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limitado y sélo se tiene el uso tangible de piritas hasta el Neolitico y la Edad de Bronce. ‘Vernos con claridad que gran parte del desarrollo cultural de la hu- ‘manidad ha dependido de los combustibles a su alcance. Las evidencias, al respecto son escasas: tuvieron que encontrarse aquellos que ardie- ssen facilmente y produjesen poco humo. Sin duda, la madera ha sido el. combustible por excelencia. Algunos productos animales también sir- vieron como combustible, entre ellos el hueso y en ciertas regiones el estiércol seco de animales silvestres o domesticados. Como combusti- ble han sido empleados aquellos materiales de origen vegetal, animal 0 mineral de facil ignicién. Junto con el descubrimiento del fuego, estén los grupos que no sa- ben producirlo, la transportacién y la transferencia, es decir, la forma de llevarlo a distintos sitios al no saber producirlo conlleva un proce- 80 de mantenimiento, para lo cual se requieren materiales facilmente inflamables. Finalmente, obtenido el fuego por cualquiera de los métodos cita- dos, resta comentar los medios para mantenerlo y activarlo, los cuales son reducidos: aire con sopladores, abanicos naturales o manufactu- rados expresamente, sopletes y fuslles (desde luego, éstos con clara manufactura humana). Dominado el fuego —calor directo o indirecto—, el hombre logré menufacturar productos que sustentaron el desarrollo de la humani- dad, como la cerémica y la metalurgia; también, dado que el fuego era ademés su principal proveedor de luz artificial, el ser humano ide6 la elaboracién de hogares, desde los més simples, con unas cuantas pie- dras 0 huesos de megafauna, hasta braseros, antorchas de madera y finalmente lamparas, teniendo que usar en cada caso el combustible idéneo. Asi, con el transcurso de milenios se fueron desarrollando nuevas fuentes de calor ¢ iluminacién, que han marcado el innegable progre- 80 hasta llegar a las velas ¢, indudablemente, el gran descubrimiento: al cerillo 0 fésforo durante ol siglo xix. Bibliografia Hough, W, “Fire as an Agentin Human Culture”, en Bull, nim. 139, Washing- ton, D.C., Smithsonian Institution, United States National Museum, 1962. Perles, C., “L'homme prehistorique et le feu", en La Recherche, nim. 6 (69), Paris, 1975, pp. 829-839. ———,Préhistoire du fou, Paris, Masson, 1977. Alfareria/ceramica Lorena Mirambell . Introduccién Con el término alfareria o cerémica se designan en forma general los tes y objetos diversos de barro cocido, que.es uno de los ma- teriales arqueolégicos que se encuentran con mayor profusién, sobre todo desde que el hombre inicié la etapa de sedentarizacion, Estos tér- minos en espaol son sinénimos, aunque en Ia definicién de cada uno hay alguras sutilezas; por ejemplo: alfareria es el arte de fabricar vasi- jas de barro y cerémica, el de objetos de barro y porcelana, pero desde el punto de vista arqueolégico es ol conocimiento cientifico de estos ma- teriales, pues se encuentran restos de uno y otro tipo. Consideramos Util establecer una pequefa diferencia entre ellas y estimamos conve- niente usar el de alfareria para los objetos que no presentan ningiin ti- po de recubrimiento especial y el de ceramica para barro vidriado y por- celana, no obstante que sean sinénimos, como hemos indicado, La aparicién de la alfareria/cerdmica es bastante tardia (entre 8 000 y 3000 aP. en forma generalizada), si tomamos en cuenta la presen- cia del hombre sobre la faz de la Tierra, lo que no deja de resultar sor- prendente pues la materia prima, el barro, se encuentra practicamente or doquier y en particular en cuevas y zonas que usuelmente fueron habitadas por el hombre durante la etapa litica, material que conacié Y quizé uso para modelar tigurillas, juguetes, etestera. ‘También, sin lugar a duda, el ser humano advirtié que los fondos de los hogares hechos sobre pisos de barro aparecian después de cier- to tiempo endurecidos, 0 sea cocidos, dado que ol barro puede cocer- ‘se sin une preparaci6n especial y en un fuego ordinario, por lo que fue- ron numerosas las observaciones efectuades. Todo indica que ningiin obstaculo tecnolégico dificultaba el des- cubrimiento de la alfareria/cermica como tal durante la etapa pre- cedente 2 la sedentarizacién, aunque se advierten nexos claros entre este material y el uso de coreales. Entre las razones esgrimidas para que apareciese tan tardiamente esté el tipo de organizacién social de cazadores-recolectores-pescadores, ya que para estos grupos, por su nomadismo, era dificil llevar a cabo un largo proceso de preparacién, a secado y coccién, como el que requiere el material en cuestién, ade- més de le fragilidad de éste para los largos desplazamientos. Esto es, significativo, aunque todo parece indicar que una de las principales causas para su manufactura fue la necesidad de contar con diversas, formas de recipientes requeridos para el almacenamiento, prepara- cién y consumo de productos cultivados, a pesar de que una parte de estos menesteres debié queder cubierta con el empleo de objetos de piedra, cesteria, corteza y madera, pero las vasijas de alfareria/ce- rémica solucionaban problemas con mayor eficiencia; ademés, al consumo cada vez mas regular de cereales y otros productos vege- tales se afiadié el hecho indirecto de la sedentarizacién, aunque al prin- sélo fuese estacional y paralelamente la construccién de casas- le que la construccién de muros con ramas recubiertas, de barro (bajareque), con bloques de barro (adobe o tapial) para ce- sas, de silos, de bordos para los hogares, etc., haya precedido a la manufacture de vasijas y que el natural manejo del material pléstico haya hecho posible la asociacién de ideas que llevd a elaborar éstas, y a todo el proceso hasta la coccién. Esta nueva actividad artesanal fue significativa para el desarrollo tecnolégico de la humanidad, pues tiene como base el conocimiento empirico de una transformacién qui- mica relativamente compleja. El proceso consiste en extraer inicial- mente por medio de calor natural y después artificial (horno en for- ma genérica) el agua de constitucién que se encuentra combinada quimicamente con la materia prima, le cual es completamente plas tica si se humedece, pero al someterse a un proceso de secado al aire libre 0 bajo techo y luego sometida a un calor minimo entre 480°-500° C, se logra eliminar toda el agua de constitucién, perdiendo definiti- vamente su plasticidad. Ya cocida conserva la forma dada y puede someterse de nuevo al fuego sin alterarse. Aprovechando la plastic dad de la materia prima pueden modelarse objetos de las formas mas variadas, que después de la coccién sélo pueden ser destruidos de- liberadamente o por accidente, pues en general son frégiles. Por Io tanto, la alfareria/cerémica convirtié al hombre en un creador, pues fue capaz de dar a la masa, le materia prima, las formas deseadas. Desde luego, es infructuoso decir que no existe alfarerialcerémica cocida al sol, pues se necesita una temperatura de varios cientos de gra- dos centigrados para producir el cambio de constitucién de la materia prima que da como resultado el endurecimiento irreversible, que per- mitird usar estos objetos, entre ellos pera la coccién y preparacién de alimentos. Podriamos abundar con hipétesis relacionadas con las con- jones tecnolégicas, econémicas, sociales y culturales necesarias pa- ra el surgimiento de la alfareria/ceramica, pero, en pocas palabras, apa- rece en una fase de sedentarizacién de agricultores incipientes y, desde 42 el punto de vista arqueolégico, es uno de los materiales que mejor se ‘conserve tanto en forma de piezas completas 0 semnicompletes como fragmentadas, 0 sea, tiestos 0 tepalcates, ya que regularmente son afectados poco por el medio en el que