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LA CORRUPCION

Definición: Es definido por el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española (DRAE,


2014), como «práctica consistente en la utilización de las funciones y medios de aquellas en
provecho, económico o de otra índole, de sus gestores.» (DRAE, 2014).

La corrupción se define como el conjunto de actos en que se produce un abuso de la función


pública para beneficios privados (Transparency International, 2018). También puede ser
definida como el abuso de un poder delegado para obtener beneficios privados, que sesga
decisiones administrativas y políticas, desvía recursos y socava el desarrollo sostenible de una
sociedad (Boehm, Isaza, & Villalba, 2015). La corrupción comprende acciones no éticas, anti-
normativas o deshonestas, que en particular desvían bienes públicos a fines privados o a fines
distintos de los objetivos fijados desde la función pública (Belle & Cantarelli, 2017)

Asimismo, según Bayley (1966), Mc Mullan (1961) Nye (1967), y Tilman (1968), (citados en:
Gonzales, 1985), una conducta corrupta en la esfera pública se da cuando:

a. Actúa violando su responsabilidad hacia, por lo menos, un sistema de orden público o cívico,
y es de hecho, incompatible o destructivo de tales sistemas.

b. Hace uso indebido de su autoridad.

c. Acepta dinero por hacer lo que tiene la obligación de hacer, o por no hacer lo que tiene la
obligación de hacer.

d. Favorece a quien lo soborna.

e. Permite que en su toma de decisiones primen consideraciones de ganancia personal, de


status o prestigio para su familia, grupo o partido.

CAUSAS DE LA CORRUPCIÓN

Para el historiador Álvaro Gonzales Riesle (1985), las causas de la corrupción (se señala lo más
relevante) son:

1. El subdesarrollo.
2. La situación general de anomia que conduce a la gente a pensar que cualquiera que
ocupa una posición de poder va, muy probable, a explotarla en el propio interés, en el
de su familia u otros grupos sociales hacia los que tiene un sentimiento de lealtad.
3. La existencia de una profunda brecha entre el gobierno y la sociedad.
4. La ausencia de un proyecto nacional y de lealtad del ciudadano hacia una sociedad
organizada.
5. La expansión de la autoridad gubernamental y la multiplicación de actividades sujetas
a regulación del gobierno.
6. Las acciones de empresas transnacionales que buscan decisiones gubernamentales
que las favorezcan.
7. Un bajo nivel de disciplina social.
8. Una debilidad de los mecanismos de reforzamiento social y gubernamental.
9. La prevalencia de desigualdades en la distribución de la riqueza y de una considerable
pobreza absoluta.
10. La nula diferencia entre el rol público y el interés privado aunado a una tendencia a
ver la función pública como el medio principal de enriquecerse.
11. En suma, a mayor caos: subdesarrollo, desorientación, desintegración, dependencia
del exterior, indisciplina, desigualdad, ignorancia y deshonestidad, mayor será
también la corrupción.

La eficacia de las instituciones y la apertura gubernamental se asocian negativamente a la


corrupción (Judge, McNatt, & Xu, 2011)

CONSECUENCIAS DE LA CORRUPCION

-Desacelera el crecimiento económico, genera inestabilidad política y debilita las instituciones


democráticas. Se crea, en suma, perjuicios irreparables y paraliza el progreso de la nación
(UNODC, 2015).

- Privan a un número considerable de ciudadanos de acceder a los beneficios que se podrían


estar haciendo un uso correcto y justo de tales fondos económicos

Tener en cuenta las variables psicológicas

Es evidente que el autor no considera aspectos relacionados con las consecuencias


psicológicas y emocionales que este problema trae consigo, las mismas que estarían
relacionadas con :

- La instauración de un clima de perenne desconfianza mutua dentro de la sociedad


que la padece.
- Es así, que en un ambiente donde la conducta corrupta se halla generalizada se podría
generar un incremento de la violencia, sentimientos de indefensión y desesperanza
- , pues al percibir la situación de corrupción en la atmósfera social las personas bien
podrían incrementar sus estados de estrés así como predisponer a brotes masivos de
cuadros depresivos, porque tales son reacciones que se originan a causa de realidades
que se perciben como insuperables y cuyos sentimientos de frustración por no poder
cambiar el curso de un estado crítico (como la muerte de un ser querido, la pérdida de
un lazo afectivo, o la imposibilidad de superar una plaga social como la corrupción),
que se percibe y vive de modo constante.

