Está en la página 1de 44

INTRODUCCION

Pasa el tiempo y muchas cosas siguen evolucionando, unas más


aceleradas que otras. En mi época el acceso a la información era
considerado un privilegio del cual no todos podían gozar. Hoy nos
encontramos ante una realidad distinta, para enterarte de algo solo hace
falta tomarte unos pocos segundos y observar lo que se habla en los
medios o redes sociales, que en la gran mayoría de los casos está a la
mano o metida en el bolsillo. En esa curiosidad por querer saber
posiblemente hasta nos enteremos de más; es justo aquí donde las cosas
se empiezan a distorsionar, en cómo la sociedad en general es capaz de
generar contenidos que en muchos casos atentan contra la integridad de
otros y peor aún de ellos mismos.

Las culturas en general, incluyendo a mi hermoso Panamá, se encuentran


bombardeadas por información que van sin ningún tipo de filtro: muertes,
suicidios, asesinatos, pornografía, bochinches, corrupción, vanidad, entre
otras; que bajo este contexto me pregunto: ¿qué pasará con las futuras
generaciones, para las que el acceso a la información negativa está cada
vez más disponible, al punto de que llega sin pedirla? Solo veamos las
aplicaciones de mensajería en las que quizás el contenido es igual o peor
al que podemos encontrar en la web e incluso las redes sociales, donde el
daño que se ocasiona a través del famoso "bullying" es más nocivo, "ya
que las palabras no sufren de pena" y se hace hasta de manera colectiva
en los famosos grupos.

Por otro lado, se sigue generando contenido donde uno de los factores
más importantes es el ego. ¿Qué tan importante resulta que a los demás
les guste lo que hago, digo, o cómo me veo? Y si quiero sumar
seguidores, entonces, ¿le entramos al morbo?

Viendo esto a largo plazo y siguiendo esta acelerada evolución, no


veamos con luces cortas, lo que hacemos en la web es una huella que
difícilmente se puede borrar siendo aún más marcada si lo hacemos en
contra de los demás. Detengámonos un poco a pensar en aquellas
personas que hoy no tienen el criterio suficiente para saber elegir entre lo
bueno y lo malo.

Remontémonos unas décadas atrás, donde existía una mayor cercanía


entre las personas, las familias o amistades se sentaban a la mesa a
comer y se establecía una buena plática o bien se disfrutaba de una
buena fiesta sin la preocupación de ver qué hacen los demás o
sencillamente estar pendiente de cuantos "likes" he recibido.

Considero que hay que dedicar más tiempo a educar a nuestras familias y
seres queridos bajo la ética y moral, que es lo que aprendemos en casa;
donde sean capaces de saber diferenciar entre las cosas buenas y malas,
y no convertirnos en personas con ideas sesgadas por la mala
información o modelos que están disponibles en la web.
EDUCACIÓN PRIMITIVA:
Esta educación se ubica en la época primitiva, donde la esencia para enseñar
era de tipo natural, espontánea, inconsciente, transmitida de padres-hijos. El
hombre en esta época aprendía aspectos elementales necesarios para su vida,
como el pastoreo, pesca, agricultura, oficios domésticos, ritos, cantos, danzas y
principalmente el Lenguaje.

La Educación Primitiva se divide en dos grandes etapas:

Hombre cazador:
• El hombre en esta etapa se caracteriza por ser muy inflexible, ya que no
existía la disciplina ni la autoridad.
• Aprendieron a cazar a los animales.
• El hombre fue desarrollando la fuerza, resistencia en el clima y al dolor.
• Eran nómadas (no existía una establidad para enseñarle a los niños).
• Desarrolló las pinturas RUPESTRES y el arte.

Hombre agricultor:

• En esta educación predominó la agricultura y la ganadería.


• Aprendieron a situar la siembra de cada planta en su debido clima.
• La madre es la mayor influencia de la educación del niño en la familia.
• El padre se encargaba de la búsqueda de los alimentos.
• Se organizaron en poblados y comunidades más organizadas.
• Se enseñó la cestería, alfarería y el uso de las armas.
• Llega la iniciación de los efebos como preparación a la guerra.
• Cambia la manera de enseñar al ser más organizada.
• Tomaban a los niños de sus aldeas para llevarlos a un campamento de
entrenamiento y les enseñaban ejercicios físicos y la disciplina del alma.
• Quienes dirigían los campamentos eran sacerdotes, jefes, magnos,
ancianos experimentados y distinguidos.
• Al terminar sus estudios realizaban una gran ceremonía dándole inicio a
un campamento mucho más fuerte
LA EDUCACIÓN Y LA PEDAGOGÍA EN LAS ACTIVIDADES PRIMITIVAS:

En la Edad Prehistórica la transmisión de la Educación se fundamentaba en la


cultura. Debido a que el hombre dominaba los recursos naturales, estas
culturas se identificaban con la Naturaleza y fijaban su centro de atención en
dichos recursos.

El tipo de educación que recibió el hombre primitivo fue la educación


espontánea o educación imitativa. El joven llegaba a adulto intentando repetir
en su propia vida lo que veía a su alrededor. Lentamente se iba incorporando a
los trabajos de su clan o tribu: se iniciaba en la caza y en la pesca; aprendía a
cuidar el ganado; practicaba las labores de la tierra y participaba en las
ceremonias de su comunidad.

La Educación Prehistórica tenía las siguientes características:

• Imitativa: el joven llega a adulto intentando repetir en su propia vida lo


que ve a su alrededor.
• Doméstica: junto a la madre y al padre los jóvenes van adquiriendo los
usos, las costumbres, las ideas religiosas, los ritos y la mentalidad propia de la
sociedad a la que pertenecen.
• Global: el sujeto no atiende a enseñanzas del pasado ni a previsiones
del futuro; aprende lo que van a utilizar en su presente.
• Mágica: basan su cultura en su religión, en sus dioses, en sus mitos y
todos los elementos que se incluyen en estos.

Como no existía propiedad privada sobre los medios productivos, y como todos
eran iguales: la educación era parecida, es decir no igual y abierta porque no
existían personas ni instituciones especialmente destinadas y organizadas por
el grupo social para hacer asimilar la concepción del mundo primitivo; para
capacitar a los individuos en las tareas de producción, defensa, mantenimiento
del ordenamiento social.
Esta educación en si no tenía un encargado, sino que se aprendía por medio
de la observación del ambiente, “en el lenguaje de los educadores diríamos
que en las comunidades primitivas la enseñanza era para la vida por medio de
la vida”; que, para aprender a manejar el arco, el niño cazaba, para manejar
una canoa, navegaba, etc. (Experimental). La Educación en la Comunidad
Primitiva era una función espontánea de la sociedad de la misma forma que era
el lenguaje o la moral.

En la época Primitiva las mujeres estaban con relación a los hombres con
igualdad de derechos, los niños no le iban a la soga. A la edad de 7 años los
niños podían brindarles compañía a los adultos, y realizaban trabajos acordes a
su capacidad, y de igual manera que los mayores ellos también recibían su
recompensa, en este caso alimentos. Gracias a una dura y espontanea
asimilación de su contorno, el niño se iba conformando poco a poco dentro de
los moldes reverenciados por el grupo. La diaria convivencia con el adulto lo
introducía en las creencias y las prácticas que su medio social tenía por
mejores. Después los adultos partían a explicar a los niños cuando era
necesario, como debían comportarse en determinados momentos. Los niños se
educaban participando en las funciones de la colectividad. Durante el
aprendizaje los niños nunca eran castigados se les deja crecer con todas sus
cualidades y defectos, pero luego se convertían en adultos acordes a la
voluntad impersonal de su ambiente, este hecho es importante a que no existía
ningún mecanismo especial, ninguna escuela que imprimiera a los niños una
mentalidad social uniforme.

El hombre primitivo poseía su concepción del mundo, aunque nunca lo hubiera


expresado formalmente y esta manifestaba, por un lado, el infinito dominio que
el primitivo había alcanzado sobre la naturaleza, y por el otro la organización
económica de la tribu.

El Hombre Primitivo a Grandes Rasgos


Si el nivel de una sociedad se aprecia por el dominio que se ha logrado sobre
la naturaleza, es evidente que el nivel de las comunidades primitivas no podía
ser más inferior. Esclava de la naturaleza, la comunidad persistía pero no
adelantaba. Desde la aparición del hombre en la Tierra, el hombre se ha
relacionado en grupos; el hombre primitivo al igual que en nuestros días vivió
en la compañía de semejantes, en unos inicios era un hombre nómade, ya que
para buscar sus alimentos se tenían que trasladar de un lugar a otro hasta que
empezó por conocer la agricultura, aunque haya sido una casualidad, el
hombre se quedó en un solo sitio, ya que no tenía que ir en busca de comida;
éste proceso de sedentarización duró muchos años, en los tiempos en los que
tenía que ir en busca de comida, éstos encontraban a otros grupos, contra los
cuales tenían confrontaciones, el grupo que ganaba la pelea, ya sea porque
tenían las armas un poco más perfeccionadas o porque el mando del jefe sería
el correcto; El grupo que ganaba tomaba el control sobre el grupo perdedor, es
así que se inician las primeras matanzas por llevar el poder y conservar su
grupo vivo, lucha por comida. Con el hombre primitivo se da la primera división
del trabajo, el varón se dedicaba a la pesca, la caza, a construir sus
herramientas de trabajo y pelea; la mujer se dedicaba más al cuidado de los
niños, tejer la ropa, recolectar. Con la diferencia de trabajos en el varón se dio
muestras de los primeros líderes. El predominio del poder en el hombre de la
comunidad primitiva se vio muy ligada con la supremacía que algún hombre
tenía en las peleas contra otros grupos.

La educación en el Antigüo Egipto:


Como la mayoría de todos los pueblos antiguos, los personajes que plantearon
la educación, fueron la clase sacerdotal, pues no es de extrañar que tenían
todos los conocimientos por ser un poco más observadores que la mayoría de
sus congéneres, es así como en el antiguo Egipto, las escuelas del templo
enseñaban no solo religión sino escritura, ciencias, matemáticas y arquitectura,
la educación estaba en poder de los sacerdotes. y la educación estaba al
alcance de aquel que la pudiera pagar, era la educación, la plataforma para
tener un trabajo más cómodo y llegar a ser guía de hombres. su educación fue
casi cien por ciento práctica, la geometría para medir la tierra, la aritmética para
hacer cálculos comerciales, la astronomía para calcular las estaciones, la
mecánica e hidráulica para la ingeniería y la arquitectura.
• La educación en el Antiguo Egipto poco tiene que ver con el sistema
educativo de nuestra sociedad a día de hoy. Durante el desarrollo de esta
civilización la educación estaba ligada a la familia y hasta los cuatro años los
pequeños se entretenían con sus juguetes. Posteriormente, los niños
aprendían imitando la profesión de sus padres en algunas labores como los
agrícolas, talleres o viñedos entre otros.

