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Estoicismo

El estoicismo es una escuela filosófica fundada por Zenón de


Citio en Atenas a principios del siglo  iii a. C.1 ​ Es una filosofía
de ética personal basada en su sistema lógico y sus puntos de
vista sobre el mundo natural. Los estoicos creían que todo
alrededor operaba según una ley de causa y efecto, resultando en
una estructura racional del universo. Pensaban que «no podemos
controlar lo que pasa a nuestro alrededor, pero sí podemos
controlar lo que pensamos sobre estos eventos» en vez de
imaginar una sociedad ideal falsamente positiva.2 ​

Su doctrina filosófica estaba basada en el dominio y control de


los hechos, cosas y pasiones que perturban la vida, valiéndose de
la valentía y la razón del carácter personal. Como seres
racionales, su objetivo era alcanzar, basándose en la tolerancia y
autocontrol, la eudaimonía (felicidad o bienaventuranza) y la
sabiduría en aceptar el momento tal como se presenta, al no
dejarse dominar por el deseo de placer o por el miedo al dolor,
por usar la mente para comprender el mundo y hacer su parte en Busto de Zenón de Citio, fundador del
el plan de la naturaleza prescindiendo de los bienes materiales, estoicismo, en Atenas, Grecia.
trabajar juntos y tratar a los demás de manera justa y equitativa.

Los estoicos son especialmente conocidos por enseñar que «la virtud es el único bien» para los seres
humanos, y que esas cosas externas, como la salud, la riqueza y el placer, no son buenas o malas en sí
mismas (adiaforía), pero tienen valor como «material para que la virtud actúe». Junto a la ética aristotélica,
la tradición estoica constituye uno de los principales enfoques fundacionales de la ética de las virtudes.3 ​
Los estoicos también sostenían que ciertas emociones destructivas eran el resultado de errores de juicio, y
creían que las personas deberían apuntar a mantener una voluntad (llamada prohairesis) que esté «de
acuerdo con la naturaleza». Debido a esto, los estoicos pensaron que la mejor indicación de la filosofía de
un individuo no era lo que una persona decía sino cómo se comportaba una persona.4 ​Para vivir una buena
vida, uno tenía que entender las reglas del orden natural ya que pensaban todo estaba enraizado en la
naturaleza.

Muchos estoicos, como Séneca y Epicteto, enfatizaron que debido a que «la virtud es suficiente para la
felicidad», un sabio sería emocionalmente resistente a la desgracia. Esta creencia es similar al significado de
la frase «calma estoica», aunque la frase no incluye los puntos de vista estoicos «éticos radicales» de que
solo un sabio puede ser considerado verdaderamente libre y que todas las corrupciones morales son
igualmente viciosas.5 ​

Durante el período helenístico adquirió mayor importancia y difusión, ganando gran popularidad por todo
el mundo grecorromano, especialmente entre las élites romanas. Su período de preeminencia va del
siglo III a. C. hasta finales del siglo II d. C., y entre sus seguidores estaba el emperador Marco Aurelio. Tras
esto, dio signos de agotamiento que coincidieron con la descomposición social del alto Imperio romano y el
auge del cristianismo. Desde entonces ha visto avivamientos, especialmente en el Renacimiento
(neostoicismo) y en la era contemporánea (estoicismo moderno).6 ​
Índice
Etimología
Orígenes
Uso moderno
Perspectiva histórica
Estoicismo antiguo
Estoicismo medio
Estoicismo nuevo
Cronología
Influencia posterior
Neoestoicismo
Estoicismo moderno
Doctrinas filosóficas
Principios de la filosofía estoica
Lógica
Lógica proposicional
Categorías
Epistemología
Física
Ética: La moral estoica
La doctrina de las «cosas indiferentes»
Filosofía social
Principales figuras
Véase también
Referencias
Bibliografía
Enlaces externos

Etimología

Orígenes

El estoicismo se conoció originalmente como «zenonismo», en honor al fundador Zenón de Citio. Sin
embargo, este nombre pronto se abandonó, probablemente porque los estoicos no consideraban que sus
fundadores fueran perfectamente sabios y para evitar el riesgo de que la filosofía se convirtiera en un culto a
la personalidad.7 ​ El nombre «estoicismo» deriva del Stoa Poikile (griego antiguo: ἡ ποικίλη στοά), o
«pórtico pintado», una columnata decorada con escenas de batallas míticas e históricas, en el lado norte del
Ágora de Atenas, donde Zenón y sus seguidores se reunían para discutir sus ideas.8 9​ ​

Uso moderno
La palabra «estoico» comúnmente se refiere a alguien que es indiferente al dolor, el placer, la pena o la
alegría.10 ​ El uso moderno como «persona que reprime los sentimientos o aguanta con paciencia» se citó
por primera vez en 1579 como sustantivo y en 1596 como adjetivo.11 ​ El DRAE define «estoico» como
«fuerte, ecuánime ante la desgracia» y «estoicismo» como «fortaleza o dominio sobre la propia
sensibilidad».12 13
​ ​ En contraste con el término «epicúreo», en las notas de la entrada del estoicismo en la
Stanford Encyclopedia of Philosophy, «el sentido del adjetivo inglés estoico no es totalmente engañosa con
respecto a sus orígenes filosóficos».14 ​

Perspectiva histórica
El estoicismo fue fundado por Zenón de Citio (aprox. 333-262 a. C.)
—a veces llamado Zenón el Estoico para distinguirlo de Zenón de
Elea—, de origen chipriota y posiblemente de ascendencia mixta,
griega y oriental.15 ​ Se trasladó a Atenas en el 311 a. C. después de
una vida agitada. Por aquel entonces Atenas era el centro cultural del
mundo griego, donde se congregaban las principales escuelas de
filosofía. Durante su estancia, tomó contacto con la filosofía socrática,
en especial la de la escuela cínica, y la megárica. Según Diógenes
Laercio, inicialmente se inclinó por el cinismo, siendo alguien
especialmente cercano a Crates, pero pronto abandonó esta escuela al
rechazar las numerosas «exageraciones» en que estos incurrían,
porque no podían ofrecerle ningún programa de vida válido. Tras este
abandono del cinismo, estudió con otros filósofos de las escuelas
platónica, aristotélica y megárica pero, insatisfecho con ellas, acabó
creando su propia escuela, en la que combinaba múltiples aspectos
cínicos con los de otros filósofos como Heráclito.16 ​ Desde la
Busto de Antístenes, fundador de
antigüedad, se estudió la posible influencia sobre Zenón de doctrinas
la escuela cínica (Museo
semíticas tales como el judaísmo o las filosofías del Oriente Medio; el
Británico).
considerable parecido entre el estoicismo y el cristianismo en algunas
doctrinas, sobre todo en la ética y en la cosmología, sugirieron a
panegiristas cristianos como Quintiliano y Tertuliano que Zenón estaba familiarizado, por su origen semita,
con el judaísmo.17 ​

