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Resumen
En esta revisión se presentan los hallazgos más importantes encontrados en la
literatura sobre los factores de riesgo de los trastornos de ansiedad en la infancia y
adolescencia. En primer lugar se describen aquellas variables disposicionales del niño
como el temperamento, autoestima, sexo... que pueden constituir potenciales factores de
riesgo de ansiedad. A continuación se hace referencia a factores de tipo genético,
familiar, ambiental y social, para finalmente acabar presentando dos modelos que
integran el conjunto de estos factores y así poder abordar de una forma más completa y
comprensible la génesis de los trastornos de ansiedad en la infancia. Las conclusiones a
las que se llega es que, pese el creciente conocimiento de los factores que intervienen en
la gestación de los trastornos de ansiedad, la etiología de los mismos está todavía por
conocer. Asimismo, se subraya la necesidad de considerar la confluencia o interacción
entre múltiples factores de riesgo para explicar la etiología de estos trastornos, más que
los efectos aislados que puedan estar ejerciendo cada uno de ellos sobre el individuo.
Palabras clave: Factores de riesgo, trastornos de ansiedad, psicopatología en el
niño y adolescente.
Abstracj
This review presents the main findings in current literature about risk factors for
anxiety disorders in children and adolescents. Individual child variables, such as
temperament, self-esteem and gender, are first described. Genetic, family and social
factors are then reviewed. Two models that integrate al1 these factors and help to
understand the development of anxiety disorders in childhood are introduced.
Conclusions are that, although much is known about the factors that intervene in these
disorders, their etiology is still to be clarified. The need to consider the confluence or
interaction among multiple factors in order to understand the etiology of anxiety
disorders, rather than isolated effects, is emphasized.
Key words: Riskfactors, anxiety disorders, child and adolescent psychopathology.
(*)Esta investigación se ha llevado a cabo gracias a las ayudas DGICYT PM91-0209 y DGICYT PM95-0126
del Ministerio de Educación y Ciencia.
Dirección de los autores: Departament de Psicologiade la Salut i de Psicologia Social. Facultat de Psicologia,
Edifici B Universitat Autbnoma de Barcelona. 08193 Bellaterra. Barcelona.
A.MOTaboada Jiménez y otros Factores de riesgo de los trastornos de ansiedad
indecisión del niño para aproximarse a lo de este estudio no difieren de los anteriores. Y
desconocido, y reactivaría de nuevo en los más recientemente, Basic BehavioralScience
padres más protección. De esta forma se Task Force (1996) afirman también, que los
autoperpetuaría un ciclo que facilitaría la niños caracterizados por un temperamento
estabilidad de la inhibición conductual. muy inhibido (baja sociabilidad), tienen un
Investigadores de otros lugares también riesgo elevado para desarrollar diferentes
sostienen algunos de estos descubrimientos. trastornos de ansiedad, así como también
Por ejemplo, Jalenques y Coudert (1990) uti- depresión, durante la infancia y la adolescen-
lizando los criterios del DSM-111-R (APA, cia. Al mismo tiempo, estos niños tienen una
1987), encontraron que los niños que eran mayor probabilidad de tener familiaresdiag-
más introvertidoso inhibidos tenían un ries- nosticados clínicamente como ansiosos o
go más elevado para desarrollar trastorno de deprimidos. Estos autores sugieren que po-
ansiedad excesiva o trastorno de evitación dría haber una base familiar para la timidez:
que los niños que no presentaban estas carac- En cambio el nivel de actividad, parece no re-
terísticas. Asimismo, Rende (1993) estudió lacionarse con ningún trastorno de ansiedad.
asociaciones psicopatológicosde tres dimen- Todos estos hallazgos sugieren que, a
siones temperamentales mediante el EAS pesar de no poder discernir la importancia
(Dimension of temperament, Buss y Plomin, relativa de factores de riesgo transmitidos
1984).Los autoresparten de que laemociona- genéticamente o ambientalmente (Rosem-
lidad podría estar relacionada con depresión; baum et al. 1992), la inhibición conductual
la actividiadcon trastornos de hiperactividad; podría ser una manifestación temprana de
y la sociabilidad con delincuencia. Conside- una predisposición familiar para los trastor-
ran, pues, que estos rasgos en sus formas ex- nos de ansiedad (Biederman, Rosembaum,
tremas podrían ser predictores de problemas Chaloff y Kagan, 1995). Sin embargo, pues-
psicológicos (que en el estudio de Rende, se to que no todos los niííos inhibidos conduc-
centra especialmenteen los trastornos de an- tualmente desarrollan trastornos de ansiedad
siedad. En una muestra longitudinal, en- (Biderman et al. 1993; Manassis, Bradley,
contraron que una elevada emocionalidad, Goldberg, Hood y Swinson, 1995)y algunos
( p <O .01) y una baja sociabilidadQJ < 0.05), niños ansiosos no tienen una historia previa
estaba asociado con puntuaciones altas en an- de inhibición (Manassis et al. 1995), surge la
siedad en las niñas. Para los niños, la dimen- necesidad de considerar la inhibición con-
sión que predecía ansiedad era una elevada ductual como uno de los múltiples factores
emocionalidad ( p<0.01). Si esta elevada emo- que pueden estar contribuyendo en la géne-
cionalidad implica una elevada activación del sis de los trastornos de ansiedad (Biederman
sistema nervioso simpático, o un bajo umbral et al. 1993; Manassis et al. 1995).
