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La historia de la violencia contra las mujeres en 

México.
Según la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la
Violencia contra la Mujer (Belém do Pará, Brasil, OEA, 1994; Beijing, China, ONU,
1995), debe entenderse por violencia contra la mujer “cualquier acción o conducta,
basada en su género, que cause muerte, daño o sufrimiento físico, sexual o
psicológico a la mujer, tanto en el ámbito público como en el privado y se
entenderá que la violencia contra la mujer incluye la violencia física, sexual y
psicológica: que tenga lugar dentro de la familia o unidad doméstica o en cualquier
otra relación interpersonal, ya sea que el agresor comparta o haya compartido el
mismo domicilio que la mujer, y que comprende, entre otros, violación, maltrato y
abuso sexual; que tenga lugar en la comunidad y sea perpetrada por cualquier
persona y que comprende, entre otros, violación, abuso sexual, tortura, trata de
personas, prostitución forzada, secuestro y acoso sexual en el lugar de trabajo, así
como en instituciones educativas, establecimientos de salud o cualquier otro lugar,
y que sea perpetrada o tolerada por el Estado o sus agentes, dondequiera que
ocurra.

No hay un documento escrito, o un códice que explique la violencia hacia la mujer,


ni mucho menos de cuándo apareció contra ellas por primera vez “por el solo
hecho de ser mujer”, la sociedad en su conjunto ha revalidado como “normal”
dicha práctica en diversas modalidades y bajo diferentes aspectos, al analizar, por
ejemplo, los códigos penales a lo largo de la historia, es factible determinar que las
leyes no han visto las agresiones contra la integridad femenina de la misma
manera como la han contemplado para los hombres, quienes además, han tenido
todo el derecho sobre cuerpos, bienes, pensamientos y hasta sentimientos de las
mujeres a su alrededor.

Ante la demanda de erradicar el ejercicio sistemático de la violencia contra las


mujeres y debido a la urgencia de desarrollar leyes que la prevengan, sancionen y
erradiquen, los grupos organizados de feministas, desde los años setenta (1ª.
Conferencia Internacional de la Mujer, 1976, realizada en México y cuyos trabajos
fueron retomados posteriormente por el Ejecutivo a través de Instituto Nacional de
las Mujeres), han urgido a los diputados a legislar contra esa problemática.

En el lapso de los últimos 20 años los legisladores respondían que cómo podrían
saber si se trataba de un fenómeno social y no de casos fortuitos o aislados; cómo
determinarían qué ocurría verdaderamente en un ámbito nacional y en qué se
iban, a basar, para legislar al respecto, ya que no había registros, datos, ni
estadísticas acerca de cuántas averiguaciones previas había en el país de delitos
contra la mujer; cuántas de ellas morían por causas violentas y las causas de los
suicidios o intentos de suicidio de mujeres.

Fue hasta la LIX legislatura que surgió la Ley de Acceso a las Mujeres a una Vida
Libre de Violencia, en 2006 (publicada en el Diario Oficial de la Federación el 1º.
de Febrero del 2007, suscrita el 19 de diciembre del 2006), luego de un año de
discusión y en respuesta a las pruebas documentadas de que la violencia contra
las mujeres había aumentado en forma alarmante en toda la República Mexicana,
con datos fundamentados en la Encuesta Nacional del 2003 y en otros esfuerzos
previos como la Encuesta sobre la Organización Doméstica, elaborada por el
CIESAS, en 1994, y la realizada por el Colegio de México en 1998, así como la
Encuesta Metropolitana sobre Violencia Intrafamiliar realizada por el INEGI en
1999.

Pero a lo largo de la historia de nuestro país, la violencia de género o violencia en


contra de ellas sólo puede inferirse, pues está documentada indirectamente, por
decir, el simple estudio de los códigos penales habla de un trato desigual ante la
ley de hombres y mujeres; por ejemplo: los casos de ataques sexuales contra
mujeres estaban menos penalizados si la mujer tenía “mala fama” pública , como
si eso la hiciera menos persona; o en caso de violación, la pena se reducía a que
el agresor se casara con la víctima.

Hay un estudio donde se revela que las sentencias contra mujeres homicidas son
mucho más severas que las impuestas a los hombres por el mismo delito; como
que a los jueces les resulta más intolerable que la mujer mató a alguien; es decir
hay una serie de evidencias de diverso tipo de cómo el sistema está trabajando
para reproducir y perpetuar el sometimiento de las mujeres.

De lo privado a lo público

Lo alarmante es que cada descalificación, cada acto de reprobación injustificada,


cada golpe, cada maltrato, cada acto de discriminación que le sucede a una mujer,
le sucede como un acto aislado dentro de su propio hogar, desde que es niña y
por un acondicionamiento de la sociedad que nunca se había interrogado el
porqué y el cómo de esa desigualdad relacional, así que esos actos de agresión ni
siquiera eran considerados ni por la sociedad ni el Estado como violencia. Y en
esa realidad, el sufrimiento femenino se considera como si ser mujer fuera un acto
de vergüenza que tuviera que ser castigado.

Lo privado ha sido el espacio en que se ha sometido a las mujeres a todo tipo de


tortura, porque la mujer se ha considerado propiedad de la familia, y en particular
del varón de la familia: a él debe rendírsele cuenta de la sexualidad femenina, él
es el garante de su moral y quien dictamina lo bueno y lo malo para las mujeres,
sean o no de su familia. “Siempre se dijo que el hogar era el lugar más seguro
para las mujeres y las encuestas arrojaron que no, en realidad es el lugar donde
sufren todo tipo de abyecciones.

Negarle su lugar como persona y ciudadana en la sociedad ha sido la primera


violencia que se ha ejercido en contra de ella; ha sido el dictamen de que es un
ser jerárquicamente inferior al hombre y todo trato relacional en los ámbitos
público y privado ha sido bajo esta perspectiva, en detrimento de sus derechos
como ser humano: el hombre ha sido la autoridad dentro del hogar y lo que él
hiciere con ella competía sólo al nivel de lo privado, porque en los asuntos de
familia “nadie se mete”, así que bajo esas condiciones la mujer podía ser objeto de
cualquier trato ignominioso y no existía autoridad cívica que sancionare ese trato,
precisamente por “privado”, pues casi nunca salía de ese espacio, pues,
desafortunadamente todavía las autoridades no se sensibilizan ante las denuncias
de maltrato, agresión o violencia contra las mujeres, máxime si ésta es de índole
emocional o psicológica.

Aún en mayor grado de inaccesibilidad para las mujeres están sus derechos a
dictaminar sobre leyes u ordenamientos. La mujer no puede decidir sobre su
propia vida, ni sobre las grandes decisiones del mundo: son tabú para ella.

El origen histórico de la posición subalterna de la mujer y por lo tanto que la hace


susceptible de violencia, según la visión de Federico Engels (desde 1884), está en
el paso de las sociedades primitivas nómadas, tribales, comunitarias a la
sedentarización.