Mientras las doctrinas del epicureísmo quedaron fijadas por su fundador, el estoicismo tuvo un largo
desarrollo.18 ​ La historia del estoicismo se divide en tres períodos: “stóa” antiguo, “stóa” medio y “stóa”
nuevo.19 ​

Estoicismo antiguo

El término estoicismo proviene del lugar en el que Zenón comenzó, en el año 301 a. C., a dar sus lecciones
en la Stoá poikilé (en griego Στοά, stoá, ‘pórtico’), que era el Pórtico pintado del ágora de Atenas. Pronto
atrajo a numerosos seguidores, quienes, tras la muerte de Zenón, continuarían y expandirían su filosofía. El
estoicismo fue la última gran escuela de filosofía del mundo griego en ser fundada, y continuó existiendo
hasta que en el año 529 d. C. el emperador Justiniano clausuró la Escuela de Atenas. La escuela cínica tuvo
una clara influencia en la Stoá. Esto es evidente desde los inicios de esta, pues las fuentes declaran que su
fundador, Zenón de Citio, estudió directamente con un cínico: Crates. Estoicos tardíos, como Epicteto,
identificaban al cínico Diógenes de Sínope como dechado de hombre sabio.
El corpus doctrinal del estoicismo se basaba en las escrituras de
Zenón, hoy en día perdidas; no obstante, se sabe que escribió
numerosas obras entre cuyos títulos destacaban: De la vida conforme a
la naturaleza; De los universales; Argumentos dialécticos y De las
pasiones. Cuando Zenón muere en 261  a.  C. se hacen cargo de la
escuela Cleantes y Crisipo. A decir de Laercio, a este último se le debe
que el estoicismo perdurase: «Sin Crisipo no habría habido la Stoá».
En efecto, Crisipo, que dirigirá la Stoá desde el 232  a.  C. hasta su
muerte, acaecida en 208  a.  C., fijó el canon del estoicismo,
perfeccionó las investigaciones lógicas y sistematizó las enseñanzas de
Zenón. Desgraciadamente, de su obra solo han sobrevivido algunos
escasos fragmentos y unas pocas referencias hechas por otros autores,
resultando complicado discernir qué partes del ideario se deben a
Zenón, a Crisipo y a Cleantes. En general, apenas se han conservado
Busto de Crisipo de Solos
algunos fragmentos de los textos estoicos más antiguos.
(Museo Británico).

Estoicismo medio

Con la muerte de Crisipo, se dio por concluida la primera fase del estoicismo, llamada Estoicismo antiguo.
Esta primera etapa se caracterizó sobre todo por el establecimiento formal de la doctrina. Tras Crisipo,
dirigieron la escuela Diógenes de Babilonia y Antípater de Tarso, comenzando la época denominada
Estoicismo medio. Durante la misma se da la expansión del estoicismo por todo el mundo mediterráneo,
aprovechando el impulso del mundo helenístico y las redes comerciales surgidas con el auge de Roma. Sus
principales figuras fueron Panecio de Rodas (185-109 a. C.) y, sobre todo, Posidonio de Apamea. Quizá el
hecho más destacado de este período fue la introducción del estoicismo entre las élites romanas. La
sociedad aristocrática romana de los siglos II y I a. C. valoraba en mucho los tiempos de «nuestros padres»,
refiriéndose a los siglos anteriores en que la relevancia económica y militar de Roma todavía era escasa. Se
idealizaba y exaltaba la sencillez y la sobriedad de la vida de aquellos tiempos y, como en todo el mundo
griego, se miraba con desconfianza los lujos y las costumbres modernas, más sofisticadas, que se habían ido
introduciendo conforme la República Romana ganaba preeminencia. La doctrina estoica, muy favorable a
esos puntos de vista, fue introducida con éxito, y ganó adeptos tan conocidos como Catón el Viejo,
Escipión el Africano y Catón el Joven; la notable fama de estos favoreció todavía más al estoicismo, que
pronto fue la escuela filosófica más admirada por los romanos. De los escritos del período medio apenas se
conservan, de nuevo, unos pocos textos fragmentados.