• Los padres eran verdaderos instructores que inculcaban ideas a sus


hijos acerca del mundo, la religión y el comportamiento correcto hacia los
demás y hacia las deidades. Por lo general, se heredaba la profesión del padre.

• Ahora bien, la educación en el Antiguo Egipto variaba según el rango


social al que se perteneciese. El Faraón era el único que no ejercía de tutor con
sus hijos pues encomendaba esta tarea a tutores reales. Los hijos de éstos
eran quienes tenían más facilidades en cuanto a la escolarización y también
aprendían los oficios de sus padres.

• Los adinerados tenían privilegios, pues los príncipes y princesas


aprendían literatura, matemáticas, escritura y gramática. Sin embargo, los hijos
de los agricultores y pescadores tenían accesos limitados a la educación y más
bien aprendían a cultivar, recolectar y pescar junto a sus padres como hemos
señalado al principio.

• Los hijos de los escultores y pintores sí tenían un mayor acceso a la


educación ya que podían convertir textos escritos en papiros y jeroglíficos que
se inscribían en las estatuas y esto es una tarea que requería de ciertos
conocimientos. Por tanto, los escultores y los pintores tenían que dominar la
lectura y la escritura.

• Existían diferencias en la educación en función del sexo. Las niñas que


no pertenecían a familias nobles aprendían a manejar un hogar, cómo
comportarse en casa, a cantar, a bailar y tocar instrumentos musicales, ya que
era un oficio que les servía para prestar servicio como cantante o danzante en
palacios.
En términos generales, los egipcios apreciaban la instrucción y utilizaban la
ciencia como medio de conquista de honores y fortuna. El no letrado se le
consideraba esclavo y a la escuela se le llamaba casa de instrucción. Su
programa de estudios abarcaba estas asignaturas: religión, urbanidad, lectura,
escritura, cálculo, natación y gimnasia. En ellas se inculcaba escritura de
carácter hieráticos y demóticos, dibujo, contabilidad, redacción literaria y
geometría práctica. Para pasar de la escuela elemental a la superior había que
aprobar un examen.

SISTEMA ESCOLAR EN EL ANTIGUO EGIPTO:


El sistema escolar en el antiguo Egipto contaba con dos modelos:
-Las casas de instrucción, que era la educación elemental y comenzaba a los 6
años. Estaba dirigida por sacerdotes y su programa incluía escritura,
astronomía, religión, música, lenguaje e higiene. Abarcaba todos los sectores
populares y se impartía en templos y a veces en la calle.

-La Escuela de los Escriba, era de carácter superior y además de incluir las
mismas áreas que la educación elemental incorpora los tres tipos de escritura
egipcia: la demótica, la hierática o religiosa, y la jeroglífica.
Los estudios superiores tenían un carácter técnico y profesional. Por lo general,
los maestros pertenecían a la casta de los sacerdotes y su misión era mantener
la supremacía y autoridad de la casta superior y la visión de que las castas
inferiores eran sumisas.

De la educación espontánea a la educación intencional:


El hombre primitivo vive el presente, no percibe la deuda que tiene con el
pasado, ni proyecta su acción con miras a influir en el futuro. Poco a poco el
hombre evoluciona y entra en reflexión sobre el proceso de su vida, de esa
conciencia del tiempo surge una idea de hombre válida en el pasado, que él
debe conservar y llegar al futuro, de aquí que se intente orientar los pasos de
las generaciones para seguir la tradición de la historia.

Aparece una educación formal, intencionada y eficaz a adultos especializados,


es decir aparece la educación propiamente dicha con maestros y alumnos,
para ciertos grupos es con carácter profesional. La educación de los grupos
guerreros, mágicos-religiosos y administradores persigue fines concretos,
expresan una reflexión sobre la educación en términos de intencionalidad. Así
pues, la educación presenta aspectos de transmisión de conocimientos y de
imitación práctica. La metodología útil fue el uso sistemático de refuerzos
muestran otro aspecto en el que se concretizó la reflexión sobre la educación.

La educación de la cultura azteca:


La Educación azteca, el sistema de educación de los antiguos mexicanos. La
enseñanza de los niños aztecas se fundaba en la frugalidad y la dedicación.
Comenzaba en el hogar y se prolongaba hasta los doce años. La educación del
varón estaba confiada al padre, y la de la niña a su madre. Se les inculcaba el
respeto a los mayores, en especial a los ancianos.
En estos primeros años, la enseñanza se limitaba a buenos consejos y a
labores domésticas menores. El niño aprendía a llevar agua y leña,
acompañaba a su padre al mercado y recogía los granos de maíz que hubieran
caído al suelo. Por su parte, la niña observaba cómo su madre hilaba y cuando
tenía seis años era enseñada a manejar el huso. A partir de los siete años y
hasta cumplir los catorce, los varones aprendían a pescar y a conducir la
canoa, mientras las niñas hilaban el algodón, barrían la casa, molían el maíz
con el metate y trabajaban en el telar.

Al cumplir los doce años los jóvenes continuaban su educación en la escuela:


el Calmécac para los nobles, y el Telpochcalli, uno en cada barrio, designado a
los hijos de guerreros. En el Telpochcalli aprendían a venerar a los dioses y a
ser guerreros; en el Calmécac aprendían religión, organización militar, leyes,
calendario, lectura y elaboración de códices.

Calmécac: cuyo nombre quiere decir "hilera de casas", era la escuela donde
podían ingresar aquellos que aspiraban a ser sacerdotes, se les enseñaban las
ciencias y las artes. Eran escuelas muy exigentes y rigurosas, asistían
solamente los nobles. Si los padres querían que su hijo fuera sacerdote, lo
ofrecían en un gran banquete en el Calmécac. Una vez ahí, el niño era pintado
de negro, se le ponía un collar con cuentas de madera que se quedaba en
prenda con los sacerdotes. Sin embrago, no a todos les interesaba ser
sacerdotes, algunos entraban para obtener altos puestos en la administración
pública o para ser militares.

Telpochcalli: quiere decir "casa de jóvenes". Había una en casi todos los
barrios de Tenochtitlán, tenía un carácter público, cualquier muchacho de
quince años podía ingresar a ellas. Su objetivo principal era la formación militar
que incluía civismo, prácticas y normas religiosas, artes, oficios, historia,
etcétera. Esta escuela era menos severa, pero, al igual que en el Calmécac, la
desobediencia y la pereza eran fuertemente castigadas.
La educación en los Aztecas tenía como propósito fundamental, formar la
personalidad del individuo, lo cual se expresaba en lengua náhuatl como "in
ixtli, in yollotl", "alcanzar el rostro y el corazón". Si bien les enseñaban un oficio,
también les infundían el amor por él. En toda actividad se les inculcaba un gran
sentido de la familia y del grupo humano. La característica fundamental en la
educación de los Aztecas fue que era activa e integral.

La educación de la cultura maya:


Educación maya, el sistema de educación de los antiguos mayas que
habitaban en la parte occidental del istmo centroamericano. El carácter
acentuadamente militar de la educación, estuvo atenuado en la cultura maya.
La educación estaba influida por cuestiones de carácter religioso, tomando en
cuenta el futuro del recién nacido por medio del horóscopo que declaraba el
llamado Ah Kin, sacerdote del culto solar.
Se iniciaba en el hogar, corría a cargo de los padres y estaba en función del
sexo de los hijos. Los niños pasaban el tiempo jugando al aire libre, juegos que
eran imitaciones, en su mayor parte, de las futuras labores que habrían de
ejecutar.
A los nueve años los varones ayudaban al padre en las faenas del campo y las
niñas a la madre en las labores domésticas. Cumplidos doce años, unos y otros
abandonaban el hogar e ingresaban como internos en los establecimientos
educativos, que eran de dos clases: para nobles y para el pueblo en general;
en estos últimos se acentuaban las prácticas militares.
La educación recibida dependía de la clase social a la que pertenecía el
individuo. Las clases sociales inferiores sólo recibían una educación
rudimentaria, mientras que los nobles una educación más amplia ya que
necesitaban los conocimientos científicos para así ejercer puestos
administrativos.
A los futuros sacerdotes, además de recibir los mismos conocimientos que los
nobles, se les enseñaban los secretos de la astronomía, exigiéndoseles rectitud
en su vida personal y pública ya que tenían que dar buen ejemplo a su pueblo.

La educación de los incas:


La sociedad incaica al igual que la maya y la azteca era esclavista y su
educación era para perpetuar ese sistema, no se contaba con escritura
alfabética, ni escrita pero si existían los quipus, mensajes dados en nudos que
solo podían manejarlos los quipucamayos o personas especializadas en el
manejo de los quipus.
• La Sociedad incaica criaba a sus hijos con rigor, disciplina y se les
enseñaba sobre las actividades cotidianas de la vida.
• Las especialidades más enseñadas eran la arquitectura, alfarería,
metalurgia y orfebrería.
• Los hijos de la clase gobernante, en el caso de los varones ingresaban
al Yachahuasi o casa del saber, que contaban con cuatro años de enseñanza,
los maestros eran los Amautas que les enseñaba a la escritura quipugráfica,
elementos de geografía, historia de su pueblo, religión y una serie de
conocimientos intelectuales.
• Las mujeres ingresaban al Acllawasi o casa de las escogidas que eran
las más bellas, la maestra era la Mamacuna que les enseñaba a hilar, tejer,
coser, labores domésticas o sacerdocio. Algunas eran seleccionadas para el
servicio del inca, como esposas de los nobles o servicio de los santuarios.
• Otras eran consagradas al sol (vírgenes del sol).

