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Asimismo, según Bayley (1966), Mc Mullan (1961) Nye (1967), y Tilman (1968), (citados en:
Gonzales, 1985), una conducta corrupta en la esfera pública se da cuando:
a. Actúa violando su responsabilidad hacia, por lo menos, un sistema de orden público o cívico,
y es de hecho, incompatible o destructivo de tales sistemas.
c. Acepta dinero por hacer lo que tiene la obligación de hacer, o por no hacer lo que tiene la
obligación de hacer.
CAUSAS DE LA CORRUPCIÓN
Para el historiador Álvaro Gonzales Riesle (1985), las causas de la corrupción (se señala lo más
relevante) son:
1. El subdesarrollo.
2. La situación general de anomia que conduce a la gente a pensar que cualquiera que
ocupa una posición de poder va, muy probable, a explotarla en el propio interés, en el
de su familia u otros grupos sociales hacia los que tiene un sentimiento de lealtad.
3. La existencia de una profunda brecha entre el gobierno y la sociedad.
4. La ausencia de un proyecto nacional y de lealtad del ciudadano hacia una sociedad
organizada.
5. La expansión de la autoridad gubernamental y la multiplicación de actividades sujetas
a regulación del gobierno.
6. Las acciones de empresas transnacionales que buscan decisiones gubernamentales
que las favorezcan.
7. Un bajo nivel de disciplina social.
8. Una debilidad de los mecanismos de reforzamiento social y gubernamental.
9. La prevalencia de desigualdades en la distribución de la riqueza y de una considerable
pobreza absoluta.
10. La nula diferencia entre el rol público y el interés privado aunado a una tendencia a
ver la función pública como el medio principal de enriquecerse.
11. En suma, a mayor caos: subdesarrollo, desorientación, desintegración, dependencia
del exterior, indisciplina, desigualdad, ignorancia y deshonestidad, mayor será
también la corrupción.
CONSECUENCIAS DE LA CORRUPCION
En vista de que la explicación científica lleva consigo la posibilidad de la predicción per se,
realizar estudios psicológicos que busquen explicar la naturaleza y génesis de la conducta
corrupta llevaría consigo la posibilidad de estar en condiciones de predecir su ocurrencia
en una u otra persona, de manera que se podrían evitar, y con ello prevenir, la ocupación
de cargos relevantes de la administración pública a individuos con una alta tendencia hacia
los actos corrupción, evitando así la pérdida de ingentes cantidades de recursos
económicos y materiales en los países más afectados por dicho problema.
Según un estudio epidemiológico efectuado por el INMS en el 2012 (el próximo será
ejecutado en el 2022, con 10 años de intervalo), cuando preguntaron a la población sobre
en qué aspecto sienten que la corrupción los afecta principalmente, “las respuestas se
orientaron hacia eso dos puntos: primero, que los afecta por la inestabilidad económica, y,
segundo, en la desconfianza en líderes”
Alternativas:
Con base en 4 estudios se encontró que otro factor que refuerza la corrupción, es la presión
del tiempo o fijarse metas muy altas que deban cumplirse en poco tiempo (r media=.32). Por
otra parte, el predominio de una imagen de sí mismo egocéntrica, independiente y poco
relacional se asoció en 20 estudios con un tamaño del efecto de r media=.27 a la corrupción.