Estoicismo nuevo

Usualmente, se considera que tras la muerte de Catón el Joven y la resolución de las guerras civiles que
condujeron al establecimiento del Imperio romano, surge la última etapa del estoicismo, el llamado
Estoicismo nuevo o Estoicismo romano. Los filósofos de esta etapa han llegado a ser mucho más famosos y
conocidos que los estoicos antiguos (y sus obras se conservan en mayor número), y materializaron la
implantación del estoicismo como la principal doctrina de las élites romanas. El estoicismo romano destaca
por su vertiente eminentemente práctica, donde las consideraciones lógicas, metafísicas o físicas del
estoicismo antiguo pasan a un segundo plano para desarrollar, sobre todo, la vertiente ética de la escuela.
Los principales exponentes de esta etapa, y posiblemente los estoicos más famosos, fueron Lucio Anneo
Séneca (4 a. C.-65 d. C.), uno de los escritores romanos más conocidos y quizá el estoico mejor conocido,
Epícteto (50-130 d. C.), nacido esclavo, y el emperador Marco Aurelio (121-180 d. C.). La obra de Séneca,
Marco Aurelio y Epícteto permite acercarse, de manera sencilla y didáctica, a los principales aspectos del
estoicismo, si bien no introdujeron ningún elemento esencialmente original en la doctrina.
Tras la muerte de Marco Aurelio, se considera que el estoicismo entra
en decadencia. Las sucesivas crisis políticas, económicas y militares
que asolan el Imperio romano durante el siglo  III, tienen como
consecuencia una revalorización de la espiritualidad que el estoicismo
no puede afrontar, surgiendo el neoplatonismo, que, a partir de
250  d.  C., desplazará al estoicismo como principal doctrina de las
élites. El giro cultural de esta época provoca que el plan de vida
estoico pase a ser negativamente considerado; en esta época,
esencialmente, el estoicismo ganará su fama de envarado y rígido.
Igualmente, el auge del cristianismo afecta negativamente a todas las
escuelas filosóficas helenísticas, al ser rechazadas muchas de sus
enseñanzas por contrarias a la doctrina cristiana. Para el año 300, la
única de estas capaz de objetar algo al cristianismo es el
neoplatonismo, y el triunfo de aquel sentencia definitivamente al
Busto de Séneca de una doble
movimiento helenista en general, que formalmente concluye en el 529,
herma (Antikensammlung Berlin).
cuando Justiniano cierra las escuelas filosóficas de Atenas (el Liceo, la
Academia, la Stoá).

Cronología

Busto de Marco Aurelio


(Gliptoteca de Múnich).

Influencia posterior
El estoicismo influirá en numerosas corrientes filosóficas posteriores, desde los primeros padres de la Iglesia
hasta Descartes y Kant. Como se ha dicho, los primeros padres de la Iglesia admiraron la ética del
estoicismo, que consideraban especialmente cercana a la suya propia; su calma, su serenidad, así como su
posición frente a las adversidades hicieron que algunos cristianos como Tertuliano trataran a estoicos como
Séneca en los términos de «saepe noster» («a menudo, uno de los nuestros»), mientras que San Jerónimo lo
incluyó en su catálogo de santos. Incluso se difundió la leyenda de que Séneca había sido bautizado antes
de morir por San Pablo, con quien además habría mantenido correspondencia, y que Marco Aurelio habría
igualmente mantenido correspondencia con el papa y algunos cristianos romanos. Durante el Renacimiento,
el estoicismo ganó difusión entre las corrientes humanistas y universitarias: la primera obra de Calvino fue
una edición de De clementia de Séneca, y las referencias al estoicismo nuevo son constantes en Erasmo,
Juan Luis Vives y Michel de Montaigne. En esta época se revalorizó la actitud vital estoica; en la
actualidad, se utiliza cotidianamente el término «estoicismo» para referirse a la actitud de tomarse las
adversidades de la vida con fortaleza y aceptación.
Neoestoicismo

El neoestoicismo fue un movimiento filosófico nacido en el siglo XVI


que unía en su concepción elementos del estoicismo y del cristianismo.
Fue fundado por el humanista belga Justo Lipsio quien en 1584
publicó su famoso diálogo De constantia donde sentó las bases de este
nuevo movimiento filosófico y espiritual. Tiempo después aún
desarrolló más su teoría en los tratados Manductio ad stoicam
philosophiam (Introducción a la filosofía estoica), Physiologia
stoicorum (Física del estoicismo) y Ethica (Ética).

El neoestoicismo es una filosofía práctica que sostiene que la norma


básica de la vida debería ser que el ser humano no puede ceder ante la
pasión terrenal sino someterse a los dictados de Dios. Los
neoestoicistas distinguen entre cuatro pasiones estoicas: gula, alegría,
miedo y dolor. Redescubre el valor de filósofos como Epicteto y
Séneca y los une al bíblico Libro de Job. Justo Lipsio, el fundador del
neoestoicismo.
El neoestoicismo tuvo una influencia directa en muchos escritores de
los siglos XVII y XVIII tales como: Montesquieu, Bossuet,
Guillaume du Vair, Francis Bacon, Joseph Hall, Francisco de
Quevedo o Juan de Vera y Figueroa.

Estoicismo moderno
Estoicismo moderno es un movimiento intelectual y popular que se
inició a finales del siglo XX con el objetivo de revivir la práctica
del estoicismo. No debe confundirse con el neoestoicismo, un
fenómeno análogo en el siglo XVII. El término "estoicismo
moderno" cubre tanto el resurgimiento del interés en la filosofía
estoica como los esfuerzos filosóficos para ajustar el estoicismo
antiguo al lenguaje y al marco conceptual del presente. El
surgimiento del estoicismo moderno ha recibido atención en los
medios internacionales desde aproximadamente noviembre de
2012, cuando se organizó el primer evento de la Semana Anual
Estoica.20 ​ Peter Paul Rubens: Los cuatro
filósofos. De izquierda a derecha: el
propio pintor Pedro Pablo Rubens, su
Doctrinas filosóficas hermano Philipp, el famoso erudito
Justo Lipsio y su alumno Jan Van
den Wouwer. Arriba, preside la
Principios de la filosofía estoica reunión una réplica del busto
helenístico conocido como el

La filosofía no promete Los estoicos proclamaron que PseudoSéneca.


asegurar nada externo al se puede alcanzar la libertad y
hombre: en otro caso la tranquilidad tan solo siendo
supondría admitir algo que indiferente a las comodidades materiales, la fortuna externa y
se encuentra más allá de dedicándose a una vida guiada por los principios de la razón y la virtud
su verdadero objeto de
estudio y materia. Pues del (tal es la idea de la imperturbabilidad o ataraxia). Asumiendo una
mismo modo en que el concepción materialista de la naturaleza, siguieron a Heráclito en la
material del carpintero es la creencia de que la sustancia primera se halla en el fuego y en la
madera, y el del escultor, veneración del logos, que identificaban con la energía, la ley, la razón y
bronce, el objeto del arte la providencia encontradas en la naturaleza. La razón de los hombres se
de vivir es la propia vida de consideraba también parte integrante del logos divino e inmortal. La
cada cual. doctrina estoica, que consideraba esencial a cada persona como
— Epicteto.21 miembro de una familia universal, ayudó a romper barreras regionales,
sociales y raciales, y a preparar el camino para la propagación de una
religión universal. La doctrina estoica de la ley natural, que convierte la naturaleza humana en norma para
evaluar las leyes e instituciones sociales, tuvo mucha influencia en Roma y en las legislaciones posteriores
de Occidente. Además tuvo importancia en corrientes y filósofos posteriores, como Descartes y Kant.

