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LAS VANGUARDIAS I.
Los artistas emprenderán una búsqueda continua, con ideas y obras que se
superponen en el tiempo y se influencian mutuamente. Marginados por la cultura
oficial y la opinión pública, su papel será no obstante decisivo en la consolidación de
una cultura netamente contemporánea.
Siempre tenemos una mirada distinta hacia las obras (a Bach se le mira de una manera
distinta según pasan los años).
Mary Shetty: escribe Frankenstein y llega hasta el Ártico (un hombre que se atreve a
enfrentar a Dios creando vida a partir de la muerte).
Se fija en lo que considera importante: el humo, la atmósfera, etc. Son personas que
empiezan a tener contacto con la naturaleza.
Si querías ser un artista de gran renombre debías pintar a lo grande, pero aparece el
mercado y el arte comienza a ser netamente contemporáneo. Los cuadros pequeños
se venden mejor.
De los fotógrafos admiran que captan la imagen en su tiempo. Los pintores también
quieren obtener la imagen en su tiempo. Monet pinta muchos veces la catedral de
Rouen porque quiere estudiar la luz en distintos momentos sobre un mismo edificio.
Van Gogh es el camino de la proyección del “yo interior”. Lanzaba su mirada sobre los
demás.
Paul Cézanne: “la realidad está hecha de formas geométricas”. Pretende objetizar
todo. Cézanne construye sobre las dos realidades del lienzo.
La realidad ha pasado a una visión casi científica: analiza la realidad. Cézanne pinta lo
que permanece, no los cambios. Cézanne acaba mirando con ojos de abstracción.
Es una vanguardia con atributos localizados. Empieza desde cero. Quieren conocer el
presente y reconocer los elementos que van a marcar el futuro (el nombre del
movimiento se lo pone el mismo movimiento: Filippo T. Marinetti). Marinetti crea el
Manifiesto del Movimiento futurista, que es un manifiesto falso para desconcertar y
asustar a la gente.
“Arquitectura futurista: La Cittá Nuova – Antonio San’t Ella (1913). Ascensores por
fuera, estructuras metálicas visibles, etc…, y , por lo visto deja huella, pero ningún
edificio futurista es construido.”
El expresionismo, que recoge la angustia del hombre moderno ante un mundo
convulso, se traduce en la arquitectura a través de formas singulares que se
aprovechan de nuevos avances tecnológicos. Su aportación será decisiva para la
difusión internacional de la modernidad, y tendrá un papel muy destacado en los
orígenes de la Bauhaus.