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Max van Manen El tono en la ensenanza El lenguaje de la pedagogia PAIDOS EDUCADOR SUMARIO Escaneado con CamScanner 1. La solicitud y el tacto pedagdgicos .....- - 2 @ Comprender el mundo de posibilidades del nifio 19 @) La experiencia de la curiosidad y el asombro del MiMi. . srt 6 eke 23 4. Ver al nifio desde una perspectiva pedagégica. 31 5. Todo nifio necesita quelevean........- 37 6. La importancia del reconocimiento....... 43 7. La dimensién pedagégica de la ensefianza... 47 8. La importancia pedagégica de la disciplina .. 57 9. ¢Cémo experimentan los nifios nuestra presen- Clad... 9) es es 63 10. El poder de la atmésfera. . . . 71 11. Los nifios nos dan ejemplo de esperanza y acti- tud abjerta vadhipatsi ee ee ee ena 81 12. Los nifios son indulgentes-por naturaleza ... 91 a ff | 1. LA SOLICITUD Y EL TACTO PEDAGOGICOS EL EDUCADOR Al final de la jornada escolar, un profesor ve que dos (an metiendo astillas de mader de la puerta de la eset qui entrar en el centro por la noche. A la mafiana siguient director se enfrenta con uno de los chicos, que se niega a dar el nombre de su companero. El airado administrador le dice al muchacho que el vandalismo es un delito y que hay que castigar a todo nifo que daie la propiedad pti- blica e imponga una mayor carga a los contribuyentes. chico no coopera, y se le expulsa cinco dias del colegio. ¢Qué mis se puede hacer con un nifio de 13 afios que se niega a ser un «chivato»? ¢Dejar que se salga con la suya? No parece razonable. Pero intentar ensefiar el va- lor de la propiedad privada y del bien puiblico a un chico que se rige por otro principio completamente distinto parece que es infructuoso. Antes hay que responder a otra pregunta pedagégica: «¢Cual es la situacion en la que siente que se encuentra el nifos ¢ con la intencién de pode: vel (i Escaneado con CamScanner 10 EL TONO EN -LA ENSENANZA nifio?». O, mejor atin: «¢COmo experimenta el nifio Ja si- tuacién?». Por muy buenas que sean nuestras inten- ciones como educadores, eS posible que nuestras pala- bras y nuestros actos se dirijan a una situacién de la que el nifio no forma parte. El administrador escolar no es ni gestor ni policfa ni juez. Es, ante todo, educador. Y, por lo tanto, ese administrador deberia preguntarse: «{Qué debe ser de este nifio? ¢Cémo incide este suceso en su vida? ¢Qué significado tiene para él? ¢Qué deberia decir yo y como tendrfa que actuar para asegurarme de que aprende de esta experiencia? ¢C6mo puedo darle la opor- tunidad a esta persona de que viva como el joven que es? ¢Cémo puedo educarle para que llegue a ser un adulto responsable?». Imaginemos al director sentado detras de su mesa, una situacion que siempre tiene algo de solemne. Entra un nifo, permanece de pie y espera, y el director levanta brevemente la vista y dice con el tono propio de su cargo: «¢Eres ta el que intenté forzar la cerradura de la entra- da?». El muchacho, quiza con cierto aire desafianie, asiente con la cabeza —o se muestra completamente re- servado—. El administrador vuelve a su trabajo y el chi- co sigue ahi de pie. Pasa el tiempo. Hay unos minutos Para reflexionar. ¢Qué se siente al estar asi, de pie y eS- Perando? ¢Sera para el chico una experiencia positiva 0 negativa? Depende en parte de qué tipo de persona sea el director, :Es ‘ f ector. éEs el dios de la escuela? éQué se siente al estat de pie ante un dios? :O seria mejor jjera: «Mire ya ce Seria Mejor que el administrador dijev® ue ya sé que No quieres delatar a tu amigo. Pere Ie abo. se Permitir que | oe aS cosas se queden asi. Al fin Y Escaneado con CamScanner LA SOLIGITUD Y EL TACTO PEDAGOGICOS i trata de nuestra uela y...»? Dependera de qué signi- fique «nuestra escuela» para el chico y, ante todo, de por qué querfa entrar en ella, El administrador con tacto sabe qué debe decir y qué no debe d cir, y qué callarse. La habilidad del dir trar en el mundo del nifio esta en |; qué mencionar ctor scolar para en- la solicitud y el tacto. EL PsIcOLoGo Danny se halla a 300 kilémetros de su casa de una pe- quefia ciudad minera del Norte. La habitacién de la cli- nica donde le sientan a un lado de la mesa tiene mucha luz... y, a excepcién de una gran caja, esta vacia. El psi- célogo es un sefior enorme, que entra en la habitacién y se sienta enseguida enfrente del nifio. Una ayudante lle- vaa la madre y al abuelo a la habitacion de al lado, des- de la que, a través de un cristal disimulado, pueden ver al nifio. Danny tiene 5 afios. Parece que se desarrolla con Cierto retraso. Hoy est a punto de realizar una serie de pruebas diagnésticas en esta clinica de la gran ciudad. En la caja de encima de la mesa hay materiales para estas pruebas. Danny no lo sabe, pues es una caja dema- siado alta. En realidad, no muestra el mas minimo inte- rés por las cosas que el psicdlogo va sacando de ella. El Pequefio parece muy incémodo. Al principio loriquea un poco y luego empieza a sollozar. Es evidente que no va a dejar de hacerlo, de modo que el psicélogo devuelve los materiales a la caja. Mientras le dice a Danny que no _ tiene por qué Ilorar, el hombretén se pone a escribir. Al “mismo tiempo, mira-el reloj que tiene enfrente. Es po- Sible.que no haya forma de consolar a Danny, pero el psi- (Or Escaneado con CamScanner pL TONS 12 enta tranquilizarle. Como explicariy 4, erin en la re aterte a tomar notas sobre la duracigy, , del pequenio. esta con la madre y cl abucl, bservan lo que ocurre cologo’ no int i ah eli g, no quiere situaci6n. Se limita : Ia intensidad de los lloros La psicdloga