DEPORTE DE RIESGO – AUTOR/A: CASTAÑUELA

Tienes ya una edad en la cual un movimiento inesperado, un pequeño empujón,

un roce, hace que pierdas la estabilidad y con riesgo de caer al suelo y romperte algún
hueso.

En tu casa tienes todo acondicionado para tu movilidad. La ducha con asiento y

barra para agarrarte. En la cocina una silla siempre preparada para sentarte.

Hay ascensor y para la calle llevas un bastón para apoyarte. Compras cerca de
casa y siempre llevas carro.

En los pasos de peatones siempre esperas a que pare el coche, e intentas pasar
más deprisa, pero a tu ritmo.

Si quieres ir al centro, o a visitar a familiares y tienes que coger bus urbano es

cuando surgen problemas.

Para subir al bus hay un escalón demasiado alto, y aunque hay asientos
reservados para personas mayores, hasta que llegas a ellos tienes que sujetarte bien, el
bus arranca y puedes perder el equilibrio. Luego viene la hora de bajar en la parada,
necesitas tu tiempo, tienes que levantarte un poco antes y llegar a la puerta de salida.
Aquí es de alto riesgo, si hay mucha gente tienes que hacerte paso, y al bajar el escalón
también es alto.

Ya en la calle, te encuentras que entre el autobús y la acera de peatones está

muchas veces, el carril bici, y tienes que mirar no te atropellen.

Si ya estás en la acera, parece que no hay peligros, pero últimamente hay un

nuevo medio de transporte, los monopatines. Estos nuevos artilugios han invadido las
ciudades y aunque hay una legislación, no es extraño ver como corren a sus anchas por
las aceras, compartiéndolas con los peatones.

Si se subvencionaran los taxis para las personas mayores los problemas con el
bus se solucionarían.