jara Mactid a trabajar: No puede ser més atinado el diagnéstico culturatde
J, Sobrino: “estamos, pues, ante una especie de wexistencial inmunizante
contra el sufrimiento de la vietimasy que permea nuestra mal llamada civili-
“Los otros” no aguantan
sus condiciones infrahumanas de vida, EL
mundo del otro lado del umbral" se ha convertido en su obsesiOn, Unas ve
ces como Ia representacion del mal que hay que destrir: la barbarie y la
3s engendra en ells “una reaccién igualmente ere
llas, terrorismos y demds barbaries""*. Otras, como tie-
rra de asilo, Un nimero millonario de personas masacradas por la pobreza,
josamente huyen de
tanos quieren transformar nuestros respetables hogares mustl-
‘manes en mercados ..] Quieren que compremos esos venenosos productos
sugs que no tienen propdsito real, para que nos convirtamos en una na-
cin de rumiantes. La gente se pasa el dia metiéndose porqueria en Ia boca
en vee de recar a Ald, Estén retrocediendo a ta infancia, cuando siempre
hay que tener la boca ocupada’™. :
2. LA MIRADA DEL OTRO, FUENTE DE CONOCIMIENTO.
‘Una voz més, los rostos, una vez mas, fos oj
’
Dentro del curso nos encontramos en el momento del Ver. ero nuestro
problema to es «vem sino «queter ver», Si:no queremgs verla realidad que
Para te-
mente (0 conocer Ia verdad) necesitamos ademas adopta la
decuada, También Tos ciudadanos satisfechos que «queremos,
uariey apie, Madd 200
Pp 3-32
ops,» 217
1B. MET, Gon lr ofr den seogo europe, Contam 232 (1950), p 493.
mia de “Ia ceguera” (J, Saramago) también nos aleanza a las gentes de
vena voluntad, Nosotros mismos, con nuestros sacrosantos intereses
lestras incontables necesidades(falsas yartificiales), constituimos “la vi-
le nuestros ojos que nos impide ver y conocer fo que tenemos delante
ga!
(o£ Mt7, 3). La honradez.con lar
de nuestra mirada, un movir
del
supone una auténtica re
Recordaré un par de historias que nos hablan de dos hombres que tuvie-
‘on ojos para laalteridad y para identificaren elf verdad sobre si mismos y
su mundo. Me refiero a Francisco de Asis y a Bartolomé de las Casas
mundo desde el punto de vista det leproso, y entonces “aguello que antes
me parecia dulce me parecié amargo, y lo que antes me pare
volvié dulce”. Ast nstauré un nuevo método de conocimiento de Dias y del
‘mundo: el descubrimiento del Otro, Mientras que el paradigma teocratico
preveia cl exterminio de los sarracenos, él envi6 a sus fiailes diciéndoles:
ebemos amar mucho a Tos sarracenos, Este gito fue posible porque
cisco estuvo dispuesto a mitarse con los ojos del otto
iarde algo semejante le ocurrié a Bartolomé de Casas.
indio, La adopeién de su perspec
insélita fuente fe conocimiento que le permitie, contra viento y marea, de-
sentetrat la verdad de fo que estaba pasando en América, Las Casas ley6 y
releyé la realidad de tos hechos como si fuese ino. ¥ esto convirtié su
punto de vista en favorable alos derechos de Ios indios. El resultado de esa
iscurso critico con su propia cultura y co
ses desu propia patria, Las Casas se hizo consciente de que!
El mal estabaen
sobre lacodicia del oro se convertia en un idolo que exigia lav
los pueblos y culturas i
Hay una pagina des
dlejarse argumentar por
19 Véawe&, BALDUCEY op. ct pra justficar 0 condenar su servidumbre, Las Casas reconoc
entre su punto de vista y el aistotlico (con el que se pretend
guerra contra los indi fandemos a paseo en esto a
‘que es verdad eterna, tenemos el i
‘como a ti mismo» (Mateo, 22): yde nuevo Pa-
los que estn siendo oprimidos y expoiados, de la soberania de los
sobre stis cosas. Y esto ocurre
sino porque tiene experiencia directa de la alteridad,
argumenta “de leidas” (0 de oidas), Las Casas desde lo que han visto sus
propios ojos, desde una experiencia perspnal en América, desde una viven-
cia intensa dela mirada doloria del indio, deste un reconocimi
de su alteridad”, La perspeetiva de Las Casas dio paso a una pervepeién de
los hechos que en su tiempo fue considerada exagerada por sus comps
Estas vie
proximas a nosotros en el tiempo, entre p
20s que hablan de oidas y politicos, analistas, juris
cen desde tna experiencia intensa de la alteridad. {Que te
hhabremos hoy de “andar a paseo” para que Europa reconozca al atro? Ba-
ro zqué podemos pensar del patriotismo étnico y cultural
constiucional tan actuales en el reino de Espaiia? ;No
parecen, como dijera A. Machado, una perduracién y extension del cainis-
mo? Qué verdad de nuestra cultura nos desentierra la mirada de los magre-
‘muertos en el cami6n? {Qué vemos cuando nos miramos on los ojos
réensayar una respuesta, La mirada de los
dela verdad que toleramos, la insen-
iad con la que vivimos y la falta de altemativa que profesamos consti-
tuyen tna negacién prictica de Ia altered,
3. “NOSISMO” Y CEGUERA
{parse de urio mismo antes que de nadie. Confiesa que nada expresa con tanta
ranqueza esta regla que las palabras de un médico superviviente: “;Cémo
he podido sobrevivir en Auschwitz? Mi norma es que en primer lugar, en
segundo y en tercero estoy yo. ¥ luego nadie mds. Luego otra vez yo; y
verglienza de su comporta-
vados» de Auschwitz no eran los mejores, los predestina-
dos al bien, los portadores de un mensaje. Cuanto él habia visto y vivido le
ddemostraba precisamente lo contraio, Preferentemente sobrevivian los peo-
3s violentos, los insensibles, los calaboradores y ls es-
{no habia ni hay, gn las cosas humanas reglas
imo Levi se siente inocente, pero enrolado
ipos, las mejores han muerto todas
Pero aim hay algo que le parece una vergienza més grande, la vergtien-
za del mund
Hay quien ante la cul
laynnosentirse afect
saber, y que no saber
cia, Pero a nosotros la pantalla de la deseada ignorancia[..] nos fue ne-
gada: no pudimos dejar de ver. El mal de dolor, pasado y presente, nos
circundaba, y su nivel ha dos subiendo de fo en aio hasta casi ahogar-
cerrat os ojos o volvernos de espaldas, porque se exten-
dia a nuestro alrededor en todas las direcciones y hasta el horizon
Los justosentre nosotros, ni més ni menos mumerosos que cn cualquier
ro grupo humano, han experimentado remordimiento, vergtienza, do-
loren resumen, por culpas que otros yo ellos habian cometio,
cuales se han sentido arrastrado
ledor en su prese
Nopodra st avadojamds habla demostado que hombre, el géner0
hhumano, es de ente capaces de causar »
ica fuerza que sec
‘no mirar, no escuchi
ajenaopropiase vuelve de espaldas para no ver-
Jeon!
satisfechos de las sociedades
igo de conducta, con “nosism
ios de ciudadanos ticos, yno esta mo
n sino por un deseo sin fondo de acum
Ahora bien, esta vez nuestro
busca perpetuar nuestros pri
do por el instinto de conservac
21 Vease Loshundidoy os salads, Bac
cncontarse ela p70 el iti texto en I.