Los estoicos antiguos dividieron la filosofía en tres partes (D.L. 7.41): la lógica (teoría del conocimiento y
de la ciencia, que incluye la retórica y la dialéctica), la física (ciencia sobre el mundo y sobre las cosas) y la
ética (ciencia de la conducta). Todas ellas se refieren a aspectos de una misma realidad: el universo en su
conjunto y el conocimiento sobre él. Este puede ser explicado y comprendido globalmente porque es una
estructura organizada racionalmente de la que el hombre mismo es parte integrante, siendo la faceta más
importante la ética.

Se basaban en 4 virtudes cardinales:

1. Conocimiento práctico: la habilidad de manejar situaciones complejas con una mente


tranquila.
2. Templanza: la habilidad de restringir y moderar la atracción de placeres y bienes
mundanos.
3. Justicia: ser justo con los demás incluso cuando han cometido un error o nos han faltado al
respeto.
4. Coraje: no solo en situaciones extremas sino en el día a día con claridad e integridad.

Lógica

Para los estoicos el terreno de la lógica incluía no solo lo que modernamente se entiende por ello, sino
además la epistemología, la retórica y la gramática. En el campo de la lógica desarrollaron la lógica
inductiva. Dividieron la lógica en Retórica (ciencia del correcto decir) y Dialéctica (D.L. 7.41).

Lógica proposicional

Diodoro Cronos, quien fue uno de los maestros de Zenón, es considerado el filósofo que introdujo y
desarrolló por primera vez un enfoque de la lógica ahora conocido como lógica proposicional, que se basa
en enunciados o proposiciones, en lugar de términos, lo que lo hace muy diferente de la lógica de
Aristóteles. Más tarde, Crisipo desarrolló un sistema que se conoció como lógica estoica e incluía un
sistema deductivo, la silogística estoica, que se consideraba un rival de la silogística de Aristóteles (ver
silogismo). El nuevo interés por la lógica estoica se produjo en el siglo  xx, cuando importantes desarrollos
de la lógica se basaron en la lógica proposicional. Susanne Bobzien escribió: «Las muchas similitudes
cercanas entre la lógica filosófica de Crisipo y la de Gottlob Frege son especialmente sorprendentes».22 ​

Bobzien también señala que "Crisipo escribió más de 300 libros sobre lógica, sobre prácticamente cualquier
tema que le interese a la lógica actual, incluida la teoría de los actos de habla, el análisis de oraciones,
expresiones singulares y plurales, tipos de predicados, índices, proposiciones existenciales, conectores
oracionales, negaciones, disyunciones, condicionales, consecuencia lógica, formas válidas de argumento,
teoría de la deducción, lógica proposicional, lógica modal, lógica temporal, lógica epistémica, teoría de la
suposición, lógica de los imperativos, ambigüedad y paradojas lógicas".22 ​

Categorías
Los estoicos sostenían que todos los seres (ὄντα), aunque no todas las
cosas (τινά), son materiales.23 ​  Además de los seres existentes, A los consejos
admitieron cuatro incorporales (asomata): tiempo, lugar, vacío y mencionados añádase
todavía uno: delimitar o
decible.24 ​  Se sostenía que simplemente "subsistían" mientras que tal describir siempre la imagen
estatus se les negaba a los universales.25 ​  Así, aceptaron la idea de que sobreviene, de manera
Anaxágoras (al igual que Aristóteles) de que si un objeto está caliente, que se la pueda ver tal cual
es porque alguna parte de un cuerpo de calor universal había entrado en es en esencia, desnuda,
totalmente entera a través
el objeto. Pero, a diferencia de Aristóteles, ampliaron la idea para cubrir de todos sus aspectos, y
todos los accidentes. Por tanto, si un objeto es rojo, sería porque alguna pueda designarse con su
parte de un cuerpo rojo universal ha entrado en el objeto. nombre preciso y con los
nombres de aquellos
Sostuvieron que había cuatro categorías . elementos que la
constituyeron y en los que
se desintegrará. Porque
sustancia (ὑποκείμενον) nada es tan capaz de
engrandecer el ánimo,
La materia primaria, sustancia informe (ousia) de la como la posibilidad de
que están hechas las cosas. comprobar con método y
veracidad cada uno de los
calidad (ποιόν) objetos que se presentan
en la vida, y verlos siempre
La forma en que se organiza la materia para formar de tal modo que pueda
entonces comprenderse en
un objeto individual; en la física estoica, un qué orden encaja, qué
ingrediente físico (pneuma: aire o aliento), que utilidad le proporciona este
informa el asunto. objeto, qué valor tiene con
respecto a su conjunto, y
manera en la que está dispuesto (πως ἔχον) cuál en relación con el
ciudadano de la ciudad
Características particulares, no presentes dentro del más excelsa, de la que las
demás ciudades son como
objeto, como tamaño, forma, acción y postura.
casas.
—Marco Aurelio,
manera en la que está dispuesto en relación con algo (πρός Meditaciones, III. 11.
τί πως ἔχον)

Características relacionadas con otros fenómenos, como la posición de un objeto en


el tiempo y el espacio en relación con otros objetos.

Los estoicos describieron lo que tenemos control sobre las categorías de nuestra propia acción,
pensamientos y reacciones. El párrafo inicial del Enquiridion establece las categorías como: "Las cosas que
tenemos bajo nuestro control son la opinión, la búsqueda, el deseo, la aversión y, en una palabra,
cualesquiera que sean nuestras propias acciones. Las cosas que no están bajo nuestro control son el cuerpo,
la propiedad, la reputación, y en una palabra, las que no sean nuestras propias acciones". Estos sugieren un
espacio que está bajo nuestro propio control.