Con el descubrimiento de la agricultura el hombre comenzó permanecer en un


solo sitio, poseyó una tierra qué cultivar, unos animales que criar y ya no le
convino que la descendencia fuera de la tribu o la horda, debía asegurarse que
sus hijos fueran de él para poder heredarles lo acumulado en la vida.
Así, la mujer se convirtió en receptáculo y salvaguarda de la progenie y de la
familia, con la subsiguiente pérdida de su autodeterminación.

Según la etnóloga y diputada Marcela Lagarde y de los Ríos, maestra y doctora en


Antropología por la UNAM, autora de “Los cautiverios de las mujeres:
madresposas, monjas, putas, presas y locas” (1990), la discriminación se ha
venido dando en el encierro femenino y ahí se han gestado dolor, miedo,
impotencia, servidumbre bajo el mundo patriarcal donde la mujer ha sido cautivada
y cautiva, en la que su inferiorización la excluye selectivamente de actividades y
“poderes” mientras la incluye en actividades compulsivamente irrenunciables
(labores domésticas, servidumbre, cuidado de “otros”)  que han adjudicado al “ser
mujer” categorías tales como: incapacidad, incompletitud, impureza, minoridad,
equívocos en la identidad de su naturaleza como menor y fallida, a través de
múltiples caminos que le han dado la tipificación de objeto (cosa) mientras que
otros han sido sujetos (entidad independiente de lo que se le predique al respecto)
y dictaminadores del valor de su existencia.
Pero de manera recurrente se han centrado en la expropiación de su sexualidad,
de su cuerpo, de sus bienes materiales y simbólicos”, “y, sobre todo, de su
capacidad para intervenir creativamente en la construcción y ordenamiento del
mundo.

Según Engels en el surgimiento de la familia como la conocemos reside la


servidumbre femenina: “Tenemos aquí una serie de formas de familia que están
en contradicción directa con las admitidas hasta ahora como únicas valederas. La
concepción tradicional no conoce más que la monogamia, al lado de la poligamia
del hombre, y, quizá, la poliandría de la mujer, pasando en silencio -como
corresponde al filisteo moralizante- que en la práctica se salta tácitamente y sin
escrúpulos por encima de las barreras impuestas por la sociedad oficial.

México Prehispánico y su violencia vs. las mujeres


Para identificar, pues, la violencia contra las mujeres en el México prehispánico,
no hay otra fuente primaria más que los escritos de Fray Bernardino de Sahagún,
en su “Historia General de las cosas de la Nueva España”, Sahagún escribe sobre
el nacimiento de una niña, el ritual con el que es recibida: “Hija mía, y señora mía,
ya habéis venido a este mundo. Haos acá enviados nuestro señor, el cual está en
todo lugar. Habéis venido al lugar de cansancios y al lugar de trabajos y al lugar
de congoxas, donde hace frío y viento. Notad, hija mía, que el medio de vuestro
cuerpo corto y tomo tu ombligo, porque así lo mandó y ordenó tu madre y tu padre
Yoaltecuhtli, que es el señor de la noche, y Yoaltícitl, que es diosa de los baños.
Habéis estar dentro de casa, como el corazón dentro del cuerpo.
La diferencia ya se hacía notar desde el nacimiento, pues sí nacía un niño, se
recibía con gran algarabía, en tanto que sí era una niña, la comadrona, al recibirla,
cortaba su cordón umbilical debajo de la hoguera mientras decía: “No habéis de
andar fuera de casa. No habéis de tener costumbre de ir a ninguna parte. Habéis
de ser la ceniza con que se cubre el fuego en el hogar. Habéis de ser las trébedes
donde se pone la olla. En este lugar os entierra nuestro señor. Aquí habéis de
trabajar. Vuestro oficio ha de ser traer agua y moler maíz en el metate. Allí habéis
de sudar, cabe la ceniza y cabe el hogar.”

También su sexualidad estaba controlada, y a las niñas se les enseñaban valores


como recato y decoro como narra Sahagún, que un padre decía a su hija: “cuando
hablares, no te apresurarás en el hablar; no con desasosiego, sino poco a poco y
sosegadamente. Cuando hablares, no alzarás la voz ni hablarás muy bajo, sino
con mediano sonido. No adelgazarás mucho tu voz cuando hablares o cuando
saludares, ni hablarás por las narices, sino que tu palabra sea honesta y de buen
sonido, y la voz mediana. No seas curiosa en tus palabras”. 

La obediencia, la virginidad y la honradez les eran exigidos so pena de muerte: “La


moza o hija que se cría en casa de su padre estas propiedades tiene: es virgen de
verdad, nunca conocida varón; es obediente, recatada, entendida, hábil, gentil
mujer honrada, acatada, biencriada, doctrinada, enseñada de persona avisada,
avisada, guardada.

Referente a los escarmientos a las niñas, abundan los relatos en que los castigos
eran implacables si la chica se reía de más, o su indumentaria no era considerada
honesta o hablaba con un hombre, aunque fuera para contestar el saludo, cosa
improbable en el México antiguo: el más conocido de los castigos hacer aspirar el
humo de chiles tostándose, hay relatos que narran que también se les untaba con
chile cuando en especial eran deshonestas y coquetas.

También recibían pellizcos en las orejas y los brazos y, según el Códice


Mendocino, eran castigadas con púas de maguey clavadas en el cuerpo. Todos
estos castigos eran por no cumplir su trabajo, por ser traviesas, flojas o si se
ausentaban de su labor o si salían a la calle.
La Conquista y la época Colonial
La violencia sexual es más patente durante la Conquista, pues trajo para las
mujeres una agresión brutal porque ellas formaban parte del botín de guerra. El
mestizaje de los primeros tiempos fue mayoritariamente producto de una violencia
sexual extrema. El siglo XVI las mujeres fueron objeto de violaciones,
concubinatos, barraganías y, en ciertos casos de mujeres de la nobleza indígena,
en matrimonios desventajosos para ellas.
En la naciente Nueva España, suma de ambas culturas de tradicional
sometimiento de la mujer, ésta debía a su cónyuge obediencia total a cambió de la
manutención y la supuesta “protección” en la familia. Aunque la Iglesia Católica
obligaba a ambos cónyuges a la fidelidad y a la responsabilidad de la crianza de
los hijos, en los hechos no sucedía así. Las mujeres se consideraban físicamente
inferiores, asimismo para muchos derechos y responsabilidades.
Mentalmente también eran consideradas de menor calidad que el hombre y la
supuesta “protección” se tradujo en que, para efectos legales, se perpetuó su
eterna minoría de edad: los esposos poseían el control absoluto de las
transacciones económicas de sus esposas, de sus hijas solteras y de sus madres
viudas. En general las mujeres no podían dedicarse a actividades públicas sin la
anuencia y presencia masculina.

De la Independencia a nuestros días

Aunque sobrevino la Independencia y con ella los discursos planteaban un nuevo


orden social, en la práctica existía la ambivalencia que requería una familia “sólida
y disciplinada” que se instituyera como base del nuevo orden. Las
transformaciones no fueron automáticos y las presiones político-económicas
dejaban de lado modificaciones profundas en el sector social.