de activación simpática,y la baja sociabilidad Así por ejemplo, una variable muy im-
la entendemos como una tendencia a retraer- portante que no se ha tenido en cuenta en
se (Bowen, Vitaro, Kerr y Pelletier, 1995), estos estudios sobre inhibición conductual,
ambos constructos, relacionados con inhibi- es el sexo de los sujetos. Ciertos rasgos tem-
ción conductual (Biderman et al. 1993; peramentales observados muy temprana-
Hirshfeld et al. 1992; Manassis y Bradley, mente en la vida (Costas, 1990) como por
1994; Basic Behavioral Science Task Force, ejemploel nivel de habituación, orientación,
1996), podríamos pensar que los resultados motricidad, variabilidad de estados, estabi-
lidad del sistema nerviosos vegetativo, refle- cia de temor y defensa del sexo débil (Braga-
jos ... eva1uado;on la Neonatal Behavioral do, 1994). Esta aceptabilidad diferencial de
Assessment Scale, (NBAS) (Brazelton, 1973, la timidez en niños y niñas, podría explicar
1984); o por ejemplo, medidas del umbral el hecho de que la timidez o inhibición sea
doloroso, madurez motriz, fijación visual y más estable en niñas que en niños. Y, por
seguimiento de objetos, estimación de la otro lado, la inhibición conductual en niños
irritabilidad o sensibilidad ante diferentes podría ser un mejor predictor de posteriores
estímulos, tono muscular... evaluado con el problemas internalizantes que en las niñas
Grahan Behavioral Test for Neonates (Bowen et al. 1995). No obstante, futuros
(Graham, 1956), podrían predecir desadap- estudios deben replicar este supuesto.
taciones conductuales o estilos conductuales Todo esto nos sugiere que el tempera-
(Costas, 1990)en la infancia y adolescencia, mento del niño, ya muy tempranamente, va
pero los patrones de conexión para los dife- a interactuar con el entorno y posiblemente
rentes síndromes psicopatológicos difieren contribuirá en la formación de los vínculos
en niños y niñas (Rende, 1993). Por consi- sociales en el establecimiento de las relacio-
guiente, las tendencias psicopatológicas y nes con los que le rodean (Werner ,1993), ya
las consecuencias de la inhibición conduc- que como se ha visto en estudios anteriores,
tual podrían diferir en función del sexo de el temperamento del niño juega un rol esen-
los sujetos (Bowen et al., 1995). De momen- cial en el establecimiento de las relaciones
to, Sa inhibición conductual parece ser más con los que le rodean. Por ejemplo, un niño
estable en las niñas que en los niños desde la con un temperamento fácil (que se adapta
infancia temprana hasta la adolescencia fácilmente a las situaciones, con humor po-
(Kerr, Lambert, Statain y Klackenberg- sitivo, que sea regular en sus hábitos bioló-
Larsson, 1994). Por otro lado, Bowen et al. gicos diarios, que sea capas de mantener la
(1995) encontraron que, en la literatura, la atención), elicitará más respuestas positivas
timidez es considerada un rasgo más apro- de su madre que un niño con un tempera-
piado para niñas que para niños. Así, poi. mento difícil (que sea muy activo, que res-
ejemplo, en un estudio revisado por estos ponda a las situaciones de manera muy in-
autores, se halló que las madres de niños tí- tensa, que se distraiga fácilmente), determi-
midos se mostraban más descontentas con nando así, el tipo de relación que se establez-
sus hijos que las madres de niñas timidas. La ca e influyendo en su posterior adaptación.
timidez en las niñas predecía sensibilidad, Así pues, la relación de apego, entendi-
delicadeza y satisfacción en sus madres, no do como la relación o vínculo afectivo espe-
siendo así para los niños. En éstos la timidez cial que se establece entre el niño y sus
se volvía menos aceptable para sus madres a cuidadores, cuya finalidad principal es pro-
medida que se iban haciendo mayores. Esto porcionar al niño supervivencia y seguridad,
es posible dado que en las mujeres social- entre otros durante la primera infancia ,
mente se espera un rol de comportamiento (Basic Behavioral Science Task Force,
femenino caracterizado por temerosidad, 1996; López, 1985), es otro de los factores
necesidad de protección, más dispuestas a que podría estar relacionado con el posterior
reconocer y comunicar sus temores etc ... En desarrollo de los trastornos de ansiedad. En
cambio para los niños el comportamiento un estudio en el que se examinó si la inhibi-
social esperado es de valor, fortaleza, ausen- ción conductual, la inseguridad del vínculo
Apuntes de Psi~
rologia. 1998. Vol. 16, números 1 y 2, pp. 47-72.
