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eo) “a CHILE (1541-2000) UNA INTERPRETACION U Historia PoLitica Alvaro GONGORA Escosepo PATRICIA ARANCIBIA CLAVEL GONZALO VIAL CORREA ALDO YAVAR MEZA Santillana © 2000, Alvaro Géingora Escobedo Patvicia Arancibia Clavel Gonzalo Vial Correa Ald Yavar Mees © De esa aicibn 2000, Santillan del Pactico S.A. de Edicios Dr Anibal Arita 1444, Prowdencia, Sauciago de Chile + Grupo Santillana de Ediciones, S.A. Tontlaguna 60, 28043 Madcid, Espatia + Aguilar, Alea, Taurus, Alfaguara S.A. de CV, ‘Avda Universidad 767, Colonia del Valle, Mexico DF 03100 + Aguilar Alea, Taurus, Alfaguara, S.A. de Deaaley 3860, 1497 Buenos Aires, Argentina + Santillana, $A. ‘Ards. San Felipe'731, Jes Maca, Lima, Pei + Ediciones Santillana, S.A. Javier de Viana 2350, (11200) Montevideo, Ucuguay + Santillana, SA. Prdcer Catlos Arglello 228, Asuncidn, Pacaguay + Santillana de Baliciones, S.A. ‘Ada. Atce 2333, entre Rosenslo Cutie y Belisaro Salinas, La Paz, Bolivia ISBN: 956-15.0530-4 Tnscripcin No 114.024 Tapreso en-Chile/Printed in Chile Primera edicibn: mayo 2000 Diseccidn: Manvel José Rojas Edicidn: ‘Ana Mass Anwandece R Dieeceién de Aete: Versnica Rojas L. Diseno de interior Mi Verdnica Roman S. Disefo de-cubiert: M* Verdaica Romin S, Foto de cubieres: ‘Archivo Fotogeifico de ls Presidencis de la Replica “Tels lor devechoe reser nia publiacn no puede ser reproducids wien todo oi en pate, ni regstada en, 0 ernie pot. un sirtema de recuperacidn de informacin forma ai por ningun meio, se foroquimica, electebnico, magadtico, ectrodpreo, pot forocopia,o eualquier oxo, sin el perio previo por exert de fa Eat INTRODUCCION Primera Parte: ALDO VAVAR MEZA CONQUISTA Y COLONIA |, LOS PUEBLOS ABORIGENES CHILENOS...... LA PRESENCIA DEL HOMBRE EN EL TERRITORIO DE CHILE............ 14 LAS CULTURAS DEL TERRITORIO CHILENO AL MOMENTO DEL CONTACTO. poten _ ~La cultura Arica -Lacultura Atacamefia ~ La cultura Diaguita ~Lacultura Mapuche — Las culturas maritimas —Conclusién Il, LA CONQUISTA DE CHILE... iH fe . 26 LA EMPRESA DE CONQUISTA DE DIEGO DE ALMAGRO. 27 LA EMPRESA DE CONQUISTA DE PEDRO DE VALDIVIA. |. LA SOCIEDAD DE CONQUISTA... ORGANIZACION POLITICA... : LA INSTAURACION DEL ORDEN SENORIA| LA REGULACION DE LA RELACION ESTADO-PARTICULAR. scone. 39 LA ACTIVIDAD POLITICA DEL CABILDO.. i 42 LA INTERVENCION DIRECTA DE LA CORONA EN EL PROCESO CHILENO.. LA INSTAURACION DE LA REAL AUDIENCIA IGLESIA Y ESTADO....... = El problema indigena. Pensamiento y accion de la igies LA GUERRA INTERMINABLE Y LA CRISIS DE LA SOCIEDAD DE CONQUISTA....... 47 49 51 IV, SOCIEDAD COLONIAL.............cseccsssssscessnsee Ee He ee er EL TERRITORIO... POBLACION... ESTRUCTURA SOCIAL. Ino IGLESIA, SOCIEDAD Y CULTURA. . 69 ECONOMIA..... . 76 LA ESTRUCTURA POLITICO-ADMINISTRATIVA. 88 REFORMISMO BORBONICO.... . 95 EL SIGLO XVIll Y LA CONSOLIDACION DE LA ELITE CRIOLLA........ 100 Segunda Parte: AIVARO GONGORA ESCOBEDO CHILE DURANTE EL SIGLO XIX 1. LA INDEPENDENCIA.......0ccccsssesisssinssininsenineneneen: 107 LA CRISIS DE LA MONARQUIA......... 108 LA JUNTA DE GOBIERNO... 109 EL PROCESO DE INDEPENDENCIA. 115 —Planteamiento ~ Desarrollo ~Consolidacion Il LA ORGANIZACION DE LA REPUBLICA. ....0..2.c0ccscnneens 130 LA BUSQUEDA DE UN GOBIERNO ESTABLE.......- ~ La tentativa de Bernardo O'Higgins ~ Tres nuevos ensayos de Gobierno LA ESTRUCTURACION DE UN REGIMEN POLITICO... ELESTADO NACIONAL CHILENO....... 145 149 |. LA MODERNIZACION DE CHILE DECIMONONICO................ LA EXPANSION ECONOMICA...... ert blae aetna TRANSFORMACIONES SOCIALES. 168 LA LIBERALIZACION DE LA CULTURA. 172 IV. DEL AUTORITARISMO PRESIDENCIAL AL “PARLAMENTARISMO............. . 181 UN CAMPO POLITICO PARTIDISTA. 181 EL CLUB DE LA REFORMA.... 195 199 207 REFORMAS CONSTITUCIONALES. LA LAICIZACION DE LA SOCIEDAD.. LA LUCHA FINAL POR EL PARLAMENTARISMO. LA GUERRA CMMI... eesseesctete . 214 L ce Tercera Parte: PATRICIA ARANCIBIA CLAVEL CHILE EN LA PRIMERA MITAD DEL SIGLO XX (1891-1952) |. LA CONSOLIDACION DEL LIBERALISMO........... EL PARLAMENTARISMO EXTREMO EN ACCION (1891-1920) —Presidentes y partidos EL FUNCIONAMIENTO DEL SISTEMA: EN EL CONGRESO... LOS PROBLEMAS OCULTOS......... .. 225 226 232 235 |. LA CLASE MEDIA AL PODER... LOS INICIOS DEL CAMBIO (1915-1920) 240 EL PRIMER GOBIERNO DE ALESSANDRI PALMA (1920-1924). 243 LOS MILITARES: NUEVOS ACTORES POLITICOS (1924-1927). 247 IBANEZ REAFIRMA SU PODER (1927-1931). 256 VACIO DE PODER (1931-1932)... : 266 Ill REGIMEN PRESIDENCIAL Y ALIANZA DE PARTIDOS............ 272 ALESSANDRI DE NUEVO EN LA MONEDA (1932-1938)... Pee ee LOS GOBIERNOS RADICALES (1938-1952)... ws 283 Cuarta Parte: GONZALO VIAL CORREA LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XX (1952-2000) 1. LA CRISIS POLITICA 1952-1973. VISION GENERAL. RAICES DE LA REBELDIA ELECTORAL DE 1952.... ~Fin del transaccionalismo politico ~ La erosién del poder ~ Los vicios del sistema politico NUEVOS FACTORES EN LA CRISIS POLITICA: LA POLARIZACION Y LA IDEOLOGIA DE LA VIOLENCIA........ . 301 EL TRASFONDO CULTURAL, ECONOMICO Y SOCIAL DE LA CRISIS. BEES tebe elit 303 I, INTENTOS DE SOLUCIONAR LA CRISIS......0..00000- IBANEZ O LA NOSTALGIA AUTORITARIA. ~ Veleidades dictatoriales. E| peronismo. — La descomposicién politica ~La crisis econdmica ALESSANDRI O EL BUEN ADMINISTRADOR. FREI O LAS REFORMAS ESTRUCTURALES.. ALLENDE O LA REVOLUCION A LA CHILENA.. EL “PROYECTO ALLENDE” Y LA UNIDAD POPULAR.. ~ Objetivos de la UP —Fines y medios: la “via chilena” ~La UPy Allende ante la ‘via chilena” ~Un plan econémico-politico -La violencia callejera ~Militares en el Gobierno. Buscando un acuerdo con la Democracia Cristiana .. 313 . 318 . 324 328 346 |. EL PRONUNCIAMIENTO MILITAR. ANTECEDENTES Y DESARROLLO DEL PRONUNCIAMIENTO DE 1973. | 354 EL REGIMEN MILITAR, 1973-1990... ~ Las ideas politicas ~Las “protestas” - La politica exterior IV. EL PLEBISCITO DE 1988, Y DESPUES... : sone BOB BIBLIOGRAFIA............ oO 0 Oo oO oO oO oO oO INTRODUCCION r y zEn qué libro puedo encontrar una sintesis de nuestra historia? En reiteradas ocasiones hemos escuchado interrogantes como esta . Al finalizar las clases dirigidas a un auditorio de alumnos universitarios en su etapa de iniciacién al conocimiento de la Historia de Chile; al término de conferencias a un ptiblico heterogéneo pero deseoso de mejorar su cultura o, incluso, durante el coti- diano quehacer académico, cuando en circulos més estrechos de estudian- tes se comenta informalmente algun episodio de ella. Nos han preguntado en esas instancias: Qué obra me sirve para entender el proceso que ha tra- tado, sin estar obligado a leer extensas narraciones, cargadas de fechas, per- sonajes y un cumulo de datos que muchas veces terminan por confunditme? iMe puede recomendar algtin texto conciso, pero interpretativo, de la Histo- tia de Chile? No es facil satisfacer una demanda bibliogrdfica de esta naturaleza, porque las obras disponibles son, a veces, textos basicos, titiles para un acercamien- to preliminar al conacimiento de los hechos historicos, otras, “historias ge- nerales” que abarcan una tematica muy variada y periodos mas extensos, o por el contrario, son monograftas dirigidas a un ptiblico especializado. Nos parece que este libro viene a responder, al menos en parte, las interro- gantes sefialadas u otras similares. En parte, porque no aborda todos los as- pectos y émbitos de la Historia de Chile, fo cual habria requerido de una mira- da mas amplia. De hacerlo, no habriamos cumplido con una de las exigencias fundamentales de la presente obra: la de ser un texto compendiado. Hemos pretendido analizar el aspecto politico de nuestra historia, que por lo demas es uno de los intereses mas recurrentes en el medio chileno, | ITRoDUCCION entendiéndose que hacia él confluyen siempre otras facetas de la realidad na- cional, tales como el acontecer econémico, social, cultural 0 ideoldgico. De este modo, "Chile 1541-2000. Una interpretacion de su historia politica”, in- cluye sucesos, actores, ideas y testimonios de diferente indole, en la medida en que Cada uno de esos antecedentes, relacionéndolos entre si, contribuyen auna mejor compresién del desarrollo politico del pats. Por tanto, debe tener- se en cuenta que los hechos mencionados, las remisiones cronologicas 0 geo- graficas, las alusiones a personajes y sus planteamientos, etc., se consignan solo en funcién de la explicacién que la obra pretende exooner. El libro consta de cuatro partes delimitadas por hitos trascendentales de nuestra historia. Cada una de ellas la escribié un autor diferente, el cual es absolutamente responsable tanto de su estructuracién como de las afirma- ciones que allf se formulan. En este sentido cada historiador entrega su propia visién de la historia politica de! periodo que analiz6. La obra no tie- ne referencias bibliograficas o documentales a pie de pagina ni al final de cada capitulo; sin embargo, las frases o palabras entre comillas que figu- ran en el cuerpo del texto corresponden, en algunas ocasiones, a ciertos énfasis que hemos querido hacer, en otras son expresiones conocidas 0 contenidas en libros o documentos estudiados por nosotros, Cabe desta- car que, en buena medida, el trabajo que entregamos contiene un esfuer- 20 de sistematizacion de nuestras lecturas, Al respecto, hemos agregado la némina bibliografica y de fuentes de informacion que mas usamos. No obstante lo anterior, estimamos que la obra posee una cuota de origi- nalidad. A veces estd en el ordenamiento del proceso histérico explicado y otras en su interpretacion. Sobre todo en el andllisis referido al siglo XX y, més especificamente, en cuanto al tratamiento de los Ultimos cincuenta afios. Aunque, en verdad, este no ha sido nuestro afan. Siempre el interés prioritario fue poner al alcance de alumnos universitarios de los primeros. afios y del ciudadano corriente —por as{ decir—, una version comprensi- ble de la historia politica chilena. Los autores ) Coe CUCU eeccooce Ct a ean eet | PRIMERA PARTE ALDO VAVAR MEZA CONQUISTA Y COLONIA ieee 1. LOS PUEBLOS ABORIGENES CHILENOS I. LA CONQUISTA DE CHILE I, LA SOCIEDAD DE CONQUISTA IV. SOCIEDAD. COLONIAL oO oO O DO ae9es¢ i “] Los diversos pueblos aborigenes chilenos no lagraron un nivel de integracion que les permitiera alcanzar una unidad y cohesi6n a partir de una organiza- ci6n politica estratificada. Muy por el contrario, conformaban agrupaciones humanas mas o menos semejantes a partir de. una cierta integracion cultliral generada por las felaciones e influencias que habian experimentado en su de- venir historico. La taréa de la organizacién politica tal como nosotros la co” cebimos, era una cuestion pendiente del futuro. Pero ese futuro no les fue propicio, la organizaci6n politica vino de la mano del conquistador y se forjd, por tanto, ajena: la dé la’sociedad euro- pea de la época, y en particular la espanola. No obstante, yi bien aparéiite- mente la presencia indigena, al tratar él téfna de la evolucién politica de la so- ciedad chilena, tiende a desaparecer al no ser tomada en cuenta, es evidente que constituye una base social de importancia cuantitativa, debido a que el aporte indigena logré tipificarla como una sociedad mayoritariamente