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INSTITUTO LATINOAMERICANO DE ESTUDIOS

PROFESIONALES DE CHIAPAS
07PSV0123P

Ensayo sobre la educación popular

PRESENTA
KAREN GUADALUPE REYES AGUILAR

DIRECTOR DE PROYECTO
Dra. Yari Guadalupe Díaz Cruz

CINTALAPA CHIAPAS A 24 DE SEPTIEMBRE DEL 2022


Índice

Resumen (abstrac)…………………………………………………………………….

Introducción ……………………………………………………………………………

Desarrollo temático ……………………………………………………………………

Conclusiones ……………………………………………………………………………

Fuentes de investigación documentales …………………………………………….


RESUMEN (ABSTRAC)

El artículo es la memoria de un maestro que reflexiona sobre su


experiencia educativa en España y Latinoamérica.

Relata el acercamiento de pedagogías críticas entre Latinoamérica y


Europa en el contexto de los movimientos de solidaridad entre los pueblos que se
produjeron a partir de la década de los 60

Es en Latinoamérica donde se desarrolla con más fuerza la Educación


Popular en una larga tradición de 200 años que se inicia con Simón Rodríguez y
continúa en miles de experiencias, agrupadas en variadas corrientes y formas en
los más remotos lugares del subcontinente.

El descubrimiento de esta otra educación, de su trayectoria, sus


acumulados, compartiendo sus avances y sus caídas constituye el relato central.

A partir de estas experiencias se plantea que la Educación Popular, junto a


otras educaciones y pedagogías críticas se desmarcan de la escuela tradicional
instrumentalizada por el sistema neoliberal y se sitúan como un nuevo paradigma
educativo, que se desarrolla no solamente en educación de adultos sino en cada
sistema educativo, que trate de buscar la transformación social, así como en
espacios y grupos alternativos a los sistemas de dominación mundial.

Su opción fundamental es la transformación social, la inclusión de todas y


todos en igualdad de condiciones, con pertinencia y pertenencia cultural, el
compromiso ético de compartir conocimientos entre toda la sociedad en su
conjunto. Las educaciones críticas se replantean también las nuevas realidades
culturales, especialmente para los jóvenes tanto en el mundo del norte como del
sur. Metodológicamente sus procesos educativos se basan en el diálogo, parten
de la experiencia de los actores, del intercambio entre saberes populares y
conocimientos científicos y construyen productos enfocados a una praxis
transformadora. Incorporan elementos utópicos con una componente ética y son
parte de alternativas que buscan no sólo dignificar a las personas excluidas,
marginadas, por medio de la educación, sino construir otros mundos posibles.
Abstract:

The article is the memory of a teacher who reflects on their educational


experience in Spain and Latin America. He says the approach of critical
pedagogies between Latin America and Europe in the context of the movements of
solidarity among peoples that occurred from the 1960s. The criticism to a
traditional and exclusive, educational system at the same time the educational
commitment with social groups in the societies of the North leading to a confluence
with the liberating pedagogies of the South.

In Latin America where it develops stronger Popular education in a long


tradition of 200 years that starts with Simón Rodríguez and continues in thousands
of experiences, grouped into various currents and forms in the most remote places
of the subcontinent. The discovery of this other education, career, their
accumulated, sharing their progress and their fall constitutes the central story.

From these experiences arise Popular education, along with other


educational and critical pedagogies to distinguish traditional school orchestrated by
the neo-liberal system and are placed as a new educational paradigm, that
develops not only in adult education but in each education system, that try
searching for social transformation, as well as spaces and alternative schemes for
world domination groups.

Your fundamental choice is social transformation, the inclusion of


everyone on equal terms, with relevance and cultural belonging, the ethical
commitment of sharing knowledge among society as a whole. The critical
educations will re-evaluate also new cultural realities, especially for young people
both in the world of the North and South. Methodologically, their educational
processes are based on dialogue, are based on the experience of actors, popular
knowledge and scientific knowledge exchanges and build products aimed at a
transformative praxis. They include utopian elements with an ethical component
and are part of alternatives that seek not only to dignify people excluded,
marginalized, through education, but build other possible worlds.
INTRODUCCIÓN

