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Genética y evolucién INDICE DEL CAPITULO La evolucién de la Evoluci6n Los principios de la selecci6n natural Herencia Fuentes de variabilidad El origen de las especies Seleccién natural de los rasgos de comportamiento 38 Carfruro 3 Genénca v evouucién FY [os astrénomos estiman que el universo existe desde hace 15.000 millones de anos, es decir, ‘més o menos, desde hace unos pocos miles de millones, Para hacer esta historia algo més ‘comprensible, Carl Sagan disen6 un calendario que con- ‘entra esta cifra en un solo aft, usando como escala 24 dias por cada 1.000 millones de anos y 1 segundo por cada 475 atios. Sagan sina el «Big Bang» o comienzo del ‘universo el I de enero, el origen de la Via Lactea el | de ayo, el9 de septiembre el origen de nuestro sistema so- lar y el 25 de septiembre ol comienzo de la vida en la ‘Tierra, A las 10:30 horas del dia 31 de diciembre aparece el primer hominido. Para Sagan, la comprensién de la historia nos proporciona una via manejable para compa- rar el corto tiempo dela existencia humana con el tiempo total de existencia del universo. Los hominidos, segin Sa- ‘gn, habrian aparecido hace solamente 90 minutos de un periodo de doce meses. En este libro estudiaremos lo que ‘ha ocurrido en las Gltimas pocas horas del ano, Hace de 55a 65 crones, aparecié el primer primate, es decir, el ancestro comtin de todos los monos y humanos pposteriores. Los primeros primates pueden haber vivido ‘0 no en los drboles, pero tenfan dedos flexibles con los «que podfan agarrar las cosas. Mas tarde, hace nos 35 cro- res, aparecieron los primeros Anthropoidea. Hace 15 ‘crones, ¢s decir, unos 20 millones de aitos después de la aparicién de Prosimii y Anthrop oidea aparecié probable- mente el primer antepasado del hombre con aspecto de mono, y hace s6lo 4 millones de aftos aparecié el primer hominido. Los humanos con aspecto moderno aparecie- ron hace solamente unos 100.000 anos. sCémo expondremos la evolucién biol6gica y cultural de los seres humanos? Los detalles de la aparicién de los ‘Primates y la evolucién de los humanos y sus culturas se ‘estudiarin en los capitulos siguientes. Fn este capftulo ve~ remos cémo se desarrollé la teorfa moderna de la evolu- én y cémo se produjo este cambio a lo largo del tiempo. ca La evolucién de la Evolucién En Occidente, las ideas tradicionales sobre la natura~ Jeza de las criaturas eran muy diferentes dela teorfa de la evolucién de Charles Darwin, quien sugirié que las dis- tintas especies se desarrollaron, unas a partir de otras, durante un largo espacio de tiempo, En el siglo V a. Cy los grandes filésofos Platén y Aristoteles crefan que ani- males y plantas formaban una continuidad simple y sgadual que iba desde los de mayor a los de menor per- feccidn, estando, por supuesto, los humanos en lo més alto de la escala. Posteriormente, los fil6sofos griegos afadieron la idea de que el creador habia concedido la vvida 0 eresplandor» primero a los humanos, pero que en cada creacién subsiguiente, parte de esa esencia se per- dia. Macrobio, resumiendo las ideas de Plotino, utilize tuna imagen, que perduré durante siglos, la imagen de lo que se llamé «cadena de seres»: «La atenta observacién ‘mostrard una conexiOn de partes, que descenderta desde €1Dios Supremo hasta los tltimos niveles, todos ellos re- lacionados entre si y sin una divisién. Y ésta es la cadena de oro de Homero, que Dios, dice, dejé como herencia del cielo ala tierra», ‘La creencia en la cadena de seres vino acompanada de Ja comvicci6n de que una especie de plantas o de anima- les no se podria extinguir. De hecho, todas las cosas esta ban relacionadas unas con otras en una cadena, y todas ellas eran necesarias. Sobre todo si la