Lo que es fácil definir es que la violencia en su aspecto de maltrato continuaba,


sobre todo en el hogar, por ejemplo, José Joaquín Fernández de Lizardi (1776-
1807), en su “La educación de las mujeres” denuncia los sufrimientos de las
mujeres de todas las clases sociales, que se perpetraba en golpes, gritos,
amenazas y violaciones, maltrato que, según los investigadores se relacionaba
con la idea de la autoridad del marido, que se prolongaba hasta el castigo
corporal. 

El papel esperado de ella como esposa, tiene un referente que permaneció a lo


largo de todo el siglo XIX, el XX y lo que va del XXI en lo que refiere al matrimonio,
según la glosa de la “Epístola de Melchor Ocampo” (1859) que aún se leía hasta
abril del 2006 cuando una pareja contraía matrimonio civil, según puede verse en
este fragmento: El hombre cuyas dotes sexuales son principalmente el valor y la
fuerza, debe dar y dará a la mujer, protección, alimento y dirección, tratándola
siempre como a la parte más delicada, sensible y fina de sí mismo, y con la
magnanimidad y benevolencia generosa que el fuerte debe al débil, esencialmente
cuando este débil se entrega a él, y cuando por la Sociedad se le ha confiado.
La mujer, cuyas principales dotes son la abnegación, la belleza, la compasión, la
perspicacia y la ternura debe dar y dará al marido obediencia, agrado, asistencia,
consuelo y consejo, tratándolo siempre con la veneración que se debe a la
persona que nos apoya y defiende, y con la delicadeza de quien no quiere
exasperar la parte brusca, irritable y dura de sí mismo propia de su carácter.
alunecer.wordpress.com/2010/03/11/la-historia-de-la-violencia-contra-las-mujeres-en-
mexico/

** La mujer en la antigüedad
El asesinato de la filósofa Hipatia, aunque su muerte se debe principalmente como
consecuencia de una pugna de poderes entre Cirilo de Alejandría y el
prefecto Orestes por el apoyo de la filósofa al segundo, es usado por
el feminismo como la reivindicación de la libertad de pensamiento y autonomía de
la mujer.
La historia de la mujer en la antigüedad no ha recibido suficiente atención
mediática ni académica, no obstante, destacan algunas figuras, unas literarias y
otras reales. Así, en la comedia Lisístrata, de Aristófanes (siglo V a. C.), de
la antigua Grecia, se encuentra un referente literario de la lucha de la mujer. La
protagonista, Lisístrata, realiza una huelga sexual contra los hombres para forzar a
que pongan fin a la guerra.
La figura de la matemática y astrónoma Hipatia de Alejandría (370-415),
asesinada de modo brutal, se reivindica como paradigma de la mujer científica y
libre, icono de la libertad de pensamiento y la autonomía personal de la mujer.30
La mujer en la Revolución francesa (1789)
Durante la Revolución francesa, las mujeres marcharon hacia Versalles, junto a
los hombres, en reclamo de igualdad social bajo el lema «libertad, igualdad y
fraternidad». Pronto, ellas tomaron consciencia de que la lucha de clases no
contemplaba su género, esto es, la plena igualdad social de la mujer por la que
debían luchar.
Eso devino en las primeras peticiones formales de derechos
políticos y ciudadanía. Así lo refleja la Declaración de los Derechos de la Mujer y
de la Ciudadana, redactada en 1791 por Olympe de Gouges que copiaba en
buena medida la Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano del 26 de
agosto de 1789, el texto fundamental de la revolución francesa. Es uno de los
primeros documentos históricos que propone la emancipación femenina en el
sentido de la igualdad de derechos o la equiparación jurídica y legal de
las mujeres en relación a los varones así como el sufragio femenino.32

La reivindicación de la igualdad de la mujer y el movimiento obrero


En sus inicios, finales del siglo XVIII y principios del XIX, el movimiento
obrero mantenía una posición tradicional de corte patriarcal en relación con
la igualdad de la mujer y sus reivindicaciones. Será a mediados del siglo XIX
cuando los movimientos reivindicativos de la mujer tomen fuerza: lucha por
el sufragio femenino, la reivindicación de la igualdad, la denuncia de la opresión
social, familiar y laboral. Surgieron los movimientos sufragistas, de origen burgués,
con figuras como Flora Tristán.
Los primeros grupos feministas en el movimiento obrero tendrán como gran aliado
teórico el libro de Friedrich Engels, publicado en 1884, El origen de la familia, la
propiedad privada y el Estado y surgirán dentro de los
movimientos anarquistas que reivindicaban, desde el neomalthusianismo,
la procreación consciente del proletariado, la separación
entre sexualidad y reproducción, la defensa de la maternidad libre, la liberación
femenina, la libertad sexual, la promoción de la planificación familiar, el cuidado de
los niños así como el uso y difusión de métodos anticonceptivos artificiales.

conmemoración del Día Nacional de la Mujer en Estados Unidos


El 3 de mayo de 1908 en el teatro Garrick de Chicago, se organizó un acto
denominado "Día de la Mujer", presidido por destacadas
mujeres socialistas como Corinne Brown y Gertrude Breslau Hunt y dedicado a la
causa de las obreras y a denunciar la opresión de las mujeres. Para entonces, el
Comité Nacional de la Mujer del Partido Socialista de los Estados
Unidos recomendó a sus secciones dedicar el último domingo de febrero a
celebrar actos a favor del sufragio femenino.
El 28 de febrero de 1909 se celebra por primera vez en todos los Estados
Unidos el "Día Nacional de la Mujer" organizado por las socialistas tras una
declaración del Partido Socialista de los Estados Unidos en honor a la huelga de
las trabajadoras textiles de 1908 en la que protestaron por las penosas
condiciones de trabajo (Chicago y Nueva York). Unas 15 000 mujeres marcharon
por la ciudad de Nueva York exigiendo una reducción de la jornada laboral,
mejores salarios y derechos de voto.
En noviembre de 1909, comenzó la huelga de las camiseras de Nueva York,
también conocida como el «Levantamiento de las 20 000», que fue dirigida
por Clara Lemlich y apoyada por la Liga Nacional de Sindicatos de Mujeres
Estados Unidos (National Women's Trade Union League of America - NWTUL