La corrupción desde el punto de vista psicológico

a) La corrupción desde el psicoanálisis: Uno de los estudios más difundidos en nuestro


medio es el realizado por el psicoanalista Saúl Peña K. (2007), quien en su artículo:
«Reflexiones sobre la corrupción, patología mental, social, política y ética», refiere que
la potencialidad que tenemos todos los seres humanos de ser corruptibles, «proviene
del aspecto destructivo del instinto de muerte», que sería facilitado por «factores
psicoplásticos (Sic.)», que tendría por finalidad infligir la muerte simbólica de alguien,
«a través de la agresificación (Sic.) destructiva del instinto de vida» (Peña, 2007, p. 4).
Asimismo, refiere que la «corrupción tiene que ver con nuestra historia vincular
primigenia […] con aspectos corruptógenos (Sic.) maternos, paternos, de la pareja,
familiares, educativos, laborales, sociales, culturales, religiosos, políticos, económicos,
ideológicos, etc.» (Peña, 2008).

Alternativas en relación a las investigaciones en el campo de la psicología de la corrupción

° En tal sentido, se deberían realizar estudios longitudinales de naturaleza experimental,


en niños, adolescentes y adultos, con el fin de tener un conocimiento más vasto y
profundo de este comportamiento,

Al ser la corrupción, un problema multicausal, se deberían planificar estudios


interdisciplinarios; esto es, desarrollar investigaciones con la participación mancomunada
de otras ciencias —sociales y naturales—, como la sociología, neuropsicología, etología,
antropología, economía, criminalística, etc. De manera que se tenga un panorama mucho
más vasto de posibilidades explicativas y, per se, predictivas.

En vista de que la explicación científica lleva consigo la posibilidad de la predicción per se,
realizar estudios psicológicos que busquen explicar la naturaleza y génesis de la conducta
corrupta llevaría consigo la posibilidad de estar en condiciones de predecir su ocurrencia
en una u otra persona, de manera que se podrían evitar, y con ello prevenir, la ocupación
de cargos relevantes de la administración pública a individuos con una alta tendencia hacia
los actos corrupción, evitando así la pérdida de ingentes cantidades de recursos
económicos y materiales en los países más afectados por dicho problema.

e la investigación de la corrupción dentro del espacio científico de la psicología, necesita


mayor desarrollo, tanto en la cantidad de los estudios, como en la elección de
metodologías objetivas y con el debido rigor epistémico bajo la consigna de lograr su
explicación y con ello, dar luces para mitigar su aparición y, per se, decrementar sus
efectos tan nocivos y perjudiciales en la sociedad peruana, en particular, y la sociedad
global, en general

Impacto en la salud mental

Según un estudio epidemiológico efectuado por el INMS en el 2012 (el próximo será
ejecutado en el 2022, con 10 años de intervalo), cuando preguntaron a la población sobre
en qué aspecto sienten que la corrupción los afecta principalmente, “las respuestas se
orientaron hacia eso dos puntos: primero, que los afecta por la inestabilidad económica, y,
segundo, en la desconfianza en líderes”

Para Proética, la percepción que la ciudadanía tiene sobre la corrupción coloca al problema en


el segundo lugar de preocupaciones nacionales, siendo superada solo por la delincuencia (no
obstante, la entidad precisó que en el interior del país,  la corrupción es considerada más grave
que aquella problemática, https://www.proetica.org.pe/noticias/la-corrupcion-y-su-impacto-
en-la-salud-mental-de-los-peruanos/ (2018)
La percepción deteriorada y la desconfianza difusa hacia el sistema político y jurídico es un
factor de riesgo en la tolerancia ciudadana a la corrupción

Alternativas:

Algunos estudios sugieren que la relación entre corrupción y democracia es de causalidad. Es


decir, que mayores niveles de democratización en una sociedad reducen las percepciones de
corrupción al interior de la misma (Jaramillo, 2011). Asimismo, se ha planteado inclusive un
vínculo entre corrupción y nivel democrático de una nación. Por ejemplo, en una escala de
evaluación de la corrupción de uno a cien, en la que puntuaciones altas equivalen a menor
corrupción se encontró que la puntuación media de las sociedades categorizadas como
democracias plenas era de 75 puntos, de 49 puntos en las «democracias imperfectas», 35
puntos en los «regímenes híbridos» y 30 puntos en los regímenes «autocráticos»
(Transparencia Internacional, 2018).

