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Cap II

 El hombre es un ser moral por naturaleza


La moralidad de un hombre procede de su condición de ser racional, no de fuera, sino
de su misma naturaleza.
La filosofía defiende la estructura moral del hombre desde su condición de ser
persona.
Se diferencia al hombre y al animal a partir de tres realidades: la racionalidad, la
socialidad y la eticidad.
Una diferencia esencia entre el hombre y el animal es que: el hombre tiene ética, el
animal no.
La Teología Moral niega que los agentes externos impongan la eticidad del hombre.
La presencia del hombre sobre la tierra se debe al querer de Dios. El hombre refleja la
imagen de Dios, por eso ha de actuar conforme su dignidad.
La persona humana debe tender a Dios como fin último de su vida.
¿Se acepta o no la creación? Según esto nacen 2 corrientes éticas:
a) La antropología: por la diversa concepción que se tenga del hombre
b) Según se acepte o se niegue la existencia de Dios.

 Características de la antropología cristiana


Caracterizan la concepción cristiana del hombre: la imagen de Dios y la vida en Cristo.
Pero además de esto, los siguientes:
- Unidad radical de la persona:
En el ser humano confluyen dos elementos que no se pueden separar: el alma
(ser espiritual) y el cuerpo (elemento material). Ambos se distinguen, pero no
se separan. Negar la distinción es caer en monismo antropológico, que acaba
en materialismo, porque una concepción monista no puede negar la realidad
del cuerpo. Pero la distinción no es hablar de separación, porque la unión de
cuerpo y alma es la unidad radical de la persona, y su separación, significa la
muerte. Ambos se coposibilitan mutuamente. La unión del cuerpo y alma es tan
intima naturalmente que ambos pueden ser dañados a la vez, como, por
ejemplo, el pecado original.
- El pecado, introducción del desorden en el orden divino:
La antropología cristiana parte de que el hombre y la mujer están heridos en lo
mas profundo de su naturaleza intima. El pecado original y sus efectos en el ser
humano están definidos como verdades de fe por la iglesia. (*)
Ese desorden (*) tiene efectos en la conducta moral y es proclive al pecado,
además de que el hombre esta sometido a la tentación del demonio y a la
influencia corrosiva del mal.
Como efecto del pecado original, el hombre nace con una triple herida: la
ignorancia. (confundir el bien con el mal)
- El hombre ha sido redimido y elevado por la Redención de Jesucristo
El pecado de origen y la redención marcan los límites del ser humano: su
debilidad y su grandeza.
En virtud del pecado original, todo hombre es proclive al mal y al pecado; pero,
en razón de la dignidad alcanzada por la redención, es capaz de aspirar a las
más altas cotas de la perfección y de la santidad.

Cap III
 Dios, fin último del hombre
Si Dios es el principio de todas las criaturas, tienes que ser también su fin último.
La moral es la ciencia que regula la conducta que le es propia al ser racional para alcanzar una
vida feliz, la finalidad del actuar moral es Dios: Dios, principio y fin de la existencia, orienta la
vida del hombre según su querer, el cual coincide con el bien de la persona.
El fin no se impone al hombre, es de su misma naturaleza.
Cuando el hombre se orienta a Dios, es feliz, pero cuando se desvía, no alcanza la
razón de su existencia, y malogra su vida.

 El último fin debe ejercer un influjo real en el actuar humano


La influencia del último fin sobre el actuar humano es considerable. Fijando las
siguientes ventajas:
1. Considerar el fin último sirve de criterio para medir la moralidad de los actos
humanos singulares (buenos y malos).
2. Cuando el hombre constituye como fin último de su vida el «dar gloria a Dios»,
todas sus acciones adquieren un carácter nuevo; elimina las que lo alejan de
Dios, y las buenas se vuelven aún más importantes.
3. Da lugar a una moral de altos valores éticos.
4. Si la totalidad de la existencia se orienta para la gloria de Dios, la vida moral no
se reduce a intentar conseguir un proyecto puramente humano, sino se intenta
conseguir un proyecto de vida global según el querer de Dios.