quedaron enterrados y conser- van su forma, decoracién (si es que la hay) y propiedades fisicas. Por la abundancia en la que aparecen arqueolégicamente, los arquedlogos intentan, mediante su andlisis, reconstruir una parte del pasado de una sociedac, o de la humanidad en el sentido més amplio, La mayoria de esos estudios tienen como finalidad formule tipo- logias a fin de establacer secuencias temporales y limites culturales den- tro de un cartabén histérico/cultural. Por ello, fos atributos estilisticos han asumido gran importancia en cuanto a variabilidad social y tem- poral y, como resultado, este tipo de estudios han sido y son objeto de multiples investigaciones. Sin embargo, muy pocos se han interesado en las funciones de las piezas de alfareria/cerdmica y la tecnologia pa- ra su manufactura, y estimamos que sélo una evaluacién de los cam- bios tecnolégicos en le productividad de piezas terminadas, en conjun- cién con studios ambientales y demograficos, puede aclarar los enlaces entre éstos y el cambio cultural (Bronitsky, 1986). Las propiedades de la materia prima desempefan un papel signi ficativo en la produccién alfareralcerémica, y entre ellas tal vez la més importante sea su plasticidad, que limita la creacién de ciertas formas, ‘pues la variabilidad se restringe a la calidad de ésta, que a la vez se re- laciona con la durabilided del objeto creado. Tecnolégicamente, cuan- do el artasano empieza a seleccioner la materie prima, es porque po- ‘s8e un sdlido conocimiento al respecto y ha logrado un considerable avance tecnolégico, social y cultural (idem) La calidad del producto terminado muestra la suma de conocimien- tos alcanzados, lo cual se patentiza en la forma, el tamano de las pie- zas y hasta en la decoracién que depende no sélo de avances tecno- légicos, sino también de los cénones estéticos de un grupo y de ‘algunos materiales disponibles para tal fin, por ejemplo: no es posi- ble encontrar decoraciones con base de hematita cuando localmente esté ausante este tipo de materia prima, salvo que se obtenga por in- tercambio. Las investigaciones sobre tecnologia alferera/cerémica han condu- ido a rezonstruir etapas, desde las més elementales en cuanto ala ma- ufactura hasta las més desarrolladas ya una cronologia en su evolu- ci6n, aunque algo més limitada que aquella con base en el estudio de estilos 0 tipos, pues las posibilidades de que se dispone en cuanto @ formas y decoracién son més amplias y las técnicas de manufacture, en las etapas culturales que nos ocupan, resultan singularmente res- tringidas. 49 Tecnologia El material bésico para la manufactura de piezas de alfareria/cerémica @s el barro, el cual debe homogeneizarse mezclndolo con la cantidad de ague requerida para hacerlo pléstico, es decir, puesto en un grado de humedad determinado. Porlo regular, en este material se encuentran con- ‘venientemente mezclados elementos no plasticos (antiplésticos}, aunque ‘en ocasiones debemios agregarlos para mejorar la calidad de la pasta que resultaré del masado, a la cual se dard la forma deseada, que adquiri- ra firmeza durante el secado y la coccién. Este proceso, hasta que se adop- taron medios mecénicos, se efectuaba con los pies y las manos y cons- tituia con frecuencia dos etapas sucesivas en la preparacién de una pasta homogénea. Para la elaboracién de piezas, las técnicas més comiinmente utili- zadas son: ahuecado, moldeado, modelado, enrollado y torno. Las cua- tro primeras son totalmente manuales y la ultima requiere un aparato manufacturado para tal fi Ahuecado El ahuecado es una técnica mediante la cual a un trozo de barro pre- parado se le da la forma deseada al extraer una parte del material del Centro, afin de obtener una cavidad que pueda contener liquidos u otros ‘materiales. Por lo regular, las vasijas son de forma redondeads. Moldeado El! moldeado es una técnica empleada para obtener una pieza median- te [a utilizacién de formas o moldes previamente elaborados. En el ca- 80 de las vasijas, los moldes pueden ser céncavos o convexos, los cuales ‘se recubren previamente con un material, como ceniza, barro seco 0 arena fina, entre otros, para evitar que se adhiera la capa de barro ama- sado que se aplicaré a continuacién. El moldeado puede efectuarse en una o dos operaciones: a) para vasijas de forma abierta o sélo pera la parte inferior de una, que se terminard con otra técnice, 0 b) hacerlo en dos partes que luego se unan. Se emplea también para la manufac- tura de figurillas, de objetos pequerios o de las diferentes partes orna- ‘mentales de una pieza y, seguin el estadio alcanzado, pueden ser de al- fareriaicerémica, barro sin cocer, s6lo secado al sol, madera, ete. Es facil reconocer en una pieza completa o semicompleta cuando se ha em- pleado esta técnica, por ejemplo: cuando Ia union de las partes no es- +t bien desvanecida o alisada, por lo que en el caso de vasijas se reco- 50 mienda observar el interior, para detectar la posibilidad de huellas en la unién. También suelen aparecer moldes en algunas excavaciones. Modelado El modelado es una técnica por medio de la cual se da a la materia pri- ma la forma deseada y se modela una vasija o un objeto. Enrollado El enrollado es una técnica que consiste en construir piezas enrollan- do en forma sucesiva largos cilindros de grosor variable hechos con materia prima preparada, los cuales son unidos durante el mismo pro- ceso por medio de alisado. El numero de cilindros estaré en relacién con la forma de la pieza y el temafio deseado. Torno Esta técnica abarca dos aspectos: 1. Cuando la pieza elaborada, empleando alguna de las técnicas ex- puestas (por lo regular moldeada), es montade sobre una base girato- ria @ la que se imprime escasa velocidad. Se le conoce como falso tor- oy se usa como complemento de la manufactura, para emparejar una forma realizada con otra técnica o para efectuar una decoracién espe- cifica. El movimiento circular que se desarrolla sélo desempena un pa- | de ccmodidad y si la pieza es de gran tamaiio y fragil, el artesano giraré alrededor. Es fécil identificar cudndo fue usado este falso torno © el auténtico, por le fluidez o peralelismo entre lass particulas de bar rro y de las pequefias burbujas de porosidad dejadas al ser sometida la materia prima a los distintos procesos. 2. Eltorno auténtico, desconocido en el México prehispénico, es el antificio que imprime un movimiento répido de rotacién al material co- locado sobre un disco, el cual se tornea manualmente, es decir, cuan- do se monta el barro sobre una base —una tabla 0 un plato— éste se- ré moldeado entre los dedos del artesano aprovechando la fuerza centrifuga producida por un movimiento circular rapido (aproximada- ‘mente unas 60 vueltas por minuto) hasta obtener la forma deseada gra- cias al efecto conjunto de las manos y Ia fuerza centrifuga (fig. 16). Una vez formada la pieza con cualquiera de las técnicas menciona- das, de las que siempre queda algune huella estructural, pues en cada 51 Figura 16. Procesos de manufacture de a cerdmica: 1, moldeado; 2, enrollado; 3, con rmoldes, y 4, a torno (Ruiz Zapatero, 1988) una se ha tratado de dar la forma deseada, prosigue el alisado median- te la aplicacion de partes constructivas. Alisado El alisado es el tratamiento htimedo que tiene como finalidad empa- rejar total o parcialmente la superficie de une pieza para dejarla lisa y mate. Para ello se pueden usar simplemente les manos himedas 0 un agente intermedio: una piedra de grano fino, un fragmento de hueso, un material vegetal, etc.,y sélo la superficie sufre modificaciones. Con este proceso podemos decir que la pieza esté terminada. A continuacién la pieza se someterd a secado para extraer a la ma- teria prima el agua ahadida durante el amasado, afin de quela arcilla fue- se