Un meta-análisis de 137 estudios examinó los factores situacionales o microsociales y


psicológicos que reforzaban la conducta de hacer trampa, aprovecharse deshonestamente de
recursos y otros indicadores similares. Las variables dependientes eran mediciones sobre falta
de ética como el comportamiento real, la intención auto-reportada de comportarse
deshonestamente y el juicio auto-informado de conductas contrarias a la ética. Los resultados
encontraron que el factor socio-ambiental que más reforzaba las medidas de falta de ética era
la justificación de la conducta corrupta a partir de: (1) su minimización (p.e. “no es tan grave”),
(2) el reencuadre positivo (p.e. “es solo una forma de restaurar una situación injusta”), (3) el
devaluar a las víctimas (p.e “es culpa de ellos que les robemos”) (Belle & Cantarelli, 2017).
Consistentemente, con base en 13 estudios, se encontró que cuanto más el entorno les
permita a las personas racionalizar su comportamiento desviado, es más probable que estas
se comporten de manera poco ética (r media=.44, Bozerman & Gino, 2012)

Con base en 4 estudios se encontró que otro factor que refuerza la corrupción, es la presión
del tiempo o fijarse metas muy altas que deban cumplirse en poco tiempo (r media=.32). Por
otra parte, el predominio de una imagen de sí mismo egocéntrica, independiente y poco
relacional se asoció en 20 estudios con un tamaño del efecto de r media=.27 a la corrupción.
Otro factor que favorece la corrupción es la exposición a la deshonestidad incremental,
consistente en la escalada desde pequeñas transgresiones a convenciones sociales a actos
corruptos más graves paulatinamente. Siete estudios demuestran que las situaciones donde
están presentes la riqueza y la desigualdad desencadenan en las personas envidia y avaricia,
por lo que mediante actos corruptos quieren reparar la situación injusta (r media=.26). 26
estudios muestran que el ser testigo o ver a pares cometer actos deshonestos incide en las
prácticas corruptas como una forma de influencia 782 Revista de Psicología, Vol. 39 (2), 2021,
pp. 777-804 (e-ISSN 2223-3733) social (r media=.25). 33 estudios muestran que enmarcar la
evitación de una conducta corrupta como una pérdida (si no se comete el acto, el corrupto
perderá un monto de dinero) incrementa la adhesión a la corrupción (r media=.24); asimismo,
cinco estudios muestran que cuando una situación corrupta se describe como una ganancia,
también se incrementa la adhesión a la corrupción (r media=.25) (Philip & David-Barrett,
2015). Por otra parte, los factores que refuerzan la conducta normativa e inhiben la corrupción
son; en primer lugar, el monitoreo o control de la conducta de los empleados; así, 19 estudios
muestran que donde el control destaca y pone de relieve la existencia de actos corruptos, al
mismo tiempo que señala que quienes cometan estos actos serán sancionados, inhibe la
adhesión a la corrupción (r media=-.42). 12 estudios muestran que la disposición a mantener
una imagen positiva de sí mismas disminuye las conductas poco éticas como la corrupción (r
media=-.28). Finalmente, 15 estudios muestran que recordatorios morales que hacen que las
personas tengan presentes códigos éticos inhiben la corrupción (r media=-.21) (Belle &
Cantarelli, 2017)

Como se puede constatar el monitoreo o control y castigo a las conductas antinormativas es


uno de los procedimientos más eficaces para la inhibición de las mismas. Además de su
impacto instrumental, se puede esperar que este control actúe no solo sobre los desviantes y
las personas implicadas, sino que, como todo ritual simbólico colectivo, actúe positivamente
sobre la cohesión social (cf. Durkheim, 1895/1982).

