de las grandes

potencias económicas y políticas son inevitables, los cambios que esta influencia

genera, no son siempre los mejores, pero tampoco los peores. Finalmente, como

parte de un mundo cada día más globalizado, México y el resto de los países en

vías de desarrollo tienen una de dos: o intentan seguir el paso de las grandes

potencias como EUA, Inglaterra, Francia, Suiza, etc. O sucumben ante la

inevitable obsolescencia del sistema sociopolítico del siglo XX.

A simple vista, la democracia puede parecer la vía directa a una utopía política

en la que la voz de todos es escuchada, pero esta es la más grande falacia de

todas. La democracia, si bien, por etimología es el poder del pueblo, es solo la

voz de la mayoría y buscar satisfacer todas las exigencias de los ciudadanos es

una propuesta, no solo increíble, sino también imposible de lograr.

Quizá sea esta la razón por la cual, triste, pero ciertamente, México es un país

que, históricamente, no vota (Góngora, 2013). Existen muchos motivos para que

el abstencionismo electoral sea una constante en cada proceso electoral.


1
La voz de los que callan.

2. Abstencionismo electoral: Ganador de las elecciones.

La resistencia al voto, ha sido la marca de las elecciones a lo largo de la

historia de México. Durante las últimas elecciones, el abstencionismo ha

representado una buena parte del porcentaje en la población votante, pues casi

el cuarenta por ciento de los mexicanos, decidieron renunciar al derecho

ciudadano de elegir a sus gobernantes.

El abstencionismo electoral se calcula a partir de la diferencia entre el número

de electores inscritos en la lista nominal y el número efectivo de votantes (Lutz,

2005).

2.1. Ideales fragmentados.

Si el mexicano se muestra reticente a votar, está bien fundamentado, pues es

evidente el hartazgo social actual. El descontento de los ciudadanos no se puede

esconder como antes, las redes sociales se volvieron el portavoz oficial de la

opinión del pueblo, y en ellas, se expresa diariamente la opinión respecto a los

problemas que, día a día, sufre México como sociedad.

Desde las denuncias de abusos a través de imágenes y videos compartidos

en plataformas como Facebook y twitter, hasta el reciente incremento de los

llamados lords y las muy famosas ladies, la información está a la orden del día,

y, aunque no siempre se encuentre bien contextualizada o debidamente

puntualizada, los medios electrónicos se han convertido en el arma del pueblo.

Este sentimiento de inconformidad no es para menos, pues cada día se sube

un nuevo video o una nueva imagen de tal o cual gobernador que lo dejan

expuesto como flagrante colaborador del crimen organizado o coludido con otros

ciertos políticos con fama hecha a base de corruptelas.


2
La voz de los que callan.

Antes, el mexicano inconforme hacía llegar su mensaje a un grupo reducido

de personas que ya comulgaban con sus ideas, pero ahora, el mexicano

inconforme, no solo tira su opinión al aire, sino que además cada individuo ha

adquirido el poder de persuasión que antes solo tenían los que más medios

poseían; cualquiera puede disuadir a los demás con un comunicado

medianamente estructurado.

La propagación de ideas tan diversas, ha ocasionado que la poca cohesión

política de la sociedad mexicana se desquebraje más aceleradamente. Las

contiendas políticas, ya no son entre los del poder contra la oposición, o, como

son comúnmente llamado en las redes sociales, chairos[1] y peñabots[2] .

2.1.1. Capitalismo y Libertad vs Patria o muerte.

Decir que vivimos en una sociedad enteramente capitalista es una idea

bastante alejada de la realidad, pero que suele engañar a la mayoría de los

ciudadanos.

Comprender que la aplicación de un sistema totalmente capitalista o socialista,

es virtualmente imposible, pues los ideales políticos individuales de los

gobernantes son muy variantes, además debemos aceptar la idea de que la

actualidad política no solo comprende dos vertientes. La sala política ya no es

como aquella postrevolucionaria en Francia, donde progresistas y conservadores

se situaban en tal o cual lado de la sala. Ahora, con tanta diversidad ideológica,

debería haber al menos cuatro puntos para dividir las principales vertientes de la

ideología política.

Como es mostrado en el gráfico de Nolan [3], incluso para la izquierda y la

derecha, hay niveles que convergen con el absolutismo y el liberalismo. Tomando


3
La voz de los que callan.

que hay tantas ideas como religiones, es fácil comprender por qué cada día es

más complicado encontrar un –dejemos de lado a los partidos –candidato que

comulgue a cabalidad con nuestros ideales. Siempre habrá un detalle, una

opinión que nos haga rechazar tajantemente la idea de que una persona así tome

las decisiones por nosotros.