ayudante on la taciol ssde la que © nla habitacion desde la q v Yespués de casi diez mM! nutos de lagrimas, no pucde re s[ ‘as tir mas el desconsuclo de Danny. Entra en la habita- su regazo. El nifto deja de sollozar y se ante |, pue: cién y Jo sienta en tranquiliza. Qué ocurre aqui? Se podria haber actuado de otra forma. E] psicdlogo podria haber tomado de la mano al nifio de 5 aiios y decirle: «Vamos a ver si encontramos al- gunos juguetes en esta habitacién». Podrian haber entra- do en ésta y explorarla juntos. Si hubiera sido un espacio pensado para la presencia de nifios, habrian mirado los dibujos de la pared y habrian dedicado unos minutos a conocerse mutuamente. Una vez que se hubiesen sentido tranquilos, podrian haberse puesto a ver lo.que contenfa la caja. El psicélogo podria haber propuesto que jugaran a adivinar qué habia en esa misteriosa caja: sin duda, ju- guetes para los dos. Tal vez se hubieran sentado a jugar juntos en el suelo. ‘ slags, meee nin sa.del nifio, donde el psi Set a mee becho-en on a éste, sino anes ara diarssno) dio familiar, s id. idi encel que vive, el me- t,‘su mundo cotidiano, Muchas pruebas pueden realizar facilmente en sitios naturales, co 1 se pios objetos y juguetes del nifio. Después, las ince pruebas de «diagnéstico» se convierten en simples tee Escaneado con CamScanner LA SOLICITUD ¥ EL TACTO PEDAGOGICO dios interpretativos para averiguar la forma nifio a tener experiencias positivas en su d ¢Qué ocurrié en aquella gran clini gran ciudad? Aquel psicdlogo estaba empa ratura sobre el desarrollo infantil, sabia p como manejar los instrumentos de diagnésti dactar informes cientificos precisos: un auténtico p: nal. Habia diagnosticado a cientos de nifios. Y, sin embar- go, parecia bastante insensible a como experimentaba Danny la situaci6n: esa habitaci6n extrafia, el hombre grande de la caja, mami y el abuelo que le dejan solo. No se hizo la que debia ser la primera pregunta y la funda- mental: «¢Cémo experimenta el nifo esta situacion?». Ese profesional tenia muchos «conocimientos» clinicos, pero carecia de «solicitud». La solicitud es un tipo espe- cial de conocimiento. rf ‘esio- Los rapres «De verdad que me gustaria oir cémo ensayas con el violin», dice la madre. Una situacién desagradable. Lo que se supone que debe ser una experiencia gratificante, incluso divertida, para la madre y para el nifio se con- vierte en pura obligacion. La voz de la madre ya suena con cierto tono de decepcién prevista. Todos los dias la misma batalla. Y la madre oye sus propios pensamien- tos: «¢Por qué no mostrara este nifio cierto entusiasmo y un poco de gratitud por todos mis sacrificios?». « -Pero el nifio oye algo distinto. La madre quisiera que _ tocara el violin con entusiasmo. Pero es evidente tam- - bién que en realidad no le gustan los ensayos. Para ella Escaneado con CamScanner 14 " TONO EN LA ENSERANZA representa también una obligacién. Bien lo demuestra ef horario y el espacio que se han reservado para los ejere) cios, como si se tratara de un trabajo cualquiera, Ee), sayo con el violfn es un encuentro contractual entre es; madre y su hijo, y ambos querrian que s acabara antes incluso de que empezara. Los dos afrontan el ensayo con tensién e incomodidad. EI nifio no tarda en dec cansado, mama. ¢Puedo ensayar después lin con resignacion, y nada hay mas resignado sosteniendo un extrafio in 1 «Bstoy ». Coge el vio- iste que un cuerpo istrumento musical, Los nifios son sensibles a los signos sutiles que reve- lan el estado de dnimo, el ambiente. Es innegable que practicar juntos la musica no es una actividad divertida en esta familia. La madre dice enfadada: «Esta bien; ya no puedo mas. Estoy harta de tu actitud. Quiza deberfa- mos vender el violin, o darselo a algtin nifio que sepa apreciar la musica». En otro lugar del mismo barrio, un padre saca un vio- Jonchelo de su funda. Lo afina con todo carifio. En sus gestos hay cierta paciencia y disciplina. Sin prisas. Es un momento especial, una especie de interludio, que hay que disfrutar por sf mismo. Del violonchelo sale una lan- guida melodia. Aqui no se trata de ninguna obligacion, sino de una invitacién estimulante. Hay algo que cautiva en ese sonido que Ilena toda la casa. El cuerpo es recep- tivo, y sigue la musica. Michael entra en la habitaci6n y mira, escucha, son- rie. Luego, mientras suena el chelo, abre la funda de su violin y se coloca el instrumento al hombro, sujeto con Ja barbilla. Los tonos se armonizan. Es asombroso que el nifio de 5 afios sepa entrar en el momento preciso en Ja melodia que interpreta su padre. Este sonrfe, sorpren- eee iene ad Escaneado con CamScanner LA SOLICTFUD ¥ EL TACTO PEDAGOGICOS 15 ido, Bien. Pero en cierto modo lo esperaba; habia se- di 1 Jeccionado con cuidado los acordes adecuados. Enseguida se intercambian ciertas frases tonales, se retorman y « repiten. El ofdo se deleita con su redondez, su plenitud y su combinacién, «Ahora prueba asi. Si, en la cuerda del mi.» En esta situaci6n, es dificil distinguir la actividad de hacer musica juntos de la de ensayar y practicar. En este ensayo cabe perfectamente cualquier rutina, pero ahora se experimenta como un sano ejercicio. Eleva el espiritu. La rutina no es sélo algo voluntario y familiar, sino que también puede ofrecer algo nuevo: la armonia y la melo- dia que alimentan el cuerpo y el alma. ¢Qué nos ensefian estos ejemplos sobre la pedagogia de la educacién de los nifios? Simplemente esto: Ia peda- gogia es algo a la vez complejo y sutil. Es la capacidad de distinguir activamente lo que es apropiado de lo que es