Cap IV
 Sentido y definición de libertad
El hombre se distingue por la racionalidad y la capacidad de obrar libremente.
La capacidad de decidirse a actuar o de abstenerse, de determinarse por algo o
resolver por lo opuesto, incluso de crear situaciones nuevas, es lo que cabe entender
como «libertad».
- Libertad de necesidad: Es la posibilidad de actuar o no actuar.
- Libertad de especificidad: Es la capacidad de decidirse entre diversas
opciones.
- Libertad de contradicción: Es la que decide entre dos cosas opuestas.
 Libertad y verdad
Para que el hombre actúe libremente, se debe conocer lo que realmente va a ejecutar
o elegir. Solo es libre la persona que conoce la verdad. De ahí salen dos consecuencias:
a) El medio para crecer en libertad es profundizar en verdad.
b) El camino para ayudar a que otros sean libres es posibilitarles la verdad.
 Libertad y bien
Si se niega la libertad para hacer el mal, se limita la condición libre del hombre. Pero la
libertad debe usarse para el bien debido a que así se respeta el ser de la persona y el
ser de la realidad.
Cuando el hombre usa la libertad para hacer el mal, muestra, ciertamente, que es
libre, dado que puede realizarlo, pero no ejercita la verdadera libertad, pues no hace
un uso legítimo de ella. Cuando la libertad hace el mal, deteriora y esclaviza al hombre.
 Libertad y responsabilidad
No hay responsabilidad sin libertad, ni libertad irresponsable. El hombre
verdaderamente libre es aquel que se siente responsable de su decisión.
 La libertad perfecciona el ser de la persona
La libertad es más una meta que un logro. Se debe ocupar en la practica de la virtud y
el desarrollo de la responsabilidad.
“cuando alguien ama de verdad, disfruta de mayor libertad”.

Cap V
 Los actos humanos
Que el hombre sea un ser inteligente y libre es lo que hace que sus acciones sean
verdaderamente humanas, y ese actuar de acuerdo con su ser da como resultado que
la persona sea buena o mala en orden ético.
Para que una acción sea moral, primero debe ser humana.
Para cometer un pecado mortal se necesitan 3 condiciones graves: materia grave,
conocimiento perfecto y voluntad plena.
 Criterios que permiten juzgar que un acto no es humano: defectos de
conocimiento; deficiencias en la libertad
Un acto deja de ser humano cuando cesa de ser consciente y voluntario. Hay que saber
distinguir entre consciente y voluntario.
Aquí tocamos el tema de los «impedimentos» que hacen que un acto no pueda
calificarse como «humano». Acontece por dos motivos:
Deficiencias en el conocer o falta de libertad, y se da en las siguientes circunstancias:
a) Ignorancia: carencia de conocimiento, casos de ignorancia:
- De hecho: se ignora un acto concreto está o no prohibido;
- De derecho: si se desconoce la existencia de una ley moral;
- Vencible: cuando es posible salir de la ignorancia;
- Invencible: no se pone esfuerzo alguno por vencerla;
- Afectada; se rehúsa a poner los medios para salir de ella.
En estos y otros casos, la acción moral se mide por los siguientes principios morales:
-La «ignorancia vencible» puede disminuir la voluntariedad de un acto, pero quien la
padece tiene obligación de poner los medios convenientes para salir de ella y adquirir
los conocimientos necesarios.
-La «ignorancia invencible» quita toda culpabilidad.
-Las «ignorancias crasa y afectada» no restan culpabilidad, por lo que a quienes actúan
con ese tipo de ignorancia, se les imputa como pecado las acciones en sí malas.
b) duda: La duda puede afectar al conocimiento y a la voluntad. Cabe distinguir
estas clases de duda:
- positiva: si hay motivos positivos para dudar;
- negativa: si no hay razones o solo muy tenues, sin fundamento serio para
dudar;
- de derecho: si se duda acerca de la existencia u obligación de la ley;
- de hecho: cuando se duda si un acto concreto se incluye en la ley.
Los estados de duda se juzgan conforme a los siguientes principios morales:
-No es lícito actuar con conciencia dudosa positiva acerca de la licitud de una acción
concreta, sin antes poner los medios razonables para salir de la duda .
-La duda negativa no debe tenerse en cuenta al momento de actuar, aunque se tengan
razones tenues para dudar.
-En la duda positiva y cuando no es posible salir de ella, es lícito actuar cuando se llega
a un cierto convencimiento de rectitud, deducido de principios o razones extrínsecas.
Deficiencias en la libertad:
las causas que pueden anular la libertad son múltiples, cabe mencionar las siguientes:
concupiscencia, miedo, y violencia.
a) Concupiscencia: no se tiene un dominio absoluto de las pasiones. Las pasiones
influyen en los actos libres, pero su papel en la valoración moral depende del
consentimiento de la voluntad conforme a “sentir no es consentir”. Distinguir
las siguientes situaciones:
- Antecedente: la que precede y en parte ocasiona la acción;
- Concomitante: es la pasión que acompaña la acción;
- Consiguiente: es la que sigue y se acrecienta con la acción.
La relación violencia-libertad se rige por:
- La concupiscencia antecedente y concomitante pueden disminuir la libertad
de un acto determinado.
- La concupiscencia consiguiente no disminuye la voluntariedad, pero
fomentada puede aumentar la voluntariedad.
b) Violencia: Es la coacción que una fuerza exterior puede ejercer sobre la
voluntad. Pueden darse estas dos situaciones:
- absoluta: cuando quita la libertad, aunque se la resista;
- relativa: si se la puede resistir.
La interrelación violencia-libertad se mide por estos dos principios:
-La violencia absoluta quita la libertad, por lo que los actos realizados con ese
tipo de violencia no son imputables al sujeto.
-La violencia relativa solo disminuye la libertad.
-En caso de violencia absoluta o relativa se ha de evitar el consentimiento
interno.