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A.Ma Taboada Jiménez y otros Factores de riesgo de los trastornos de ansiedad
afectivo o ambos podrían estar asociados un apego inseguro. Estos últimos tendían a
con ansiedad en una población de alto ries- tener más problemas en sus relaciones con
go (&íos de madres ansiosas), los resultados las otras personas dado que sus conductas
demostraron qye tanto la inhibición como eran a veces hostiles, distantes o demasiado
una relación de apego inseguro parecían es- dependientes, con lo cual sus relaciones so-
tar asociadas con una mayor vulnerabilidad ciales se veían significativamenteafectadas.
para la ansiedad O,< 0.05) (Manassis, Bradley, Este autor sugiere que un apego inseguro en
Goldbrsrg, Hood y Swinson, 1995). Sin em- la infancia puede predecir, entre otros, difi-
bargo, la inseguridad del apego y la inhibi- cultades en las relaciones con los iguales.
ción capductual por sí solas no son suficien- Por otro lado, está claro que estas relacionesd'
tes para explicar el desarrollo de estos tras- con los iguales son de esencial importancia
tornos (Manassis y Bradley, 1994). De he- para el desarrollo de las competencias socia-
cho, en el estudio de Manassis et al. (1995) les de los niños. El niño que presente proble-
evaluaron la relación de apego con un proce- mas importantes en sus relaciones con los
dimiento experimental estandarizado: el iguales, no sólo se verá privado de ocasiones
Strange Situacion Procedure (Ainsworih y para aprender las habilidades necesarias para
Wittingm, 1969)y encontraron que los niños interactuar con los otros (Jiménez, 1995a;
que tenían mayor riesgo de padecer ansiedad Manassis y Bradley, 1994), sino que además
eran aquellos que además de ser inhibidos presentará un elevado riesgo para padecer
tenían una relación de apego inseguro, y posteriores problemas psicológicos (Jimé-
cuyas madres experimentaban múltiples nez, 1995a;La Greca, 1993;Taboada, Gra-
estresores, tenían síntomas depresivos y se nero, de la Osa y Ezpeleta, 1996).Por ejem-
sentían incompetentes como madres y frus- plo, hay evidencia de que un déficit en habi-
tradas con el niño, Lo que no queda claro es lidades sociales o, unas pobres relaciones
cómo la inhibición y la inseguridad del ape- sociales en la infancia, está asociado con
go podrían interactuar para incrementar el toda una gama de problemas internalizantes,
riesgo de ansiedad. Uno de los dos factores entre los cuales se encuentra la ansiedad
podría ser de mayor importancia que otro en (Jiménez, 1995a).Así pues, una relación de
el desarrollo de ciertos tipos de ansiedad. O apego inseguro, aunque no directamente,
bien, los diferentes tipos de relación de ape- podría tener una cierta asociación con el
go inseguro podrían interactuar con la inhi- desarrollo de estos trastornos.
bición conductual de diferentes formas para Por otro lado, los estudios revisados so-
dar lugar a los distintos tipos de trastornos de bre trastornos de ansiedad en la infancia con-
ansiedad. Pero estas dos hipótesis no han firman una prevalenciamás alta de estos tras-
sido probadas. tornos en niñas que en niños (Clark, Smith,
Basic Behavioral Science Task Force Neighbors, Skerlec y Randall, 1994;Costello
(1996) no relacionó directamente el apego y Angold, 1995; Kashani y Orvaschel, 1990;
con los trastornos de ansiedad, pero sí dejó Kashani, Orvaschel, Rosenberg y Reid, 1989;
claro que los niños que presentaban un ape- Rodríguez-Sacristán, 1995). Aunque estas
go seguro tenían más probabilidad de ser diferencias entre sexos desaparecen cuando
empáticos, menos conflictivos y más com- se considera cada trastorno separadamente
petentes en sus relaciones con los adultos y (Bird, Gould, Yager, Staghezza y Canino,
comf>anemsque los niños caracterizadospor 1989;Costello y Angold, 1995; Last, Perrin,
Apuntes de Psicologi~.1998. Vol. 16, números 1 y 2, pp. 47-72.
A.MaTaboada Jiménez y otros Factores de riesgo de los trastornos de ansiedad
Hersen y Kazdin, 1992).Tan s610 para el tras- la etiología de los trastornos de ansiedad,
torno de ansiedad excesiva la diferencia entre ésta no es determinista ni isomórfica para
sexos parece ser clara y consistente (Coste110 todos los tipos de trastornos de ansiedad.
y Angold, 1995). Estas diferencias, hasta el Algunos investigadores, por ejemplo,
momento, no han sido explicadas satisfacto- han encontrado, bien en investigacionespro-
riamente y podrían, en cambio, orientar el pias o bien en la literatura, que la ansiedad
entendimiento de la etiología de los trastornos generalizada no está influida por factores
de ansiedad (Clark, Smith, et al. 1994). genéticos (Torgersen, 1983;Torgersen, 1988;
La autoestima es otro de los factores que Ayuso, 1988); otros afirman que cuando se
juega un importante rol en el desarrollo de consideraba este trastorno con una duración
muchos trastornos mentales como la depre- de un mes, sí parecía ser heredable, pero los
sión y trastornos alimentarios (Basic Beha- descubrimientoseran menos claros duando se
vioral Science Task Force, 1996).Pero pocos definía con una duración de seis meses. Y, fi-
estudios han relacionado directamente au- nalmente, Reider, Kaufmann y Knowles
toestima con trastornos de ansiedad. Tan solo (1996) establecen que los estudios revisados
Messer y Beidel (1994) observaron que los informan de un mayor porcentaje de agrega-
niños ansiosos presentaban una autoestima ción familiar para este trastorno. Resultados
más baja que los niños controles normales, similares se han encontrado para el trastorno
@ < 0.001). Por otro lado, sabemos que la vul- obsesivo compulsivo. Mientras algunos in-
nerabilidad cognitivajuega un importante rol vestigadores (Rapoport, 1989; Torgersen,
en la gestación de estos trastornos, dado que 1983; Torgersen, 1988) parecen encontrar
implica sesgos sistemáticos en el procesa- una base genética para este trastorno, Reider
miento cognitivo, que a su vez influyen en el et al. (1996) informan que los estudiosrevisa-
impacto emocional de los acontecimientos dos demuestran lo contrario. En cuanto al
ambientales (Clark, Smith et al. 1994; Ey- resto de trastornos (trastorno de ansiedad por
senck, 1992; capraray Rutter, 1995 ). separación, fobias, crisis deangustia, agorafo-
Según todo esto, es obvio que ciertos bia, trastorno por evitación), los resultados
atributos del niño como el temperamento, el tampoco están claros, pero parece haber más
sexo, la percepción cognitiva, la autoestima, consistencia al considerar un componente
la relación de apego y las habilidades socia- genético en la génesis de los mismos.