Epistemología

Los estoicos propusieron que el conocimiento se puede obtener mediante el uso de la razón. La verdad se
puede distinguir de la falacia, aunque, en la práctica, sólo se pueda hacer una aproximación. Según los
estoicos, los sentidos reciben constantemente sensaciones: pulsaciones que pasan de los objetos a través de
los sentidos a la mente, donde dejan una impresión en la imaginación (phantasiai, una impresión que surge
de la mente se llama phantasma).26 ​
La mente tiene la capacidad de juzgar (συγκατάθεσις, synkatathesis) —aprobar o rechazar— una
impresión, lo que le permite distinguir una representación verdadera de la realidad de una que es falsa.
Algunas impresiones se pueden aceptar de inmediato, pero otras solo pueden lograr diversos grados de
aprobación vacilante, que pueden etiquetarse como creencia u opinión (doxa). Solo a través de la razón
obtenemos una comprensión y una convicción claras (katalepsis). El conocimiento cierto y verdadero
(episteme), alcanzable por el sabio estoico, sólo puede lograrse verificando la convicción con la experiencia
de los compañeros y el juicio colectivo de la humanidad.

Los escépticos, muy influyentes a partir del siglo  ii  a.  C. trataban de independizar al hombre del mundo
mediante la abstención de juicio. Dudaban de la posibilidad de conocimiento sensible, mediante el
pensamiento discursivo y de los resultados de combinar ambos. El relativismo de Protágoras es la base de la
duda escéptica respecto a los sentidos. No pueden ser una reproducción inmediata de las cosas si la
percepción varía de individuo en individuo y entre distintas situaciones del mismo individuo o del objeto.
Estas contingencias no se pueden evitar, así que no hay posibilidad de conocimiento sensible. Por otra
parte, las opiniones vienen condicionadas por la costumbre. Ante la contradicción de opiniones no se puede
distinguir la veraz. El método de deducción silogística de Aristóteles depende de las premisas. Estas
premisas ni se pueden admitir sin demostración ni pueden ser simplemente hipotéticas. Por tanto, el camino
del conocimiento de lo general a lo particular mediante el silogismo es imposible, pues el punto de partida
es incierto. De modo que lo mejor desde el punto de vista escéptico es abstenerse de juzgar, pues no se
puede decir nada más allá del parecer.[cita requerida]

Frente a ellos, los estoicos, filósofos preocupados esencialmente por problemas éticos, sostienen que se
llega a la virtud por el saber. Por tanto, deben buscar el conocimiento pese a todas las objeciones, y para
ello deben encontrar un criterio de verdad certero. Consideran que la percepción deja la impresión de lo
externo en el alma, que al nacer sería como una tabla de cera en la que lo exterior imprime sus signos. Las
representaciones generales se deben al enlace entre impresiones o a su permanencia. No hay, pues, ni ideas
platónicas ni una energía externa que produzca conceptos. A partir de esta base, el argumento principal de
los estoicos para afirmar la existencia de un criterio de verdad es que las impresiones son iguales para todos
los individuos. Consideran que el consenso de los hombres sobre las representaciones se puede tomar como
punto de partida para la demostración. Sin embargo, en el último estoicismo hay cambios respecto a este
punto. Para Cicerón no se trata del consenso entre los individuos, sino de representaciones innatas,
presentes desde el nacimiento en cada uno. Según Cicerón, el hombre nace con unos principios morales, la
creencia en Dios y otros.[cita requerida]

Respecto a las percepciones, los estoicos consideran que el criterio del conocimiento verdadero es la
evidencia de la percepción o la experiencia sensible, es decir, los sentidos. Esto se define como teoría del
conocimiento sensualista.[cita requerida]

La información que entra por los sentidos deja una percepción en nuestra razón. Estas percepciones son
verdaderas -cuando hay un error o contradicción es por la opinión, no por la percepción- pero todavía no
son conocimiento. Primero deben ser sometidas a la racionalidad, de allí si parten a formar conceptos y
juicios generales.[cita requerida]

Física

En el campo de la física retornaron a la filosofía de Heráclito: todo está sometido al cambio, al movimiento.
La física, según el estoicismo, es el estudio de la naturaleza tanto del mundo físico en su totalidad como de
cada uno de los seres que lo componen, incluidos los seres divinos, humanos y animales.
Fundamentalmente especulativa, y en clara deuda con el pensamiento de Parménides de Elea (unidad del
ser) y Heráclito, la física estoica concibe la naturaleza como un fuego artístico en camino de crear.
Según los estoicos, el Universo es una sustancia material de
razonamiento (logos),27 ​ conocida como Dios o Naturaleza,
que se divide en dos clases: la activa y la pasiva. La
sustancia pasiva es la materia, que "permanece inactiva, una
sustancia lista para cualquier uso, pero que seguramente
quedará sin empleo si nadie la pone en movimiento".28 ​ La
sustancia activa, que puede denominarse Destino o Razón
Universal (logos),27 ​ es un éter inteligente o fuego
primordial, que actúa sobre la materia pasiva.

El universo mismo es Dios y la efusión universal de


su alma; es el principio rector de este mismo
mundo, que opera en la mente y la razón, junto con
la naturaleza común de las cosas y la totalidad que
abarca toda la existencia; luego el poder
preordenado y la necesidad del futuro; luego el
fuego y el principio del éter; luego aquellos
elementos cuyo estado natural es de flujo y
transición, como el agua, la tierra y el aire; luego el Heráclito por Hendrick ter Brugghen (1628).
sol, la luna, las estrellas; y la existencia universal en La filosofía natural estoica está influenciada
la que están contenidas todas las cosas. de las doctrinas del Logos y el fuego de
Crisipo, en Cicerón, De Natura Deorum, I. 39.
Heráclito.