plastica. Este proceso debers efectuarse a la sombra para que dicha 1acidn sea lenta y evitar que la pieza se agriete. El tiempo reque- 52 Fido para el secado esté regularmente en relacién con el grosor de las paredes de la pieza y la temperatura de! lugar Esta fase tiene como finalidad afirmar la pasta y cuando se encuen- tra.en estado de cuero blando se pueden efectuar perforaciones, afia- dir apéncices, etc.,o dar una forma especial al cuello 0 ala base, cuan- do 80 trata de un recipiente y continuar el proceso de secado hasta que la pieza esté lista para coccidn, en estado de cuero duro, durante el cual también se le pueden aplicer otros tratemientos a fin de decorarla 0 impermeabilizera Desde que se inicié la manufactura de vasijas, de recipiontes y pie- zas diversas empleando como materia prima el barro conveniente- mente preperado, los alfarerosiceramistas han previsto la necesidad de afadio insertar partes que faciliten la sujecién, problema que ha sido resvelto de tres maneras: * Por medio de perforaciones para el paso de cuerdas para sus- pensién. ‘= Mediante apéndices o protuberancias con o sin perforacién. ‘*Conasas propiamente dichas. Las perforaciones para la suspensi6n regularmente presentan un did: metro constante a través de la pared y se realizan antes de la coccién empleando el artefacto adecuado: un carrizo, un hueso de ave, un frag- mento de hueso terminado en punta, etc. Es importante definir el tipo de perforacién y su localizacion. Respecto a apéndices y protuberancias tenemos lo siguiente: 2) Mengos, que son apéndices lergos, regularmente angostos adhe- ridos o insertados a la superficie por uno de sus extremos. Por me- dic del mango suele asirse un recipiente para hacer uso de él. +b) Protuberancias, que pueden ser hemisféricas 0 cénicas, sacadas dela misma pasta de la pared o de pastillaje (técnica que se vera ‘a continuacién) y adheridas o insertadas, las cuales pueden ono presentar perforaciones verticales u horizontales (fig. 17). ¢) Cordones 0 bandas de pastillaje, dispuestas horizontal o vertical- ‘mente, que aparecen alrededor de la pieza o sélo en secciones y a veces con decoraciones diversas, perforaciones, etostera. 4) Asas, que son apéndices de forma alargada cuyos extremos pur den estar adheridos o insertados ala vasija y permiten asirla, por la introduccién de uno o més dedos de la mano (figs. 18 y 19). Las asasson regularmente aplicadas de modo lateral, pero también las, hay diarretrales (ijedas en dos puntos equidistantes), como las de puen- te, de esiribo, etc. (Séronie-Vivien, 1975}. Asimismo, existen asas mé- 53 ra 17, ances y rosberancos par sia sostene: da btn b de cordon 1 ore prouberansas cvereasSotnes 1 homteo,epaneds coe, & cordon hortanal (porto reglrsrddor Gea petalorleRoveona opi: 8 rojo horizontal concave, arje completa 8, ora vetkaly 8, mango (Sornie Vivien 2978) recta y colocacién, con esfumado del material, yb) Fjado par penetracién, previas perforaciones a la pieze en ls que se introducen los extromos de un rollo, Sobrepasando la pared de la pleza, con presion y estumedo (Franco, 1947) viles, de materiales flexibles de origen organico, fijadas @ dos puntos opuestos de la boca de la vasije, por medio de pequefias asas 0 perforaciones. Junto con los elementos de sujecién es importante ver aquellos pa- ra verter y obturar. Para verter tenemos la vertedore abierta, que es una lexién del labio del cuello, més o menos marcada, que al ensanchar- se forma un canal abierto, y la vertedora cerrada, que constituye una abertura diferente de la boca para comunicar al cuerpo de la vasija con el exterior (Balfet et al, 1992). Para obturar tenemos tapas y tapones. Las primeras pueden corres- Ponder a una pieza determinada o ser objetos de uso miltiple, utiles Para distintas vasijas. Los tapones, que son tapas pequefias y estrechas, sirven para cerrar el gollete de una vasija (se llama gollete cuando pre- sent un diémetro minimo o inferior a un tercio del diémetro maximo. de la pieza) y también pueden ser de uso multiple (idem), Previamente a la coccién, se pueden efectuar otros procesos téeni- cos, entre los cuales tenemos el pulido. Pulido El pulido se realiza al final del proceso de secado (en estado de cuero duro) y con él se comprimen y orientan las particulas de barro y se da Un brillo variable a la superficie de la pieza, segiin el grado de acabado alcanzado durante el proceso anterior, y el grano de la materia prima. 55 Puede aplicarse en forme total o parcial e incluso es util pera ofectuar decoraciones posteriores, Se logra frotando Is pieza con pulidores, ob- jetos duros, romos, de piedra de grano fino, como el cuarzo o fragmen- tos de hueso, Se identifica por la brillantez de la superficie, lo cual de- penderé también de la calidad de la materia prima y del tipo de pulidor. Brufiido EI brillo obtenido durante el pulido puede mejorarse’con ol brufiido, que es el proceso final al que se somete o proporciona a un objeto ce- rémico; para ello, puede emplearse un fragmento de textil, de cuero, de hueso y hasta simples fibras vegetales. El pulido y el brufido, como expusimos, pueden aplicarse en for- ma total o parcial, es decir, afectar toda la superficie de la pieza o limi tarse a zonas sobre lineas de contraste, brillantes/mates. ‘También, aprovechando la plasticidad de la materia prima, existen procedimientos decorativos precoccién, como: 1. Pastillgje, 0 sea, la aplicacién de bandas, rollos u otros motivos, que son adheridos a la superficie por presién o empleando barbotina © engobe. 2. Incisiones: accién para efectuar una hendidura o hendiduras con una herramienta cortante. La forma de la incisién varia seguin la herra~ mienta que se emplee y puede ser curva o triangular (herramientas con punta roma o puntiaguda). La identificacién es simple, pues se trata de trazos lineales 0 curvos y en ocasiones hasta se pueden advertir hue- las excedentes de material, sobre todo en las partes finales del trazo © en los bordes. El trazo puede ser diferente seguin el estado de hume- dad 0 sequedad de la pieze; con una pasta firme se obtienen incisio- nes muy netas (idem) (fig. 20-1 a 6). 3. Escisién: accion de retirar parte del material de uns pieza recor- téndola 0 eliminandola. Si se hace por medio de corte, afectard el gro- sor de la pared y producira una decoracién calada. La escisiOn se rea- liza con una herramienta que presente una extremided cortante (una ‘gubia) y se requiere un trazo previo, una incisién leve, superficial y lue- ‘go el corte y extraccién de material excedente de la zona delimitada. 4, Grabado: accién para realizar cortes suaves o escisos cuando la arcilla esté completamente seca 0 cocida, o cuando ha perdido la plas- ticided y la herramionta que se emplea debe presentar un extremo en punta, El grabado se diferencia de las incisiones por la ausencia de re- babas o crestas sobre los bordes del trazo y sélo ocasionalmente se presentan finos enconchados, y a veces el color del fondo del trazo es diferente del de la superficie, especialmente cuando el grabado es pos- coccién y no se aplicé pintura alguna ulteriormente. 56 5. Impresién: es la accién de imprimir o estampar por presin perpen- dicular u oblicua motivos decorativos sobre a superficie de una pieza, cuan- do la materia prima esté ain pléstica empleando punzones, un dedo, una fia o divarsos materiales, como cuerdas, textiles, conchas, peines 0 frag- "mentos de cesteria y se conoce como impresién simple. También hay im- presiones con rodilo o con sellos de superficie convexa. Laimpresién con rodillo, objeto de forma cilindrica, da como resultado una decoracién in- cisa 0 en alto relieve al hacerse rodar éste sobre la superficie por deco- rar. El obetotratado con esta téonica presenta, por lo regular, una banda continua del encho del rodillo utilizado, el cual imprime en forma repeti- dda, con detalle el diseio elaborado previamente (figs.20-7 y21,22y 23). La impresién con sello de superficie convexa se realiza por el belan- ceo compasante de un lado @ otro, un balanceo regular que da como resultado la impresién de un motivo en forma continua 0 discontinua Los procesos de incision, escision, grabado impresién, desde ol punto de vista técnico, podemos definirlos como mecénicos y las fina Figura 20, Decoraciones precoccién. Inisiones @ impresiones (Séronie-Vivien, 1975, modificado). 