Educación de las comunidades indígenas de Venezuela:


A la llegada del conquistador español, las comunidades indígenas ubicadas en
lo que luego sería el territorio de Venezuela presentaban un desarrollo
desigual, es decir, comunidades que iban desde la más simple y primitiva, a
otras con algún nivel de especialización se distinguían: comunidades
recolectoras, que basaban su subsistencia en la caza, la recolección y la
pesca; otras con agricultura incipiente; así como aldeas con agricultura de
regadío. Estas eran actividades económicas que se correspondían con distintas
formas de organización social. Los recolectores primitivos eran pequeños
grupos dispersos, con poca organicidad y escasa forma demando
especializada, con el predominio de los viejos en el marco de una familia
extendida.

En algunos casos se llegaba a una educación integral que tenía por finalidad la
sociabilización, culturización y personalización, en perfecto equilibrio con las
aspiraciones individuales y colectivas. La educación básica de las comunidades
indígenas, como proceso específicamente educativo, era proporcionado a toda
la comunidad, ya que no se concebía el que uno solo de sus integrantes
careciera de la formación necesaria en el dominio de las normas que servían
de fundamento a las creencias y al comportamiento del grupo.

EVOLUCIÓN CULTURAL
Según los estudios realizados por diversos antropólogos, así como los
testimonios de restos arqueológicos encontrados en diferentes lugares,, la
evolución cultural de las comunidades indígenas se puede clasificar de la
siguiente manera:

• Formación preagrícola: integrada por pequeñas comunidades de


cazadores, pescadores y recolectores de frutos silvestres y conchas marinas,
que poblaron el territorio venezolano) entre 15000 y 1000 años a.C.

• Formación agrícola incipiente: compuesta por comunidades que


combinaron las actividades de caza, pesca y recolección con el cultivo
elemental de frutos silvestres, como la yuca amarga. Estas comunidades.
formadas por tribus, poblaron el territorio venezolano) hacia el año 1000 a.C.

• Formación agrícola media: representada por aquellas comunidades que


practicaron el cultivo en conucos familiares, donde sembraron maíz, fríjol,
algodón, tabaco y otros frutos permanentemente. Estas comunidades
desarrollaron también la cestería, la alfarería y el tejido como actividades
complementarias. Ocuparon nuestro territorio entre el año 1000 a.C. y la
llegada de los españoles al territorio.

• Formación agrícola avanzada: integrada por las comunidades que


practicaron una agricultura de regadío, con la construcción de terrazas,
canales, estanques y almacenes de piedra y barro para guardar los excedentes
de alimentos. Formaron aldeas permanentes en el piedemonte y valles andinos
entre los años 1000 y 1500 d.C.

• Formación indohispánica: representada por las comunidades que


establecieron contacto con la cultura europea e incorporaron a sus formas de
vida técnicas y costumbres de los europeos (1500 d.C. en adelante). El
contacto de los aborígenes con los europeos y la incorporación de los negros
africanos produjo el mestizaje cultural característico del pueblo venezolano,
que se ha conservado hasta nuestros días. La evolución cultural de las
comunidades aborígenes venezolanas se produjo lentamente mediante el
intercambio entre diferentes grupos. Ninguna de las etnias o grupos indígenas
asentados en el territorio actual de Venezuela logró alcanzar el grado de
desarrollo que representaron otras culturas americanas como la de los mayas,
los aztecas o los incas.

EVOLUCIÓN DE LA EDUCACIÓN

La palabra educación proviene del latín “educere” que significa guiar,


conducir, formar o instruir y la podemos definir de diversas maneras como:
• El proceso multidireccional mediante el cual se transmiten los
conocimientos, valores, costumbres y formas de actuar a las personas.

• El proceso de vinculación y concienciación cultural, moral y conductual,


a través del cual, las nuevas generaciones asimilan y aprenden los
conocimientos, normas de conducta, modos de ser y formas de ver el mundo,
además de crear nuevos conocimientos.

• Proceso de socialización formal de los individuos de una sociedad.

Como sabemos, la educación no sólo se produce dentro de las aulas de


los colegios, sino que en cada lugar de este mundo se puede producir la
educación: en una cafetería, en casa de un amigo, en una biblioteca, en
nuestra propia casa, etc. Esto es debido a que la educación se comparte entre
las personas por medio de nuestras ideas, culturas, conocimientos, opiniones,
etc. Por todo ello, la educación no sólo se produce a través de las palabras,
sino que está presente en todas de nuestras acciones, sentimientos y
actitudes.

Hoy en día podemos hacer una clasificación de la educación en la que


encontramos tres tipos: la formal, la no formal y la informal.
-.La educación formal hace referencia a los ámbitos de las escuelas,
institutos, universidades, módulos, etc.
-. La educación no formal se refiere a los cursos, academias, etc.
-. La educación informal es aquella que abarca la formal y no formal,
pues es la educación que se adquiere a lo largo de la vida.

La historia de la educación se ciñe, en un primer lugar, a la división de


las edades del hombre. Como sabemos la educación está presente en todas y
cada una de las sociedades de toda la historia pasada. En todas las
sociedades, por muy primitivas que fuesen éstas, encontramos una educación
que ha ido formando al ser humano de una u otra manera, pero es educación.

- Antiguamente, los pueblos más primitivos no tenían personas formadas


encargadas de enseñar unos valores y unos aprendizajes básicos para la
formación de la personas. Pero, sin embargo, el hombre recibía una educación,
la cuál se transmitía de padres a hijos, de generación en generación y,
simplemente ésta consistía en el aprendizaje de las formas de vida, formas de
cazar, etc., que ayudaban al hombre a sobrevivir en su mundo y sociedad.
- Los primeros sistemas de educación conocidos se basaban en la
enseñanza de la religión y las tradiciones de los pueblos. Dentro de este
periodo de la educación podemos encontrar al antiguo Egipto y los países del
Lejano Oriente. Las escuelas comenzaron a enseñar los principios de la
escritura, ciencias, matemáticas y arquitectura. La mayor parte de la educación
estaba en las manos de los sacerdotes. La educación se centraba en la
filosofía, la poesía y la religión, de acuerdo con las enseñanzas de Confucio,
Lao-tse y otros filósofos.

- Posteriormente, las tradiciones básicas del mundo occidental en los


países occidentales se basaban en la tradición religiosa de los judíos y del
cristianismo. Una segunda tradición derivaba de la educación de la antigua
Grecia, donde Sócrates, Platón, Aristóteles e Isócrates fueron los pensadores
que influyeron en su concepción educativa. El objetivo griego era preparar a los
jóvenes intelectualmente para asumir posiciones de liderazgo en las tares del
Estado y la sociedad.

- En los siglos posteriores, los conceptos de los griegos sirvieron para el


desarrollo de las artes, la enseñanza de todas las ramas de la filosofía, el
cultivo de la estética ideal y la promoción del entrenamiento gimnástico. Por
otro lado, la educación romana transmitió al mundo occidental el estudio de la
lengua latina, la literatura clásica, la ingeniería, el derecho, la administración y
la organización del gobierno.

- En la edad media, durante el siglo IX, ocurrieron dos hechos importantes


en el ámbito educativo. Carlomagno, reconociendo el valor de la educación,
trajo de York (Inglaterra) a clérigos y educadores para desarrollar una escuela
en el palacio. El Rey Alfredo promovió instituciones educativas en Inglaterra
que eran controladas por monasterios. Irlanda tuvo centros de aprendizajes
desde que muchos monjes fueron enviados a enseñar a países del continente.

- Entre los siglos VII y el XI la presencia de los musulmanes en la


península Ibérica hizo de Córdoba, un destacado centro para el estudio de la
filosofía, la cultura clásica, las ciencias y las matemáticas. Además, se abrieron
varias universidades en Italia, España y otros países, con estudiantes que
viajaban libremente de una institución a otra.

- El Renacimiento fue un periodo en el que el estudio de las matemáticas


y los clásicos llegó a extenderse, como consecuencia del interés por la cultura
clásica griega y romana que aumentó con el descubrimiento de manuscritos
guardados en los monasterios. En las escuelas se introdujeron temas como las
ciencias, la historia, la geografía, la música y la formación física.

- Tuvieron una gran influencia las iglesias protestantes surgidas de la


Reforma promovida por Martín Lucero en el inicio del siglo XVI, ya que
establecieron escuelas en las que se enseñaba a leer, escribir, nociones
básicas de aritmética, el catecismo en un grado elemental y cultura clásica,
hebreo, matemáticas y ciencias, en lo que podríamos denominar enseñanza
secundaria.

- El desarrollo de la ciencia en el siglo XVII, fue un período de rápido


progreso de muchas ciencias y de creación de instituciones que apoyaban el
desarrollo del conocimiento científico

- El siglo XIX fue el período en que los sistemas nacionales de


escolarización se organizaron en el Reino Unido, en Francia, en Alemania, en
Italia, España y otros países europeos.

- A comienzos del siglo XX la actividad educativa se vio muy influenciada


por los escritos de la feminista y educadora sueca Ellen Key. Su libro El siglo
de los niños (1.900) fue traducido a varias lenguas e inspiró a los educadores
progresistas en muchos países. La educación progresista era un sistema de
enseñanza basado en las necesidades y en las potencialidades del niño más
que en las necesidades de la sociedad o en los preceptos de la religión.

- En la actualidad nuestro sistema educativo, recoge una serie de


objetivos relacionados con las enseñanzas que son: mejorar la educación y los
resultados escolares, conseguir el éxito de todos en la educación obligatoria,
aumentar la escolarización en infantil, en bachillerato y en ciclos formativos,
aumentar las titulaciones en bachillerato y en formación profesional, educar
para la ciudadanía democrática, fomentar el aprendizaje a lo largo de la vida,
reforzar la equidad del sistema educativo y converger con los países de la UE.
La educación básica se organiza en educación primaria y educación
secundaria obligatoria. Podemos encontrar la estructura de nuestro sistema
educativo que es la siguiente:

- La educación infantil constituye el primer nivel del sistema educativo. Se


concibe como una etapa educativa única, con identidad y finalidad propia que
atenderá a los niños desde el nacimiento hasta los seis años de edad, con una
orientación diferenciada de etapas posteriores, aunque tenga una estrecha
relación con la educación primaria. Se organiza en dos ciclos de tres años cada
uno, con carácter educativo y voluntario.