inapropiado para los nifios o los jévenes. Es dificil for- mular unas normas concretas, incluso unos principios generales. Parece que ciertas personas mayores saben dar el tono adecuado en su relacién con los nifios. Otras siempre se encuentran confusas., La diferencia no esta necesariamente en que algunos adultos hayan leido mas gue otros sobre el ejercicio de la paternidad o de la ense- fianza. La Jectura de literatura educativa nos puede pro- Porcionar unos importantes conocimientos, pero son unos conocimientos externos. No nos proporciona sin mas un mayor tacto ni mayor sensibilidad en nuestras relaciones de todos Jos dfas con los jévenes. Escaneado con CamScanner 16 TON EN LA ENSERANZ.A La prictica de cultivar la solicitud y el tacto Pedage, gicos propios es la respuesta al desaffo que supone ac. sando con respeto en la diferencia en que hace tuar pen: hincapié la pedapogia, Los educadores con tacto han de. sarrollado la capacidad de mostrar una consideracién afectuosa hacia lo singular: la singularidad de los Nifios la singularidad de cada situaci6n y de las vidas indivi. duales. Todo nifio tiene un rostro tinico, del que nos pode. mos percatar cuando vemos esa particularidad. Pero no todos se percatan de lo singular. Dos personas estan pa- seando por la orilla del mar cuando observan un extrafio fenédmeno. /Montones de estrellas de mar han sido arras- tradas por las olas hasta la playa. Muchas estan ya muer- tas, ahogadas en la arena sucia bajo un sol de justicia. Otras siguen intentando separarse con sus brazos de la abrasadora arena para posponer un tanto una muerte se- gura. «Es horrible —dice uno—, pero asi es la natura- leza.» Entretanto, su compafiero se ha inclinado y exa- mina con detenimiento una estrella concreta y la levanta de la arena. «Qué haces? —pregunta el primero—. ¢No ves que con esto no puedes solucionar nada? De nada sirve que ayudes a una.» «Le sirve a ésta», se limita a decir su compaiiero, y de- vuelve la estrella al mar. La solicitud, el tacto componen una cualidad peculiar que tiene que ver tanto con lo que somos como con lo que hacemos, Es un conocimiento que surge tanto del cora- z6n como de la cabeza. Podemos imaginar a la madre del ejemplo quejandose al padre que toca el violonchelo: El Escaneado con CamScanner J LA SOLICITUD Y EL TACTO PEDAGOGICOS, 17 padre le dice: «¢Por qué no cantas 0 jue} s con él?», Ima- inemos que la madre sigue el consejo. ¢Funcionara? Todo lo que podemos decir es que es posible. nunea se puede prever, No hay dos nifios iguales ni que experimenten una situaci6n exactamente de la misma forma. Y lo que es mas importante: ¢sera capaz la madre de generar ese clima que invita a la musica que el pa- dre sabe crear? Se trata de una distincién fragil y sutil. Y Jamentablemente (0 afortunadamente) no existen unas normas que garanticen que se acierta con la solicitud 0 el tacto. La solicitud pedagégica se asienta en una determina- da forma de ver, escuchar y reaccionar ante un nifio 0 unos nifios determinados, en esta 0 aquella situacién. Partiendo de esta sensibilidad, el tacto puede mejorarse en nuestras relaciones con los nifios. i] éxito Escaneado con CamScanner 2, COMPRENDER EL MUNDO DE POSIBILIDADES DEL NINO Los nifios no estan ahi principalmente para nosotros. Somos nosotros quienes estamos ahi principalmente para ellos. Y, sin embargo, nos llegan con un don: el don de experimentar lo posible. Son nifios porque estan en el proceso de llegar a ser. Experimentan la vida como una posibilidad. Los padres y los profesores acttian con sen- tido pedagégico cuando le muestran a propésito al nifio formas posibles de ser. Pueden hacerlo si se dan cuenta de que la propia madurez nunca es un proyecto conclui- do. La vida nos pregunta constantemente la forma en que hay que vivirla. «¢Es esto lo que debo hacer con mi vida? ¢Es asi como debo emplear el tiempo?» Nadie pue- de recordarnos estas preguntas con mas fuerza y mas in- guietud que un nifio. Todo lo que se requiere es observar y escuchar a los nifios y aprender de ellos. En esto, ellos Son nuestros maestros. Como profesores y padres nos abrimos sin reservas a los nifios. Esto significa que hacemos cuanto sabemos Para comprender qué representa estar en el mundo como nifio. Y mds concretamente: hago cuanto sé para enten- Escaneado con CamScanner 20 1. TONO EN LA ENSERIANZA der la situacién de esfe nifio. ¢Qué experiencia tiene esp 5 mtiltiple: nino de la vida y de Situarme junto a mi alumno o mi hijo es algo muy puede ser un acto muy delicado. Pensemos en personal y y sus abuelos. Joey tiene 4 aiios y vive el caso de Joey muy lejos de sus abuelos. Estos, evidentemente, quieren aprovechar al maximo cada una de sus salidas para ver- le, de modo que, cuando van a visitar a otro familiar, lle. yan consigo al nifio en su impecable coche. A Joey le entusiasma. El salpicadero esta lleno de botones. Hay muchos lugares que ver y muchas preguntas que hacer. «¢Qué es esa casa, abuela? jMira ese perro! ¢Para qué sirve este botén, abuelo?» Pero sus preguntas suelen quedar sin respuesta. Los abuelos siguen con su conversacién y sdlo de vez en cuando se dirigen a Joey con algtin comentario o alguna pregunta, como si fueran caramelos para mantenerle ocupado y tranquilo. Ni siquiera escuchan lo que Joey les dice. Quieren tenerlo con ellos, pero no le invitan a estar presente en un sentido personal. Cuando el nifio llega a casa se muestra extrafiamente callado, y sdlo des- pués de pincharle un poco comenta: «No he podido ju- gar con nadie». Cuando comparto mi vida con este nifio no puedo evi- tar -convertirme