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Musica Efrain Franco EI coplerio prohibido De qué se trata Revisando en detalle bibliagratia coplistica, o forzando la memoria a recordar las cantas que hemos leido escritas por dacenas 0 cigntos en las mas disimiles publicaciones, Héase: recopilaciones clasificadas o simplemente arrumes, revistas, boletines, estudios especiali- zados, articulos, nos hemos percatado siempre de una ausencia fundamental, un tipo de copla, trova o canta que siempre ha estado a la orden del dia en la prdctica popular. Can- tas de esas siempre salen a relucir cuando en cualquier fogon o potrero se saca un tiple y los troveros echan mano de su talento improvisatario c de su memoria para traerlas a cuenta, Cantas de esas que siempre llenan el aire, pero que en el camino entre ese aira y las pastas de los libros se extravian par quién sabe qué razones. De esas cantas queremos hablar un poco, pero sobre todo, ponetlas a volar en estas pagi- nas que sf les darén cabids al contrario de muchas otras, para que se sigan cantando, pues claro son... CANTAS. . 25 Vayamos dejanda una por aqui, para ser cantada en rajalefia 0 torbellino y para que uste- des se vayan enterando de qué clase de copla prohibida estamos hablando”: A minegrita fa quiero porque me da chocolate con las rodillas 19 muela con las caderas lo bate ‘UN PRIMER WIVEL DE CENSURA: CLASIFICACIONES EXCLUYENTES: Podemos tratar de buscar algunas de las razones por las cuales estas coplas no Ilegan a las paginas, Un primer nivet da censura se da en las clesificaciones, algunas més, otras menos elaboradas. Un criteria de clasificacién que parece haberse generalizado es el planteado por el Maestro Guillermo Abadia en el “Coplerio Colombiana”. EL CARACTER EXPRESIVO DEL MENSAJE Segiin el cual fas coplas quedarian divididas asi: 1. Digo en rajateita 0 en tarbeltino, 0 alguns tonada tolimense, porque hasta ahora nadia ha restizeda un estudio sobre la pertinancia poética o temética de las coplas a ciortas tonadas especificas. Es decir, que una copta correspands estrictamente a una tonada y que sdlo se pueds centar en ella, me parece un comportamienta que, aunque si se da en tos contextos regioneles, se puede tiexibilizar para enriquecer Jas distintes tonades con diversas posticas sin qué les tonades especiticas pierdan su identided poética particular. Ea las coplas si so camunica cierta idiasincrasia, cierto modo de ser, ciarta identided cultural, cierta jerga regional que son elementos mds idtentificadores gue la misma postice. Si 2 uno te dicen une copia @ palo seco, sin contérssle con tonade alguns, ccémo identificar su contexta regional? Hage ol ajercicio a vor cdmo te va: Une vieja preguntaba qua sien la otre vida habia chieha, aguardiente y quarapo, 0 sino, na se maria, Existe cierto copleria comin a tods 'a zone andine y otro aspeciticamente regional, Este cente anterior podria sar una de tas primeras. Esta disquisicién sobre 1a pertinencis podtica o literaria a las tanadas 0 contextos reyionales daria para un estudio més amplio, Dejémoda asl, simplemente esbazada. De pronto functona coma inquietud para que algin experto smbiteratura y en miisica popular nos aluribre un poco sobre este tépico oscuro, 26 — Piadosas — Amorosas — Humoristicas — Irénicas — Descriptivas Confrontando diferentes clasificaciones, se nota que este criteria, no de manera exacta, mas si como guia, ha alumbrado otras taxonom/as posteriores 0 se nutre de similares divi- siones anteriores. Podemos ver en A CONTRATIEMPO 1, pagina 27: "A través de estas pequefias cantas el campesino colombiano expresé su sentir con respecto a su vida diaria, su trabajo, su atimentacidn, sus relaciones humanas y afectivas, su pensamiento politico y religioso”, Podermos revisar la division que hace Lilia Montafia de Silva en sus: Mitos, Leyendas, Tradiciones y Folklore del Lago de Tota, o los Cantares de Boyacé de Quitio- nes Pardo, 0 el Cancionero de Antioquia de Antonio José Restrepo. Notaremos como estos trabajos —muy importantes