57 Figura 2. Decoreciones precoccién ¢impresiones continuasy discontinuas (Séronie Vivien, 1978) 58 Figura 22. Decoraciones precoccién y decoracién en relive (Séronie-Vivien, 1975), lidades pueden ser ornamentales o funcionales. Estos procesos pue- den combinarse con otros, como el pulido 0 el bruftido, 0 con alguno de los que veremos a continuacién: 4) Medelado: es la accién de decorar una pieza modificando la su- Perficie original por desplazamiento de materia prima, en forma ‘manual, pellizcos, ondulaciones o por la afiadidura de elementos moldeados previamente, o sea pastillaje (flores, hojas, etc), los cueles son aplicados y adheridos y dan como resultado una de: coracién tridimensional, que se efectua precoccién (fig. 24). 4) Moldeadio: decoracion que se realiza durante el proceso de ma- ‘nufectura por presién de la pieza en un molde con decoracién hueca o en relieve. Los moldes, que en general se utilizan, pue- den presentar forma convexa, de bibalvo unido a la altura del dié- ‘metro maximo o verticalmente y otras. Ciertas piezas presentan engobe, o sea, un revestimiento de materia Prima, en ocasiones dificil de descubrir si la empleada es la utilizada ara la manufactura, pues una fina capa de elementos puede resultar del proceso de alisado o por resudacién (al filtrarse liquido a través de los poros de un recipiente o ruzumar) espontanea, aunque el engobe puede ser definido con un andlisis microscépico de secciones delge- das. Megascépicamente se reconoce con facilidad cuando se trata de 59 Figura 24, Decoracion precoccion: a elementos de relieve con incsiones e impresiones; D}Impresion realizad sobre un boton de pastlao;e dacorenion en relieve compuesta; 4} pasillaje sobrepuesto a un botén,y e) elementos de relieve (pactllaje sobrepuesto) (Séronie-Vivien, 1975) un revestimiento con otro tipo de material, con propiedades quimicas ¥y mineralégicas distintas de las que tiene la manufactura de la pieza © cuando fue afiadido un pigmento y cuya capa, fina y adherente, se li- mita de forma neta. El engobe asegura una superficie uniforme en cuanto a color y textura, para aplicar a continuacién cualquier tipo de decoracién, ya sea total o parcial; ademés, el engobe se puede aplicar ppor inmersién o bah de la pieza, seguido de escurrimiento 0 por fro- tacion con un material esponjoso empapado en el engobe. Otro tipo de revestimiento se logra con el empleo de barbotina, que son las particulas mas finas del barro obtenidas por levigacién, mate- rial con el que se cubre la superficie alisada de la pieza. En general es dificil determinar su presencia, pues por lo regular se emplea el mis- mo tipo de materia prima, Este tratamiento puede ser confundido con un alisado fino, ya que por resudacién, como se indicé, pueden apa- recer en superficie los elementos més finos. Balfet et al, (1992) definen a la barbotina como una decoracién en relieve aplicada a la superficie de una pieza y es una mezcla de barro Y agua en estado de suspensién coloidal que se aplica con pincel. Pa~ ra esta investigadora y su grupo, la barbotina se identifica por la des- igualdad del relieve segin el ritmo del trazo y la finura del material (“efec- to de exudacién que provoce @ veces una diferencia de color respecto al del barro empleado en la manufactura do la pieza"). 60 Si se persigue la impermeabilizacién de la pieza, se aplicarén sus tancias vitrificables antes de la coccién, 0 una frotacién con liquenes al salir del horno, rociarla o sumergirla en ciertos jugos vegeteles 0 re- sinas, lo cual puede obedecer a finalidades practicas o religiosas. Laapicacién de sustancias vitrificables o engobes vitreos es un pro- ceso bastante evolucionado, que no se presenta en las primeras fases cerémicas. Por lo regular, una capa delgada de sustancias vitrificables se denomina barnizy una gruesa y opaca esmalte, aunque ambos re- ciben el calificativo de vidriado 0 barniz vitreo y san composiciones de 6xidos metélicos de silice y alumina, los cuales por sus caracteristicas ¥ su dosificacién (0 sea, la cantidad aplicada) producen durante la coc cién la formacién de una delgada capa coloreada. Casi todos son em- pleados en forma de solucién liquida y aplicados por inmersién o con pincel cuando la pasta esta seca, antes de la coccién. Las piezas regularmente se someten a varias aplicaciones de bar- niges de colores, cuyas propiedades de dilatacién son en general sen- siblemente iguales a las de la materia prima empleada. Por ejemplo, a la porcelana china, cuya pasta esté compuesta de caolinita, mica, cuar- z0y feldespatos, se aplica un engobe de tipo caledreo, con mica y sili ce, afiadiondo éxidos metélicos que llegarén durante la cocoién a 1 200 y 1.300° C de temperatura, su estado definitivo. Estos colores son apli- cados de diversas maneras: bajo el barniz, sobre el barniz o como par- te del mismo barniz vitreo. El fondo de vidriado permite la combina- cién de colores para efectos decorativos. La naturaleza del horno proporciona también caracteristicas especificas, ya que, de acuerdo con el aire circulente, la atmésfera del horno sera oxidante o reduc- tora,' de modo que una coloracién negra sobre un barniz de pegma- tita y de oxido de cobre y estafio en atmésfera reductora dan al ver- de tonos azulados. La composicién basica de barnices y vidriados son los éxidos, ‘cuyos mas comunes son los de hierro, que dan un color gris en atmos- {era reductora 0 amarilio/crema, rojo, café o negro de acuerdo con el, grado de oxidacién y de los materiales afiadidos; los de cobre den azul © verde en atmésfera oxidante y rojo sangre en reductora y los com- uestos de cromo, como cromo/cobalto, un verde o azul, cromolesta- Fo, rojo 0 violets, cromo/fiuor, verde y cromo puro, amarillo ‘Aunque no se ha tratado lo relacionado con la coccién y sus técni- cas, es conveniente estudiar algunos procesos decorativos poscoc- cién, entre los cuales estan los denominados cloisonnéy champlevé, al fresco al seco, propios de técnicas decorativas y que han sido utilizados desde épocas remotas, aunque sus definiciones, para algunos arqued- * “Tode fo relacionade con ls tipos de hornos y los procesos de coccién sa tratard ‘2 continuation cuando se vee lo relativo a cocimiento 6 logos interesados en cerémicas arqueolégicas, no son muy claras y crean cierta confusién. Cloisonnée (seudocloisonnée) y champlevé son procesos decora- tivos propios de técnicas de esmalte, no pictéricas. El primero signifi- ‘ca “tabiquear”, hacer celdas sobre la superficie de una pieza valiéndo- se de finos hilos de alambre, los cuales son soldados a ésta y forman motivos, mientras que en el segundo caso las “celdas” 0 motivos son rebajados de la superficie con herramientas especiales, como peque- fos cinceles. En ambos, los huecos que quedan se rellenan con pol- vos, previamente preparados, que se transforman en vidrio con el ca~ lor (Castillo Tejero, 1968). Respecto a la cerdmica y alo llamado cloisonné (seudocloisonné) Y champlevé, tenemos que sobre la superficie de una vasija cocida se aplica una capa base con un espesor aproximado de un milimetro. La pieza en proceso decorativo con estas técnicas no requiere ningun po de tratamiento previo a la aplicacién de la capa base, 0 sea, con