Este ensayo se presenta con la finalidad de reflexionar sobre la educación popular


y las aportaciones de diferentes pedagogos hacia la educación y ver una
perspectiva más clara. Este artículo analiza el movimiento de educación popular
que se nutrió de los movimientos políticos y sociales que se desarrollaron en
América Latina a partir de los años sesenta En este trabajo, educación popular
engloba las prácticas generadas por las organizaciones no gubernamentales de
diversos tipos y organizaciones de base, vinculadas a movimientos políticos y
sociales y, a menudo, a partidos políticos de izquierda.
En el caso de este estudio, educación popular se refiere a una educación que
pertenece al pueblo. Las categorías «pueblo» y «sectores populares» se emplean
indistintamente – si bien, esta última incluía a la clase trabajadora, los
campesinos, los pobres y la clase media baja. De este modo, la educación popular
ubicó a los «sectores populares de las sociedades» como sujetos en el centro del
discurso y de la práctica al tiempo que visualizaba cambios estructurales radicales
con un toque utópico (Kane, 2001, p. 8).

En la década de los años setenta la educación popular se radicalizó adquiriendo


un carácter contestatario frente a los «modelos desarrollistas hegemónicos» o las
dictaduras dominantes en esa década. A comienzos de los ochenta, se produjo
una creciente preocupación por la cultura como un espacio para la búsqueda de
las identidades y la articulación de significados y se integraron las experiencias
personales y colectivas de mujeres y de pueblos indígenas, aunque no de forma
extensiva.

La Revolución Nicaragüense, su campaña de alfabetización en 1981 (en este


trabajo no se aborda esta cuestión) y el sino de la revolución conformaron un
punto de referencia para el futuro de la educación popular. La década de los
ochenta también supuso el retorno a la democracia en muchos países, todo lo cual
hizo necesario revisar la noción de revoluciones a gran escala. Esta situación se
acentuó hacia el final de la década con la caída del muro de Berlín, el declive del
marxismo, la aceptación de las ideas postmodernas y, por supuesto, el fracaso de
la Revolución Sandinista.

En la década de los años noventa se abrió un claro proceso de replanteamiento de


los principios de la educación popular, principalmente dentro del trabajo del
Consejo de Educación de Adultos para América Latina (CEAAL) que se fundó en
1982. Este nuevo enfoque se caracterizó por una preocupación por el desarrollo
de una pedagogía crítica arraigada en las prácticas de educación popular y una
nueva mirada a la construcción de puentes con la educación formal (Flores
Moreno, 2003; De Souza, 1996). En este artículo no se aborda esta fase.

Las prácticas de educación popular estaban profundamente enraizadas en la


cultura política de América Latina y su afán por construir el sujeto político. Por esta
razón, este trabajo provee un trasfondo histórico de larga duración para entender el
discurso político-pedagógico de la educación popular como una tecnología de
cambio.

El artículo se centra en el significado político-pedagógico de la educación


popular en América Latina y en el uso que se dio al concepto. Para ello, las fuentes
que se han empleado han sido las definiciones que se articularon en las
publicaciones de educación popular de la época y que se distribuyeron entre los
organizadores, educadores populares y participantes. De este modo, se identifica el
campo semántico conformado por los conceptos que se consideraron como
pertenecientes a la educación popular.

En este sentido, es útil aquí acudir a Quentin Skinner y a la noción de fuerza-


coordinante de los significados, la fuerza, la intencionalidad, detrás de las
declaraciones y de los silencios que nos hablan (Skinner, 1969, p. 45; Tully, 1988).

En última instancia, hay una pregunta subyacente: ¿qué hay de nuevo en el discurso
político pedagógico de la educación popular en los años setenta y en los tempranos
años ochenta? Paulo Freire constituye un punto de referencia reconocido. Su voz y
sus conceptos serán discutidos dentro de la constelación política de ideas que
conformaron el movimiento de educación popular
DESARROLLO TEMÁTICO

La educación popular La educación es sin duda uno de los pilares de la


sociedad y a la vez su mayor fuente de desarrollo, ya que está ligada al
aprendizaje, al conocimiento, que aplicado de manera adecuada nos llevará a un
desarrollo, a la creación, solución de problemas, al crecimiento

América Latina es considerada como subdesarrollada, sin lugar a duda, uno de los
factores es el nivel educativo, la baja inversión en educación, pero también, una
educación con contenido atrasado, a la saga del desarrollo científico y tecnológico
que vive el mundo.

Afortunadamente siempre hay nuevas propuestas y sin duda, una alternativa a la


problemática educativa actual es sin duda la propuesta de la educación popular.