c) Miedo: Es el temor fundado en los males que se pueden originar al interesado,


a sus allegados o a sus bienes. Se distinguen los siguientes casos:
1. externo: es el motivado por agentes externos al sujeto (amenazas, etc.)
2. interno: nace en el sujeto por motivos psicológicos.
Principios éticos que rigen el actuar con miedo:
-El miedo exterior o interior, en la medida en que quite la libertad, resta
culpabilidad a la acción que se realiza.
-Los actos que se llevan a cabo motivados por el miedo, si no quitan la libertad,
son imputables al sujeto que los ejecuta.
 La acción de doble efecto
En el caso de que una acción siga dos efectos, uno bueno y otro malo. La solución
clásica enseña que cuando un acto se lleva a cabo, se origina un bien y un mal, para
ejecutarlo se requiere que se den estas cuatro condiciones:
1. Que la acción sea buena o indiferente
2. Que el fin que se persiga sea bueno
3. Que el efecto primero e inmediato sea el bueno y no el malo
4. Que exista una causa proporcionalmente grave para actuar.
Criterios de análisis (“4+1”) *
 Las fuentes de la moralidad
La teología Moral deduce los principios y criterios para juzgar si una acción es buena o
mala en base a las fuentes de moralidad. Esto, a partir de tres criterios que se llevan a
cabo:
1. Del objeto elegido o acción que se lleva acabo. (acción concreta)
2. Del fin que se busca con la acción. (intención o finalidad)
3. De las circunstancias que concurren en la acción u omisión del acto. (medios
para la finalidad)
 Escuelas o esquemas morales
Son las teorías que a partir de las fuentes de moralidad dan origen a teorías
insuficientes o erróneas que desvirtúan el concepto de lo moral. Por ejemplo.
a) Objetivismo ético: “realismo exagerado”. Valora tanto al objeto que no se tiene
en cuenta ni al fin ni a las circunstancias.
b) Éticas finalistas o teleológicas: quienes defienden que la moralidad deriva del
fin por encima del objeto y las circunstancias.
c) El circunstancialismo ético: afirman que el bien y el mal morales dependen solo
de las circunstancias que concurran en el acto.

Cap VI
Definición y división de la conciencia (tipos de conciencia)
Según el Catecismo de la Iglesia Católica:

«La conciencia moral es un juicio de la razón por el que la persona humana reconoce la
cualidad moral de un acto concreto que piensa hacer, está haciendo o ha hecho» (CEC, 1796).

La función de la conciencia es juzgar las propias acciones del individuo, dictaminando su


cualidad, es decir, si son buenas o malas.