en un ejemplo. Como persona mayor que soy, encarno para el nifio diversas formas posibles de ser. Observo que intenta repetir mis gestos, mi forma de ver y hacer las cosas, mis reacciones, como empleo el tiempo. Y cuando veo que ocurre todo esto, me asaltan las dudas. ¢Es asi como quiero que sea y se comporte ™i hijo? Y sino, ges asf come quiero ser y comportarme yO? 1 Escaneado con CamScanner COMPRENDER EL MUNDO DE POSIMLIDADES DEL NINO 21 Desde el punto de vista historico y cultural, el mundo contiene muchas posible s de vivir y de t r. Los. form. vés de la es- cubren estos mundos posible: de comunicacion, los vecinos y nuestra cuela, los medic intervencidn. Pero deben hallar su propia singularidad ¢ in identidad a través de la exploracién, la de 6n y el com- promiso personales. ¢Cémo les podemos ofrecer este tipo ] c de alternativas? Qué mundos merecen que nos es orce- mos por representarlos? No podemos esperar que los ni- jos simplemente descubran la vida. Hay que dejarles también que acttien, experimenten y creen. Y asf el nifio se convierte en mi maestro. Cuando tan- tea sus posibilidades, me recuerda las posibilidades que atin tengo ante mi. Es esta experiencia de la posibilidad pedagoégica la que certifica que los nifios nos hacen sen- tir jovenes de nuevo. Los niiios, en sus tanteos, expresan que existe la esperanza, que es posible vivir la vida de otra forma y mejor. Y una vez mas me agarro a esta es- peranza para mi propia vida. Para algunas personas, educar a los hijos se convierte en un empefio interesado y narcisista. Hay padres (y pro- fesores) que estan presentes fisicamente, pero con el espi- ritu ausente, entregados a ansias y deseos egoistas. Tam- bién hay padres y profesores que parecen vivir la vida como una competicién o un conflicto con la vida y los in- tereses de sus hijos o alumnos. Es triste que los mayores Ppuedan ignorar a los pequefios, no escucharles, tenerles miedo o sentirse horrorizados por ellos, ofenderles o maltratarles, repudiarles y abandonarles. Su peor casti- 80 quiza sea toda una vida de remordimiento, lamentar Para siempre que sus preocupaciones personales les ro- baran Ja oportunidad de tener la experiencia de unas re- Escaneado con CamScanner hw we EL TONO EN LA ENSERANZA laciones estr chas con sus hijos. Es probable que éstos ne- sto de su vida para llegar a comprender los confusos recuerdos de su infancia. En cambio, los profesores (y los padres) solicitos ex- perimentan una esperanza personal que se deriva por completo de la presencia del nifio. Se produce aqui una paradoja. Experimento la vida de este hijo como mas im- portante que la mia y el resultado es que ahora debo pres- tar mas atencién a mi vida. Debo cuestionarla y reconfi- gurarla. Antes de tener a este nifio me podfa maltratar, si queria, con unos malos habitos. Podia vivir la vida sin ser apenas consciente de las necesidades de los demas. Pero porque vivo con este hijo y porque le quiero, ya no puedo vivir c6modamente con mi antiguo yo. La educacién del nifo se convierte en autoeducacién. : Hay educadores que piensan que su propia educacién es completa. Probablemente procuraran imponer una se- rie de creencias'y de valores que dan por supuestos. Es inevitable que esta «educacién» se convierta en una pe- dagogia de la opresién y la manipulacién, una forma autoritaria de dominio de los adultos sobre los nifios. El cesiten el r ‘ educador «completo» suele considerar que los nifios es- \ tan incompletos. Por consiguiente, no hay necesidad de escuchar a los nifios. Imposible aprender de ellos. Escaneado con CamScanner 3. LA EXPERIE! iCijA DE LA CURIOSIDAD Y EL ASOMBRO DE i NO «gQué es esto?» Cuando el nifio empieza a preguntar por el mundo, los mayores suelen interpretar mal esta pregunta. «¢Qué es esto?», pregunta Mark mientras se- fiala un coche que pasa. El padre o la madre quiza res- sabes lo que es. Un coche, claro». pondan: «Pero Mark, 3 Coche, camion y autobiis seran de las primeras palabras que aprenda Mark. Pero es muy normal que los peque- fios dirijan su «¢Qué es esto?» a objetos familiares que ven todos los dias. En la experiencia de nombrarlos, el nifio explora y desarrolla las relaciones con el mundo. Con los nombres, delimita el mundo y se lo apropia. Nombrar el mundo constituye una poderosa activi- dad humana. «Qué es esto?» no sdlo pregunta por un nombre concreto. El nifio que lo pregunta busca algo mas: que una persona mayor hable del mundo. «¢Qué es €sto?» pide tiempo para el didlogo, tiempo para pensar, Para sorprenderse, para maravillarse. Por eso, el adulto, €h vez de limitarse a identificar los objetos que el nifio Sefiala, deberia detenerse en Jas distintas dimensiones se- . Manticas de estos objetos. Escaneado con CamScanner M VE TONO EN 1A ENSPAANZA Nombrar algo, en efecto, es mas que aprender a 4; quetarlo, En el acto de nombrar alumbramos algo ant: moscuGe. Llamar algo por su nombre signilic Nepay 5 conocer qué es realmente, qué significa esc qué y esto. AL nombrar las cos s desarrollamos una nue miliaridad con ellas; empezamos a re «yos» en el mundo que nos rodea. Esta esa cancion que me alegra y aquella melodia que me pone triste, Va fa conocer nuestros Los nifios, por naturaleza, sienten curiosidad por casi todo. Los adultos que participan de la vida del nifio tie. nen que comprender el cardcter de esa curiosidad suya. ¢Qué hay que hacer con las preguntas del nifio? Se suele culpar a Ja escuela de reprimir la curiosidad natural, de sofocar el interés que los nifios sienten por aprender por qué las cosas son como son y de dénde salen. ¢Pero la