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Anos Barra A.- Mamie Duc cada parte; determinar los hechos claves que han sido controvertidos y que, tn consecuencia, estin en disputa, y los testigos y evidencia material de que nuestra contrapatte se puede servir en apoyo de su versi6n de ellos, asi como la evidencia de que dispondremos para apoyar nuestra propia version; investigar todo posible incidente relativo & la legalidad de las pruebas obtenidas o de su presentacién en juicio, de manera de poder anticipar realistamente en torno & {qué prueba se resolvera en definitiva el caso; finalmente, revisar toda la prueba admisible con que cuenta uno y la contraparte, de manera de poder identificar Jas fortalezas y debilidades del arsenal probatorio de cada cual. Hecho esto, cestaremos en condiciones de esbozar una teoria del caso que exponga las de- bilidades del oponente, minimice las debilidades propias, explote las propias fortalezas y minimice las de nuestra contraparte, Construir una teoria del caso, ‘en consecuencia, es un proceso que va y viene varias veces a lo largo de las tapas previas al juicio oral, alterdndose en la medida en que nuestro conoci- miento del caso se va modificando. Cariruto TI EXAMEN DIRECTO DE TESTIGOS Intropucci6n Como hemos visto, el éxito de un juicio depende en gran medida de la construc- cién de una historia o relato verosimil que logre en el juzgador la conviccién necesaria para obtener una resolucién favorable. La principal oportunidad con que un abogado cuenta para narrar y probar su historia, permitiéndole al tribunal revivirla version de los hechos de su cliente, eel examen directo!, Con esta expresién designamos la revisién en el juicio oral de los testigos que la propia parte presenta, cualquiera sea el nombre que s¢ les dé en el Cédigo Procesal Penal (acusado, victima o testigo propiamente tal"), Es respecto de estos testigos en donde resulta posible desarrollar el relato de manera tal que permita la comprobacién de nuestras proposiciones ficticas y el éxito de nuestra “teoria del caso” El principal objetivo del examen directo es, entonces, extraer del testigo la informacién que requerimos para construir la historia o el trozo de historia que ‘Heemos preferdo la palabra ‘examen’ y no ‘inttrogatorio’ (qe Penal, por ejemplo, enelarticulo 39i), porque ereemos que e abogado desarolla con el testigo. En efecto -como se veré mis adelante de Ios t smente através de preguntas respuesta; muchas veces izando la persona misma de testigo, haciendo de- esto suelehacers través de pregunas y respuesta, pero en el mero interrogator no se agota el tabajo del abogado con los testigs, Cédigo colombiano hace I distncin ejemplo, en los articalos 1: de vista normativo no es una di dliferenciadora, especialmente para ‘desde ol punto de vist de a itigaién, da por el Cédigo Procesal ‘wabajo que el eusada), asl como tampoco -Avants Bayrtnas A - Manic Duc este nos puede proporcionar. Esta es la etapa en que elaboramos la mayor parte, dde muestra versién de los hechos, nuestra “teoria del caso”. Asi, la relevancia del examen directo es que constituye la principal oportunidad de que dispone el litigante para probar su teoria del caso al tribunal. El examen directo nos permite relatar nuestra teorla del caso desde la prueba concreta y no desde las puras afirmaciones del abogado litigante (como, por ejemplo, en los alegatos Ge apertura), que hasta el momento han sido solo una promesa, Con esta idea central pasamos a examinar algunas cuestiones relevantes de la logica del examen directo de testigos en el nuevo sistema acusatorio nacional, que luego nos permitirén entender de mejor forma las destrezas de litigacion requeridas para su ejercicio efectivo. 1. LA LOGICA DE LA PRUEBA TESTIMONIAL EN EL NUBVO SISTEMA PROCESAL PENAL La primera cuestin que es necesario despejar, aun cuando sea un tanto obvia en la légica de un sistema acusatorio, es que la regla general del sistema solo considera como testigo a la persona que comparece al juicio a prestar decla~ racién en la audiencia, sometiéndose a las reglas de examen y contraexamen Su declaracién personal no puede ser sustituida o reemplazada por Ia lectura de actas anteriores en las que consten versiones previas de la misma. En este fesquema, un testigo o la prueba testimonial jams podra ser la leotura de un acta o protocolo en el cual consta una declaracién prestada en forma previa ante algiin 6rgano del sistema (fiscalia o tribunal, por ejemplo). Solo es testigo y puede ser valorada como prueba testimonial la declaracién prestada en juicio por la persona que comparece al tribunal bajo el formato de presentacion de prueba testimonial (examen directo y contraexamen), Esta regla encuentra una consagracién bastante explicita en el inciso primero del articulo 329 del Cédigo Procesal Penal'*, cuya funcién central es la de proteger los principios de inmediacién y contradictoriedad. Mas adelante ten- dremos la posibilidad de revisar algunas excepeiones a la misma, pero el punto {que nos interesa destacar por ahora es que dicha regla establece un mandato fuerte que representa un cambio radical respecto de la concepcién de la prueba testimonial existente en el sistema inquisitivo. Alli donde la prueba testimonial solia ser un protocolo en donde constaba lo que un testigo habia afirmado en algin momento durante el proceso, el nuevo sistema es sumamente estricto en. ‘Artculos 250 numeral 4, 374, 377 y 379 del Céigo Procesl Penal colombiano considerar como prueba solo aquello producido en el juicio y en un formato que permita satisfacer la inmediacién y la contradiccién, ‘Una segunda cuestién en donde existe un cambio de légica radical en la concep- cién de los testigos, se refiere a la idea presente en el Cédigo de Procedimiento Penal de 1906 de concebir a todos