Cabe resaltar que el efecto positivo de las acciones anticorrupción eficaces no actúa en el
vacío; así, diversos estudios sugieren que instituciones legitimadas por la ciudadanía son un
factor contextual que refuerza el efecto de las acciones de control social (Gächter & Schulz,
2016; Pinto et al., 2016; Hatibovic et al., 2020) o de justicia restaurativa, observándose a
modo de ejemplo que el impacto positivo de las Comisiones de la Verdad en América Latina
era mayor en aquellos países en los que la confianza en las instituciones democráticas era
también mayor (Mathias, Páez, Espinosa et al., 2020).

En otra investigación sobre la percepción de eficacia en el control de la corrupción y su


relación con el clima socioemocional y la identidad nacional en el Perú concluye que el
discurso de control social eficaz aumenta el clima socioemocional positivo y disminuye el
negativo. Sin embargo, dado que este último predomina, lo que se logra es que la percepción
del clima sea menos negativa cuando el discurso enfatiza los éxitos de control social. En este
estudio como en otros, predomina una visión crítica del clima emocional ya que se constata
que hay mayor percepción de ira colectiva que de emociones positivas (véase Páez, Espinosa &
Bobowik, 2013).

Cuando los mecanismos de control social del grupo se perciben como eficaces, las personas
perciben más emociones colectivas positivas como la solidaridad, como mostraron las
comparaciones entre las medias de la muestra representativa del 2012 y la muestra del
presente estudio. Por el contrario, cuando los mecanismos de control social de la corrupción se
perciben como ineficaces o inexistentes, las personas perciben ira colectiva, como mostraron
las comparaciones entre la muestra de Lima actual informada de baja eficacia, que informaba
de más ira colectiva que la muestra de Lima en el 2012, siendo esto es congruente con los
hallazgos del estudio de Pinto et al., (2016).

CRIMINALIDAD ORGANIZADA

 Se considera organización criminal a cualquier agrupación de tres o más personas que se
reparten diversas tareas o funciones, cualquiera sea su estructura y ámbito de acción, que, con
carácter estable o por tiempo indefinido, se crea, existe o funciona, inequívoca y directamente,
de manera concertada y coordinada, con la finalidad de cometer uno o más delitos graves
señalados en el artículo 3 de la presente Ley” (Artículo 2, inciso 1)  Ley 30077 contra el crimen
organizado

Las asociaciones criminales se caracterizan por su elevada complejidad a nivel


organizativo, que adoptan modelos y estructuras de tecnología de punta, lo que ha
llevado a algunos investigadores, como Kaiser, Solans, Arlacchi (1985), a calificar el
hecho como “industria del crimen”, “empresas criminales” o “multinacionales del
crimen”. Si bien es cierto que la organización criminal es considerada como tal, por la
ejecución de actos delictivos, esta no se fundamenta en el ejercicio de comenter el
delito, su función principal como lo dice Blanco (pág 216) es la rentabilidad económica, y
el delito constituye solamente un instrumento para la consecución en primera línea de
fines materiales, para cuya extensión el grupo se puede servir también, y de hecho se
sirve, de medios ilegales. El accionar criminal es un medio para alcanzar el fin principal,
es decir, el máximo de ganancias económicas. Pero si tal fin se puede alcanzar
recurriendo a medios legales, entonces estos relevaran a los medios criminales. En otras
palabras, la organización delincuencial realiza negocios tanto legales como ilegales,
según su conveniencia.

El reto que plantea el crimen organizado para la sociedad actual amerita monumentales
esfuerzos en todos los ordenes de la actividad social, cultural, legal, gubernamental y
estatal. En el caso particular de Colombia, se hace necesario adecuar el sistema de
investigación judicial a los retos actuales, propendiendo por la profesionalización y
especialización del sistema acusatorio. La investigación criminalística requiere de una
profunda modernización y de una estructura que permita el trabajo interdisciplinario de
connotaciones técnico científicas; fortaleciendo la conformación de equipos
investigativos especializados que generen conocimientos tanto operativos como
científicos de la actividad criminal organizada. Se hace prioritario fortalecer la ayuda a
las víctimas, de tal manera que su colaboración, que sin lugar a dudas es indispensable,
faciliten la obtención de información valiosa sobre los grupos delincuenciales. La
conformación de equipos investigativos con entidades policivas internacionales y la
creación de convenios interinstitucionales con Universidades y organizaciones privadas
es una necesidad urgente. La sociedad debe ser informada sobre el que hacer
delincuencial; el propiciar seguridad y ofrecer beneficios y motivar a los denunciantes
y/o víctimas es prioritario.