como representativos dentro del estudio coplistico co- {ombiano— y atin otras compilaciones, $2 cifien de una manera amplia al criterio de clasi- ficacibn expuesto arriba*. Estos trabajos de iecopilacian y anélisis de la copla colombiana se abstienen de citar en forma explicita coma item de sus clasificaciones a nuestra copla prohibida. Existe en la fiteratura coplistica este tipo de estudios o arrumes de coplas sin ningiin tipo de andlisis o clasificacién, Retamando los primeros, el texto de Andrés Pardo Tovar La poesia popular colombiana y sus origenes espaiiofes presenta la propuesta mas completa, minuciosa y escrupulosa conocida de clasificacién de la copla; obra por tanto obligatoria- mente citada en ta mayoria de estudios. El titula el capitulo “Macia una clasificacian siste- matica de la copla colombiana’. El pardmetso taxondmico no deja de ser el mismo de Abadia —éste lo cita ene] Copleria—, pero la exhaustividad minuciosa visita tos ext/emos: diez titutos con un promedio de seis subdivisiones cada ono. Sélo en esta propuesta en- cuentra lugar de manera explicita nuestra copla prohibida. En el tercer capitulo: AMO- ROSAS, como primera subdivision: EROTICAS, con este ejemplo: 2 A esta altura quiero hacer notar cima se ha citedo ya una extensa bibliografie, no tanta por at nimero de libros, coma por of nimero de coptas gue recogen; hibliografia ya conocide por los estu: diosos de Ia copia y de enorme interés para aguellas que nos inquietemos poraue ese caudal de coplas, dichos, sefranes, retabiles, adivinanzas... continéa su cauce por of rlo de la cultura colom- iana. Creamos que no baste con estudiar e! copleria sina que él entre a formar parte real y active de nuestro bagaje cultural y de nuestra préctica musical cotidiana. iQue se trove, que se adivine, que se “retrania” en fas clases, en jas Hestas, on la'vidal Vale la pena citar, no tanta porque su taxo nomia se ajuste al criteria expuesta ya que lo hace par tonedas, el trabajo Da todo al mat. Arsume folclarico, Como su nombre Jo indica, es un libra Heno de dichos, coplas de todas las medidas, adivinanzas, ete. comentadas con profundided, gracia y originslidad. 27 Cuando estaremas, mi vida, coma los pies del Sefior: al una encima del otro y un clavito entre los dos. Vale la pena destacar que as el Gnico ejemplo de este tipo y obligada por la clasificacian, entre unos trescientos que trae el estudio. Otros casos de referencia a alguna copla que se puede canfundir con la que estamos tra- tando de plantear en materiales editados, |o hallamos en: Gen/talidad en la copla y “Co- plas picosas”, un capitulo de Copla de te zona de influencie chiquinquirezo, ambos trabajos de la dupla José Rozo Gauta - Victor Rail Rojas Pea, antropélogos. Digo que se puede confundir porque las coplas citadas en estos estudias; ademas de adolecer en un amplio porcentaje —aproximemos al 60%o— de serias deficiencias métricas, lo que fas hace cantas incantables, yo las calificaria, aunque suene a beata, como morbosas u obscenas, con fuerte tendencia a la lumpenizacion, antes que erdticas, asi gocen da amplio arraigo popular. En: lenguaje més coloquial las podriames llamar: bastas, burdas u ordinarias. Quiero aclarar que no todas las gantas citadas por estos autores se quedan en ese nivel; una buena parte respanden a la copia que definimos como erdtica. 28 A esta altura, se hace necesaria una argumentacion det parrato de critica anterior. Et nivel de deficiencias métricas, daria para otro art(culo de andlisis; par ahora hagémosto a nivel practico citando un par de ejemptos: A la novia te puse cita 8 donde no se prestabael prado | 9 como no pudimos de otra modo 10 nos tocé desde parades. 