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Siglo XXI: El Dilema de Emprender o Conformarse

“Nunca sabrás de lo que eres capaz sino te decides a intentarlo”


“No cabe duda que para saber hacia dónde vamos, no debemos olvidar jamás de dónde
venimos”. Se repitió a sí misma Luz Ruelas, al meditar sobre la situación en la que se
encontraba en ese momento en su vida. A pesar de haber recorrido un camino difícil, había ya
logrado situarse como una exitosa emprendedora y madre de familia. Para ello, tuvo que
tomar incontables decisiones difíciles y asumir un sinnúmero de responsabilidades, a pesar
de las adversidades. Para continuar por el camino del éxito, y tomar de nuevo las decisiones
acertadas, empezó a recapitular sobre los momentos y recuerdos más importantes de su vida,
aquellos que la llevaron a ser la empresaria que es hoy.

Una infancia difícil

Luz Margarita Ruelas Valdez nació en la ciudad de Tijuana siendo la número 11 de 12


hijos, que con amor procrearon y educaron sus padres Hermelinda e Isidoro, originarios de
Cocula, una ciudad y municipio de la Región Valles del Estado de Jalisco. Su padre fue un hombre
muy trabajador, quien se valió de diversos oficios para sostener y sacar adelante a la numerosa
familia. Su madre, siempre atendió el papel de ama de casa, dedicada 100% al hogar y a sus hijos,
inculcándoles su fe. A pesar de ser una familia que no vivía con lujos, las necesidades básicas
estaban siempre cubiertas, todos los días recibían la bendición por parte de la Madre antes de
marcharse a la escuela.

Entre los recuerdos de su infancia se encuentran el inicio de los estudios en la escuela


primaria “1ero de Mayo”, donde conoció a la maestra que influiría en parte de su desarrollo e
inspiración para convertirse en la profesionista que es ahora. La profesora de 2do año: Elsa, fue
su modelo a seguir para querer ser maestra, y hoy la recuerda como una profesionista
apasionada por su trabajo, además de ser una persona con gran calidad humana , siendo un
verdadero ejemplo a seguir.

Dentro de su familia, tenían por costumbre que las mujeres estudiaran sólo una carrera
comercial, sin embargo, Luz siempre mostró ser una niña muy inteligente, necia y con muchas
ganas de superarse, ya que inconscientemente nunca estuvo conforme con las condiciones

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económicas de la familia, lo que la motivó a desempeñar actividades con gran ahínco, luchado
siempre en contra de las tradiciones de Cocula; de convertirse en una mujer dedicada a estudiar
una carrera comercial , solamente como medio de respaldo económico antes de contraer
matrimonio. Fue así que convenció a Don Isidoro, para que la apoyara a seguir estudiando, él
accedió con la condición de que obtuviera siempre excelentes calificaciones y no descuidara sus
estudios por ningún motivo.

Empieza una vida laboral en la escuela

Luz siempre perseverante y con la mente bien clara sabía que su objetivo era seguir
estudiando, teniendo desde un principio la meta de terminar una carrera universitaria y
continuar con una maestría. Así pues, en busca de lograr sus objetivos y consciente de la situación
familiar, desde tercero de secundaria empezó a trabajar limpiando casas en Estados Unidos los
fines de semana, actividad que realizó al lado de sus hermanas, con las cuales se dividía las
ganancias, que en aquel entonces ascendían a $25 USD por casa. Esa época marcaría el inicio de
una vida laboral para solventar las necesidades propias, esta actividad la continuó durante la
etapa de la preparatoria, la más decisiva en su vida, pues fue ahí donde conoció al padre de sus
hijos y futuro esposo, Miguel. Luego de haber dejado atrás a sus amigas que no habían terminado
la preparatoria, Luz decidió cursar la carrera de Licenciatura en Turismo, haciendo honor a lo que
consideraba su mayor pasión: “Viajar, conocer el mundo y nuevas culturas”.