les deben considerarse para un mejor enten- No hay que olvidar que todos estos estu-
dimiento de la génesis de los trastornos de dios se han realizado con adultos, con lo cual
ansiedad en la infancia. no podemos generalizar estos resultados al
Asimismo, no podemos olvidar el papel campo infantil. No obstante, los hallazgos
que puede ejercer la herencia en estos tras- encontrados sugieren que no podemos des-
tornos. Son pocos los estudios que han exa- cartar un componente genético en el estudio
minado la contribución relativa de la heren- de los trastornos de ansiedad en la infancia y
cia y el ambiente en el desarrollo de los adolescencia.
trastornos de ansiedad, y menos todavía si
consideramos el terreno infantil. Sin embar- Factores familiares
go los datos disponibles, pese a ser algunos
contradictorios, sugieren que si bien losfac- Numerosos estudios empíricos y epide-
tores genéticos ejercen alguna influencia en miológ~cosdemuestran que la presedia de
trastornos psicológicos en los padres está Revised (FSSC-R, Ollendick, 1983),el State-
asociada a una mayor proporción de psicopa- traits Ansieo Inventoryfor Children (STAIC)
tología en los niños. Sin embargo, no parece (Spielberger, 1973), y la Child Assessment
existir una relación isomórfica entre el diag- Schedule (CAS) (Hodges et al. 1982). Los
nóstico de los pdres y el funcionamiento del padres fueron evaluados separadamente del
niño (Gotlib y Avison, 1993). Así por ejem- niño mediante la entrevista CAS (Hodges et
plo, Weissman, Leckman, Merikangas, al. 1982)y también con 1aAnxiety Disorders
Gammon y Prusoff (1984) utilizaron la entre- Interview Schedule (ADIS) (DiNardo et al.
vistaA&ctive Disorders and Schizophrenia- 1983). Se aplicó un análisis de la variancia
LEfetime version (SADS-L),para evaluar a los de un factor y encontraron (mediante el indi-
padres. Los niños no fueron entrevistados ce de Odds Ratio) que los niños de padre*
directamentey fueron evaluados (a ciegas por con trastornos de ansiedad tenían 7 veces
porte del entrevistador)del status psicológico más probabilidad de tener un diagnóstico de
paterno mediante la historia familiar obteni- ansiedad que los niños de padres normales,
da por múltiples informantes y informes mé- (p 0.01); y 2 veces más probabilidad de te-
dicos; y pqra una mejor estimación del diag- ner similares diagnósticos que los hijos de
nóstico del niño, finalmente un psiquiatra padres distímicos, aunque en este último
evaluaba directamente a los niños mediante caso esta diferencia no fue significativa,
una entrevista siguiendo los criterios DSM- (p > 0.05). Estos resultados hicieron pensar
111-R .Esto mismo también se realizó con los que podría ser la presencia de algún trastor-
padres. Demostraron, en una muestra de ni- no emocional en los padres (ansiedad,depre-
ños de 6 a 17años, que aquellos cuyas padres sión...) lo que confiere un cierto riesgo para
tenían depresión mayor primaria y trastornos las alteraciones psicológicas en los hijos.
de ansiedad diversos, tenían un riesgo incre- Last, Hersen, Kazdin, Orvaschel y Perrin
mentado para ambos trastornos,cuando se les (1991) en un estudio en el que compararon la
comparaba con los niños de padres con sólo psicopatología de los familiares de tres gru-
depresión o con controles normales. Estos pos de niños: niños con ansiedad (trastorno de
hallazgos fueron replicados más tarde por ansiedad por separación, trastorno de ansie-
Mufson, Weissman y Warner (1992). dadexcesiva, trastorno por evitación, trastor-
Turner, Beidel y Coste110 (1987) estu- no fóbico, trastornos de angustia, trastorno
diaron la presencia de trastornos psicológi- por estrés postraumático y trastorno obsesi-
cos en hijos de padres con trastornos de an- vo-compulsivo; niños con trastorno de con-
siedad, con trastorno distímico y sin psico- ducta y niños controles sin psicopatología.
