Está en la página 1de 2

PRESENTACIÓN MICROSERVICIOS

SLIDE #1
La arquitectura de microservicios es un método de desarrollo de aplicaciones software
que funciona como un conjunto de pequeños servicios que se ejecutan de manera
independiente y autónoma, proporcionando una funcionalidad de negocio
completa. En ella, cada microservicio es un código que puede estar en un lenguaje de
programación diferente, y que desempeña una función específica. Los microservicios se
comunican entre sí a través de APIs, y cuentan con sistemas de almacenamiento
propios, lo que evita la sobrecarga y caída de la aplicación.
Los microservicios han creado infraestructuras IT más adaptables y flexibles. Porque si se
quiere modificar solamente un servicio, no es necesario alterar el resto de la
infraestructura. Cada uno de los servicios se puede desplegar y modificar sin que ello
afecte a otros servicios o aspectos funcionales de la aplicación.

SLIDE# 2
Tradicionalmente el diseño de software se ha realizado con arquitectura monolítica, en la
que el software se estructura de forma que todos los aspectos funcionales quedan
acoplados y sujetos en un mismo programa. En este tipo de sistema, toda la información
está alojada en un servidor, por lo que no hay separación entre módulos y las diferentes
partes de un programa están muy acopladas. Esto genera un problema a largo plazo, ya
que se trata de un sistema no escalable de manera sencilla. Por eso aparece la arquitectura
de microservicios.
Detectada la necesidad por parte de las empresas de realizar cambios en el software e
implementarlos de forma fácil y rápida, nacen los microservicios. La idea era dividir los
sistemas en partes individuales, permitiendo que se puedan tratar y abordar los
problemas de manera independiente sin afectar al resto.
Así, mientras que en una arquitectura monolítica el software se desarrolla como una única
unidad, una arquitectura de microservicios funciona con un conjunto de pequeños servicios
que se ejecutan de manera autónoma e independiente.

SLIDE #3
Eficiencia. En un comienzo, se hablaba de que las aplicaciones monolíticas tendían a ser
más eficientes, al estar todo aglomerado en un mismo código. Con todo, el avance en las
tecnologías de la información, y a la rapidez de las arquitecturas cloud y de internet (como
la fibra óptica), han permitido que los códigos de microservicios se desplieguen de forma
igualmente efectiva.
Probabilidad de errores. Al tratarse de un proceso de desarrollo lineal, la arquitectura
monolítica tendía a mostrar de forma inmediata los posibles bugs, razón por la que muchas
veces se prefería frente a microservicios, que supuestamente eran más propensos a las fallas
de código al ser estructuras más complejas. Pero hoy, gracias a metodologías más ágiles y a
procesos de QA Testing más elaborados, se ha logrado reducir de forma considerable los
errores entre microservicios conectados.
Rigidez y flexibilidad. Sin importar el avance en la tecnología, la rigidez es una de las
características principales de las aplicaciones monolíticas, haciéndolas más difíciles de
actualizar. Una aplicación de microservicios tiende a ser más flexible, adaptable y
multifuncional frente a todo tipo de entornos, ofreciendo además cierta autonomía a cada
uno de los equipos desarrolladores.

También podría gustarte