Fig. 1: Gráfico de Nolan. Donde se


establecen que pueden existir ideas de
izquierda-Derecha, que estén a favor o
en contra de las libertades individuales
y económicas.

La desidia puede, también, ser causa de la desolación que sufren las casillas

a la hora de hacer efectivo el sufragio.

2.2. ¿Qué es lo que dice la mayoría?

La democracia actual, tiene un funcionamiento relativamente sencillo, uno

como ciudadano debería salir para hacer expresa, a través del voto, su

preferencia ideológica, pero, al haber discursos demagógicos y populistas por

parte de todos los aspirantes a cargos políticos, es natural que el ciudadano se

sienta confundido y hastiado, pero esto no es lo que nos dicen, lo que el

ciudadano promedio nos dice, es que, simplemente, no le interesa.

Es así, que, al más puro estilo del mantra mexicano de mayor seguimiento, la

mitad del país le dice a la política “me vale madres”.

4
La voz de los que callan.

En el año 2012, el padrón electoral registraba 79.4 millones de mexicanos

capaces de votar, sin embargo, solamente 50 millones 323 mil 153 personas

votaron en aquella contienda presidencial. Uno podría pensar que el ciudadano

le reste importancia a las elecciones “chicas”, pero que a una de tal envergadura,

le daría una mayor seriedad, sin embargo, 29 millones de personas, se

mantuvieron expectantes a las decisiones de los 50.3 millones restantes.

Participación en elecciones 2012

28668747

50331253

Ciudadanos que votaron Ciudadanos que NO votaron

Esto nos da una idea de lo que sucedió, pero contextualicemos un poco más.

El Lic. Enrique Peña Nieto, ganó las elecciones con el 38.21% de los votos

emitidos según el IFE, lo cual representa poco más de una tercera parte de las

personas que votaron, es decir, 19 millones 231 mil 571 votos, los cuales

representan el triste 24.34% del total del padrón electoral.

Así es, menos de una cuarta parte de los ciudadanos mexicanos mayores de

dieciocho años con una credencial emitida por el IFE, eligieron a nuestro

presidente. Eso no parece mucho, y es que no lo es. Pues, poniéndolo en

5
La voz de los que callan.

perspectiva, 19.2 millones de mexicanos querían a EPN como presidente, pero

28 millones, queriéndolo a él o no, decidieron no hacer nada. Decidieron que

quien gobernara el país, les valía madres. Pero, ¿a qué debemos esto?

Si el descontento social en contra del PRI, que es muy evidente y casi general,

es tan grande, ¿por qué no hacer algo para cambiarlo?

2.3. Voto de castigo y nulidad.

El término “Voto de castigo” hace referencia a aquellos votos que, con tal de

que no gane tal o cual candidato o partido político, se vota por la oposición que

tenga mayor probabilidad de vencer a dicho partido, sin tomar en cuenta la

validez de sus propuestas o sus ideales.

El mejor, y más reciente ejemplo de esto, son las recientes elecciones a

gobernador del estado de México, donde el candidato por el PRI Alfredo del Mazo

Maza, al día 8 de junio del 2017 y con el 98.2% del cómputo de los votos, ganó

con el 33.78%, seguido de la candidata de MORENA, con el 30.87%.

Durante las horas finales del día 4 de junio, el PREP denotaba una ventaja de

dos puntos porcentuales para Delfina Gómez, que, por los pelos, estaba por

romper con una hegemonía política de muchísimos años. Pero, lo que hizo que,

a diferencia de elecciones anteriores, el PRI no ganara por un margen amplio,

fue justamente el voto de castigo, que se otorgó, principalmente a la candidata

que, con ayuda de Andrés Manuel López Obrador, supo tocar los nervios de los

mexiquenses resentidos, que, convencidos o no por el paraíso socialista que

plantea MORENA, prefirieron poner sus esperanzas en un partido nuevo que en

el viejo PRI.

6
La voz de los que callan.

Otra manera de mostrar la inconformidad, es el voto nulo, que representó poco

menos del 3%, según informa el IEEM. Ya sea por la vieja creencia de que si no

sales a votar, los partidos se reparten las planillas o porque, simplemente el

ciudadano no se ve convencido por cualquiera de los aspirantes, la nulidad del

voto es siempre una opción para no ayudar a que gane nadie, pero tampoco

formar parte de la derrota del otro.