patología, siendo estos últimos separados en Los niños fueron evaluados con la Schedule
dos grupos. El grupo control-1 incluía niños for Afective Disorders and Schizophrenia
de padres sin psicopatología a quienes se les por School-Age Children (K-SADS) (Or-
solicitaba si permitían que sus hijos partici- vaschel, 1985),los familiares de primer gra-
paran en el estudio. El grupo control-2 esta- do fueron evaluados mediante la Structured
ba formado por niños escogidos en escuelas Clinical Intewiew for DSM-111-R (SCID) y
como sanos según los resultados obtenidos los familiares de segundógrado fueron eva-
tras administraruna entrevista semiestructu- luados a través de la información proporcio-
rada. Los niños fueron evaluados mediante nada por los propios padres del niño, utili-
la Fear Survey Schedule por Children zando el método de Historia Familiar. En-
Apuntes de Psicología. 1998. Vol. 16, números 1 y 2, pp. 47-72. 55
A.Ma Taboada Jiménez y otros Factores de riesgo de los trastornos de ansiedad
contraron que, en general, los niños que ma- comparadoscon aquellos que tan solo manifes-
nifestaban trastornos de ansiedad contaban taban uno, sí que se pudo observar una tenden-
con una mayor proporción de estos tras- cia a la significación en la dirección esperada.
tornos en sus familiares de primer grado, Por otro lado, Last et al. (1991)demostra-
@ 0.00001), Sin embargo, cuando se rea- ron también que aunque no había diferencias
lizó un análisis separadamente en función significativas entre los familiares de niños
del sexo, esta asociación sólo se observó con múltiples trastornos de ansiedad,compa-
para los niños, 0,e 0.001). En las niñas no se rados con aquellos que tan solo manifestaban
encontraron diferencias significativas entre uno, sí que se pudo observar una tendencia a
los dos grupos con psicopatología, @ < la significación en la dirección esperada. La
0. lo), pero ambos sí diferían ddl grupo con- conclusión a la que llegaron es que podría
trol. En una segunda exploración en la que la existir un componente familiar implicado en
familia era considerada como unidadde aná- la patogénesis de los trastornos de ansiedad.
lisis, encontraron que el porcentaje de fami- Más recientemente un grupo de investi-
lias que tenían por lo menos un familiar de gadores analizaron los efectos de la depresión
primer grado con algún trastorno de ansie- mayor y trastorno de angustia sobre el riesgo
dad, era superior en el grupo de niños ansio- de depresión y ansiedad en los hijos. Para ello
sos, comparado con los otros dos grupos. Sin se evaluó la presencia de psicopatología en
embargo, cuando el familiar de primer gra- los niños a través de la Schedule for AfSective
do se limitaba a los padres, no se observaron Disorders and Schizophreniafor School-Age
diferencias significativas entre los dos gru- Children-Epidemiologicversion K-SADS-E
pos psicopatológicos. Y si se tenía en cuen- (Orvaschel et al. 1982).En los padres y fami-
ta el sexo del familiar, lo más sorprendente liares adultos se estimó sus diagnósticos si-
es que la presencia de una mayor proporción guiendo los criterios del DSM-111-R y a través
de trastornos de ansiedad sólo era significa- de la información que proporcionaban ellos
tiva para los padres de niños ansiosos con mismos y sus cónyuges y otros familiares
respecto al resto de grupos, pero no para las adultos para finalmente pasar a ser valorados
madres. En cambio, la prevalencia de estos por un psiquiatra y un psicólogo, los cuales no
trastornos de ansiedad era más alta en las tenían acceso a la información recogida. Asi-
madres que en los padres. Estos resultados mismo, para evaluar el ambiente familiar se
sugieren que, aún siendo más prevalentes utilizó la Family Adaptability and Cohesion
estos trastornos en las madres, cuando se ma- Scale (FACES) (Olson et al. 1979). Los resul-
nifiestan en los padres hay una mayor proba- tados mostraron que el riesgo para trastornos
bilidad de que los hijos tengan trastornos de de ansiedad era mayor cuando los padres te-
ansiedad. Esto se contradice con las afirma- nían un inicio temprano de la depresión y ésta
ciones hechas por Krohne y Hock (1991), era recurrente; no siendo así cuando el inicio
quienes sostienen que existe una estrecha aso- había sido tardío y no era recurrente. Sin em-
ciación entre la ansiedad de la madre y la an- bargo, cuando se estudió el espectro de los
siedad de las niñas; no siendo así para los ni- trastornos de angustia y se controló por baja y
ños. Por otro lado, Last et al. (1991) demos- alta adaptabilidad (una alta adaptabilidad es
traron también que aunque no había diferen- indicativa de un ambiente familiar caótico,
cias significativas entre los familiares de ni- donde hay gran desorden, intercambio de ro-
ños con múltiples trastornos de ansiedad, les continuos, poca disciplina etc.; y una baja
das con ansiedad pero únicamente para los tener efectos diferenciales en función del
niños. La ansiedad de las niñas no presentó sexo, estos autores analizaron sus observacio-
ninguna asociación significativa con ningu- nes teniendo en cuenta esta variable. Se regis-
na de estas medidas. Una posible explica- tró el estilo educativo a través de una situa-
ción de estos resultados sugerida por los ción de juego en la que madre e hijo tenían
mismos autores es que, como la evaluación que construir un puzzle. Una conducta restric-
de los niveles de ansiedad en los hijos única- tiva en la madre quedaba definida cuando la
mente se hizo a partir de la información pro- madre trataba de resolver los problemas y
porcionada por las madres, podría ser que las dificultades que iban surgiendo, dejando poca
madres angustiadasde su situación matrimo- iniciativa y poco tiempo al niño para que él
nial tengan una tendencia a no percibir los mismo intentara resolverlo. Esto se manife~:
incrementos de la ansiedad en las niñas taba por una continua intervención de la ma-
como un problema. dre en el juego. Los resultados a los que se
Aunque pocos, estos estudios no pare- llegaron fueron diferentes para niños que para
cen demostrar una clara asociación entre niñas. En las niñas una conducta muy restric-
armonía marital y trastornos de ansiedad. tiva de las madres estaba asociada a altos ni-
Únicamente cuando se estudia separada- veles de ansiedad. En cambio en los niños la
mente en función del sexo, el grado de armo- relacibn fue inversa. La explicación que die-
nía marital parece estar asociado con la an- ron los autores a estos resultados fue que las
siedad en los niños, pero no en las niñas. Sin niñas perciben la intervención activa de las
embargo, son necesarios más estudios para madres como competitiva y por tanto, les in-
verificar estos resultados. duce ansiedad; mientras que los niños ven
Otro de los factores de riesgo bastante esta conducta como de apoyo o ayuda, redu-
considerado entre los investigadores es el ciéndoles así la ansiedad.