El crimen ya no es el resultado de un sujeto anormal y peligroso, sino una actividad de


personas altamente capacitadas y especializadas, que ven una gran posibilidad de
obtener riqueza y dispuestos a utilizar cualquier medio, ayudados por una aliada de
inmenso poder como es la corrupción, que se fundamenta en el afán de riqueza de todo
aquel que cae rendido por la tentación del dinero fácil. El gran peligro del crimen
organizado es que la víctima es la sociedad entera, que la concepción individualizadora
del derecho penal no permite restaurar el daño que produce en todo el conjunto social
pues el ejercicio desigual del poder, al servicio de unos pocos, posibilita el florecimiento
y fortalecimiento de actividades tales como el crimen organizado cuyo camino conduce
a la búsqueda de la institucionalización de la ilegalidad.
https://www.psicologiacientifica.com/el-crimen-organizado/

A juicio de Scheller y Lugo (2019) la configuración del crimen organizado debe


vincularse necesariamente a sus características propias, para precisar el hecho ilícito,
pudiendo considerar entre los presupuestos para su configuración:

• Conjunto de personas conformadas con una estructura organizada y jerarquizada,


permanente, disciplinada, con roles definidos, con sentido de pertenencia.

• Dotado de una cúpula.

• Con el objetivo de planificar y ejecutar hechos de especialización delictiva.

• Con una finalidad de lucro y poder con la producción de bienes y servicios ilícitos.

• Con un gran poder corruptor, uso de una vasta logística y de una tecnología de punta.
Dentro de estos presupuestos se debe fijar la conducta del autor que adquiere
relevancia penal, tarea que corresponde a la “Teoría de la imputación objetiva”.

Una de las políticas del Estado peruano para hacer frente al crimen organizado y en
cumplimiento de la Convención de Palermo aprobado por el Congreso peruano con
Resolución Legislativa N°. 27527, es la Ley Nº 30077, Ley contra el crimen organizado,
que de su inciso 1 del artículo 2° podemos afirmar que la organización criminal posee un
concepto definido y delimitado, sancionando el tipo penal autónomo y propio de la
organización criminal, como delito de concierto para delinquir, agravando las penas
cuando esta organización criminal incurra en la comisión de delitos determinados en el
artículo 3°
INTERVENCION EN EL PERU

Las técnicas especiales que esta ley autoriza son: agente encubierto, acciones de seguimiento y
vigilancia, circulación y entrega vigilada de bienes delictivos, interceptación postal e
intervención de las comunicaciones.

Es por ello que para el desarrollo exitoso de los operativos de inteligencia se requiere recursos
logísticos y administrativos suficientes; recursos tecnológicos; especialización de los agentes,
acorde a la investigación de delitos complejos; implementación de técnicas especiales de
investigación.
En esa línea nos dicen Ortiz y Suarez (2019) que el agente encubierto es una técnica valiosa
en el proceso investigatorio que desde un enfoque preventivo permite controlar la
configuración y sostenimiento de las organizaciones criminales y desde un enfoque
sancionador recoge elementos probatorios de primera mano, vasto y suficiente, que sirve para
para poder identificar, desarticular y judicializar a sus integrantes. La naturaleza de su misión le
lleva a infiltrase en las organizaciones criminales usando una identidad oculta autorizada
legalmente, para que desde su interior pueda recoger pruebas significativas que sirvan para
condenar penalmente a sus miembros y desarticular la organización criminal

Se concluye según esta investigación :