En este trabajo se expondrá algunos elementos básicos sobre la educación


popular, para saber si constituye una opción real para el desarrollo de los pueblos.
América Latina, de lo bancario a lo popular
“En las décadas de los sesentas y setentas, la educación no formal de
adultos tiene su desarrollo más importante y significativo a partir del impacto
causado por la Revolución Cubana” (Jara, 2010, 5). En esta época se produce un
gran impulso a una educación de adultos desde la perspectiva del “desarrollo de la
comunidad”.

Surge en ese proceso la “Pedagogía de la Liberación”, así fue como Freire


nombró originalmente a su propuesta. En Brasil, antes del golpe militar de 1964,
se gestan el Movimiento de Educación de Base y los Centros Populares de
Cultura. Freire plantea una filosofía educativa basada en su experiencia práctica,
que plantea una forma innovadora de establecer las relaciones entre la educación
y el ser humano, la sociedad y la cultura.
Los conceptos “concientización” del efecto negativo de una “educación bancaria y
domesticadora” son fundamentales en esta filosofía, “en otras palabras la noción
de que la educación se centra en el estudiante y no en el resultado de la
interacción entre el estudiante y el maestro”. (Jara, 2010, 5)

Con el fin de las dictaduras en América Latina, producto del levantamiento


de los pueblos, se genera todo un movimiento político, ideológico, que ha ido
cambiando de forma y ha detonado en la elección de presidentes con discurso de
izquierda, estos hechos se reflejan en lo educativo, no se puede mantener la
educación bancaria, que es el reflejo del sistema, implica un sujeto-banca, que
escucha, copia y memoriza, sin embargo la necesidad de un cambio se expresa
en no querer reproducir el sistema con la educación, más bien, romper con él,
crear algo nuevo.
Los caminos cruzados: forma de pensar y educar en América Latina, que
introduce la relación entre “educación permanente” (influencia europea),
“educación de adultos” y “educación popular” (influencia latinoamericana),
afirmando “que representan el retorno de la educación de las clases populares y
de toda educación a su condición de movimiento” la ideología que marcaría
decisivamente el pensamiento y las practicas futuras de la educación popular.
(Branda, 1981, citado en Jara, 2010)

La propuesta de un modelo nuevo surge de la reflexión acerca del “déficit de las


políticas educacionales en la región y su impacto en la función y efectividad de la
educación como derecho pleno del hombre” (Brito, 2008, p. 30).

Sin duda, las nuevas políticas y agendas educacionales demandan “un


programa educativo integral comprometido con el cambio, que parta de una
educación abierta, responsable, crítica” (Brito, 2008, p. 30). Porque sin duda
“Educar es abrirse hacia el cambio, es aprender, es cambiar permanentemente.”
(Van, 2008, p.1)
Los procesos de educación popular en América Latina actualmente se plantean
propuestas acerca de un tipo de educación que nos permita a las personas
“construirnos como sujetos y actores con ciertas capacidades fundamentales.
En primer lugar, la capacidad de romper con el orden social imperante
que se nos impone como única posibilidad histórica (el modelo de globalización
neoliberal)”. (Jara, 2010, 38)

Es prudente señalar que en este contexto se entiende lo “popular”, en los dos


sentidos que propone el sociólogo Gallardo: Por un lado, se basa en la noción de
“pueblo social” (sectores sociales que sufren asimetrías de cualquier tipo:
opresión, discriminación, exclusión, explotación, etc.); y, por otro, en la noción de
“pueblo político” (cualquier sector que lucha por eliminar dichas asimetrías).

Así´, una educación “popular” hace referencia a aquellos procesos político -


pedagógicos que buscan superar las relaciones de dominación, opresión,
discriminación, explotación, inequidad y exclusión.

Visto positivamente, se refiere a todos los procesos educativos que


buscan construir relaciones equitativas y justas, respetuosas de la diversidad y de
la igualdad de derechos entre las personas (Gallardo, 2006, citado en Jara, 2010).