En España, a partir del 8 de marzo de 1910, la mujer accedió a la Enseñanza


Superior en igualdad de condiciones que el hombre, cuando se aprobó una real
orden que autorizó “por igual la matrícula de alumnos y alumnas”, poco después
de que Emilia Pardo Bazán fuera nombrada consejera de Instrucción Pública. Bien
es cierto que antes, las pioneras de finales del siglo XIX habían comenzado a ir a
la Universidad pues no existía ninguna ley en contra. No estaba prohibido
simplemente porque la sociedad no contemplaba que una mujer quisiera estudiar
y, mucho menos, que lo necesitara para ser una buena madre y esposa.
Hubo casos anteriores:
 En 1785, María Isidra de Guzmán, conocida como la doctora de Alcalá,
obtuvo el grado de doctorado en la Universidad de Alcalá de Henares.
 En 1849, Concepción Arenal se disfrazó de hombre para estudiar Derecho
en la Universidad de Madrid.
Sin embargo, en 1882 una real orden suspendió «en lo sucesivo, la admisión de
las Señoras a la Enseñanza Superior». Seis años después, en 1888, otra real
orden acuerda «que las mujeres sean admitidas como alumnas de enseñanza
privada» pero con autorización. Tenían que pedir permiso al Ministerio de
Instrucción Pública y conseguir que cada uno de los profesores firmara el impreso
de matrícula comprometiéndose a garantizar el orden en el aula. De este modo, el
8 de marzo de 1910, las mujeres pudieron matricularse en igualdad de
condiciones que el hombre. Sin embargo, en otros países europeos tuvieron que
esperar bastante más: por ejemplo, la mujer no accedió a la Universidad de
Cambridge, en Inglaterra, sino hasta 1947
En plena Primera Guerra Mundial, en la que habían muerto dos millones de
soldados rusos, se produjo la Revolución de Febrero, que marcó la primera etapa
de la Revolución rusa de 1917. En la primera mitad de febrero de 1917, el inicio de
una hambruna provocó revueltas en la capital rusa, Petrogrado, actual San
Petersburgo. El 3 de marzo de 1917, al cerrar la mayor fábrica de Petrogrado,
la factoría Putilov, quedaron 30 000 trabajadores en situación precaria.
El 8 de marzo de 1917, se celebró una serie de mítines y manifestaciones con
motivo del Día Internacional de la Mujer, que en forma progresiva alcanzó un
fuerte tono político y económico. Incidentes entre amas de casa en las largas
colas por conseguir pan se convirtieron en manifestaciones espontáneas contra la
monarquía y a favor del final de la guerra.
Comenzó así el levantamiento popular que acabó con la monarquía, sin
preparación ni coordinación de los partidos revolucionarios que se
denomina Revolución de Febrero y tuvo lugar entre el 23 y el 27 de febrero de
1917 según el calendario juliano que se usaba en la Rusia zarista. Esto equivale al
periodo entre el 8 y el 12 de marzo según el calendario gregoriano que usaba el
resto de Europa. **
https://es.wikipedia.org/wiki/D%C3%ADa_Internacional_de_la_Mujer#

** Beneficios de la inclusión - La mujer y el derecho

En las últimas dos décadas, se ha reducido la brecha entre hombres y mujeres a


nivel mundial, en particular en la educación primaria y la salud.
Los avances y la perseverancia en materia de igualdad de género son importantes
dado que es, por derecho propio, un objetivo fundamental de desarrollo.
Promover una mayor igualdad de género es, también, una medida acertada desde
el punto de vista económico, que aumenta la productividad y mejora otros
resultados de desarrollo, incluidas las perspectivas para generaciones futuras y
para la calidad de las políticas y las instituciones sociales.
Ninguna sociedad se puede desarrollar de manera sostenible si no cambia la
distribución de las oportunidades, los recursos y las opciones para hombres y
mujeres de modo que ambos tengan la misma capacidad de dirigir sus propias
vidas y contribuir a sus familias, comunidades y países.
Sin embargo, los avances en numerosos frentes han sido escasos. Los principales
desafíos —desde el cambio climático, la migración forzada y las pandemias hasta
la desaceleración del crecimiento de las inversiones, el aumento de las tasas de
pobreza y el flagelo de la violencia de género— amenazan con ampliar las
brechas de género o consolidar las desigualdades ya existentes.
En particular, la actual pandemia de COVID-19 podría revertir los logros obtenidos
con mucho esfuerzo en el área de la igualdad de género.
En la última década, se han logrado avances en varias áreas clave: la mortalidad
materna ha disminuido alrededor de un 10 % y tres cuartas partes de las niñas
asisten ahora a la escuela secundaria.
El índice de Mujer, Empresa y el Derecho muestra que los derechos económicos
de las mujeres han mejorado, y que ahora hay más mujeres que nunca en los
parlamentos nacionales de todo el mundo.
Sin embargo, siguen existiendo importantes disparidades de género en cuanto a la
participación en el mercado laboral, la remuneración, las responsabilidades en el
cuidado de los niños y los ancianos, y los puestos de liderazgo.
La violencia contra las mujeres y las niñas también persiste en el mundo. La
pandemia mundial de COVID-19 ha agravado aún más estos problemas de larga
data.
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Origen y Cronología del Día Internacional de la Mujer.

El Día Internacional de la Mujer fue promulgado por la Organización de las


Naciones Unidas (ONU) en el año 1975, pero realmente se ha celebrado desde
mucho antes. A continuación, te mostramos la cronología y antecedentes del 8 M,
una lucha imparable de más de cien años de historia.

Anteriormente las mujeres reclamaban derechos básicos, tales como poder votar
en las elecciones, derecho a ocupar posiciones de responsabilidad en política y en
la sociedad en general, derecho al trabajo y al estudio.
En la actualidad, el Día Internacional de la Mujer se usa para reivindicar estos
derechos básicos en los países menos desarrollados, y otros derechos más
avanzados en los países desarrollados. Todo ello para llegar a una igualdad
efectiva con el hombre.
Esta es la cronología del Día Internacional de la Mujer en el mundo:
1909: Se celebra en Estados Unidos el Día Nacional de la Mujer, y se sigue
celebrando hasta 1913, coincidiendo con el último domingo de febrero.
1910: La Internacional Socialista se reúne en Copenhague y proclama el Día
Internacional de la Mujer para ayudar a conseguir el sufragio femenino universal y
otros avances. A propuesta de Clara Zetkin, se estableció la fecha del 8 de marzo
para celebrar este día por primera vez, aunque no se estableció cuando se
empezaría a celebrar.
También en España, a partir del 8 de marzo de 1910, la mujer pudo acceder a las
Enseñanzas Superiores en igualdad de condiciones con el hombre.
1911: Como consecuencia de la reunión de Copenhague del año anterior, se
celebra por primera vez el Día Internacional de la Mujer en parte de Europa:
Alemania, Austria, Suiza y Dinamarca. Se celebra el 19 de marzo. Y se pide el
derecho de voto, el derecho a ocupar cargos públicos por parte de las mujeres, a
la formación profesional y al trabajo. En definitiva, mejoras básicas.
El 25 de marzo de 1911 se produjo un trágico incendio en la fábrica Triangle
Shirtwaist de Nueva York, donde murieron 123 mujeres y 23 hombres por no
poder salir del edificio. Este hecho tuvo mucha repercusión en la legislación
laboral americana y en celebraciones posteriores del Día Internacional de la Mujer.
1913 y 1914: Las mujeres rusas celebran por primera vez el Día Internacional de
la Mujer a finales de febrero de 1913, como un movimiento en pro de la paz, justo
antes de que estallara la Primera Guerra Mundial. En Europa se celebra por
primera vez el 8 de marzo de 1914 el Día Internacional de la Mujer, celebrando
mítines en contra de la guerra.
1917: Más de dos millones de soldados rusos habían muerto en la guerra, había
una gran hambruna, y las mujeres rusas volvieron a manifestarse el último
domingo de febrero para pedir "pan y paz". Estas manifestaciones de mujeres
formaron parte de las revueltas que terminarían con la monarquía en Rusia. El zar
abdicó y el gobierno provisional concedió a las mujeres el derecho a voto en un
domingo histórico.
1975: Año Internacional de la Mujer. La ONU promulga el 8 de marzo como el
Día Internacional de la Mujer y lo celebra por primera vez a nivel oficial.
1994: Aunque el Día Internacional de la Mujer se celebraba ya en todo el mundo,
no era así en EEUU. En 1994 la actriz polaca Beata Pozniak solicitó al Congreso
de Estados Unidos el reconocimiento del Día Internacional de la Mujer.
1995: Se firma la Declaración de Beijing por parte de 189 gobiernos, una hoja de
ruta para conseguir los derechos de la mujer.
2011: El Día Internacional de la Mujer cumple 100 años. Entra en
funcionamiento ONU Mujeres, una entidad de la ONU para la Igualdad de Género
y el Empoderamiento de la Mujer.
2015: Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Objetivo número 5: Lograr la
igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y niñas.
www.cultura.gob.ar/por-que-se-celebra-el-dia-internacional-de-la-mujer_5494