mestiza. Por otra parte, desde la perspectiva cultural, a pesar del dominio impuesto por el sistema colonial el elemento indigena no desaparecié, Sus formas de vida, sus tradiciones y sus creaciones artisticas y lo que ellas representa ban como expresion material y éspiritual de su forma de ver y entender el medio humano y fisico, lograron perdurar y se han mantenido presentes en el proceso de formacion de una identidad de nacion. Lotigen de los pueblos precolombinos que ocupaban el territorio de Chile a liegada del hombre europeo, forma parté déUn fendmeno geiéral del niento del continente america. La principal vertiente de este pobla- tiento la constituyd el: desplazamiento secuencial de diversos grupos de ori- ‘0 Gue, a través del estrecho de Bering, ingresaron a Am [ Conquista v CoLonta Este movimiento migratorio pudo haberse iniciado hacia finales de la lla~ mada glaciacién Wisconsin, hace unos 40.000 ajtos, al momento de co- menzar a producirse avances y retrocesos parciales de los hielos, que con- virtieron el estrecho en un corredor terrestre que unié ambos continentes: Beringia. Este proceso se produjo en varias ocasiones, culminando hacia el 9.000 a.C., cuando el corredor queda sumergido debido al retiro definitivo de la masa de hielos. Las migraciones fueron incesantes y correspondieron a varias oleadas de grupos humanos que, desde Alaska, comenzaron a desplazarse paulatinamente hacia el sur, ya sea por el interior 0 bordeando la costa del continente, marcando desde ya la existencia de dos tradiciones culturales diferentes. En la actualidad no existe pleno consenso entre los investigadores sobre la antigtiedad del poblamiento americano, estimandose probable que hubie- ra ocurrido alrededor del 20.000 a.C. Los vestigios mas antiguos se han encontrado en la zona de hielos (Alaska y el Yukon) en el sitio Bluefish Ca- ve y corresponderian a ocupaciones de bandas de cazadores datadas en unos 16.000 afios a.C} Si nos referimos a su desarrollo cultural, tendria- ,/m0s que asociarlos'a grupos de Homo sapiens sapiens (hombre moderno) del Paleolitico Superior a los que se conoce en América comé.paleoindios.) \ El proceso de poblamiento avanzé hacia América del Sur, zona én la que *\progresivamente va disminuyendo, como tendencia general, la antighe- dad de este tipo de hallazgos. Sin embargo, él sitio mas antiguo reconoci- do al sur de los hielos polares esta ubicado en el extremo meridional de nuestro pais. Por mucho tiempo se creyé en la posibilidad de la existencia de otros apor- tes poblacionales, debido a la constatacion de numerosas similitudes de al- unos artefactos utilizados por pueblos polinésicos y australianos con los hallados en América. Sin embargo, hoy parece haber acuerdo en que la via de poblamiento transpacifica no fue viable, y que si existi6 aigdn tipo de contacto, este habria sido muy tardio como para haber colaborado al po- blamiento original del continente americano. LA PRESENCIA DEL HOMBRE EN EL TERRITORIO DE CHILE La ocupacion humana esté registrada a lo largo de todo el territorio me- diante la presencia de sitios arqueolégicos de diferente antigtiedad: desde tiempos paleoindios hasta de la conquista. Si analizamos los vestigios més antiguos siguiendo un ordenamiento de norte a sur, debemos mencionaria Queréo} sitio ubicado en la Cuarta Region don- ‘de se encontraron, a unos 4 metros de Profundidad, restos de paleofauna i ) ) @eeccoococce OO55 YITOOGSID e Los PUEBLOS ABORIGENES CHILENOS (mastodontes, caballo americano, ciervo de los pantanos, milodén y paleo- lama) con indicios de haber sido cazada, y ademas artefactos de hueso y piedra con una antigtiedad de unos 9.650 afios a.C. Més al sur, en las cer- canias de na se ha encontrado una ocupacién paleoindia un poco. », mas temprana. {fagua-Taguajes un sitio de caza en el que se han hallado untas de proyectil asociadas a restos de mastodontes fechados en 11.380 \'” afios de antiguedad. Sin embargo, el hallazgo mas remoto en el tiempo descubierto hasta ahora corresponde al asentamiento dé Monte Verde\cer ca de Puerto Montt. Es un sitio que muestra caractersticas de actividad resi- dencial y con un fuerte énfasis en la recolecci6n, lo que lo hace atipico den- tro de lo que se conoce para el periodo paleoindio, contando con una antiqUedad de 12.500 afios. La poblacién paleoindia de nuestro territorio representa el antecedente di- recto de \ciones posteriores que se desarr culturas diferentes a partir del Holoceno, y que finalmente derivaron en los asentamientos humanos que se encontraban a la liegada de los espafoles a lo largo de todo el territorio. Estos asentamientos mostraban diversos gra- dos de desarrollo que iban desde las bandas dé cazadores-recolectores has- ta los sefiorios, En el periodo arcaicd y debido al surgimiento de diversos sistemas ecolégicos Globales coirio fue él 6ptimo climatico que marca e! inicio de! Holoceno, el hombre debié crear una serie de herramientas y técnicas que le permitieran enfrentar esta nueva realidad. En términos generales y considerando que existieron una variedad de matices que las diferenciaron entre si en Chile es etapa y cuyas caracteristicas lograron perdurar, en algunos casos, hasta el momento de la conquista europea. Una de estas cultures fueron las |lama- aritimas 0 de! litoral; las otras fueron las continentales, que se ubicaron enlas tierras interiores 0 de la precordillera de los Andes. De acuerdo al medio en que se encontraban, algunos grupos intensificaron._ 71 el sistema de recoleccion de vegetales silvestres y la caza de animales con una modalidad de nomadismo transhtimantico. Esta busqueda constante de su alimentacién los obligé a recorrer grandes extensiones de superficie, para poder obtener las diferentes especies de flora y fauna que les podia ofrecer el habitat, de acuerdo a la variacién en altura, latitud y a las distintas estacio- nes del afio, especialmente para los grupos que habitaron el interior. Otros grupos llegaron a establecerse en forma semipermanente gracias al. j tipo de recursos que les ofrecia el medio o que lograron producir. Estos sé ubicaron especialmenite a Orillas del mar o en las desembocaduras de Jos rfos, por lo que sus actividades fundamentales fueron la de la pesca, el ma- jueo y la caza de animales y aves marinas. Ademas, su cercanfa a los’ Biabi vin a Conquista ¥ COLONIA rios les permitia obtener agua dulce y algunos tipos de vegetales silvestres. ‘En la elaboraci6n de titiles destaca la fabricacion de puntas de proyectiles, “anzuelos y redes de pescar, como también morteros y manos de moler, lo que indica que practicaban la recoleccién de frutos en fas quebradas. To- dos estos objetos estaban relacionados con actividades destinadas a la | Consecucién y preparacién de los alimentos. También hacen su aparicion \en estos pueblos las técnicas de Ia cesteria y la elaboracion de tejidos. ‘Es importante mencionar quéen el arcaico tardid la experimentacion con la naturaleza condujo a estos grupos a realizar los primeros cultivos y ensa- yat la domesticacién de camélidos, procesos que se consolidaran en el pe- rfodo siguiente. . Los avances culturales alcanzados durante el periodo formative no com- prometieron a la totalidad de {a poblacién del territorio, produciéndose mas tardiamente en la zona central y sur, y practicamente no se registraron ‘en el extremo meridional. Hacia el primer milenio a.C., fecha que marca el inicio del periodo, las actividades destinadas a la producci6n de alimentos _ caracterizan a estas sociedades; se mejoran las técnicas para la agricultura “yla domesticacién de animales, conviviendo con las antiguas practicas de > Tecoleccién y caza, y aparece la cerémica, cuyo posterior desarrollo es un fasgo distintivo de esta etapa formativa. Junto con asegurar la alimentacién, la actividad agricola y ganadera favo- recié la estabilidad y el asentamiento de estos grupos humanos permitien- do el surgimiento generalizado de asentamientos aldeanos: en el 500 a.C. para el Norte Grande y alrededor del 300 d.C. en el Norte Chico. Esta nue- Va forma de asentamient6 vino a¢ompafiada de la necesidad de organiza la vida eh Comunidad y regular la convivencia tanto en su interior como err las relaciones qué sé éstablecian entre las aldeas. Es importante destacar que en este periodo es cuando las vinculaciones.con los pueblos altiplani- cos empiezan a ser.mas constantes: entre los vestigios de las aldeas del va- lle de Azapa se puede encontrar iconograffa de la cultura Pukara en los textiles; vasijas modeladas y urnas con rasgos que debieron provenir del rea trasandina en San Pedro de Atacama, y una riquisima variedad de materias primas y objetos provenientes de la costa, de! Norte Chico, el no- _foeste argentino e incluso de la selva El contacto entre estos distintos pueblos obedecié a diferentes motivos que iban desde el trabajo colectivo, el intercambio de productos, como también las fiestas religiosas, y se va a intensificar y a sistematizar mucho \ mas durante el periodo medio. fiwanakiera una sociedad estatal que habitaba en la ribera sur del lago Ti- ticaca y su origen se remonta hasta el afio 800.a.C., logrando transformar- sé en el transcurso del tiempo de una pequefa aldea a una gran ciudad y JIDO ORO OLO ORO RULE OLUORULOLO LULU ROLULG URORUEUROLOLOLCLOLOLO LO) CoOSSoCCecy co Los PUEHLOS ABORIGENES CHILENOS | centro ceremonial que contaba con centros administrativos secundarios que controlaban a una poblacién agricola dispersa. Su agricultura se especializ6 en el cultivo de altura y explotaban una ganaderla basada especialmente en la llama y la alpaca. De estas dos especies aprovechaban su carne y su lana; en el caso de la llama, constituia ademés su principal medio de transporte, Las necesidades crecientes que demandaba el aumento sostenido de la PO bleciendo alianzas con las elites oer Suinfluencia en el Norte Grande chi- leno se @xténdi6 entre los afios 500 y 1000 4.C. y esté registrada tanto en los valleés dé Arica‘como en’San Pedro de Atacama. La presencia de cerémica de notable belleza y factura, como también hermosos textiles y objetos de oro extraordinariamente trabajados, son un testimonio de su presencia y de la gran influencia cultural que ejercié en toda el area, Hacia el afio 1.000 d.C. y por un conjunto de razones entre las que se cuentan un fuerte cambio climatico que afecté la produccién agricola del altiplano, lo que provocé gran descontento social y la caida del Estado guerrero de Wari, asentado en el area centro-andina, se produjo la deca- dencia de Tiwanaku. Si bien su influencia fue desapareciendo, el desarrollo cultural del Norte Grande quéds definitivamente ligado al del Altiplano. ‘Tras este periodo de integracion centro-sur andina, durante el cual las riva~ lidades al interior y entre las comunidades casi no llegaron a expresarse, sobrevino un tiempo de grandes hostilidades. 