nocién de extincién espantaba a la gente que creia en Dios, ya que era im- pensable que alguna de las creaciones de Dios pudiera desaparecer. ‘aidea de la cadena de seres persisti6 alo largo de los aos, sin ser discutida exhaustivamente por los fildsofos, cientificos, poetas ni tedlogos hasta el siglo xvitl. Aque- llos debates prepararon el terreno para la teoria evolu- Gonista, Resulta paraddjico que, aunque la cadena de seres no dejara cabida para la evolucién, la idea de que cxistia un orden de cosas en la naturaleza alentara los es- ‘tudios de Historia Natural y a los de Anatomfa compa~ rada, que estimularon la aparicién de la teorfa de la evolucién. Ia gente también estaba motivada por la busqueda de criaturas hasta entonces desconocidas. Es- tando asf las cosas, nadie se sorprendié cuando los na- turalistas sugirieron que los. seres humanos estaban relacionados con los monos, concepto perfectamente compatible con la idea de la cadena de seres, ya que los ‘monos cstaban creados de forma mas simple, con me- nos perfec: A principios del siglo xv, un influyente cientifico, Ca- rolus Linnaeus (1707-1778), desificé plantas y animales, enun systema naturae, que situaba al hombre en el mismo orden (primates) que a los monos. Linnaeus no sugiti6 ninguna relacién evolucionista entre el hombre y los mo- nos; sélo acept6 la creencia de que todas las especies fue- ron creadas por Dios y fijadas en la forma que tenian. “Todas ellas tenfan un ancestro comtn (wase Figura 3.1), Para otros, las especies no fueron definitivamente fija- das en su forma. Por ejemplo, de acuerdo con Jean Bap- tiste Lamarck (1744-1829), las caracteristicas adquiridas podrfan heredarse y posteriormente las especies podrian evolucionar. Los individuos que a lo largo de su vida de- sarrollaban caracteristicas que les ayudaban a sobrevivir transmitir dichas caracteristicas a sus hijos, lo que haria cambiar la estructura fisica de las especies. Por ejemplo, Lamarck explicaba el cuello largo de las jralas Figura 3.1. 1a idea de que chimpancts y humans descienden de un an- ‘esto comin se sugiere por les parecdos anaténicos, como es el ‘aso de los antebnazas. Fsquelet del antetnazo de wun chimparicé (Gequieréa) y el de un horabre(derecha). como el resultado de que sucesivas generaciones de jira~ ‘fas habrian tenido que estirar el cuello para alcanzar las hojas de los érboles. Los estirados mtisculos y huesos del cuello fueron transmitidos de alguna manera al resto de jirafas queno los tenfan y todas clas acabaron con esta es- ‘ructura de cuello alargado. Pero como Lamarck y més tarde otros cientificos no pudieron aportar pruebas que apoyaran la hipétesis de que las caracteristicas adquiridas se pueden transmitir porla herencia, esta exposicién dela ‘evolucién hoy dia esté generalmente desestimada, En siglo xx algunos pensadores comenzaron a acep- tarla evolucién, en tanto que otros la refutaban por com- pleto. Por ejemplo, Georges Cuvier (1769-1832) mantenia una firme oposicién a la teorfa evolucionista. La teoria del carastrofismo de Cuvier sostenfa que una répida serie de ‘atfstrofes explicaria las grandes alteraciones de la Tierra y el registro fésil, Estas catéstrofes y trastomnos, segtin él, & Capiruo 3 Genénica y evotucién 39 hhabrian dado Iugar asituaciones como el dituvio de la his- toria de Noé y habrian exterminado todos los seres vivos ‘que vivian en la Tierra que, a partir de entonces, tuvo que repoblarse con nuevas creaciones, Tos cambios en el pensamiento geol6gico continua- ron a lo largo del siglo 10x. A comienzos del mismo, el ‘gedlogo James Hutton (1726-1797) se cuestiond la idea dl catastrofismo, aunque su trabajo fue ignorado. Lo ‘contrario ocurri6 con Sir Charles Lyell (1797-1875) cu- yos voliimenes sobre