El segundo ciclo es gratuito. En cuanto al primer ciclo, que comprende de los 0


a los 3 años, el Ministerio de Educación, Política Social y Deporte, en
colaboración con las Comunidades Autónomas, ha hecho en los últimos años
importantes esfuerzos para aumentar las tasas de escolaridad. El carácter
educativo de ambos ciclos debe ser recogido por los centros educativos en una
propuesta pedagógica. En ambos ciclos se favorece el desarrollo físico,
intelectual, afectivo y social de los niños, que ayude al descubrimiento de las
características físicas y sociales del medio en el que viven y que facilite que los
niños elaboren una imagen de sí mismos positiva y equilibrada adquiriendo
autonomía personal. Corresponde a las Administraciones educativas fomentar
una primera aproximación a la lengua extranjera en el segundo ciclo, a la lecto-
escritura, a las habilidades numéricas básicas, a las tecnologías de la
información y la comunicación y a la expresión visual y musical.

- La educación primaria comprende seis cursos académicos, que se


cursan ordinariamente entre los seis y los doce años de edad. Comprende tres
ciclos de dos años académicos cada uno y se organiza en áreas que tienen un
carácter global e integrador.

Es una etapa obligatoria y gratuita que conforma, el periodo de enseñanza


básico. Su finalidad es proporcionar a todos los niños una educación que
permita afianzar su desarrollo personal y su propio bienestar, adquirir las
habilidades culturales básicas relativas a la expresión y compresión oral, a la
lectura, a la escritura y al cálculo, así como desarrollar las habilidades sociales,
los hábitos de trabajo y estudio, el sentido artístico, la creatividad y la
afectividad.
Los contenidos se organizan en áreas sin que por ello pierda su carácter
globalizador. Para la educación primaria, las áreas obligatorias son:
conocimiento del medio natural, social y cultural, educación artística, educación
física, lengua castellana y literatura y, si la hubiere, lengua cooficial y literatura,
lengua extranjera, matemáticas y educación para la ciudadanía y los derechos
humanos.

Asimismo, en el tercer ciclo de la etapa, las Administraciones educativas


pueden añadir una segunda lengua extranjera. Las áreas que tienen carácter
instrumental para la adquisición de otros conocimientos reciben especial
consideración. Sin perjuicio de su tratamiento específico en algunas de las
áreas de la etapa, la comprensión lectora, la expresión oral y escrita, la
comunicación audiovisual, las tecnologías de la información y la comunicación
y la educación en valores se trabajan en todas las áreas. A fin de fomentar el
hábito de la lectura se dedica un tiempo diario a la misma.

Con el fin de garantizar la continuidad del proceso de formación del alumnado,


cada alumno dispone al finalizar la etapa de un informe sobre su aprendizaje,
los objetivos alcanzados y las competencias básicas adquiridas, según
dispongan todas las Administraciones educativas.

- La Educación secundaria obligatoria (ESO) se extiende desde los 12 hasta los


16 años de edad y comprende cuatro cursos académicos. La organización de
esta etapa se centra en torno a dos principios: atención a la diversidad y el
acceso de todo el alumnado a la educación común.

La finalidad de la educación secundaria obligatoria consiste en lograr que el


alumnado adquiera los elementos básicos de la cultura, especialmente en sus
aspectos humanístico, artístico, científico y tecnológico; desarrollar y consolidar
en él hábitos de estudio y de trabajo; prepararle para su incorporación a
estudios posteriores y para su inserción laboral y formarle para el ejercicio de
sus derechos y obligaciones en la vida como ciudadanos.

En esta etapa se presta una atención especial a la adquisición y al desarrollo


de las competencias básicas. A fin de promover el hábito de la lectura se
dedica un tiempo a la misma en la práctica docente de todas las materias. Las
materias que se cursan a lo largo de ella son: ciencias de la naturaleza,
educación física, ciencias sociales, geografía e historia, lengua castellana y
literatura y, si la hubiere, lengua cooficial y literatura, lengua extranjera,
matemáticas, educación plástica y visual, música, tecnologías, educación para
la ciudadanía y los derechos humanos. El último curso de la etapa tiene
carácter orientador e incluye la elección por parte del alumnado de algunas
materias más especializadas. A lo largo de toda la etapa puede cursarse una
segunda lengua extranjera.
Se promociona de curso cuando se superan los objetivos de las materias
cursadas o se tiene evaluación negativa en dos materias como máximo y se
repite de curso cuando se tiene evaluación negativa en tres o más materias.
Excepcionalmente, el equipo docente puede autorizar la promoción con
evaluación negativa en tres materias cuando considere que el alumno podrá
seguir con éxito el curso siguiente, que tiene expectativas favorables de
recuperar las materias suspensas y que en definitiva promocionar beneficiará
su evolución académica. Se puede repetir el mismo curso una sola vez y dos
veces como máximo dentro de la etapa.
- El bachillerato es una etapa educativa no obligatoria que comprende dos
cursos académicos. Pueden acceder a los estudios de bachillerato quienes
estén en posesión del título de Graduado en Educación Secundaria Obligatoria
o de Técnico. Se puede permanecer cursando bachillerato en régimen ordinario
durante un máximo de cuatro años.
El bachillerato tiene como finalidad proporcionar al alumnado formación,
madurez intelectual y humana, conocimientos y habilidades que le permita
desarrollar funciones sociales e incorporarse a la vida activa con
responsabilidad y competencia. Asimismo, le capacita para acceder a la
educación superior.
Las modalidades del bachillerato son las siguientes: BATAN y Ciencias
Sociales. El Bachillerato se organiza en materias comunes, materias de
modalidad y materias optativas. El alumnado puede elegir entre la totalidad de
las materias de modalidad establecidas. Cada una de las modalidades se
organiza de tal manera que se facilita una especialización del alumnado para
su incorporación a los estudios posteriores o a la vida activa.

La evaluación del aprendizaje en el Bachillerato es continua, se lleva a cabo


por materias y en relación con los objetivos educativos y los criterios de
evaluación establecidos en el currículo propio de cada Comunidad Autónoma.
Quienes cursan satisfactoriamente el bachillerato en cualquiera de sus
modalidades reciben el título de Bachiller, que tiene efectos laborales y
académicos. Para obtener el título es necesaria la evaluación positiva en todas
las materias de los dos cursos de bachillerato. Una vez obtenida esta titulación,
se puede acceder a las distintas enseñanzas que constituyen la educación
superior.

Para acceder a los estudios universitarios es necesaria la superación de una


única prueba que, junto con las calificaciones obtenidas en bachillerato,
valorará, con carácter objetivo, la madurez académica y los conocimientos
adquiridos en él, así como la capacidad para seguir con éxito los estudios
universitarios. Podrán presentarse a la prueba de acceso a la universidad
quienes estén en posesión del título de Bachiller, con independencia de la
modalidad y de la vía cursadas.
- Para el acceso a los estudios universitarios se requiere, con carácter general,
la superación de una prueba que, junto con las calificaciones obtenidas en
bachillerato, permita valorar la madurez académica, los conocimientos y la
capacidad de los estudiantes para seguir con éxito las enseñanzas
universitarias.
Esta prueba de acceso tiene en cuenta las modalidades del bachillerato y las
vías que pueden seguir los estudiantes, versa sobre las materias de segundo
de bachillerato y tiene validez para el acceso a las distintas titulaciones de las
universidades.

Según este modelo, la prueba de acceso a la Universidad consta de dos fases:


una fase general y obligatoria sobre las materias comunes y una materia de
modalidad, y una fase específica, voluntaria, que permite al alumno subir nota.
Los estudiantes que obtienen un 5 de media entre la nota de bachillerato (que
cuenta un 60%) y la calificación obtenida en la fase general de la Prueba de
Acceso a la Universidad (que cuenta un 40%), podrán acceder a la
Universidad, siempre que hayan obtenido un mínimo de 4 puntos en la fase
general. La fase específica permite a quienes quieran acceder a las facultades
que hayan limitado el número de plazas mejorar su nota de acceso. En esta
fase voluntaria el estudiante se examina de otras materias de modalidad
diferentes a la elegida en la fase general que estén asociadas a la rama de
conocimiento del Grado universitario en el que quiera ser admitido.
El objetivo es permitir el reciclaje a lo largo de la vida y que la opción de
Bachillerato no condicione para siempre al estudiante, así como facilitar que
pueda mejorar sus resultados haciendo un esfuerzo adicional. La validez de las
notas obtenidas en la prueba voluntaria caducará a los dos años, y pueden
hacerla tantas veces como quieran, aunque sólo podrán subir nota con dos
materias. De esta manera, cada uno de los dos exámenes voluntarios
supondrá sumar hasta un punto a la nota final, o dos si la Universidad en la que
quiere entrar ha señalado esa materia como una de las prioritarias para
determinados estudios. A comienzo de cada curso las universidades señalarán
las materias que consideran prioritarias para sus distintas enseñanzas.
- Las enseñanzas de formación profesional comprenden un conjunto de
acciones formativas que capacitan para el desempeño cualificado de las
diversas profesiones, el acceso al empleo y la participación activa en la vida
social, cultural y económica. La formación profesional es una enseñanza
flexible que permite que los alumnos puedan circular entre ella y los demás
componentes del sistema educativo.

La finalidad de la formación profesional es preparar a los alumnos para la


actividad en un campo profesional y facilitar su adaptación a las modificaciones
laborales que pueden producirse a lo largo de su vida, así como contribuir a su
desarrollo personal y al ejercicio de una ciudadanía democrática. La formación
profesional se organiza en ciclos formativos de grado medio y de grado
superior con una organización modular, de duración variable y contenidos
teórico-prácticos adecuados a los diversos campos profesionales. Estos ciclos
han de estar referidos al Catálogo Nacional de Cualificaciones Profesionales y
constituyen, respectivamente, la formación profesional de grado medio y la
formación profesional de grado superior.

- Las enseñanzas artísticas son aquellas enseñanzas elementales de


música y de danza, las enseñanzas artísticas profesionales de música y danza,
así como los grados medio y superior de artes plásticas y diseño, y las
enseñanzas artísticas superiores que agrupan los estudios superiores de
música y de danza, las enseñanzas de arte dramático, las enseñanzas de
conservación y restauración de bienes culturales, los estudios superiores de
diseño y los estudios superiores de artes plásticas, entre los que se incluyen
los estudios superiores de cerámica y los estudios superiores del vidrio.