Otro factor que favorece la corrupción es la exposición a la deshonestidad incremental,
consistente en la escalada desde pequeñas transgresiones a convenciones sociales a actos
corruptos más graves paulatinamente. Siete estudios demuestran que las situaciones donde
están presentes la riqueza y la desigualdad desencadenan en las personas envidia y avaricia,
por lo que mediante actos corruptos quieren reparar la situación injusta (r media=.26). 26
estudios muestran que el ser testigo o ver a pares cometer actos deshonestos incide en las
prácticas corruptas como una forma de influencia 782 Revista de Psicología, Vol. 39 (2), 2021,
pp. 777-804 (e-ISSN 2223-3733) social (r media=.25). 33 estudios muestran que enmarcar la
evitación de una conducta corrupta como una pérdida (si no se comete el acto, el corrupto
perderá un monto de dinero) incrementa la adhesión a la corrupción (r media=.24); asimismo,
cinco estudios muestran que cuando una situación corrupta se describe como una ganancia,
también se incrementa la adhesión a la corrupción (r media=.25) (Philip & David-Barrett,
2015). Por otra parte, los factores que refuerzan la conducta normativa e inhiben la corrupción
son; en primer lugar, el monitoreo o control de la conducta de los empleados; así, 19 estudios
muestran que donde el control destaca y pone de relieve la existencia de actos corruptos, al
mismo tiempo que señala que quienes cometan estos actos serán sancionados, inhibe la
adhesión a la corrupción (r media=-.42). 12 estudios muestran que la disposición a mantener
una imagen positiva de sí mismas disminuye las conductas poco éticas como la corrupción (r
media=-.28). Finalmente, 15 estudios muestran que recordatorios morales que hacen que las
personas tengan presentes códigos éticos inhiben la corrupción (r media=-.21) (Belle &
Cantarelli, 2017)
Cabe resaltar que el efecto positivo de las acciones anticorrupción eficaces no actúa en el
vacío; así, diversos estudios sugieren que instituciones legitimadas por la ciudadanía son un
factor contextual que refuerza el efecto de las acciones de control social (Gächter & Schulz,
2016; Pinto et al., 2016; Hatibovic et al., 2020) o de justicia restaurativa, observándose a
modo de ejemplo que el impacto positivo de las Comisiones de la Verdad en América Latina
era mayor en aquellos países en los que la confianza en las instituciones democráticas era
también mayor (Mathias, Páez, Espinosa et al., 2020).
Cuando los mecanismos de control social del grupo se perciben como eficaces, las personas
perciben más emociones colectivas positivas como la solidaridad, como mostraron las
comparaciones entre las medias de la muestra representativa del 2012 y la muestra del
presente estudio. Por el contrario, cuando los mecanismos de control social de la corrupción se
perciben como ineficaces o inexistentes, las personas perciben ira colectiva, como mostraron
las comparaciones entre la muestra de Lima actual informada de baja eficacia, que informaba
de más ira colectiva que la muestra de Lima en el 2012, siendo esto es congruente con los
hallazgos del estudio de Pinto et al., (2016).
CRIMINALIDAD ORGANIZADA
Se considera organización criminal a cualquier agrupación de tres o más personas que se
reparten diversas tareas o funciones, cualquiera sea su estructura y ámbito de acción, que, con
carácter estable o por tiempo indefinido, se crea, existe o funciona, inequívoca y directamente,
de manera concertada y coordinada, con la finalidad de cometer uno o más delitos graves
señalados en el artículo 3 de la presente Ley” (Artículo 2, inciso 1) Ley 30077 contra el crimen
organizado
El reto que plantea el crimen organizado para la sociedad actual amerita monumentales
esfuerzos en todos los ordenes de la actividad social, cultural, legal, gubernamental y
estatal. En el caso particular de Colombia, se hace necesario adecuar el sistema de
investigación judicial a los retos actuales, propendiendo por la profesionalización y
especialización del sistema acusatorio. La investigación criminalística requiere de una
profunda modernización y de una estructura que permita el trabajo interdisciplinario de
connotaciones técnico científicas; fortaleciendo la conformación de equipos
investigativos especializados que generen conocimientos tanto operativos como
científicos de la actividad criminal organizada. Se hace prioritario fortalecer la ayuda a
las víctimas, de tal manera que su colaboración, que sin lugar a dudas es indispensable,
faciliten la obtención de información valiosa sobre los grupos delincuenciales. La
conformación de equipos investigativos con entidades policivas internacionales y la
creación de convenios interinstitucionales con Universidades y organizaciones privadas
es una necesidad urgente. La sociedad debe ser informada sobre el que hacer
delincuencial; el propiciar seguridad y ofrecer beneficios y motivar a los denunciantes
y/o víctimas es prioritario.
• Con una finalidad de lucro y poder con la producción de bienes y servicios ilícitos.
• Con un gran poder corruptor, uso de una vasta logística y de una tecnología de punta.
Dentro de estos presupuestos se debe fijar la conducta del autor que adquiere
relevancia penal, tarea que corresponde a la “Teoría de la imputación objetiva”.