El universo es un todo armonioso y causalmente relacionado


(es decir, todo está relacionado por una serie de causas), que se rige por un principio activo, el Logos
cósmico y universal del que el hombre también participa. Este logos cósmico, que es siempre el mismo es
llamado también pneuma (‘soplo’, Spiritu en latín), aliento ígneo, ley natural, naturaleza (physis), necesidad
y moira (‘destino’, fatum en latín), nombres todos ellos que hacen referencia a un poder que crea, unifica y
mantiene unidas todas las cosas y que no es simplemente un poder físico: el pneuma o logos universal es
una entidad fundamentalmente racional: es Dios (panteísmo), un alma del mundo o mente (razón) que todo
lo rige y de cuya ley nada ni nadie puede sustraerse. Inmanente al mundo, el logos es corpóreo, penetra y
actúa sobre la materia (hylé): principio pasivo, inerte y eterno que, en virtud del pneuma o logos, produce
todo ser y acontecer. Todo en la naturaleza es mezcla de estos dos principios corpóreos (materialismo).

Todo está sujeto a las leyes del Destino, porque el Universo actúa de acuerdo con su propia naturaleza y la
naturaleza de la materia pasiva que gobierna. Las almas de los seres humanos y los animales son
emanaciones de este Fuego primordial y, asimismo, están sujetas al Destino:

Considere constantemente el universo como un ser vivo, que tiene una sustancia y un alma; y
observe cómo todas las cosas tienen referencia a una percepción, la percepción de este ser
vivo; y cómo todas las cosas actúan con un solo movimiento; y cómo todas las cosas son las
causas cooperantes de todas las cosas que existen; observe también el hilado continuo del hilo
y la estructura de la red.
Marco Aurelio, Meditaciones, IV. 40.

Aunque la naturaleza (physis) es plenamente racional, no rige de la misma forma a todos los seres:

Los hombres nacen con un alma29 ​como si fuera una «tabla rasa» pero cuando adquieren
cierta madurez pueden, mediante el uso de una «fantasía» aceptar o rechazar las
impresiones que los «iconos» que desprenden las cosas fijan en el alma como conceptos.
Cuando el hombre maduro ejerce una «fantasía cataléptica» es capaz de comprender la
verdad de los conceptos, a partir de dichas impresiones y elaborar a partir de los mismos
juicios verdaderos y razonamientos verdaderos.
En los animales irracionales mediante un alma sensible que percibe pero no conoce.
Mediante un alma vegetal en las plantas.
Mediante el movimiento local de los átomos regidos por el fatum o destino.30 ​

Las almas individuales son perecederas por naturaleza, y pueden "transmutarse y difundirse, asumiendo
una naturaleza ardiente al ser recibidas en la "razón seminal" (logos spermatikos) del Universo". Dado que
la razón correcta es el fundamento tanto de la humanidad como del universo, se sigue que el objetivo de la
vida es vivir de acuerdo con la razón, es decir, vivir una vida de acuerdo con la naturaleza.31 ​

La teología estoica es panteísta fatalista y naturalista: Dios nunca es completamente trascendente, sino
siempre inmanente e identificado con la Naturaleza; es el mismo mundo en su totalidad el que es divino, lo
que justifica que la creencia en los dioses, pese a su heterogeneidad, sea universal. Las religiones
abrahámicas personalizan a Dios como una entidad creadora del mundo, pero el estoicismo equipara a Dios
con la totalidad del universo

La concepción de un cosmos dotado de un principio rector inteligente desemboca en una visión


determinista del mundo donde nada azaroso puede acaecer: todo está gobernado por una ley racional que es
inmanente (como su logos) y necesaria; el destino no es más que la estricta cadena de los acontecimientos
(causas) ligados entre sí: «Los sucesos anteriores son causa de aquellos que les siguen, y en esta manera
todas las cosas van ligadas unas a las otras, y así no sucede cosa alguna en el mundo que no sea
enteramente consecuencia de aquella y ligada a la misma como a su causa». (SVF, II, 945).

El azar no existe; es el simple desconocimiento causal de los acontecimientos. Si nuestra mente pudiera
captar la total trabazón (conexión) de las causas podría entender el pasado, conocer el presente y predecir el
futuro. Este mundo es el mejor de todos los posibles y nuestra existencia contribuye a este proyecto
universal, por lo que, como veremos, no hay que temer al destino, sino aceptarlo.

Según la cosmología estoica, que es muy similar a la concepción hindú de la existencia, no hay un inicio
absoluto del tiempo, ya que se considera infinito y cíclico.32 ​Del mismo modo, el espacio y el Universo no
tienen ni principio ni fin, más bien son cíclicos. El Universo actual es una fase del ciclo actual, precedida
por un número infinito de Universos, condenados a ser destruidos ("ekpyrōsis", conflagración)33 ​ y
recreados nuevamente, y a ser seguidos por otro número infinito de Universos. El mundo se desenvuelve
en grandes ciclos cósmicos (aión, ‘año cósmico’), de duración determinada, al final de los cuales todo
volverá a comenzar de nuevo, incluso nosotros mismos. El estoicismo considera toda la existencia como
cíclica, el cosmos como eternamente auto-creado y autodestructor (Véase también: Eterno retorno).

Los primeros filósofos que describieron explícitamente los argumentos nominalistas fueron los estoicos,
especialmente Crisipo.34 35
​ ​

Ética: La moral estoica

Al estar todos los acontecimientos del mundo rigurosamente determinados y formar parte el hombre del
logos universal, la libertad no puede consistir más que en la aceptación de nuestro propio destino, el cual
estriba fundamentalmente en vivir conforme a la naturaleza. Para ello, el hombre debe conocer qué hechos
son verdaderos y en qué se apoya su verdad.

El bien y la virtud consisten, por tanto, en vivir de acuerdo con la razón, evitando las pasiones (pathos), que
no son sino desviaciones de nuestra propia naturaleza racional. La pasión es lo contrario que la razón, es
algo que sucede y que no se puede controlar, por lo tanto debe evitarse. Los estoicos solían reducir las
pasiones al placer, la tristeza, el dolor y el temor; estas reacciones deben dominarse a través del autocontrol
ejercitado por la razón. Por lo cual se nos plantea un ejercicio simple: ante la turbación por una situación
que genera inconformidad en el ser, se
debe analizar la situación y preguntarse
¿depende de mí? Si no, se debe aceptar y
comprender que todo lo que ocurre es
parte de un proyecto cósmico. Si la
respuesta es sí, se puede razonar una
solución que devuelva al ser la
impasibilidad (apátheia, de la cual deriva
apatía)36 ​ y la imperturbabilidad
(ataraxia).