1 modelo de explotacion de diferentes pisos ecolégicos encontré serias dificultades de desarrollo debi- do a que las sequias y la presin por acceder a espacios productivos haclan de gran valor ei control de las cabeceras de los valles y, con elas, el del su- ministro del agua. Si a esto se agrega el surgimiento de numerosos reinos y sefiorlos independientes en el altiplano peruano-boliviano, no ha de ex- trafar la proliferacin de armamentos y la construccién de pucards 0 forta- lezas ni el surgimiento de alianzas de cardcter guerrero que proliferaron en el periodo intermedio tardio. Un nuevo cambio hacia una integracién panandina se producira con la ex- pansién del Imperio Inca, el que cubrié a un territorio mayor.que.el.de la cultura Tiwanaku. Este imperio, que tenia su establecimiento central en el Cuzco, comenzé a expandirse presionado por su sistema de herencia divi- dida, seguin el cual cada nuevo gobernante solo heredaba el ejército de su antecesor. En menos de cien afios, el Imperio Inca logré constituirse en el més extenso de América de la época, abarcando un territorio que comen- zaba por el norte en el actual Ecuador, a la altura del rio Ancasmayo, hasta aproximadamente él rio Maule en territorio chileno, por el sur. cok {ocr oh enya l iN Conquista v Coton Al parecer, los incas realizaron la conquista de Chile en tres etapas. La pri- mera entre los afios 1450 a 1470, cubrid fa Zona norte hasta el rio Copia- p6. Una segunda etapa, entre 1480 y 1490, los llevé a dominar el territo- rio de los diaguitas. Finalmente, en la segunda década del siglo XVI, los incas irrumpieron en los territorios al sur del rio Maule, pero solo pudieron ‘extender su dominio hasta el rio Maipo. La invasion inca fue bastante tardia e inmediata a la conquista espaiola, por lo tanto su influencia no fue tan marcada y en muchas regiones no lle- g6 a consolidarse. Ademds, los incas no pretendian alterar significativa- mente la cultura de los pueblos sometidos. Por el contrario, respetaron las costumbres de cada comunidad y aprovecharon las organizaciones socia- les y las estrategias econémicas locales preexistentes, para expandir su do- minio en forma directa en algunas zonas y, por medio de alianzas, en otras. Solo exigieron el iso del quechua, la lengua oficial del imperio, co- mo también el culto al Sol, del cual se crefan sus hijos. También, aprovechian- do la divisi6n de la poblacion por sexo, grupos sociales y la organizacion del trabajo que existian previamente en las sociedades andinas, impusieron un sistema tributario. Con la conquista del Perti por las huestes de Pizarro, el imperio incaico de- . saparece, abriendo paso al dominio espafiol. En sintesis, al momento de la irrupcién del hombre europeo en Chile, habi- taba el territorio una poblacién aborigen que mostraba gran diversidad cultural. Estos diferentes desarrollos culturales se debian, en parte, a los di- versos modos de sobrevivencia que los pueblos precolombinos habian ge- nerado a partir de las ventajas o dificultades que el medio les presentaba, a las variadas condiciones geograficas y climsticas, y a las estrategias que ca- da cultura desarroll6 para enfrentarias. Existian pueblos cuyas economlas estaban ligadas a practicas agricolas de diversa intensidad e importancia, incluso en ambientes de desierto, como también habia culturas exclusiva- mente dependientes de la caza, pesca y recolecci6n de alimentos, lo que condicionaba una organizacion que favorecia su alta movilidad territorial. Si bien la existencia de multiples sistemas ecolégicos a través del territorio definié culturas dispares, debido a las diferentes necesidades de adapta- cién a las condiciones locales, también se pueden identificar ciertas carac- terfsticas similares en areas mas amplias, en funcion de las diversas formas de contacto y relacién que estas sociedades establecieron y la influencla que recibieron mediante el intercambio de experiencias, conocimientos y \, técnicas entre unas y otras. LOS PUEBLOS ABORIGENES CHILENOS LAS CULTURAS DEL TFRRITORIO CHILENO AL MOMENTO DEL CONTACTO La cultura Arica Herederos de una larga tradicion de pueblos agroalfareros y ceramistas, esta serie de comunidades ubicadas én el ic ile constitus” yeron una zona periférica de la regién circundante al lago Titicaca. Su desarrollo cultural se sustentaba en una organizacién social que presenta- ba niveles de jerarquizacion y especializaci6n que dieron origen a una agrui- ° paci6n de sefiorios. La existencia de estos distintos rangos sociales se consta- taen las diferenciaciones expresadas en la aplicacién del rito mortuorio, y en el uso de diversos adornos, ropajes y materiales segun el estatus. Lograron contar con un poder politico-administrativo asentado en los va- lles bajos que les permitié mantener cierta autonomfa. Con este fin cons- truyeron emplazamientos fortificados en Ia sierra, constituidos como ver- daderas aldeas defensivas que fueron dispuestas especialmente para protegerse de la presion que ejerclan sobre ellos los reinos del altipiano. El sistema defensivo generado por estos seforios no pudo evitar la con- quista incaica y la incorporacién de esta zona al imperio. La practica mas novedosa introducida por los incas fue el sistema de tributacion a partir de Proporcionar mano de obra y trabajo para hacer producir las tierras del In- cay del Sol. Cada comunidad, dependiendo del tipo de recursos naturales con que contaba, se especializaba en una determinada actividad producti- va. Mediante este sistema se lograba captar productos agricolas, tejidos y ropas de algodén y lana, utensilios domésticos de ceramica, madera, ces- terfa, entre otros, para abastecer a los individuos que comprendian la bu- rocracia, los sacerdotes y personal de la iglesia, el ejército y los servidores Gel Inca y sus sefiores. Mediante la construccién de canales de regadio, se incorporaron nuevas tierras al cultivo. Estas nuevas tierras agricolas fueron la base para la aplicacién de la mita (sistema andino de tributacion en tra- bajo). También mediante la introduccién de instrumentos de metal, se lo- 9r6 desarrollar la actividad de la pesca. La cerémica de la cultura Arica, cuya factura era de alta calidad y colorido, se vio enriquecida con nuevas formas y disefios que marcaban su vincula- ci6n con los incas. La cultura Atacamefia Estos pueblos se ubicaban en las quebradas, oasis y territorios andinos que rodean el Salar de Atacama, cuyo clima predominante es de cardcter ari- do, La poblacién posefa una relativa unidad étnico-cultural, su lengua co- min era el kunza y se caracterizaron por un desarrollo econémico mixto agricola-ganadero. Un sector de la poblacién vivia en aldeas dispersas en el valle, construidas de piedra y adobe. Pero en el perfodo inmediato a la invasion inca, la mayor parte de la poblacién habitaba en los pucaras. Es- tos poblados estaban ubicados en puntos estratégicos de altura y eran ver- daderas aldeas semiurbanizadas construidas con fines defensivos, total- mente amuralladas y provistas de troneras o fortalezas pequefas. La ocupaci6n inca impuso una dominacién preferentemente en el Ambito politico mas que en el cultural, sobre la base de un sistema de alianzas con las autoridades del sefiorio atacamefio, solo imponiendo, al igual que en otras regiones del mundo andino, el trabajo obligatorio local, el uso del que- chua y el culto al Sol, entre los aspectos mas importantes. La cultura Diaguita Ubicada en los valles transversales de !a Cuarta Regién, ocupando un vas- to territorio desde las zonas cordilleranas hasta la costa, y con un clima esteparico, la comunidad diaguita corresponde a una de las culturas agroal- fareras mas importantes del territorio chileno. En los inicios del siglo XVI, ocupaba los valles transversales desde Copiap6 al Aconcagua. Sus pueblos eran pequefios y habitaban chozas elaboradas mediante una estructura de palos y cubiertas con ramas y vegetales. Una de sus construcciones principales eran los silos destinados a almacenar se- mmillas para la temporada de la siembra y alimentos, con el fin de prevenir las épocas de escasez. La organizacién social se basaba en la familia: varias de ellas, emparentadas por lazos consanguineos, habitaban las aldeas y reconocian como jefe al in- dividuo mas anciano. A su vez, las aldeas establecian uniones dando forma a los sefiorios con una estructura politica dual: en cada valle existian dos se- flores definidos a partir de la mitad del valle, el de arriba era el que se exten- dia desde la linea divisoria hacia la cordillera; y el de abajo, desde la misma linea hacia la costa ‘Aprovechando las fértiles tierras de los valles y el regadio de canales artifi- ciales de facil construccién por la cercanfa de los ros, cultivaban especial- mente maiz, porotos, quinoa, papas, teca y calabazas. También cultivaban ) ) SSSOCC COC OCS CEL Sk Coos I aH at ces ea) Aa aca Los PUEBLOS ABORIGENES CHILENOS algodon en la zona de Copiapo y Huasco, gracias a su clima subtropical. Las tierras agricolas se consideraban como propiedad comunitaria y corres- pondia al jefe asignarlas a cada familia. Con el ganado obtenfan la carne para el consumo, y la lana les permitia la con- feccion de ropa y otras prendas como las bolsas que utilizaban para el trans- porte de productos. El ganado también les proporcionaba el medio de trans- porte. Pero junto con la carne y los productos de la agricultura, la dieta alimenticia de los diaguitas se completaba con la caza de guanacos, chinchillas y pajaros, como también con la pesca que practicaban en los rlos y en el mar. Su expresion cultural més representativa fue la alfarerfa. Las piezas de ce- rémica multicolores, de formas muy variadas y gran prolijidad en su elabo- racién, son una buena muestra de la evolucion que experirnentaron a lo largo de la etapa formativa. Especial relevancia lograron, en la fase de ma- yor desarrollo, piezas muy singulares de esta cultura como los jarros-patos 9 antropomorfos, la cerémica utilitaria y los jarros-zapatos. Hacia el afio 1470 se produjo la invasion inca, provocando una notoria in- fluencia en la alfareria local al incorporar formas y disefios provenientes del Cuzco. Se produce una proliferaci6n de la alfareria totémica que se expresa ena confeccién de recipientes zoomorfos, los que al parecer representaban los simbolos de determinados linajes. También la influencia inca se hizo no- tar en la introduccién de nuevas técnicas en el regadio, la metalurgia y el uso generalizado de la piedra y el adobe en las construcciones. Sin embargo, uno de los aspectos més notables de la dominacion incaica fue el desplazamiento de poblaciones diaguitas a la zona central y el envio de ceramistas al Cuzco. La cultura Mapuche Los mapuches constituyeron una gran macroestructura cultural, distribui- da, al momento de la llegada de los espafioles, entre la Quinta y Décima Primera Regi6n actuales, area en que predomina el clima mediterrdneo. El suelo posee, en general, una gran fertilidad, ofreciendo éptimas condicio- nes para el asentamiento humano. La heterogeneidad de estos pueblos estaba dada principalmente por la di- versidad de los espacios fisico-climaticos en que se encontraban y ademas por los grados de influencia que ejercieron sobre ellos las culturas agroal- fareras del norte, influencia que disminufa gradualmente hacia el sur. Su unidad étnica se fundaba en Ia utilizacién de una misma lengua: el mapu- dungun. Esto se expresa, por ejemplo, en que a pesar de la variada distri- bucién geografica fueron conformandose un conjunto de denominaciones