La discriminación de la mujer señalada por la ONU


En diferentes informes publicados por la Organización de Naciones Unidas (ONU),
en términos globales, en todo el mundo las mujeres están por debajo de los
varones en todos los indicadores de desarrollo sostenible, las desigualdades de
género se observan en que las mujeres conforman casi dos tercios de los
analfabetos del mundo, se habla de feminización de la pobreza porque la mayoría
de los pobres del mundo son mujeres.
Las mujeres tienen menos acceso a los servicios sociales básicos que los
varones, las mujeres tienen 11 puntos porcentuales más de probabilidad de no
tener comida, la brecha salarial muestra que las mujeres ganan menos dinero que
los varones por el mismo trabajo, y aun las que están más educadas que ellos
consiguen trabajos de menor jerarquía, existen 39 naciones en las que los hijos
varones tienen derechos de herencia que las hijas mujeres no, y solo el 2% de la
tierra del planeta pertenecen a mujeres mientras que el 98% son de varones.
Aunque las mujeres son las responsables de recolectar el agua en el 80 % de las
casas sin agua corriente, en 30 países se continúa realizando la mutilación genital
femenina y hay por lo menos 200 millones de mujeres operadas, dos tercios de las
víctimas de trata de personas son mujeres.
Las mujeres representan la gran mayoría de las víctimas detectadas que fueron
objeto de trata con fines de explotación sexual, en muchos casos el 94 % de las
víctimas de trata para explotación sexual son mujeres, mujeres y niñas son
víctimas de secuestro con fines violentos y sexuales en vez de por pedido de
dinero, en muchos casos las mujeres son quienes comen últimas en la familia.
Muchas mujeres aún no pueden elegir esposo y cada 2 segundos una niña es
forzada a matrimonio infantil en el planeta, en muchos países todavía existen
códigos legales que obligan a la mujer a obedecer a su esposo, en líneas
generales, el hecho de nacer mujer supone un grave peligro en cualquier lugar del
mundo debido a la denominada violencia machista.
es.wikipedia.org/wiki/Día_Internacional_de_la_Mujer

Debe entenderse por violencia contra la Mujer cualquier acción u omisión,


basada en su género, que cause muerte, daño psicológico, físico,
patrimonial, económico, sexual o la muerte tanto en el ámbito privado como
en el público y está regulada en la Ley General de Acceso de las Mujeres a una
Vida Libre de Violencia.

Las modalidades en que se presenta la violencia contra las mujeres son las


siguientes:
www.gob.mx/conavim/articulos/que-es-la-violencia-contra-las-mujeres-y-sus-modalidades

La violencia contra las mujeres y las niñas es una de las violaciones más
generalizadas de los derechos humanos en el mundo. Se producen muchos casos
cada día en todos los rincones del planeta.
Este tipo de violencia tiene graves consecuencias físicas, económicas y
psicológicas sobre las mujeres y las niñas, tanto a corto como a largo plazo, al
impedirles participar plenamente y en pie de igualdad en la sociedad. La magnitud
de este impacto, tanto en la vida de las personas y familias como de la sociedad
en su conjunto, es inmensa.

Las condiciones que ha creado la pandemia –confinamientos, restricciones a la


movilidad, mayor aislamiento, estrés e incertidumbre económica– han provocado
un incremento alarmante de la violencia contra mujeres y niñas en el ámbito
privado y han expuesto todavía más a las mujeres y las niñas a otras formas de
violencia, desde el matrimonio infantil hasta el acoso sexual en línea.

Violencia de Género
La violencia de género se refiere a los actos dañinos dirigidos contra una persona
o un grupo de personas en razón de su género. Tiene su origen en la desigualdad
de género, el abuso de poder y la existencia de normas dañinas.
El término se utiliza principalmente para subrayar el hecho de que las diferencias
estructurales de poder basadas en el género colocan a las mujeres y niñas en
situación de riesgo frente a múltiples formas de violencia. Si bien las mujeres y
niñas sufren violencia de género de manera desproporcionada, los hombres y los
niños también pueden ser blanco de ella.
En ocasiones se emplea este término para describir la violencia dirigida contra las
poblaciones LGBTQI+, al referirse a la violencia relacionada con las normas de
masculinidad/feminidad o a las normas de género.

Violencia contra mujeres y niñas


La violencia contra las mujeres y las niñas se define como todo acto de violencia
basado en el género que tenga o pueda tener como resultado un daño o
sufrimiento físico, sexual o mental para la mujer, así como las amenazas de tales
actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la
vida pública como en la vida privada.
La violencia contra las mujeres y niñas abarca, con carácter no limitativo, la
violencia física, sexual y psicológica que se produce en el seno de la familia o de
la comunidad, así como la perpetrada o tolerada por el Estado.

Sobreviviente de violencia
Este término se refiere a cualquier persona que haya experimentado violencia
sexual o de género. Su significado es similar al de “víctima”, aunque suele
preferirse “sobreviviente” frente a este último porque implica resiliencia.

Consentimiento
El consentimiento es un acuerdo entre personas para la realización de actos
sexuales o para contraer matrimonio. Debe otorgarse de manera libre y activa; una
persona que sea menor de edad o que se encuentre bajo la influencia de las
drogas, o el alcohol no puede dar su consentimiento.
El consentimiento es específico, lo que significa que el otorgado a una persona no
implica que se conceda a otras; también es reversible, es decir, puede revocarse
en cualquier momento.
Tipos de violencia contra las mujeres
La violencia contra mujeres y niñas en el ámbito privado puede incluir:

Violencia contra mujeres y niñas en el ámbito privado


Este tipo de violencia, también llamada maltrato en el hogar o violencia de pareja,
es cualquier patrón de comportamiento que se utilice para adquirir o mantener el
poder y el control sobre una pareja íntima.
Abarca cualquier acto físico, sexual, emocional, económico y psicológico (incluidas
las amenazas de tales actos) que influya en otra persona. Esta es una de las
formas más comunes de violencia que sufren las mujeres a escala mundial.