8 Los nameros son de silabas de cada verso; trate de cantarla en cualquier tonada tradicio- nal a ver como le va. Citar esta copla como cuarteta octosilaba tradicional es un despro- pésito desde cualquier punto de vista, Ora que estamos solos haga una agua mie! hagamosun muchachito y le echarnas la culpa a aquél. wows 4Céma definiriamas entonces la copla erética para diferenciarla de la que calificamos como morbosa? Pienso que la mejor también es acudir a ios ejemplos y que usted haga el ejercicia practic, éoudl es cada una?: Tus ojos son dos luceros Une tértola torcaza tu baquita un pipinta ¥ un gavilan sin copete tw einturita un Darién ta mujer que se emborracha con su Goifo de Urabi. no salle quién se lo mete. Las caracteristicas de la primera: un mensaje cifcado, escondido, hay que cuestionarse creativamente para descubrirlo. La utilizacion de la metéfora cama elemento poético fundamental. Riqueza en el uso del ienguaje formalmente y como sonoridad. Unidad coma idea y como mensaje en la estrofa completa, Las caracter/sticas de la segunda: un mensaje directo y obvio. Pobreza en el lenguaje de los dos segundos versos. No existe unidad de la cuarteta; primera y segundo verso son solo utilizados como pie-pretexto para la rima pobre y posterior de tercera y cuarto. Creo que nuestra practica cultural debe propender por ta revitalizacin de coplas coma ta primera. Otro trabajo que mezeta cantas de las dos calidades que hemos citado, o sea erdticas y morbosas es Aj/ chivato. Coptas Populares, de José Sant-Seyer, hay coplas para todos los gustos. Es bueno hacer notar como ei autor se esconde en Ia ciandestinidad tras el anoni- mato de un seudénimo por temor @ quign sabe qué censura moral, Es una publicacion bumanguesa de 1977. 29 OTRO NIVEL OE CENSURA: LA CONCEPCION DEL CAMPESINO En los estudios existentes y los ya citados ta concepcion que se maneja del campasino es la de un ser candido, carente de malicie: “Le timidez campesina halla en estas declara- ciones concentredas, reducidas al minimo, el vehicula perfecto de su emotividad’’ (Aba- dia. 1971. 19). “Toda fa letra de la genuina musica populsr, 0 sea de aquella que, camo dijimos arriba, no tiene mezela y que nos pertenece por entero, como |a del bambuco, de la guabina, de fas cantas de Sogamoso, etc. es un poco idilica y un mucho picaresca, pero con ese salero discreto y jugueton que recuerda las sanas costumbres de nuestros mayo- res’ (Rosa, 1964. 14). “Un hecho singular hemos de anotar acerca de los poetas popula- res, Se da ef caso de que un mismo travero compone cuartillas decantisimas cuanda ellas van destinadas a un bambuco 0 a una guabina, y las hace muy groseras cuando son para tunar rajalefias”’ (idem. 15). €l padre Andrés Rosa no se puede zafar de su “presbiteriedad” anquilosada y su caracter puritano al emitir este juicio. Y ese ese] tono que prima en la mayoria de estudios, unido a un Jenguaje bucélico de “labriegos”, “riistico”, “pueblerino”, “‘ruborosa”, etc., prosa decimonénica y atmibarada que domina en estos trabajos, antes que un lenguaje necesa- riamente directo. Ademas, nada mas contrerio que esta concepcién a ta realidad de mali- cia indigena y doble sentido cotidianos y constantes de nuestros campesinos. Afortuna- damente esta concepcidn explicitada en la sustentacidn inicial de la mayoria de tos traba- jos, en algunos no es cansecuente con e! momento de la recopilacién y se presentan todo tipo de coplas picarescas y de doble sentido; en otros, en las que si es consecuente susten- tacién-concepcion con recopilacian, resultan recopilaciones candidas, carentes de malicia y “decentisimas”. AUTOCENSURA: EL DESAPROVECHAMIENTO DE ESTE REPERTORIO EN LA PRACTICA MUSICAL “Las coplas de caracter ameroso son quiza las mas abundantes en el repertoric popular ya que la lirica aparecié en las formas literarias antes que Ja épica. De alli nacid todo el somancero y el coplerio hispano” (Abadia. 1971. 