toponimicas cuya base es la terminacién “che”, que significa gente. [21 Conquista ¥ COLONIA Los principales asentamientos se dieron en el valle longitudinal, con pro- longaciones hacia la costa y en la zona cordillerana, presentando variacio- nes que lievaron a los conquistadores a distinguir tres grupos: los Picun- ches, entre el rio Aconcagua y el Itata; los Araucanos, entre el Itata y el Toltén, y los Huilliches, ubicados entre el rio Toltén y la Isla Grande de Chi- loé, aunque corresponden més bien a referencias espaciales y no a agrupa- ciones culturales. Asi también distinguieron en la regi6n cordillerana a los Chiquillanes, entre San Fernando y Chillan; los Pehuenches, que se prolon- gaban hasta Los Angeles; los Pueiches, que llegaban hasta Osorno, y los Poyas, extendiéndose un poco ms al sur. Con anterioridad a la conquista espajiola, la principal actividad econdmica de los mapuches era la caza y recoleccién de alimentos, en un ambiente que les ofrecia gran variediad de especies vegetales y animales. Las expediciones de caza eran realizadas por la poblaci6n masculina y se orientaban a la bus- queda de manadas de guanacos, pequefios venados u otros animales, espe- cialmente en los grupos cordilleranos. Las mujeres recorrian los bosques en busca de frutos silvestres y yerbas. La zona costera, a su vez, les proporciona- ba cierta variedad de mariscos, moluscos, crustéceos y algas. Es probable que los mapuches de los valles domesticaran llamas en peque- fias cantidades y tal vez otro camélido, el weke, del que obtenian la lana pa- ra su elaboracién textil. La practica de la agricultura no era predominante ni se desarrollaba a gran escala y se reducia al cultivo de pequefias huertas fa- miliares en las que se cultivaban porotos, habas, quinoa, calabazas, aji y pa- as. Disponfan también de peguefios campos para el cultivo de maz por me- dio de la técnica de tala y roce de los bosques de la region. Por esta raz6n, el tipo de ocupacién fue semisedentario, primando durante ciertos periodos la movilidad territorial con el propdsito de encontrar mejores condiciones de subsistencia, lo que tendia a favorecer las relaciones de intercambio entre dis- tintos grupos y la mantencién de una cierta unidad cultural. Desde el punto de vista de su organizacién social, los mapuches posefan una estructura de jerarquizacion moderada. La unidad basica era el /of, clan conformado por familias nucleares o extendidas ligadas a un antepa- sado comtin, los que se agrupaban en comunidades, formando los rewes. La autoridad estaba representada por el hombre mas directamente emparen- tado con el antepasado comun, y por ello normalmente era el mas anciano de la comunidad, quien tenia las funciones de mediar en los conflictos inter- nosy representar al rewe frente a otras comunidades. ‘Cuando se organizaban con un mayor grado de jerarquizaci6n, esta era tern- poral y se basaba més en las caracteristicas individuales de un lider que en factores institucionales 0 hereditarios. La cohesion mayor se daba en los mo- mentos de guerra entre comunidades o contra otros pueblos invasores, como. eaeecce Los PUEBLOS ABORIGENES CHLENOS ‘ocurri6é con la penetracién incaica. En esas condiciones el mando era asumido por un tokio Ifder guerrero, que mantenia el poder solo durante el conflicto. Otra de las posiciones sociales de mayor prestigio la ocupaba el chamén o machi, usualmente una mujer, depositaria y transmisora de la cosmovision mapuche. Su participacién como portadora y controladora de la energia magica del mundo era protagénica: en la ceremonia rogativa del nguilla- tin, la machi alejaba las desgracias de la comunidad, pedfa buenas cose- chas y tiempos de paz; en el machitin, el rito central del poder de la machi curaba las enfermedades de sus integrantes, conjurando espiritus malig- 10s y las malas influencias, El cardcter animista de la cosmovisién mapuche apelaba a las divinidades, pero en su manifestacién naturalista. Asi, el viento, la lluvia 0 el sol eran considerados seres superiores. Las ceremonias eran acompatiadas por el uso de instrumentos musicales, que reaizaban la rogativa en una danza invocatoria de los dioses y los an- tepasados. Destaca en este rito el cultrun, instrumento chaménico por ex- celencia, confeccionado con madera y cuero, resaltando su disefio pictori- co de marcada inspiracién cosmolégica. Tal vez, el grupo més representativo de la cultura mapuche fue el pueblo araucano, cuya conformacién, tal como se le conocié ala llegada de los espafioles, se habria iniciado al comienzo de nuestra era. Pese a que se desconoce su origen, se cree que las poblaciones alfareras locales recibie- ron aportes culturales y de poblacién de grupos provenientes de las pam- pas orientales y la cuenca amaz6nica. Entre las actividades econémicas de este pueblo, la agricultura ocupaba un rol secundario, siendo mas bien complementaria a la caza y recoleccion. Se basaba en el cultivo de maiz, frejoles, papas, pencas, madi, ajf y fresas, en- tre otros. Con las actividades de recoleccion se nutrian de semillas, tallos y raices; ademas cazaban guanacos, huemules, pumas y zorros. Marginal- mente manejaban pequefios rebanos de llamas que les proporcionaban carne, cueros y lanas. En la costa su actividad principal era la pesca Los araucanos establecieron un sistema de division del trabajo en torno ala cooperacién comunitaria que jugé un rol muy importante para su desarrollo, siendo muy comin el mingaco o sistema de ayuda mutua en las labores agri- colas y la construccion de viviendas. Las herramientas empleadas para la la- branza eran elaboradas de madera y sin mayor sofisticaci6n. Fabricaban ade- més una serie de utensilios domésticos como platos, jarros, ollas y bateas, hechas en madera y arcilla. Las fibras vegetales se ocupaban en la confeccion de cordeles, redes y canastos. El uso de metales (introducido por la influencia de los pueblos asentados mas al norte) era mas escaso. El oro, la plata y el co- bre se utilizaban para la elaboracion de adornos y puntas de armas. a Todos los pueblos descritos presentaban, al momento de producirse la conquista europea, un desarrollo caracteristico de la etapa formativa, es decir, organizaron sus sociedades en torno a sistemas jerarquizados -de sefiorfos, clanes o linajes-, aunque sin formar Estados; dominaron en ma- yor o menor grado las técnicas de agricultura y de domesticacion de ani- males, complementando sus actividades de produccion de alimentos con la caza y recoleccion. Estos pueblos corresponden a lo que hemos denomi- nado “culturas continentales", en cuanto su lugar de asentamiento fue- ron preferentemente las tierras interiores 0 del sector precordillerano. Pero también existieron pueblos cuyo desarrollo se aproxima al del perfodo ar- caico, de bandas de cazadores-recolectores, los que, a diferencia de los an- teriores, se ubicaban preferentemente en las zonas de la costa; de ahi su denominaci6n de culturas maritimas o del litoral, Las culturas maritimas En el norte se encontraban los Changos, pueblos némades que se desplaza- ban alo largo de la costa entre Arica y Coquimbo, dedicandose a la pesca, su principal medio de vida, y manteniendo ciertos contactos con el interior y el altiplano, siendo parte de un circuito complementario en base al intercam- bio de productos. Esta relacin les permitié recibir una influencia de esas cul- turas, la que se expresé en una incipiente actividad textil y alfarera, detecta- ble también en el uso del cobre para la confecci6n de arpones. Asu vez, en el extrerno austral se desarrollaron una serie de pueblos néma- des que conservaron rasgos primitivos y que no alcanzaron el estadio agro- alfarero, debido, fundamentalmente, a las condiciones climaticas —se trata de una de las regiones més inhdspitas de! continente— y el aislarniento geo- grafico en que se encontraban. Estos pueblos vivian de la caza, la pesca y la recoleccién principalmente de mariscos, por lo que era caracterfstico de sus culturas la fabricacion de armas y herramientas de piedra (obsidiana). La distribucién espacial de los pueblos proyecta la dualidad geoclimatica propia de esta zona. En el sector oriental pampeano se encontraban los Te- huelches (Aonikenk) que ocupaban en el actual territorio chileno la region cordillerana desde el estuario de Reloncavi hasta el Estrecho de Magallanes; més al sur estaban los Onas (Selknam), que habitaban la Isla de Tierra del Fuego. Al occidente, ocupando el mosaico de islas que allf se encuentran, estaban los Chonos, distribuidos a través del archipiélago que hoy lleva su nombre. Mas al sur, se ubicaban los Alacalufes (Kaweskar, desde la Peninsu- la de Taitao al Estrecho de Magallanes); y finalmente, los Yaganes (Yama- nas), situados en la costa austral de Tierra del Fuego. Estos pueblos, por su localizacion y actividades, fueron llamados “némades del mar” o pueblos eeeecocecoco Yet V 9359990009 u Los PUEBLOS ABORIGENES CHILENOS canoeros. Precisamente, en esas embarcaciones, hechas de corteza de Arbol, Fecorrfan los canales y fiordos buscando alimentacién y resquardo, Los pueblos del extremo austral, debido a la situacién aislada y especialmen- te al medio geografico qué habitaban —tan poco propicio al asentamiento y ocupacion—, virtualmente se mantuvieron sin establecer mayor contacto con el acontecer hist6rico que se llevaba a cabo en el resto del territorio, Esta misma situacion de aislamiento también explica que durante largo tiem- po, hasta la segunda mitad del siglo XIX, la poblacién aborigen de isla de Pascua permaneciera al rargen del proceso hist6rico de la sociedad chilena, Situada a 3.700 km de las costas chilenas, la isla constituy6 la base de asen. tamiento y desarrollo de una poblacion de origen polingsico, que logré crear una singular identidad cultural con respecto al resto de la sociedad chilena Identidad que, en gran parte, ha perdurado hasta el presente It. LA CONQUISTA DE CHILE f El descubrimiento del Estrecho de Todos los Santos en el afio 1520, nom- bre con que fue bautizado en una primera oportunidad el paso oceénico del Atlantico al Pacifico, constituy6 un hecho de extrema importancia pa- ra la época. Esta via de comunicaci6n, que a la postre fue conocida como Estrecho de Magallanes en reconocimiento a su descubridor, por primera vez era navegada por los barcos europeos con destino al Asia, la tierra de las especias. Una vez que los barcos lograron recorrer el estrecho desde la boca oriental hasta desembocar por el extremo occidental y salir a mar abierto, continua- ron alejandose de la costa con rumbo norte y navegaron paulatinamente ha- cia el occidente, manteniéndose siempre distantes y sin establecer un mayor contacto con el territorio, lo cual solo permitio aportar algunas referencias muy vagas e imprecisas de la zona, de las cuales perduran algunos nombres con que fueron bautizados ciertos sectores que llamaron la atencién de los expedicionarios, como fue el caso de Patagonia y Tierra del Fuego. Tras lograr su objetivo —el Lejano Oriente—, los navegantes cruzaron el desconocido acéano hasta tocar en las islas Filipinas, donde permanecieron por un tiempo reponiéndose de la travesfa para poder continuar la navega- ci6n. Finalmente, la