De esto se concluye que las pasiones,


como el dolor, son inevitables pero el
sufrimiento es opcional. El ser sufre por la
manera en la que juzga los eventos que le
suceden. Por lo tanto, solo los ignorantes
desconocen el logos universal y se dejan
arrastrar por sus pasiones. Y el sabio ideal Las Meditaciones de Marco Aurelio. Traducción inglesa de 1811.
es aquel que vive conforme a la razón,
está libre de pasiones y se considera
ciudadano del mundo. El cosmopolitismo, que defiende la igualdad y solidaridad de los hombres.

Las cuatro virtudes cardinales (aretai) de la filosofía estoica son una clasificación derivada de las
enseñanzas de Platón (República IV. 426–435):

Sabiduría (griego: φρόνησις "phronesis", o σοφία "sophia"; en latín: prudentia o sapientia)


Coraje (griego: ανδρεία "andreia"; latín: fortitudo)
Justicia (griego: δικαιοσύνη "dikaiosyne"; latín: iustitia)
Templanza (griego: σωφροσύνη "sophrosyne", latín: temperantia )

Después de Sócrates, los estoicos sostuvieron que la infelicidad y el mal son el resultado de la ignorancia
humana de la razón en la naturaleza. Si alguien no es amable, es porque no es consciente de su propia
razón universal, lo que lleva a la conclusión de la crueldad. La solución al mal y la infelicidad es, entonces,
la práctica de la filosofía estoica: examinar los propios juicios y comportamiento y determinar dónde
divergen de la razón universal de la naturaleza.

Los estoicos aceptaban que el suicidio estaba permitido para la persona sabia en circunstancias que
pudieran impedirle vivir una vida virtuosa.37 ​ Plutarco sostenía que aceptar la vida bajo la tiranía habría
comprometido la consistencia de Catón el Joven (constantia) como estoico y perjudicado su libertad para
tomar decisiones morales honorables.38 ​El suicidio podría estar justificado si una persona es víctima de un
dolor intenso o una enfermedad,37 ​ pero, de lo contrario, el suicidio generalmente se consideraría un
rechazo del deber social.39 ​

La doctrina de las «cosas indiferentes»


Véase también: Eudaimonia

En términos filosóficos, las cosas que son indiferentes están fuera de la aplicación de la ley moral, es decir,
sin tendencia a promover u obstruir fines morales. Las acciones que no son requeridas ni prohibidas por la
ley moral, o que no afectan la moral, se denominan moralmente indiferentes. La doctrina de las cosas
indiferentes (ἀδιάφορα, adiaforía) surgió en la escuela estoica como corolario de su oposición diametral de
virtud y vicio (καθήκοντα kathekonta, "acciones convenientes", o acciones de acuerdo con la naturaleza; y
ἁμαρτήματα hamartemata, errores). Como resultado de esta dicotomía, una gran clase de objetos se
dejaron sin asignar y, por lo tanto, se consideraron indiferentes.

Finalmente, se desarrollaron tres subclases de «cosas indiferentes»: cosas para preferir porque ayudan a la
vida de acuerdo con la naturaleza; cosas a evitar porque lo obstaculizan; y cosas indiferentes en sentido
estricto. El principio de adiáfora también era común a los cínicos. Felipe Melanchthon revivió la doctrina
de las cosas indiferentes durante el Renacimiento.

Filosofía social

Una característica distintiva del estoicismo es su cosmopolitismo; Según los estoicos, todas las personas son
manifestaciones del único espíritu universal y deben vivir en amor fraternal y ayudarse mutuamente. En los
Discursos, Epicteto comenta sobre la relación del hombre con el mundo: «Cada ser humano es
principalmente un ciudadano de su propia comunidad; pero también es miembro de la gran ciudad de
dioses y hombres, de la cual la ciudad política es solo una copia».40 ​ Este sentimiento se hace eco del de
Diógenes de Sinope, quien dijo: «No soy ateniense ni corintio, sino ciudadano del mundo».41 ​

Sostuvieron que las diferencias externas, como el rango y la riqueza, no tienen importancia en las relaciones
sociales. En cambio, abogaron por la hermandad de la humanidad y la igualdad natural de todos los seres
humanos. El estoicismo se convirtió en la escuela más influyente del mundo grecorromano, y produjo una
serie de escritores y personalidades notables, como Catón el Joven y Epicteto.

En particular, se destacaron por su urgencia de clemencia hacia los esclavos. Séneca exhortó: «Recuerda
amablemente que el que llamas esclavo nació de la misma población, es sonreído por los mismos cielos y,
en igualdad de condiciones con ti mismo, respira, vive y muere».42 ​

Principales figuras
Estoicismo antiguo (siglos III- Estoicismo medio (siglos Estoicismo nuevo o romano (siglos I
II a. C.):43 ​ II–I a. C.): d. C.-III d. C.):

Zenón de Citio Dionisio de


Aristón de Heraclea Séneca
Quíos Perseo de
Musonio Rufo
Apolófanes Citio Panecio (180–110 a. C.)
Epicteto
Hérilo de Cleantes Posidonio (155–51 a. C.)
Calcedonia Crisipo Sexto de Queronea
Esfero Marco Aurelio

Véase también
Historia de la filosofía occidental
Epicureísmo
Escepticismo
Cinismo

