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Una exposición oral es una situación comunicativa formal, en la que uno o más expositores
informan al público asistente respecto a un tema o un asunto que han estudiado de antemano, con
el fin de darlo a conocer o difundirlo.
Una exposición oral puede darse en ámbitos académicos, profesionales o políticos. Como
habitualmente ocurre en vivo y directo, depende en buena medida de la organización y talento
expresivo de los expositores, ya que deberán capturar la atención de la audiencia durante el período
en que dure su intervención.
La exposición oral es apenas una de las formas existentes de exposición, que incluyen la disertación
por escrito, la videoconferencia, la clase magistral, etc. Pero por exposición oral suele referirse a
una charla en la que tanto los expositores como el público interesado se hallan presentes, y se
propicia una interacción directa entre ambos.
• Una presentación oral no se improvisa. Para tener éxito debemos preparar minuciosamente
el contenido de la exposición , así como los recursos y materiales de apoyo y la forma de
expresión, dando respuesta al tema que vamos a tratar, las ideas que vamos a desarrollar,
el orden en que vamos a exponer esas ideas, los recursos y materiales de apoyo.
• Es muy importante cuidar el lenguaje corporal . La posición del cuerpo y la expresión facial
han de ser lo más distendidas posibles. Debemos controlar nuestros gestos, evitando la
gesticulación excesiva aunque debemos remarcar con ademanes oportunos aquello que
estamos diciendo. La mirada es un elemento fundamental, ya que hay que mantener el
contacto visual con el auditorio, dirigiéndose al conjunto y no a una persona concreta.
• La expresividad de la voz es un aspecto clave. Nuestra pronunciación debe ser clara y el
volumen de voz adecuado para que el mensaje llegue con nitidez al auditorio. Debemos
evitar hablar en voz demasiado baja o gritar. Una entonación modulada, acompasada a los
contenidos, contribuirá al éxito de nuestra actuación. Hay que evitar tanto el hablar
demasiado rápido como la monotonía, ya que el auditorio puede acabar perdiéndose o
aburriéndose, provocando que se desentienda del mensaje.
• Tenemos que demostrar que dominamos el tema, que lo hemos preparado a conciencia y
que estamos en condiciones de comunicárselo a los demás adecuadamente.
• Introducción o apertura. Una aproximación al tema que sienta las bases para el posterior
desarrollo. Ofrece conocimientos previos o más sencillos que luego serán necesitados, o un
abordaje inicial a partir del cual empezará a construirse el contenido de la exposición.
Busca captar inmediatamente la atención del público y explicar brevemente cuál será el
objetivo de la exposición, el concepto a desarrollar y su importancia.
Para realizar una buena introducción podría iniciar con una cita, ilustración o definición
concreta o usar una imagen o un objeto que se relacione con el tema a tratar.
Evite iniciar con:
Un chiste o una historia que no esté relacionada con el tema.
Un enunciado o una historia sin un objetivo que se relacione con la exposición.
Una pregunta que busque la opinión del público si el propósito es exponer hechos o
conceptos.
• Desarrollo. La extensión del “cuerpo” de las ideas que se desean transmitir, con sus
complicaciones, sus particularidades y los detalles que completen la información. Es la parte
concreta de la exposición.
Es la parte principal de la exposición y consiste en presentar el concepto o el tema
asignado. La información estará limitada a la cantidad de tiempo que tiene disponible y a los
puntos a desarrollar.
Recuerde cuál es el objetivo de su presentación.
Organice las ideas en términos de: concepto general, características, ejemplo y
conclusiones.
Cuando identifique las ideas generales busque ampliarlas. Para esto, puede usar
estadísticas, ejemplos, anécdotas, ayudas visuales o hechos.
Consulte el Modelo de planeación que encuentra en el centro de recursos del Centro de
Español.
• Conclusión o cierre. La parte final en que se resume lo expuesto hasta entonces,
explicitando lo que a partir de todo ello puede inferirse, nuevas ideas que de ello se
desprenden o la importancia del tema para futuras investigaciones.
Busca transmitir el concepto y los puntos principales de una manera que le permita a los
oyentes recordarlos.
Enfatice la conclusión: haga evidente para la audiencia que la presentación está por
terminar.
Use expresiones como: en conclusión, de acuerdo a lo que se habló anteriormente,
finalmente.
Retome las ideas principales, es decir, los puntos principales de su exposición. Esto le
permitirá a la audiencia fijar la idea central.
Evite agregar nueva información ya que esto puede confundir a quien lo escucha.