expedici6n siguié al mando de Sebastian Elcano, quien asumid después de la muerte de Magallanes acaecida en esas islas. Atrave- sando el océano Indico hasta Africa, y bordeando este continente por la ruta ya conocida del Cabo de Buena Esperanza, Elcano artibé a Espafia en 1522. Con ello habia conseguido, por primera vez, realizar un viaje alrededor del mundo. Este descubrimiento del paso interocednico, aunque no logré esta- blecerse de inmediato como una ruta efectiva para las comunicaciones y el OSS oo oe eee Q eeece | Comercio con los territorios del Lejano Oriente, permitié formarse una ima- gen de esas latitudes del territorio sur del continente americano e incorpo- far algunos datos que, aunque muy generales y en muchos casos no muy exactos, lograron identificar desde aquel momento esas lejanas posesiones castellanas. La CONQUISTA DE CHE 4 estas primeras informaciones, se sumaron los datos que se aportaron con la conquista y asentamiento espafol en el Pert, Al respecto, y a pesar de no haberse concluido e! proceso de pacificaci6n, Pizarro y Almagro hi- cieron diversas peticiones al rey para obtener algunas mercedes sobre los territorios ya conquistados y los que faltaba por conquistar, Elafio 1534, Francisco Pizarro obtuvo de Carlos V la ampliacidn por 70 le- guas mas de las 200 que en una primera instancia le habian sido otorga- das el afio 1529, con Jo cual logré extender su gobernacién hasta las in- mediaciones del Cuzco. A continuacién, avanzando en latitud sur por una extensi6n de 200 leguas, el monarca espafol definié tres gobernaciones ordenadas de norte a sur de manera sucesiva. La primera de ellas, que se iniciaba en el limite norte de la de Pizarro, fue entregada a Diego de Alma- gro y se extendia hasta las inmediaciones de Taital. Al sur de esta se encon- traba la gobernacion que se concedié a Pedro de Mendoza que se exten- dia hasta Arauco. Finalmente, la Ultima de estas gobernaciones, que se entrego a Simon de Alcazaba, tenfa su limite meridional a la altura de la is- la Campana, al sur del Golfo de Penas. Estas gobernaciones, a su vez, se prolongaban de este a oeste en toda la extension del territorio de soberania espafiola. Para las gobernaciones ubi- cadas mas al norte, el limite estaba establecido por el Tratado de Tordesi- llas (1494), que separ6 los dominios castellanos de los portugueses, y a medida que se avanzaba hacia el sur este limite se desplazaba hacia el este hasta alcanzar el océano Atlantico. Como era de esperar, esta primera distribucion territorial nunca tuvo.efec- to ya que se determin careciendo del minimo conocimiento de las carac- teristicas de estas tierras, y solo tomo en cuenta su extensi6n y los criterios basicos que permittan delimitarla cuantitativamente. En los hechos, la defi- nicion territorial de las gobernaciones que con posterioridad se lograron establecer, fue el resultado del proceso mismo de conquista. LA EMPRESA DE CONQUISTA DE DIEGO DE ALMAGRO La presencia espafola en el Perti permitié convertir a esta gobernaci6n en el centro de las futuras expediciones que se aventuraron hacia el territorio. de Chile. Diego de Almagro, socio de Pizarro en la conquista del Pert, con su participacion en esta empresa consiguid la riqueza, la fama y el presti- gio que le permitieron, entre otros beneficios, obtener la autorizacion real para conquistar los territorios comprendidos en la Nueva Toledo, goberna- cidn definida por el rey en 1534 y que estaba al sur de la de Pizarro. Jambién tuvieron especial importancia para el éxito de la organizacion de Ia empresa de Almagro, las noticias que proporcionaron los indigenas pe- ruanos sobre las riquezas existentes en suelo chileno. Se afirmaba que es- tos territorios eran tanto 0 mas ricos que los del Perd, al punto que uno de los indios principales y amigo de Almagro, el inca Manco, le aseguré que obtendria en Chile un tesoro aun mayor que el logrado en el Pert. Esto, unido al prestigio militar y la fortuna personal de Almagro, le facilitaron los, recursos para organizar una importante y bien dotada expedicion que par tid del Cuzco el aho 1535. La ruta que siguié el primer contingente de la hueste para internarse en el territorio, fue la del oriente de la Cordillera de los Andes. En una primera etapa del viaje, realizaron el ascenso por los caminos andinos hasta alcan- zar el altiplano, para continuar bordeando el Titicaca, donde después de descansar un tiempo y reponerse de las exigencias que les represent6 este primer tramo del camino, avanzaron hasta la region de Jujuy y Salta. En es- ta zona comenzaron los problemas para Almagro. A la rebelién y huida de un grupo importante de indigenas que lo acompafiaban, se sumé la pérdi- da de gran parte del equipamiento y viveres de la expedicién. Al mismo tiempo, las inundaciones que se produjeron en la zona hicieron mas dificil el inicio de la travesia por la cordillera, ultimo tramo que necesitaba cubrir para alcanzar el sector occidental de su gobernacion. En cuanto al recorrido cordillerano, se opt6 por utilizar el paso de San Francisco, lo que significo enfrentar los rigores del clima debido a la altura, més de 4.700 metros, y las dificultades que presentaba el terreno acciden- tado para el desplazamiento de animales y hombres. A ello se agregé la carencia de una vestimenta adecuada y la escasez de viveres, lo que con- virtio el viaje en un desaffo extremo que afecté aun més las precarias con- diciones en las que ya se encontraba la expedici6n El valle de Copiapé acogié a los expedicionarios y les brindé la hospitalidad necesaria para rehacer sus fuerzas y continuar hacia el sur hasta el valle de ‘Aconcagua, lugar donde Almagro estableci6 su centro de operaciones. Des- de allf se inicié un reconocimiento del territorio que alcanzé hasta el rfo Itata por el sur, y también se envid un destacamento hacia el sector cordillerano para intentar encontrar un paso que facilitara el acceso desde el sector orien- tal. Los hombres que se dirigieron hacia la costa, lograron alcanzar hasta la bahia de Valparaiso, donde tomaron contacto con el Santiaguillo, uno de los. barcos que se habfan despachado desde el Perti como apoyo a la expedicion. Oo SOMOS ESSOCCOCOSCS CoG ew oO 9 i) 9 La conquista ve Chive | Elresultado de este primer conocimiento del territorio y su poblacién resul- 16 desalentador para el grupo de conquistadores. Si bien sus caracteristicas eran bastante favorables en cuanto al clima y a los recursos de tierras férti- les y de facil explotacion,-lo que permitia asegurar una subsistencia fAcil y holgada, el principal movil de la conquista, el oro, hasta el momento era inexistente. Muy por el contrario, las condiciones de desarrollo material de a poblacién indigena eran una clara demostracion de la carencia del metal. Este panorarna tan contrario a las expectativas econdmicas que se habjan forjado, decepcioné a los conquistadores y motivé el interés por volver a Perd de un sector importante de los miembros de la hueste, lo que unido a {a posibilidad de establecer un dominio sobre e! Cuzco —asunto que habia quedado pendiente—, llevé a Almagro a abandonar la empresa y ordenar {a retirada del territorio. Como resultado de la experiencia obtenida en la ruta de la cordillera, el camino elegido para regresar al Peri fue el desierto. Después de un viaje dificil pero en ningén momento comparable a los ri- gores a los que habian sido sometidos anteriormente, a comienzos del aio 1537 Almagro y sus hombres llegaban al Cuzco. Las hostilidades con Piza- Fro comenzaron de inmediato, pues ambos conquistadores insistieron en tener legitimos derechos sobre la ciudad de Cuzco. El enfrentamiento cul- miné en la batalla de las Salinas con la derrota de Almagro, su prision a manos de los hermanos Pizarro y su posterior juicio y ejecucién. Con la muerte de Almagro se cierra este primer capitulo de la conquista de Chile, capitulo mas bien negativo por las desgracias que acarre6 a su capitan ya sus hombres, como también con respecto a las nuevas tierras, pues esta primera experiencia le cre6 la mala fama de ser un territorio pobre y hostil fa- ma que, a la postre, represent6 un obstaculo dificil de sortear a la hora de or- ganizar una nueva empresa de conquista. Sin embargo, con la expedicion de Almagro también se adelanté en el conocimiento del territorio de manera mas exacta y veraz. El acceso por el desierto quedé definitivamente consagra- do como el mas viable, y a partir de ese momento se convirtié en la ruta te- rrestre utilizada en las comunicaciones con Peri. También este conocimiento primero permitié definir la futura gobernacién en términos més precisos en cuanto al limite norte por el sector occidental, el que quedo establecido, aunque de facto por el momento, a la altura de Co- piaps, punto donde terminaba el denominado despoblado de Atacama. LA EMPRESA DE CONQUISTA DE PEDRO DE VALDIVIA El fracaso de la empresa de Diego de Almagro, junto con acarrear la des- gracia y el infortunio para los hombres que participaron en ella, provocé también el desprestigio del territorio de Chile. Su pobreza constituyé el re- ferente mas significativo para identificarlo en el futuro. Esto, unido a las di- ficultades que presentaba su acceso y el aislamiento del Pert, més el he- cho de qye estuviera poblado por indigenas belicosos y de un nivel de desarrollo tan arcaico, afianzaron su imagen infamada y el desinterés por su conquista. Por ello resulto dificil que, en el Peri, surgieran interesados en retomar el interrumpido proceso de conquista. Era impensable que se pudiera volver a organizar una empresa de la magnitude importancia como la que logré formar el adelantado don Diego de Almagro, pues nadie estaba dispuesto a invertir recursos en la conquista de un territorio que ofrecia tan pocas ex- pectativas econdmicas. No obstante el descrédito adquirido y lo poco atractivo que resultaba plan- tear una expedicidn a este territorio, los acontecimientos que acomparia- ron el enfrentamiento entre los hermanos Pizarro y Almagro, entre otros efectos, permitiéd que surgiera un nuevo proyecto de conquista. El capitan Pedro de Valdivia seria el artifice de esta nueva empresa a Chile. Valdivia habia llegado al Peru con posterioridad a la conquista de este rico territorio, lo que en una primera instancia frustr6 sus posibilidades de ga- nar la notoriedad que le permitiera inscribir su nombre en el grupo de los conquistadores destacados. Sin embargo, debido al conflicto suscitado por la disputa sobre el Cuzco, logré demostrar su capacidad de hombre de ar- mas y gran estratega bajo el mando de los Pizarro, lo que le valié ser nom- brado maestre de campo. En la batalla de las Salinas, junto con consolidar su prestigio como guerrero, Valdivia se hizo merecedor de una valiosa en- comienda de indios, la del valle de la Canela, ademas de una mina ubicada en el cerro de Porco. A partir de ese momento, el futuro se le presentaba bastante promisorio, pues en poco tiempo y con paciencia llegaria la holgura econdmica y, con ella, la estabilidad. Pero este panorama atractivo para algunos, para Valdivia no lo era; la paciencia no era uno de sus atributos, muy por el contrario, su espiritu guerrero y de aventura, su