Violencia familiar: Es el acto abusivo de poder u omisión intencional, dirigido a


dominar, someter, controlar, o agredir de manera física, verbal, psicológica,
patrimonial, económica y sexual a las mujeres, dentro o fuera del domicilio familiar,
cuyo agresor tenga o haya tenido relación de parentesco por consanguinidad o
afinidad, de matrimonio, concubinato o mantengan o hayan mantenido una
relación de hecho.

Violencia económica
Consiste en lograr o intentar conseguir la dependencia financiera de otra persona,
manteniendo para ello un control total sobre sus recursos financieros, impidiéndole
acceder a ellos y prohibiéndole trabajar o asistir a la escuela.

Violencia psicológica
Consiste en provocar miedo a través de la intimidación; en amenazar con causar
daño físico a una persona, su pareja o sus hijas o hijos, o con destruir sus
mascotas y bienes; en someter a una persona a maltrato psicológico o en forzarla
a aislarse de sus amistades, de su familia, de la escuela o del trabajo.
Violencia emocional
Consiste, por ejemplo, en minar la autoestima de una persona a través de críticas
constantes, en infravalorar sus capacidades, insultarla o someterla a otros tipos de
abuso verbal; en dañar la relación de una pareja con sus hijas o hijos; o en no
permitir a la pareja ver a su familia ni a sus amistades.

Violencia laboral y docente: Se ejerce por las personas que tienen un vínculo
laboral, docente o análogo con la víctima, independientemente de la relación
jerárquica, consistente en un acto o una omisión en abuso de poder que daña la
autoestima, salud, integridad, libertad y seguridad de la víctima, e impide su
desarrollo y atenta contra la igualdad.

Violencia en la comunidad: Son los actos individuales o colectivos que


transgreden derechos fundamentales de las mujeres y propician su denigración,
discriminación, marginación o exclusión en el ámbito público.

Violencia institucional: Son los actos u omisiones de las y los servidores


públicos de cualquier orden de gobierno que discriminen o tengan como fin dilatar,
obstaculizar o impedir el goce y ejercicio de los derechos humanos de las mujeres
así como su acceso al disfrute de políticas públicas destinadas a prevenir, atender,
investigar, sancionar y erradicar los diferentes tipos de violencia.

Violencia física
Consiste en causar o intentar causar daño a una pareja golpeándola, propinándole
patadas, quemándola, agarrándola, pellizcándola, empujándola, dándole
bofetadas, tirándole del cabello, mordiéndole, denegándole atención médica u
obligándola a consumir alcohol o drogas, así como empleando cualquier otro tipo
de fuerza física contra ella. Puede incluir daños a la propiedad.

Violencia sexual
Conlleva obligar a una pareja a participar en un acto sexual sin su consentimiento.
Véase infra para obtener más información sobre la violencia sexual.
Feminicidio
El feminicidio se refiere al asesinato intencionado de una mujer por el hecho de
serlo, si bien se puede definir de un modo más amplio como cualquier asesinato
de mujeres o niñas.
Existen diferencias específicas entre el feminicidio y el asesinato de hombres.
En la mayoría de los casos, por ejemplo, quienes cometen los feminicidios son
parejas o ex parejas de la víctima, y suponen la culminación de un proceso de
abusos, amenazas o intimidación constantes en el hogar, violencia sexual o
situaciones en las que las mujeres se encuentran en una situación de inferioridad
con respecto a su pareja en términos de poder o disponibilidad de recursos.

Asesinatos por honor


Consisten en asesinar a un familiar, a menudo una mujer o una niña, alegando
que la persona en cuestión ha traído el deshonor o la vergüenza a la familia.
Es frecuente que estos asesinatos estén relacionados con la pureza sexual y con
presuntas transgresiones por parte de familiares de sexo femenino

Violencia sexual
Se entiende por violencia sexual cualquier acto de naturaleza sexual cometido
contra la voluntad de otra persona, ya sea que esta no haya otorgado su
consentimiento o que no lo pueda otorgar por ser menor de edad, sufrir una
discapacidad mental o encontrarse gravemente intoxicada o inconsciente por
efecto del alcohol o las drogas.

La violencia sexual puede incluir:


Acoso sexual
El acoso sexual abarca el contacto físico no consensuado, por ejemplo, cuando
una persona agarra, pellizca, propina bofetadas o realiza tocamientos de índole
sexual a otra persona. Incluye también otros tipos de violencia no física, como
abucheos, comentarios sexuales sobre el cuerpo o el aspecto de una persona, la
solicitud de favores sexuales, miradas sexualmente sugerentes, acecho o
exhibición de órganos sexuales.
Violación
La violación es cualquier penetración vaginal, anal u oral no consentida por parte
de otra persona utilizando cualquier parte del cuerpo o un objeto. Puede ser una
persona conocida o no por la sobreviviente, ocurrir dentro del matrimonio y de una
relación de pareja, así como durante un conflicto armado.

Violación correctiva
Forma de violación perpetrada contra una persona por su orientación sexual o su
identidad de género. Su finalidad es obligar a la víctima a comportarse de manera
heterosexual o acorde con una determinada visión normativa de la identidad de
género.

Cultura de la violación
La cultura de la violación es el entorno social que permite normalizar y justificar la
violencia sexual. Tiene su origen en el patriarcado y se alimenta de unas
desigualdades y sesgos persistentes en lo que concierne al género y la
sexualidad.

Trata de personas
Adquisición y explotación de personas utilizando medios tales como la fuerza, el
fraude, la coacción o el engaño. Este atroz delito atrapa a millones de mujeres y
niñas en todo el mundo, muchas de las cuales padecen explotación sexual.

Mutilación genital femenina


La mutilación genital femenina (MGF) incluye procedimientos destinados a alterar
de manera intencionada o causar daños en los órganos genitales femeninos por
razones no médicas. Se clasifica en cuatro grandes tipos, y tanto la práctica como
las motivaciones que subyacen a ella varían según los lugares. La MGF es una
norma social, a menudo considerada como un paso necesario para preparar a las
niñas para la madurez y el matrimonio. Por lo general se debe a creencias
asociadas al género y a su relación con una “expresión sexual adecuada”. Se
clasificó por primera vez como violencia en 1997 a través de una declaración
conjunta de la OMS, el UNICEF y el UNFPA.
Matrimonio infantil
Cualquier matrimonio en el que uno o ambos cónyuges sean menores de 18 años.
Constituye una violación de la Declaración Universal de Derechos Humanos, que
establece que “[sólo] mediante libre y pleno consentimiento de los futuros esposos
podrá contraerse el matrimonio”. Las niñas tienen una probabilidad mayor que los
niños de casarse siendo menores de edad y, por tanto, de abandonar la escuela y
experimentar otras formas de violencia.

Violencia en línea o digital


La violencia en línea o digital contra las mujeres es cualquier acto de violencia
cometido, asistido o agravado por el uso de la tecnología de la información y las
comunicaciones (teléfonos móviles, Internet, medios sociales, videojuegos,
mensajes de texto, correos electrónicos, etc.) contra una mujer por el hecho de
serlo.