cu- tiosidad es buena? ¢Qué tipo de curiosidad hay que fo- mentar? A Ben le encantan los insectos y, a sus 5 afios, sabe bastante de ellos. El y su padre van a menudo al rio 0 al bosque a recoger insectos, Después los observan en el microscopio. El padre de Ben es cientifico, y los amigos de éste pronto se dan cuenta de que es una persona que sabe mucho de ciencias, «Si quieres saber algo sobre in- sectos, pregtintaselo a Ben.» A Christopher también le interesan los insectos y es muy amigo de Ben. Pero a veces a Chris le molesta cémo se comporta su amigo. El otro dia encontraron un: ga en el patio trasero y Ben la pis6 y |, tarde, Chris y Ben estaban jugando vieron una araiia enor do en casa a busca: a Oru- a mato. Ayer por la en la calle cuando me y perezosa. Ben entr6 corrien- run tubo de pegamento y vertié la cola 1 a Escaneado con CamScanner LA EXPERIENCIA DE LA CURIOSIDAD y EL ASOMBRO DEL NINO 25 sobre el bicho. Después vertig pegamento sobre un esca- rabajo y algunas hormigas. Esa noche Christopher soné que unas arafias y unos escarabajos pedian moria una gran cantidad de hormigas. Es evidente que Ben y Chris «conocen» los insectos de distinta forma. Lo mas notable, desde un punto de vis- ta pedagégico, es que estas diferencias se consolidan a una edad muy temprana. Para Ben, la bajo, la oruga y las hormigas no son mas que unas ¢ turas que se coleccionan y se clasifican. Son interesan- tes, sin duda, pero Ben no tiene un inte! ellas. Sabe cudntas patas tiene | ayuda, y que arana, el escara- s profundo por ja arafia, de qué se com- pone el cuerpo del escarabajo, el proceso de metamorfo- sis de las orugas y lo fuertes que son las hormigas si se tiene en cuenta su tamaio. Para Ben, el mundo esta Ile- no de hechos. En cambio, para Chr opher, el mundo de las pequefias criaturas esta lleno de fenémenos misterio- sos. La diferencia estriba en que Ben esta olvidando algo que acompana de forma natural a la infancia: la capa dad de sorprenderse y sobrecogerse ante la naturaleza y de reverenciarla en todos sus aspectos. Los nifios que son curiosos no dejan de hacer pregun- tas. Preguntas increibles. ¢Qué animal es mas grande? éCual corre mas? ¢Qué ocurre si tiras de la pata de la ara- fa? ¢Cudntas estrellas hay en el cielo? ¢Cémo puede ser Que Superman sea tan fuerte? Sin embargo, el nifio in- creiblemente curioso no es el que pregunta demasiado, Sino el que quizA pregunte demasiado poco. Existe un tipo de curiosidad precoz que es puramente incidental y ~ Superficial, que puede aportar muy poco al adecuado de- Escaneado con CamScanner 26 KI. TONO EN LA ENSENANZA. 26 § pregunta s son inerefblemente curiosas (pre CO y con demasiada pris: Ul nifio a capt Xs) ado empujé i unos fendmenos para los que éste ap sencillamente preparado, EI nifio precoz ha aprendido dema puestas a preguntas que, de momento, deberian queda, abiertas e indeterminadas. El nifio precoz sabe mucho, » al menos asf lo parece. Pero en realidad sélo sabe muchas respuestas a muchas preguntas, la mayorfa de las Cuales, para empezar, no eran auténticas preguntas. Muchas pre- guntas de las que hacen los nifios precoces No surgen de auténticas inquietudes, no ests das res son fugaces, de un interés ge- nuino. Al contrario, no son mas que el fruto de una cu- riosidad inquieta y pasajera. Lo que tiene interés en este momento lo pierde por completo al siguiente y lo susti- tuyen otros intereses Pasajeros. El nifio increfblemente curioso ya ha aprendido lo malo de los adultos: las preguntas se pueden detener con Escaneado con CamScanner 1A EXPERIENCIA DE LA CURIOSIDAD Y EL ASOMBRO DEL NINO 27 color y se caen de los arboles, Cada una de estas pregun- tas merece que uno se detenga a considerarla. El auténti- co asombro no significa hacer miles de preguntas. Estoy realmente asombrado cuando la pregunta que hago de algan modo se me devuelve, o cuando persiste y se hace envolvente, con todo sosiego, con el sosiego del encandi- Jamiento. El auténtico aprendizaje a menudo empieza en el asombro. Pero ¢se puede ensefiar éste? ¢Podemos hacer que los nifios se asombren? éPuede uno incluso querer asombrarse? ¢O es que la fascinacién se parece mas a una gracia que nos llega cuando estamos abiertos a ella? Algunos acontecimientos parecen prefiados de asom- bro. Una noche llevé a mis dos hijos a ese espacio mara- villoso. Habiamos estado viajando por esas praderas va- cfas y oscuras de Canada. Luego empezamos a observar un extraiio fendmeno. Era como si la oscuridad se levan- tara del paisaje. Una mano invisible abria las cortinas del cielo. Era el espectaculo de la aurora boreal. Detuve el coche y nos apeamos. jAhi estabamos, en aquel paraje abierto! Rodeados por Ja oscuridad y encima de nosotros Jas estrellas. Las luces de Ja aurora boreal ofrecfan un es- pectaculo realmente increible en todo el negro firma- mento que nos cubria. Para mi satisfaccion, los nifios permanecieron increi- blemente callados en ese momento magico. Pensé que les habia proporcionado una experiencia de auténtico asombro. En momentos como éstos, cuando uno se en- cuentra rodeado por el espléndido firmamento estrella- do, es cuando nos puede embargar un profundo senti- _ miento de admiracién. Una admiracién que realmente ~ nos domina. Es evidente que en el universo que nos ro- Escaneado con CamScanner 28 BL-TONO EN LA ENSENANZA dea tiene que haber algo profundamente Significativo, Al contemplar el firmamento, uno puede sentir una extraiig sensacion de que algo del nas alla le contempla a sy, vez, Es como mirarse en el espejo. Y en un momento de ex. tema reflexividad, el