Entonces buscamos un modelo educativo que responda a la necesidad del pueblo


de equidad social, la misma que puede alcanzar conociendo su condición, los
porqués de la misma y qué hacer para transformarla, aquí viene el rol de la
educación popular, por supuesto no sola, podemos vincularla con los procesos de
desarrollo comunitario, por ejemplo, lo que se busca es una educación entendida y
practicada
“como un acto liberador requiere de un marco epistemológico en el que
el conocimiento es construcción social permanente de los sujetos educandos, en
el acto personal y social de comprender(se) y liberar(se)” (Van, 2008, p.19).
Finalmente se debe mencionar que este modelo educativo está ligado a
la acción, en este sentido, el enfoque es inevitablemente político o tiene
implicaciones políticas en el sentido general del término (García, 1980, citado en
Jara, 2010)

Aterrizando en la educación popular Ver de nuevo lo antes visto casi


siempre implica ver ángulos no percibidos. La lectura posterior del mundo puede
realizarse de forma más crítica, menos ingenua, más rigurosa. (Freire, 1997,
citado en Brito, 2008)

La Educación popular como proceso sistemático de participación en la


formación, fortalecimiento e instrumentalización de las prácticas y de los
movimientos populares tiene el objetivo de “apoyar el pasaje del saber popular al
saber orgánico, o sea, del saber de la comunidad al saber de clase en la
comunidad” (Gadotti, 2006, citado en Brito, 2008).

Se entiende a la Educación Popular como “un sistema metodológico de referencia”


esto implica subrayar su carácter plural y dinámico.

La Educación Popular busca dejar de ser mera teoría, porque


“constituye un sistema metodológico, necesariamente dinámico, cuyo objetivo
consiste en facilitar la acción transformadora desde sectores populares para el
mejoramiento de sus propias condiciones de vida” (Van, 2008, p.3).

La Educación Popular entonces es también concebida como “un concepto


que se define en la praxis” (Núñez, 1992, 53).
La educación popular “Es una pedagogía para la transición social, y
por tanto define su actividad educativa como una acción cultural cuyo objetivo
central puede resumirse en el término concientización” (Torres, 2002, p. 37), a
más de concienciación, se busca la criticidad, uno de los elementos importantes
de esta metodología es el diálogo, pero un diálogo activo, sincero,
problematizador, creador, “La pedagogía crítica se inserta en las corrientes
pedagógicas y significa un punto de partida para problematizar y convertir la
educación en una herramienta al servicio del cambio y la transformación de las
sociedades latinoamericanas”. (Brito, 2008, p. 29)

Tal educación ofrece la capacidad de afirmarnos como personas autónomas pero


no auto centradas, sino como seres que podemos superar el antagonismo entre el
yo y el/la otro/a y desarrollar las potencialidades racionales, emocionales y
espirituales como hombres y como mujeres.

Esto también requiere superar la socialización de género patriarcal y machista


y construir nuevas relaciones de poder en la vida cotidiana y en el sistema de
relaciones sociales, políticas y culturales. (Jara, 2010, 39)

Aterrizando concretamente en lo metodológico, se plantea que el proceso de


educación popular tiene tres etapas:

• Facilitar, en los grupos y colectivos sociales, el conocimiento o reconocimiento


(nosotros diríamos ‘el aprendizaje’) de su realidad social y de sus formas de actuar
y desenvolverse en ella.

• Favorecer el desarrollo, personal y colectivo, de la capacidad de analizar,


comprender y transformar esa realidad concreta.
• Impulsar la organización de grupos y colectivos, la vertebración de un tejido
social capaz de actuar con autonomía en la mejora de su realidad (Bustillos y
Vargas, 1991, citado en Van, 2008)

CONCLUSION

La educación popular brinda la capacidad de “cuestionar los estereotipos y


patrones ideológicos y éticos vigentes como verdades absolutas (el individualismo,
la competencia, el mercado como regulador de las relaciones humanas”). (Jara,
2010, 38). La capacidad de “aprender y desaprender permanentemente. La
educación popular permite apropiarse de una capacidad de pensar”. (Jara, 2010,
39). Como plantea Freire, “La educación liberadora no produce, por sí misma, el
cambio social [...] pero no habrá´ cambio social sin una Educación Liberadora”
(Freire1985, citado en Jara, 2010).
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Freire, Paulo, 1999. La importancia de leer y el proceso de liberación, Siglo XXI,


13ª edición, México. www.sigloxxi.editores.com.mx

Morin, Edgar, 2003. Los siete saberes necesarios para la educación del futuro,
UNESCO, París. http://upo.unesco.org/ Texto completo en español:
www.complejidad.org/27-7sabesp.pdf info@prometeolibros.com

Núñez, Carlos, 1997. La revolución ética, Instituto Mexicano de Desarrollo


Comunitario (IMDEC). www.imdec.net

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