el alisado es suficiente. La capa base es por lo general una mezcla de cal y arcilla y algiin medio para hacerla adherente, ademés de carbon v getal como colorante, con lo cual obtenemos una tonalidad gris, aun- que puede presenter otra. ‘Sobre esa capa base se marcan y recortan los motivos decorativos deseados, probablemente cuando al parecer atin esté humeda, quedan- do lineas de uno a tres milimetros de ancho que delimitan los campos. Las zonas recortadas se vacian, para lo cual se usa un instrumento cor tante especial. Con esta técnica decorativa, la superficie de la pieza en si no sufre alteracién alguna, ya que los cambios se efectian sdlo en la llamada capa base, sobre la cual se marca, se recorta y raspa para que os espacios puedan ser rellenados o embutidos con mezclas coloran- tes, y alcanzan regularmente la misma altura de la capa base, a fin de que la superficie quede uniforme. La cal fue uno de los principales componentes de las mezclas uti- lizades para rellenar, que eran coloreadas antes de aplicarlas en los hue- cos, aunque también es posible que éstos fuesen embutidos con una pasta de cal y luego coloreados con pincel. La cal puede ser sustituida por barro 0 por una mezcla de cal y barro, que pudo colorearse previa- mente o ya aplicada. A su vez, los motivos, recortados y rellenados, en ‘ocasiones eran delineados con color negro. ‘Como vemos, los términos utilizados den una vaga idea de la téc- rica empleada y consideramos que es mejor describir en forma clara yy precisa y no dar denominaciones que conduzcan a confusiones; ade- més, en estas técnicas se advierten ligeras variantes, que en si no la modifican, pero lo importante es el aspecto técnico. tra técnica también poscoccién es la llamada a fresco, propiamen- te pictorica, para muros, cuya originalidad radica en que el aplenado, que 62 tiene como base la cal, debe estar himedo al aplicar los colores y los pig- ‘mentos utilizados estar en solucién acuosa, lo cual permite que el color enetre en el aplanado, quedando como parte integral de éste al fraguar, por fo cual no puede eliminarse. ‘Técnica semejante a la descrita es la llamada al seco, en la que la superficie 0 capa base sobre la que se aplican los colores puede estar ‘s0¢a 0 ligeramente himeda; a su vez, los pigmentos deben ser solubles en agua. Los resultados son distintos de los de af fresco, pues el color no penetva en la capa base, sino que forma una superficie, No obstan- te que estas dos tiltimas técnicas son tipicamente pictoricas, también han sido usadas para decorar cerémica, con buenos resultados. Para la decoracién con pintura son de importancia los pigmentos, principalmente aquellos minerales naturales que antes de usarse debian ulverizarse, ya que el tamafio de las particulas es elemento fundamen- tal, empleando para ello pequefios morteros o muelas de roca de grano fino; otra forma de obtener particulas muy finas es por levigacion. Es importante que los polvos sean de textura muy fina y uniforme, pues ‘gruesos ce desprenderian con facilidad, ademas delo desagradable de conter con una superficie rugosa. Los materiales que pueden usarse como pigmentos son variados, ero nuestro objetivo es la tecnologia, como se ha indicado insisten- ‘temente, por lo que no trataremos este aspacto importante, Sélo queda por analizar lo relativo a la coccién, proceso final al que se somete toda pieza de alfareria/cerémica y que varia temporal y geo- gréficamente; también son distintos los tipos de combustible emplea- dos para este proceso y hasta para facilitar el secado; cambien en cuanto a calidad y cantidad requerida, es decir, en relacién con el ca- lor que proporcionan y hasta el humo que producen, ya que esto afec- 1a a las piezas. Arqueoldgicamente no se han reelizado anilisis de los, depésitos de ceniza para identificar el tipo de combustible empleado. Lo mas importante respecto a la cochura es el control de la tam- Peratura, lo cual depende del nivel tecnolégico alcanzado. Asi tene- ‘mos una coccién en “hornos abiertos", al aire libre, para la que no hay necesided de construccién alguna; por ende, una simple hoguera en tun lugar \lano, con algo de corriente de aire para mantener el fuego vivo, es suficiente y la disposicién de las piezas resulta diversa. No hay atrones establecidos o en hornos propiamente dichos, construccio- es que constan de una cémara de coccién que puede cerrarse, don- de se colocan las piezas, y de un hogar donde el fuego se mantiene y controla. Existen distintos tipos de hornos, a saber: ) Con cobertura temporal. ) Con construccién permanente y abovedada, 63 + Aquel en el que el material de combustién y le cémara de coc- cién estén separados por un bloque horizontal con huecos u ho- yos, a fin de que pase el calor, en cuyo caso puede tratarse de tun horno con cobertura temporal o permanente. ‘*Aquel en el que el material de combustion y la cémara de coc- cién se alinean y forman un horno corredor, construccién que puede ser horizontal u oblicua, + Aquel en el que el material de combustién y los productos de alfareriaicerémica estén separados totalmente (Balfet ot al. 1992) (fig. 25). Arqueolégicamente no se han encontrado muchos hornos, por lo que se acepta, en general, que las piezas en las primeras fases se cocian al aire libre. Asi, la coccién es posible en dos tipos de atmésfora: a) una con ex- ceso de oxigeno, por la cual los productos se oxidan —atmésfera oxi- dante— y 6! oxigeno se combina con los elementos quimicos del barro y de los materiales organicos y compuestos ferrosos para formar éxi- dos con alto contenido de oxigeno, y b) una atmésfera reductora, con insuficiencia de oxigen, pero que contiene productos intermedios (como monéxido de carbén e hidrocarburos). Reconocer el tipo de at- mésfera en que se efectué la coccién es importante para entender la coloracién que presenta una pieza. La atmésfera en que se efectué Ia coccién de una pieza de alfare- ria/ceramica en los estadios culturales de nuestro interés nunca fue cons- tanto, sino que varié durante el proceso. En ellos esté presente una oxi- dante, la cual se vuelve reductora conforme se incrementa el calor del fuego, y la atmésfera final es generalmente oxidante, pero para prote- ger las piezas debe lograrse una reductora al final dela coccién. Cuando una pieza ha sido cocida en atmésfera oxidante o reductora, nos refe- rFimos al Gltimo proceso de coccién —oxidante o reductor—, lo que no significa que una u otra haya sido constante, Por ende, no es extra- fo distinguir tiestos con capas de distintos colores de la superficie al centro, cada uno correspondiente a un tipo de coccién y ala extension que se afecté (Orton et al., 1983). Una temperatura minima de 480-500° C es la necesaria para dest dratar totalmente el barro y puede obtenerse en un horno abierto. Por otro lado, un horno permite controler la temperatura y, por tanto, una coccién regular y sobre todo Io bastante prolongada para alcanzar tomperaturas elevadas de mas de 1 400-1 500° C. ‘Cuando la coccién se efectia en homo, la temperatura inicialmente debe mantenerse a unos 100° Cy conservarse por cierto tiempo, du- ante el cual el agua de hidratacién, que atin ha quedado en la materia, prime después del secado, es eliminada, en cuyo caso la temperatura, 64 | | Figura 25, Procesos de coccién de la ceramic: a) yb), late ti hoyo. y ¢ fl diferentes tipas de hornos Fulz Zapatero, 1998). ‘en superficie yen debera sar aumentada lentamente hasta unos 500° C a fin de que el ‘agua atin contenida en combinacién quimica estructural sea totalmen- te eliminada, y asi deja de ser pléstica, pues ya esta cocida. Desde lue- go, la temperatura puede elevarse a més grados centigrados y en ese momento el descenso debe controlarse, porque uno brusco podria provocar fracturas o