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LACAN Y LA FUNCION DEL DUELO El concepto de “funcién” La palabra “funcién” remite a varios sentidos: + Etimolégicamente: “cumplimiento, ejecucién de algo” (Diccionario Critico Etimolégico Castella- no e Hispanico) + Ensentido general: “Accién y ejercicio de empleos u oficios. Papel propio y caracteristico represen- tado por un érgano en un conjunto cuyas partes son interdependientes. Este conjunto puede ser mecénico, fisiolégico, psiquico o social. Funcién del arbotante; funcién del higado; funcién del ad- jetivo; funcién de la moneda” (Diccionario Enci- clopédico Cédex). + En Matemiticas, funcién implica relacién, estable- cer una relacién entre variables, “Relacién entre dos términos, uno de los cuales puede ser conside- rado como variable independiente y el otro como funcién del primero (Vocabulario Técnico y Cri- tico de la Filosofia, 1967, 404-405) es decir como variable dependiente”. Generalmente se afirma que el valor de una variable depende del valor de otra. Por ejemplo, el salario de un trabajador depende del nimero de horas que trabaje, La relacién entre estas cantidades suele expresarse por me- dio de una funcién. De modo que, la definicién de fun- cion da cuenta de la correspondencia entre los elemen- tos de dos conjuntos. 67 CGUILLERMO APOLO La denominacién de funcidn, en un sentido similar al que se utiliza actualmente fue dada por Gottfried Leibniz (1646-1716) y la notacién f() la introdujo Leonhard Eu- ler (1707-1783) si bien las precisiones del concepto gene- ral de funcién fue obra de los matemiticos del siglo XIX. Una funcién puede considerarse como una regla que asigna a cada elemento del primer conjunto un tnico elemento en el segundo conjunto. La idea de funcién representa la indicacién de un cambio, en el cual una variable depende de otra u otras. JA. Miller en Comentario del Seminario inexistente dice a propésito de la funcién: “Por ejemplo, el elemento x tiene la propiedad F, F(x) responde a la funcién F... Lax supone que varios elementos se pueden sustituir en ese lugar...xes esencialmente sustituible” (Miller, 1992, 25). ‘Un elemento x tiene la propiedad f porque esta x, ante todo, puede reemplazarse, La Funcion del Padre Enel Seminario 5, Las Formaciones del Inconsciente, La- can afirma que la funcién del padre ocupa un lugar im- portante en la historia del psicoandlisis. En dicho seminario, critica las concepciones del tipo “carencia paterna”, “exceso de padre", “padre débil o fuerte”, etc., tratando de tomar distancia de la imagine- ria parental, de lo que podrian ser las figuras del padre, y sitia el Edipo como una cuestién de operacién signifi- 68 LACAN Y LA FUNCIGN DEL DUELO cante, donde lo que tiene valor fundamental es el padre en tanto su funcién, Al hacer referencia al padre como funcién nos referi- ‘mos a algo que puede ser sostenido y soportado, no sélo por el padre biolégico, sino por cualquier elemento que juegue el papel de lo que Lacan llama el Nombre del Padre, Haber adquirido el Nombre del Padre ¢s esencial para la constitucién del sujeto. En el texto De la naturaleza de los semblantes, Jacques A. Miller (2002) afirma: “Incluso podria ocurrir (écémo interpretarlo de otro modo?) que el Nombre del Padre solo sea el nombre de una funcién que hay que escribir NP(x), donde la equis entre paréntesis designa la variable ¢ interroga en cada aso ~clinico- sobre lo que desempefia el papel del Nom- bre del Padre.” (Miller, 2002, 30) Esto nos hace pensar que la funcién del padre esta li- gada fundamentalmente a la palabra. El padre sera aquel que se encuentra atravesado por lo simbélico, que pue- de nombrarse como tal y otorgar un nombre, y que pue- de operar aun sin estar, ya que, puede no estar en la fa~ milia, pero operar en la trama edipica, Esto habla de la importancia de la palabra de la ma- dre en la introduccién y la transmisién del Nombre del Padre, Diré Lacan (1958-59): “En efecto, a lo que autoriza el texto de la ley le basta con estar presente, por su parte, cn cl nivel significan- te, Es lo que yo llamo el Nombre del Padre, es decir, el 6 GUILLERMO APOLO padre simbélico. Es un término que subsiste en el ni- vel del significante, que en el Otro, en cuanto sede de la ley, representa al Otro. Es el significante que apoya a la ley, que promulga la ley.” El Padre simbélico es el elemento fundamental de la estructura del orden simbélico, y es también el Padre muerto, el padre de la horda primordial que ha sido ase- sinado por sus hijos. Para aclarar esta problematica nos vamos a referir a algunos aspectos del texto freudiano: Tétem y tabi, donde Freud demuestra que lo que asegura, en el grupo social, a