División:

a) Por razón del momento en que se emite el juicio (Por el CEC):


1. Antecedente: precede de la acción. Antes de actuar, piensa si es bueno o malo lo que
se hará.
2. Concomitante: es el juicio moral. Es el durante, acompaña a la acción mientras se lleva
acabo.
3. Consecuente: es el juicio moral. Se hace después de haber ejecutado el acto.

b) En relación a la normal o ley:


1. Verdadera: coincide con la norma o ley.
2. Errónea: no coincide con la norma o ley.

c) Por razón del asentimiento del juicio:


1. Cierta: se emite el juicio con seguridad.
2. Dudosa: se duda sobre algún dato relacionado con el acto que se ejecuta.

La duda puede ser positiva o negativa:


• Duda positiva: surge por algún motivo serio que levanta sospecha y
permite dudar.
• Duda negativa: surge sin motivo alguno.

d) Por el modo habitual de emitir el juicio:


1. Delicada: la que trata en todo momento de juzgar sobre lo mandado.
2. Escrupulosa: la que encuentra motivo de pecado donde no hay razón para ello.
3. Laxa: la que por la razón más nimia se siente justificada para no observar lo
mandado.

e) En razón de la responsabilidad con que se emite juicio:


1. Recta: se ajusta al dictamen de la razón.
2. Torcida: no se somete a la razón, actúa de forma imprudente y temerario.

Principios morales (en relación con el tipo de conciencia)


Estos principios morales dictaminan el recto actuar y podrían concretarse en los
siguientes:
3. Es preciso actuar siempre con conciencia verdadera.
4. Nunca es lícito actuar con conciencia dudosa acerca de la licitud de una
acción.
5. La duda puramente negativa no debe tenerse en cuenta al momento de
actuar, aunque tenga alguna razón de poco peso
6. La conciencia invenciblemente errónea, cuando permite algo que está
prohibido y lo hace, no comete pecado.
7. La conciencia que padece un error invencible debe ser obedecida en lo
que manda o prohíbe, de lo contrario obra contra su conciencia y peca.
8. Es pecado actuar con conciencia venciblemente errónea.
9. La conciencia es libre, por lo que no debe ser violentada por nadie.

 La conciencia y la verdad
La conciencia hace relación a la verdad práctica, dado que la verdad práctica es el
conocimiento del bien y el mal moral objetivos. Es decir, a manera que la razón
descubre la verdad teórica (idea de un árbol), la conciencia conoce la verdad moral al
juzgar (si es un árbol o no es un árbol).
La conciencia no crea verdad, solo tiene capacidad para descubrirla (verdad).

 Formación de la conciencia
de la grandeza de la conciencia deriva la importancia y la obligación de todo hombre
de formar la propia conciencia. Todo hombre tiene la obligación de formar su propia
conciencia para esclarecer el juicio moral.

Cap VII
 La ley natural
La ley natural es la ley de la persona en cuanto es ser racional y libre. Es la persona
misma en la unidad de alma y cuerpo. Es la luz de la inteligencia infundida por Dios en
la naturaleza racional. El hombre es capaz de dirigir y regular su vida y actos y disponer
del propio cuerpo.
 Libertad, conciencia y ley: son los elementos básicos de la
moralidad. No hay oposición entre ellas.
 Conciencia y norma
Los autores acusan a la teología de no haberle brindado mucha importancia a la
conciencia, sino que se basaban en la aplicación de normas morales para los casos de
la vida personal, olvidándose de la valoración de los actos. La conciencia requiere de la
norma para descubrir lo bueno o malo y hacer un juicio de valor de los actos que
realiza. Conciencia y ley armonizan mutuamente, conciencia sigue a la ley divina en
cuanto es norma universal y objetiva de moralidad. La conciencia sigue a la ley divina
en cuanto es norma universal y objetiva de moralidad. La ley ayuda al hombre a emitir
ese juicio cierto sobre lo que ha de hacer y debe obviar si quiere llevar una conducta
digna de la persona humana.

 Artículos
 Es rentable ser ético
¿Es rentable ser ético en dirección de empresas? La ética se justifica por la consecución del fin
auténtico del hombre. Perseguir otro fin, es forzar los medios.

Quien usa la ética como fin de obtener un beneficio, está violentando y poniendo el fin del
beneficio por delante del fin de la realización como hombre: haciendo trampa consigo mismo.

Una sociedad ética es más eficiente. Para todos, no para cada individuo. La falta de ética puede
ser rentable a corto plazo, para algunos, en algunas ocasiones.