Principios de Geologia (1830-1833), ‘basados en los primeros trabajos de Hutton, recibieron ‘una inmediata aceptacién. Su concepto de cactualismo» sostiene que la Tierra esté continuamente construyén- dose y reconstruyéndose por fuerzas naturales que ope- ran en un vasto espacio de tiempo. Lyell discutié también |e formacién de los estratos geolégicos y la Paleontologia y utilizé diferentes faunas fosilizadas para definir distin- tas épocas geoligicas. Los trabajos de Lyell fueron dvida- mente leidos por Charles Darwin antes y durante su Charles Darwin (Fuente: Pintura de John Collier, 1883, «Charlie Robert Darwin», 125,7 x 96,5 cm. Londres, Natio- nal Portrait Gallery/1024. Bildarchiv Preussischer Kultur- besitz. Foto: Jochen Remmer). 40 Carfruco 3 Genénca v evouucién famoso viaje en el Beagle; ambos cientificos mantuvieron ‘correspondencia y legaron a ser amigos. Después de estudiar los cambios en plantas, animales fisiles, y variedades de palomas domésticas y salvajes, Charles Darwin (1809-1882) rechaz6 la teoria de que cada ‘specie fue creada en un tiempo y con una forma fija, ya ‘que el resultado de sus investigaciones demostraba dara- mente lo que él pensaba: la evolucién de las especies por ‘medio del mecanismo de selecci6n natural, Mientras Dar- ‘win estaba completando su libro con esta teorfa, Lyell le en- vid un manuscrito de Alfred Russel Wallace (1823-1913), ‘un naturalista que de forma independiente habia llegado a Ja misma condusién de la evolucién de las especies que la descubierta por Darwin. En 1858 ambos presentaron jun- tos la asomibrosa teoria dela selecién natural a sus coiegas ‘en una sesin de la Sociedad Linneana de Londres. En 1859, cuando Darwin publicé El Origen de las Es- pecies por media de la Seleccién Natural, escribié: «Estoy ‘completamente convencido de que las especies no son ‘nmutables; que aquellas pertenecientes alo que se lama al mismo género son descendientes lineales de alguna ‘tra y generalmente extinta especie, de igual forma que Ja reconocida variedad de cada una de ls especies». Sus condlusiones disgustaron a aqudlos que creian en clacto de la creacién, dando como resultado una agria contro- vyersia que todavia contintia. Hasta 1871, cuando su Origen del Hombre fue publi- ‘ado, Darwin mantuvo categéricamente que el hombre ee aaenee ae a © Sisco) | ) ) Figura 3.3. Meiosis ‘onganismos vvos, la herencia esti controlada por la misma sustancia quimica, el ADN (dcido desoxirribonudeico); una gran cantidad de investigaciones se ha dirigido a la ‘comprensién del ADN, cudl es su estructura, cGmo se du- plica en la reproduccién y c6mo organiza o da instruccio- nes para la formacién de un organismo completa, e CD-ROM Simulacién IL-3 Una de las claves més importantes para comprender el desarrollo humano y genético es la estructura y fun- para ensam- blarun mapa genético completo de os seres humanos, En ar as x man Se BAG Sean ae 5 Figura 3.4. La molécula de ADN esté consttuida por dos ramas esprales de azticar-fosate. Las ramas se unen entire si por medio elas bux 3 nitrogeradas adenina (A), guanina (G),sionina (T) y citosina (©). Guarido a molécula de ADN se reproduce se separa las ba~ 68 y la cadena espinal se desenrolla. Cada rama original sirve como un molde a to largo del cual se forma wna rueva cadena complementaria. Fuente: De The Language of Heredity by Paul ‘Bergand Maxine Singer. Reproducido con permiso de University ‘Science Books, 55D Gate Five Road, Sausalito, CA 9465 48 Carfruto 3 Genénca v evouucién julio det ano 2000 se completé el mapa inicial. Aunque ‘queda mucho trabajo por realizar, éste es un esfuerzo sig- nificativo y certamente es el comienzo de la comprensién de c6mo funciona el cédigo genético, & CD-ROM Simulacién 14 ‘ARN MENSAJERO. El ADN