Madurez prematura

A la edad de 19 años, durante el 3er semestre de la universidad, Luz vive la experiencia


de su primer embarazo, el de su hija Monika, logrando salir adelante de esta etapa, gracias al
gran ejemplo de su abuela Micaela, quien fue madre soltera y mujer emprendedora, a principios
del siglo pasado, para poder sacar adelante a sus hijas, abrió un negocio de abarrotes ( La Parota)
en Cocula. Este ejemplo sienta las bases de su mentalidad emprendedora, ya que desde

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temprana edad siempre tuvo presente el no querer trabajar para terceros, teniendo muy claro
fundar su negocio.

A esa misma edad se casa con Miguel, quien también se encontraba estudiando la
universidad, ambos apoyados por Elia se hacen cargo del cuidado de Monika. Tiempo después,
mientras cursaba el 7o semestre, vuelve a embarazarse, teniendo como producto unos gemelos:
Miguel y Luis. Como madre, siempre firme a sus objetivos, continuó estudiando, trabajando y
atendiendo la casa, teniendo como prioridad a sus hijos.

Asociación para formar una nueva Institución Educativa

En el año de 1993, Jorge Vargas, ex Director de CBTIS 155 invitó a Luz a dar clases en la
escuela Cecyt Otay, impartiendo la materia de métodos de investigación. Con ello, alcanzó una
más de sus metas; ya que al darse cuenta de la pasión que sentía al impartir clases y sobre todo,
al lograr influir en los alumnos de forma positiva, pudo confirmar la vocación que llevaba dentro,
ganándose siempre el cariño, respeto y la admiración de sus alumnos. Al cabo de 5 años y al darse
cuenta de lo mucho que le apasionaba inspirar a sus alumnos, aplicó para estudiar una segunda
carrera: Psicología. Presentó la renuncia a Jorge, para poder atender debidamente este nuevo
reto, sin descuidar la familia. Sin embargo, Jorge sabía que era uno de los elementos clave de la
institución, ya que realizaba un trabajo con dedicación y pasión, así que al no lograr convencerla
de que se quedara como maestra, le ofreció ser socia y directora de un nuevo plantel educativo:
Cecyt Fundadores, propuesta que ella aceptó como un nuevo desafío, postergando por el
momento la oportunidad de seguir estudiando.

Después de algunos años de sus inicios en la docencia y luego de conseguir $30,000 USD
para invertir y participar como socia junto a Miguel; Luz tomó el mando del nuevo plantel Cecyt
Fundadores, combinó el dar clases con las actividades administrativas, siempre involucrándose
en nuevas tareas, desde interactuar con los padres de familia hasta la contratación de personal.
Todo esto fue una tarea difícil, sobre todo el darse cuenta de que los primeros años el plantel no
generaba utilidades.

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Disolución de la sociedad

Su socio Jorge, con mayor experiencia en la administración de planteles educativos, sabía


que era de esperarse que hasta después del tercer año la escuela sería rentable, por lo que fue
paciente y siguió planeando la creación de nuevos planteles. Una vez que el Plantel Fundadores
fue rentable; Jorge, junto con Miguel y Luz iniciaron la creación del nuevo plantel Cecyt Palmas.
La intención de Jorge era la de formar una nueva sociedad sólo con Miguel, a espaldas de Luz.
Posterior a esto, deciden romper con la sociedad , quedándose el matrimonio con el plantel de
Fundadores e iniciando con ello un largo camino de éxito en la formación de jóvenes tijuanenses.

Nace el legado educativo

Como consecuencia del rompimiento, Luz descubre que al disolver la sociedad, Jorge
canceló el “Reconocimiento de Validez Oficial de Estudios” (RVOE) del plantel Fundadores, sin el
cual no podría operar, pues perdía la validez oficial de la Secretaría de Educación Pública. Ante
esta situación y la posibilidad de perder todo lo que habían invertido en este proyecto, Luz y
Miguel comenzaron a tocar puertas, logrando iniciar su nuevo proyecto educativo bajo el nombre
de: “Centro Tecnológico Siglo XXI’’.

En una vieja mansión en pleno boulevard Aguacaliente, la institución educativa abrió las
puertas de un nuevo plantel, adicional al que finalmente, sí lograron salvar, teniendo con ello
dos ubicaciones para el Siglo XXI. Su mayor reto fue encontrar al personal administrativo y
docente adecuados, que formaran parte de las filas de la nueva institución académica,
privilegiando que estuviera plenamente convencido de la formación integral de las nuevas
generaciones tijuanenses, no importando cuál fuera su situación personal, siempre validando el
lado humano.