Referencias
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20, 2017.
21. Cfr. Flavio Arriano en su compilación de los discursos de Epicteto, Discursos, 1.15.2.
22. Ancient Logic (http://plato.stanford.edu/entries/logic-ancient/) by Susanne Bobzien. Stanford
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23. Jacques Brunschwig, Stoic Metaphysics in The Cambridge Companion to Stoics, ed. B.
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24. Sexto Empirico, Adversus Mathematicos X. 218. (chronos, topos, kenon, lekton)
25. Marcelo D. Boeri, The Stoics on Bodies and Incorporeals, The Review of Metaphysics, Vol.
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26. Diogenes Laërtius (2000). Lives of eminent philosophers. Cambridge, MA: Harvard
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27. Brenk, Frederick (January 2016). «Pagan Monotheism and Pagan Cult» (https://web.archive.
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Consultado el 14 October 2020. «Historical authors generally refer to “the divine” (to theion)
or “the supernatural” (to daimonion) rather than simply “God.” [...] The Stoics, believed in a
God identifiable with the logos or hegemonikon (reason or leading principle) of the universe
and downgraded the traditional gods, who even disappear during the conflagration
(ekpyrosis). Yet, the Stoics apparently did not practice a cult to this God. Middle and Later
Platonists, who spoke of a supreme God, in philosophical discourse, generally speak of this
God, not the gods, as responsible for the creation and providence of the universe. They, too,
however, do not seem to have directly practiced a religious cult to their God. »
28. Seneca, Epistles, lxv. 2.
29. Para los estoicos, como para todo el mundo griegos, y antiguo en general, el alma es ante
todo principio de «automovimiento», lo que constituye el alma del mundo como movimiento,
y en las plantas como vida vegetativa, en los animales como vida sensible y en el hombre
con capacidad de vida racional.
30. En los hombres la libertad entendida como posible aceptación del fatum para llegar a la
ataraxia es posible porque en ciertos casos el alma racional puede producir una declinatio o
'inclinación' en la trayectoria de los átomos produciendo cierta modulación en el rígido
determinismo de la naturaleza.
31. Tripolitis, A., Religions of the Hellenistic-Roman Age, pp. 37–38. Wm. B. Eerdmans
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32. Ferguson, Everett. Backgrounds of Early Christianity. 2003, p. 368.
33. Michael Lapidge, Stoic Cosmology, in: John M. Rist, The Stoics, Cambridge University
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34. John Sellars, Stoicism, Routledge, 2014, pp. 84–85: "[Stoics] have often been presented as
the first nominalists, rejecting the existence of universal concepts altogether. ... For
Chrysippus there are no universal entities, whether they be conceived as substantial
Platonic Forms or in some other manner.".
35. Chrysippus – Internet Encyclopedia of Philosophy (https://www.iep.utm.edu/chrysipp/)
36. Seddon, Keith (2005). Epictetus' Handbook and the Tablet of Cebes (https://archive.org/detai
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40. Epicteto, discursos , ii. 5. 26
41. Epicteto, discursos , i. 9. 1
42. Séneca, Cartas a Lucilio, carta 47: Sobre amo y esclavo, 10, circa AD 65.
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Bibliografía
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Texto bilingüe (https://es.scribd.com/doc/48541501/Ciceron-Marco-Tulio-Las-Paradojas-
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web.archive.org/web/*/http://es.scribd.com/doc/48541501/Ciceron-Marco-Tulio-Las-Paradojas-de-
Los-Estoicos-Bilingue), la primera versión (https://web.archive.org/web/1/http://es.scribd.com/doc/4
8541501/Ciceron-Marco-Tulio-Las-Paradojas-de-Los-Estoicos-Bilingue) y la última (https://web.arc
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el sitio (http://www.perseus.tufts.edu) del Proyecto Perseus, de la traducción inglesa
corregida y editada por William W. Goodwin, y publicada en 1874; en la parte
superior derecha se hallan los rótulos activos focus (para cambiar al texto griego
fijado por Gregorius N. Bernardakis en 1895) y load (para obtener el texto bilingüe).
XIII, 73: Los estoicos dicen más disparates que los poetas (Ότι παραδοξότερα οι Στωικοί
των ποιητών λέγουσιν - Compendium Argumenti Stoicos absurdiora poetis dicere).
Texto (http://www.perseus.tufts.edu/hopper/text?doc=Perseus:text:2008.01.0391), en
el P. Perseus, de la trad. inglesa corregida y editada por Goodwin, y publ. en 1874;
con las mismas características.
XIII, 74: Sobre las nociones comunes contra los estoicos (Περί των κοινών εννοιών
προς τους Στωικούς - De communibus notitiis adversus Stoicos).
Texto (http://www.perseus.tufts.edu/hopper/text?doc=Perseus:text:2008.01.0393), en
el P. Perseus, de la trad. inglesa corregida y editada por Goodwin, y publ. en 1874;
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William W. Goodwin (William Watson Goodwin, 1831 - 1912): clasicista
estadounidense, profesor de griego de la Universidad de Harvard.
Gregorius N. Bernardakis (Gregorios N. Bernardakis: Γρηγόριος Ν.
Βερναρδάκης; translit.: Grigorios N. Vernardakis; neolatín: Gregorius N.
Bernardakis; 1848 - 1925): filólogo y paleógrafo griego.

MUSSARRA ROCA, Joan Josep: La representació dels déus en les tragèdies d’Eurípides i
de Sèneca (La representación de los dioses en las tragedias de Eurípides y de Séneca);
tesis doctoral. Departamento de Filología Griega de la Facultad de Filología de la
Universidad de Barcelona. 2002.
Reproducción (https://www.tesisenred.net/bitstream/handle/10803/97053/JJMR_TESI.p
df?sequence=1&isAllowed=y), en catalán, en PDF; véase el apartado VI: Primera
exemplificació: Estructures de pensament estoic en la representació dels déus en
l'Hercules furens (Primer ejemplo: Estructuras de pensamiento estoico en la
representación de los dioses en el Hercules furens), en la pág. 207 (pág. 208 de la
reproducción electrónica).
El índice, en la pág. 5 (pág. 6 de la repr. elec.).
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Enlaces externos
Wikiquote alberga frases célebres de o sobre Séneca.
Wikiquote alberga frases célebres de o sobre Marco Aurelio.
Wikcionario tiene definiciones y otra información sobre estoicismo.

 Varios autores (1910-1911). «Stoics». En Chisholm, Hugh, ed. Encyclopædia Britannica.


(en inglés) (11.ª edición).
A Dictionary of Arts, Sciences, Literature, and General information
Encyclopædia Britannica, Inc.; actualmente en dominio público.
Stoicism (https://plato.stanford.edu/entries/stoicism/) en Stanford Encyclopedia of
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