- Las organizaciones criminales en el Perú, se han incrementado porque las estrategias


del Estado para luchar contra la criminalidad organizada se están quedando obsoletos,
ante el gran poder de organización y financiamiento de las organizaciones criminales.
- Se tienen que tener en consideración que los delitos a tomar en cuenta, solo serán
aquellos que configuren como graves, cuyos elementos que lo configuran son cuatro:
el primero, los tipos de delito que ejecutan las organizaciones criminales; segundo,
blanqueo de dinero producto de las operaciones de bienes y servicios ilegales; el
tercero, la estructura y sus relaciones de las organizaciones criminales; el cuarto, la
concentración de poder con dominio en el aspecto económico y político.
- La existencia del incremento del accionar del crimen organizado se debe, entre otros
aspectos, a la escasa utilización de la técnica especial de investigación de agente
encubierto, a la falta de capacitación para formar y utilizar agentes encubiertos en la
investigación contra el crimen organizado y la escasa coordinación entre las
instituciones afines al problema.
- Para la solución se requiere de una política nacional de lucha contra el crimen
organizado que dimensione la organización criminal, que contemple el desarrollar de
estrategias de combate contra el crimen organizado con uso intensivo de técnicas de
inteligencia, con planes de capacitación y especialización de agentes encubiertos. •
Para una lucha eficaz contra el crimen organizado se requiere de un Estado fuerte,
para ello es necesario lograr una gestión de calidad de los recursos públicos, del
sistema de información integrada entre todas las instituciones y con la más alta
tecnología, así también de una gestión de calidad en la formación de recursos
humanos como operadores de justicia penal y personal especializado, que se disponga
de una adecuada legislación y una garantía en su aplicación.
- Establecer una política clara y comprometida en el control del mayor espacio posible
en la regulación de los mercados aplicando las leyes eficaz y correctamente, de tal
forma que los mercados ilegales dispongan del menor espacio y la corrupción será
menor y al contrario si no se aplica la ley, mayores serán los espacios para el desarrollo
de la informalidad, la ilegalidad y de la corrupción.

Proceso de tratamiento a víctimas del crimen organizado ( México)

Los participantes señalan que atienden principalmente a personas adultas, tanto hombres
como mujeres. Las víctimas directas asisten principalmente por el delito de secuestro, y en
menor medida por la extorsión. Las víctimas indirectas, quienes suelen ser familiares cercanos,
acuden por los delitos de homicidio, desaparición forzada (también denominada levantón en el
contexto local) y secuestro.

Las víctimas directas experimentan múltiples formas de violencia, sobre todo al sufrir un
secuestro. Pueden recibir en primer lugar violencia psicológica, que abarca actos como recibir
amenazas e insultos, ser humillado o perseguido. A su vez, es frecuente la violencia física, que
se presenta en un espectro que va desde ser tocado o vendado, hasta recibir golpes y en un
nivel extremo, ser sometido a tortura. Especialmente en el caso del secuestro y la desaparición
forzada, las personas son reducidas a objetos y son sometidas a la voluntad de los
delincuentes, ya que sus cuerpos son trasladados, retenidos, arrojados en las carreteras o
parajes desconocidos. Si bien las víctimas indirectas no sufren en sus propios cuerpos esta
violencia psicológica y física, la experimentan en forma vicaria, al imaginar lo que sus familiares
han sufrido.

Los profesionales de salud mental que laboran en contextos con altos niveles de violencia
por parte del crimen organizado, atienden especialmente a víctimas directas de secuestro y
extorsión, y a víctimas indirectas de homicidio violento y desaparición forzada. Aunque las
cifras de homicidio y desaparición forzada son mayores en Tamaulipas (SESNP, 2017a y 2017b),
en el estudio se reportó una mayor frecuencia de atención a víctimas directas de secuestro. Si
bien es posible que esto se deba a la intensidad de la sintomatología sufrida por la víctima
directa, también puede estar asociado a la desconfianza de los familiares hacia las instituciones
al estar inmersos en un contexto de impunidad (Navia y Ossa, 2003) y el temor a vivir
represalias por parte del crimen organizado.

Las víctimas atendidas sufren actos de violencia física y psicológica. Las secuelas principales
son el miedo, la ansiedad y la alteración del sueño, lo cual no solo alude a la vulnerabilidad que
experimentan los pacientes, sino a la pérdida de confianza en el mundo. La tristeza,
desesperanza y depresión corresponde a otro tipo de secuelas que representan una pérdida de
sentido y del placer de vivir, sobre todo sufrida por las víctimas indirectas cuyo familiar ha
muerto o se encuentra desaparecido. Además experimentan un deterioro de su salud en tales
condiciones de malestar emocional y una alteración de su vida social, tal como se ha reportado
en estudios previos (Alexander y Klein, 2009; Salgado-Villegas, 2010).

Metodologia

cuestionario

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