prohibicién del incesto es el padre muerto. La funcién del padre en Tétem y tabi es el padre muerto. En este texto, Freud conecta la prohibicién del incesto, ala que califica de universal, con el totemismo, En el capf- tulo IV, Elretorno del totemismo en la infancia muestra como la prohibicién del incesto se liga a la muerte del padre. Partiendo del libro de Robertson Smith, Lecturas sobre la religién de los semitas, donde este autor afirma que una comida totémica formaba parte de los rituales: del totcmis- ‘mo, y tomando también en cuenta los trabajos de J. Fra- zer en La rama dorada, Freud construye una hipétesis: Tal comida, que reunfa a los miembros del clan, se originaba en rituales primitivos donde se sacrificaba a un animal que, posteriormente era comido. Esa comida en comin estrechaba las relaciones de los miembros del clan. El ri- tual consistia en matar al animal, luego seo llorabayy des- pués el acto de su devoracién se constitufa en una fiesta. 70 LACAN Y LA FUNCIGN DEL DUELO Freud va a decir que ese animal muerto y llorado, no puede ser otro sino el padre. €Cémo llega a esta conclu- sin? Integrando las observaciones de Smith y de Fra- zer con los datos de su teoria y fundamentalmente con su experiencia clinica, e integrando, ademés la hipétesis, de Charles Darwin sobre el estado primitivo de la socie- dad humana, Jo que ha dado en llamarse el “mito de la horda primitiva”: En sus comienzos, la sociedad estaba constituida por una horda salvaje dominada por un pa- dre violento y arbitrario, que se reservaba para si a todas las hembras del grupo y expulsaba a sus hijos a medida que crecian. La dominacién de este padre tiranico des- perté el odio de los hermanos, quienes decidieron darle muerte y apoderarse de las mujeres. Entonces un dia, le dieron muerte y posteriormente lo devoraron en una co- mida canibalistica, en la que, a través de la devoracién, se identificaban con él, apropiindose cada uno de un frag- mento de su fuerza. Pero, una vez consumado este acto, las mujeres seguian igualmente prohibidas para los hombres del mismo grupo, cs decir, no dejaban de observar la ley de la prohibicion. La razén de esta transformacién, donde el resultado no coincide con el mévil, es la culpa. Una vez muerto el padre, satisfechos los sentimientos hostiles y el odio, sur- ge el amor. El resultado de esta ambivalencia es el senti- miento de culpa, Asi, dice Freud, “el muerto adquirié un poder mucho mayor que el que habia poseido en vida” (Freud, 1913, 145) y lo que el padre habia impedido en un primer mo- 7m GUILLERMO APOLO mento, los hijos se lo prohibjan ahora a si mismos como ley, en virtud de la “obediencia retrospectiva”, resulta- do de la culpa. La muerte del padre, entonces, reasegura la norma so- cial, y el padre muerto, asesinado, que aparece en el seno del discurso mitico, organiza un orden cultural. En Lacan el mito freudiano de “Tétem y taba” aparece articulado con el significante Nombre-del-Padre en esa escritura que denomina “Metéfora Paterna”, en la que el padre aparece como un significante ubicado en el te- rreno de la sustitucion. Se establece, asi, una diferencia entre ‘el padre real yel padre como metéfora, que es el padre como funcién de discurso, que marca algo a lo que no se puede acceder: la madre, la mujer vedada. La metéfora paterna se propone como modelo de re~ nunciay de donacién. Cuando se dice que el nifio se iden- tifica con el padre, se identifica con ese que también tuvo que renunciar a su madre, La ley que el padre transmite es una ley a la que él también esta subordinado. La metéfora paterna se constituye en Ja articulacién de la ley en tanto prohibicién del incesto, e instituye, como metéfora del padre muerto, el Nombre-del-Padre, que permite el ingreso del sujeto al universo simbélico, El texto de Freud, Tétem y tabti nos permite una ma- yor comprensién de la funcién del padre como signifi- cante, mostrando que el padre tiene valor de significan- te, puesto que un tétem es un significante, 72 LACAN Y LA FUNCION DEL DUELO La Metdfora paterna Para dar cuenta de cémo opera la funcién del padre en el Complejo de Edipo, Lacan introduce una escritura que denomina Metéfora Paterna, operacién por la cual se produce la inscripcién del significante del Nombre del Padre (NP). Asf lo expresa en la clase IX del Seminario Las formaciones del inconsciente: “[...] la metéfora paterna concierne a la funcién del padre, como se dirfa en térmi- nos de relaciones interhumanas” (Lacan, 1958-59, 165). Los textos en donde este concepto aparece formula- do son los Seminarios 4 y 5 y el escrito de 1957 De una cuestion preliminar a todo tratamiento posible de la psico- sis, aunque su antecedente més inmediato es La instan- cia de la letra en el inconsciente, o la razén desde Freud, don- de, a partir de los trabajos de Saussure y de Jakobson, La- can dird que la metéfora es una funcién que opera em- pleando la cadena significante en su dimensién de sus- titucién y no de metonimia o desplazamiento. Esta sus- titucién da como resultado 1m sentido nuevo, un plus de significacién. La formula de la metéfora puede escribirse asi: Las S representan significantes, x la significacién des- conocida, y s el significado inducido. Es una funcién proposicional, donde un significante sustituye a otro (S a"), creando una nueva significacién. 