reflejo de la propia mirada se expe. rimenta como algo realmente desconcertant: équiéy soy? ¢Cual es mi sitio en todo esto? éPor qué estamos aqui? Pero son preguntas sin respuestas, Obligan a apar. tar la vista. Cuando después les pregunté qué les habs. dijeron que «habia estado muy bien», mente les interesaba mucho mas hablar de otras Preocu- Paciones. Cosas como: ¢tuve miedo alli, con todo curas? ¢Habria lobos donde paramos el oido cémo crujia la hierba junto a la carretera? ¢Qué po- dia haber sido? éY si algo se nos hubiera echado encima? éQué habriamos hecho? ¢Y si hubiéramos tenido que quedarnos todo el rato allf a oscuras? Si, hablamos de muchas cosas, pero me di cuenta de que no habi: guido ayudar a mis hijos a ‘a parecido, Pero sorprendente. a Os- coche? ¢Habia la Conse- Escaneado con CamScanner A TXPERIENCI DE LA CURIOSIDAD Y EL, ASOMBKO DEL niio 29 41 profesor eficiente no es necesariamente el que sabe 6 controlar toda posible experiencia del nine. constr pleduca unta Y profundizar en ella con gesto tranquilo. gHablo bastante con Michael sobre cuestiones que le le preocupan —dice su maestra de pr De donde sale la dor solicito quiz sea el que sabe captar una pre jnteresan y sta manana ha preguntado: a2”. Le he dicho que hace muchisimo tiempo que ‘Tierra Jas personas se hacen esta pregunta y le he hablado de al- gunas de las historias que la gente cuenta como po: ple a. Queria dejarle abierta la pregunta, y no Zan- respues jarla con una respuesta.» ssponder a la pre- oria para gQué es una buena hi na historia no orienta de for- gunta de un nifio? Una buel ‘ma automatica al nifto ha ‘cia moderna. El nifio no pide nec: Jas explicaciones causales de los «Por qué cambian de color las hojas?» Hay muchas 1 _ puestas posibles: «Es la forma que tiene la naturaleza de decir que los Arboles nec _ «Las hojas del otofio hacen hermoso el vierno.» «Fijate en lo bon: tas hojas del suelo.» Una hifio determinado es una hi el orden natural de la cien- ariamente que le den fendémenos naturales. esitan descansa mundo antes de que Ilegue el in- ito que es oler y pisar todas es- respuesta apropiada para un istoria que pertenece a ese nifio. Una buena historia da una respuesta que recuerda el in- Un educador con ferés que el nifio tenfa al preguntar. to mantendra vivo el interés que originé la pregunta Escaneado con CamScanner 4. VER AL NINO DESDE UNA PERSPECTIVA PEDAGOGICA ¢Cémo ven el padre o el profesor a los nifios? ¢Hay una forma pedagégica exclusiva de verles, distinta de como los puedan ver otras personas? Extrafia pregunta, quiza. Si ver es un acto sensorial, ¢no vemos todos a los nifios de la misma manera? Por ejemplo, vemos la mis- ma figura, el mismo movimiento, al mismo nifio que sal- taa la cuerda o que dibuja. Pero nunca vemos nada de forma pura. Como y qué _vemos dependen de quién y cémo somos en el mundo. Lo que vemos en el nifio y cémo lo vemos dependen de la re- lacion que tengamos con él. Veo a una nijfia saltar a la comba en la calle, y me de- tengo y sonrio. Veo esos saltos juveniles, el ritmo imperio- so-de la cuerda y, tal vez, un recuerdo. Reconozco este Titmo. Los tiempos no cambian. Cuando la nifia se detie- Ne, sigo sintiendo el chasquido de la cuerda bajo mis Pies. Me embarga la tristeza. Quisiera poder volver al vie- Jo patio de la escuela. Pero luego regreso a mi realidad. El lugar donde pasé la infancia esta a miles de kiléme- {f0s. No es probable que lo vea de nuevo tal como lo co- =— Escaneado con CamScanner +2 EL TONO-TN LA ENSERSANZA je ese nifia y SiZO andando. Vi a una nif, go. La vista y el sonido se unieron oe stir da cuerda que golpeaba mis pies. Luege . a. ¥ después proseguf mi camino, noci. Me alejo di una cuerda, unt jue hacerme se : cl pesar, ta nostalg Diane saltando a la cuerda. Ve much,, mas de To que veria cualquiera que pasara por allf po; éleonoce ala nifia desde hace mas de un aifio. Diane sigue saltando lejos de los demas nifios y el profesor puede discernir el significado concreto de la pedagogia. En cierto modo, la interpreta- cin que el amante hace del amor se comprueba cons- tantemente en la vida real. Lo mismo ocurre con los pro- fesores. El problema es que uno normalmente no conoce de antemano esa comprobacién o esa prueba. Las prue- bas que son previsibles dejan de ser pruebas. Los padres primerizos y los profesores que empiezan suelen pensar y actuar como lo harfa un aficionado. Cuan- do se enfrentan a un momento importante, lo normal es que primero piensen: «¢Qué dicen los libros?». Y cuando pasan a la accién, muchas veces el momento importante ya se ha esfumado. El profesional, por el contrario, pri- mero toma el momento y luego reflexiona. Puede actuar primero porque ha preparado su cuerpo para la atenci6n y la solicitud. O, dicho de otra forma, los educadores sa- ben actuar pedagégicamente en momentos importantes porque ya les anima el espiritu de la pedagogia que se for- m6 gracias a anteriores reflexiones. La mujer que descubre su embarazo es otra mujer. No sélo cambia su titero, sino también todo su cuerpo, su propio ser. Antes es posible que sintiera poco interés Por los nifios, pero ahora no ve mas que nifios a su alre- dedor. Algunas mujeres dicen que, para su sorpresa, sien- ten por primera vez la necesidad de coger en brazos a un hilo o de ayudar a alguno que lo necesite. En cierto modo, la futura madre se esté ejercitando, ejercita su Cuerpo y éste la ejercita para la maternidad. Escaneado con CamScanner 62 EL TOMO EN LA ENSESANZA Lo mismo ocurte con los profesores. Los buenos Pro. fesores ejercitan su cuerpo para Ia ensefianza. El