estilo educativo d e los padres. En el ámbito Resultados similares fueron encontra-
infantil parece ser que un estilo educativo dos por Bowen et al. (1995), que demostra-
caracterizado por alta controlabilidad o ron que la sobreprotección tenía efectos di-
sobreprotección puede ser un factor de ries- ferenciales en función del sexo. Sin embar-
go para el desarrollo de trastornos de ansie- go, añadieron un pequeño matiz. La sobre-
dad (Gerlsma, Emmelkamp, Arrindell, protección en los niños actuaba como factor
1990; Manassis y Bradley, 1994; Messer y protector para el desarrollo de trastornos de
Beidel, 1994; Toro, 1991), aunque como ansiedad, pero únicamente cuando se trata-
veremos a continuación, algunos estudios ba de niños inhibidos conductualmente. Este
han encontrado efectos diferenciales en fun- efecto moderador, en cambio, no fue encon-
ción del sexo del sujeto. trado para las niñas. Ellos sugieren que, si
Así por ejemplo, Krohne y Hock (199 1) asumimos que la actitud de las madres hacia
realizaron un estudio basado en la observa- los niños inhibidos conductualmente es ge-
ción sistemática para comprobar si las con- neralmente negativa en comparación con las
ductas restrictivas de las madres para con sus niñas, entonces una actitud no sobreprotec-
hijos, entendidas como una disposición pro- tora en estos niños acentuaría el riesgo para
nunciada al control del niño, podrían predecir posteriores problemas internalizantes.
ansiedad. Puesto que la literatura sugiere que Teichman y Ziv (1994) examinaron la
la actitud de los padres hacia los hijos puede relación existente entre cohesión (grado de
tos factores estresantespara que se manifies- han encontrado que existe asociación con el
te la psicopatología. Por lo que respecta a los trastorno de ansiedad excesiva pero no con
trastornas de ansiedad en la infancia, parece el trastorno de ansiedad de separación
que esta asociación es bastante consistente (Costelloy Angold, 1995).Asimismo, Monroe
en la literatura, demostrando que un número y Wade (1988) afirman que los diferentes
elevado de acontecimientosvitales estresan- subtipos de trastornos de ansiedad pueden
tes pueden contribuir en el desarrollo de to- estar relacionados de muy diferentes mane-
dos los trastornos de ansiedad (Bernstein y ras a los acontecimientos vitales estresantes
Borchardt, 1991; Kashani, Vaidya, et al., y que la cualidad de dichos acontecimientos
1990; Monroe y Wade, 1988; Toro, 1991). parece de específicarelevancia para la forma
,*
No obstante, algunos estudios han encontra- del trastorno expresado.
do poca relación entre acontecimientos vita- El nivel socioeconómico bajo es otra de
les estresantes y trastornos de ansiedad las variables que ha sido relacionada con Ea
(Velez, Johnson y Cohen, 1989).Estos auto- psicopatología en general (Jensen et al. 1990;
res realizaron un estudio longitudinal en el Gotlib y Avison, 1993). Sin embargo, su im-
que evaluaron mediante la Diagnostic Inter- portancia para los trastornos de ansiedad va-
view Schedule for Children (Costello et al., ría en función del tipo de trastorno al que nos
1984)aplicada a padres y a niños, para deter- refiramos (Jalenques y Coudert, 1990). Así
minar la presencia de psicopatología. Al por ejemplo, diferentes autores han encontra-
mismo tiempo se administraron diversas do una asociación entre nivel socioeconómi-
escalas para medir factores familiares, el co bajo y trastorno de ansiedad de separación,
estilo educativo, problemas de embarazo, pero han fracasado en sus intentos de relacio-
historia médica del niño, nivel socioeconó- narlo con el trastorno de ansiedad excesiva
mico y cultural, la etnia etc .... En un primer (Costello y Angold, 1995; Jalenques y
análisis (1983) encontraron que el trastorno Coudert, 1990;Velez et al. 1989).No se sabe
de ansiedad excesiva estaba relacionado con cual es el mecanismo de asociación con la
la presencia de problemas de embarazo, y el psicopatología, pero se postula que posible-
trastorno de ansiedad por separación con una mente su efecto no es directo sino mediatiza-
baja educación de ambos padres y un bajo do por factores influidos por el mismo
nivel socieconómico y cultural. Sin embar- (Gotlib y Avison, 1993; Jensen et al. 1990).