73 GUILLERMO APOLO. Es una sustitucién que mantiene, al mismo tiempo, lo que sustituye, es decir que el significante oculto sigue presente, por su conexién metonfmica con el resto de la cadena, en tanto que el significante sustitutivo tiene va- lor de creacién, expresa algo nuevo. Lacan utiliza, como ejemplo, el verso de Victor Hugo, extraido de Booz dormido, “su gavilla no era ava- rani tenia odio", donde para producir el efecto poéti- co, la palabra “gavilla” sustituye a Booz, que esti eli- dido, otorgindole algo del orden de la fertilidad y la generosidad. Escribimos, ahora, la férmula de la Metéfora Pater- na tal como aparece desarrollada por Lacan en De una cuestin preliminar a todo tratamiento posible de la psico- sis: El punto crucial de la Metéfora Paterna es la pregun- ta: équé quiere la madre? Lacan escribe esa pregunta de esta manera: DM / x Se presenta alli una incégnita, el nifio ignora lo que este deseo significa, esté frente a un enigma, que podria formularse de esta manera: ¢Cudl es el significado del de- seo materno? El Nombre del Padre, en tanto metéfora, vaa sustituir al Deseo de la Madre, déndole una significacién: Nombre del Padre Deseo dela Madre © Nombre A Deseo dela Madre Significado al sujeto. del Padre alo El Nombre del Padre es un significante que sustitu- ye a otro significante, el Deseo de la Madre. De acuerdo 74 LACAN Y LA FUNCION DEL DUELO a la funcién de la metdfora se obtiene la creacién de un nuevo sentido: la significacién falica, La solucién que brinda la Metéfora Paterna es que la x toma valor de falo. Por eso el falo se ubica en el lugar del significado engendrado por la metéfora. En tanto el significante del Nombre del Padre susti- tuye al significante del Deseo de la Madre, el significado de este deseo, que era una incégnita para el sujeto, es in- terpretado como deseo de Falo. La introduccién de este elemento simbélico aporta una nueva dimensién a la relacién madre-hijo: el nifio percibe que la madre desea otra cosa més alla del objeto que él representa Lacan lo representa de esta manera en el Seminario Las Formaciones del Inconsciente: “eQuées lo que quiere, esa? Me encantarfa ser yo lo que quiere, pero esta claro que no sélo me quiere a mi. Le da ‘vueltas a alguna otra cosa. Alo que le da vueltas ¢s a la x, el significado. Y el significado de las idas y venidas de la madre es el falo” (Lacan, 195/-58, 179) En dicho Seminario, para describir la importancia de la funcién del padre en el Complejo de Edipo, Lacan di- vide a este complejo en tres tiempos 16gico: 1. Primer tiempo: “La metéfora patena actiia en si” (Lacan, 1957-58, 198), por cuanto “a primacta del falo” ¢s instaurada en la cultura. Son las instituciones las que confieren el nombre de “padre”. La existencia de un pa- 75 GUILLERMO APoLO. dre simbélico depende de que haya algo que responda a esta funcién, En este tiempo, la funcién del padre interviene de una manera velada para el nifio, en tanto no aparece direc- tamente, pero existe en el mundo como ley social, como ley del orden simbélico, del que la madre depende. Y sa- bemos que el objeto predominante en el orden simbéli- co ¢s el falo, por lo tanto el nifio se identifica al objeto del deseo de su madre encarnando al falo, ocupa el lugar del falo que a la madre le falta. Lacan va a decir: “Para gustarle a la madre [...] bas- tay es suficiente con ser el falo” (Lacan, 1957-58, 198) 2. Segundo tiempo: El padre interviene efectivamen- te como privador, en un doble sentido, ya que priva ala madre del objeto falico -encarnado en el hijo- y al hijo del objeto de su deseo. Este tiempo es el del “no” del pa- dre, donde el padre aparece como interdictor, que enun- cia una prohibicién que es doble: No te acostards con tu madre, dirigido al nifio, No reintegrards tu producto, divi- gido a la madre (Lacan, 1957-58, 208). ‘Aqui la prohibicién del padre es mediatizada por el dis- curso de la madre. Lacan dird: “Aqui hay una sustitucién de la demanda del sujeto: al dirigitse hacia el otro, encuen- tra al Otro del otro, su ley. El deseo de cada uno est so- ‘metido a la ley del deseo del Otro” (Lacan, 1957-58, 208). 