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La separación y el comienzo de una nueva etapa

Luego de cosechar grandes éxitos en Siglo XXI, inicia un nuevo proyecto, el Instituto San
Ángel (preescolar y primaria), en esta misma etapa, empieza una difícil situación en la vida de Luz
, después de muchos años de estar junto al padre de sus 4 hijos, ambos deciden poner fin a la
relación que desde muy jóvenes compartían.

Este acontecimiento lo enfrentó con gran dolor y sufrimiento, se alejó de los negocios, la
familia y su propio bienestar. Esta etapa marcó un punto muy bajo en su desempeño, nunca antes
vivido, del cual finalmente se valió como punta de lanza para seguir en su crecimiento espiritual
y profesional. En 2007, continuando con su espíritu emprendedor, retoma los negocios, que para
ese entonces estaban en números rojos y con diversas deudas que ponían en una situación difícil
a sus instituciones, aunado a esto se suma la crisis mundial de 2008, que impactó en la
disminución de la matrícula de las escuelas. Ante este escenario caótico y sin la ayuda de su ex
compañero y socio, Luz decidió iniciar nuevos proyectos por su cuenta, comenzó por ampliar el
nivel educativo al incorporar el nivel de Secundaria al plantel Agua Caliente; su pasión por la
Juventud la motivó a ir más allá de la preparación académica, influyendo positivamente en la
vida de estos niños y adolescentes, en los que sembró en el alumno, en la familia y finalmente
a la sociedad, una serie de beneficios y valores que hacen de esta ciudad un mejor lugar para
vivir.

Luego de la recuperación de los institutos y siendo fiel a su compromiso con la sociedad,


decide abrir un nuevo plantel que atenderá las necesidades de los niveles socioeconómicos
medio-bajo y bajo: El Plantel Siglo XXI Matamoros. Inicialmente arrancó con una matrícula de 250
alumnos aproximadamente, cifra que se duplicó en los 2 años siguientes.

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Toma de decisiones

En la actualidad, el Centro Tecnológico Siglo XXI, S.C. es una institución que por más de
25 años ha estado funcionando y creciendo exitosamente. En lo profesional, Luz hace lo que le
gusta y le apasiona, dedicándose por completo a dirigir instituciones que se dedican a la
formación integral de niños y jóvenes.

Para crecer en el mundo empresarial, tiene infinidad de oportunidades: Ampliar la


cobertura geográfica, abrir más escuelas y replicar su modelo de negocio en diferentes lugares o
hacerlo franquicia y venderlo a terceros; aprovechar su experiencia y reconocimiento de marca;
atendiendo otros segmentos de mercado, no solamente estudiantes de niveles económicos
medio-bajo y bajo; sino ampliar el mercado, es decir, creciendo a nivel universitario; abriendo
diplomados, ofreciendo una unidad para educación especial o clases de idiomas; o bien, salir un
poco de su modelo de negocio ofreciendo servicio de venta de útiles escolares, uniformes y libros,
o quizá, ofreciendo el servicio de renta de togas para las graduaciones. Queda claro que su
dilema recae no tanto en la oportunidad de negocio, sino en su proyecto como mujer, madre y
empresaria.

En el aspecto personal, Luz tiene una familia , sus 4 hijos: Daphne, Miguel, Luis y Monika
quien junto a Erick ya formó su propia familia, procreando a Julieta y Lucas.

Habiendo vivido etapas tan arduas para poder llegar a la estabilidad que tiene hoy en
día, se pregunta a sí misma: ¿Cuál debería ser el próximo paso?

Teniendo un negocio exitoso, puede dedicar el tiempo libre a su pasión de viajar por el
mundo y la alegría de disfrutar a su familia, o bien explorar otras oportunidades de negocio. La
vida le ofrece tantas opciones a ésta mujer emprendedora, que no queda más que preguntarnos,
¿Qué debe hacer Luz ?, ¿Podrá repetir sus éxitos?

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