La violencia en línea puede incluir:


Ciberacoso
Consiste en el envío de mensajes intimidatorios o amenazantes.
Sexteo o sexting
Envío de mensajes o fotos de contenido explícito sin contar con la autorización de
la persona destinataria.
Doxing
Publicación de información privada o identificativa sobre la víctima.
www.unwomen.org/es/what-we-do/ending-violence-against-women/faqs/types-of-violence

La violencia contra las mujeres no es normal ni tolerable. Garantizar los


derechos humanos de las mujeres y las niñas es trabajo de todas y de todos.
La violencia contra las mujeres y las niñas es una de las violaciones de los
derechos humanos más graves, extendidas, arraigadas y toleradas en el mundo.
Las mujeres y las niñas sufren diversos tipos de violencia en todos los ámbitos de
su vida y bajo múltiples manifestaciones: en el hogar, en el espacio público, en la
escuela, en el trabajo, en el ciberespacio, en la comunidad, en la política, en las
instituciones, entre otros.
A nivel global, 1 de cada 3 mujeres ha sufrido violencia física y/o sexual a lo largo
de su vida, y en algunos países esta proporción aumenta a 7 de cada 10.
En México, al menos 6 de cada 10 mujeres mexicanas ha enfrentado un incidente
de violencia; 41.3% de las mujeres ha sido víctima de violencia sexual y, en su
forma más extrema, 9 mujeres son asesinadas al día.
En este contexto, en julio pasado, el Comité para la Eliminación de la
Discriminación contra la Mujer (Comité de la CEDAW), tras reconocer los
esfuerzos realizados por el Estado mexicano, lamentó la persistencia de los altos
niveles de violencia que afectan negativamente al ejercicio de los derechos
humanos de las mujeres y las niñas en este país.
México es uno de los países más violentos contra la mujer con el homicidio de
más de diez mujeres al día, de acuerdo con ONU Mujeres y organizaciones civiles.
Además, los feminicidios siguen al alza en el país 

SE RECRUDECE LA VIOLENCIA
La situación de la mujer en México ha empeorado drásticamente por varias
razones.
 Entre ellas está la austeridad gubernamental, la eliminación de fideicomisos para
entregar recursos de manera directa, la negación de la violencia contra las
mujeres, la criminalización del movimiento feminista por parte del Gobierno y la
militarización del país.
Y, a todo ello, en los último dos años se sumó la pandemia por coronavirus.
“Siempre ha habido violencia de género en México, pero con el covid se
intensificó”.
Tan solo en abril de 2020, hubo un récord de llamadas por violencia de género al
teléfono de emergencias 911, con 143 por hora. Además, señala que en 2021
cada día se han contabilizado en promedio 6 víctimas de la violencia
machista, 9 víctimas de violación y 16 víctimas de abuso sexual.
“Y eso es solo la punta del iceberg porque en México solo uno de cada 10 delitos
se denuncia”.
El PROBLEMA SIGUE AUMENTANDO
De acuerdo con un reciente informe del Instituto Nacional de Estadística y
Geografía (Inegi), pese haber pasado el periodo de mayor confinamiento por la
pandemia, la violencia hacia las mujeres en el entorno familiar registra un aumento
sostenido durante 2021.
Y es la casa, el espacio socialmente asignado a las mujeres como lugar seguro
para desarrollar la mayor parte de sus actividades, en donde 20 % de las mujeres
de 18 años o más afirma sentirse insegura.
Además, en 2020, el 23.2% de los homicidios de mujeres ocurrió dentro de la
vivienda, según los datos estadísticos más recientes.
El problema ha crecido en los últimos años, atizado por la impunidad existente en
la mayoría de delitos en México y la inacción de las autoridades.
Las familias atraviesan inacción, indolencia por parte del Estado; lo que hacen es
ser ellas las investigadoras, las que están todo el tiempo se enfrentan a costos
económicos emocionales y también a un peligro porque son amenazadas muchas
veces, dijo recientemente a Efe la presidenta de Amnistía Internacional México, 

Decenas de miles de mujeres han participado en los últimos años en multitud de


protestas a lo largo y ancho del país, alguna de ellas terminando con fuertes
altercados, mientras que el gobierno de López Obrador ha sido muy
criticado, especialmente porque el mandatario ha desdeñado las marchas y
vinculado el feminismo con el movimiento conservador.
La actitud presidencial, más que afectar, lo que hace es generar un motivo más de
movilización, de preocupación y de frustración ante un Gobierno que abiertamente
se dice feminista en el discurso, pero en las acciones pues todavía falta mucho.
www.forbes.com.mx/forbes-woman-violencia-contra-las-mujeres-en-mexico-no-frena-y-
sufre-indiferencia-institucional