La ética siempre es rentable a largo plazo para el conjunto de la sociedad.

Valores:
Todo acto humano, racional y libre tiene tres valores: económico, psicológico y ético. Estos
corresponden al valor de lo que hace el sujeto, que puede ayudar a otra persona a satisfacer
sus necesidades (valor económico), al aprendizaje que él mismo consigue por el mismo hecho
de hacerlo (valor psicológico), y al cambio que se produce en el sujeto por los motivos que le
impulsaron a hacerlo (valor ético).

Valor económico: necesidades humanas.

Valor psicológico y ético: expresan realidades que se producen en el interior de las personas
(no son compra-venta)

Elegir en función del valor económico, psicológico y ético.

Conclusiones:
Tomar decisiones económicas en función del impacto psicológico y ético de esta decisión,
obtener un buen nivel de beneficios, en vez de actuar de manera rutinaria y mediocre, ponga
en juego investigación, imaginación y creatividad: la excelencia profesional.

 Cooperación al mal
DEBER DE BUSCAR SIEMPRE EL BIEN
o Cada persona necesita de la ayuda de otra para su propio perfeccionamiento.
Necesidad de cooperación entre barias personas para alcanzar finalidades
comunes.
o Cada persona es moralmente responsable de sus actos, y de cómo influyen
estos en los de los demás. Se debe procurar que los demás obren bien
o Los cristianos deben contribuir a que los principios vivificantes del mensaje de
cristo se hagan presentes y den sentido a todos los campos de actividad
personal y profesional, evitando obrar mal.
o Los cristianos deben hacer mucho más el bien de lo que se piensa.
o Se plantean situaciones concretas en las que algunos aprovechan para el mal
la actividad recta de otros.
o Los casos de licita cooperación al mal no se plantean como excepciones.
NOCIÓN DE COOPERACIÓN AL MAL
o La noción de cooperación al mal incluye todo concurso prestado a la acción
mala del otro.
o Suele distinguirse entre escándalo: se incita a una persona a que cometa un
pecado y cooperación: acción con la que se facilita el pecado ajeno sin influir
directamente en la voluntad de la otra persona. Los modos de cooperación
influyen en la voluntad ajena de pecar equivalen al escándalo, que nunca es
lícito.

Tipos de cooperación:
 Material: acción física.
 Formal: la voluntad del cooperante se identifica con la del que comete la
acción mala.
 Próxima o inmediata: la acción del cooperante es definitiva para que se
produzca la acción mala.
 Remota o mediata: la acción del cooperante casi no tiene influencia sobre
la acción mala.
 Necesaria: por circunstancias dadas, no se puede evitar la cooperación con
la acción mala.
 Libre: cuando el cooperante puede evitar cooperar al mal.
Criterios de análisis: condiciones de licitud:
1.1.Cooperación que influye en la voluntad de pecar ajena, es escándalo y es ilícita.
1.2. Cuando se quiere o consiente el pecado ajeno: doble malicia.
1.3. La cooperación material también es ilícita.
1.4. Puede ser lícito prestar una cooperación material al pecado ajeno cuando: la
caridad, por la que se está obligado a evitarlo (el pecado ajeno), no obliga con
grave incómodo.
1.5. Para la licitud de la cooperación del mal:
 La acción del cooperante debe ser buena o indiferente
 La intención del cooperante debe ser buena
 Que el efecto primero e inmediato que se sigue sea el bueno y no el malo
 Que exista causa proporcionalmente grave para actuar.
1.6. Si uno no coopera, lo hará otro, no basta la certeza moral de que el pecado ajeno
se cometería igualmente, aunque no se prestara cooperación.
1.7. En caso de que se cumplan todas las condiciones para la licitud, aún se
consideran dos más:
 Evitar el escándalo
 Evitar ocasiones próximas de pecado

1.8. Estas cuestiones no deben plantearse nunca buscando licitud, sino para buscar y
difundir el bien, ayudar a los demás, cooperar positivamente a que las relaciones
familiares, sociales, profesionales, estén cada vez más vivificadas por el espíritu de
Cristo, contribuyendo así a construir una sociedad más digna del hombre, creado a
imagen de Dios y llamado a gozar de Él eternamente en la gloria.

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