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ALBERTO SARRAMONE, Bearneses. Gascones y otros franceses en la Pampa, Biblos, Buenos Aires, 1994. Resulta dificil, para un investigador, comenzar la lectura de tra- bajos cuyos situlos no delimitan el objeto de estudio, Poder identi- ficar los actores, el espacio y, principalmente, el marco temporal, son impreseindibles para nuestra predisposicién a ello. No wal que Jos historiadores nos diferenciemos del resto de los cientistas sociales por dos objetivos bésicos en el estudio de los grupos humanos: la ubicacién temporal del fendmeno y La visién diacrénica de los acon- tecimientos. Sarramone descuida estas premisas. y creemos intuir por- qué. En primer lugar porque no posee una formacién como histo- riador, aunque nadie niegue su valioso aporte como preservador de la historia regional, En segundo lugar, porque el libro en cuestién aspira _—ereemos— a formar parte de los trabajos de divulgacin. pero no de investigacién. Tercero porque el autor no busca reconstruir obje- tivamente procesos y fendmenos histéricos. sino —intentando ir més Iejos que el mismo Colingwood— busce comprender —y hasta juzgar justificar o criticar— la actitud de los protagonisias, Esto le tleva 1) evitar Fcilmente cualquier marco teérico. 2) Hacer un uso acrftico y desordenado de las fuentes. 3) Evadir —ignorar— la tendencia al mnicroenfoque y el anélisis de la corta duracién. 4) Adherir —con- cientemente o no— a un particular enfoque ‘antropoldgico’. E] trabajo reine, indudablemente, los cfnones de recopilador y el status de divulgacién. Su estructura, 264 pagi s divididas en catorce capitulos, es de alguna manera un presagio de lo que encon- tramos en su interior. Muchos temas, poco desarrollados y conclu- siones débiles y generales. Lejos de discursos extrafios 0 cédigos para especialistas, Sarramone utiliza un lenguaje casi campechano, Ents bla, si debigramos graficarlo, casi un didlogo con los lectores. recor- dando sucesos de su infancia, dando consejos ¢ invitando continua- mente a la reflexin. El lector pierde répidanente distancia con el objeto de estudio —cuando los inmigrantes pasan a ser “nuestros abuelos'— para ingresar, sin saber cdmo, a una galerfa de conoci- mientos que van desde Jas diferencias entre la boina vasca y la bearnesa; las delicias de algtin plato autéctono; vocablos beameses; costumbres; entre otros. Como en una charla informal ei autor se aleja, una y otra vez, de la temética propuesta en el titulo. Su estilo, inuy personal por cierto, llega al extremo de hacer un paréntesis en el desarrollo para invitar al lector a visitar Azul y Chillar. sus lugares de-residencia y nacimiento. Durante todo el irabajo se tiende un puenie entre ei pasado y el presente —cayendo en un tono excesiva- inente moralista—, incluso arriesgando futurologia, Pareciera, partien- do innecesariamente desde el paleolitico inferior europeo, que el autor pretende mostrar todo lo que sabe sobre el tema (que no es poco). Convengamos, Ilegados hasta aqui. que atin aceptando que la tarea de historiadores autodidactas sea en algunos aspectos funcional y beneficiosa para la preservacién de Ja historia y su divulgacién, de- berfa guardar un minimo de premisas bisicas. Recopilar informaci6n sobre un tema —en este caso los bearneses—, no confiere autoridad para desdibujar el tratamiento de ciertos temas especificos que —lejos de lo descriptivo— han sido motivo de debates € investigacién con- cienzuda por parte de investigadores. Sarramone deberia alertar al lector que al margen de sus interpretaciones. hay temas —por citar unos pocos ejemplos— como los inmigrantes y Ja politica (p. 177) las sociedades francesas en la pampa (p. 152) 0 el crisol de raz: (p. 145) que contindan abiertos al andlisis y 1a diseusion. Pero si algo debe reconocerse en la tarea de Sasramone es su apasionamiento por la historia y su incansable busqueda de fuentes de informacion. Sin duda su principal aporte —acaso la mayor deuda de los investigadores— es el ejercicio de la comunicacién (sea por es- critos o charlas) y en este sentido fomentar el interés por la historia. Lamentablemente —quizé por la misma prisa de comunicar!— no agora exhaustivamente las posibilidades que brindan los documentos valiosos ¥ originales (por ejemplo los libros de créditos o carta de inmigrantes) que posee, Opla, a nuestro criterio abusivamente, de la técnica de tijera rudo citando pérratos completos de textos que podrian sinteti- arse, Respecto a las fuentes y @ la metodologéa, el autor hace caso miso de los limites, riesgos explicativos y formas altemativas —a be- neficio del lector— de su publicacién. Esto es evidente cuando con- forma listados de apellidos bearneses de varios pueblos de la provincia. El mismo Sarramone aclara que no puede especificar —porque serfa engorroso— en cada apellido la Fuente que se utiliz6. Sirve para algo chumerar atemporalmente cientos de apellidos?. Son representativos de los porcentajes que originariamente poblaron esas zonas ?, Incluso Ia falta de un eriterio claro para seleccionar los apellidos de ese grupo de inmigrantes, le lleva a enumerar varios casos de vascos y hasta ineluir al espatiol (de Orense) Ramén Santamarina. [nevitablemente, para localizar ininigrantes —geogriifica y temporalmente—, caracteri- par el grupo. y coneluir criteriosamente algo. se deben consultar las cédulas censales: y en el caso de un grupo de inmigrantes minoritario que se ‘oculta’ dentro de otro grupo nacional como los, vascos © el bearnés, debe hacerse el doble analisis de nacionalidad/apellido. ‘Al final de la obra el autor presenta un breve diccionario de pa- labras y topdénimos bearneses. Quizés hubiera sido més ilustrativo confeccionar un mapa de topdnimos beameses de la provincia. De hecho el autor posee informacién para hacerlo, y lo demuestra con la cantidad de ubicaciones de ‘esquinas de bearneses’ que comenta a lo largo del trabajo (p. 161 y s.s.)- Tras las iltimas hojas de este trabajo el lector sabra —y no es poco— que en alguna época luubo inmigrantes bearneses en la pampa, ¥ que Azul [ve un foco principal de concentraciGn ¢ irradiacién hacia el resto det territorio; también sobre algunas actividades en que se desempefiaron y que muchos —mediante esfuerzos titénicos— al- canzaron progresos notables. MARCELINO IRIANI LEHS.- UNICEN calor anuncia la titdnica empresa de publicar un estudio sobre eB paga, pueblo y partido de Azul» para 1994: otro sobre «Los abuelos vascos en la panpax para 1995: ¥ un creer Sobre «Los gallegos en la pampax para 1996. Recientemente publied un trabajo sobre «Cairiet y los indios pampas de Buenos Aires»

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