Es el principal eje de transformación de lo que ocurre en el periodismo actual. La creciente
actualización en la información periodística ha sido un protagonista cambiante en la historia de los medios. La concepción de la actualización estuvo siempre sujeta a intervalos estables de tiempo, hasta que los medios audiovisuales empezaron a romper la estabilidad en el proceso de actualización en situaciones excepcionales. Fue la CNN cuando a partir de los 90 introdujo la noción de actualización constante. Desde entonces se ha convertido en normal que el periodismo audiovisual ofrezca información desde cualquier parte del mundo. 1. El directo permanente. Ha supuesto imponer modelos informativos que priman la instantaneidad y que convierten al periodista en un simple conducto que permite empalmar el acontecimiento y su difusión, y que no tiene el tiempo de filtrar, de comparar, porque si pierde demasiado tiempo en hacerlo, los colegas le pisan. El modelo de la CNN tiende a sustituir al triángulo acontecimiento- mediador-ciudadano, que metaforiza el modelo tradicional de la comunicación social. Durante la década de los 90 se dio una constante y creciente tendencia de la concentración empresarial. Esta mercantilización de la información pública se manifiesta en la reducción de sus costes de producción y en la consecuente bajada de la calidad y credibilidad. Una de las formas de reducir los costes pasa por la profesionalización de las fuentes, la proliferación de referencias informativas ajenas a los medios promovidas por los organismos y colectivos que quieren influir en la agenda de los medios a favor de sus intereses. Los medios gestionan esta información, reducen sus plantillas y el periodismo se hace sin salir de la redacción. La actividad ya no pugna por la calidad sino por la cantidad y la rapidez. Si la agilidad de producción es tanta como para no entender lo que está ocurriendo, se da la “crisis de inteligibilidad”. Siempre hay que hacer una mediación y, por tanto, es inevitable que haya un sesgo; lo importante es que sea riguroso, honesto y ofrezca un verdadero valor añadido. La vertiginosa publicación de datos pocas veces ayuda a profundizar en la realidad. Esta no se traslada, solo puede describirse lo que de ella se percibe y facilitar al receptor decodificarlo y hacer su propia interpretación. Este cambio supone nuevas formas de organizar los horarios. A los profesionales se les exige una productividad marcada por la rapidez y el tráfico de audiencia generado por sus publicaciones. A esto hay que añadir la incorporación de nuevas labores en el trabajo. La emergencia de los “periodistas orquesta” pone en evidencia una de las claves de la precarización laboral que vive el periodismo desde hace décadas. 1.1. Verificación. La aceleración de la temporalidad mediática lleva a un conocimiento casi instantáneo de muchas facetas de la realidad social, pero también a una obsesión por la inmediatez que pone en peligro la verificación y el contraste de lo que se publica. La desinformación generada por la mentira está llevando a la aparición de todo tipo de iniciativas periodísticas que se especializan en verificar informaciones publicadas o difundidas por las redes sociales, como Maldita.es o Newtral. La desinformación galopante también está generando un caldo de cultivo que ofrece a las autoridades la excusa para legislar en contra de la libertad de expresión y las libertades públicas. La censura se ha intensificado. Su enfoque unidireccional ha sido superado por el sinóptico, donde el vigilado colabora para serlo y para que lo sean sus semejantes, incluso donde estos se vigilan entre sí. La eficacia de la vigilancia digital es incluso mayor ante la incertidumbre cognitiva que produce el exceso de desinformación. A ella se une además la crispación, el odio, la polarización ideológica y la incomunicación social. El modelo sinóptico que se solapa al panóptico implica a los vigilados hasta el punto de que ya no quieren escapar a la vigilancia. 1.2. Rectificación. Cuando un medio que aspire a basar su actividad en la credibilidad de su trabajo publica algo que posteriormente se desmiente, no debería borrarlo o modificarlo sin señalar de algún modo. La propuesta para subsanar errores que José Cervera publicó consiste en: ● Modificar el original destacando que se ha corregido. ● Enlazarla a la versión errónea en otra URL protegida para buscadores. ● Vincularla a una aclaración si fuera necesario. La parte del consumidor también se ha visto transformada por la actualización. La disponibilidad permanente de contenidos publicados o difundidos en la Web se corresponde con la incorporación de nuevos hábitos de consumo cultural e informativo. la instantaneidad obsesiva de los medios se retroalimenta con la compulsiva voracidad con la que los usuarios picotean en el bufé de la actualidad. 2. Periodismo de datos. El periodismo de datos no deja de ser una evolución del de precisión. El gran problema al que se enfrentan los periodistas hoy en día es cómo lidiar con la enorme cantidad de datos accesibles, y hay que saber cómo interrogarlos, explorarlos y cómo extraer cosas útiles de ellos. Como respuesta a esta situación aparece el periodismo de datos, que surge como consecuencia de este crecimiento exponencial de datos que circulan a través de internet. La aparición ha sido posible gracias a la filosofía del Open Data, que promueve que ciertos datos de los gobiernos y las instituciones estén disponibles de forma libre para todo el mundo. El periodismo de datos consiste en utilizar todas las herramientas que tienen los periodistas a su alcance con el objetivo de estudiar, analizar y traducir estos datos en noticias que expliquen qué quieren decir y que sean comprensibles a todos los niveles. 3. Recursos técnicos de actualización. La sindicación de contenidos, una fórmula pionera para distribuir el contenido actualizado en la Web. para ello se usan las RSS (Really Simple Syndication), un formato XML que permite difundir la información actualizada frecuentemente a usuarios que se han suscrito a la fuente de contenidos. Otra opción es el boletín informativo, un memorándum para suscriptores sobre las últimas entradas de una publicación. La tercera herramienta que vamos a explorar por su valor actualizador es Twitter, que como fuente informativa tiene un mayor impacto que por su capacidad interactiva. La competencia por publicar primero a través de canales como el de Twitter ha sido uno de los acicates para erigir la marca personal como valor de la profesión en alza de los últimos años. 4. La cibernoticia. Hay que ser especialmente celosos de la calidad y ética de nuestros mensajes para no incurrir en una de las plagas de la comunicación digital: el clickbait. La noticia debe tener una entrada clara, una idea por párrafo, que debe ser breve y concisa. El conjunto no debe ser demasiado extenso (500-1000 palabras). Lo fundamental es tener claro que la noticia es el subgénero más apropiado para hacer visible algo que no se conocía y que la noticia más valiosa es la que descubre el periodista como consecuencia de su búsqueda activa, perseverante y selectiva.