ESTRATEGIAS
• Debe captar la atención de las oventes de manera inmediata, para esto puede utilizar algún
objeto o imagen que este relacionada con el tema a exponer.
• Evite dar la espalda al público.
• Evite moverse de un lado al otro, inquietamente, mecerse de un lado a otro o balancearse
de puntas de pies a talón.
• Estos movimientos distraen a los oyentes y transmiten inseguridad.
• Evite movimientos bruscos a de compensación como jugar con objetos (por ejemplo esfero
o anillo), arreglarse el cabello, colocar las manos dentro del bolsillo, agarrar alguna prenda
de vestir, entre otros.
• En relación con la expresión facial, esta debe ser coherente con la información que está
comunicando.
• Siempre mantenga la mirada en su público. Evite mirar alrededor del salón (paredes, techo,
puerta, solo las diapositivas).
• Mire tanto a las personas que están en la parte de atrás del salón como a las que se
encuentran adelante.
• No centre su mirada en una sola persona (por ejemplo: el profesor), siempre alterne sus
puntos de contacto visual.
USOS VERBALES
• Use palabras concretas y específicas que comuniquen exactamente lo que quiere decir.
• Adecue sus palabras al contexto académico.
• Evite el uso de palabras coloquiales.
• Siempre que encuentre un concepto difícil de transmitir, busque una estrategia que se
ajuste al propósito de la clase y que le permita a toda su audiencia comprender el concepto
que usted está presentando
RECURSOS VISUALES
MANEJO DE VOZ
• No espere a quedarse sin aire en una oración. Asegúrese de que las pausas no interrumpan
la expresión de una idea.
• La postura recta y relajada mejora la respiración dentro de la presentación.
• El volumen tiene que ver con qué tan alto o bajo se habla. Se debe manejar un volumen
apropiado para el espacio en el que se encuentra. Sin embargo, es recomendable variar el
volumen de la voz para dar énfasis en algunas ideas.
• Busque siempre hablar con el tono natural de su voz. No busque cambiarlo durante la
presentación.
• Siempre hable a una velocidad media, en donde el público comprenda claramente las ideas
y en la cual las transiciones se hagan evidentes. Recuerde, si habla demasiado rápido la
audiencia no podrá mantener la atención y perderá información relevante; y si habla
demasiado lento el público perderá el interés en lo que dice.
• Se debe evitar la monotonía. Para ello, se pueden realzar algunas palabras importantes del
tema o acentuar las entonaciones en las preguntas
LA ORATORIA
La oratoria es el arte de hablar en público con claridad, precisión y elocuencia. Tiene como finalidad
persuadir a un auditorio sobre algún asunto específico. La palabra, como tal, proviene del
latín oratoria.
La oratoria, como discurso oral, se distingue por ser un procedimiento retórico orientado a mover
los ánimos de un auditorio en favor de un argumento o idea, que es expuesto, sopesado y
defendido por un orador.
Algunos aspectos formales que caracterizan la oratoria es el empleo frecuente de vocativo, el uso de
preguntas retóricas y de la segunda persona del singular para mantener y conducir la atención de
los oyentes, así como una variada gama de inflexiones de voz para imprimir mayor impacto a las
palabras.
Como género discursivo, la oratoria comprende distintos subgéneros de proclamación oral, como lo
son los sermones, los discursos, las disertaciones, las arengas, los panegíricos, las conferencias,
etc.
Como tal, se desarrolló en Grecia, donde era utilizada como instrumento para alcanzar prestigio y
poder político. Para Sócrates, el orador debía ser una persona instruida y movida por los más altos
ideales.
La oratoria es un aspecto muy trabajado por los políticos, líderes empresariales, figuras públicas y
del entretenimiento, así como por los docentes y los líderes religiosos.
DONDE SE ORIGINO
Como la mayoría de las ciencias humanas, la oratoria tuvo su origen en Grecia de la mano de los
sicilianos. En Grecia la oratoria era utilizada con fines políticos y para alcanzar prestigio.
Sócrates fundó una escuela de oratoria, situada en Atenas, y definió al orador como
el hombre instruido y con ideales altos que iba a garantizar el progreso del estado.
Demóstenes fue el orador que fue considerado el mejor dentro de este arte. Cicerón fue quien la
perfeccionó en la República Romana. Él escribió varios discursos y tratados que han llegado a
nosotros casi en su totalidad.
TIPOS DE ORATORIA
Existe en la actualidad una clasificación de los tipos de oratoria según la finalidad del orador. A
continuación se expresan algunos tipos de oratoria:
• Oratoria social. También llamada ceremonial, augural o sentimental, son las que se
desarrollan en un determinado ámbito donde el ser humano participa de una ceremonia.
