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Educación, amor.

- Josell Abigail Barrientos Castillo


Tal vez, y con mucha facilidad podrían llegar a tomarse incluso estas dos palabras
como sinónimos. Amor por continuar la raza y mejorarla, amor por el conocimiento
continuo y la ambición de conseguir más, amor, a preservar la especie, y en
ocasiones, amor ciego al poder de dominar nuestro linaje sin escrúpulos de
arrepentimiento.

La educación se puede entender desde distintas perspectivas dependiendo las


visiones y vivencias de cada autor, pero sin duda, todos concuerdan en una idea:
ésta puede ser comprendida como la búsqueda del perfeccionamiento del hombre, y
en sus mejores definiciones, va encaminado en alcanzar la integralidad del mismo.

Educar también es ayudar, extenderle la mano al otro para facilitar información que
pronto será gozado como conocimiento, enriqueciendo el alma, tanto para quien lo
da, como para quien lo recibe. La educación es como el amor romántico, una cosa
de dos, puesto que debe haber apoyo de ambas partes: por un lado el educador
preparado con los mínimos saberes posibles, animado por enseñar e impaciente de
conocer las interrogantes de los educandos - nuestro segundo lado -, dispuestos a
cuestionar y cuestionarse, reflexionar y expresar todo lo que se ha adquirido en el
proceso educativo.

Si bien, la definición de educación puede llegar a ser más profunda y confusa de lo


que comúnmente se publica, la única herramienta necesaria para entenderla, siendo
amante de ésta, es el llamado. Ese llamado cada que miras a alguien queriendo
conocer el mundo, y tú, con una pizca de lo poco que conoces, se la muestras para
ampliar sus sueños y ambiciones; y entonces ese pequeño trozo de tu mundo, se ha
convertido en alguien buscando conocer su universo entero.

Es entonces la educación, la presencia de la humanidad, es ésta donde


encontramos inocencia, curiosidad, entusiasmo, miedo, coraje y valentía por
cambiar o mejorar algo, siempre. Nelson Mandela no estaba nada equivocado al
decir que, efectivamente, la educación es el arma más poderosa para cambiar el
mundo, pues de ella depende formar humanos humanizados, o humanos
coexistiendo como cuerpos.

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