go, en un segundo análisis (1985), la asocia- También numerosos investigadoressos-
ción observada fue mucho más débil e inclu- tienen que no podemos olvidar las teorías del
so insuficiente, y tan solo el bajo nivel aprendizaje en el desarrollo y10 manteni-
socieconómico y cultural y el estilo educati- miento de los trastornos de ansiedad, en par-
vo de la madre se asociaba con la presencia ticular de los trastornos de tipo fóbico
de trastorno de ansiedad por separación;y la (Ayuso, 1988;Echeburúa, 1993b;Fernández,
historia de salud mental en el padre se aso- 1986;Jiménez, 1995b;Mirieka, 1985;Rodrí-
ciaba muy débilmente con el trastorno de guez-Sacristán, 1995; Silverman y Ginsburg,
ansiedad excesiva. Los autores comentan 1995).En los niños que desarrollan trastornos
que los acontecimientos vitales estresantes de ansiedad, este tipo de aprendizaje podría
evaluados están más relacionados con pro- verse facilitado por una cierta predisposición
blemas externalizantes y mucho menos con biológica, admitiendo la posibilidad de que
problemas internalizantes. Otros tan sólo existan circunstancias en el organismo que
Apuntes de Psicología. 1998. Vol. 16, números 1 y 2, pp. 47-72.
A. M" Taboada Jiménez y, otros Factores de riesgo de los trastornos de ansiedad
propicien este aprendizaje (Echeburúa, ansiedad que recoge muchos de los factores
1993b;Rodríguez-Sacristán, 1995).Esto nos de riesgo que se han ido describiendo a lo
puede ayudar, entre otros, a entender el por largo de este trabajo. Este modelo ha sido
qué algunos individuos desarrollanmiedos o descrito por Echeburúa (1993b) basándose
ansiedad ante ciertos estímulos, y otros no. en un modelo muy similar previamente pre-
sentado por Toro (1991). Echeburúa ( 1993b)
Posibles modelos etiológicos explicativos sostiene que en la génesis de los trastornos
de los trastornos de ansiedad de ansiedad ejercen una gran influencia los
acontecimientos vitales estresantes y el esti-
A continuación presentamos algunos lo educativo de los padres. Asimismo, el
modelos etiológicos de los trastornos de temperamento del niño, entendido como la
ansiedad que han sido propuestos por dife- tendencia reactiva innata propia de cada in-
rentes autores. dividuo que se mantiene relativamente esta-
En la figura 1 se muestra uno de los ble a lo largo del tiempo, también juega un
modelos etiológicos de los trastornos de papel importante en la gestación de estos
"\
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Trastornos de Ansiedad
Figura l . Factores de riesgo de los trastornos de ansiedad en la infancia. (Echeburúa, 1993b, basado en el modelo
de Toro, 1991)
trastornos. Por otro lado, no hay que olvidar entre los factores de riesgo se ha p1ante;;adode
el contexto familiar en el que se dan todos manera diferente. Estos kut~resotorgan gran
estos factores y que su continua interacción importancia a dos elementos básicos: el tem-
determina el grado de vulnerabilidadpropio peramento del niño y la relación de apego
de cada niño, que a su vez, estaría propician- entre el niño y su cuidador, ambos considera-
do ciertos tipos de aprendizajes responsables dos de gran relevancia para el desarrollo del
de los distintos trastornos de ansiedad. modelo de procesamiento interno del indivi-
En la figura 2 se presenta un segundo duo. El temperamento refleja una predisposi-
modelo propuesto por Manassis y Bradley ción biológica, posiblemente genética, y es
(1994)que también intenta integrarlos distin- relativamente estable a lo largo del tiempo.
tos factores de riesgo, descritos en este estu- No obstante, la continua interacción con fa&-
dio, que contribuyen en el desarrollo de los tores del medio ambiente como por ejemplo
trastornos de ansiedad. Sin embargo, su enfo- la familia, puede producir cambios importan-
que es algo diferente al anterior;la interacción tes en el mismo. Por otro lado, la formaci6n
-
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Inhibicion
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Inseguridad en la
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Modelo de prooeseuniento interno
(percepcion cognitiva)
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Trastonios de amkdac - A
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duo y que orienta la percepción de las diferen-
tes experiencias y de la propia conducta. Este
autor, pues, sostiene que la interacción entre
esta vulnerabilidad del niño y la respuesta o
conducta& los padres, es lo que va a determi-
nar el grado de dificultad de afrontamiento
ante situaciones de estrés, que a su vez, de- Diferentes tipos de trastornos de ansiedad
penderá en gran parte del modelo de procesa-
miento interno que el niño se haya formado.