prof. sor que lee un libro significativo sobre nifios suele lee, con ojos de profesor. De esta forma, los profesores aq. quieren unos conocimientos reflexivos de pedagogia, que les permiten actuar con tacto en los momentos impor. tantes. Escaneado con CamScanner 9, ¢¢@OMO EXPERIMENTAN LOS NINOS NUESTRA PRESENCIA? E percibir las incoherencias entre lo que decimos 0 hace- asombrosa la capacidad que tienen los jévenes de mos y lo que somos. Del mismo modo que a un amante no le pueden engafar durante mucho tiempo las simula- ciones de su pareja, el profesor no puede engafiar al nifio con un entusiasmo fingido ni una falsa experiencia. El profesor que no sabe de qué esta hablando (sea o no iente de ello) pronto queda en evidencia como al- guien al que no hay que tomar muy en serio. «El profesor Fulano de tal no es un profesor de verdad», dicen los pe- quefios. El profesor joven e inseguro que intenta desesperada- mente aparentar seguridad en si mismo muy pronto des- vela su verdadera forma de ser o de sentirse. Los nifios lo notan enseguida en un gesto extrafio, una pose falsa, con una mirada a sus ojos. Gran parte de lo que ocurre entre Profesores y alumnos se emite a través de los gestos, la cara y los ojos. Un profesor seguro es el que demuestra confianza con su presencia. Veamos qué significa para un nifo o un adulto estar presente como profesor. Se dice a co Escaneado con CamScanner NU TONO EN LA ENE MANZA Veee Sque y | PUL Oxpy as per CTSONAK Se las C4 yor sul 1880 las Conoce por escribir ly nt10 } Henei, es mas fieil observa! que hace - Yeemos que lo que somo: Je obielives cu Silos profesores saben fijarse un serie de ere Hiculares pero en un sentide 1 pre adonde van pare son in|eapaces de si los profesores comenta pose’ 1 poctizar la vida; bilidad pero ne viven esponsd si los profesores hablan de! una vida responsable: . te dan unas calificaciones antemen ae ul I criterio de su 2 perfeccion € si los profesore pero no eonsiguen hacer de I propio esfuerzo: emperio en que sus alum- lan qué es realmente la en- ‘6 ponen todo s si los profesore ro luego olviel nos les quieran pe senanza; si los profesores saben muchos chistes para divertir a sus alumnos pero carecen del auténtico sentido de la alegria de existit si los profesores demuestran un perfecto dominio del len- guaje pero en sus clases no hay mas que charlas vacfas: si los profesores individualiz, ‘an de forma efi lo pero no sabe ma eficaz el curricu- Nn conocer de verdad a los nifios: si los profesores d lan prueba de Pero no asumen co que conocen el mundo n él responsabilidad alguna; Escaneado con CamScanner jcMO EXPERIMENTAN LOS NIROS NUESTRA PRESENCIA? 65 gj los profesores son capaces de nombrar objetivos edu tivos iMportantes pero no saben vivir un profundo sentido de esperanza sobre cada uno de los nifios: si los profesores integran su asignatura con otras pero ca- recen de una vision de conjunto; si los profesores hacen muchas preguntas a los alumnos pero no saben bien cémo abordar las que se les plantean; si los profesores acttian con autoridad, pero desconocen qué es lo que les confiere una autoridad pedagégica; si los profesores (y se podria seguir casi hasta el infinito)... entonces la conducta observable del profesor, lo que es- tos profesores hacen abiertamente, es una contradicci6n profunda en su forma de existir en el mundo o, desde luego, en la escuela, en el aula, con esos jvenes. O tal vez habria que decir que cuando los profesores no saben ser lo que de forma tan ostensible hacen, entonces se en- cuentran realmente ausentes y en modo alguno estan presentes para esos alumnos. Podemos estar fisicamente presentes para los niiios al tiempo que algo esencial se encuentra ausente de nuestra presencia. Asimismo, podemos estar ausentes de los ni- fios y, al mismo tiempo, en otro sentido, ellos siguen pre- sentes en nuestra vida fuera de la escuela y nosotros se- guimos presentes en ellos. Asi le ocurre al nifio que hace los deberes y siente que el profesor le observa por encima del hombro. O al profesor preocupado por algo ocurrido durante el dia y que no puede dejar de pensar en un de- terminado nifio. Escaneado con CamScanner 66 TE-TONO NLA ENSERANZA ayores no pueden evitar « Nos guste 0 no, los mayores no J AF Ser 4, tivo, para los nifios. Estos e, ejemplo, positive 0 ne : rimentan a los adultos como ejemplos cuando Preguy Por qué siempre me dice que haga esto y is. tan: « nunea lo hace?». O: «¢Por qué se preocupa tanto de yy, notas pero nunca le interesa lo que hago?». O: «Por auc 1 un coche nuevo y no para los h, tenemos dinero pa Hetes de avidn para ir a visitar a la abuela?». Cuando el adulto pasa de ser un simple ejemplo «, 1aserun ejemplo aiwteéntico, » conductas que el nifio imi vivir los grandes valores que predi a los nifos, enton. esa persona asume una importancia pedagégica en la ide éstos. El adulto ya no es alguien que se limita a una infor © vi ensefiar unas destre: cial de la television, un deportist 1 persona se ha conver acion, un héroe su. famoso ni un pa pei dre con el que uno se d tido en pedagogo, un auténtico educador. Lo que hace el erte, F profesor o cl padre sensible es ofrecer al joven una idea sobre qué clase de vida merece la pena vivir y qué tipo de alean madurez merece los esfuerzos que supony En efecto, este proceso de imitacin (a mutmesis) es el sentido del aprendizaje. En el inglés antiguo, el verbo gnificaba censenar» 0 «dejar apren- ders, ademas de «aprender». Asi que seria correcto decir aprender (learn) si que alguien podia «aprender» a alguien a aprender algo. En holandés, «aprender» (leren) se sigue usando indis- tintamente para referirse a la ensefanza o al aprendi- zaje. El «profesor» es leraar; el «alumno», leerling. Etimo- légicamente, el verbo inglés learn (aprender) significa sseguir el rastro, las huellas de alguien que ha pd ado an- tes». En este sentido, el profesor 0 el padre que es capat Escaneado con CamScanner COMO EXNPERIMENTAN s 2 OS NINOS NUFSTRA PRESEN RESENCIA? 