grietas en las piezas. Durante la coccién, las piezas de alfareriaiceramica también corren peligro cuando se alcanzan temperaturas superiores a los §75° C, espe- cialmente aquellas con paredes muy delgadas y cuando en la arcilla hay presencia de cuarzo, ya que a dicha temperatura este material cam- bia su estructura molecular, lo cual va acompafiado de una transforma- 6nen elvolumen. Si dicha tamperatura es alcanzada rapidamente, las piezas podran dafiarse. La coccién requiere conacimientos técnicos, que se fueron obtenien- do con base en la experiencia, pruebe y error y transmitidos de gene- racién en generacién. Seguin el tipo de coccién al que se someta una pieza, los resulta- dos variardn y, desde luego, no es necesaria una temperatura elevada Y coccién ventilada para obtener un tono vivo, cuando se ha emplea- do una materia prima cargada de hierro, Tampaco podemos decir que una zonaesté menos cocida porque es de color negro, ya que ello pue: de deberse a la disposicién de las piezas dentro del horno, sea éste del tipo que ‘uere y sin importar el tiempo de la coccién, aspectos que no siempre permiten una oxidacién regular, lo que también esté en relaci6n con el grosor de las paredes en el caso de vasijas. En ocasiones se tie- ne una reduccién, o sea, una carbonizacién in situ de la materia orga- nica, que puede ser por ahumado, lo cual es frecuente al inicio de la 65 coccién directa, 0 si el combustible que se utiliza esta htimedo o el aire es restringido, pues hay una disminucidn de oxigeno. En la coccién también desemperia un papel importante el tipo de combustible empleado, el més tradicional de los cuales ha sido la ma- dere, que al quemarse puede producir exceso de humo y perjudicar los materiales, Efectuada la coccién por cualquiera de los métodos conocidos, las piezas se dejan enfriar por largo tiempo. En algunos casos, después de tuna primera coccién son motivo de una segunda o tercera, por ejem- plo: cuando hay decoracién poscoccién. ‘Con base en lo presentado, las tecnicas de manufactura de una pie- za de alfarerialcerémica, en un sentido amplio, son las siguientes: * Obtencién de la materia prima. '*Preparacién de ésta, considerando los materiales de inclusién. ‘* Manufactura de Ia pieza en si. *Tratamientos precocci6n, *Secado. *Cosci6n, * Tratamientos poscoccion. Analizar los materiales de alfarerialcerémica, considerando su compo- sicién y estructura, proporciona informacién en tres aspactos: factura, caracteristicas fisicas del objeto poscoccién y procedencia, es decir, indica si son productos locales o de intercambio y la amplitud de la distribucién. Una vez conocido el proceso mediante el cual la materia prima es transformada en objetos de alfaroria/cerémica, es necesario llevar a ca- bo un examen de estos materiales. Cualquier sistema de clasificacién requiere conocer las caracteris- ticas de la materia prima y e6mo fueron afectadas o modificadas du- ante el proceso de manufactura. El arquediogo debe tener capacidad para reconocer e identificar correctemente las huellas de estas accio- res y la materia prima proporciona informacién acerca de! comporta- miento de ésta al mezclarse con agua, ser amasada, formada y cocida, Las propiedades de la materia prima tienen un papel importante en la produccién de alfarera/cerémica, entre ellas 61 grado de plasticidad, el cual es el que més limita al artesano, pues para ciertas formas se requie~ ren caracteristicas determinadas. La variabilidad de tipos y la calidad de la materia prima estén en relacién directa con la manufactura de obje- tos, por ejemplo: no todos los barros son tiles, ya que el producto final puede carecer de dureza, propiedad relacionada con la durabilidad. La, seleccién de le materia prima por el artesano ocurre cuando ha alcanza- do un considerable avance tecnoligico y, por ende, econémico y cultural 68 El arquediogo, ante el material que va a estudiar, llevard a cabo inicialmante un anélisis visual para agruparlo por semejanzas y dife- rencias. Este examen debe efectuarse en secciones limpias, con cor- tes que expongan desde la superficie hasta ol nucleo, Las fracturas exis- tentes no son ittiles a causa de los minerales depositados en superficie y bordes durante el tiempo de enterramiento, por lo que es recomen- dable un nuevo corte y se sugieren secciones planas para un mejor exa- ‘men, las cuales deberan ser perpendiculares y transversales. El color del material es importante, pues también proporciona in- formacion tecnolégica y desde hace décadas se emplea le tabla Mun- sell, que incluye tres variables: Hue, Value y Chroma, El Hue se refiere a la posicién del color en el espectro y en el siste- ‘me Munsell se indica con letras o pares de letras (las iniciales de los, colores de las letras estan en inglés) como sigue: R Rojo (Red) Y Amarillo (Yellow) S Verde (Green) 8 Azul (Blue) P Purpura (Purple) YR Amarillofrojo _(Yellow/red) Gy Verde/amarillo _ (Green/yellow) BG Azulverde (Blue/green) PB Purpurafazul —_(Purple/blue) RP Rojo/ptrpura _(Red/purple) El especiro de Hue esté subdividido por un prefijo numérico de Oa 10, con el Ohacia el extremo rojo del espectro y ol 70hacia el purpura. En las cartas patron, los prefijados son: 2.5,5, 7.5 y 10. El Value se refiere alo claro u oscuro del color, con Orepresentando el negro y 10el blan- co. Finalmente, e! Chroma, que es la saturacién pureza del color con Orepresentando los grises neutrales y los ntimeros altos, indica los co- lores mas puros. Los colores se representan en el orden siguiente: Hue, Value y Chroma y aunque les coloraciones de Munsell dan una descripcién muy completa, en ocasiones es recomendable una breve descripcisi La dureza de! material es significativa y esté representada en térmi nos de resistencia a las rayaduras y para su determinacion se dispone de la escala de Mohs, integrada por 10 puntos. En cuanto a alfereria/oe- rémica, es dificil determinar con exactitud la dureza, la porosidad, el ta- ‘majo y le distribucién de los granos y mineralas presentas en la materia prima y medio posdeposicional, lo que contribuye a la dureza y, aunque debe modirse y registrarse, no es un indicador muy preciso. 67 Merecen especial atencién las inclusiones presentes, ya que son titi {os para distinguir diferentes materia primas y la mejor manera de iden- dificarlas es una seccién delgada en la que ademés se identificard la frecuencia con que aparecen, su tamafio, su distribucién y sus carac- teristicas generales. Para terminar, es imposible prescindir del analisis petrogréfico, que debe realizar un especialista y el estudio ha de ser exhaustivo. Asi ten- dremos una visién tecnolégica de la pieze de alfarerialcerémica, aunque estudios como la espectometria por emisién dptice, radiogratia por ra- yos X, espectrometria Mossbauer y otros son importantes, pero se requie- re disponer del equipo especializado, al igual que de técnicos y desde luego es necesario fechar los materiales sometidos a estudio en dos as- pectos: la fecha de menufactura y temporalidad de uso, seftalando el es- {rato 0 estratos de los que proceden ciertos tipos, pues no olvidemos que algunas formas y decoraciones perduraron durante siglos. Al efectuar el estudio del conjunto alfererofcerdmico de un sitio en. particular existe el problema de situario dentro de un amplio contex- to yes comtin compararlo con otro u otros contemporéneos de un érea inmediata, 1o que lleva a problemas de interpretacién, es decir, areas con tipos representativos, pero cuyos materiales no han sido estudia~ dos en la forma indicade; por ello, no tendremos la informacién tecno- logica y de materia prima para hacer un estudio comparativo vélido. Cuando basicamente se efectian estudios sobre tiestos, se tendré en consideracién si proceden de superficie o la profundidad