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Centro, Ciudad de Asunción, Paraguay

Jueves 02 de junio de 2022


Memorando
Para: Marcelo Heriberto Pavón - Gerente General
De: Carlos Ignacio Salinas Ferreira - Dpto. de Ventas

Asunto: CULTURA CORPORATIVA Y LIDERAZGO: CLAVES PARA UNA


BUENA EJECUCIÓN DE ESTRATEGIAS

La cultura corporativa cumple un rol indispensable en el desarrollo estratégico de


la organización, la cultura está formada por valores, costumbres y tradiciones, cada una
de las cuales juega un papel importante, permitiendo así que los grupos sean unidos para
realizar actividades que conduzcan al mejor desempeño. La cultura corporativa es la
esencia del ambiente de trabajo interno y la personalidad de la empresa, definida por un
sistema compartido de valores, creencias, estándares éticos y tradiciones que definen esos
estándares, actitudes, y estilos de trabajo generalmente aceptados.
Los valores centrales de la empresa y los principios éticos juegan roles en el
proceso de construcción de la cultura. La empresa promueve específicamente la
aprobación a ciertos principios y valores éticos, y promueve la creación de un ambiente
de trabajo en el que los empleados compartan creencias profundas sobre cómo operar la
empresa. Los valores y principios establecidos brindan orientación a los empleados sobre
cómo hacer su trabajo: qué comportamientos y métodos son aceptables y cuáles son
válidos.
Una empresa de cultura fuerte es la que tiene ciertos valores y prácticas bien
establecidos que guían el comportamiento de la empresa y el ambiente laboral. Por otra
parte, la empresa de cultura débil tiene poca ayuda para la ejecución de la estrategia,
porque no hay tradiciones, creencias, valores, relaciones o estándares de comportamiento
que la gerencia pueda usar como palanca para movilizar la participación en la
implementación de la estrategia elegida.
La cultura de alto desempeño está orientada a los resultados, al logro y el
cumplimiento o superación de las metas. El desafío de crear una cultura de alto
desempeño es inspirar a los empleados con mayor lealtad y dedicación, para que estén
energizados y motivados en hacer lo correcto, de manera eficiente y eficaz.
Las culturas adaptables tienen como clave la voluntad de los miembros de la
organización para aceptar el cambio y el desafío de introducir e implementar nuevas
estrategias. Los empleados de la empresa sienten que la organización puede defenderse
de cualquier amenaza y aprovechar las oportunidades emergentes; voluntad de asumir
riesgos, experimentar e innovar y cambiar estrategias y prácticas; un ambiente de trabajo
que apoye a los gerentes y empleados en todos los niveles al proponer o iniciar los
cambios que utiliza; se nutre y premia el espíritu emprendedor tanto individual y
colectivo. La dirección se esfuerza por apoyar y alentar a quienes demuestran iniciativas,
quienes identifican oportunidades de mejora y demuestran su capacidad para aplicarlas.

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La cultura resistente al cambio a diferencia de la cultura adaptativa, donde la
indiferencia sobre la importancia de los nuevos logros y el miedo al cambio es la norma,
enfatiza evitar errores, asegurando que los gerentes avancen hacia opciones más seguras
y prudente.
En las culturas politizadas las luchas políticas internas consumen mucha energía
de una organización, lo que hace que un entorno interno politizado sea tan dañino. La
cultura es cerrada y egocéntrica. El pensamiento unilateral y las decisiones internas
finalmente se inculcan en la cultura corporativa, una cultura corporativa centrada, que
conduce a una cultura de gestión y la capacidad de contratar personas que puedan ofrecer
ideas y perspectivas nuevas desde el exterior.
Una cultura inmoral o guiada por la avaricia es alimentada por la codicia, en este
punto las empresas se preocupan poco por los estándares éticos, dirigidas por líderes
alimentados por la codicia, donde ellos buscan ser los protagonistas que reciban todo el
reconocimiento del trabajo.
Las subculturas incompatibles en la mayoría de los caos crean una situación
dañina, entran en conflicto con filosofías empresariales, favorecen enfoques débiles para
ejecutar la estrategia. Esta cultura impide que la empresa coordine los esfuerzos para
desarrollar e implementar estrategias y desenfocan a los empleados de los objetivos
comerciales.
En conclusión, es indispensable comprender aquello que conforma la cultura de
una organización. Esto incluye las creencias, los valores, las experiencias y los hábitos
que afectan directamente el desempeño de una empresa. El rendimiento de la compañía
se vera reflejado en la manera en que apliquen o administren esas normas. A menudo lo
que define una cultura organizacional es la misión, visión y metas de la organización,
guiada por valores y criterios de comportamiento específicos.

Carlos Ignacio Salinas Ferreira


Gerente de Marketing

Bibliografía
Arthur A. Thompson, o. (2012). Administracion Estratégica 18va edición. Mexico:
McGRAW-HILL/INTERAMERICANA EDITORES, S.A. DE C.V.

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