• Oratoria pedagógica. Busca transmitir la cultura mediante la palabra hablada, es decir
transmite conocimientos. Es una oratoria didáctica o académica que busca enseñar.
• Oratoria persuasiva. Cuando los políticos exponen y debaten ideas políticas y utilizada
principalmente en época de sufragio.
• Oratoria dentro de una empresa (llamada “Management Speaking”). Es utilizada por
hombres de negocios y empresarios a fin de transmitir objetivos corporativos.
• Oratoria sagrada. Tiene por objeto inculcar en el alma de los oyentes las verdades de la
religión. A este tipo se llama también SERMÓN, y el orador es el PREDICADOR. Los
sermones se constituyen en “dogmáticos” si exponen verdades fundamentales de la fe. Se
convierten en “morales” si su objetivo es inducir al bien.
• Oratoria Forense. Son discurso que se pronuncian ante los tribunales de justicia, con temas
de civiles o criminales. Se necesita claridad, precisión y solidez.
• Oratoria política. Es un tipo de discurso referido a temas de gobierno, régimen o bienestar
de los Estados. Se destacan la oratoria “Parlamentaria” (en asamblea legislativa), “Popular”
(en clubes, mítines y manifestaciones) y “militar” (en arengas, proclamas, exhortaciones a
los subordinados).
• Oratoria académica. Comprende los discursos pronunciados por las celebridades artísticas,
literarias, científicas y didácticas. Por tanto, las “disertaciones” y “conferencias” son parte
de este tipo de oratoria.
• Leído o de lectura: Son discursos escritos que se leen frente al auditorio. Esta es una
forma de elocuencia que tiende a desaparecer, sin embargo, es imprescindible en ciertas
ocasiones, por su estilo más pulido y literario y precave errores.
• Memorizado o recitado: El orador lo escribe con anterioridad, lo aprende de memoria y
posteriormente lo recita ante el público, simulando una improvisación. Quien encare esta
forma de oratoria, deberá reunir dos requisitos: primero ser un formidable actor capaz de
simular una improvisación sin ser descubierto y segundo tener una gran memoria y
capacidad suplementaria de improvisar al menos momentáneamente, si se olvida de algún
fragmento.
• Improvisado: Es la forma superior de la elocuencia. Tiene la ventaja de impresionar,
convencer y conmover más al público, pues este advierte enseguida en el orador
superioridad intelectual, dominio de sí mismo, dones de conducción y real capacidad
oratoria.
• Adaptación: Es aquella que, tras ser elaborado con todo rigor, se remota utilizando
expresiones que se adecúen a la personalidad y al lenguaje del orador, manteniendo
siempre el sentido original. Es como explicar un camino a alguien, teniendo el mapa delante,
pero utilizando palabras que no están impresas en él.
EL BUEN ORADOR
Un orador debe conseguir que el público lo escuche con atención. La oratoria no es simplemente
hablar en público, un buen orador debe reunir ciertas características que lo hacen distintos al resto
de los hablantes comunes.
La oratoria siempre se realiza con un orador individual frente a un público (receptor colectivo).El
orador debe hablar con claridad, pero además con entusiasmo, eficacia y persuasión. El lenguaje es
su herramienta principal. Un orador debe saber hacerse escuchar. debe lograr que el público
muestre interés y sea reflexivo. Debe el orador tener claro el fin de su discurso. Puede ser un
discurso persuasivo, a fin de convencer al público de una opinión, por ejemplo. Además, puede
enseñar, conmover o agradar a su público.
La apariencia física es muy importante así como el aseo personas. El atuendo que elije el orador
debe estar acorde con las circunstancia dependiendo si es una ocasión formal o informal.
Un orador debe mantener una actitud positiva, estar relajado y gozar de buena salud física y
psíquica. Además debe poseer mucha capacidad de memoria, ya que la oratoria requiere un 90% de
habla y apenas un poco de lectura de apuntes, de ser necesario. Un orador debe ser sincero y
congruente, es decir, que haya relación entre lo que un orador dice y hace. Además, debe ser leal a
quien ha confiado en él o ella.
Un orador debe perder el miedo y los prejuicios a hablar en público, debe tener soltura y saber estar
frente a un público.
Un orador debe conseguir que el público lo escuche con atención, se sensibilice con él y lo
comprenda, y, en caso de ser un discurso persuasivo, que el oyente se convenza de lo que el
orador está diciendo acerca de un tema.