La superación de las enseñanzas profesionales de música o de danza da


derecho a la obtención del título profesional correspondiente. El alumnado que
finaliza estas enseñanzas obtiene el título de Bachiller si supera las materias
comunes del bachillerato, aunque no haya realizado el bachillerato de la
modalidad de artes en su vía específica de música y danza. Los alumnos que
superan el grado medio de artes plásticas y diseño reciben el título de Técnico
de Artes Plásticas y Diseño en la especialidad correspondiente. Este título
permite el acceso directo a la modalidad de artes de bachillerato.

Los alumnos que superan el grado superior de artes plásticas y diseño reciben
el título de Técnico Superior de Artes Plásticas y Diseño en la especialidad
correspondiente. Los estudios superiores de música y de danza se organizan
en diferentes especialidades y consisten en un ciclo de duración variable según
sus respectivas características. Las enseñanzas de arte dramático comprenden
un solo grado de carácter superior, de duración adaptada a las características
de estas enseñanzas. Las enseñanzas de conservación y restauración de
bienes culturales tienen la condición de estudios superiores.

- Las enseñanzas de idiomas tienen por objeto capacitar al alumnado para


el uso adecuado de los diferentes idiomas, fuera de las etapas ordinarias del
sistema educativo, y se organizan en los niveles siguientes: básico, intermedio
y avanzado que corresponden a los niveles A2, B1 y B2 del Consejo de
Europa. Están dirigidas a fomentar el aprendizaje de lenguas extranjeras,
especialmente las lenguas oficiales de los Estados miembros de la Unión
Europea, así como de lenguas cooficiales existentes en España y del español
como lengua extranjera.

Para acceder a las enseñanzas de idiomas es requisito imprescindible tener


dieciséis años cumplidos en el año en que se comiencen los estudios, aunque
pueden acceder asimismo los mayores de catorce años para seguir un idioma
distinto del cursado en la educación secundaria obligatoria.

- Las enseñanzas deportivas tienen como finalidad preparar a los alumnos


para la actividad profesional en relación con una modalidad o especialidad
deportiva, así como facilitar su adaptación a la evolución del mundo laboral y
deportivo y a la ciudadanía activa. Esta organización se realiza en colaboración
con las Comunidades Autónomas y previa consulta a sus correspondientes
órganos en materia de enseñanzas deportivas.

El currículo de las enseñanzas deportivas se ajusta a las exigencias derivadas


del Sistema Nacional de Cualificaciones y Formación Profesional. Las
enseñanzas deportivas se estructuran en dos grados –grado medio y grado
superior. Las enseñanzas deportivas se organizan en bloques y módulos, de
duración variable, constituidos por áreas de conocimiento teórico-prácticas
adecuadas a los diversos campos profesionales.

- Educación de personas tiene la finalidad de ofrecer a todos los mayores


de dieciocho años y excepcionalmente a los mayores de dieciséis que tengan
un contrato de trabajo que no les permita acudir a los centros educativos en
centros ordinarios o sean deportistas de alto rendimiento, la posibilidad de
adquirir, actualizar, completar o ampliar sus conocimientos y aptitudes para su
desarrollo personal y profesional.

LA EDUCACIÓN DE LOS PUEBLOS INDO-AMERICANOS

Los aztecas La educación de los aztecas, tenía un carácter marcadamente


tradicionalista con la misma orientación bélico-religiosa de su pueblo. Hasta los
14 años el niño era educado en el seno de la familia, y en forma dura y austera,
con castigos muy severos. Al terminar la educación doméstica comenzaba la
educación pública dada por el Estado en dos instituciones: el calmélac y el
telpochcalli (casa de los jóvenes). Al primero asistían los hijos de los nobles, al
segundo los de la clase media.

El resto de la población no podía asistir a estos establecimientos En el


calmélac predominaba la formación religiosa, en el telpochcalli, la guerrera. Las
niñas de los nobles recibían su educación en un anexo al templo, que
constituía el calmélac femenino donde podían permanecer por vida.
Culturalmente, les aztecas tuvieron un conocimiento astronómico muy
desarrollado y en particular poseyeron un calendario complicado. Su escritura
era muy primitiva compuesta de ideogramas y fonogramas. El cultivo del maíz
era la base de su agricultura, y la forma de propiedad fue comunal. Su religión
tenía rasgos crueles, corno los sacrificios humanos y sus hombres eran de un
carácter marcadamente guerrero.

Los mayas fueron de temperamento más pacífico y de una cultura muy


avanzada; conocieron una cronología y poseyeron también un calendario
propio. Los objetivos de la educación entre los mayas eran de servir al pueblo,
a su religión y a su familia, el amor al trabajo, la honradez, la continencia sexual
y el respeto debían ser las cualidades fundamentales en el hombre y en la
mujer, la educación comenzaba en el hogar y estaba a cargo de los padres

Para los Incas la educación era semejante, pero con algunas variantes. En
primer lugar, existía una menor diferenciación de clases sociales, quedando
casi reducidas al predominio de los incas o nobles, de carácter militar, y menos
religiosa que entre los aztecas. Al parecer la educación la recibían aquellos en
las casas de enseñanza (yacahuasi) dada por los mautas, que no eran
propiamente sacerdotes. Allí aprendían las artes de la guerra y la técnica del
Kipú, especie de registro manual numérico, más los cantos y tradiciones de su
raza, hasta los 16 años en que entraban en la vida pública después de sufrir
una iniciación especial. Las jóvenes nobles eran educadas también en casas
especiales por ancianas que las iniciaban en las tareas domésticas, la alfarería,
el tejido y en las ceremonias religiosas.

LA EDUCACIÓN Y SUS PROBLEMAS ACTUALES

A lo largo del tiempo, los propios pueblos han ido buscando y ofreciendo
respuestas de toda índole a sus necesidades complejas y diversas y a las de
las personas. La riqueza acumulada, comunitariamente construida, conforma
un legado. Los humanos poseemos la propiedad de transmitir este tesoro,
porque disponemos de las herramientas simbólicas que lo hacen posible. La
escuela nace como una de las vías por donde circula el acervo cultural que ha
servido a las generaciones anteriores, a la vez que lo ha recreado e
incrementado. ¿En qué consiste el patrimonio de la humanidad?
Esencialmente, se compone de conocimientos de carácter técnico, científico y
éticos. Los pueblos privilegian el saber moral. Las sociedades se reconocen e
identifican especialmente en los valores, pues los consideran la lente que les
alumbra con más brillo el abanico variado de sus anhelos más profundos.

Los contextos
La transmisión y adquisición del conocimiento se produce en cuatro contextos:
la calle, la escuela, la familia y los medios de comunicación e informáticos.
Aprendemos cuando nos hallamos inmersos y sumergidos delante del televisor,
en la red, en las iglesias, en las viviendas, en las clases, con la pandilla,
trabajando y durante el tiempo libre. No existen, de hecho, espacios y tiempos
que tengan la patente en exclusiva. Estoy subrayando la complejidad de la
educación y que nadie se puede arrogar en solitario la facultad de la
construcción de personas educadas, pues se trata de una obra de la
comunidad entera, de toda la tribu. Los contextos se comprenden mejor, si se
les contempla como vasos comunicantes. A lo anterior, hay que añadir que
cada persona filtra y decide qué lecciones de vida o ruta seguir. La banda
ancha por la que discurren los procesos de enseñanza y aprendizaje del
patrimonio cultural de la humanidad es la gran familia humana y debe dotarse
de un currículo liberador, que destile como legado, como herencia, lo que
conforma su más preciado valor y valía.

La agenda
A continuación, reflexionamos sobre las palabras clave que la investigación
recoge como significativas para valorar y acometer la educación hoy.

Nuestro mundo
“La humanidad no acaba de dar a luz Humanidad”
El legado del siglo XX. Las dos guerras mundiales podrían simbolizar a la
humanidad embrutecida. Representan la antítesis de la escuela y de una
sociedad educada. Son una lección magistral, que aprendemos a la primera. El
terror se convierte en currículo transversal que se imparte a la vez en todos los
rincones de la tierra y a cualquier hora del día, también durante las comidas. La
vida hoy es radiada y visionada en todas las pantallas y en tiempo real. Es un
magisterio a la contra, que por ósmosis guardamos en lo más ínclito de nuestra
conciencia. Pero el siglo XX ha esculpido con caracteres indelebles una página
que recoge la mejor tradición de la humanidad: la Declaración Universal de los
Derechos Humanos. Otros dos logros son la generalización de la educación
para todos y la democracia. Derechos humanos, escuela y democracia forman
un tres en uno de valor inconmensurable. Constituyen un espacio de conceptos
que reclama una atención viva y celosa, pues fácilmente puede ser
malversado.

Guerra y derechos humanos nos delatan y nos definen como paradójicos.


Estas dos estampas antagónicas nos advierten que el futuro no es progreso
infinito guiado por la racionalidad, la economía y la democracia. La realidad no
obedece a determinismo apriorístico alguno; la vida deviene como resultado de
las decisiones que los humanos adoptamos. No nos dirigimos hacia un final; y,
además, feliz. Ni la historia es circular ni su devenir se halla envasado en rollo
de película, previamente rodada. Ésta consiste más bien en el montaje de la
misma; y figurarán en los títulos de crédito como realizadores, guionistas y
actores los que la protagonicen. El progreso y su sentido emancipador es un
buen deseo negado a diario. ¿Cómo es nuestro mundo? Hay conciencia de
transición y de encrucijada cultural (Pérez Tapias, 1995, 1996)

Se han disipado las viejas seguridades. Seguidamente un apunte que visualiza


lo anterior y sus repercusiones sobre la vida escolar. A lo largo del tiempo, los
humanos han creado dioses en los que confiar. El conocimiento mítico, la
experiencia religiosa, la ciencia y las ideologías de índole filosófica y política
son obras humanas que en diversos periodos se han presentado como
respuestas a los problemas de la humanidad. Buda, Jesús, Mahoma, por un
lado; el liberalismo, el humanismo y el marxismo por otro; así como el fascismo,
el nazismo y el comunismo han pretendido ser bálsamo y salvoconducto para
la aventura humana. Estas cosmovisiones prestaban un sentido a la vida
personal y social. Dichas metáforas eran reproducidas en las familias y en las
escuelas: las cosas son así… de claras… y así hay que aceptarlas.
Pues bien, estas seguridades han desaparecido. Ningún credo ni sistema
filosófico o ideológico, tampoco la ciencia, tienen hoy el carácter de fuente de
verdad del que en otro tiempo gozaron. Hoy esta legitimidad se encuentra
distribuida, difuminada y fragmentada. Más que con grandes narrativas, nos
encontramos ante una pléyade de pequeños dioses. Cada sujeto debe bucear
a cuál de ellos servir. La seguridad, la autoestima y el destino gravitan sobre
los propios sujetos: en su libertad y responsabilidad. El miedo a la libertad de
Erich Fromm (1987) es un magistral ensayo sobre la repercusión psicológica y
social que el descubrimiento de la condición de libre supone para el hombre de
nuestros días. Las ideas pergeñadas nos remiten a una crisis ética y moral, que
afecta directamente a la agenda educativa en su arteria más sensible, pues es
ateórico concebirla libre de principios, tal como por otro lado le sucede a la vida
misma.