Una de las políticas del Estado peruano para hacer frente al crimen organizado y en
cumplimiento de la Convención de Palermo aprobado por el Congreso peruano con
Resolución Legislativa N°. 27527, es la Ley Nº 30077, Ley contra el crimen organizado,
que de su inciso 1 del artículo 2° podemos afirmar que la organización criminal posee un
concepto definido y delimitado, sancionando el tipo penal autónomo y propio de la
organización criminal, como delito de concierto para delinquir, agravando las penas
cuando esta organización criminal incurra en la comisión de delitos determinados en el
artículo 3°
INTERVENCION EN EL PERU
Las técnicas especiales que esta ley autoriza son: agente encubierto, acciones de seguimiento y
vigilancia, circulación y entrega vigilada de bienes delictivos, interceptación postal e
intervención de las comunicaciones.
Es por ello que para el desarrollo exitoso de los operativos de inteligencia se requiere recursos
logísticos y administrativos suficientes; recursos tecnológicos; especialización de los agentes,
acorde a la investigación de delitos complejos; implementación de técnicas especiales de
investigación.
En esa línea nos dicen Ortiz y Suarez (2019) que el agente encubierto es una técnica valiosa
en el proceso investigatorio que desde un enfoque preventivo permite controlar la
configuración y sostenimiento de las organizaciones criminales y desde un enfoque
sancionador recoge elementos probatorios de primera mano, vasto y suficiente, que sirve para
para poder identificar, desarticular y judicializar a sus integrantes. La naturaleza de su misión le
lleva a infiltrase en las organizaciones criminales usando una identidad oculta autorizada
legalmente, para que desde su interior pueda recoger pruebas significativas que sirvan para
condenar penalmente a sus miembros y desarticular la organización criminal
Los participantes señalan que atienden principalmente a personas adultas, tanto hombres
como mujeres. Las víctimas directas asisten principalmente por el delito de secuestro, y en
menor medida por la extorsión. Las víctimas indirectas, quienes suelen ser familiares cercanos,
acuden por los delitos de homicidio, desaparición forzada (también denominada levantón en el
contexto local) y secuestro.
Las víctimas directas experimentan múltiples formas de violencia, sobre todo al sufrir un
secuestro. Pueden recibir en primer lugar violencia psicológica, que abarca actos como recibir
amenazas e insultos, ser humillado o perseguido. A su vez, es frecuente la violencia física, que
se presenta en un espectro que va desde ser tocado o vendado, hasta recibir golpes y en un
nivel extremo, ser sometido a tortura. Especialmente en el caso del secuestro y la desaparición
forzada, las personas son reducidas a objetos y son sometidas a la voluntad de los
delincuentes, ya que sus cuerpos son trasladados, retenidos, arrojados en las carreteras o
parajes desconocidos. Si bien las víctimas indirectas no sufren en sus propios cuerpos esta
violencia psicológica y física, la experimentan en forma vicaria, al imaginar lo que sus familiares
han sufrido.
Los profesionales de salud mental que laboran en contextos con altos niveles de violencia
por parte del crimen organizado, atienden especialmente a víctimas directas de secuestro y
extorsión, y a víctimas indirectas de homicidio violento y desaparición forzada. Aunque las
cifras de homicidio y desaparición forzada son mayores en Tamaulipas (SESNP, 2017a y 2017b),
en el estudio se reportó una mayor frecuencia de atención a víctimas directas de secuestro. Si
bien es posible que esto se deba a la intensidad de la sintomatología sufrida por la víctima
directa, también puede estar asociado a la desconfianza de los familiares hacia las instituciones
al estar inmersos en un contexto de impunidad (Navia y Ossa, 2003) y el temor a vivir
represalias por parte del crimen organizado.
Las víctimas atendidas sufren actos de violencia física y psicológica. Las secuelas principales
son el miedo, la ansiedad y la alteración del sueño, lo cual no solo alude a la vulnerabilidad que
experimentan los pacientes, sino a la pérdida de confianza en el mundo. La tristeza,
desesperanza y depresión corresponde a otro tipo de secuelas que representan una pérdida de
sentido y del placer de vivir, sobre todo sufrida por las víctimas indirectas cuyo familiar ha
muerto o se encuentra desaparecido. Además experimentan un deterioro de su salud en tales
condiciones de malestar emocional y una alteración de su vida social, tal como se ha reportado
en estudios previos (Alexander y Klein, 2009; Salgado-Villegas, 2010).
Metodologia
cuestionario