afan de fama y gloria eran los rasgos mis fuertes de una personalidad dispuesta a enfrentar el riesgo que supo- nen las grandes tareas, en lugar de asegurarse la estabilidad que le podria deparar una vida rutinaria y anénima. Més alld de perseguir logros inmedia- tos, su maxima aspiraci6n era llegar a constituirse en un protagonista desta- cado de la epopeya americana, alcanzar el pindculo de los elegidos y lograr asi “dejar memoria y fama de si”. De esta forma, Valdivia aprovechs el fa- vor de Pizarro para obtener de él un permiso con el fin de organizar su pro- pia empresa de conquista. Con esta opcién, el intrépido capitén sellé el destino del infamado territorio de Chile a su propio destino. CCL LY Oo ao 9 SOCCS 9 o 9 9 ve VEU SISO | Las posibilidades con las que contaba Valdivia para llevar adelante su pro- yecto eran muy pocas. A diferencia de la situacién econémica en que se encontraba Almagro al momento de organizar su empresa, no contaba con un capital suficiente, por lo que tuvo que enfrentar numerosos incor venientes para disponer de un minimo de recursos que le permitieran i ciar sus preparativos. De su patrimonio no logré reunir més alld de 9.000 pesos de oro, los que pudo aumentar, mediante préstamos, hasta aproxi- madamente unos 15.000 pesos que invirtié en caballos y armas, La CONQUISTA DE CHILE El resto del financiamiento lo obtuvo a partir de una sociedad que formé con el comerciante Francisco Martinez, quien aporté un capital en mercaderias, armas y caballos ascendente a casi 10.000 pesos oro, Junto con otros dos socios mas, Martinez también se comprometié a apoyar la expedicion a la llegada de Valdivia a Chile, con abastecimientos que se enviarian en barcos y que alcanzarian el valor de otros 10.000 pesos oro. Con estos escasos me- dios y con el problema de la resistencia que existfa por parte de los hombres para engancharse en una empresa cuyo destino era un territorio tan des- prestigiado y cuyo capitan no contaba con la autorizacién real (no tenfa una capitulacion), en un comienzo Valdivia solo pudo reunir poco més de 10 hombres. Sin embargo, y en una manifestacin de su empefo y decision de realizar la empresa con este reducido contingente y contando con la compa- fifa y apoyo de Inés de Sudrez, la Unica mujer espafiola de la expedicion en ese momento, ademas de casi un centenar de indigenas, Valdivia sali del Cuzco el afio 1540, Iniciaba asi de manera tan poco auspiciosa, la conquista de la que seria su futura gobernacion. A poco andar, el infortunio ajeno iba a favorecer la causa de Valdivia. Prove- nientes de otras fracasadas empresas, un grupo de hombres vino a sumarse a la expedicion. El primero de ellos estaba encabezado por Francisco de Villagra yalcanzaba a unos 70 hombres; posteriormente y encontrandose la expedi- cidn ala altura de! oasis de San Francisco de Atacama, se les unié el capitan Francisco de Aguirre con otro contingente de 25 hombres. Con estos y otros aportes que se fueron agregando, se logré superar el centenar de guerreros, numero que hacia posible la aventura de la conquista de Chile. La experiencia del viaje de Aimagro hizo elegir a Valdivia la ruta del desier- to para adentrarse en el territorio. A los pocos meses de su partida desde el Cuzco, se encontraba ya en el valle de Copiapé, zona que estimé el con- quistador daba inicio a su gobernacién. Mediante el ceremonial acostum- brado a este tipo de situaciones, Valdivia tomé posesién de las nuevas tie- tras en nombre del Rey, otorgandoles el nombre de Nueva Extremadura. Con este acto, Valdivia definia a la luz del conocimiento adquirido hasta ese momento, el limite norte de lo que seria su gobernacién, modificando, de facto, la disposicion real que iniciaba la gobernacion inmediata a la del Pert, la otorgada al adelantado don Diego de Almagro, a partir de las inmediacio- nes del Cuzco. Es probable que por este motivo, como también para reafirmar el cardcter de una nueva gobernacién tanto en lo relativo al territorio como en lo concerniente al nuevo capitan de conquista, Valdivia ignoré deliberada- mente el nombre anterior de Nueva Toledo, eligiendo el que recordaba su tie- tra natal. Una vez que repusieron fuerzas, la hueste continuo el camino, con dificul- tades ante la carencia de viveres y algunas incursiones hostiles de los indi- genas de la regién, hasta alcanzar el valle del Mapocho, sector en que Val- divia eligid establecer de manera permanente el campamento. Corrian los uiltimos dias del mes de diciembre del afio 1540. Las primeras acciones que emprendié Valdivia estuvieron encaminadas a asegurar la pacificacion y colaboracién de la poblacién aborigen. Los resulta- dos fueron inmediatos y muy favorables. Reunidos en torno al conquistador, los caciques de la zona oficializaron su reconocimiento a la autoridad real prometiendo prestar servicios y mantener la paz con los nuevos sefiores. El valle dei Mapocho mostraba excelentes condiciones para establecer el asentamiento y proceder a fundar una ciudad, El clima, los recursos de aguas y tierras fértiles, junto con el emplazamiento que ofrecfa el lugar es- pecifico elegido para fundar la ciudad, a los pies del cerro Huelén y rodea- do por los dos brazos del rio Mapocho, decidieron a Valdivia a radicarse definitivamente en el lugar. Santiago del Nuevo Extremo se funds el dia 12 de febrero de 1541 Con la fundacién de Santiago se expresa el 4nimo y la voluntad de perma- necer en el territorio, pues este sistema europeo de asentamiento se cons- tituyd en tierras americanas como un instrumento de dominacién que contribuyé poderosamente a la instauracién del modelo de sociedad que se pretendia implantar en el Nuevo Mundo. La ciudad fue la sede de la or- ganizaci6n politica y administrativa, como también de la actividad religiosa y cultural hispdnica que se iba a instaurar. Conciente de ello y del papel que debia desempeiar la recién fundada ciudad, ademas de la urgente necesidad de dotar a su empresa de un marco legal del cual carecia ante la ausencia de una capitulacion, Valdivia convocé a un cabildo, Gnica institu- cin que podia legitimar su mandato en aquellas circunstancias. Apartir de ese momento, Santiago se convirtié en el eje de una incipiente ac- tividad econdmica, En la ciudad y su entorno inmediato se establecié una economia basica destinada a asegurar el abastecimiento alimenticio de la po- blaci6n. Un tanto més alejada de la ciudad pero dentro de la regi6n, en el cur- so superior del estero de Marga-Marga, el cacique Michimalongo le dio a co- nocer a Valdivia la existencia de lavaderos de oro. Este hallazgo y el hecho de Q oO oO oO oO J que comenzaran a explotarse en forma inmediata con mano de obra indige- a, llené de esperanzas al grupo de conquistadores. El oro hacia su aparici6n en el proceso de conquista y permitia asegurar el asentamiento. A su vez, y para facilitar las comunicaciones con el Pert, Valdivia ordend la construccién, de una embarcacién en la bahia de Concén. La conquista be CHite En este primer momento la ciudad respondié, esencialmente, a necesidades vitales que demandaba el proceso de conquista. Su fundacién y mantencién permitid asegurar la supervivencia de! conquistador, pues sin la existencia de este nuicleo geografico, el reducido nimero de hombres que conformaba la hueste habria desaparecido, Por ello, y al igual que otras ciudades fundadas durante la conquista de América, Santiago funciond principal mente como plaza fuerte y guarnicién militar, asegurando la defensa del territorio y sir= viendo a la vez como punto de reunién para hombres y refuerzos, lo que po- sibilit6 la continuidad del proceso de expansién. Esta funcién militar de la ciudad dio su raz6n de ser efectivamente a los pocos meses de haber sido fundada, Los buenos tiempos para Valdivia y sus hombres fueron bastantes breves, la situacién primera de estabilidad y de asentamiento se vio inespera- da y violentamente interrumpida, Los indigenas de ls regién comenzaron a mostrarse inquietos y sorpresiva- mente atacaron las instalaciones de Concon y Marga-Marga, logrando de- sarticular a los espafioles que estaban a su cargo, los que salvaron sus vidas huyendo a Santiago después de dejar abandonados los lavaderos. Posterior. mente, el dia 11 de septiembre y aprovechando que Valdivia con un grupo de guerreros se encontraba realizando una avanzada con el propésito de asentar el dominio espanol en e| sector de Cachapoal, un grupo numeroso de indigenas rebelados se dejaron caer sobre la ciudad de Santiago. En ni- mero muy superior al de los espartoles, incendiaron gran parte de las modes- tas construcciones de paja y barro, perdiéndose los viveres y casi todos los enseres y ropas que poselan los conquistadores, quienes pese a estar muy maltrechos, lograron resistir el embate indigena y, en un esfuerzo desespera- do, pudieron rechazar el atague después de varias horas de cruenta lucha. La ciudad qued6 totalmente destruida, se hablan perdido veintitrés caballos, junto con la mayor parte de los viveres y ropas. Lo mas grave fueron las ba- jas: cuatro espafioles y varios indigenas muertos, ademas de muchos heri- dos. La situaci6n se torné angustiosa pues, para tesistir, era necesario atrin- cherarse e intentar obtener refuerzos del Pert. Tras lograr este objetivo, Valdivia envid al Pert a uno de sus capitanes, Alonso de Monroy, acompafia- do de otros cinco hombres, para obtener el auxilio necesario. Con estos hechos se inicia una etapa de angustiosa resistencia de los espa- fioles ante los continuos ataques indfgenas y las enormes privaciones que tuvieron que padecer. Alimentandose de yerbas y otros productos silvestres, WUISTA Y COLONIA Lo er vistiéndose con cueros y andrajos, enfrentaron la dura tarea de sobrevivir en condiciones desesperadas. Recordando esos dias, Pedro de Valdivia escribia al Rey afios més tarde: “Los trabajos de la guerra, invictisimo César, puéden- los pasar Jos hombres, porque loor es al soldado morir peleando; pero los de la hambre, concurriendo para los sufrir mas que hombres han de ser..." En septiembre del arto 1543 lograron llegar por mar los primeros auxilios y con ellos terminaron las miserias de los pobladores de Santiago. A partir de entonces y con el posterior regreso de Monroy al frente de setenta hom- bres, se puso término al cerco a la ciudad reanudandose las incursiones en un radio cada vez més amplio, lo que permiti6, al poco tiempo, desbaratar alos indigenas y asegurar la ocupacion de la region. La conauista de Chile tuvo un segundo momento que se inicié con estas nuevas acciones bélicas dirigidas a ampliar el dominio espafiol hacia los te- rritorios del sur. Este proceso sera diferente y singular respecto de otros procesos de conquista, caracterizados por su brevedad y répida consolida- cidn. En Chile se prolongé, al punto que el asentamiento, la primera forma de organizacién de la sociedad espafiola en el territorio, se dio conjunta- mente con un estado de guerra permanente. Si bien en los inicios de la dé- cada de 1560 la pacificacion del territorio desde el despoblado de Ataca- ma hasta el rio Bioblo se logré consolidar, lo que permitid un asentamiento relativamente estable; en el sector sur la poblacion indigena no se dejé