almacena la informa- G6 para construir células, pero no influye directamente cen a formacion de células. Un tipo de écido ribonucleico (ARN), el ARN mensajero (ARN), es copiado a partir de una porcién del ADN para salir nego del miicleo ce- lular y participar directamente en la formacién de las proteinas. Las protefnas desempeian tantas funciones (que se las puede considerar como responsables de la ma- yoria de las caracteristicas de un organismo. Actian ‘como catalizadores para sintetizar ADN y ARN, asi como en casi todas las actividades celularess también contribu- yen en muchos elementos estructurales que determinan bb forma y el movimiento de las células. EL ARN mensa- jero se parece al ADN en que tiene una secuencia lineal de bases unidas a un grupo azticar-fosfato, aunque es li- seramente diferente bajo el punto de vista quimico. Una de las diferencias es que el ARN mensajero posee la base uracilo en vez de la timina. El ARN mensajero también tiene un grupo anticar-fosfato diferente y es de ramas sencillas, no dobles como el ADN. EL ARN mensajero se forma cuando una molécula doble de ADN gira y se des- dobla formando una plantilla para el mARN. Después se ‘copia una seccién del ADN, el mARN se separa del ADN y deja el ntideo, mientras la doble hélice del ADN se ‘welvea reestructurar. SINTESIS PROTEICA. Una vez que el mARN abandona al ADN, viaja a través del niicleo celular y pe- netra en el citoplasma de la célula donde se une a unas estructuras celulares lamadas ribosomas, que usan la in- formacion transportada por el mARN para fabricar pro- teinas. Lo que hacen los ribosomas, fundamentalmente, ¢ cleer> ls bases quimicas que lleva el mARN que son ‘ks que informan al ribosoma de los aminodcidos especi- ficos que hay que unir para formar una proteina (véase ‘Figura 3.5). Por ejemplo, la secuencia del mARN, ade- nina, adenina, guanina (AAG), le dice al ribosoma que coloque el aminodcido lisina en esa localizacién, mien- ‘ras quella secuencia: adenina, adenina, citosina (AAC) le pide el aminoacido histidina, También existen comandos del mARN que le dicen al ribosoma cuando empezar y ‘exdndo terminar la sintesis de una proteina. Porlo tanto, el cédigo del ADN copiado en el ARN proporciona a los “i “Zo : ee f ‘ses | - ‘a8 parte occ pepo: - potbsp tio OO ences pupndkos=protelna Figura 3.5. Translacion y sintesis proteica HL mARN copiado del ADN celular se sles por un ribosoma que capta el aminodcido con el correspondiente ARN transfente ARN) levdndolo a wma cadena de aminodcides (denominada caclena de polipépides porque los arminoicidos estin ensablados or etlaces peptidicos). La cadena que posee mds de 100 arsiiod- cidos se llama proteina. ribosomas toda la informacién necesaria para construir kas protesnas que forman las estructuras del organismo y dirige los procesos vitales. @ CD-ROM Simulacién 1-5 oe Fuentes de variabilidad La seleccién natural inicamente se produce cuando ‘arian los individuos de una poblacién. Fxisten dos fuentes genéticas de variabilidad: recombinacién gené- tica y mutacién, RECOMBINACION GENETICA Ta distribucién de caracteres de los padres a los hi- jos varia de una criaa otra, Los hermanos y hermanas no ‘son exactamente semejantes, ni siquicra los hijos se pare- ‘en en un 50 por ciento al padre y en el otro 50 por cento a la madre, Esta variacién se produce porque auando se forma un espermatozoide © un évulo, cada par de cromosomas se recibe al azar. Entonces cada cé- lula reproductiva lleva un surtido aleatorio de cromoso- -mas con sus respectivos genes, En la fertilizacion, tanto el évulo como el espermatozoide que se unen son diferen- tes del resto de évulos de la madre y también del resto de espermatozoides del padre, De esta forma sélo se consi- gue un hijo