Violencia contra la mujer: la otra pandemia en México


El hogar debería ser un lugar seguro, pero para muchas mujeres es lo contrario.
Sus casas se han transformado en lugares de abuso, angustia y agresión
persistente.
Este es el mundo real para una gran cantidad de mujeres en México.
La pandemia de coronavirus que irrumpió en México en marzo de 2020 ha
expuesto a innumerables mujeres a un peligro considerable al atraparlas en sus
propios hogares con sus abusadores.
En medio de la creciente preocupación de que el Covid-19 ha exacerbado una
“crisis de igualdad de género”, ONU Mujeres convocó el Foro Generación Igualdad
2021 junto con los gobiernos de México y Francia, y la participación de
representantes de colectivas de la sociedad civil.
El foro, que tuvo lugar en la Ciudad de México del 29 al 31 de marzo, fue un
encuentro mundial a favor de la igualdad de género y reunió a 250 ponentes,
activistas por los derechos de las mujeres y líderes juveniles de 85 países.
La directora ejecutiva de ONU Mujeres expresó: “Lo que queremos es ambicioso y
justo. La justicia no es radical, es un punto de partida y debería volverse
completamente normal ".
En el foro, el secretario general de la ONU, alertó: “Las sacudidas sísmicas de la
pandemia de Covid-19 han destrozado la vida de millones de mujeres y niñas”.
El encierro acabó agravando y aumentando los casos de violencia de género que
ya era un grave problema social antes de la pandemia del coronavirus.
La violencia contra las mujeres también es una pandemia, una que es anterior al
virus y lo sobrevivirá.
La violencia doméstica puede sucederle a cualquier persona independientemente
de su raza, edad, orientación sexual, creencias religiosas o género, y puede ser
física, sexual, emocional, económica o psicológica.
Maïssa Hubert, subdirectora ejecutiva de EQUIS Justicia para las Mujeres dijo:
“Los gobiernos sólo atienden la violencia cuando es física, pero no abordan el
problema social. Necesitamos instituciones que apunten a las causas profundas
de la violencia”.
El primer caso de Covid-19 en México se registró el 28 de febrero de 2020. En
marzo, el gobierno anunció la suspensión de todas las actividades no esenciales y
exhortó a la población a quedarse en casa.
Desde entonces, ha habido un aumento notable de asesinatos de mujeres,
llamadas a líneas de emergencia e investigaciones penales por violencia familia
De acuerdo con el análisis de la organización feminista Intersecta, con datos del
Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), 337
mujeres fueron asesinadas durante abril de 2020 en el país; en promedio, 11.2
mujeres por día.
El sistema telefónico de emergencia 911, reportó un total de 103,117 llamadas
relacionadas con la violencia contra las mujeres en abril de 2020.
Línea Mujeres reportó 875 llamadas en abril de 2019, mientras que en abril de
2020 la cifra se disparó a 1,723.
La Red Nacional de Refugios (RNR) también documentó un aumento en su
provisión de casos, apoyo y orientación entre marzo y mayo de 2020.
A modo de ejemplo, en marzo de 2019 se atendió a 1,097 personas, mientras que
en marzo de 2020 se elevó a 1,979; abril de 2019: 1.069, y en abril de 2020:
1,928.
Del mismo modo, en mayo de 2019 se asistió a 1,030 personas, mientras que en
mayo de 2020 se disparó a 1,825.
El 100% de las mujeres que ingresaron a los espacios de protección de la RNR
habían sido víctimas de violencia, y 5% de los niños mostró evidencia de abuso
durante el encierro.
En cuanto a las denuncias penales, las fiscalías estatales de todo México abrieron
la inédita cifra de 20,232 investigaciones en marzo de 2020.
No obstante, estas pueden no ser las cifras reales, ya que sólo el 40% de las
mujeres víctimas de violencia informan sus experiencias a los mecanismos
formales, según informe reciente del Foro Generación Igualdad 2021.
EQUIS Justicia para las Mujeres manifestó que es evidente que las medidas de
confinamiento tomadas por el gobierno provocaron un aumento de la violencia
intrafamiliar, ya que no habían sido apoyadas por políticas de prevención, atención
y cuidado.
Apenas el 30 de marzo, en su mensaje a la nación por los primeros 100 días del
tercer año de gobierno, el presidente Andrés Manuel López Obrador, antes
renuente, reconoció que la violencia contra mujeres y niñas ha aumentado durante
su gestión y que los feminicidios crecieron 8.5 por ciento.
Las políticas públicas y las respuestas institucionales a la violencia han sido
insuficientes tanto antes como durante la pandemia de Covid-19.
www.eleconomista.com.mx/arteseideas/Violencia-contra-la-mujer-la-otra-pandemia-en-
Mexico

A pesar de ser generalizada, la violencia contra las mujeres, adolescentes y


niñas puede evitarse y debe prevenirse y sancionarse. 
 
El origen de la violencia que sufren mujeres y niñas en todo el mundo es la
discriminación y la desigualdad por razones de género.
Ésta afecta en mayor medida a grupos históricamente vulnerables o en situación
de marginación, como pueden ser las mujeres y las niñas de minorías étnicas o de
comunidades indígenas, migrantes, refugiadas, desplazadas o solicitantes de
asilo, mujeres rurales, adultas mayores, con discapacidad, de la diversidad sexual,
mujeres sin hogar y/o víctimas de trata de personas o de comercio ilícito de
órganos, entre otras.
De ahí la necesidad de escuchar todas sus voces y desarrollar respuestas
holísticas.  
 
El papel y liderazgo de las organizaciones de sociedad civil y los movimientos de
mujeres ha sido fundamental para visibilizar y responder a la violencia contra
mujeres, adolescentes y niñas, especialmente en el contexto de pandemia. Los
esfuerzos que ha emprendido el Estado mexicano en la prevención y eliminación
de la violencia son clave, tales como el fortalecimiento de sus marcos normativos,
la generación de alianzas interinstitucionales y multisectoriales, el robusto trabajo
en materia de datos y estadísticas que den cuenta de la magnitud de la violencia y
la creación de una amplia red de centros de justicia para las mujeres.  
No obstante, falta mucho por hacer. La violencia contra las mujeres, adolescentes
y niñas debe ser tratada como la emergencia que es: con recursos, leyes y
voluntad política. 
 
Terminar con la violencia implica creer a víctimas y a sobrevivientes; educar en la
diversidad y en el respeto, garantizar que las escuelas sean espacios libres de
violencia, adoptar soluciones integrales que atiendan las causas estructurales de
las desigualdades de género; transformar las normas sociales dañinas, incluyendo
las prácticas nocivas de género, que perpetúan la violencia y discriminación, y
empoderar a las mujeres, adolescentes y a las niñas, sin dejar a nadie atrás.  
 
Este año, ¡Pongamos fin a la violencia contra las mujeres YA!, el Sistema de
Naciones Unidas en México pone énfasis en la urgencia de avanzar hacia una
recuperación socioeconómica sostenible e incluyente tras la pandemia por COVID-
19.
Es indispensable que las mujeres, las adolescentes y las niñas estén en el centro
de todas las medidas que se emprendan, incluyendo su participación en espacios
de toma de decisión; es urgente garantizar su derecho de acceder a la justicia, así
como involucrar a hombres como agentes de cambio para influenciar el
comportamiento de otros hombres y contribuir significativamente a la eliminación
de todas las formas de violencia contra mujeres, adolescentes y niñas.
 
Que todos los sectores alcemos la voz y emprendamos acciones sin precedentes
para poner fin a todas las formas de violencia contra mujeres, adolescentes y
niñas.  Asumamos en conjunto esta responsabilidad desde los organismos
internacionales, las instituciones del Estado, la sociedad civil, los centros
educativos, el sector privado, los medios de comunicación, y ¡Hagámoslo YA!  
 
Tal como expresó el Secretario General de la ONU António Guterres en su
mensaje con motivo de este día, “la violencia contra las mujeres no es inevitable.
Se pueden lograr resultados con las políticas y los programas adecuados.

Ello incluye estrategias integrales y a largo plazo que aborden las causas
profundas de la violencia, protejan los derechos de las mujeres y las niñas y
promuevan movimientos firmes y autónomos en pro de los derechos de las
mujeres.

Lograr un cambio es posible, y ahora es el momento de redoblar nuestros


esfuerzos para, juntos, eliminar la violencia contra las mujeres, adolescentes y
niñas para 2030.”  Naciones Unidas reitera su compromiso y disposición para
acompañar a México en esta impostergable tarea.
 https://mexico.unfpa.org/es/news/onu-m%C3%A9xico-%C2%A1pongamos-fin-la-violencia-
contra-las-mujeres-ya

Momento de actuar
Un consenso generalizado señala que debe haber un compromiso claro junto con
acciones de todos los actores de la sociedad, con el objetivo de lograr la igualdad
de género y acabar con esta ola de violencia contra las mujeres.
Además, es de suma importancia la plena participación de hombres y niños en
esta tarea, así como inculcar una cultura de igualdad de género.
La directora ejecutiva de ONU Mujeres, dijo: “Nadie puede esperar más. Podemos
y debemos lograr la igualdad de género en nuestra generación”.
Una activista por los derechos indígenas de México, indicó: “Estamos cansadas de
escuchar palabras y compromisos sin acciones inmediatas, ahora es el momento
de actuar”.

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