6 prendery deb © ser erun aprendiz mejor atin que Lque se le «deja aprender» > le podeme set todo ps odo para todos los nidos xe cuando me II De ma- amo profesor esas rv de Matematica sor de Literatura, de Historia o de i Ciencias, prock , gue dispongo de una diversi as, procla- au pongo de una diversidad profesional de po- jlidades Y respo: p bilidades pedagégic ‘as. Pero ¢qué signi eoscney historia o literatura a los nifios? Ser ofesor de Historia o Literatura puede significar que sé contar muchas historias, o hablar sin parar de wn ° ge la obra de los grandes poetas. Evidentemente, conocer una determinada asignatura significa que sé algo en ese gominio del conocimiento humano. Pero saber algo no ‘fica saberlo todo sobre algo. Saber algo significa sa- ber qué representa ese algo en la forma en que nos habla, en cémo se relaciona con nosotros y cémo nosotros lo hacemos con ello. Conocer una asignatura no solo significa saberla bien y saber las cuestiones fundamentales que plantea. Tam- bién significa llevar estos conocimientos de forma que demuestre que se quieren y se respetan por lo que son y por cémo dejan que se pueda llegar a saberlos. Aprende- omponen. el curriculo escolar. mos las asignaturas que © : También es verdad que las asignaturas nos dejan apren- der algo sobre ellas- Es en este proceso ae aprender cuando la materia de la asignatura CO! 2 we tica entidad: se convierte en una asignalum™ que me ya sibles las relaciones- Nuestra receptividad. ree ania cuchar» la asignatura, constituye la propia vio de aquella. relacion entre el alumno y los conte muchas veces jvidad atenta ante Esta receptividad o del signifi icado. Y una vez que es un acto jnterpretativ Escaneado con CamScanner EL TONO EN LA ENSERANZA aCeptamos que todo acto de imterpretaci6n es Un a¢ Lo lacional de e atencion y solicitud, admitimos Una Coney, SION sorpr endente: que debemos ser responsables lante de lo que sabemos com de lo que hacen ‘ 6 imicas y figs El agua (H,0) es sus propiedades quimicas y fisic én es la Huvia refrescante evidentemente, Pero también es fa Hu ile (, . ro cuerpo, el habits inc6moda) que cae sobre nuestro cUucry tat ¢, ‘i ‘a el cultivo de nuestros . los peces, alpo necesario para el a £ MESO Mentos, un elemento del que obtener an ; un mo. tivo de guerras, una cascada de belleza, la cor rmacién, de la gracia religiosa. Algunas personas piensan que no importa que log profesores sepan mucho sobre las materias que enseiian, La buena ensefianza esta determinada por el cémo (¢| método o el estilo docentes) mas que por el qué (los con. tenidos), 0 eso es lo que se dice. La realidad es que vemos a profesores de Educaci6n Fisica dando clase de Lengua y 4 profesores de Historia que ensefian Ciencias, Y, sin embargo, hay una verdad innegable en el refran que dice gue «eres lo que ensefias». Un profesor de Matematicas no es (0 no deberfa ser) sdlo alguien que ensefia mate- maticas. E) auténtico profesor de Matemiaticas es una persona que encarna las matemiaticas, que las vive, que en muchos sentidos es las matematicas, Muchas veces se puede decir si un profesor es «auléntico» o «ff: estilo que ledaasu ensenanza, Asf e: incapaz de dar un estilo si hac ulso» por el or falso es antes no encarna lo que dice 0 «Este no es mi estilo», lo que : «YO no soy asi, fi * NO SOY you. EJ estilo que le damos a los contenidos de una asign tura sefleja nuestra forma de entenderla, Podemos P%” S, el prof Mando alpuien dic znisi Escaneado con CamScanner {cOMO EXPERIMENTAN LOS NINOS NUESTRA PRESENCIA? 69 é A269 una determinada cantidad de informacién sobre | a ura, matematicas © ciencias, pero sdlo los conoci- fos ave encarnamos de verdad forman parte de . Lo normal es que al «auténtico» eeieee ra no solo le guste leer, escribir y llevar la pc att | brazo mientras se toma el café de media ma- | «auténtico» profesor de Literatura no puede evi- etizar el mundo, es decir, pensar en la experiencia ana a través del poder encantador de las palabr Hay mucho que apr nder de lo que los alumnos di- cen sobre Jos buenos profesores que han tenido. O cuan- do se les ove habl aquellos que ellos mismos querrian ser. Em- ar de los profesores de quienes mas aprendieron, 4n a surgir determi ras de historias y Jos temas, unas cuestiones nécdotas que conducen fa- slizaciones sobre esos profesores, en las su sentido de la equidad, la paciencia, la ad de comunicacion, de mantener el interés por sabian que atencion, 1a capacid e} sentido del humor, Ja buena disciplina, el hecho de que les conoctan, que Jos alumnos qué se debia ensenar. Pero es dificil describir con palabras Jas cuestiones que se esconden detras de estas generalizaciones. Enun nivel mas profundo avin, la competencia del profesor tie- avia con la solicitud pedagogica, con tener la sensibilidad para discernir qué es lo mejor para cada nifio, comprender la vida de cada uno de ellos y sus mas recénditas preocupaciones- También incluye saber cuales son los aspectos de los curriculos de Matematicas, Lengua, Sociales, Arte © Ciencias que S¢ relacionan con la propia vida. ne que ver mas tod Escaneado con CamScanner

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