so- meter y la rebelidn fue una constante. El siglo XVI se cierra con el gran levantamiento indigena de Curalaba, que tuvo como resultado e! despoblamiento de las ciudades al sur de Concep- cién. Con estos hechos se inicia una etapa de cambios importantes en lo concerniente al tema de la guerra y en especial del indigena chileno. La crea- cidn del ejército profesional y la legalizacion de la esclavitud indigena por parte de la Corona, son algunas manifestaciones de este cambio que se co- mienza a producir en materia de politica indigena en Chile. En definitiva, es- ta etapa se adentra en el siglo XVII, en cuanto el problema de la guerra y del sometimiento de los territorios al sur del Biobfo permanece como un asun- to central y prioritario de la sociedad chilena. De esta forma, la conquista sigue estando presente: los proyectos que pretenden solucionar la guerra se suceden unos a otros y tanto las diferentes medidas que se adoptaron como las acciones que se desarrollaron desembocaron en el fracaso. Finalmente, en el afio 1641, con el Parlamento de Quillin, Espafia recono- cid a los territorios al sur del Biobfo una suerte de autonomia, situaci6n Unica en los dominios espanoles de América y que se mantuvo, con algu- nas variaciones en cuanto al espacio comprendido, durante todo el perio- do colonial y parte del siglo XIX. Asi, se hacia presente la frontera en el acontecer histérico de la sociedad chilena A partir de estos hechos, y pese a la gran rebelin indigena del afio 1654, prevalecio una nueva forma de contacto y relacién entre ambas sociedades. Alenfrentamiento permanente de la primera etapa, se sucede un sistema de relaciones fronterizas que propicia la convivencia en un clima de paz y esta- bilidad, cuyo motivo fundamental lo constituyé el creciente comercio que se logré establecer eft ese espacio limitrofe. Paralelamente, se produjeron otros cambios importantes. La sociedad conquistadora vivid un complejo proceso de transformaciones que afectd a diversos aspectos y factores que, en defi- nitiva, fueron debilitando las caracteristicas propias de la organizacién forja- daa través del violento y prolongado proceso de conquista. Por ello es posi- ble distinguir dos etapas claramente diferenciadas en la evolucién que experimento esta sociedad desde sus inicios hasta las primeras décadas del siglo XIX. La sociedad de conquista que se extiende desde el afio 1536 has- ta, aproximadamente, la primera mitad del siglo XVII; y a partir de esta fecha en adelante, lo que se ha denominado como sociedad colonial propiamente tal. Una y otra etapa se expresaron en una organizacion con formas y carac- teristicas singulares, propias de cada una de ellas. ti. LA SOCIEDAD DE CONQUISTA ie LA ORGANIZACION POLITICA El andlisis de la organizacién politica que se logré establecer en la sociedad de conquista en Chile requiere partir de dos factores necesarios de consi- derar: el primero, corresponde a una concepcién de poder y una forma de gobierno propios del medio europeo de la época, espafiol especificamen- te; el segundo, referido al necesario proceso de adaptaci6n 0 adecuacién de ese modelo a la realidad del medio en e! que fue aplicado. De la relacion de ambos factores surgen las directrices del tipo de organizaci6n politica que se fue gestando, la cual, necesariamente y de acuerdo alo plantea- do, tuvo rasgos similares a la europea y otros claramente singulares, en cuanto las circunstancias del proceso y el medio en e! que se desenvolvié permitieron caracterizarla localmente. A su vez, los principales agentes de este proceso fue- ron tres instancias: el Estado, personificado en la autoridad de! Monarca; la Igle- sia, en su calidad de integrante de! Estado; y el particular, mediante su capaci- dad financiera y querrera. La interacci6n que se produjo entre estos agentes es necesario abordarla, primeramente, asumiendo que la empresa de conquista fue obra de los particulares: ellos financiaron y llevaron a cabo la magna tarea de incorporar América a la realidad de mundo de la época. Tarea en la cual se mezclaron el espiritu guerrero propio del medioevo y el capitalismo expansivo de la pujante burguesia comercial que, recién llegada, buscaba afianzar su posi- cién en el nuevo ordenamiento social que se estaba gestando en Europa. éPor qué los particulares tuvieron un papel tan destacado en una empresa de conquista cuyos territorios pertenecian a la Corona de Castilla? Las razones, oO oO 9 SSCL GU CU 209 sv vIO9D50905 La SOCIEDAD DE CONQUISTA como en todo fenémeno historico significativo, son multiples y de diferente Naturaleza. Los territorios de América descubiertos por Cristobal Colén, fueron efecti- vamente entregados a la Corona de Castilla por la concesién papal —me- diante la Bula Intercaetera de 1493—, quedando por esta raz6n unidos al imperio espafiol, en cuanto constituian patrimonio de la Corona. Pese a la exclusividad que suponia el dominio sobre los nuevos territorios, la Corona no contaba con la capacidad politica ni economica para llevar a cabo dicha empresa. En el momento en el que se produce el descubrimiento de Améri- ca, en la Peninsula Ibérica se vivian dos procesos politicos de gran importan- cia: el de unificacion del territorio y el de instauracién de una monarquia ca- paz de sentar las bases de lo que, posteriormente, llegaria a constituirse en el Estado moderno. En 1492, afio del descubrimiento del nuevo continent, se lograba la con- solidaci6n de la reconquista con la caida de Granada, el Ultimo reducto mo- ro en la peninsula. A la unidad territorial le seguiria la integracién politica en torno a la autoridad de la monarqufa. A los Reyes Catdlicos les correspon- di acometer ambas tareas. Bajo su reinado, y a partir de la unidn de las Coronas de Castilla y Aragon —junto con su habil gestion politico-militar—, se sentaron las bases de lo que llegé a ser el reino de Esparia, cabeza del fu. turo imperio “donde no se colocaba el sol”. Esta ardua y dificil tarea en la que se vieron comprometidos, se torné més compleja en cuanto el descu- brimiento de las indias demand6 una capacidad politica y econdmica aun mayor de la monarquia, pues debié enfrentar el complejo proceso de incor- Poraci6n de esta nueva dimension humana y territorial a sus dominios. El descubrimiento de nuevas tierras al occidente y la concesién papal de la soberania sobre ellas, precipit6 a los Reyes Catdlicos a organizar una em- Presa de conquista cuyo objetivo era rescatar oro para la Corona yestable- cer una colonia agricola en la isla Espafiola. El segundo viaje del almirante Colén fue financiado y controlado totalmente por la Corona, en su preten- sién de reafirmar el nuevo orden administrativo y tributario que queria im- poner el naciente Estado espafiol. Sin embargo, la vastedad de la empresa y la urgente necesidad de consolidar la presencia espafiola en los territo- rios de ultramar, demostraron los inconvenientes de esta politica estatal. La Corona no contaba con una capacidad organizativa que le permitiera mantener el acelerado ritmo que fue imponiendo el proceso, lo que deié en evidencia que este sistema, mas que favorecer, limitaba las. posibilida- des de avanzar en relacién al interés creciente que fueron suscitando las Nuevas posesiones espariolas. Quedaba demostrado que, a partir de la ca- Pacidad de la Corona y la labor de Colén, era imposible responder eficien- temente a los requerimientos que imponian las circunstancias. 7—— Conquista ¥ CoLonia En 1495 los Reyes se vieron en la obligacion de modificar su politica. Median- te una real cédula pusieron término a la exclusividad reservada a Colén, con lo cual se abrié el paso a la iniciativa individual en la conquista de las Indias. Al responder a las exigencias de importantes sectores de la sociedad que pugna- ban por participar de la epopeya americana, se inicié una nueva etapa de puertas abiertas que permitié e incentivé la organizacion de empresas priva- das destinadas al rescate de oro, en una primera instancia y, posteriormente, de conquista y asentamiento en un territorio determinado. LA INSTAURACION DEL ORDEN SENORIAL La sociedad europea de la época, en la medida que vivia un momento de transicion, presentaba una fisonomia compleja en cuya composicién se mezclaban elementos del pasado y del presente, como fue el caso de la tradicion medieval expresada, entre otros aspectos, en la rigida estratifica- ion social que enaltecia el sentido caballeresco y guerrero como forma de distincién social. La tarea secular por la reconquista del territorio de manos de los moros, gravité significativamente en esta valoracion del guerrero como un arquetipo social. El poder militar del particular iba unido a su ca- pacidad politica y, por ende, a su capacidad econémica, situacién que lo colocaba en el sitial preponderante de la escala social. Este modelo de vida caracterfstico del medioevo logré prolongarse en el Renacimiento, con mayor o menor persistencia de acuerdo al contexto his- t6rico local y al acontecer que acompafié la modernidad. En América, las circunstancias fueron especialmente favorables al orden seforial, lo que permitié que en el momento que en Europa tendia a desaparecer, en el nuevo continente resurgiera con nuevos brios. Asi, el sistema sefiorial se robusteci6, otorgandole su sello distintivo al proceso de conquista e im- plantacién del modelo europeo de sociedad Como contrapartida, la modernidad se hizo presente en el entramado social a partir de un grupo emergente: la burguesia, cuya importancia crecerd en la medida que va consolidando su capacidad y poder en el manejo y contro! de la economfa. En esta etapa de transicion, el capital comercial en expansion desde mucho antes abre paso a la inversion en la produccién. Estos son los signos dominantes en la economia del momento: grandes sumas de dinero improductivo buscaron formas de inversion que permitieran hacerlas mas rentables; el capital interviene cada vez mas en la producci6n, transformando y dando origen a una nueva forma de organizacién economica. Este accionar desarrollado por la burguesia también se expreso en la em- presa de conquista. A las primeras iniciativas de las ciudades italianas, que eeeoccooc | con anterioridad a las Cruzadas habian organizado empresas guerreras co- mo empresas de accionistas, se sumaron las que surgieron ante las nuevas __ posibilidades que se presentaron con la era de los grandes descubrimien. ©) tos, iniciada en la segunda mitad del siglo XV. Capitales tan importantes ) como los que representaban las casas alemanas de los Fugger y los Welser se desplazaron desde Venecia a Espafia y Portugal para invertir en empre- sas de descubrimiento. Esta participacin no solo se concreté a partir del financiamiento de las expediciones que estaban bajo el mando y organiza- cién de un jefe de conquista, sino que también, como fue el caso de los. Wesler con respecto al territorio de Venezuela, se interesaron por realizarla en forma directa. En este nuevo ambito de accién que represent6 el Nuevo Mundo, el capi- talismo se expresé de diferentes formas y con una importancia acorde a las expectativas de ganancias que ofrecian los territorios por conquistar. Junto a las grandes inversiones de