La economía
“Llegará un día en que toda la política será política económica” (Nietzche)
La economía tiene un peso desproporcionado a la hora de comprender a los
individuos y a la sociedad. Funciona la idea de que uno es lo que hace para
ganarse la vida. La hegemonía del mercado está rompiendo los lazos de
solidaridad y haciendo trazos el tejido social comunitario (Galeano, 1998).
Estamos ante un mercado global, que es despiadado y expulsa lo que le sobra.
La dinámica que genera es muy competitiva y margina a millones de personas,
porque no valen según sus criterios: no funcionan como productores ni como
consumidores. ¿Cómo es posible en estas condiciones educar para la
convivencia en un contexto tan agresivo? De hecho, son otros valores los que
se imponen de manera fáctica.

El consumismo parece ser en la actualidad el talismán de la maquinaria de


producción. Si no crece incesantemente, se resiente ésta y aumenta el paro.
Por tanto, es preciso comprar y almacenar sin descanso para que el sistema
laboral no se tambalee. Llamo la atención acerca del hecho de que el ir de
compras se impone a los estudiantes desde que son bebés, vía publicidad.
Acudimos nuevamente a Érich Fromm (1978 y 1991), cuando nos recuerda la
perversión de principios existente en muchas personas acerca de la confusión
entre tener o ser.

El consumo está ligado también a otro dios: el de la tecnología, que puede


multiplicar exponencialmente los bienes. La máquina es un instrumento de
dominación sobre la naturaleza. Pero su capacidad es tal que más que
subordinarla, la puede hacer desaparecer. De ahí, que la técnica deba ser
regulada y controlada por la racionalidad moral. No hay que idolatrar los
inventos, pues solamente son producto de la ingeniería y acompañan a la
humanidad desde sus albores. Se sabe lo que dan y quitan la televisión, el
motor y los automóviles. Y esta lección es transferible al mundo de los
internautas. Podemos naufragar navegando en los mares virtuales (Pérez
Tapias, 2003). Necesitamos algo más que inputs de información. No hay nada
que objetar a educar para consumir ni a orientar sobre qué trabajo se ajusta
mejor a uno. Pero cuando se elevan a categoría metafísica muestran que
hemos llegado al límite de nuestro ingenio y sabiduría.

El planeta tierra
“La Humanidad debe concienciarse y respetar el medio ambiente para no ser
rehén de su propio destino” Mijail Gorbachov
La tierra. El universo ha surgido como un referente nuevo que reconocemos
como algo valioso y vital. El globo terráqueo solicita ser comprendido desde un
enfoque holístico que nos permita captar la relación del todo con las partes, su
multidimensionalidad y su complejidad.
Desarrollo sustentable. Es necesaria una noción más rica y compleja de la
sostenibilidad, que comprenda no sólo lo material, sino también lo intelectual,
afectivo y moral. El calentamiento global y la pérdida de millones de especies
ofrecen un cuadro que ha levantado las alarmas de los científicos.
De lo anterior, se deduce la necesidad de una ciudadanía terrestre
comprometida:
• En una ecología de corte no eirenista.
• En la solicitud de una vida más de calidad y no puramente utilitaria y de
consumo estandarizado.
• E inspirada en la búsqueda de relaciones solidarias y de paz, tal como
las Organizaciones No Gubernamentales visualizan y significan.
La ciencia y la técnica han de orientarse por el lado emancipador que procuran.
Con frecuencia acaece que las máquinas nos esclavizan siendo ellas nuestras
esclavas.

Educación medio ambiental: El universo mundo es limitado e


interdependiente; de ahí, la necesidad de generar un sentido de identidad y
pertenencia al mismo hábitat, a la misma patria. Se impone el doble imperativo
antropológico de salvar la vida humana y su diversidad. Nuestra identidad es
concéntrica y plural: étnica, nacional, de civilización y de ciudadanía terrestre
(Morin, 2001). La educación es de ética de la comprensión planetaria, que nos
conduce a la mutualidad y a la cooperación; y nos aleja de la intolerancia y de
la xenofobia. Este gran firmamento solicita un pensamiento policéntrico,
alimentado por las culturas del mundo. Éste es un fin apasionante de la agenda
educativa, porque otro mundo mejor debe ser posible.

La condición humana
“Necesitaría un esfuerzo grande de primitivismo intelectual para definirme en el
siglo XXI como descendiente puro de una estirpe” (Luis García Montero)
Unidad y diversidad. Somos iguales y de la misma especie. Nos delata también
la diferencia. La nota que, quizás, mejor nos define es la complejidad. La
unidad en la variedad y la variedad en la unidad es la ley suprema del universo
(Isaac Newton)

El mestizaje es positivo. Postman (1999) aboga por una narrativa que haga un
uso constructivo y unificador de la diversidad. La sustenta conceptualmente en
la segunda ley de la termodinámica, que explica así. Si bien la energía ni se
crea ni se destruye - primera ley – tiende a convertirse en inútil. Esta tendencia
es la entropía: todo en el mundo se mueve hacia la similitud. Cuando la materia
alcanza el estado de no diferenciación, deja de haber energía utilizable. Pero
en el universo hay fuerzas neguentrópicas, que retardan la igualación y
mantienen las cosas en movimiento, organizadas y humanamente útiles.
Es una evidencia que cuando un sistema no recibe nada nuevo, se estanca. Si
hay estatismo, castiga la entropía. Conceptualmente, abrirse a la diferencia es
favorecer la posibilidad de fortalecerse y de crecer. La clonación conlleva
defectos entrópicos. La uniformidad, pues, no es amiga de la creatividad y de la
excelencia. La diversidad no es la desintegración de estándares ni lleva a un
relativismo caótico e irresponsable. Las implicaciones educativas son muy
ricas. No se estudia a Einstein por su condición de judío; ni a Lorca, por su
homosexualidad o a Marie Curie por ser polaca o a Confucio por chino. Todos
marcan modelos alcanzables en la diversidad.

A continuación, sobresale tres cuestiones que muestran que la condición


humana no es o no ha sido debidamente tratada.
♦ La escolaridad favorece más la razón científico-técnica que la afectiva,
social y moral. Hay acuerdo en señalar que el modelo de persona que egresa
del sistema educativo, se caracteriza por una hipertrofia de la racionalidad
científico técnica. Se produce un reduccionismo de la persona; de tal modo que
se magnifica la inteligencia y se enriquece; y, a la vez, se ignora el resto de las
funciones que nos identifican. Esto los lleva a algunos a formular, crítica e
irónicamente, que estamos tecnológicamente en la edad nuclear; y,
moralmente, en la edad de piedra. No es estético pasear con una inteligencia
gigante y un corazón diminuto o con una sensibilidad moral mortecina. Estos
diseños no parecen tampoco muy éticos.
♦ La condición de mujer. Las perlas expresadas sobre los déficits
constitucionales e identitarios de la mujer han proliferado. La cátedra levantada
sobre ella, con más frecuencia de la debida, ha sido pésima. Extraña que esta
mirada tan primitiva no fuera desmantelada, entre otros, por genios como
Descartes, Newton, Darwin, Freud o Einstein, que descubrieron misteriosas
leyes del universo (Rojas Marcos, 2004)
♦ La condición de homosexual o de lesbiana. Existe alrededor de un 9 %
de la población que siente el impulso o seducción hacia otros humanos de su
mismo sexo. La consideración que la Organización Mundial de la Salud ha
sostenido durante tanto tiempo sobre la homosexualidad ha pesado
sobremanera en la formación de los profesionales de la salud y de las ciencias
sociales. No alteran la dignidad humana el color de la piel, la nación de origen
ni la identidad afectivo-sexual. Pero se ha pontificado en demasía sobre estos
conceptos: existe demasiada jurisprudencia y, en consecuencia, innumerables
errores judiciales al respecto. La escuela debe enseñar la condición humana en
toda su verdad.

Convivencia
“Si no eres parte de la solución, eres parte del problema” (Proverbio oriental)
Convivencia. La esencia de la educación es la socialización, la mediación, la
comunicación: estamos hechos a modo de retazos de los otros (Todorov, 1995,
1999). Trata a los demás como quieras que los demás te traten a ti mismo. La
formulación que acabamos de realizar es de suma validez, pues expresa el
común denominador universalizable, que concilia y destila la mejor tradición de
la experiencia religiosa, del legado de la filosofía y de la ciencia, así como del
conocimiento cotidiano. Por otro lado, éste es el guión que las sociedades,
todas, entregan a las escuelas para ser desarrollado.

Agresividad y conflicto. No venimos al mundo con un dispositivo que nos


predispone instintiva e inevitablemente para matar y hacer daño. No existen
genes asesinos, afirma el psiquiatra Rojas Marcos (2004); quien añade que se
necesita mucho tiempo para aprender a matar; también, hacen falta lecciones
para poder amar. Pero, ¿cuáles son las semillas de la violencia? Parece que
las raíces hay que otearlas en la limitación esencial de la condición humana. La
vida es inseparable de la agresividad y, por tanto, del conflicto; pero no de la
violencia (Rus, 2007)
Convivencia y conflicto son los conceptos a conjugar. Si el conflicto lo
enfocamos como inevitable y la convivencia como la finalidad necesaria, la
escuela ha de saber afrontar y solucionar en positivo los conflictos. Creo que
ésta es la lección magistral que la humanidad lleva estudiando miles de años;
y, por tanto, es unidad obligada y transversal para el currículo. La paz no es
estática ni es una propiedad discreta como el color de los ojos, que no cambia
con el tiempo. Es fruto del afán y de la lucha.

