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Madres solteras

Por Bernardo Stamateas

Podríamos decir que existen dos tipos de madres solteras:

1) Las que eligen serlo.


2) Las que tuvieron un embarazo accidental.

Hasta hace algunos años las madres solteras eran señaladas y discriminadas. Cada
vez es mayor el número de mujeres que, por diferentes causas, están solas con sus
hijos.

No es sencillo ser madre soltera. La dificultad no sólo radica en el sostén económico;


hay otros problemas qué resolver cuando el niño llega al mundo: quién lo cuidará
mientras la madre trabaja, de qué manera podrá cumplir con sus obligaciones laborales
y con sus deberes de madre sin descuidar ninguno de los dos, cómo se educa a un hijo
que no tiene padre, qué le dirá cuando el niño pregunte por qué sus compañeros de
escuela tienen padre y él no.

La restauración:
Cuando en la Iglesia alguien cuenta que fue drogadicto, ladrón o alcohólico, pero que
Cristo lo cambió, la gente aplaude con emoción al ver la transformación que Dios hizo
en esa vida.
Sin embargo si alguien pasa a dar testimonio de que había quedado embarazada
siendo soltera, o que durante el noviazgo la pareja quedó embarazada, aun si confiesan
que se han arrepentido de ese error la gente tiende a condenarlos. ¿Por qué? Porque
los pecados sexuales siempre se han considerado más graves que otros. Todos
tenemos en nuestra mente un catálogo de los peores pecados y de los que creemos
que son ‘menos pecado’. El chisme, la crítica o la división son pecados graves que
pueden hacer aún más daño que los pecados sexuales. Sin embargo los pecados
sexuales activan más la fantasía y el morbo que algunas personas tienen en su corazón
y en su mente. En algunas iglesias exigen a la mujer confesar públicamente su
embarazo.

El engendrar una nueva vida fuera de la voluntad de Dios es fuente de dolor. Sin
embargo Dios ama a ese niño y a sus padres, y tiene poder para perdonar, sanar y
restaurar sus vidas. Sea cuál sea la razón por la que estás criando sola a tus hijos, no
dejes que el Enemigo te ate al pasado. Entrégalo a Dios y busca ayuda para llevar las
cargas.

Tomado del libro Solos y Solas de Bernardo Stamateas

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