Figura 3. Modelo etiol6gico de los trastornos de
Si el resultado es una gran dificultad para ansiedad (Manassis, Bradley et al., 1995)
afrontar estas situaciones, dando lugar a la
evitación de las mismas y por consiguienteli- En la figura 4, Torgersen (1988) explica
mitando el desarrollo de habilidades sociales la aparición de los trastornos de ansiedad des-
necesariw parainteractuar correctamente con de una perspectiva interaccionista, donde la
los otros, esto puede generar un estado persis- interacción recíproca entre determinadas ca-
tente de inseguridad interior. Es en este mo- racterísticas de la persona y su contexto es lo
mento de gran inseguridad,cuando la presen- que desencadenará los diferentes trastornos
cia de ciertos acontecimientos vitales poten- de ansiedad, así como también cualquier otro
cialmente estresantes pueden ser de suma tipo de trastorno (respuesta).Esta respuesta
importancia para el desencadenamiento de del sujeto interactuará de nuevo y de forma
los trastornos de ansiedad. recíproca con sus propias características y su
contexto, perpetuándose así un ciclo entre
- 3 se muestra otro modelo
En la figura
persona-contexto-respuesta.
más sencillo en el que la interacción entre un
temperamentocaracterizado por ser inhibido
y una relación de apego inseguro entre el
niño y su cuidador, es lo que podría dar lugar
a los trastornos de ansiedad (Manassis,
Bradley et al., 1995). Estos autores conside-
ran diferentes formas de apego inseguro, y
en función del tipo de interacción entre el
temperamento inhibido y las diferentes for-
mas de este apego inseguro es lo que deter-
minará el tipo de trastorno de ansiedad que Figura 4 . Modelo etiológico de psicopatología
se desencadenará. (Torgersecn, 1988)
Finalmen~,en la figura 5 presentamos car los factores de riesgo y sus posibles inte-
un mapa de interacciones propuesto por las racciones que podrian veee implicados en la
autoras en otro estudio, que pretende expli- aparición de los trastornos de ansiedad
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Figura 5. Interacciones entre los factores de riesgo de ansiedad (Taboada et al., en prensa+,wsla
.'.lu ,ft,-4l.q
(Taboada, Ezpeleta, de la Osa, en prensa). A que cada uno de ellos por sí solos no son ca-
modo de ejemplo, si nos situamos en el paces de explicar totalmente, ni parcial-
temperamento del nífio, éste podría reflejar mente la génesis de los trastornos de ansie-
una manifestación temprana de una predis- dad. Esto nos conduce cada vez más a pen-
posición familiar para los mismos; a su vez, sar, ya no de factores aislados que ejercen
el temperamento, pese permanecer más o influencias independientes sobre cada suje-
menos estable a lo largo de la vida, puede ser to, sino de múltiples factores que están en
susceptible de sufrir modificaciones por va- continua interacción, ejerciendo así, efec-
riables ambientales como por ejemplo el es- tos diferentes sobre los distintos individuos
tilo educativo. Este temperamento contribui- en función de la naturaleza de la interac-
rá en la formación de los vínculos sociales, ción. Todo ello sugiere que, pese el crecien-
así como también en la relación que se esta- te conocimiento de los factores que inter-
blezca entre el niño y su cuidador (relación vienen en la gestación de estos trastornos,
de apego), que es de gran importancia para la etiología de los mismos todavía está por
un buen desarrollo del niño. Si esta relación conocer.
de apego se ve negativamente afectada pue-
de desencadenarretrasos evolutivos,proble- Referencias
mas conductuales tempranos etc., aspectos
que de forma recíproca interactuarán con la American Psychiatric Association (1987).
familia, perpetuándose así un ciclo determi- Diagnostic and Statistical Manual of
nado entre el niño y su contexto, etc. Mental Disorders ( P e d . revised). Was-
Estos modelos, aunque distintos, tratan
3 hington, D.C: American Psychiatric
de explicar cómo los distintos factores de As~ociation.
riesgo podrían interactuar entre sí para dar Ainsworth, M.D.S. y Wittingm, B.A. (1969).
lugar a los trastornos de ansiedad $Attachment and exploratory behavior
of one-year-olds in a strange situation.
Conclusiones En B.M. Foss (Ed.). Determinants of
Infant Behavior. Londres: Methuen.
Vemos pues, que el estudio de la etio- Ayuso, J.L. (1988). Trastornos de angustia.
logía de los trastornos de ansiedad es una Barcelona: Martínez Roca.
tarea ardua y compleja. Se han detectado Basic Behavioral Science Task Force of the
numerosos factores de riesgo, pero por sí National Advisory Mental Healt Coun-
solos son incapaces de explicar completa- cil, (1996). Basic behavioral science
mente el desarrollo de los trastornos de an- r~searchfor mental health. Vulnerability
siedad. Es más, la falta de consistencia en- and resilience. American Psychologist,
tre los diferentes factores de riesgo hallados 51,22-28.
entre los distintos investigadores sugiere, Benjamin, R.S., Costello, E.J. y Warren, M.
una vez más, que es necesario considerar la (1990). Anxiety disorders in a pediatric
confluencia o interacción de múltiples fac- sample. Journal of Anxiety Disorders,
tores de riesgo para explicar la etiología de 4,293-316.
estos trastornos. Sin embargo, también se Bernstein, O.A. y Borchardt, C.M. (1991).
observan divergencias en los modelos ex- Anxiety disorders of childhood and
plicativos presentados, y podríamos pensar adolescence: A critica1review. Journal
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