Democracia y escuela. Los principios no entran a presión, no se imponen; es


moral su catadura. La democracia se erige conceptualmente como una forma
digna de articular la vida en común. La escuela tiene en la democracia una
magnífica lección, pues señala finalidades que enraízan con la esencia de la
dignidad humana y es a la vez un método de dirigirse a dichas metas. Postular
que la escuela debe contribuir a la mejora de la vida en común, lo podemos
traducir en que es un microcosmos de vida democrática, que favorece que la
sociedad se dote de ciudadanos equipados de las virtudes cívicas.

Valores y derechos humanos


“Los derechos humanos conforman la estructura moral de la convivencia”
(Victoria Camps). Los valores nos humanizan, guían la vida, contribuyen al
logro de la unidad en la diversidad y favorecen el respeto, la solidaridad y la
comprensión. Son principios de índole abstracta y se reconocen fácilmente en
la cotidianeidad. Los edificios se sostienen con materiales; la vida personal y la
convivencia se erigen sobre elementos no tangibles. Kant solicita una
hospitalidad universal, porque el otro tiene derecho a no ser visto como
enemigo. Los otros humanos son fines en sí mismos y acreedores de valor. Por
eso, han de ser tratados como tales. Esta lección hay que enseñarla en la
escuela, pues se halla y reconoce entre los frutos más preciados de la tradición
humanista.

Derechos humanos. El mapa de derechos que recoge la Organización de las


Naciones Unidas es la brújula del funcionamiento social y sirve para los
colegios. Encontramos aquí una narrativa que aporta sentido a las prácticas
ciudadanas y escolares. El profesor Pérez tapias (1996) ofrece la siguiente
categorización de los derechos humanos llamados de primera generación son
la paz, la libertad, la igualdad, la fraternidad, la libertad de conciencia y la
inviolabilidad de la intimidad, entre otros. Los de segunda generación son el
derecho a la educación, a la atención sanitaria, a la vivienda y a una pensión
digna. En síntesis, conforman un mínimo común para una vida humana digna,
que no es posible por debajo de determinados umbrales de pobreza. Los
derechos de tercera generación remiten a la idea de un Estado solidario; por
ejemplo, a ser acreedores de un medio ambiente limpio y saludable. La
acepción de ciudadano solidario se perfila con el Estado de una ciudadanía no
alienada. Por último, existe la Declaración de los derechos de los Pueblos;
entre otros, a no ser eliminados como tales.

La escuela. En las aulas confluyen todos los credos religiosos, las imaginables
adhesiones políticas, opciones respecto a la sexualidad y una miríada de
tradiciones. La escuela, afincada en los valores y en los derechos que hemos
señalado, no tiene porqué ir en contra, y no va de hecho, de ninguno de dichos
supuestos. Refiere Postman (1999) que asistió a la escuela pública en Estados
Unidos, donde no se enseña ningún credo religioso y donde sí se fomenta la
adhesión libre a cualquiera de ellos o a ninguno; frecuentó también la escuela
judía y convivió con el calvinismo ambiental y ciudadano. Pues bien, afirma que
sus convicciones más íntimas, que interiorizó en su familia, no se vieron
afectadas ni atentadas en ningún caso. Los argumentos eran compatibles o no
contradictorios. La educación nace con vocación de integración. Éste es su
sello de identidad. En mi libro La magia de educar en casa. Razones de amor
(Rus, 2000) recomiendo a los presidentes de las Repúblicas y a los Reyes que
envíen a sus hijos a las aulas, donde coinciden todas las sensibilidades,
matices y riquezas de sus respectivos países. ¿A qué otro sitio se puede asistir
para escuchar una lección más magistral?

La racionalidad
“Navegamos en un océano de incertidumbres a través de archipiélagos de
certeza” (Edgar Morin)
El error. La historia está repleta de errores. Marx y Engels afirmaban que los
hombres siempre han elaborado falsas concepciones de sí mismos, de lo que
hacen, de lo que deben hacer y del mundo donde viven. Ellos tampoco
constituyen una excepción. De modo, que el mayor error es subestimar el
problema del error; y la mayor ilusión subestimar el problema de la ilusión. La
dificultad del error y de la ilusión reside en que no se reconocen en absoluto
como tales.

Los postulados de los manuales, de las lecciones magistrales y de la ciencia


son perfectibles. El magisterio, en su acepción más general, así como los libros
de texto, presentan a menudo el conocimiento sobredimensionado y como
acabado. Pareciera que las cosas están del todo claras y para siempre. En la
medida en que esto es así, se es muy poco fiel a la historia de la ciencia que es
la historia del progreso del saber. Por el contrario. las lecciones de los libros de
texto y las clases magistrales son propuestas perfectibles. Por poner unos
ejemplos, la ciencia ni el conocimiento espontáneo del que disponemos han
explicado aún el origen del universo y de la vida, tampoco su porqué ni el de la
muerte. Se trata de cuestiones importantísimas de las que carecemos de una
explicación suficiente. Igual sucede con respecto a innumerables interrogantes
que plantean el cosmos, el mundo de la enfermedad y el social; también el
amor, el suicidio, la lealtad, la elección de pareja, la educación de los hijos,
etcétera. Confiesa Einstein que, inmerso autotélicamente en un proyecto
científico que te conduce a la búsqueda de un hallazgo trascendente, una vez
logrado, se reconoce ínfimo y pequeñísimo, comparado con la tarea pendiente.

El saber nos conduce a la sencillez y casa bien con ella.


La incertidumbre. Por tanto, la lección sabia es favorecer una actitud de
búsqueda, situar a los escolares en la incertidumbre. La controlabilidad y
prevención de los fenómenos sociales se escapan al conocimiento. La mayoría
de los grandes sucesos del siglo XX no fueron alertados ni casi en su víspera.
Ahora mismo, ¿qué saber o quién, con la información que se posee, pueden
prever, y aún menos controlar, el desarrollo de los acontecimientos que se
avecinan? La verdad es que las hipótesis siempre serán superiores a la
respuesta histórica; el mundo de lo real es un subconjunto del mundo de las
ideas y de la virtualidad.
La escuela acierta si ayuda a identificar la fuente de errores e ilusiones y
cegueras. Por ello, Edgar Morin (2001) recomienda enseñar las distintas
materias de modo diacrónico, para que se evidencien los avances del
conocimiento y que éste es limitado; así será más difícil sacralizar el
conocimiento.

El lenguaje
“Hemos de defendernos de la elocuencia propia y ajena” Pensamiento y
lenguaje; nube y lluvia. La escuela enseña la vida a través de signos. Las
palabras canalizan nuestro conocimiento. Vygotski (1977) compara la relación
entre pensamiento y lenguaje con la que existe entre la nube y la lluvia. Según
la metáfora, las gotas de lluvia y la lluvia misma en su conjunto no agotan la
nube. No se explican sin la nube, pero no la expresan del todo y son dos
realidades diferentes en sus propiedades perceptivas y físico-químicas. De
igual modo, las palabras revelan el conocimiento, pero no lo agotan ni se
explican sin él. El instrumento de comunicación resulta frágil, en su pretensión
de explicarnos.

Esencialmente, la educación es mediación y comunicación; es conversar con


otro (Gadamer, 2000), en definitiva, en un clima de afecto, de amor y de valor.
Las consideraciones que venimos efectuando sitúan de nuevo a la escuela en
su dimensión más auténtica. El carácter limitado de los símbolos lingüísticos,
por otro lado, el fruto más rico acaecido en el tiempo medido éste a escala
filogenética, debe siempre estar muy presente. El lenguaje es una buena
ejemplificación de la complejidad y unidad humanas. Proyecta materialmente
las realidades más hondas de toda índole; pero nunca las revela del todo.

La enseñanza del lenguaje debe versar acerca del origen de la lengua, de los
idiomas y de su historia. Las disciplinas, expuestas en su secuencia diacrónica,
reflejarán mejor su evolución, su progreso, su enriquecimiento. Las palabras,
los números y la arquitectura, por indicar algunos ejemplos, son proyectos del
saber, son ideas proyectadas; son plasmaciones materiales de la vida, que no
apresará para siempre propuesta alguna de modo absoluto. Las grandes
cosmovisiones y paradigmas; en definitiva, las narrativas son siempre
interpretaciones. El metalenguaje o lenguaje sobre el lenguaje será tema
troncal y obligado en las escuelas. El conocimiento es una gran conversación
en la que el conocimiento circula y progresa; se modifica, refina y corrige,
precisamente conversando.

La familia
“Familia y escuela, dos contextos y un solo niño”
La familia merece nuestra consideración, porque ha experimentado cambios de
gran calado que determinan y afectan a la vida en casa. El hogar es un nicho
ecológico privilegiado. Significa que dos personas adultas unen sus biografías,
impulsadas por el amor. La honda significatividad de los miembros entre sí es
el resorte óptimo que satisface las necesidades de seguridad, de higiene y
salud, de afecto, de sociabilidad y de estimulación intelectual, en especial de
los hijos. Dentro del hogar familiar, las personas expresamos nuestra mayor
solidaridad; pero también, con más frecuencia de la deseada, evidenciamos lo
peor de nosotros mismos, en forma de violencia, por ejemplo.

Tradicionalmente, la familia era unidad de producción económica, atendía a los


enfermos, ancianos y dependientes; y educaba. En la actualidad, los sistemas
industriales, de salud y escolar han asumido en parte estas funciones. Una
conjunción de factores que tiene que ver con la condición de la mujer en la
sociedad y con el control de la natalidad; y otros meramente crematísticos han
propiciado que más gente se incorpore a la cadena de producción. Este nuevo
orden económico ha tenido consecuencias de gran calado para la familia.

No educan los contextos, sino lo que en ellos se hace. Destacamos


seguidamente que el crecimiento sano de los hijos queda garantizado no por
los contextos de crianza, sino por lo que en ellos suceda; o sea, por las
prácticas de educación y cuidado que en ellos tengan lugar. Lo importante no
son los escenarios, sino los sucesos e historias que en ellos se representen.
Por ejemplo, un contexto familiar, compuesto de madre y de padre, hostil y
violento es negativo para el desarrollo psicológico. Una casa de acogida con
figuras de apego señeras y significativas, sembrada de amor, inteligencia,
disposición y cuidado es, en cambio, positiva.

Escuelas de madres y padres. Los chavales llegan a la escuela educados.