3. Tercer tiempo: El padre interviene como aquel que tiene el falo y no como quien lo es, reinstaurando al falo 76 LACAN Y LA FUNCION DEL DUELO como objeto deseado de la madre y ya no como objeto del que él puede privarla como padre omnipotente. Dice Lacan que, en este tiempo, el padre es mas pre- ferido que la madre, aparece como permisivo y donador. Es aquel con quien el hijo se identifica y esta identifica- cién culmina en la formacién del ideal del yo. Quiere decir que el nifio “hace de falo”, pero esto lo deja en la via imaginaria, por lo tanto, deberd acceder a Ja via simbélica, metaforica. La metéfora paterna posibilita salir de lo imaginario y entrar en lo simbélico. El padre se introduce como un tercer término en la relacién edfpica entre la madre y el nifio, marcando una diferencia y asegurando un corte en esa diada, en la que entrar en juego como interdic- tot, como portador de la ley, prohibiendo el incesto y re- velando que es él quien posee a la madre. El Nombre del Padre da sentido al Deseo de la Ma- dre, y en ese mismo movimiento de creacién de sentido, la barra, enfrentando al sujeto a reconocerla como pri- vada del falo. El Nombre del Padre se inscribe, de forma que la ma- dre queda interdicta, ocupa el lugar del Otro, mientras que el falo le es dado como significado al sujeto, quien, de ahi en més ya no estaré sometido a la omnipotencia del capricho materno, y serd capaz de acceder al univer- so simbélico como sujeto del lenguaje, ya que el falo, en tanto simbélico, es organizador. Es un significante a par- tir del cual se ordenan todas las significaciones. En este sentido es que Lacan dice que lo importante 77 GUILLERMO APOLO del deseo edipico no ¢s el deseo por la madre, sino el de- seo de la madre. Recordemos, brevemente, lo que sucede en el Edipo en la nia: cuando Freud explica el cambio de objeto, de la madre hacia el padre, se refiere a la desilusién acerca de la madre, que no le dio aquello que ella esperaba. Bajo la influencia de la envidia del pene, la nifia se desprende de la madre y se dirige hacia el padre en busca del falo an- helado, esperando poder obtenerlo del padre como don. Encuentra, mediante una ecuacién simbdlica, un sustitu- to para su deseo de falo en el deseo de tener un hijo, to- mando con ese fin al padre como objeto de amor. Asi, el hijo pasaré a ocupar el lugar del falo, del que ella carece, identificdndose con eso que a la madre le falta. Ser el falo de la madre quiere decir ser la falta de la madre, Peto hay un momento, que ¢s crucial, donde el nifio descubre que el otro no sabe, que el otro no tiene 0 que el otro no es. Estos son distintos modos de manifes- tacién de la falta en el otro. Freud decia que habia un momento en el que el nifio se confronta con la castracién materna. A partir de ahi se da cuenta de que él también podria ser castrado, y apa- rece, entonces, la angustia y la represion. Lacan retoma esto, destacando como fundamental el ‘momento en que se le revela al nifio que el Otro no es un sistema completo. Se abre, entonces, una dimensién nueva para el sujeto, la dimensién del deseo. Por eso afirma: “la funcién misma de la prohibicién, vehiculizada por el padre, es algo que da al deseo su for- 73 LACAN Y LA FUNCION DEL DUELO ma enigmitica, algo de lo que el sujeto se encuentra se- parado, a resguardo”, Llegamos aqui a un punto impor- tante: para poder transitar el camino del deseo habré que hhacer un duelo: dejar de ser el falo. Se sale del Edipo si se hhace un duelo: un duelo por el ser. Para Lacan, en la época del Seminario 6, el falo es un significante privilegiado, el significante de esa falta que ‘vimos operar en el complejo de castracién, En la clase del 18 de marzo de 1959, dice: “VYemos entrar, ligado al problema del duelo, el proble- ‘ma del objeto, lo que nos permite dar una articulacién més a lo aportado por Freud en Duelo y melancolia, esto es, que si el duelo tiene lugar en razén de una in- troyeccién del objeto perdido, para que ¢l sea introyec- tado, hay una condicién previa: que esté constituido en tanto que objeto de deseo.” Y, a partir de la clase del 29 de abril va a tomar la tra- gedia de Hamlet, a la que llama “tragedia del deseo”, y en la que “de un extreme a otro [...] no sc habla més que de duelo”, Hamlet / Entre dos duelos Freud se refiere a Hamlet en La interpretacién de los suefios, afirmando que tiene las mismas raices que Edipo Rey. En ambos se juega ¢l Complejo de Edipo, comple- jo en funcién del cual se articula toda accién humana. 79

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