en la que permanecieron enterrados, las dimensiones de aquéllos y los tipos de fracture. El estudio de los sedimentos en que tanto tiestos/tepalcates como piezas completas 0 semicompletas fueron recuperados es igualmente importante para determinar las caracteristicas de los sedimentos, al igual que precisar el tipo de erosién —acustica 0 edlica— a la que pudieron haber estado sujetos en ocasiones, a saber: Los tiestos, al quedar enturradus, son afectados por el medi, vu el tipo de suelo donde estuvieron depositados —écido 0 alcalino— y sus caracteristicas quimicas en general y hasta por lexiviacion. En re~ ‘sumen, la informacion que puede obtenerse tanto de objetos arqueo- légicos alfareroicerémicos en si como de la materia prima, sus carac- teristicas tecnolégicas y el medio fisico del contexto primario del que proceden permitiré conocer mejor dichos restos materiales de cultura. Materia prima La manufactura de piezas de alfareria/cerémica tradicionalmente con- siderada, en la etapa pretorno, una labor femenina, aunque como ve~ 8 remos a continuacién es una labor conjunta, se inicia con la inevitable cobtencion de la materia prima (frecuentemente realizada por hombres), que se lleva a cabo en forma individual o en grupo, pues por lo regular son conosidos los sitios donde existe la de buena calidad. El problema surge cuando se agota y hay que buscar otros iguales o semejantes. A continuacién esté la preparacién de la materia prima en si, el amasado, proceso de importancia pues en ocasiones hay que afiadir las cantida- des precisas de materiales denominados desgrasantes, para hacerla més plastica y resistente, aunque algunas ya los contienen, al igual que las cantidades de agua requeridas. La manufactura manual, sin torno, re- quiere que la materia prima sea firme y las técnicas, como hemos vis- to, son variadas y en cualquier estudio de la alfareria/ceramica arqueo- légica sera fundamental analizar ésta, constituida por arcilla (material plastico), limo y arena (materiales antiplasticos], que son complejos. La variabilidad de tipos y la calidad de éstos se halla en relacién directa con la manufactura de objetos, pues no todos aquellos con los que se manufacturaron los materiales alfarero/cerémicos son de calidad y en lo que a constituyentes se refiere hay una amplia gama respecto ¢ su ‘composicién y naturaleza. Los relacionados con el tamafio de la parti cula y Ia textura pueden separarse en dos partes: a) el esqueleto, for- mado por granos de un tamafio que va de 2 mm a 2 micras en el que ntan las llamadas arenas y limos, y b) la matriz, que aglutina y na al esqueleto, formada por la parte coloidal que corresponde las de tamafio menor a 2 micras, denominada arcilla. El \larna- do esqueleto esta constituido por diversos componentes, a saber: ‘ Fragmentos de rocas igneas, sedimentarias y metamérficas ‘© Minarales primarios: ferromagnesianos, feldespatos, micas, cuar- imenita, etcétera, ‘* Minerales secundarios: formados por ulterior precipitacién y cris- talizacién en el material utilizado: calcita, épalo, calcedonia, hema- ‘specular, pirita y éxidos e hidréxidos de y aluminio. ierro, manganeso Todos estos componentes se encuentran presentes en mayor o menor concentracién en los materiales, lo cual depende de las condiciones de sedimentacién, de la composicién geolégica del érea o éreas por las ‘que hayan atravesado, de las situaciones ambientales y de los proce- ‘808 que se llevan a cabo en ol lugar de deposicién. Se supone que originalmente los materiales se empleaban tal co- ‘mo se encontraban en la naturaleza y que el hombre, guiado por las caracterstcas fisicas (por ejemplo: la plesticidad y hasta el agrietamien- to al secarsel, determin6 cual era le materia prima utilizable para ma- nufacturar alfareria/ceramica. 69 Posteriormente, con el fin de mejorar las propiedades, se agrega- ron elementos conocidos como desgrasantes, entre los cuales tenemos los siguientes: * Material orgénico diverso (paja picade, caparazones de moluscos previamente pulverizados, etcétera). *Cerdmica vieja, utilizada y pulverizada, La matrizes tanto la fraccién coloidel que cohesiona y cimenta los com- Ponentes del esqueleto, como la parte basica para la manufactura de la alfareria/cerdmice, ya que gran parte de sus propiedades y plastici- dad esta dada por ella. El nombre genérico que recibe es el de arcilla, Por sus propiedades y facilidad para el modelado. En el transcurso de la historia, el hombre ha aprendido que el ba- rro presenta propiedades variables de acuerdo con el lugar donde se formé (de donde proviene), pues es el producto de procesos pedolé- gicos 0 geoquimicos llamados intemperismoy que se llevan a cabo en. los minerales primarios de que constan los distintos tipos de roca so- bre la superficie terrestre. Por lo tanto, el conocimiento del barro est’ relacionado con la mineralogia. Antes de continuar, debemos definir qué es el barro; para algunos investigadores, es un material natural, terrigeno, de grano fino y que de- sarrolla gran plasticidad cuando se mezcla con cantidades limitadas de agua, estado bajo el cual puede ser transformado en la forma de- seada y mantenerse asi cuando la humedad se ha perdido. Un anilisis quimico del barro demuestra que esta compuesto pri cipalmente por silice, alimina y agua y que con frecuencia presenta, ademés, considerables cantidades de hierro, élcalis y alcalino-térreos. El término barro se utiliza para denominar el material producido por intomperismo, formado en condiciones de hidrotermalismo o deposi- tado como sedimento. Si se toma en consideracién wl tamano de particulas que lo integran, la fraccién arcilla es la constituida por las més pequefias y el maximo de tamano de éstas puede, segiin las distintas disciplinas que estudian estos materiales, variar de dos a cuatro y hasta cinco micras. No exis- te un limite preciso entre el tamafio de particula entre los minierales de arcilla y los no arcillosos, pero los numerosos anélisis realizados han demostrado una tendencia general para concentrar estos minerales on un tamaho de particula de 2 micras. Si las particulas de arcilla son més grandes, se fragmentarén con facilidad al humedocerse. Por otro lado, 5e ha demostrado que los minerales no arcillosos no suelen estar presen- tes en fracciones de particulas menores a una o dos micras. Asi, una separacién de dos-cuatro micras es frecuentemente el tamafio maxi- ‘mo alrededor de! cual se pueden dividir los componentes minerales. 70 Por es0 cansideramos que el limite superior del tamaito de la arcilla ‘es de cuatro micras El barro contiene porcentajes indeterminados de material de gra- do arcillay, por tanto, varian las cantidades relativas de los componen- tes minerales de arcilla y no arcilla. Asi, en el barro tenemos, ademas de este mineral, otros elementos, como CaCO, y Si02, cuarzo, trid +a, cristobalita, feldespatos y algunos éxidos e hidréxidos de hierro, alu- minio, manganeso y titanio, que eparecen en menor proporcién. Por lo que se observa, el barro esta formado por varios compuestos, co- mo los siguiente: 9) Arcilla de estructura laminar y fbrosa, en cuya composicién qut- mica estén el silce y Ia almina como compuestos principales. b) Minerales detriticos, producto de la partcipacion fisica de mine- rales y rocas. } Oxidos @ hidr6xidos de algunos elementos. 