Las ideas de las madres y de los padres (Palacios, 1987) constituyen un
currículo subterráneo fértil. El profesorado necesita conectar con ellas. Han de
establecerse marcos estrechos, nada improvisados, que propicien el desarrollo
de programas y actividades. La bondad y potencialidad formativas de esta
alianza, ni nos las imaginamos. Las escuelas de madres y padres son un
instrumento eficaz e idóneo. La relación con las madres y los padres supone
una implicación muy grande para el profesorado; pero la satisfacción que
genera es asimismo inmensa.
La escuela y la comunidad
“La educación de un niño necesita de la participación de la tribu entera”
(Proverbio africano) La escuela y la calle. Los consejos escolares u órganos
de participación en la vida de los centros educativos. La escuela no está sola
en la génesis de los problemas que vive en ella ni puede estarlo en la solución.
Por eso, las hojas de ruta de la sociedad y de la comunidad educativa deben
ser aliadas y cómplices. Los consejos escolares son el punto de encuentro de
la comunidad social y escolar. La legislación, en general, reconoce el derecho
de madres y padres y de otras instancias a participar en la vida de cada centro.
Mi deseo es que esta posibilidad real se robustezca al máximo con las
aportaciones de la gama más variada de donantes de ideas (Rus, 2007). En
esencia, lo que propongo es que las instituciones que vertebran cada pueblo y
barrio, los profesionales y cualquier persona a título individual puedan canalizar
sus ideas y concretarlas en decisiones que orienten la vida en las aulas de su
comunidad.
La producción científica que se ha revisado es unánime en esta apreciación. La
crítica cultural al sistema educativo en el mundo, presente en este trabajo en
los autores citados, reclama urgente la inclusión del medio en las aulas y en los
patios de los colegios. Comunidades de aprendizaje (Flecha, 2005) es un
concepto que recoge el conjunto de matices que intento plasmar en esta
palabra clave que se encierra en esta otra: educa la comunidad.

La interacción medio social y escuela. Cada vez más, los centros educativos
programan visitas, excursiones y fiestas que, en definitiva, obedecen a la
necesidad de la conexión entre la calle y las aulas. Otras iniciativas de más
envergadura configuran semanas y jornadas en que la vida de la ciudad se
convierte en educadora, poniendo al servicio de la población estudiantil sus
recursos, funcionando, in fieri. Sugiero que las aulas se abran al medio. El
medio ambiente es riquísimo en recursos materiales y humanos; lo que solicito
es la coordinación más razonable posible.
4. Narrativa
“Hay un pacto para vivir en la superficie” (Iñaki Gabilondo)
¿Cuáles son los problemas de la educación del futuro? La revisión efectuada
apunta con claridad meridiana que las escuelas adolecen de problemas
técnicos; pero lo más preocupante tiene que ver con los fines. O sea, la
dificultad previa y fundamental es de índole metafísica. ¿Para qué sirven las
escuelas? Dilucidar o enfocar certeramente este interrogante favorecería
encauzar las dificultades de implementación y de definición del currículo, como
máximo común denominador de lo valioso. No hay nada más práctico que una
buena teoría. Se habla de falta de narrativas.

El sentido. Me ha impactado como ninguna otra, la lectura de El hombre en


busca del sentido último, de Víctor Frankl (1999). Reflexiona sobre su
experiencia como prisionero en Auschwitz y concluye que la clave de la vida es
encontrar un buen motivo, un sentido, una narrativa, deriven éstos de una
fuente espiritual o de otro tipo de inspiración. Y ello es posible aun en las
condiciones más aberrantes y extremas. La suya consistió en la desaparición
de su mujer embarazada y de varios miembros de su familia en el mismo
campo de concentración en que él se encontraba. Estamos ante un botón de
muestra de la grandeza humana y de las lecciones que nos conviene
interiorizar.

En efecto, ¿cuál es el sentido de la vida humana? ¿Con qué partitura la


interpretamos? Una adecuada respuesta energetiza la vida, y, por tanto, la
convivencia social, familiar y el trabajo escolar. Expresamos la necesidad de
equiparse de una cosmovisión:
• Que recoja la tradición de la experiencia de la humanidad dotándola de
sentido.
• Que ofrezca una interpretación válida y saludable acerca del presente.
• Que imprima de finalidad al porvenir.
• Que señale normas y prácticas pertinentes.
• Que ofrezca explicaciones razonables.
• Y que comprenda asimismo los propios yerros.
Alianza de valores. El universo de ideas que teje el sentido que perseguimos, lo
encontramos en los valores y en los derechos y deberes humanos y sociales.
Creemos que poseen validez conceptual suficiente para confeccionar un
atrezzo de ideas que nos vista decentemente para transitar por los tópicos
comunitarios. El tesoro de los valores es una finca de propios compatible con
los frutos particulares de cada parcela. Digamos que es un vestido que
combina con todo tipo de prendas y complementos.

Los foros sobre educación están saturados de análisis sobre la gestión; se


encaminan a clarificar el cómo enseñar, los medios y los aspectos
organizativos y de evaluación. Pero pocas veces, la discusión se centra en los
fines, que contextualizan y dan verdadero realismo al hecho educativo. Nos
parece que los elementos instrumentales, así como los referidos a qué
enseñar, deben tener un lugar axiológicamente dependiente y subordinado al
que late en las finalidades de la educación. En la jerarquía de las ideas, el
currículo y la metodología son subconjuntos de la narrativa, que es más
abstracta, general e inclusiva.
CONCLUSION

La agenda social y la que se encomienda a la escuela no siempre son


convergentes ni paralelas. Con frecuencia apuntan y acusan un notable
divorcio. Aquí está una de las claves etiológicas de la problemática
educacional. La sociedad en general debe apropiarse del guión que propone
para las aulas, pues a menudo interpreta armonías que confunden. Transmite
una lección que, no explicitada y anunciada como tal, subraya que una cosa es
la escuela y otra la vida. ¿Qué aprende así el espectador? La hipocresía, de
este modo, tiene muchas posibilidades de ser interiorizada. Pero merece ser
borrada de las pizarras del aula; o mejor, de la gran pantalla del mundo.

Y para finalizar, una observación, seguida de un deseo: La observación recoge


que la figura del maestro ha sido siempre referente cultural en su localidad y
barrio. Pero el paisaje y el paisanaje han cambiado. El nivel educativo ha
mejorado y son bastantes las personas del entorno inmediato a las escuelas
que atesoran una formación intelectual más sólida. El deseo, en consonancia
con la observación, apunta a la imperiosa necesidad de elevar la formación
inicial de los profesionales de la educación. El valor de la educación se rubrica
con la valoración de la formación del profesorado y de cuantos trabajan en las
aulas.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

 Bordieu, P. y Passeron, J. C. (1977). La reproducción. Barcelona: Laia.


 Bruner, J. (1997). La educación, puerta de la cultura. Madrid:
Aprendizaje Visor.
 Flecha, R. (2005). Prólogo. En VARIOS Comunidades de aprendizaje.
Transformar la educación (pp. 5-7). Barcelona: Graó.
 Frankl, V. E. (1999). El hombre en busca del sentido último. Barcelona:
Paidós.
 Freire, P. (1989). La educación como práctica de la libertad. Madrid:
Siglo XXI.
 Freire, P. (1995). Pedagogía del oprimido. Madrid: Siglo XXI.
 Fromm, E. (1978). ¿Tener o ser? Madrid: Fondo de Cultura Económica.
 Fromm, E. (1991). Del tener al ser. Barcelona: Paidós.
 Fromm, E. (1987). El miedo a la libertad. Barcelona: Paidós.
 Gadamer, H.G. (2000). La educación es educarse. Barcelona: Paidós.
 Galeano, E. (1998). Patas arriba. La escuela del mundo al revés. Madrid:
Siglo XXI.
 Gimeno, J. (2001). Educar y convivir en la cultura global. Madrid: Morata.
 Gimeno, J. (2005). La educación que aún es posible. Madrid: Morata.
 Giroux, H. (2001). Cultura, política y práctica educativa. Barcelona: Graó.
 Marina, J. A. (2004). La inteligencia fracasada. Barcelona: Anagrama.
 Morin, E. (1994). Introducción al pensamiento complejo. Barcelona:
Gedisa.
 Morin, E. (2001). Los siete saberes necesarios para la educación.
Barcelona: Paidós.
 Palacios, J. (1987). Las ideas de los padres sobre sus hijos en la
investigación evolutiva. Infancia y Aprendizaje, 39-40, 97-111.
 Pérez Tapias, J. A. (1995). Filosofía crítica de la cultura. Madrid: Trotta
 Pérez Tapias, J. A. (1996). Claves humanistas para una educación
democrática. De los valores humanos al hombre como valor. Madrid:
Anaya.
 Pérez Tapias, J. A. (2003). Internautas y náufragos. La búsqueda del
sentido en la cultura digital. Madrid: Trotta.
 Pérez Tapias, J. A. (2006). “Por qué una educación para la ciudadanía”.
En II Jornadas sobre educación secundaria obligatoria y bachillerato:
problemas, investigaciones y propuestas. Granada: Facultad de Ciencias
de la Educación.
 Postman, N. (1973). La enseñanza como actividad crítica. Barcelona:
Fontanella.
 Postman, N. (1994). Tecnópolis. Barcelona: Círculo de lectores.
 Postman, N. (1999). El fin de la educación. Una nueva definición del
valor de la escuela. Barcelona: Octaedro.
 Rojas Marcos, L. (2004). Las semillas de la violencia. Madrid: Espasa
Calpe.
 Rus, A. (2000). La magia de educar en casa. Razones de amor.
Barcelona: Cedecs.
 Rus, A. (2007). Educación y convivencia. Ideas y pautas para mejorar la
convivencia en la comunidad educativa. Granada: Federación provincial
de asociaciones de padres de alumnos de Granada.
 Savater, F. (1991). Ética para Amador. Barcelona: Ariel.
 Savater, F. (1997). El valor de educar. Barcelona: Ariel.
 Stenhouse, L.(1997). Cultura y educación. Morón: Publicaciones MCEP.
 Todorov, T. (1995). La vida en común. Madrid: Taurus.
 Todorov, T. (1999). El jardín imperfecto. Barcelona: Paidós.
 Vygotski, L. S. (1977). Pensamiento y lenguaje. Buenos Aires: La
Pléyade.

También podría gustarte