diferente en cada mezda de cromosomas de ambos progenitores. Una causa de este azar es la segre- gacién aleatoria o sorteo, de los cromosomas durante la meiosis. Concebiblemente, un individuo podrfa conse- guir cualquiera de las posibles merclas_ de los cromoso- ‘mas paternos y maternos. Otra causa de la combinadén al azar de los cromosomas es el crossing-over, intercam- bio de secciones de los cromosomas entre un cromo- soma y otro (Figura 3.6). Par do eromosomas homélogos Durante la separacion ia parte final de los Panto de cruce aos-over ‘somesomas sha ‘ntercembado en punto PSE t Punto de eruce . ‘Muchos teéricos est in de acuerdo com la idea de apli- car la teoria dela seleccién natural a la evolucién cultu- ral, pero otros prefieren usar diferente terminologia cuando tratan de caracteres que no dependen de la transmisién puramente genética de una generacién a la siguiente, por ejemplo, Robert Boyd y Peter Richerson dicen que la conducta humana se relaciona con la herencia dualo. Fllos distinguen la transmisién cultu- ral, por aprendizaje e imitaci6n, de a transmisién gené- tica, pero destacan la importancia de comprender ambas, asf como la interaccién entre ellas, William Durham trata también por separado la ‘ransmisién cultural, usando el témino «meme» (and- logo al término gene) parala unidad de transmisi6n cul- tural. Dirige su atencién a la interaccién entre genes y cultura, llamando a esa interaccién «coevolucion> y ofrece ejemplos de cémo la evolucién genética y la evolucién cultural pueden llegar a cambiar una a otra, ‘mo una puede mejorar a otra ¢ incluso cémo una puede oponerse a otra, Ast, en los seres humanos, la evolucién biolégica y la cultural puede que no sean dos procesos separados. ‘Como comentaremos, algunas de ls caracteristicas bio- ‘Idgicas mas importantes de los seres humanos -tales ‘como sus relativamente grandes cerebros- pueden ha- ber sido favorecidas por la evolucién natural porque sus antepasados fabricaron herramientas, una caracteristica cultural. Contrariamente, la caracteristica cultural de la ‘educacién formal ¢ informal puede haber sido favore- ‘ida por la selecci6n natural porque los humanos tienen un largo perfodo de inmadurez, una caracteristica bio- legica. “Mientras que la especie humana siga existiendo y el medio ambiente social y cultural continde cambiando, existen razones para pensar que continuara producién- dose la seleccién natural de las caracteristicas biol6gi- casy culturales. Sin embargo, como los seres humanos aprenden cada vez mas de la estructura genética, serén ‘apaces de curar las enfermedades causadas genética mente ¢, incluso, de alterar los procesos evolutivos. Hoy dia, los investigadores de esta especialidad son ca- paces de diagnosticar los defectos genéticos en los fetos en desarrollo, y los padres pueden y deben decidir si continuar 0 acabar con el embarazo. En breve, los in- sgenieros genéticos probablemente lograrén que se pue- dan diagnosticar los defectes, ¢ induso, tratar de «perfeccionar» el cédigo genético de un feto en desa- rrollo. Si cl hombre debe 0 no y hasta qué punto alte- rar los genes seré, sin duda, un tema de debate continuo, pero todas las decisiones sobre este tema afectarin al curso de la evolucién humana tanto biolé- fica como culturalmente, Sumario 1. Siestudiamos la historia del universo en término de 12 meses, la historia de los primeros hominidos seria fan sélo de alrededor de una hora y media, El universo & Capiruio 3 Genénca y evowucion 55 tiene alrededor de 15.000 millones deattos y os seres hu- ‘manos actuales alrededor de 100.000 aitos. 2, Las ideas sobre la evolucién tardaron bastante tiempo en aceptarse debido a que estaban en contradic-

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