comerciantes importantes, se produjeron otras mas modestas, como la que realiz6 Francisco Martinez, socio de Val- ) _divia en la expedicion a Chile, que se adecué a las escasas posibilidades de ) obtener grandes beneficios econémicos que presentaba dicha empresa. LA REGUIACION DE LA RELACION ESTADO-PARTICULAR De acuerdo a las caracteristicas que fue adoptando el proceso de descubri- miento y conquista de los territorios americanos, se tuvo que regular la rela- ion que se estableci6 entre el Estado propietario y soberano de los territo- rios y el particular. Esta relacion fue sancionada a partir de las capitulaciones, La capitulacion constituyo un documento ptiblico de naturaleza contractual en el que las partes Estado y particular— contraian derechos y obligacio- nes. E| Estado autorizaba la empresa, fijando con la mayor precision posible el territorio por conquistar, ademas de establecer un conjunto de normas tendientes a asegurar el cumplimiento de los objetivos que se pretendian al- “ _canzar con la conquista, incluyendo entre estos los beneficios que la Corona esperaba obtener. El particular, por su parte, se comprometia a realizar la empresa a su costa, en un plazo determinado, respetando los principios es- tablecidos por el Estado y la reparticion de beneficios acordada. A través de esta instancia legal quedaba validado un sistema de conquista de carécter particular, pero autorizado y regulado por el Estado. La Corona retenia su soberanfa, establecia la forma de conquista y el marco legal en el cual debla desenvolverse. El particular obtenia cargos o titulos con caracter Vitalicio y he- reditario, derecho a levantar fortalezas y la obligacion de financiar totalmente la empresa. Ademés, a Corona debia retribuir o premiar la participacion tanto de los capitanes como de los integrantes de la hueste, en proporcion al aporte realizado en la empresa. En este sentido, el sistema creado posibilit6 que en la empresa de conquista se combinaran dos de los elernentos caracteristicos de la transicién europea: el Estado moderno, centrado en el creciente poder de la monaraula, y la tradici6n del medioevo, en la figura del conquistador; se reite- raba asi la supremacia del Estado en cuanto reconocia la autoridad del Rey co- mo Unico garante del sistema, y, de la otra parte, sancionaba los derechos a que se hacia merecedor el particular por su participaci6n, La clave'de esta rela~ cién Corona-particular fueron el tipo de financiamiento y la necesidad de la Corona de tener que retribuir los servicios prestados al conquistador mediante la concesién de un conjunto de derechos sobre el territorio y la poblacion. Por ello es que el sistema de premiacién, mas que una graciosa donaci6n real, constituy6 el requisito indispensable en la produccién del interés expansivo. Es tareminiscencia de un sistema sefiorial, necesariamente influyo de manera de- terminante en el concepto que se tuvo de gobierno. De hecho, en algunos ca- 0s se produjeron intentos de establecer un cierto predominio de este sentido sefiorial y voluntarioso de gobierno. La Corona no pudo dejar de inquietarse por esta tendencia primera de asumir formas de gobierno con un fuerte sentido individualista y contra- rias al espiritu de la monarquia que, muy por el contrario, apuntaba aun robustecimiento del poder real. Desde los inicios de la presencia de estos brotes de excesiva autonomfa, la Corona reaccioné intentando frenar el re- surgimiento de las tendencias feudales que, favorecidas por las circunstan- cias en que se produjo la conquista, lograron desestabilizar el sistema y ge- nerar un conflicto entre el Estado y los particulares. La negativa de la Corona a mantener las prerrogativas y concesiones otor- gadas en una primera instancia a Cristobal Col6n, fue parte de la reaccion de la autoridad real ye! motivo de los problemas que surgieron con el Al- mirante y sus descendientes. Dentro de esta misma politica de restablecer la autoridad real por encima de la adquirida por los conquistadores, estu- vieron las medidas encaminadas a privar de todo poder politico a Hernan Cortés, conquistador de México. En tanto que en Pert, el hecho de que las disposiciones reales afectaran a los intereses de los encomenderos genero una rebelién encabezada por los Pizarro, en la cual la gravedad de los su- cesos requirié de la intervencién violenta de la Corona. Esta accion destinada a recuperar el control restableciendo sus fueros me- diante un mayor y més efectivo control del Estado sobre el territorio y la poblacién, se vio favorecida por la rapida consolidacién de la conquista en la mayor parte de América, como con el inicio de las explotaciones de los recursos y la obtencién de buenos resultados econdmicos para el erario real. En conclusi6n, la estabilidad de la ocupacion sumada a los recursos oO oO i) SSCS GCC que comienzan a generar las nuevas tierras, permitieron una mayor y mas efectiva intervencién de la Corona. Esta situacién Ilev6 a los soberanos a implementar, entre otras acciones, un complejo sistema administrativo es- pecial para los territorios americanos, que dependia directamente del Rey. Ala cabeza de este sistema se encontraba el Real y Supremo Consejo de Indias, creado por Carlos V en agosto de 1524. El Consejo era la mas alta autoridad legislativa y administrativa después del monarca. Entre sus agen- tes politicos mas importantes en América se encontraban los virreyes, los gobernadores y las Audiencias, Las Reales Audiencias se constituyeron en los principales baluartes adminis- trativos del control real en los nuevos territorios. El antecedente de estos or- ganismos colegiados fue, en una primera instancia, el de las Audiencias y Cancillerias de Valladolid y Granada, pero pronto se diferenciaron de estas adquiriendo caracteristicas propias, acordes a los requerimientos que la reali- dad de los nuevos territorios demand6 en materia de administracion del Es- tado. Sus funciones originales eran la administracion de justicia, pero a la vez ejercieron funciones de gobierno, cuestién que nunca desempefiaron las Audiencias en la peninsula. Si bien dependian del virrey o gobernador, segin fuera el caso, compartian con ellos sus funciones de gobierno. Incluso tenian la facultad de fiscalizar el desernpenio de estas altas autoridades. La primera de las Audiencias en América fue fundada en Santo Domingo el afio 1511. Durante el siglo XVI, el ordenamiento de estos organismos cor- porativos se establecié en funcién de su dependencia de los dos vitreinatos existentes. Del virreinato de Nueva Esparia dependian la de Santo Domingo, México, Guatemala y Guadalajara; en tanto que del virreinato del Peri, las de Panama, Lima, Santa Fe de Bogota, Charcas, Chile y Buenos Aires. En el caso de Chile, como sefialamos anteriormente, la situaci6n fue diferente y este proceso de intervencién estatal no fue tan inmediato. La conquista no se logré en el corto plazo sino que se prolongo en el tiempo, dando lugar a una forma especial de ocupacién al constituirse un tipo de gobernacién militar dis- tante del control de las autoridades peninsulares y virreinales. La pobreza del territorio que caracteriz6 esta primera etapa es otro factor que permite explicar la débil presencia de las autoridades de la Corona en Chile, debido a las dificul- ‘tades surgidas para financiar la instalacion y funcionamiento de un eficiente sistema administrativo estatal; ademés, el hecho de que Chile fuera un territo- tio de guerra, le otorgé a esta etapa sus rasgos més determinantes. Junto con mantener la funcion militar, el particular logré hacer prevalecer sus intereses Por encima de los del Estado por mds tiempo y de manera mucho mas decisi- va. En el orden politico, este predominio se tradujo en la importancia y gravita- ion que adquirié el Cabildo en el proceso de implantacién del modelo de ocu- pacién. El Cabildo se constituyd en el fiel exponente de los intereses de los | ieee particulares, lo que le otorgé al proceso chileno, mas que a ningtin otro, un marcado sentido sefiorial, individualista y, en cierto modo, anarquico. Conquista ¥ COLONIA LA ACTIVIDAD POLITICA DEL CABILDO El origen del cabildo se remonta a la tradici6n germanica, la que posterior- mente se incorporé al derecho castellano. Sus principales caracteristicas se consolidan durante la Reconquista espafola. La Corona se vio en la necesi- dad de conceder ciertos privilegios, exenciones de tributos y “fueros” alos habitantes de las regiones fronterizas para favorecer el avance en la recu- peracién del territorio de manos de los moros. Estos privilegios 0 fueros originaron una suerte de verdaderos contratos entre el Rey y las poblacio- nes, por medio de los cuales el monarca cedia el dominio de la comarca, bajo el compromiso de aquellas de mantenerse fieles a la Corona. Median- te esta formula, y a medida que se lograba avanzar hacia el sur en la gue- rra contra el moro, los privilegios se fueron extendiendo, ya que la accion militar de los particulares aseguraba la mantencién de las tierras conquis- tadas al infiel y, a la vez, permitia continuar adelantando la frontera. El proceso de reconquista se convirtié en una colonizacion civil y militar. La ciudad represent, por una parte, la organizaci6n civica, pues en su seno surgia el municipio, y por otra, militar, ya que cada vecino se constituyé en un soldado dispuesto a defender el territorio de su urbe. Asi se consiguio la formacién, entre otros, del poderoso reino de Castilla. Este sistema de conquista y esta concepcién de poder o de gobierno, encon- traron en América las condiciones mas favorables para expandirse, dado que la dinamica del proceso dependid, fundamentalmente, de la accién del parti- cular. Los conquistadores, herederos de esta vieja tradici6n municipal como medio de organizacién y favorecidos por las circunstancias que acompafiaron dicho proceso, instauraron esta tradicion secular en las lejanas tierras del Nue- vo Mundo, donde lo mas interesante, lo constituyé el sentido del gobierno que se desprendié de esta experiencia hist6rica. El gobierno, para los conquis- tadores, no era sino la actividad exclusiva del Rey, pero concebian el origen de la autoridad real en el pueblo. En virtud de ello, el Rey ejercia una jurisdiccion que le habia sido transferida por la sociedad. Mediante el ejercicio de esta juris dicci6n, se producia la sucesién automatica, sin que fueran necesarias nuevas intervenciones populares. Solo bastaba el juramento de fidelidad de los vasa- llos, que no era ms que el reconocimiento de que la sucesién se hacla confor- me a la ley; otro principio fundamental del poder era el relativo a la subordi- nacién del monarca a Dios, en virtud de su condicion de Rey catélico. De acuerdo a ello y en su calidad de principe obediente, fiel y devoto defensor de 5 DOO BU EE Se SY UO ODO VOD eooc 2) oO 9 oO los intereses de la Iglesia, representaba a su vez la surnision del Rey al derecho y alos valores eternos. A partir de estos dos ambitos de regulaci6n del ejercicio del poder, e! objetivo ultimo de la autoridad era gobernar en beneficio del pue- blo. Como una forma de procurar el bien de sus vasallos, el Rey les concede

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