los testigos como terceros ajenos, “imparcia- Jes" 0 sin ningtin compromiso respecto de los relatos que presentan al juicio'®. Poniéndolo en una caricatura, el viejo Cédigo concebia a los testigos como una suerte de “arcéngeles” caidos del cielo cuya funcién en juicio era declarar la “verdad” auxiliando a la justicia en su funcién de decidir el caso. Esta concepeién se refiejaba con mucha clatidad en varias de las causales de tacha de Ios testigos contenidas en dicho cuerpo legal. Asi, por ejemplo, el articulo 460 al regular las. inhabilidades de los testigos, sefialaba en su numeral octavo que caen en dicha categoria “Los que, a juicio del tribunal, carezcan de la imparcialidad necesaria para declarar por tener en el proceso interés directo o indireeto”. En el numeral Sexto del mismo articulo se sefialaba como inhdbil a los “Amigos intimos del procesado o de su acusador particular, los socios, dependientes o sirvientes de uno ¥ otto, y los cémplices 0 encubridores del delito”. Esto cambia de manera muy profunda en la légica del nuevo sistema, para el cual los testigos son siempre testigos de parte y no terceros auxiliares del tribunal. Asf, la regia general de los testigos que una parte presenta a juicio es que ellos tengan una predisposicién favorable respecto de la teoria del caso que esa parte sostiene, al menos en tanto la versién de ese testigo es, precisamente, consistente con la del abogado que lo ofrece como prueba. Cuando decimos, entonces, que se trata de un testigo “amigable” a la parte que lo presenta, no nos referimos a un testigo que est dispuesto a mentir ni a desvirtuar la realidad que él-0 ella-cree conocer. La cuestidn opera més bien al revés: precisamente porque la versién del testigo es consistente con Ia teoria del caso de la parte, es {que ésta decide presentarlo a juicio, Y, en ese sentido, el testigo esté al menos Comprometido con su propia versién de los hechos. EI testigo eree saber qué fue lo que ocurri6. Y esa historia que el testigo tiene para contar respalda, al menos en algiin grado, la teoria del caso de la parte que lo presenta. Por eso la parte que lo presenta decidi6 presentarlo. El hecho que estos testigos sean presentados por una parte hace que, en principio, ninguno de ellos sea com- pletamente imparcial o desinteresado. En todo juicio el testigo que comparece 2 declarar lo hace creyendo una cierta versién de los hechos o de la realidad, version que normalmente es consistente o favorable con la que sostendra en 1 Bsa idea est igualmente presente en Colombia en el Cédigo de 1938, en el de 1991 yen el de 2 juicio la parte que lo presenta. Es desde este punto de vista que afirmamos que l testigo no es imparcial o completamente neutro, al menos en este sentido: elo ella creen en su versién de los hechos y seguramente estardn dispuestos a sostenerla en la audiencia de juicio. Y, esa versién sera favorable para la parte que lo presenta, al menos en algiin nivel; o, visto al revés, puesto que la versién del testigo es favorable a su teoria del caso, la parte lo presenta, Esto produ- ce naturalmente que el testigo perciba a dicha parte en téminos amigables, mientras que a la contraparte como el lado hostil. “La parte que me presenta es mi aliada, la contraparte es quien pretende desacreditarme”. El cambio de la l6gica en la forma de percibir a los testigos es, entonces, una idea de realidad: la idea pretende afirmar que, en general, esta es la l6gica que se instala en la mente del testigo en la dindmica del caso judicial y del juicio. Por supuesto, se trata solo de una cierta logica, que opera de distinias maneras, en diversos niveles y con distintos grados de intensidad, desde la madre que cree intensamente en la inocencia de su hijo y est fuertemente comprometida con el resultado del caso, hasta el perito que, pretendiendo—incluso deseando— ofrecer un juicio estrictamente técnico, no puede evitar sentir comprometido su prestigio profesional cuando se cuestionan sus conclusiones. Note que este cambio de légica ~que los testigos son siempre testigos traidos por las partes al juicio y no terceros ajenos que comparecen por voluntad divina al mismo— 8 predicado respecto de testigos perfectamente probos y de buena fe. Decit, entonces, que todo testigo estd en algiin sentido comprometido con la version por la cual viene a declarar no debe confundirse con que se trate de testigos de mala fe.o dispuestos a declarar mentiras. Estamos hablando de personas completamente honestas y dispuestas a contribuir con el establecimiento de la verdad y la aplicacién de justicia al caso concreto; pero, el tener una cierta versién de los hechos hace que, al menos en un cierto nivel, tengan un com- promiso con esa version. Ese compromiso no significa necesariamente que se trate de un testigo que valga menos, aun cuando en algunos casos si pueda ser relevante para establecer el peso efectivo que tiene su declaracién en conereto. Finalmente, una tiltima cuestién que debemos recordar es que el nuevo Cédigo establece un sistema de libre valoraci6n de la prueba, es decir, no preasigna ningin valor especifico a la prueba testimonial. Ello implica, de una parte, que no existen inhabilidades en virtud de las cuales un tesfigo en abstracto no deba ser creido por el tribunal (0 incluso presentado). De otra parte, esto significa que el valor de conviceién que tenga un testigo dependerd de cuén crefble (cuanto poder de con- viccién) tenga esa declaracién en atencién a los diversos factores que construyen credibilidad. No es este el momento para detenemos en qué contribuye ono a gene- rar mayor 0 menor credibilidad, el punto es que no hay un testigo prima facie mas ‘Beast sano oe recat creible, o que prima facie lo sea menos. Dicho en términos coloquiales, el efecto

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