Al contextualizar el panorama tanto social como educativo en América latina se
propone centrarse en el cambio de emergentes situaciones que desfavorecen a la sociedad sin percibir la diversidad en las riquezas culturales tanto de la población como en los espacios naturales.
La influencia de esta diversidad propicia la voluntad de destacar la calidad en el
desarrollo educativo que da respuesta al desarrollo de la población en paralelo a una calidad de vida mejor como priorizan otros países.
La calidad educativa esta en subdesarrollo gracias a los acontecimientos que
anteceden a las mismas dificultades que nos posicionaron en una situación de supervivencia sacrificando la riqueza justificando esta actividad al llamarlo progreso,