3. La cura.

Lo diré simplemente, pues creo que el siguiente postulado, nos ayudará a

resolver muchos de los problemas.

La educación es la panacea de la sociedad…

Y es que solo a través de la educación, podemos lograr una sociedad

autorregulada que, si bien no es el tema que nos atañe, nos permitirá solucionar

el problema que el abstencionismo representa en la vida democrática de México.

En un estado democrático, la función social de la escuela es, ciertamente,

enseñar

3.1. Cultura electoral.

La cultura electoral es la manera en que los ciudadanos conciben y se

desenvuelven en el ámbito político relacionado a las acciones democráticas que

recaen directamente en la función electoral.

Tristemente, el ámbito político es uno de los más diezmados, pues, como ya

analizamos, una buena parte de los mexicanos opta por el abstencionismo, la

nulidad o el voto de castigo.

Parece ser que la única manera de reparar la cultura electoral del mexicano, no

es a través de una reforma electoral que, ciertamente, urge, sino por la vía
7
La voz de los que callan.

educativa. Cambiando los modelos para la educación cívica actual, el infante

comprenderá que su participación en su comunidad es importante para el

desarrollo de la sociedad. Claro que este cambio no resultará de la noche a la

mañana, pues los ideales de sus padres siempre estarán presentes a la hora de

la formación.

Así que debemos, también educar al adulto, hacerle ver que los problemas de lo

que tanto se queja, son solo consecuencias de sus acciones u omisiones

electorales.

3.2. ¿Cómo incentivar el voto?

Ciertamente, la mejor manera de incentivar la participación ciudadana, no son

los comerciales eternos del INE cada periodo de elecciones.

Es una buena manera de hacer llegar un mensaje, sí, pero la realidad es que

solo se dice cada seis años, lo que hace notar que el resto del sexenio, es poco

importante participar.

Lo que necesitamos, son ciudadanos que reconozcan que su voz es

escuchada, no solo a la hora de salir a votar, sino cuando se demanda, por

ejemplo, un cambio necesario en las obras públicas. Organismos como el INAI,

buscan la transparencia y la rendición de cuentas, lo que, ciertamente, ayuda al

joven ciudadano a ver lo que se ha logrado con el voto. Pero esto no es suficiente,

pues vivimos en una sociedad que pide a gritos ser escuchada, pero que,

tristemente, sus gritos se ven opacados por el gran silencio provocado por

aquellos apáticos decepcionados de la democracia.

La realidad, es que las dependencias federales, no parecen muy

comprometidos con la causa, por lo que lo más sensato, sería la creación de


8
La voz de los que callan.

asociaciones civiles que se encarguen de promover los el voto. A través de

conferencias, talleres y módulos de información, se podría no solo invitar al

ciudadano a votar, sino también orientarlo para que tome la mejor decisión de

acuerdo a sus necesidades políticas. El fin de mantener esto en un plano civil y

no gubernamental, es evitar la muy común mano negra que suele interferir en la

información, que, más allá de esclarecer la mente del elector, lo confunde y lo

llena del mismo amargo sabor de boca que hemos tenido por casi cien años,

desde la supuesta consumación de la revolución mexicana.

4. Conclusiones.

El problema político actual en México, recae directamente en la apatía

electoral del mexicano, representada en el abstencionismo, la nulidad y el voto

de castigo.

Este problema, puede tener varias causas, como la indecisión, causada por la

hiperdiversidad ideológica, la demagogia, el populismo y la escasez de

información acerca de los candidatos, así como la información basura, mitos y

resentimiento social para con la clase política.

Solo a través de la educación civil, dejando ya de lado el viejo y obsoleto

nacionalismo, podremos enfrentar la realidad política, social y económica del

país, para dar paso a una solución que recaerá directamente en las voces de los

que hoy callan, de esta manera, la participación ciudadana no solo será mayor,

sino que también será más racional.

9
La voz de los que callan.

5. Bibliografía.

Referencias
Cullen, C. (2004). Autonomía moral, participación democrática y cuidado del otro. (3a
ed.). Buenos Aires: Centro de publicaciones educativas y material didáctico.
Góngora, C. J. (11 de Julio de 2013). Azteca Noticias. Recuperado el 10 de Junio de
2017, de
http://www.aztecanoticias.com.mx/notas/mexico/160946/abstencionismo-
electoral-el-eterno- vencedor
Lutz, B. (2005). La participación electoral inconclusa: abstencionismo y votación nula
en México. Revista mexicana de sociología.

10

También podría gustarte