18). Es rere, por no decir que imposible, encontrar en el repertorio de los grupos musicales activos de nuestra medio temas que tengan como base, o al manos hagan referencia, a este “copleria prohibido”. Se esta desperdiciando una preciosa veta de material letristico y, a la vez, perdiendo la continuidad de una tradicién fundamental en nuestra cultura: el tanto a lo erético que, como lo confirma la cita de arriba, es una presencia constante en nuestra historia cantada. La gente de base popular si lo ha entendido y por eso sigue can- tando al amor con humor. Ahora nos falta a ios grupos musicales asumir la tarea de traba- jar creativamente sobre estos materiales. Hace unos afios el grupo Armadillo planted una propuesta en este sentido: el rajalefias Cuando ef tiesto se cafienta en e! cual se entrentan hombres y mujeres en un contrapunteo hitado con varias de tas coplas que citaremos abajo y finaliza con la siguiente retahila: 30 Que el armadillo se meta pa’ la cueva'e la armadilla, que ei queso que aqui tenemos se nos vuelva mantequilla. JAyl, vayamos, mi morena, por detrds de aque! cerro y cuanda naide nos mire liiija, que viva San Pedro! UNAS CUANTAS CANTAS Remitiéndonos a las caracteristicas que asignamos de una manera fugaz y sintética a la copla er6tica anteriormente, queremos reafirmar camo estas caracteristicas son constantes en estos ejemplos, No queremos hacer ningdn comentario adicional, pues seria tratar de descifrar el mensaje cifrado, cosa que dejamos como tarea a cada uno de ustedes; ademas, basta y sobra con ta retdrica que hasta ahora hemos expuesto. Bueno, ahora si tas cantas.., para CANTARLAS, recuerden. Dectaramos absolutamente abolida cualquier censura, prohibimos et trabajo de cualquier inquisider y ordenamas que se canten a los cuatro vientos. Es una pequefia muestra, apenas, para das campo a que usted pregunte por otras o las componga. Ya viene rayando el dia ya canta ef quiquiriqui, ‘ora si, mi muchachita, aver lo que te ped/. Aooche, ala media noche, la media noche serfa, se nos fue la cama a! suelo por ‘tar en fa julleria Déjame dentrar al monte, déjame cortar la flor, déjame echar un suefito entre tus brazos de amor. Yo vide unas piernas blancas entre unas medias de lana y més arribita vide el tigre entre fa montafia, Todas las mujeres tienen un trapichita bien quapo que, aunque la cafia sea tiesa, siempre le saca el guarapo. 32 Dame de lo que te pido, que no te pido ta vida, de la cintura pa’bajo, de la rodilla pa'rriba. ‘Si me esperas esta tarde al otro fa'o del valtao, apenitas yo lo salte, lay, sos camis6n rosa! Par ef borde’ tus enaguas yo vide correr un piojo y si te lo vuelvo a ver te lasalzo y te lo cojo. Dele, dele, giena moza, nogrita, sigale dando, dele por ahi ala cosa que si que me esté gustendo, Esto me decia una vieja debajo de un rancho'e paja esto no es de to'los dias, hagémosle otra migaja. Mamita, no me regaiie porque me estuve en la venta, que vusté muy bien lo sabe cuando et tiesto se catienta. Desde aqui te estoy miranda ta punta de la ‘nagidita, la boca se me vuelve agua y el eorazén me palpita, Esta noche, mi moreno, como usté’ muy bien lo sabe, sien la casa no se puede los montes no tienen tlave, Como querés que en suelo pierda mi virginida’, hagamonos pa’ la cami y haga Dios su volunté’. Quién fuera atpargate fino pa’ calzar tu lindo pie y mirar de para arriba lo que e} alpargate ve, A mi me Itaman Benito, por apelativa Mato y lag muchachas me dicen: Benita, Benita Malo. BIBLIOGRAFIA No hay cosa que mas me guste tomo tu andar con meneo, euando pasas por juntico te miro y me saboreo, Ayer me dijiste gue hoy, hoy me decfs que mafiana y mafiana me dirds que se te quité la gana, Saludos y Besamanos a las chinitas del cerro, que amarren bien su conejo que esta noche suelto el perro. Ja pulga salta a la cama, de la cama salta af suelo, del suelo salts a fa pierna y de la pierna al bizcochuelo. No te quiero por bonita, tampoco por e! deseo sino por la vueltecita que das en el bambuqueo. Gutiérrez, Benigno A. De toda el maiz. Arrume folelorica, Autares Antiogusaos, Medellin, 1984, Abadia Marates, Guittermo. Copterio calombieno, COLGULTURA, Bogoté, 1971. Otero O'Costa, Enrique. Apuntes sobre demosotia colombiana y misica popular, en “Moncaias de Santander”, Banco Populer, Bogats, 1973 Sant Sayer, José, seudéaimo, Aji chivato. Coplas populares, Club Americano, Bucaramanga, 1977. Pardo Tovar, Andvés. 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