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El niño se empieza a ocupar de los genitales, y ve que los adultos no están de acuerdo con eso
y lo empiezan a amenazar, amenaza de castración (complejo de castración). No es a partir de
estas amenazas que va a entrar en el complejo de castración. Es importante saber que el niño
sabe que hay cosas que se le pueden quitar, como fue en la etapa oral el destete que el creía
que era parte de su cuerpo, o en la etapa anal el desprendimiento del contenido de los
intestinos. Las amenazas no van a ser nada hasta que vea los genitales femeninos. En algún
momento los tuvo pero luego fueron castrados. Recién ahí es que la amenaza de castración va
a tomar relevancia.
El complejo de Edipo le da dos formas de satisfacción distintas, una activa y otra pasiva. La
activa identificándose con el padre, tomando su lugar, para poseer a la madre. Y una pasiva,
identificándose con la madre y ocupando su lugar para ser poseido por el padre,