4) Minerales de origen secunderio e insolubles, como la pirta. «) Mirerales organicos de composicion variable y con gren peso mo- lecular. Como vemos, el término arcilla debe reservarse para un material en el que domina un tamafio de particula de dos a cuatro micras, aunque es- te nombre ha sido aplicado indistintamente, con base en la apariencia las propiedades de volumen, como la plasticidad. Asi, consideramos que es barro cualquier material natural, de grano fino, de terrigeno a arcilloso, incluidos arcillas, esquistos, argilitas y los suelos si estos ma- teriales son arcillosos y tienen apreciables cantidades de particulas de grado y tamafo de la arcilla. Respecto a la génesis de los materiales de arcilla también llama- dos filositicatos, silicatos laminares o aluminosilicatos, éstos son pro- ducto de ia combinacién del silicio con el aluminio (6xidos-hidroxidos) alos que se agregan otros elementos, como calcio, sodio, potasio, mag- nesio y herro. Estos elementos se desprenden por la meteorizacién fi- sico-quimica y biolégica que sufren los minerales componentes de las rocas igneas, metamérficas y sedimentarias o el material terrigeno en diferentes condiciones ambientales. Estructura de los minerales de arcilla La estructura atémica de los minerales arcillosos ha sido estudiada con detalle y las unidades estructurales que se presentan en los en- rejados stémicos de los filosilicatos son dos: une constituide por dos léminas de oxigeno o hidréxidos empaquetados fuertemente y otra n en la que los étomos de aluminio, hierro o magnesio se encuentran empotrados de tal forma que la equidistancia es de 6 oxigenos 0 dréxidos (figs. 26 y 27). Cuando el aluminio se encuentra presente sélo en dos tercios de las posibles posiciones, saturan la valencia de la estructura, que es la de la gibsita (Al, (OH),); pero si es el magnesio, todas las posiciones estarén saturadas y balancearén la estructura, que es la de la brucita (Mg, (OF), Figura 26. Estructura dela limina de almina, Los octaedros inaividuales consisten fen un étomo central de aluminio, redeado de seis stomos equidistantes de oxigen 0 hidrOxilos. En la lamina, ol octasdro esta ligado a otra por su costedo o lado y todos se halla orientados en ol mismo sentido, lo que deja abertures triangviares. Cade oc- ‘aedro esta ligado con su vecina a lo largo de sus 12 esquines. (Tomada de Flores Diaz, 1981) = Figura 27. Tom: 1 de Fores Diaz, 198, n La distancia normal de oxigeno a oxigeno es de 2.6 angstroms y la distancie comtin de HO a HO es de alrededor de 3 A, pero en la unidad estructural ésta es de 3.94 A, El espacio que queda entre el ién coordinado en posicién octaédri- ca es de0.61 A. El espesor teérico de la unidad, sin distorsionar, es de 5.05 A en la estructura del mineral arcilla. La segunda unidad se constituye por tetraedros de silica, que se pue- den describir de la manera siguiente: un tomo de silice se presenta en posicién central y esté equidistante de cuatro étomos de oxigeno 0 hidroxiles. Estos tetraedros de silice se ordenan en grupos que forman anillos hexagonales, que se repiten independientemente y constituyen una ldmina de composicién Si, (OH), (igs. 28, 29 y 30). Las puntas de los dos tetraedros estén en la misma direccién y sus bases en un mismo plano. La distancia de 0 a 0 en la lamina de tetrae- dros es de 2.55 A. El espacio que queda entre el ién coordinado en for- ma tetraédrica es de 0.55 A y el de espesor de la unided es de 4.65 A en la estructura del mineral arcilla, Es necesario hacer notar la importancia de los anillos hexagonales formados por las bases de los tetraedros, ye que en esos sitios queda dopositado el potasio, que en el caso de les micas es firmemente rete: nido 0 filado. Los factores que controlan las propiedades de las arcillas son: 2) Composicién de los minerales arcillosos referida a le identidad y relativa abundancia de los componentes minerales arcillosos. Pe- ‘quefias cantidades de montmorillonita afectan las propiedades de ‘expansién, contraccién y humedad, la haloisita ejerce la misma ac- cién y la presencia de aléfano influye en la retencién de humedad, + Perfeccién de la estructura cristalina. + Mezclas y proporciones de los distintos minerales arcillosos. + Morfologia de los cristales. + Composicién quimica de los minerales arcillosos. b) Composicién de los minerales en relacién con el tamafio de la particula, la distribucién y la riqueza de minerales, como calcita, dolomita, places de mica, prita, gibsita y otros, sobre todo aque- los que presentan un tamafo de particula mayor o menor a dos, micras, como la critosbalita, que alcanza tamafios de una micra. c} Material orgénico, el tipo y la calidad del material orgénico con- la arcilla, ya sea combinado 0 separado en forma de 18 particulas de madera, raices, hojas, esporas, etc., visibles a simple vista, presentes en forma coloidal o como mo- \éculas orgénicas absorbidas por las particulas arcllosas. 8 oe YG {Si0;)-Sorasiticato Mat (8,039) .Cieosiicatos (S10;2)a Ve = = (sion veiesiene ——(5I,0:41n Figura 28, Estructura atémica de os silicstos. (Tomada de Flores Diaz, 1981.) 7 Figura 28. Estructura de a limina de slice. Ls ttraedros indviduales consisten en un stoma envrl de sco {SI} con cuatro stomos de oxgeno equidtanos do $i en los vinices del tetraedro, Los tetraedros estén unidos por sus esquinas para for: ‘mar nretcle hexagonal ebro, corn se muesta en la pans Gelofigua pans ome a do Flores Diez, 1981), Figura 80. (Tomada de Flores Diz, 1981.) 6 d) lones intercambiables y sales solubles que pueden flocular las arcillas e impedir su dispersién. La capacidad de las arcillas pa- ra intercambiar iones les da atributos fisicos, quimicos y gicos significativos. @) Textura: se refiere a la distribucién del tamafio de las particulas que la constituyen, asi como a la forma y orientacién de éstas y a las fuerzas que tionden a mantenerlas unidas. Tales aspectos pueden estudiarse por medio de léminas delgadas, ra- yos X, réplicas con colodion, y estudjos de agregados del material El ciclo geologico del barro puede resumirse de la forma siguiente: 4} Las rocas quedan expuestas en superficie por procesos tect6 ‘905, plegamientos, afllamientos y vuleanolégieos (lavas y ca 2as). En estas condiciones son erosionadas fisica y quimicamente por intemperismo. ») El intemperismo produce un cambio de estructuras 0 neosinte- sis de minerales arcillosos por hidrdlisis y remocién de iones que ‘se recombinan y producen estructuras laminares conocidas co- mo arcillas. } Por erosion y transporte efectuado principalmente por agua o vien- to, depositados en cuencas de sedimentacién, donde gradualmen- te'son enterrados. 4d) Por un primer proceso diagenstico, pérdida de agua, compacta- cién y comentacién ©) Por la intensidad de varios grados de diagénesis, que se conoce ‘como metaforfismo, proceso por el cual las rocas sedimentarias son transformadas en esquistos y gneises. f) Por granitizacién, cuando Ia roca y sus minerales estén fundi- dos completamente y a partir de esto cristalizan los minerales primarios. De esta manera, las arcillas vuelven a transformarse en minerales pri- marios, que estén listos para participar en un nuevo 1981). En resumen, una sencilla observacién visuel daré la base para ini- ciar un proceso analitico inscrito en un sistema légico y el estudio de los pasos de manufactura, cuyas etapas son a la vez niveles de anali- sis, de las cuales quedan expresiones visibles en las piezas 0 en los ties- tos/ tepalcates, aunque a veces en el procedimiento de manufactura las huellas de las técnicas empleadas han desaparecido totalmente. 6 gratia Balfet, Héline, “Technologie céramique”, en Bull Soc. Préhistorique Francaise, ‘lim. 55 (5-6), Paris, 1958, pp. 251-310. —— "La céramique comme document archéologique", en Bull. Soc. Pré- historique Francaise, nim. 63, Paris, 1968, pp. 279-310. : “Tetminologia de la cerémica” en A. Lero-Gourhan (dir), La Prehis- toria, Col. Nueva Clio, Barcelona, Ed. Labor, 1872, pp. 186-191. Balfet, Hélone, Marie France Fauvet-Berthelot y Susana Monzén, Normas para la descripcién de vasijas cerémicas, México, Centre d'Etudes Mexicaines et Centraméricaines (cEMcA), 1982. 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